-Mira, lo mejor que podría hacer él es... declarársele, si no lo hace...
espera, no es más fácil hablar con él sobre esto... -Draco abrió sus ojos
lo más que pudo
-¡No! es... es mejor así, si se entera de que media escuela sabe sobre esto... me matara...
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*--*-*-*-*-*-
-Mmm... ¿Y por que media escuela lo sabe?
-Por que buscaba una opinión, y la necesitaba urgente... -miró extrañada a Malfoy, sin creer mucho lo ultimo que había dicho
Las clases empezarían en pocos segundos, así que se fueron juntos a las clases de Cuidado de Criaturas Mágicas, las cuales compartían con los Gryffindor, pero... para mala suerte de ellos, el profesor de ese año había sido Hagrid, lo cual no lo favorecía demasiado, ero, para suerte de Malfoy, Selene se había hecho muy amiga de él. Selene miraba de reojo a Draco, él jamás se comportaba así por alguien... Quizás... Quizás a él le gustaba una chica pero no se atrevía a decirle quien era, al menos eso pensaba ella. Siguieron caminando, hasta ahora nadie había dicho nada, y se lanzaban miradas casi desconocidas para cada uno. Pensar que la noche anterior estuvieron apunto... espera: aun no sabían por que había ocurrido algo así. Llegaron a la clase, estaban cerca del bosque prohibido como siempre, todos ya estaban ahí; Slytherin y Gryffindor. Harry Potter, Ron Weasley y Hermione Granger los miraron a los dos con unas caras de: "mira, la nueva parejita" que obviamente Hermione había contado.
-Buenos chicos -dijo Hagrid- hoy trabajarán con los pegasos... -los señalo
-Que lindos, ojalá y nos deje montarlos...
-¿Lindos? Son caballos con alas... -replico Draco
-Siempre eres tan simpático... -irónica
Las clases continuaron. Las extrañas miradas que los dos recibían por parte de los Gryffindor's hacían que cometieran unos cuantos errores, pero lograron salir vivos de aquella clase. Hagrid les enseño datos útiles con respecto a los pegasos, pero como cualquier Slytherin jamás pusieron mucha atención... Hagrid enseño como montar correctamente a un pegaso, para que luego, uno por uno, montaran al que eligieran. Cuando fue el turno de Selene: lo monto como si siempre lo hubiera hecho, casi sin dificultad, aunque al principio, el pegaso le costo acostumbrarse a ella, logro dominarlo como toda una experta. Al contrario, cuando fue el turno de Draco: el pegaso tenía una leve desconfianza de él, y esa leve desconfianza... hizo que el pegaso batiera fuertemente las alas, para hacer que Draco cayera... bueno, eso resultó... Cuando la clase al fin termino, Malfoy se fue insultando a los pegasos durante todo el camino a la enfermería. Selene solo lo observaba.
-Ya vera ese otro semi-gigante... - Selene reía- cuando le diga a mi padre lo que me acaban de hacer, ¡ja! Ese guardabosque saldrá de aquí antes de poder decir Quidditch, y te digo eso ya es muy difícil para él...
-No exageres, Malfoy... -dijo, mientras tomaba su mano- lo único que te hiciste fue una torcedura. Sanaras antes de que puedas creerlo
-Aún así, puedo tomarte... -al decir eso, giro y agarro a Selene de la cintura, apretándola contra él- ves que puedo...
-Sí, pero si no me sueltas algo más se torcerá, y créeme... no será una mano... -quitándoselo de encima- camina...
Draco sonrió durante todo el camino, era demasiado notoria su sonrisa, realmente no parecía Draco. Caminaron y caminaron casi en completo silencio, hasta que llegaron. Madame Pomfrey los recibió, y tomando la mano de Draco, los llevo adentro de la enfermería. Pregunto reiterada veces que era lo que había pasado, pero nadie quiso decir la verdad. Como no lo hicieron, Madame Pomfrey se dirigió más allá, a lo oscuro del lugar, para buscar tratamientos muggles, sin decirle a Draco, claramente. Según ella, lo que a él le había pasado no era tan grave como para requerir atención extremada y mágica. Mientras ellos dos esperaban a la señora, se quedaron solos en la enfermería...
-¿Te duele? -pregunto Selene, con el mínimo tono de pena
-Sí... y no te burles...
-Bueno, si hubieras tratado mejor al pegaso, no hubiera pasado nada de eso...
-Ese bicho extraño era solo un caballo con alas, no son cosa de otro mundo (N.A: Irónico, ¿no lo crees?) en la mansión Malfoy tenemos unos 500 de ellos...
-Sí, sí, sí... aún así te caíste, Malfoy... se nota que no practicas para nada ese hermoso pasatiempo...
-¿Por qué habría de hacerlo? -la miró- no es para nada divertido, no tanto como ir de casería de aves del paraíso -comento Draco, con tono soberbio
-¿Aves del paraíso? Eso esta prohibido, ¿qué no lo sabías? Están protegidas, además de ser casi sagradas -Selene miraba a Draco con expresión de asombro
-Bah... solo son unas aves de muchos colores... -con un ademán de no darle importancia
-Esas aves podrían salvarte la vida, lo sabías... -dijo ella, tomando la mano buena de Draco. Él le miró extrañado por su comportamiento, pero... con un movimiento rápido, se zafo de ella- te digo la verdad...
-Solo son aves, tranquilízate, estas peor que los sangre sucias de los Gryffindor´s... -Selene lo miro ofendida
-No soy una sangre sucia...
-Sí, y nosotros los Malfoy somos los mejores amigos de los Weasley...
-¡Draco Malfoy! Por primera vez en tu asquerosa vida me has insultado de lo peor, llamarme sangre sucia, eso si que no te lo perdono... -se levanto de la cama en la que estaban sentados- me voy, ojalá y no te sanes de tu "torcedura" como si no se hubieran dado cuenta, Malfoy, Eres un actor de cuarta ¿lo sabías? Muchos se dieron cuenta, eres muy sobre actuado... -con sonrisa victoriosa, camino unos cuantos pasos, pero Malfoy la tomo y la jalo hacia él, sentándola de alguna forma entre sus piernas
-No te enojes... No... no quería decirte eso... -la miró, estaba justo sobre sus piernas- ¿me perdonas? -sonrió "tiernamente"
-¿Tu crees que debería hacerlo?
-Sí...
-¿Ahhh sí? Y ¿Por qué? -miro a Draco a los ojos
-Por el simple hecho de que te lo estoy diciendo... -intento acercarse para besarla
-¿Qué haces? -susurró ella
-Que crees tu... -a menos de un centímetro de sus labios
-N-No lo hagas... -Draco pasó su mano buena por la cintura de Selene, amarrándola para que no se levantara- suéltame...
-Que ocurre... -son un leve tono sensual- ¿Te pongo nerviosa? Nunca lo pensé de ti...
-Ya cállate, no me pones ner... nervi... nervios... nerviosa... ¡No te acerques tanto!
-Desesperó ella. Draco la apretó un poco más contra él. Lentamente fue cargándose más en la cama, quedando recostado, con Selene encima de él. Selene estaba sujeta por la cintura y difícilmente podía escaparse de Draco, en esa... posición. Malfoy la miraba, mientras que ella intentaba zafarse, sin resultado alguno. Él tomó la cabeza de Selene, y la acerco a la suya, con el propósito de besarla, hasta ese momento jamás había besado a Selene. Malfoy había olvidado el dolor de su mano, al parecer habían olvidado todo: donde estaban, como estaban, que hacían en esos momentos, quienes podían llegar y verlos...
-¡Niños, que hacen! -grito Madame Pomfrey, al verlos así. Malfoy que estaba abajo, pudo apoyar la cabeza en la orilla de la cama y ver a Madame Pomfrey con una pequeña caja. Mirándola desde su perspectiva contesto
-Eh... Es que ella se tropezó y callo sobre mí, y como no quise que me lastimara más la mano... pues, no pude evitar que quedáramos así... -Selene se quito rápidamente de donde estaba, y Madame Pomfrey pudo proseguir con el tratamiento que le harían. Pasaron unos segundos, antes de que pudieran salir de ahí. A Draco le colocaron una venda en la mano, y le dieron una poción, que por lo visto no tenía buen sabor. Caminaron bastante antes de comenzar a hablar, Selene no se atrevía por que aún estaba avergonzada por el comportamiento de Draco. En cambio él, estaba de lo más feliz, pero no se sabía por que... (N.A: por que será...)
-Que vergüenza, mira como nos encontró Madame Pomfrey, por tu culpa... -gruñó Selene
-No me digas que no te gusto... -sonrió Malfoy, sin mirarla
-¡GUSTARME! Malfoy, por favor, podrían haber pensado... pensado cualquier cosa...
-Pero tú eres la única que esta pensando mal...
-¿Mal? Que quieres que piense, solo recuerda como estábamos, y te darás cuenta...
-Hemos estado peores...
-Todo es por tu culpa, si te pones a analizarlo, veras que yo no participo en nada, tu vienes solo y me tiras contra ti... -Malfoy al escuchar lo que dice, hace exactamente eso- como ahora...
-Dime, tanto te molesta que haga esto... -se acerco a sus labios- responde...
-Ahhh... eh... este... -la suelta
-Ahhh... sabes, si pudiera haría tantas cosas... -dijo sarcástico, comenzó a caminar
-Cobarde... -recuperando el habla. Malfoy se giro y la miro fijamente. La empujo suavemente, hasta acorralarla en la pared. Coloco su mano de forma que ella no pudiera escapar, y acercándose a ella, la besó... Selene, al principio no supo que hacer, había sido muy repentino, y estar besando a Malfoy era algo que nunca pensó realizar. Malfoy la besó, con pasión, no parecía el mismo Malfoy que ella conocía. Cuando recordó que lo que estaba haciendo no era correcto, gimió de forma que Malfoy escuchara, pero él no hizo nada, siguió besándola. Pensó en lo delicioso del momento, nadie estaba por ahí, solo ellos dos, y... Se estaban besando, por primera vez... En lapsos repentinos, Selene recordaba reaccionar, y no dejarse, no iba a dejar que Malfoy llegara y la besara como si nada. Golpeo el pecho de Draco. No parecía reaccionar con nada, estaba ahí embelesado con ella, besándola sin parar, con unas especie de ternura y pasión, de fuerza y delicadeza, no sabía bien como describirlo. Noto que ya ninguno paraba, que nadie intentaba nada para separarse, eso significaba que el final del beso llegaría pronto...
-¡Suéltame! -dijo, al fin, Selene tomando aire. Con respiración agitada, intento salir de donde estaba, pero no lo logro
-Yo... -Draco no sabía que decir, como pudo... hacer lo de recién... También respiraba de forma agitada
-¡Como... Como te atreviste! -sonrojada al máximo
-Solo... Yo solo, no... -miró al lado- no sé que...
-¡No sabes que! -gritó ella
-Yo... lo... lo... siento -el asombro de Malfoy y Selene al escuchar eso fue tal, que los dos se miraron. Malfoy jamás, jamás en su vida, había dicho semejantes palabras, y que se lo expresara a Selene... era demasiado
-Bueno... -contesto, más tranquila- la... la próxima vez que quieras besarme, no esperes a que yo te diga que lo hagas... -dijo ella, mirándolo a los ojos con una sonrisa maliciosa. Tomo a Draco de su corbata y lo jalo hacia ella, besándolo otra vez. Se besaron apasionadamente. Draco Cada vez se acercaba más a ella, apretándola con su cuerpo, contra la pared. Las manos de Draco bajaron a la cintura de Selene, al igual que sus besos... besó su boca, mordiendo tiernamente cada parte de ella... acaricio su cabello, con su rostro... rozó su cuello, mordiéndolo también, hasta que se quedo en un solo lugar... besándola, mordisqueándola, rozándola cerca del cuello... Selene reía, mientras que Draco seguía jugando con ella. De pronto, Draco comenzó a besarla violentamente, no eran caricias, no eran dulces besos, no eran simples roces, todo era mucho más fuerte, con violencia, no parecía lo mismo de hace un rato...
-Draco... me haces daño... -reclamaba Selene, intentando quitarse a Draco de encima- Draco, por favor, quítate... me haces daño, ¡Detente! -Selene, un poco desesperada, empujó a Draco, y así, logro liberarse de él- ¿Qué te pasa?
-Nada... -dijo con una leve sonrisa malévola
-¿Entonces, por que ríes?
-Por nada... -se acerco a ella, nuevamente- continuemos...
-No... -quitándose a Draco, una vez más- por que hiciste eso... por que fuiste... tan... no sé, violento
-No lo sé -sonrió- vamos... tu querías que hiciera eso, no, pues yo lo hice
-¿Hacer que? -miro
-Que te besara, que te tomara, que acariciara... Me lo estabas rogando, casi
-¡Que yo que! -roja de ira- para tu información yo no regué ninguna cosa... yo... yo pensé, en cambio, que tú... bueno... yo creí que...
-¿Qué me gustabas? ¡Ja! Jamás me gustarías, que no sabes que eres casi mi peor enemiga, es ilógico... yo solo te di lo que buscabas... -sonrió cruelmente. Selene miró a Draco impresionada, como había sido capaz de actuar de esa forma: Draco Malfoy... ella sabía que era así, pero... nunca pensó que actuaría de esa forma con una Slytherin y además... era la persona que... a ella... le gustaba... Apretó los puños, con toda la intención de darle un golpe y dejarlo en el suelo, llorando de la misma forma en la que ella intentaba reprimir con simples sollozos, para que sintiera el mismo dolor que estaba sintiendo en esos momentos, por el comentario de Draco. Miro el suelo, intentando olvidar lo que le había dicho pero... el coraje que tenía contra él, la rabia, el odio era casi inaguantable... era insuperable... Con ojos llorosos, miro a Draco. Sus azules ojos, que deslumbraban a cualquiera, ahora se habían convertido en tristes lagunas de agua clara, las lagrimas que intentaban desesperadas, por salir opacaban el brillo que comúnmente tenía ella. Apretó más sus puños, y levantando levemente la mano, golpeo el rostro de él. Una mano roja empezaba a aparecer, dejando en claro lo que había ocurrido en aquel momento. Sin decir nada, giro y fue con paso rápido al baño de chicas. Murmuro durante el camino muchas cosas, tales fueron algunas que no se podrían escribir aquí... Al llegar, verifico que nadie estuviera en el baño, y con ayuda de un hechizo, cerró la puerta.
-¡No! es... es mejor así, si se entera de que media escuela sabe sobre esto... me matara...
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*--*-*-*-*-*-
-Mmm... ¿Y por que media escuela lo sabe?
-Por que buscaba una opinión, y la necesitaba urgente... -miró extrañada a Malfoy, sin creer mucho lo ultimo que había dicho
Las clases empezarían en pocos segundos, así que se fueron juntos a las clases de Cuidado de Criaturas Mágicas, las cuales compartían con los Gryffindor, pero... para mala suerte de ellos, el profesor de ese año había sido Hagrid, lo cual no lo favorecía demasiado, ero, para suerte de Malfoy, Selene se había hecho muy amiga de él. Selene miraba de reojo a Draco, él jamás se comportaba así por alguien... Quizás... Quizás a él le gustaba una chica pero no se atrevía a decirle quien era, al menos eso pensaba ella. Siguieron caminando, hasta ahora nadie había dicho nada, y se lanzaban miradas casi desconocidas para cada uno. Pensar que la noche anterior estuvieron apunto... espera: aun no sabían por que había ocurrido algo así. Llegaron a la clase, estaban cerca del bosque prohibido como siempre, todos ya estaban ahí; Slytherin y Gryffindor. Harry Potter, Ron Weasley y Hermione Granger los miraron a los dos con unas caras de: "mira, la nueva parejita" que obviamente Hermione había contado.
-Buenos chicos -dijo Hagrid- hoy trabajarán con los pegasos... -los señalo
-Que lindos, ojalá y nos deje montarlos...
-¿Lindos? Son caballos con alas... -replico Draco
-Siempre eres tan simpático... -irónica
Las clases continuaron. Las extrañas miradas que los dos recibían por parte de los Gryffindor's hacían que cometieran unos cuantos errores, pero lograron salir vivos de aquella clase. Hagrid les enseño datos útiles con respecto a los pegasos, pero como cualquier Slytherin jamás pusieron mucha atención... Hagrid enseño como montar correctamente a un pegaso, para que luego, uno por uno, montaran al que eligieran. Cuando fue el turno de Selene: lo monto como si siempre lo hubiera hecho, casi sin dificultad, aunque al principio, el pegaso le costo acostumbrarse a ella, logro dominarlo como toda una experta. Al contrario, cuando fue el turno de Draco: el pegaso tenía una leve desconfianza de él, y esa leve desconfianza... hizo que el pegaso batiera fuertemente las alas, para hacer que Draco cayera... bueno, eso resultó... Cuando la clase al fin termino, Malfoy se fue insultando a los pegasos durante todo el camino a la enfermería. Selene solo lo observaba.
-Ya vera ese otro semi-gigante... - Selene reía- cuando le diga a mi padre lo que me acaban de hacer, ¡ja! Ese guardabosque saldrá de aquí antes de poder decir Quidditch, y te digo eso ya es muy difícil para él...
-No exageres, Malfoy... -dijo, mientras tomaba su mano- lo único que te hiciste fue una torcedura. Sanaras antes de que puedas creerlo
-Aún así, puedo tomarte... -al decir eso, giro y agarro a Selene de la cintura, apretándola contra él- ves que puedo...
-Sí, pero si no me sueltas algo más se torcerá, y créeme... no será una mano... -quitándoselo de encima- camina...
Draco sonrió durante todo el camino, era demasiado notoria su sonrisa, realmente no parecía Draco. Caminaron y caminaron casi en completo silencio, hasta que llegaron. Madame Pomfrey los recibió, y tomando la mano de Draco, los llevo adentro de la enfermería. Pregunto reiterada veces que era lo que había pasado, pero nadie quiso decir la verdad. Como no lo hicieron, Madame Pomfrey se dirigió más allá, a lo oscuro del lugar, para buscar tratamientos muggles, sin decirle a Draco, claramente. Según ella, lo que a él le había pasado no era tan grave como para requerir atención extremada y mágica. Mientras ellos dos esperaban a la señora, se quedaron solos en la enfermería...
-¿Te duele? -pregunto Selene, con el mínimo tono de pena
-Sí... y no te burles...
-Bueno, si hubieras tratado mejor al pegaso, no hubiera pasado nada de eso...
-Ese bicho extraño era solo un caballo con alas, no son cosa de otro mundo (N.A: Irónico, ¿no lo crees?) en la mansión Malfoy tenemos unos 500 de ellos...
-Sí, sí, sí... aún así te caíste, Malfoy... se nota que no practicas para nada ese hermoso pasatiempo...
-¿Por qué habría de hacerlo? -la miró- no es para nada divertido, no tanto como ir de casería de aves del paraíso -comento Draco, con tono soberbio
-¿Aves del paraíso? Eso esta prohibido, ¿qué no lo sabías? Están protegidas, además de ser casi sagradas -Selene miraba a Draco con expresión de asombro
-Bah... solo son unas aves de muchos colores... -con un ademán de no darle importancia
-Esas aves podrían salvarte la vida, lo sabías... -dijo ella, tomando la mano buena de Draco. Él le miró extrañado por su comportamiento, pero... con un movimiento rápido, se zafo de ella- te digo la verdad...
-Solo son aves, tranquilízate, estas peor que los sangre sucias de los Gryffindor´s... -Selene lo miro ofendida
-No soy una sangre sucia...
-Sí, y nosotros los Malfoy somos los mejores amigos de los Weasley...
-¡Draco Malfoy! Por primera vez en tu asquerosa vida me has insultado de lo peor, llamarme sangre sucia, eso si que no te lo perdono... -se levanto de la cama en la que estaban sentados- me voy, ojalá y no te sanes de tu "torcedura" como si no se hubieran dado cuenta, Malfoy, Eres un actor de cuarta ¿lo sabías? Muchos se dieron cuenta, eres muy sobre actuado... -con sonrisa victoriosa, camino unos cuantos pasos, pero Malfoy la tomo y la jalo hacia él, sentándola de alguna forma entre sus piernas
-No te enojes... No... no quería decirte eso... -la miró, estaba justo sobre sus piernas- ¿me perdonas? -sonrió "tiernamente"
-¿Tu crees que debería hacerlo?
-Sí...
-¿Ahhh sí? Y ¿Por qué? -miro a Draco a los ojos
-Por el simple hecho de que te lo estoy diciendo... -intento acercarse para besarla
-¿Qué haces? -susurró ella
-Que crees tu... -a menos de un centímetro de sus labios
-N-No lo hagas... -Draco pasó su mano buena por la cintura de Selene, amarrándola para que no se levantara- suéltame...
-Que ocurre... -son un leve tono sensual- ¿Te pongo nerviosa? Nunca lo pensé de ti...
-Ya cállate, no me pones ner... nervi... nervios... nerviosa... ¡No te acerques tanto!
-Desesperó ella. Draco la apretó un poco más contra él. Lentamente fue cargándose más en la cama, quedando recostado, con Selene encima de él. Selene estaba sujeta por la cintura y difícilmente podía escaparse de Draco, en esa... posición. Malfoy la miraba, mientras que ella intentaba zafarse, sin resultado alguno. Él tomó la cabeza de Selene, y la acerco a la suya, con el propósito de besarla, hasta ese momento jamás había besado a Selene. Malfoy había olvidado el dolor de su mano, al parecer habían olvidado todo: donde estaban, como estaban, que hacían en esos momentos, quienes podían llegar y verlos...
-¡Niños, que hacen! -grito Madame Pomfrey, al verlos así. Malfoy que estaba abajo, pudo apoyar la cabeza en la orilla de la cama y ver a Madame Pomfrey con una pequeña caja. Mirándola desde su perspectiva contesto
-Eh... Es que ella se tropezó y callo sobre mí, y como no quise que me lastimara más la mano... pues, no pude evitar que quedáramos así... -Selene se quito rápidamente de donde estaba, y Madame Pomfrey pudo proseguir con el tratamiento que le harían. Pasaron unos segundos, antes de que pudieran salir de ahí. A Draco le colocaron una venda en la mano, y le dieron una poción, que por lo visto no tenía buen sabor. Caminaron bastante antes de comenzar a hablar, Selene no se atrevía por que aún estaba avergonzada por el comportamiento de Draco. En cambio él, estaba de lo más feliz, pero no se sabía por que... (N.A: por que será...)
-Que vergüenza, mira como nos encontró Madame Pomfrey, por tu culpa... -gruñó Selene
-No me digas que no te gusto... -sonrió Malfoy, sin mirarla
-¡GUSTARME! Malfoy, por favor, podrían haber pensado... pensado cualquier cosa...
-Pero tú eres la única que esta pensando mal...
-¿Mal? Que quieres que piense, solo recuerda como estábamos, y te darás cuenta...
-Hemos estado peores...
-Todo es por tu culpa, si te pones a analizarlo, veras que yo no participo en nada, tu vienes solo y me tiras contra ti... -Malfoy al escuchar lo que dice, hace exactamente eso- como ahora...
-Dime, tanto te molesta que haga esto... -se acerco a sus labios- responde...
-Ahhh... eh... este... -la suelta
-Ahhh... sabes, si pudiera haría tantas cosas... -dijo sarcástico, comenzó a caminar
-Cobarde... -recuperando el habla. Malfoy se giro y la miro fijamente. La empujo suavemente, hasta acorralarla en la pared. Coloco su mano de forma que ella no pudiera escapar, y acercándose a ella, la besó... Selene, al principio no supo que hacer, había sido muy repentino, y estar besando a Malfoy era algo que nunca pensó realizar. Malfoy la besó, con pasión, no parecía el mismo Malfoy que ella conocía. Cuando recordó que lo que estaba haciendo no era correcto, gimió de forma que Malfoy escuchara, pero él no hizo nada, siguió besándola. Pensó en lo delicioso del momento, nadie estaba por ahí, solo ellos dos, y... Se estaban besando, por primera vez... En lapsos repentinos, Selene recordaba reaccionar, y no dejarse, no iba a dejar que Malfoy llegara y la besara como si nada. Golpeo el pecho de Draco. No parecía reaccionar con nada, estaba ahí embelesado con ella, besándola sin parar, con unas especie de ternura y pasión, de fuerza y delicadeza, no sabía bien como describirlo. Noto que ya ninguno paraba, que nadie intentaba nada para separarse, eso significaba que el final del beso llegaría pronto...
-¡Suéltame! -dijo, al fin, Selene tomando aire. Con respiración agitada, intento salir de donde estaba, pero no lo logro
-Yo... -Draco no sabía que decir, como pudo... hacer lo de recién... También respiraba de forma agitada
-¡Como... Como te atreviste! -sonrojada al máximo
-Solo... Yo solo, no... -miró al lado- no sé que...
-¡No sabes que! -gritó ella
-Yo... lo... lo... siento -el asombro de Malfoy y Selene al escuchar eso fue tal, que los dos se miraron. Malfoy jamás, jamás en su vida, había dicho semejantes palabras, y que se lo expresara a Selene... era demasiado
-Bueno... -contesto, más tranquila- la... la próxima vez que quieras besarme, no esperes a que yo te diga que lo hagas... -dijo ella, mirándolo a los ojos con una sonrisa maliciosa. Tomo a Draco de su corbata y lo jalo hacia ella, besándolo otra vez. Se besaron apasionadamente. Draco Cada vez se acercaba más a ella, apretándola con su cuerpo, contra la pared. Las manos de Draco bajaron a la cintura de Selene, al igual que sus besos... besó su boca, mordiendo tiernamente cada parte de ella... acaricio su cabello, con su rostro... rozó su cuello, mordiéndolo también, hasta que se quedo en un solo lugar... besándola, mordisqueándola, rozándola cerca del cuello... Selene reía, mientras que Draco seguía jugando con ella. De pronto, Draco comenzó a besarla violentamente, no eran caricias, no eran dulces besos, no eran simples roces, todo era mucho más fuerte, con violencia, no parecía lo mismo de hace un rato...
-Draco... me haces daño... -reclamaba Selene, intentando quitarse a Draco de encima- Draco, por favor, quítate... me haces daño, ¡Detente! -Selene, un poco desesperada, empujó a Draco, y así, logro liberarse de él- ¿Qué te pasa?
-Nada... -dijo con una leve sonrisa malévola
-¿Entonces, por que ríes?
-Por nada... -se acerco a ella, nuevamente- continuemos...
-No... -quitándose a Draco, una vez más- por que hiciste eso... por que fuiste... tan... no sé, violento
-No lo sé -sonrió- vamos... tu querías que hiciera eso, no, pues yo lo hice
-¿Hacer que? -miro
-Que te besara, que te tomara, que acariciara... Me lo estabas rogando, casi
-¡Que yo que! -roja de ira- para tu información yo no regué ninguna cosa... yo... yo pensé, en cambio, que tú... bueno... yo creí que...
-¿Qué me gustabas? ¡Ja! Jamás me gustarías, que no sabes que eres casi mi peor enemiga, es ilógico... yo solo te di lo que buscabas... -sonrió cruelmente. Selene miró a Draco impresionada, como había sido capaz de actuar de esa forma: Draco Malfoy... ella sabía que era así, pero... nunca pensó que actuaría de esa forma con una Slytherin y además... era la persona que... a ella... le gustaba... Apretó los puños, con toda la intención de darle un golpe y dejarlo en el suelo, llorando de la misma forma en la que ella intentaba reprimir con simples sollozos, para que sintiera el mismo dolor que estaba sintiendo en esos momentos, por el comentario de Draco. Miro el suelo, intentando olvidar lo que le había dicho pero... el coraje que tenía contra él, la rabia, el odio era casi inaguantable... era insuperable... Con ojos llorosos, miro a Draco. Sus azules ojos, que deslumbraban a cualquiera, ahora se habían convertido en tristes lagunas de agua clara, las lagrimas que intentaban desesperadas, por salir opacaban el brillo que comúnmente tenía ella. Apretó más sus puños, y levantando levemente la mano, golpeo el rostro de él. Una mano roja empezaba a aparecer, dejando en claro lo que había ocurrido en aquel momento. Sin decir nada, giro y fue con paso rápido al baño de chicas. Murmuro durante el camino muchas cosas, tales fueron algunas que no se podrían escribir aquí... Al llegar, verifico que nadie estuviera en el baño, y con ayuda de un hechizo, cerró la puerta.
