El regreso de Shura: Kaoru, es tu turno para pelear.
Hola de nuevo, antes de seguir quisiera hacerles la misma sugerencia que le hice en el capítulo 13. Si lo desean, pueden acompañar la lectura de su fic con una de las piezas instrumentales de Rurouni Kenshin, esta vez me tomo la libertad y atrevimiento de sugerirles "Kaoru's love theme Original mix" (perteneciente al soundtrack 1, es el tema número 22), yo les indicaré el momento en que pueden ponerla, aunque a veces no puedo ser muy precisa estoy segura de que ustedes sabrán perfectamente ajustar la parte cumbre de este tema con la parte específica de este capítulo, ahora que si no tienen el soundtrack o la pieza en mp3, yo con mucho gusto les recomiendo una dirección para que la bajen, nada más avísenme... no los detengo más.
Capítulo 20: Volverte a ver...
A la siguiente mañana, todos los habitantes del dojo Kamiya se levantaron y gozaron de un tranquilo desayuno, Kaoru esta vez no fue a nadar como de costumbre por que a petición de Aoshi tuvo que quedarse para descansar un poco de todo el mes tan duro de agitado entrenamiento. Pero Kaoru se sentía perfectamente, jamás se había sentido en tan buena condición física como ahora, aún así le hizo caso a Aoshi.
Yahiko fue el primero en levantarse de la mesa, estaba emocionado por que ese día iría con Tsubame al mercado para ayudarla a comprar cosas que necesitaban en el Akabeko.
Los dos muchachos compraron lo que necesitaban y regresaban hablando rumbo al restaurante, bueno, realmente el único que hablaba era Yahiko.
-Entonces, Sanosuke intentó quitarme la bola de arroz, pero esta vez no lo logró por que le pegué con mi espada usando el estilo Kamiya Kashin y... y... – dijo Yahiko volteando al lado – Tsubame ¿dónde estás? – preguntó Yahiko, miró hacia atrás y vio que un tipo molestaba a Tsubame, la jaloneaba y no la dejaba ir.
Por supuesto que Yahiko no permitiría semejante situación, así que retrocedió a donde Tsubame y el tipo se encontraban.
-Oye, ¿qué no te han enseñado a respetar a las personas? – mencionó Yahiko en tono amenazante.
-No me digas que tú me vas a enseñar chiquillo – respondió el hombre despectivamente.
-¿Cómo me llamaste? – dijo un furioso Yahiko.
-CHIQUILLO – repitió el hombre.
-Suéltala!! – ordenó Yahiko – y actúa como un verdadero hombre!!.
-Muy bien – dijo el hombre soltando bruscamente a Tsubame contra el piso – ya lo hice.
-Pídele disculpas!! – exclamó furioso Yahiko.
-Yahiko-kun – dijo una temerosa Tsubame – mejor vámonos.
-Si... mejor vete chico, es lo mejor para un niño miedoso – dijo el hombre retando a Yahiko.
-Dije que le pidas disculpas!! – respondió Yahiko más furioso.
-Oblígame – respondió el hombre.
-AHHHH – gritó Yahiko tratando de atacar al sujeto.
Aunque Yahiko podía ser muy fuerte si se lo proponía y lo había demostrado en algunas ocasiones, había algo que le faltaba aprender, era no dejarse llevar por la ira y pensar las cosas lo más fríamente posible. En este caso Yahiko estaba perdido, si, era un muchacho fuerte para su edad, pero aún no estaba listo para enfrentar todo lo que la vida le deparara y esta era una de esas situaciones.
Yahiko atacó varias veces, pero mientras más fallaba más se desesperaba. En un descuido, el hombre saltó aterrizando justo a espaldas del Yahiko, el chico no se dio cuenta a tiempo de lo que sucedía, en ese momento el hombre golpeó fuertemente a Yahiko en la nuca haciendo que el chico cayera inconsciente al suelo. Tsubame veía muy asustada lo que sucedía, trató de acercarse a Yahiko para ver si estaba bien, pero el hombre se lo impidió.
-Escucha niña, ve y dile a los del dojo Kamiya que si quieren volver a ver al chico vallan al puerto y que no esperaré mucho – dijo el hombre cargando a un inconsciente Yahiko.
Dojo Kamiya...
Parecía un día tranquilo, Sanosuke había llegado al dojo y se encontraba peleando con Misao por sus acostumbrados motivos.
-Ya te dije que no me llames comadreja CABEZA DE POLLO!!!
-Pues tu tampoco me llames así COMADREJA!!
En la sala de entrenamiento, Aoshi se disponía a hablar con Kaoru a cerca de lo que había aprendido en su entrenamiento.
-Debes ser muy precavida si quieres triunfar en esta batalla imouto-san, no tomes a la ligera el poder de tu oponente – decía Aoshi muy seriamente.
-No te preocupes nii-san, sé lo que debo hacer – respondía Kaoru sonriente.
-Sí, pero además de eso, lo más importante es que...
-KAORU KAORU!!! – las palabras de Aoshi fueron interrumpidas por unos gritos provenientes de afuera – KAORU KAORU KAORU!!! – Al escucharlos, Kaoru salió inmediatamente para ver que sucedía.
-¿Qué pasa? –preguntó Kaoru - ¿Por qué están ustedes aquí? – dijo viendo a Megumi y a una agitada Tsubame.
-Iba rumbo al mercado cuando me encontré con Tsubame-chan – explicó Megumi – estaba muy asustada así que la acompañé hasta aquí.
-¿Pero que sucedió Tsubame-chan? – preguntó la joven Kendoka - ¿Por qué estás así?
-Es... es Yahiko... Yahiko-kun está en peligro – respondió Tsubame.
-¿Qué? – respondió Kaoru al momento que los demás se acercaban al grupo para enterarse de lo sucedido.
Tsubame prosiguió a contarles lo que había pasado con Yahiko, después de unos breves instantes...
-Con que el puerto – dijo Kaoru pensativa – bien, creo que no hay otra opción.
-Yo voy – dijo Misao – Yo también - mencionó Sanosuke – Igual yo – mencionó un serio Aoshi – Yo también quiero ir – dijo Megumi – y... y yo – mencionó una temerosa Tsubame.
-Tsubame – dijo Kaoru gentilmente – es mejor que vallas al Akabeko, Tae debe estar muy preocupada por ti, ve y cuéntale lo que sucedió y dile que todo estará bien.
-Pero... –añadió Tsubame.
-Te prometo que Yahiko regresará sano y salvo – respondió Kaoru – además él es mi discípulo, de seguro está bien.
-Muy bien – dijo Tsubame tristemente.
-Y tu ¿por qué quieres ir Megumi? – preguntó intrigada Misao.
-Si hay algún problema médico creo que soy la más indicada – respondió Megumi.
-UM? – Misao quedó aún más perpleja.
-Además, si quieren llegar rápido van a necesitarme – añadió la doctora.
-Y ¿Para qué? – preguntó de nuevo Misao.
-Por que vine en una carreta y el conductor nos está esperando afuera – respondió triunfal Megumi.
-Bien, entonces dile que espere tan solo un poco más, no tardo, los demás prepárense – dijo Kaoru entrando a la casa para dirigirse a su habitación.
Habitación de Kaoru.
-No sé por qué presiento que esto es obra de Shura, bien... creo que llegó la hora.
Sacó algunos vendajes, se quitó los que tenía y se vendó fuertemente con los nuevos, luego se puso un gi sin manga de color púrpura muy oscuro y que a la vez parecía tener toques azulados, posteriormente se puso un hakama negro y sobre su gi, se colocó el usual abrigo que siempre llevaba cada vez que salía a otros dojos para dar clase, además de eso se puso también unas muñequeras negras. Después de vestirse, Kaoru fue rápidamente a la sala de entrenamiento para tomar su espada de bambú y algo más.
Kaoru no tardó mucho en salir, cuando lo hizo nadie notó su vestimenta debido a que la cubría con el abrigo.
-Bien, ¿están todos listos? – preguntó.
-Sí Jou-chan.
-Sí – dijeron todos los demás.
-Pues vamos ya – dijo Kaoru.
Tiempo después, Kaoru y los demás llegaron al puerto.
-Bien, ya estamos aquí – dijo Sanosuke.
-Sí pero, el puerto es grande, ¿dónde estará el chico? – mencionó Aoshi.
-¿Dónde debemos comenzar a buscar? – preguntó Misao.
-Yo creo que no habrá necesidad de eso Misao – mencionó Kaoru con la vista en una pequeña embarcación.
-¿A qué te refieres Kaoru? – preguntó la ninja.
-Mira – respondió Kaoru señalando a donde dirigía su vista – Es el hombre que estaba con Shura cuando se llevó a Kenshin.
-Pues no entiendo nada – dijo frustrado Sanosuke.
-Kaoru ¿qué sucede? – preguntó Megumi.
-Llegó la hora – respondió la Kendoka.
-Pensé que no vendría señorita Kamiya – gritó el hombre desde la embarcación.
Kaoru caminó con decisión adonde aquel hombre.
-¿Dónde está mi pupilo? – preguntó serenamente.
-Oh, se refiere al chico, no se preocupe, él ya va camino a la isla – respondió el hombre – permítame presentarme, mi nombre es Takashi, y seré su guía.
Todos a excepción de Kaoru presenciaban confundidos la conversación.
-Con que todo este tiempo Kenshin estuvo en una isla, Shura está verdaderamente loca – pensó Kaoru – Bien, ¿qué debemos hacer? – preguntó la joven Kamiya a Takashi.
-Suban, yo los llevaré donde la señorita Shura – respondió Takashi.
-¿Todos? – preguntó Kaoru.
-Si, no hay mayor problema por eso, vamos... el tiempo apremia – dijo Takashi haciendo ademanes a los demás para que abordaran.
-¿Podrías explicarnos lo que sucede Jou-chan? – preguntó algo frustrado Sanosuke.
-El rapto de Yahiko no fue casualidad, Shura lo tenía planeado – respondió Kaoru sin alterarse.
-¿Entonces? – preguntó Aoshi.
-Debemos abordar la embarcación, ese hombre nos llevará donde Shura y por ende a Kenshin.
-Bien... ¿qué esperamos?... Vamos por Himura – dijo una animada Misao.
-Vamos – respondió Kaoru con una extraña sonrisa en su rostro.
Así, Kaoru, Misao, Megumi, Aoshi y Sanosuke abordaron el barco que los llevaría a la isla donde se llevaría a cabo el combate entre la antigua pirata obsesionada y la maestra de Kendo enamorada.
Mientras tanto, en otro lugar.
Un apuesto pelirrojo vestido con una camisa blanca y pantalón negro despertaba de un largo sueño bastante confundido.
-¿Do... dónde estoy?... ¿Cómo pude haberme quedado dormido? – pensaba Kenshin mientras trataba de asimilar lo que sucedía – Pero ¿qué es esto? – dijo para sí al notar que estaba perfectamente encadenado por todo su cuerpo, no podía mover un solo músculo debido a que unas cadenas extremadamente gruesas se lo impedían. - ¿Cómo me hicieron esto sin que pudiera darme cuenta? – mencionó Kenshin.
-Muy simple amor.
-¡Shura! – dijo Kenshin.
-Anoche, James te llevó un delicioso té y tu lo bebiste todo, gracias a eso dormiste como un ángel – respondió Shura burlonamente.
-¿Qué?
-El té que bebiste mi hermoso pelirrojo, contenía un somnífero bastante efectivo, es de mis mejores mercancías.
-El té – dijo Kenshin para sí mismo.
-¿Sorprendido amor?... para que veas que tu futura esposa es extremadamente inteligente – mencionó Shura.
-Pero... ¿por qué lo hiciste? – preguntó Kenshin.
-Pues por que voy a ser buena contigo.
-¿Buena?
-Sí, como te lo prometí hace tiempo, hoy es el día – dijo Shura.
-¿El día?... Hoy... ¿¡HOY VERÉ A KAORU!? – dijo Kenshin sin ocultar su emoción.
-Si, hoy será la última vez que la veas – respondió Shura maliciosamente.
-A... ¿A qué te refieres? – preguntó Kenshin temeroso de lo que Shura pudiera responderle.
-Después de que veas lo que tienes que ver, nos iremos a Inglaterra, todo está listo para emprender el viaje – respondió la antigua pirata – Ahora, con tu permiso debo ir a vestirme para la ocasión – mencionó al tiempo que unos hombres cargaban a Kenshin y lo llevaban a otro lugar.
-¿ADONDE ME LLEVAN?... SUÉLTENME SUÉLTENME!! – decía Kenshin mientras se movía inútilmente tratando de librarse de las cadenas que lo aprisionaban.
Los hombres llevaron a Kenshin a una zona bastante elevada de la isla y que curiosamente estaba muy cerca de la mansión (N/A: para que se den una idea, este lugar es muy parecido al que salió en el ánime, en la saga de Shimabara o de los hermanos Amakusa y donde Kenshin y Shougo se enfrentan por primera vez, aquel lugar era una especie de monte o algo así, lo importante es que estaba elevado y abajo se encontraba el mar embravecido, bueno, el lugar que Shura escogió para la batalla era muy parecido al que acabo de describir). Los hombres encadenaron al ya aprisionado Kenshin en un árbol de tronco fuertemente y que conducía al vacío donde solo se encontraba el mar para que le fuera imposible escapar (N/A: estos hombres colocaron a Kenshin de tal forma que pudiera observar lo que en unos momentos se llevaría a cabo, al mismo tiempo, Kenshin estaba de espaldas al mar), después de eso, Kenshin veía frustrado como los hombres se retiraban y Shura se acercaba vestida con un pantaloncillo de tela muy ligera, su tronco vendado y encima una camiseta roja, además de eso portaba un pañuelo en la cabeza. Shura estaba vestida tal y como cuando era una pirata y esto hizo que la confusión creciera en un bastante desorientado Kenshin.
-¿Qué pretendes Shura? – preguntó Kenshin.
-Muy pronto lo sabrás – dijo Shura mientras otro sujeto traía a Yahiko atado totalmente.
-Yahiko!! – gritó Kenshin.
(N/A: Poner "Kaoru's love theme Original mix" aquí ^^)
Pero Yahiko no pudo contestarle ya que su boca estaba atada. Kenshin veía como Yahiko trataba de librarse, pero al igual que él, no lo lograba.
-Ya falta muy poco, no te desesperes – mencionó la pirata.
No pasó mucho tiempo para que sucediera lo que tenía que suceder...
Kenshin aún seguía pensando en alguna forma de escapar, estaba muy confundido de ver a Yahiko, no sabía que pensar ahora. De pronto...
-Señorita Shura... Takashi está aquí – Avisó James – disculpe señor Himura, pero no puedo desobedecer a mi ama – mencionó penosamente debido a lo del somnífero del té.
-Muy bien... entonces la espera ha finalizado.
Estás palabras pusieron muy nervioso a Kenshin.
En unos instantes, Kenshin pudo ver las siluetas de varias personas que venían a lo lejos.
-Si mis ojos no me engañan, podría jurar que las siluetas pertenecen a Sanosuke, Megumi, Misao, ¿Aoshi? Y ¿Ka... Ka... ¡KAORU!? ES KAORU... KAORU!!!! – dijo Kenshin para sí.
-Sí, es ella, es Kaoru... KAORU ESTÁ AQUÍ!!, parece que está bien, luce diferente... esa mirada, siento mucha determinación en ella, pero... ¿sentirá lo mismo que yo siento ahora?... ¿me habrá extrañado?... oh... Kaoru, por fin... estarás aquí, para mí – pensaba el pelirrojo.
La sorpresa de Kenshin era indescriptible, en ese momento, además de cientos de mariposas revoloteando en su estómago, sintió un mar de emociones estallar en su corazón, por un lado estaba la gran felicidad de ver de nuevo a Kaoru, a su Kaoru, el alivio de ver que ella se encontraba bien, pero conforme se acercaba también la confusión crecía al no saber que era lo que iba ocurrir, pero eso por un momento no le importó, por un momento solo pudo ver a Kaoru venir hacia él... era demasiada emoción, demasiada espera. Pero Kenshin no tenía ni la más mínima idea de lo que sucedería esa tarde.
-¿E... Ese es Kenshin? – pensaba Kaoru – luce diferente, es la ropa, está encadenado pero parece que está bien, ¡que alegría! Kenshin, si tan solo supieras lo mucho que te extrañé, ¿sentirás lo mismo que estoy sintiendo yo en este momento? – decía Kaoru para sí misma cuando sintió que las piernas le temblaban por la emoción, es que la alegría de ver a su amado Kenshin después de tanto tiempo era demasiada, por fin podría gozar de su hermosa y profunda mirada, de su trato amable, de su calidez. Kaoru sentía profunda felicidad, de momento no hubo nada más, tan solo Kenshin, su Kenshin. Y a diferencia del pelirrojo, Kaoru sí sabía a lo que venía y estaba dispuesta a cumplir su propósito; llevarse a Kenshin de vuelta, con ella, solo para ella...
Continuará...
Notas de la autora: Hola, espero que les haya gustado, trataré de apurarme para tener listo pronto lo demás, no se olviden de sus comentarios que son los que alimentan a esta pobre loca y enamorada escritora de Kenshin Himura.
Quisiera dedicar este capítulo a Minako-chan (muchas gracias por todo, cualquier cosa estoy a tus órdenes) y a Natt-kun (de verdad que agradezco todo tu apoyo y recuerdas que tienes el mí también).
GRACIAS POR TODO!!!
Hasta pronto!!
Hitokiri lady.
