CAPÍTULO 2:"Un juego afortunado"

Sábado, 18:37 hrs. Casa de la familia Akagi.

El ambiente en la fiesta de Haruko empezaba a decaer. Ayako, como siempre, propuso una de sus ideas que siempre salvan la situación.

-Viendo que todos se encuentran aburridos ya,- dijo la entrenadora al ver de reojo a Rukawa- creo que es hora de organizar un juego.

-Es una buena idea, Ayako.- apoyó Kogure- ¿Qué les parece si jugamos con esta botella?

-¿De qué están hablando?- protestó de inmediato el capitán Gorila.

-¿Botella?- preguntó Hanamichi- ¿Qué no es ese el juego en el que giran una botella y se besan entre todos?

-Do'aho, lo estás convirtiendo en una orgía.- recriminó Kaede.

-Claro que no, Hanamichi.- explicó Ryouta- Todos nos sentaremos alrededor de la botella y alguien la girará. Quien sea señalado por la boca de la botella, será castigado por quien señale la base, o mejor aún: que sea de besos.

-¿Y jugaremos eso?- preguntó Haruko en tono inocente.

-¡Claro que no!- gritó el capitán Akagi, situándose justo delante de su pequeña hermana menor.

-¡Vamos, capitán! Es justo que Haruko empiece a saber de qué se tratan las fiestas de verdad.- acotó Ayako.

-Akagi, parece que no recuerdas lo que sucedía en nuestras fiestas...- intervino Kogure con mirada inquisitoria hacia su mejor amigo. Akagi se sonrojó de inmediato y se apartó de su hermana.

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Sábado, 18:45 hrs. Casa de la familia Akagi.

-Ya que Haruko es la festejada, opino que debe ser ella quien gire la botella.

-Creo que lo que Ayako dice es justo.- apoyó Kogure- Adelante, Haruko.

Haruko giró suavemente la botella y...

-¡Waaaa!- gritó Hanamichi muy emocionado- ¡Ayako tendrá que besar a Ryouta!

-¿Qué? Eso no puede ser...

-Es justo, Ayako. Tú fuiste quien propuso que jugáramos desde el principio.- sonrió Miyagi muy nervioso y sonrojado- Tal vez podrías poner el buen ejemplo...

-Bueno...- la entrenadora titubeó un poco antes de tomar una decisión- Está bien. Ryouta, acércate. Es sólo un beso...

Miyagi obedeció inmediatamente al objeto de su admiración. Finalmente, después de tanto tiempo de quererla en secreto, su sueño se realizaría, y gracias a una pequeña botella de plástico.

Ayako se paró frente a Ryouta, mirándolo a los ojos, le sujetó la cara, lo miró durante un par de segundos, y, lentamente, empezó a acercarse a él.

-Ryouta, te voy a besar...- susurró Ayako antes de unir sus labios con los de su compañero Miyagi.

Ambos disfrutaron de esa unión fugaz. Hanamichi los miraba sorprendido, pues lo más cerca que había estado de un beso era observando las películas cursis que su hermana mayor rentaba para ver en casa los viernes por la noche.

-Nunca creí que presenciaría un beso entre Ryouchin y Ayako...- susurró el pelirrojo ante la escena tan conmovedora, pues parecía que los protagonistas no querían concluir aquella danza de amor.

-Bueno...- interrumpió Kogure- Creo que ya es suficiente.

-Kogure tiene razón.- apoyó el capitán Akagi- Den paso a otras personas.

Los aludidos tardaron sólo un par de segundos más en romper el beso y volver a sus lugares sonrojados.

-Creo que ahora es el turno de Miyagi.

Ryouta obedeció a Mitsui sin levantar la vista. Giró la pequeña botella de plástico y todos esperaron pacientemente a que detuviera su trayectoria. Al detenerse por completo, la boca de la botella apuntaba hacia Haruko, y la base señalaba a...

-¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!- fue lo único que se escuchó en el lugar durante varios segundos.

CONTINUARÁ...