Los personajes de Ranma 1/2 no me pertenecen, son obra de la gran Rumiko Takahashi. Escribo sin fines de lucro, solamente con el fin de entretener.

Este fic fue creado para la dinámica #Abracadabra del grupo Pasión por los Fanfic's en facebook.


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La lluvia golpea con fuerza sobre el techo de mi auto, Daisuke quien se encuentra sentado a mi lado ajusta un poco más su cinturón de seguridad y pasa a tocar los botones del tablero para modificar la dirección de la calefacción.

—Ranma está haciendo algo de frío sube el termostato.

Presiono algunos botones a mi izquierda y gruño mi respuesta.

—Lo mismo dijiste hace una hora y ya están al máximo.

Estira su mano debajo del asiento y recoge una pequeña botella imagino de algún licor. La destapa y bebe algunos sorbos — esto me dará un poco de calor que necesito.

Continúo atento a la carretera aún con velocidad reducida, la lluvia no amaina y nos quedan unos cuántos kilómetros por recorrer rumbo a la ciudad de Sapporo para la final de la liga de béisbol.

Por el retrovisor percibo la figura de Hiroshi recostado en los asientos de atrás, es el único que logró conciliar el sueño hace unas horas, claro no es conductor designado y con lo que está bebiendo Daisuke en este momento el único que ocupará ese puesto el resto del camino seré yo.

Resoplo ligeramente cansado cuando un cartel algo lúgubre ubicado al lado del camino indica que en la próxima salida hay un bar de carretera, si esos de mala muerte de película de terror.

Daisuke deposita la botella en su sitio escondido — Ranma crees que deberíamos parar en aquel sitio? Digo…para comer algo y descansar antes de continuar.

Analizo la situación y aunque no suelen gustarme aquellos sitios creo que una buena cena nos vendría bien.

—Si estoy de acuerdo.

A unos metros divisamos el lugar y recorro la distancia que nos queda aparcando en la entrada.

—Ey Hiroshi, despierta — golpeo en el hombro a nuestro amigo.

—Qué? que sucede? Hemos llegado?

—No, aún nos quedan algunas horas pero encontramos este sitio comeremos algo descansaremos y luego continuamos — aclara Daisuke cerrando la cremallera de su chaqueta y colocándose la capucha.

Repito su acción y luego de apagar el motor descendemos corriendo para evitar empaparnos.

Una campanilla nos recibe al ingresar al lugar, por fuera parece una vieja casona de madera algo descuidada, con un cartel luminoso que parece haber tenido años mejores pero por dentro es otro cantar.

El sitio parece uno de esos bares de los años cincuenta, una barra se extiende frente a nosotros y una hilera de mesas y sillones se ubican frente a las ventanas.

Un muchacho de cabello largo negro que se encuentra tras la barra nos dirige la mirada antes de hablar — sean bienvenidos a Roadhouse, ubíquense donde deseen.

Hiro se encaminó a una de las mesas, tomamos asiento y una muchacha de cabellos morados se acerca a tomarnos el pedido.

—Bienvenidos a Roadhouse, tenemos como especialidad de esta noche unas hamburguesas con papas fritas.

Daisuke con una amplia sonrisa y una mirada seductora responde — la especialidad de la casa por casualidad te incluirá a ti?

La muchacha sonríe pero resta importancia a su comentario — les daré tiempo a pensar.

Carraspeo algo avergonzado por la actitud de mi amigo — discúlpalo, no acostumbra ver chicas bonitas, tráenos algunas bebidas.

Sonríe y se da la vuelta hacia la barra donde habla con el muchacho tras ella.

—Daisuke puedes intentar no ligar en cada sitio — Hiroshi lo reprende.

—Cierto no creo que a tu novia le agrade.

—Ella no se encuentra aquí y ustedes no se lo dirán.

Ellos continúan enfrascados en su discusión mientras me dedico a inspeccionar el sitio con la mirada, algunos grupos de amigos sentados en las diversas mesas charlan alegres dando un aspecto más animado al sitio, algunos cenan en solitario sobre la barra.

Nuestras bebidas llegan y pedimos las hamburguesas para cenar.

Me disculpo para dirigirme al baño, aún tengo frío a pesar de estar secos en un sitio resguardados de la lluvia, en el mismo me quito la chamarra e inspecciono mi ropa evaluando si se mojó al descender del auto, noto que estoy seco por lo que no encuentro el motivo de sentir tanto frío.

Abro el grifo de agua caliente para lavarme las manos y sentir algo de calor en mi cuerpo cuando al alzar la vista en el espejo una visión blanquecina se refleja durante unos segundos por detrás, volteo la mirada rápidamente descubriendo lo que ya se, me encuentro sólo.

Sacudo mi cabeza unos segundos buscando aclarar mi mente y regreso a la mesa, quizás estoy necesitando algo de alimento.

Al ubicarme nuestros pedidos están sobre la mesa por lo que me dedico a comer hablando de banalidades y deportes.

Al finalizar la camarera nos indica que puede servirnos café por lo que aceptamos gustosos, desvío mi vista sobre su cuerpo y percibo la presencia de una menuda chica utilizando sólo un vestido blanco, muy ajustado a sus curvas intuyo por la lluvia, sentada en un taburete de la barra.

—Oigan regreso en un momento — aviso a mis amigos mientras me dirijo hacia ella, como mosquita a la luz.

—Un cappuccino con canela — su dulce voz suena como música en mis oídos.

Me acomodo a su lado y la camarera frunce el ceño al verme — puedes servirme el café aquí? Gracias.

Deja mi taza sobre la barra al mismo tiempo que el de la chica.

Empujo el tarro del azúcar primero hacia ella como buen caballero, lo toma con timidez cuando nuestros dedos se rozan, automáticamente siento su frialdad y como la misma recorre a través de mi columna vertebral.

Me volteo ligeramente de costado al hablarle — oye estás bien? estás helada.

Se voltea quedando frente a mí — si estoy bien sólo que me atrapó este clima.

Trago saliva al verla directamente, tiene un bonito rostro pálido, sus ojos son de un color chocolate aunque desprovistos de ese brillo vital, sus labios carnosos y rosados y sus pómulos algo enrojecidos. Mi mirada la escanea y soy consciente que su vestido empapado se ajusta a su piel revelando que no lleva sostén y algunas gotas de lluvia escurren por el sitio de unión entre sus pechos.

Con rapidez me despojo de camisa estilo chino quedando sólo en una camiseta de tiras gruesas y se la paso.

—Toma póntela, tengo una chaqueta en mi mesa.

Ella sonríe al tomarla y colocársela — Gracias…em — la noto dubitativa.

—Lo siento mi nombre es Ranma — me presento al instante.

—Entonces te agradezco Ranma, me llamo Akane.

—Perdona mi atrevimiento pero qué es lo que hace una chica como tú en un lugar de carretera como este.

Ella bebe algunos sorbos de su bebida antes de responder — vivo en el pueblo cercano, se supone que venía a una cita pero por lo visto no llegará — alza la vista hacia el reloj de pared — debíamos encontrarnos a las 7 y media.

Diviso el reloj también — pero son las 10 y media, perdona pero ese tipo con el que te citaste es un idiota — doy un largo trago a mi café.

—Y por qué?

—Porque jamás daría plantón a una chica como tú.

Sonríe antes de beber otros sorbos más.

—Y tú qué haces por aquí?

—Estoy de paso, nos dirigimos con mis amigos a Sapporo a un partido de béisbol el día de mañana — apunto con mi pulgar hacia la mesa donde ellos saludan con sonrisas bobas en sus rostros.

—Bien supongo que se marcharán pronto — presiento que lo dice con algo de decepción.

—Podemos esperar un poco más.

Continuamos bebiendo café y hablando de nuestras vidas, amigos, ambiciones. Es una chica muy inteligente además de bonita y tiene buen sentido del humor, ríe con fuerza por cada una de mis ocurrencias.

Alzo la vista hacia el reloj de pared y noto que la medianoche ha llegado, hemos hablado sin interrupciones que perdí la noción del tiempo. No he podido dejar de observar su boca en cada oración, muero de ganas de probar sus labios hasta cansarme.

Percibo a mis amigos acercarse — Creo se nos hace tarde Ranma… — observan a Akane con interés.

Ella se voltea tapándose con mi camisa — hola soy Akane.

Ellos sonríen lascivamente al recorrerla con la mirada lo que me enfurece y decido intervenir.

—Les parece si nos marchamos ya? — coloco con fuerza unos cuantos billetes sobre la barra sin cuidado y una de las tazas de café con restos se vuelca sobre Akane, más precisamente sobre mi camisa.

—Oye Akane lo siento — intento secarla inútilmente con unas servilletas de papel.

—Descuida, al contrario discúlpame porque fue tu camisa la perjudicada.

Daisuke me tiende la chaqueta que coloco sobre sus hombros para salir al exterior, la lluvia aún cae sin cesar.

Ayudo a Akane a incorporarse y los cuatro salimos al exterior, los chicos se arrebujan en sus chaquetas.

—Vives en el pueblo cierto? Te alcanzaremos a tu casa.

Su cara se torna más pálida y sus labios tiemblan algo asustados

—Nno..no es necesario Ranma.

—Claro que lo es, la lluvia no para y vamos de paso — agrega Hiroshi.

Ella nos observa con desconfianza pero asiente.

La aprieto sobre mi costado para correr esos metros que nos separan del auto.

Llego a la puerta de acompañante, la abro para ayudarla a ingresar y luego corro hacia mi sitio de conductor.

Encendemos la calefacción nuevamente ya que el frío parece continuar calándose en nuestros huesos e iniciamos camino hacia el pueblo.

A lo largo del recorrido Akane entabla una amistosa conversación con los chicos mientras yo no puedo dejar de mirar sus largas piernas y dejar de pensar lo hermosa que es y lo bien que le sienta mi camisa.

Voy distraído cuando su voz me indica que estamos a unas cuadras de su hogar, reduzco la velocidad cuando me señala la casa de la esquina.

Aparco pidiéndole me espere para abrir su puerta, al hacerlo extiendo mi mano para ayudarla a descender y ella la toma provocando que una nueva sensación de frío intenso me recorra.

—Enseguida regreso — aviso a mis amigos antes de acompañarla hasta su puerta.

Nos situamos en su porche para resguardarnos de la lluvia, ella algo nerviosa rebusca bajo el tapete de entrada la llave y al incorporarse desliza su mano sobre mi brazo dejando una sutil caricia.

—Fue un placer conocerte Ranma.

—El placer fue mío — correspondo a su caricia repitiendo lo mismo sobre su brazo.

—Espero no te parezca algo atrevido pero tengo ganas, en realidad me muero de ganas de besarte — torpemente coloco una de mis manos sobre su cintura para atraerla.

—No creo que seas atrevido, yo también me muero de ganas — se acerca a mi cruzando sus brazos detrás de mi cuello y nuestros cuerpos entran en contacto.

Afirmo su agarre de la cintura y desciendo mi boca en busca de la suya — eres preciosa. Y nuestros labios se funden en un beso, tímido al principio donde sólo se rozan nuestros labios pero ella lo apresura deslizando la lengua sobre mi labio inferior invitándome a separar mis labios e introducir mi lengua en su interior, ambas contactan y a pesar del calor que se evapora de nuestro cálido beso no puedo evitar sentirme helado por dentro.

Continuamos besándonos voraces durante lo que parecen horas cuando agitados nos separamos para recobrar el aliento.

—Debo entrar — habla agitada.

—Claro.

—Lavaré tu camisa, puedes recogerla a la vuelta.

—No, en la mañana… pasaremos la noche en un motel.

—Está bien, gracias por traerme adiós Ranma — acercó su rostro nuevamente al mío y con un casto beso ingresó la llave en la cerradura perdiéndose en el interior de su hogar.

Sonreí como bobo enamorado llevando mis pasos hacia el auto para continuar camino en busca del motel.


Al día siguiente la lluvia había desaparecido dejando paso a un cielo nublado, luego de descansar y tener una noche reparadora nos montamos en el coche para continuar camino previa parada en casa de Akane, no me importaba recuperar mi camisa sólo quería volver a verla e invitarla a cenar a la vuelta.

Aparqué el auto en su entrada, mis amigos esperaron dentro elevando sus pulgares deseando suerte.

Golpeé con los nudillos la puerta y esperé.

Una bonita chica de cabello castaño y coleta de lado apareció frente a mí, me miró de forma extraña pero aún así habló amable.

—Buenos días, qué desea?

—Buenos días, mi nombre es Ranma busco a Akane.

La cara de la muchacha palideció y algunas lágrimas inundaron sus ojos, tan parecidos a los de Akane.

—No estoy para bromas — intentó cerrarme la puerta en las narices pero fui rápido y coloqué una mano sin importar que me apretara.

—No es broma, anoche nos conocimos en un bar y la traje a casa, quería despedirme ya que parto a Sapporo.

La mujer palideció aún más y su semblante logró darme miedo.

—Eso es imposible — balbuceó al hablar.

—Puedo probarlo, es una chica bonita de ojos marrones y cabello corto negro azulado.

—Sé como es mi hermana, digo que es imposible porque… — parece no atreverse a continuar la frase.

—Por qué, qué ocurre con Akane?

—Ranma ella está muerta.

Mis ojos se abrieron tan grandes que creí saldrían de mis órbitas, mi suprarrenal comenzó a secretar adrenalina con plena intención de huir.

—Cómo dices? Ayer estuve con ella, incluso nos besamos en este mismo espacio — recuerdo tarde que estoy confesándome con su hermana.

—No sé que decirte Ranma, lo lamento. Ella murió hace dos años cuando un auto la atropelló en la carretera esperando a una cita que nunca llegó. Puedo indicarte la dirección del cementerio.

Me quedo mudo totalmente plasmado frente a tal confesión, mi boca se vuelve pastosa por el miedo, siento un dolor punzante en mis sienes, mi estómago se revuelve creo que voy a vomitar — de acuerdo — logro articular mi respuesta.

De regreso en el auto pongo al corriente a Daisuke y Hiroshi, los tres estamos extrañados, sabemos que la vimos, la conocimos, reímos e incluso nos besamos.

Con mis manos temblorosas sobre el volante llegamos a la dirección que su hermana me indicó, descendemos los tres pero pido ir sólo yo más allá.

Atravieso el camino de piedra entre las diferentes tumbas, las lágrimas en mis ojos amenazan con brotar cuando mis piernas se vencen y caigo rendido de rodillas frente a una lápida, la suya. Sobre la misma se lee su nombre "Akane Tendo, adorada hija y amiga" a un lado se encuentra mi camisa perfectamente doblada y sobre ella una hoja de papel doblada.

Me acerco aún arrodillado lo más cerca que puedo al sitio, desdoblo el papel y leo lo que me permite mi nublada vista.

"Ranma, agradezco tu amabilidad durante la noche, me hubiese encantado conocerte antes estoy segura me hubiese enamorado de ti al instante, recordaré siempre tu calor. Akane"

Elevo mis ojos al cielo tan oscuro y nublado como mi corazón y lloro, como nunca había llorado por haberme enamorado de una fantasma.

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.FIN.


¡Hola! Bueno mi debut en fanfics de terror. La verdad no sé si quedó muuuy terrorífico pero puedo contarles que tomé como referencia aquella leyenda urbana donde la chica conoce al chico en un bar/discoteca/diversos antros, se ensucia la chaqueta del chico con café principalmente pero puede ser cualquier variante, luego de pasar el rato y acompañarla hasta su casa al día siguiente cuando regresa por la chaqueta descubre que salió/besó/tuvo relaciones con una chica muerta y junto a la tumba encuentra su ropa. No sé si es una leyenda conocida en toda latinoamérica pero al menos en mi país(Argentina) es bastante popular y cada provincia tiene su propia versión.

Desde que tengo masomenos 7 años tengo una insana obsesión con el terror, AMO escuchar esta clase de leyendas urbanas/historias del folklore y no podía evitar trasladarla al fandom para esta dinámica.

Curiosidad: el nombre del bar "Roadhouse" es en referencia al bar de Ellen y Jo de "Supernatural".

Gracias por su apoyo, espero les guste esta historia y hayan sentido un poquito de escalofríos, les mando mil besos :)