En la oscuridad de la noche, en el castillo de Hogwarts, se encontraba
caminando sigilosamente Selene. Caminaba con paso rápido, mientras se
escondía entre las sombras, para no ser vista por Filch, el celador de la
escuela.
Siguió caminando, no estaba segura de hacer eso; ir de noche, por la
escuela si que era que uno debía estar loca para hacer. No faltaba mucho
para llegar, solo tenía que entrar en uno habitación, que era justamente la
mazmorra, donde tenían la clase de Snape, pociones.
Al parecer no había nadie, no se escuchaba nada, y las luces estaban
apagadas...
-Ese maldito... seguro era una trampa -dijo en voz alta. Desde las sombras una mano aparece, tapándole la boca. Intento un grito, pero fue apagado gracias a las manos de aquel hombre.
-Shhh... ya cállate -dijo- ¿Quieres despertar a todo Hogwarts? -dijo. Pudo notar una muy brillante cabellera color rubio platinado
-¡Torpe! -dijo de modo que solo él pudiera escuchar- casi me matas de un susto...
-No sabía que era tan intimidante...
-Por favor, cualquiera que estuviera en este lugar a esta hora es intimidante, Malfoy incluso Neville -se sorprendió de su rápida respuesta
Malfoy echo una veloz mirada a Selene, Selene Minalkee: era una chica nueva, no hace mucho que estaba en Hogwarts, pero desde el primer momento en el que Malfoy y Selene cruzaron miradas, supieron que no se llevarían bien. Cuando ella recién había llegado a la escuela, estaba dando una vuelta por ahí, mas bien estaba en la biblioteca. Justo cuando ella iba saliendo del lugar, Draco Malfoy iba entrando. Chocaron fuerte, tanto que los dos cayeron al suelo. Rápidamente se lanzaron miradas asesinas, y desde ese momento... los dos comenzaron a odiarse. Selene no era una chica muy femenina, no tanto como otras, que con solo un toque las quiebras. Pero de que era linda, lo era. Su cabellera larga, hasta casi la cintura de color castaño rojizo, sus ojos eran de color azul profundo, eran de un color zafiro tan hermoso que incluso la gente se acercaba para mirarlos mejor. Su figura era muy particular, era muy delicada, pero siempre resistía cualquier golpe, Draco lo pudo notar ya que una vez, jugando Quidditch, había caído de una altura bastante considerada... pero cayo exactamente como lo habría hecho un gato. Dijo que lo único que le dolía era un brazo, por que se lo había golpeado antes de caer, nadie creía que ella había caído sin recibir daño alguno. Aún así, seguía siendo linda. De algún lugar, Draco sacó una especie de... ¿animal? Era una cosa peluda, con ojos negros, tanto como su cabello, parecía muy nervioso.
-Pobrecito... -dijo Selene
-No me digas que sientes pena por él... eres una Slytherin, no sentimos pena -recalcó
-No es mi culpa, que seas tan frío como un hielo, Malfoy
-Pues compórtate como una Slytherin de verdad... Trajiste la poción
-Claro, no soy tu...
-Que graciosa
Malfoy y Selene habían obligado a Neville a tomar una poción que supuestamente te transformaba en un lobo, pero algo resulto mal, y convirtieron a Neville en... una cosa pequeña y muy peluda Estaba temblando, y los miraba con esos pequeños ojitos negros y brillantes. Selene le arrebato a Neville de las manos, apretándolo fuerte contra su pecho.
-Longbottom debe estar muy triste...
-Oh, ya cállate, quizás y cuantas cosas le hiciste mientras lo tenías...
-Sí, sí... claro. No le hice nada -se acerco a Neville- ¿No es verdad, pequeño animalejo?
-No le digas así... -miro para otro lado, y con enojo dijo- levanta tu asquerosa cara ahora mismo... estas mirando algo que no te conviene -Malfoy noto lo que ella quería decir, estaba justo a la altura de Neville y eso significaba esta a la altura de... Bueno. Se sonrojo y se levanto rápidamente
-He visto mejores... -luego pensó: sí claro... nunca como los de ella
-¡PERO QUE TE HAS CREÍDO! -grito. Malfoy tapo rápidamente la boca de ella, nuevamente
-¡Shhh, guarda silencio! -se acerco y coloco su dedo índice sobre su mano, hasta tocar con sus labios su dedo- antes de que despiertes a toda la escuela, al menos quiero terminar con esto...
-Esta bien... pero tu comenzaste -se soltó de Malfoy. Le entrego a él un frasquito chiquito, el cual tenía la poción para curar a Neville- quien se lo dará...
-Daselo tu
-¿Y por que no tu? ¿No eras tan valiente?
-Ser valiente y tocar a un Gryffindor son dos cosas muy diferentes... y más si ese Gryffindor es Neville -sonrió- además, parece que te llevas muy bien con él
-¿Acaso estas celoso, Malfoy? -le arrebato la poción de sus manos- esta bien, yo le daré la poción... -le quito la tapa al frasquito, y coloco la botella en la boca de Neville, este se lo tomo tembloroso. Selene dejó a Neville lo más rápido que pudo en el suelo, antes de que volviera a la normalidad. Poco a poco Neville fue tomando forma; Selene volteó, y Malfoy tuvo la tarea de entregarle la ropa a Neville. Mientras se vestía Malfoy le decía algo
-Ni se te ocurra mencionar esto a nadie, mas te vale cerrar la enorme bocaza que tienes si quieres seguir así, tal y como estas... -dijo con voz fría, sombría
-S-í n-no te p-pero-cu-cupes -los miro a los dos, y corrió a hacia su casa
-Cruel... no tenías por que decirle eso
-¿Es que nunca me veras la razón a mí?
-¿Por que tendría que hacerlo?
-Por el simple hecho de que yo te lo ordeno -dijo tomándola del brazo. Pero con un movimiento rápido Selene se zafo de él
-No me asustas Draco Malfoy -cruzándose de brazos
-Pues debería... -se acerco a su rostro, quedándose ahí por unos cuantos segundos, tan cerca que hasta podían sentir sus respiraciones. Se alejo, y avanzo a la puerta de la biblioteca. Selene comenzó a caminar también. No estaba dispuesta a quedarse sola en semejante lugar, y menos a esa hora, donde cualquiera podía estar mirando. Intento ir al paso de Malfoy, pero él era más rápido, o solo lo hacía para molestarla.
-¿Podrías esperarme? No tengo ganas de correr
-Pues tendrás que hacerlo, ya que no deberíamos estar aquí
-¿Desde cuando te preocupa no romper reglas?
-Desde que yo soy quien las esta rompiendo
-No sabía que Malfoy le temía a un regaño
-No es un simple regaño... es Dumbledore quien te regaña en estos casos... y si nos ve Filch, a él si que hay que temerle
-Mmm... -de repente Malfoy la toma de la cintura y se tira contra una pared, con ella encima. Selene comienza a golpearlo en el pecho
-¡Cállate! Es Filch... -la estrecho más
-¡Estas aprovechándote! ¡Yo no sentí a nadie!
-Pero yo si y no quiero arriesgarme... -la abraza más- además, no esta tan mal quedarse así por un rato... -susurro a su oído
-¡Loco, además de depravado loco! ¡Suéltame! -le acerca más y le tapa la boca, por décima vez Era verdad lo que Malfoy dijo, Filch se acercaba lentamente por el pasillo, podían escuchar el leve gruñido que emitía cuando respiraba, y la luz de la lámpara de gas, iluminaba gran parte, y eso... eso no era bueno. Malfoy y Selene se abrazaron fuertemente, no querían recibir un castigo por estar de noche rondando por ahí; y tampoco querían que los vieran juntos, y menos en la posición en la que estaban ahora. Selene apoyó su cabeza en el hombro de Malfoy, cerrando los ojos fuertemente. Se quedaron ahí, estáticos, sin respirar y abrazados. Ninguno se separaba... ¿Ninguno? Permanecieron así, hasta que Malfoy se le ocurrió que Filch seguro y ya no estaba ahí, la luz no se veía y su respiración ya no estaba, eso era bueno.
-Puedes soltarme ahora, Minalkee -dijo- creo que ya se fue... -se soltó bruscamente
-No vuelvas a hacerme eso... casi me muero del susto, además podrías haberme dejado al lado tuyo, no encima
-Perdóname por divertirme un tiempo...
-¡Que!
-Cálmate... esta bien, perdón... ¿Feliz?
-Sí, claro... como no
-No puedes negar que te gusto...
-¿Gu-gustarme a mí? Por favor Malfoy... casi te dejo sin aire, cuando intente golpearte... -sonrió maliciosamente. Malfoy sonrió algo angustiado al recordar a donde iba la rodilla de Selene cuando la tomo tan de repente. De un momento a otro, el rostro de Malfoy refleja cierto temor, el cual era casi obvio. Selene, al verlo, giro lentamente, y pudo ver el rostro de Filch... iluminado por la luz tenue de la luna. Selene dio un paso al frente, y nuevamente se abrazo de Malfoy, quedando los dos en una escena que muy pocos creerían. Filch sonrió, sonrió abriendo levemente sus labios y dejando ver sus dientes amarillos, largos amarillos y disparejos.
-Vengan conmigo... -dijo arrastrando cada letra. Soltándose, un poco temerosos, caminaron de tras de Filch. Se lanzaban miradas reiteradamente, y en los ojos de los dos se podía notar el verdadero terror... Siguieron caminando: pensaron en excusas para el profesor, no estaban dispuestos a decirle: " Sabe profesor, en las clases de pociones estábamos tan aburridos... y como la poción nos había quedado mal, decidimos empeorar mas las cosas obligando a un chico de la casa de Gryffindor a tomar la poción, convirtiéndolo en quien-sabe-que... pero ya esta mejor, lo dejamos de nuevo, como era antes" No realmente no tenían pensado decir eso. Selene estaba levemente temblando, hasta ahora nunca se había enfrentado con Dumbledore cara a cara... Estaban llegando justo donde había una gárgola. Filch dijo algo, que ni Selene ni Draco pudieron escuchar claramente. El celador hizo un ademán para que entraran, y los dos hicieron caso de inmediato. Filch se adelanto un poco, caminando delante de ellos. Llegaron frente a una puerta ancha, volvió a hacer el mismo ademán para que entraran... Dumbledore estaba sentado, claramente se podía notar el sueño en sus ojos, aún así, estaba sentado, soportando a dos niños desobedientes que salían de noche a arreglar un pequeño pero aun así gran error que cometieron.
-¿Acaso son novios? -dijo Dumbledore, al ver que Selene y Malfoy habían entrado juntos y de la mano. Al oírlo se soltaron
-No... claro que no... -dijo Selene
-Por supuesto que no... -esta vez Malfoy
-Mmm... Bueno, ustedes dirán -sonrió. Estuvieron en silencio por un tiempo. Inventando cosas que ni ellos lograban creer. Poco a poco los dos comenzaron a rendirse... Hasta que Selene habló -Estábamos... Conversando, profesor
-¿Conversando? De que si se puede saber...
-De... profesor, estábamos conversando de... De... pues, es que profesor yo intentaba... pues es que a ella le gusta alguien, y como soy su amigo, su mejor amigo, pues... intentaba ayudarla... y teníamos planeado ir a... a buscar algunas flores para... digo ir a buscar algún regalo para ese tipo... digo chico, susodicho, como sea... -declaro Malfoy, regando para que Dumbledore se tragara el cuento
-Y por que Filch me cuenta una versión muy diferente a la de ustedes... -sonrió picaramente
-Será por el chico que Malfoy cuenta... ¿es él? -dijo Selene imitando estar sonrojada. Malfoy la miró, al parecer él mismo se creyó la historia de Selene. Conversaron por un tiempo, Dumbledore confió en lo que ella había dicho (sí, claro...) Y los dejo, con un pequeño castigo, irse a su casa. Salieron; Filch parecía enojado con Dumbledore, por el simple castigo que tendrían: tenían que ordenar los libros de la biblioteca, al día siguiente. Sin magia, claro. Caminaron sin decir absolutamente nada, solo se escuchaban los pasos de ellos por el pasillo. Malfoy miraba de reojo a Selene. Nunca se había puesto a pensar en la belleza de ella, claro podía fijarse en cualquiera menos en ella, ya que... casi se odiaban. Pero cuando ella había dicho aquello... era como para pensarlo, podría haber dicho a cualquier chico, pero lo nombro a él... Selene, por otro lado pensaba en la extraña manera de responder de ella, odiaba a Draco a más que nada en el mundo, como podía ser posible que dijera eso...
-Minalkee... ¿Por qué...?
-Ya llegamos... ¿Cuál era la contraseña?
-"Slytherin Victorees" -la puerta se abrió, dándole paso a los dos
-Bueno... fue una noche difícil...
-¿Todo gracias a quien?...
-A ti, claro esta -dijo sentándose en el sillón, cercano a la chimenea. La luz estaba apagada, y hacía frío en aquel momento
-¿A mí? Pero si yo fui quien dijo aquella mentira -se cruzo de brazos
-Pero yo la termine, y si no hubiera colocado esa cara, Dumbledore nos tendría ahí todavía -sonrió
-Sí, claro...
-¿Estas enojado por que no dejo que te lleves la victoria?
-No estoy enojado... -se sentó a su lado
-Hace frío... aquí siempre esta heladísimo
-Prende la chimenea...
-Hazlo tu...
-Tengo sueño...
-Sube y duerme...
-Tengo hambre...
-Ese maldito... seguro era una trampa -dijo en voz alta. Desde las sombras una mano aparece, tapándole la boca. Intento un grito, pero fue apagado gracias a las manos de aquel hombre.
-Shhh... ya cállate -dijo- ¿Quieres despertar a todo Hogwarts? -dijo. Pudo notar una muy brillante cabellera color rubio platinado
-¡Torpe! -dijo de modo que solo él pudiera escuchar- casi me matas de un susto...
-No sabía que era tan intimidante...
-Por favor, cualquiera que estuviera en este lugar a esta hora es intimidante, Malfoy incluso Neville -se sorprendió de su rápida respuesta
Malfoy echo una veloz mirada a Selene, Selene Minalkee: era una chica nueva, no hace mucho que estaba en Hogwarts, pero desde el primer momento en el que Malfoy y Selene cruzaron miradas, supieron que no se llevarían bien. Cuando ella recién había llegado a la escuela, estaba dando una vuelta por ahí, mas bien estaba en la biblioteca. Justo cuando ella iba saliendo del lugar, Draco Malfoy iba entrando. Chocaron fuerte, tanto que los dos cayeron al suelo. Rápidamente se lanzaron miradas asesinas, y desde ese momento... los dos comenzaron a odiarse. Selene no era una chica muy femenina, no tanto como otras, que con solo un toque las quiebras. Pero de que era linda, lo era. Su cabellera larga, hasta casi la cintura de color castaño rojizo, sus ojos eran de color azul profundo, eran de un color zafiro tan hermoso que incluso la gente se acercaba para mirarlos mejor. Su figura era muy particular, era muy delicada, pero siempre resistía cualquier golpe, Draco lo pudo notar ya que una vez, jugando Quidditch, había caído de una altura bastante considerada... pero cayo exactamente como lo habría hecho un gato. Dijo que lo único que le dolía era un brazo, por que se lo había golpeado antes de caer, nadie creía que ella había caído sin recibir daño alguno. Aún así, seguía siendo linda. De algún lugar, Draco sacó una especie de... ¿animal? Era una cosa peluda, con ojos negros, tanto como su cabello, parecía muy nervioso.
-Pobrecito... -dijo Selene
-No me digas que sientes pena por él... eres una Slytherin, no sentimos pena -recalcó
-No es mi culpa, que seas tan frío como un hielo, Malfoy
-Pues compórtate como una Slytherin de verdad... Trajiste la poción
-Claro, no soy tu...
-Que graciosa
Malfoy y Selene habían obligado a Neville a tomar una poción que supuestamente te transformaba en un lobo, pero algo resulto mal, y convirtieron a Neville en... una cosa pequeña y muy peluda Estaba temblando, y los miraba con esos pequeños ojitos negros y brillantes. Selene le arrebato a Neville de las manos, apretándolo fuerte contra su pecho.
-Longbottom debe estar muy triste...
-Oh, ya cállate, quizás y cuantas cosas le hiciste mientras lo tenías...
-Sí, sí... claro. No le hice nada -se acerco a Neville- ¿No es verdad, pequeño animalejo?
-No le digas así... -miro para otro lado, y con enojo dijo- levanta tu asquerosa cara ahora mismo... estas mirando algo que no te conviene -Malfoy noto lo que ella quería decir, estaba justo a la altura de Neville y eso significaba esta a la altura de... Bueno. Se sonrojo y se levanto rápidamente
-He visto mejores... -luego pensó: sí claro... nunca como los de ella
-¡PERO QUE TE HAS CREÍDO! -grito. Malfoy tapo rápidamente la boca de ella, nuevamente
-¡Shhh, guarda silencio! -se acerco y coloco su dedo índice sobre su mano, hasta tocar con sus labios su dedo- antes de que despiertes a toda la escuela, al menos quiero terminar con esto...
-Esta bien... pero tu comenzaste -se soltó de Malfoy. Le entrego a él un frasquito chiquito, el cual tenía la poción para curar a Neville- quien se lo dará...
-Daselo tu
-¿Y por que no tu? ¿No eras tan valiente?
-Ser valiente y tocar a un Gryffindor son dos cosas muy diferentes... y más si ese Gryffindor es Neville -sonrió- además, parece que te llevas muy bien con él
-¿Acaso estas celoso, Malfoy? -le arrebato la poción de sus manos- esta bien, yo le daré la poción... -le quito la tapa al frasquito, y coloco la botella en la boca de Neville, este se lo tomo tembloroso. Selene dejó a Neville lo más rápido que pudo en el suelo, antes de que volviera a la normalidad. Poco a poco Neville fue tomando forma; Selene volteó, y Malfoy tuvo la tarea de entregarle la ropa a Neville. Mientras se vestía Malfoy le decía algo
-Ni se te ocurra mencionar esto a nadie, mas te vale cerrar la enorme bocaza que tienes si quieres seguir así, tal y como estas... -dijo con voz fría, sombría
-S-í n-no te p-pero-cu-cupes -los miro a los dos, y corrió a hacia su casa
-Cruel... no tenías por que decirle eso
-¿Es que nunca me veras la razón a mí?
-¿Por que tendría que hacerlo?
-Por el simple hecho de que yo te lo ordeno -dijo tomándola del brazo. Pero con un movimiento rápido Selene se zafo de él
-No me asustas Draco Malfoy -cruzándose de brazos
-Pues debería... -se acerco a su rostro, quedándose ahí por unos cuantos segundos, tan cerca que hasta podían sentir sus respiraciones. Se alejo, y avanzo a la puerta de la biblioteca. Selene comenzó a caminar también. No estaba dispuesta a quedarse sola en semejante lugar, y menos a esa hora, donde cualquiera podía estar mirando. Intento ir al paso de Malfoy, pero él era más rápido, o solo lo hacía para molestarla.
-¿Podrías esperarme? No tengo ganas de correr
-Pues tendrás que hacerlo, ya que no deberíamos estar aquí
-¿Desde cuando te preocupa no romper reglas?
-Desde que yo soy quien las esta rompiendo
-No sabía que Malfoy le temía a un regaño
-No es un simple regaño... es Dumbledore quien te regaña en estos casos... y si nos ve Filch, a él si que hay que temerle
-Mmm... -de repente Malfoy la toma de la cintura y se tira contra una pared, con ella encima. Selene comienza a golpearlo en el pecho
-¡Cállate! Es Filch... -la estrecho más
-¡Estas aprovechándote! ¡Yo no sentí a nadie!
-Pero yo si y no quiero arriesgarme... -la abraza más- además, no esta tan mal quedarse así por un rato... -susurro a su oído
-¡Loco, además de depravado loco! ¡Suéltame! -le acerca más y le tapa la boca, por décima vez Era verdad lo que Malfoy dijo, Filch se acercaba lentamente por el pasillo, podían escuchar el leve gruñido que emitía cuando respiraba, y la luz de la lámpara de gas, iluminaba gran parte, y eso... eso no era bueno. Malfoy y Selene se abrazaron fuertemente, no querían recibir un castigo por estar de noche rondando por ahí; y tampoco querían que los vieran juntos, y menos en la posición en la que estaban ahora. Selene apoyó su cabeza en el hombro de Malfoy, cerrando los ojos fuertemente. Se quedaron ahí, estáticos, sin respirar y abrazados. Ninguno se separaba... ¿Ninguno? Permanecieron así, hasta que Malfoy se le ocurrió que Filch seguro y ya no estaba ahí, la luz no se veía y su respiración ya no estaba, eso era bueno.
-Puedes soltarme ahora, Minalkee -dijo- creo que ya se fue... -se soltó bruscamente
-No vuelvas a hacerme eso... casi me muero del susto, además podrías haberme dejado al lado tuyo, no encima
-Perdóname por divertirme un tiempo...
-¡Que!
-Cálmate... esta bien, perdón... ¿Feliz?
-Sí, claro... como no
-No puedes negar que te gusto...
-¿Gu-gustarme a mí? Por favor Malfoy... casi te dejo sin aire, cuando intente golpearte... -sonrió maliciosamente. Malfoy sonrió algo angustiado al recordar a donde iba la rodilla de Selene cuando la tomo tan de repente. De un momento a otro, el rostro de Malfoy refleja cierto temor, el cual era casi obvio. Selene, al verlo, giro lentamente, y pudo ver el rostro de Filch... iluminado por la luz tenue de la luna. Selene dio un paso al frente, y nuevamente se abrazo de Malfoy, quedando los dos en una escena que muy pocos creerían. Filch sonrió, sonrió abriendo levemente sus labios y dejando ver sus dientes amarillos, largos amarillos y disparejos.
-Vengan conmigo... -dijo arrastrando cada letra. Soltándose, un poco temerosos, caminaron de tras de Filch. Se lanzaban miradas reiteradamente, y en los ojos de los dos se podía notar el verdadero terror... Siguieron caminando: pensaron en excusas para el profesor, no estaban dispuestos a decirle: " Sabe profesor, en las clases de pociones estábamos tan aburridos... y como la poción nos había quedado mal, decidimos empeorar mas las cosas obligando a un chico de la casa de Gryffindor a tomar la poción, convirtiéndolo en quien-sabe-que... pero ya esta mejor, lo dejamos de nuevo, como era antes" No realmente no tenían pensado decir eso. Selene estaba levemente temblando, hasta ahora nunca se había enfrentado con Dumbledore cara a cara... Estaban llegando justo donde había una gárgola. Filch dijo algo, que ni Selene ni Draco pudieron escuchar claramente. El celador hizo un ademán para que entraran, y los dos hicieron caso de inmediato. Filch se adelanto un poco, caminando delante de ellos. Llegaron frente a una puerta ancha, volvió a hacer el mismo ademán para que entraran... Dumbledore estaba sentado, claramente se podía notar el sueño en sus ojos, aún así, estaba sentado, soportando a dos niños desobedientes que salían de noche a arreglar un pequeño pero aun así gran error que cometieron.
-¿Acaso son novios? -dijo Dumbledore, al ver que Selene y Malfoy habían entrado juntos y de la mano. Al oírlo se soltaron
-No... claro que no... -dijo Selene
-Por supuesto que no... -esta vez Malfoy
-Mmm... Bueno, ustedes dirán -sonrió. Estuvieron en silencio por un tiempo. Inventando cosas que ni ellos lograban creer. Poco a poco los dos comenzaron a rendirse... Hasta que Selene habló -Estábamos... Conversando, profesor
-¿Conversando? De que si se puede saber...
-De... profesor, estábamos conversando de... De... pues, es que profesor yo intentaba... pues es que a ella le gusta alguien, y como soy su amigo, su mejor amigo, pues... intentaba ayudarla... y teníamos planeado ir a... a buscar algunas flores para... digo ir a buscar algún regalo para ese tipo... digo chico, susodicho, como sea... -declaro Malfoy, regando para que Dumbledore se tragara el cuento
-Y por que Filch me cuenta una versión muy diferente a la de ustedes... -sonrió picaramente
-Será por el chico que Malfoy cuenta... ¿es él? -dijo Selene imitando estar sonrojada. Malfoy la miró, al parecer él mismo se creyó la historia de Selene. Conversaron por un tiempo, Dumbledore confió en lo que ella había dicho (sí, claro...) Y los dejo, con un pequeño castigo, irse a su casa. Salieron; Filch parecía enojado con Dumbledore, por el simple castigo que tendrían: tenían que ordenar los libros de la biblioteca, al día siguiente. Sin magia, claro. Caminaron sin decir absolutamente nada, solo se escuchaban los pasos de ellos por el pasillo. Malfoy miraba de reojo a Selene. Nunca se había puesto a pensar en la belleza de ella, claro podía fijarse en cualquiera menos en ella, ya que... casi se odiaban. Pero cuando ella había dicho aquello... era como para pensarlo, podría haber dicho a cualquier chico, pero lo nombro a él... Selene, por otro lado pensaba en la extraña manera de responder de ella, odiaba a Draco a más que nada en el mundo, como podía ser posible que dijera eso...
-Minalkee... ¿Por qué...?
-Ya llegamos... ¿Cuál era la contraseña?
-"Slytherin Victorees" -la puerta se abrió, dándole paso a los dos
-Bueno... fue una noche difícil...
-¿Todo gracias a quien?...
-A ti, claro esta -dijo sentándose en el sillón, cercano a la chimenea. La luz estaba apagada, y hacía frío en aquel momento
-¿A mí? Pero si yo fui quien dijo aquella mentira -se cruzo de brazos
-Pero yo la termine, y si no hubiera colocado esa cara, Dumbledore nos tendría ahí todavía -sonrió
-Sí, claro...
-¿Estas enojado por que no dejo que te lleves la victoria?
-No estoy enojado... -se sentó a su lado
-Hace frío... aquí siempre esta heladísimo
-Prende la chimenea...
-Hazlo tu...
-Tengo sueño...
-Sube y duerme...
-Tengo hambre...
