¡Hola! Esta historia se me había cruzado por la mente hace un tiempo. Y como ya termine la anterior, decidí traerla.

Para los que son nuevos y no me conocen, esta es mi segunda historia y la primera ya la tengo completa con un total de 42 partes y más de 340.000 palabras. Su nombre es "Bell, El conejo Blanco de la familia Freya." por si quieren leerla. Obviamente, esa era mi primera historia y los niveles de redacción tanto como otras cosas han cambiado bastante (para mejor, según mi criterio).

Para los que vienen tras ver mi primera historia, ¡les mando un saludo y me da gusto verlos de nuevo!

Después de haber hecho spam, pasemos a lo que es realmente importante.

Esta historia será un FanFic/Crossover de Danmachi X Percy Jackson y los Olímpicos.

Los hechos ocurrirán en el mundo de Percy Jackson. Pienso seguir la historia del cannon, pero con grandes cambios a la larga y un punto de vista que pertenezca a Bell.

Percy seguirá siendo un eje muy importante en esta historia. Pero de todas formas nos fijaremos mucho más en Bell, ya que será el protagonista de este Crossover.

Los eventos de la película "La flecha de Orión" que transcurre en danmachi será cannon.

Una última cosa que me gustaría aclarar, es que los hechos ocurren después de los eventos de Danmachi y un poco antes de que le robaran el Rayo Maestro a Zeus.

El emparejamiento será Bell x Artemisa. Sé que suena algo alocado, pero cobrara sentido mientras la trama vaya avanzando.

Ah lo que voy es que, será una relación que va ir mejorando de forma muy lenta.

Muchos estarán pensando de como podría tratar una historia de Bell en el mundo de Percy Jackson, siendo que la escala de poder entre ambos mundos es muy diferente, especialmente si consideramos que Bell tendrá un poder increíble porque todo sucede después de los acontecimientos de Danmachi.

Estas preguntas se irán contestando a la largo de los primeros capítulos. Pero desde ya les digo que Bell no será para nada OP (aunque eso no significa que no sea fuerte desde el comienzo).

La ultima cosa que me gustaría aclarar, es la duración de cada capítulo. Cada parte contendrá 5000 palabras como mínimo (casi media hora de lectura). Aunque puede haber excepciones, ya que en un futuro muy lejano abra lemon y me gustaría hacerlo por separado de los capítulos "normales", por así decirlo.

Bueno, viendo que ya aclare todos los puntos que considero esenciales para comenzar este Crossover, daré inicio al prologo.

¡Espero que lo disfrutes!

PRÓLOGO: LA EXISTENCIA DE LOS MULTIVERSOS.

Todo comenzó hace 7 años… nunca olvidare ese día.

Llegue a Orario con catorce años de edad y comencé mi aventura gracias a una Diosa Griega llamada Hestia. En el comienzo solo éramos ella y yo. Siempre corríamos tiempos difíciles por el tema del dinero, pero supimos superarlos con una gran facilidad gracias a nuestro carácter.

Comencé mis incursiones al calabozo, un lugar que era muy conocido para aventureros como yo, ya que podías combatir contra monstruos. Allí fue donde encontré a una mujer que me salvo de un Minotauro y me enamore de ella. Su nombre era Aiz.

Nunca me olvidare de ese nombre…

El tiempo fue pasando y logre hacer nuevos amigos, y con ellos llegamos al piso número 18 del calabozo, donde tuvimos una gran lucha para poder salir vivos del sitio.

El tiempo siguió transcurriendo con nuevos problemas y guerras entre mi familia y otras. También fui descubriendo que otras chicas tenían grandes intereses por mí, pero nunca les di realmente importancia, ya que solo amaba a una mujer y estaría mal darles ilusiones.

Después de varios años, con toda mi familia logramos llegar al piso número 100, el ultimo del calabozo. Logramos superarlo y no se encontraba nada realmente interesante, solo la fuente de los monstruos, que mantenía vivo el calabozo gracias a la regeneración de monstruos en los diferentes pisos.

Finalmente, los Dioses Griegos observaron mi poder y tuvieron una charla entre los más grandes, donde decidieron darme una misión que debía completar sin la ayuda de nadie. La misión consistía en derrotar al "Dragón Negro de un Ojo", y si lo hacía me darían una gran recompensa.

Yo acepte la misión sin dudarlo. No por el premio, sino porque sabía que Aiz había perdido a su madre por culpa de ese Dragón y esta sería una gran oportunidad para cortar nuestro lazo de amistad y formar una relación amorosa.

Si, así de estúpido era…

Logre derrotar al monstruo dragón tras una larga y terrible batalla. Cuando finalmente lo derrote, Zeus bajo al plano mortal para darme mi recompensa personalmente.

Me sorprendí inmensamente cuando me convierto en el "Campeón del Olimpo" por haber cumplido una misión de todos los Dioses Principales.

También me ofreció ir con él al Olimpo, ya que el Campeón de los Dioses tenía el permiso de estar junto a ellos, si los Dioses estaban de acuerdo, obviamente. Lo que no entendí en esos momentos, es que Zeus estaba realmente emocionado de darme esa noticia.

Aunque era una oportunidad muy tentadora para cualquiera, yo me negué. Solo tenía una cosa en mente.

Me sentí un poco mal cuando vi que el Dios se desilusiono visiblemente, pero rápidamente recupero su sonrisa y me dijo que podría ir cuando quisiera.

Yo simplemente asentí con una gran sonrisa y decidí volver a casa, para contarles a todos mi gran logro.

Primero se lo conté a mi familia. Obviamente, todos se alegraron por mí e hicimos una pequeña fiesta para celebrarlo.

Después de la fiesta, fui a la familia Loki para contarles a todos mis amigos el gran logro que había conseguido. En especial, ah Aiz.

Ella me abrazo fuertemente, no podía creer que finalmente esa cosa se había ido, y ya no necesitaría pensar únicamente en venganza.

En ese mismo día, decidí declararme a ella. Al principio pensé que se negaría debido a su expresión de sorpresa e indecisión, pero no fue así.

Todos nuestros amigos de la familia Loki nos felicitaron abiertamente.

Estaba realmente feliz de que todo esto estuviera sucediendo, y finalmente volví a mi hogar para contarles a todos lo sucedido.

En ese momento, los sucesos comenzaron a ser desastrosos. Uno tras otro. Sin parar…

Todos me felicitaron una vez que llegue a mi hogar. Lo que realmente me impresiono, fueron las chicas, ya que parecían las más contentas de recibir la noticia, incluida mi Diosa.

"Entonces, ¿Ahora finalmente podremos estar contigo?"

La pregunta de Liliruca me resonó por la cabeza con clara confusión, mientras observaba como todas las chicas me miraban con la misma expresión que mi pequeña amiga, como si me dijeran que pensaban exactamente lo mismo.

"Por supuesto que no. Ya les había dicho que tenía solo ojos para Aiz, y eso no ha cambiado en estos 6 años. Lo siento."

Todas las chicas cambiaron su expresión feliz a una triste, haciendo que me preocupara por ellas. Pero rápidamente di un par de pasos hacia atrás cuando vi que todos sus rostros estaban contorsionándose a una expresión de completa furia. Ah excepción de Haruhime, que parecía simplemente no querer verme la cara.

"Te estuvimos esperando por 6 años, ¡¿y nos vienes con semejante idiotez?!" Exclamo Hestia con claro veneno en sus palabras. Finalmente, su rostro cambio a uno triste nuevamente, "todas pensamos que si lograbas estar con Aiz de una vez por todas, nuestro turno llegaría después de ella."

"Eso es completamente ridículo." Eso es lo que pensé. Si lo mencionaba, quizás podrían matarme con la mirada en estos momentos por mis palabras.

Liliruca me miro con claro enojo en sus ojos, "¿Sabes qué? ¡Ah todas nos da igual lo que hagas, pero más te vale que no nos vuelvas a dirigir la palabra!"

Ensanche los ojos con claro miedo ante esas palabras. Eran mis mejores amigos. Éramos prácticamente como familia y de la nada todo se rompió.

Todas se marcharon del lugar, dejando solamente a Haruhime y Welf en el lugar.

"Yo no te culpo de lo que has hecho, ya que no eras consiente realmente, ni nosotras tampoco. Pero me hubiera gustado que me aclararas desde un principio que no tenías ningún interés con nosotras." Exclamo Haruhime, mientras alzaba su mirada con unas lágrimas saliendo de su rostro.

Alce mi mano en un vano intento de tratar hablar con ella, ya que salió corriendo de la habitación.

Welf me observo con una sonrisa triste y se acercó a mí, para luego darme unas palmaditas en el hombro.

"No creo que tengas la culpa." Dijo el pelirrojo, para luego cambiar su expresión triste a una seria. "Ellas tienen toda la culpa. Después de todo, les dejaste bien en claro que solo tenías ojos para Aiz."

Yo simplemente asentí con tristeza. Era una lástima que la mayoría de mi familia se haya separado solo por algo como esto.

Oh eso pensé en esos momentos, ya que pronto sentiría como era no ser correspondido…

Las semanas pasaron, y no hubo ningún día que Aiz aceptara un beso de mi parte. Esto me resulto muy extraño en un principio. Pero lo deje pasar, pensando que solo debía acostumbrarse.

Como me lo esperaba, ninguna de las chicas de mi familia y otras amigas se me volvieron a acercar. Ah excepción de Aisha que realmente no tenía un interés amoroso por mí, y también Haruhime, que se sentía eternamente agradecida conmigo por haberla salvado del Distrito del Placer. Obviamente, nuestras conversaciones no eran como antes, ya que ahora eran mucho más cortantes. En cambio, con Aisha y Welf, seguían siendo exactamente iguales. Incluso algunas eran un poco incomodas con la Amazona, si tienes en cuenta su procedencia.

Los meses continuaron pasando, y en ningún momento tuve una interacción amorosa que Aiz me correspondiera, haciendo que me sintiera realmente frustrado con la relación.

Finalmente, ella dio la cara, y me dijo todo lo que estaba pasando realmente…

Son cosas que realmente no quiero recordar…

Me sentí realmente abatido, con una sensación horrible en mi estómago. Me sentí… traicionado.

Exactamente. Esa es la palabra.

Traicionado...

"¡Feliz cumpleaños, Campeón del Olimpo!"

Una almohada golpeo fuertemente mi cabeza, haciendo que despertara un tanto exaltado.

Mire hacia la entrada de mi habitación, para ver a Zeus parado en la puerta con una gran sonrisa mientras tenía un brazo extendido, con el que había arrojado la almohada.

Sujete fuertemente la almohada y di una pequeña risita, "Gracias por eso, Zeus. Ahora mismo me levanto."

Zeus simplemente asintió y cerró la puerta fuertemente, dejándome solo en la habitación.

Mire a mí alrededor, para ver que mi habitación estaba en orden.

Era completamente blanca con solo una cama con frazadas de color rojo, un ropero de color café no muy grande, y un espejo sin ningún tipo de decoración se encontraban en sus respectivos lugares.

Después de todo, hay algunos Dioses que son bastante atrevidos y les gusta desordenar las cosas.

Finalmente, deje de mirar a mí alrededor y me levante de un pequeño salto, haciendo que mi bóxer quedara a la vista con mi nombre.

"Bell Cranel."

SALTO DE LINEA.

"¡Si, es increíble que mi nieto adoptivo ya cumpla 21 años!" Exclamo Zeus con una sonrisa en su rostro, mientras rodeaba a Hera con un abrazo de forma amorosa.

Hera lo observo con una pequeña sonrisa en su rostro que expresaba tranquilidad, para luego recostar su cabeza en el hombro de Zeus. "Tienes razón, cariño. Todavía recuerdo cuando llego aquí hace un par de meses y arreglo nuestra relación tan rápido."

Zeus dio una pequeña mueca de fastidio al recordar con la expresión que Bell tenía cuando llego al Olimpo. "Es cierto, le debo mucho."

Hera quito su rostro del hombro de Zeus para verlo a los ojos. "¿Ocurre algo? Note algo de enojo en tus palabras." Pregunto Hera con una expresión un tanto confusa en su rostro.

Zeus rápidamente cambio su expresión seria a una sonrisa entre dientes. "No es nada, querida. Solo estaba recordando el primer día que Bell llego al Olimpo."

Hera simplemente asintió con una sonrisa y se volvió a recostar en el hombro de Zeus. "¿Sabes? Le tengo un gran regalo. Después de todo, siento que es como mi propio hijo."

Zeus miro a Hera un tanto sorprendido, ya que nunca había sentido un afecto maternal hacia otras personas que no fueran sus propios hijos, eh incluso a veces era complicado verlos.

"¿Lo dices en serio?" Pregunto Zeus con una expresión un tanto sorprendida, solo para ver que Hera asentía con la cabeza. La expresión de Zeus cambio a una feliz, "Yo también quiero darle un gran regalo."

Justo en esos momentos, su conversación fue interrumpida cuando un pequeño orbe de color negro apareció en frente de los dos.

Ambos observaron al orbe con clara confusión en sus rostros, hasta que vieron a otro Zeus con una barba mucho más pequeña que el anterior.

Ante esto, ambos se miraron con clara confusión en sus rostros.

El Zeus que se veía en el orbe aclaro su garganta, haciendo que los dos le prestaran mucha atención.

"Sé que nadie acude a este tipo de llamadas debido al peligro que significa cruzar entre dimensiones. Pero es urgente." Exclamo el Zeus que se veía a través del orbe oscuro.

El Zeus que se encontraba con Hera le dio una expresión extrañada, "¿Qué es tan importante que te hace hablar con nosotros?"

El Zeus que se proyectaba a través del orbe frunció el ceño, mientras sostenía una mirada completamente seria. "No tengo mucho tiempo para comunicarme, asique iré directo al grano."

Zeus y Hera simplemente asintieron.

SALTO DE LINEA.

Bell iba caminando tranquilamente por el estrecho pasillo que llevaba a todos los aposentos del Olimpo, mientras arrojaba una de sus dagas y la atrapaba con una pequeña sonrisa.

De pronto, lo dejo de hacer mientras ponía una mirada seria y observaba el grabado rúnico que tenía su daga en el metal.

Llevaba puesta una gabardina negra con bordes rojos que estaba completamente desabrochada. Debajo llevaba una remera y pantalón del mismo color, aunque eran incluso de un negro más profundo. Sus zapatillas eran de un color azul profundo. Los mechones de su cabello blanco desordenado le llegaban un poco más abajo que cuando tenía catorce años, dando a entender que se los había dejado un poco más largos.

Su cara seguía siendo bastante atractiva, aunque aura tenía una expresión mucha más madura y su cuerpo continuaba siendo igual de delgado que siempre, por lo que sus músculos no eran distinguibles a través de la vestimenta.

"¡Tengo que avisarle personalmente a mis dos hermanos sobre esto!"

Bell alzo la mirada y freno en seco al ver que Zeus salía de su habitación bastante exaltado.

Zeus cerró la puerta de su habitación y miro a era con una expresión muy seria. "¿Ya sabes a quien tengo en mente para enviar, verdad?"

Hera miro a Zeus con un tanto de preocupación. "¿Estás seguro de eso?"

Zeus miro atrás de Hera, para ver que Bell se encontraba parado detrás de ella con una ceja alzada.

"Qué bueno que ya estas levantado." Menciono Zeus con una mirada seria, haciendo que Hera se de vuelta.

Antes de que Bell pudiera preguntar que estaba sucediendo, Zeus hablo. "Hera, necesito que lleves a Bell al tribunal. Los demás Dioses estarán allí en cuanto lleguen."

Hera simplemente asintió con una mirada seria y se dio media vuelta, para luego extenderle la mano a Bell.

El peliblanco enfundo su daga con una expresión de clara confusión en su rostro, para después tomar la mano de Hera con delicadeza.

"Los veo allí." Menciono Zeus, para después dirigirse a paso rápido entre todos los aposentos, mientras un orbe de color azul transparente aparecía frente a él y comenzaba a comunicarse con diferentes Dioses.

Hera simplemente asintió con una mirada seria.

"¿Paso algo con las demás facciones?" pregunto Bell con una expresión afilada.

Hera simplemente miro a Bell con una sonrisa y negó con la cabeza. "Tranquilo, no es nada grave." Rápidamente, la expresión de la Diosa cambio a una más seria. "No para los que estamos aquí, para ser más específicos."

La expresión de Bell cambio a una completamente seria. "¿Paso algo en el plano mortal? Todavía tengo algunos amigos allí y no me gustaría que les pasara algo."

Hera simplemente le dio otra sonrisa tranquila y jalo de su mano, así comenzando a correr por los pasillos blancos. "No es nada de qué preocuparse. Lo entenderás cuando llegamos al tribunal."

Bell simplemente asintió con una expresión extrañada. "De acuerdo."

"¿Qué demonios está pasando?" Pensó Bell.

SALTO DE LINEA.

"Nos vemos allí, Apollo."

"¿Llevaras a Bell? Pregunto el Dios del Sol a Zeus, haciendo que este asintiera.

"¿Ah caso conoces a un mejor aventurero que sea medio-inmortal?"

Apollo se rio un poco y miro a Zeus con una sonrisa. "Tienes un punto allí. Nos vemos en el tribunal."

Zeus simplemente asintió y cortó la llamada, haciendo que el orbe desapareciera y rápidamente toco tres veces a la puerta que estaba en frente de él.

No tuvo que esperar mucho, ya que la puerta se abrió, dejando ver que el lugar estaba decorado con unas paredes llameantes. Pero nada más.

El Dios que tenía una armadura de gladiador dorada cerró la puerta y quedo frente a Zeus.

"¿Qué sucede? Es raro que tu vengas personalmente." Exclamo el Dios con un tono serio, ya que no se le podía ver el rostro debido al casco. Aunque se veía como unos ojos rojos resaltaban.

Zeus posiciono una mano sobre el hombro del hombre con una expresión seria. "Es un multiverso. Un gran peligro podría avecinarse en un futuro en esa Dimensión."

"¿Cuál de las cuatro?" Exclamo el Dios con voz seria.

"La tercera." Zeus aparto su mano del hombro del Dios, para cruzarse de brazos mientras el otro Dios parecía pensar detenidamente.

"Dijiste un gran peligro a futuro, asique es una profecía. ¿Estoy en lo correcto?"

Zeus simplemente asintió. "Por lo que me dijo mi yo de esa dimensión, el Oráculo profetizo que eso sucedería en un tiempo, aunque no se sabe exactamente cuánto."

El Dios enmascarado se cruzaría de brazos, para luego dar un gran suspiro. "No podemos dejar que una de nuestras líneas de tiempo se vea afectada por un mal. Lo malo es que no podemos enviar a ninguno de nosotros, oh sino sabes lo que pasaría." El Dios bajo la cabeza mientras ponía sus manos en la cadera. "Pero si no tuviera salvación, no estarías aquí en estos momentos."

Zeus simplemente sonrió, "Veo que me conoces muy bien, Hades."

"Y bien, ¿Qué tenemos que hacer?" Pregunto Hades con una voz neutra.

Zeus puso un rostro serio. "La profecía del Oráculo decía que debíamos enviar a alguien. A un medio-mortal que aria arder a todos sus enemigos."

"Un momento." Exclamo Hades con un tanto de sorpresa en su voz. "¿Estás hablando de Bell?"

Zeus simplemente asintió.

"¿Estás seguro? Mucho se han encariñado con él. Especialmente tú, Zeus. Aunque siempre lo has querido."

"Sé que es un tanto problemático." Dijo Zeus con una mirada lejana, que cambio a una tranquila cuando miro nuevamente a Hades. "Pero una vez que termine lo que tenga que hacer allí, él volverá."

Hades se cruzó de brazos nuevamente y declaro con una voz seria. "Recuerda que es una profecía. Podría realizarse como se dicta oh no. Además que no sabemos si Bell realmente será el chico de la profecía."

Zeus simplemente se inclinó de hombros mientras se daba media vuelta. "Seria demasiada coincidencia que no fuera. Más que nada porque nosotros somos el Multiverso más fuerte de entre los cinco y Bell podría barrer el piso con cualquiera que se le cruzase."

El Dios del Rayo comenzó a caminar, dándole la espalda a Hades. "Voy avisarle a Poseidón. Puedes acompañarme, ¿por favor?"

Hades simplemente dio un suspiro de cansancio y comenzó a caminar detrás de Zeus.

"Es cierto que Bell es extremadamente fuerte. Pero no sabemos si su Estado no se vería corrompido, ya que técnicamente es un mundo diferente y el 'Estado de Aventurero' nunca fue creado en esa dimensión por los Dioses que viven allí." Pensó finalmente Hades, mientras seguía a su hermano.

SALTO DE LINEA.

Hera abrió la enorme puerta blanca que dividía los pasillos de los aposentos con la sala del tribunal.

Cuando lo hizo, su cuerpo fue creciendo cada vez más por cada paso que daba, hasta que su tamaño rozaba los 10 metros. Aunque su aspecto se sostuvo igual en todo momento.

Bell continúo mirando a Hera, hasta que la mujer finalmente se sentó en un trono que tenía la marca de casamiento en ella.

Bell siguió su camino, pero en vez de ir junto a Hera se posó en medio del tribunal, mientras mirada la enorme mesa que se alzaba en el centro, donde tenía un gran reloj de oro que indicaba la hora. Que por cierto, Bell no podía ni asomar la cabeza sobre la mesa de lo grande que era.

Una vez que llego al centro, miro a su alrededor para ver que una gran cantidad de Dioses ya estaban en sus respectivos tronos.

El sitio parecía estar sostenido por unas columnas blancas que se encontraban detrás de los 12 tronos que se encontraban en el sitio.

Cada trono tenía un signo diferente correspondiente al dominio principal que poseían los 12 Dioses Griegos más importantes.

Bell observo a los tronos, para ver que Apollo, Atenea, Hera y Afrodita se encontraban en sus respectivos tronos.

Apollo observo a Bell con una gran sonrisa entre dientes y le dio un saludo.

Bell simplemente correspondió el saludo con un gesto amistoso.

Todavía parecía realmente increíble para él como Apollo había cambiado desde su último encuentro en el mundo mortal.

Dejo de ser un arrogante estúpido y su actitud cambiado a una mucho más amigable, graciosa, atrevida, eh incluso, un tanto protectora. Aunque el peliblanco sabía bien que ese cambio hacia él, se debía más que nada por lo que había hecho por su hermana, Artemisa.

Bell se desilusiono un poco al recordar todo lo sucedido, ya que no había podido salvar a la Diosa, pero por lo menos había conseguido liberarla de esa prisión horrible en la que se encontraba y ya puede descansar en paz, hasta que pasen unos 3000 años y su cuerpo vuelva a regenerarse, claro está.

Bell se enteró que Apollo y su hermana se llevaban increíblemente bien por las charlas que había tenido con él. También se enteró de que Apollo siempre había tenido esa actitud un tanto juguetona y protectora. Pero cuando sucedió lo de Artemisa, su actitud cambio a la que todos ya sabemos.

Sin duda, Apollo era un buen amigo con el que podías pasar mucho tiempo. Aunque a veces su actitud despreocupada, atrevida y un tanto tonta pueden llevar a problemas con los Dioses, principalmente entre las mujeres por su actitud algo mujeriega.

De hecho, Apollo siempre le recordaba a Bell que su actitud algo "suelta y despreocupada" era lo único que molestaba a Artemisa.

Bell dejo sus recuerdos de lado, para mirar hacia el par de mujeres que estaban hablando alegremente detrás de él, que eran Afrodita y Atenea.

Gracias a que sus tronos estaban prácticamente uno al lado de otro, podían hablar sin la necesidad de alzar la voz.

Ambas mujeres dejaron de hablar cuando se sintieron observadas. Tanto Atenea como Afrodita le dieron una dulce sonrisa a Bell, haciendo que este correspondiera el gesto, para que después las mujeres siguieran hablando entre ellas.

Afrodita poseía una figura bastante tentadora y su cabello era de un color rosado, largo y con rizos al final, junto con unos ojos del mismo color. Su vestimenta consistía en un vestido floreado rozado de una sola pieza. Su rostro sin duda alguna era más hermoso que el de las presentes, aunque el aspecto de Hera y Atenea no se quedaban tan atrás.

Atenea poseía un cabello de color negro profundo con una figura delgada y atlética. Sus ojos eran de un color gris tormentoso que le quedaban a la perfección. Poseía una armadura de color gris que se ajustaba débilmente a todo cuerpo y poseía una pequeña corona de hojas hechas con oro.

La charla de ambas mujeres fue interrumpida cuando un gran destello apareció en toda la sala, segando a Bell por unos segundos.

Bell abrió sus ojos para ver que Zeus, Hades y Poseidón habían llegado y ya estaban sentados en sus respectivos tronos.

Zeus miro a su alrededor y asintió a si mismo con satisfacción, para que luego un gran rayo retumbe en el cielo.

"¡Declaro el inicio de esta reunión!" Dijo Zeus, mientras se recostaba en su trono con una mirada seria.

Apollo alzo la mano casi de inmediato con su típica sonrisa de marca registrada, haciendo que Zeus le conceda la palabra.

"Teniendo en cuenta que todos ya sabemos lo que va a pasar, ¿no creen que sería algo descortés no avisar a Hermes sobre esta reunión?" Su típica sonrisa amistosa cambio a una expresión un poco más seria. "Después de todo, Hermes es un buen amigo de Bell, y como Dios podría despedirse de Bell antes de que se marche."

Al escuchar a Apollo, Bell cambio su expresión atenta a una extremadamente confundida.

¿Ah donde se iría? ¿Sera otra misión que le encomendaron los Dioses?

"Él ya fue avisado. Desafortunadamente, está demasiado ocupado en estos momentos y no puede venir a despedirlo." Zeus miro a todos los tronos vacíos. "Y no solamente él, la gran mayoría tiene cosas muy importantes que hacer. Otras no tienen mucha relación con él." Zeus miro con el ceño fruncido el trono de Hestia. "Otros rompieron lazos." Finalmente, el Dios observo el trono con la marca del arco con pesar en su mirada. "Y otros no se encuentran con nosotros en estos momentos…"

Poseidón y Hades apoyaron su mano en el hombro de Zeus, sabiendo que su hermano sufría bastante por la pérdida de su hija.

Apollo bajo un poco la cabeza y su sonrisa se apagaron por completo, pero decidió no mencionar nada al respecto.

Atenea se aclaró l garganta, haciendo que todos en la sala la miraran "Oigan, no me gustaría ser descortés en este momento. Pero me parece que nadie le ha contado a Bell lo que está sucediendo."

Zeus observo a Bell con una mirada seria, "Tienes razón. Bell, necesitamos tu ayuda con un tema muy delicado. Pero antes, necesitas entender ciertas cosas…"

Bell observo a Zeus atentamente, indicando que podía continuar con su relato.

Zeus se aclaró la garganta y extendió una de sus manos para hacer énfasis en sus palabras. "Como sabes, en este mundo compartimos territorio con diferentes facciones, como la Nórdica, Babilónica, etc. También, los humanos nos conocen a todos y saben sobre nuestra existencia como Dioses. La mayoría venera a una sola facción, un solo Dios oh incluso hay casos que las creencias llegan hasta más allá de una sola facción. Pero debido a esto, los humanos se han centrado en adorarnos, convivir con nosotros, intentar encontrar una forma de llegar a ser como nosotros, entre otras cosas."

Zeus miro muy seriamente a Bell. "Ahora te pregunto: ¿Qué hubiera pasado si una de esas facciones nunca hubiera existido?, ¿oh nunca nos hubiéramos revelado a los humanos? ¿Qué pasaría si todos nosotros hubiéramos tomado decisiones diferentes en nuestro pasado, seguiríamos siendo iguales ahora?" Finalmente, Zeus se levantaría de su trono, mientras su expresión se enseriaba cada vez más. "¿El mundo seguiría siendo igual, si tomamos decisiones diferentes oh si ciertas personas no existieran?"

Bell bajo la cabeza, mientras posaba una mano en su mentón con un rostro pensativo. "Pues… eso es muy relativo. Creo que puede depender de cual sea la persona que no existe, oh cual sea la persona que cambie sus decisiones y que tanta magnitud tenga dichas decisiones, sean buenas oh malas. Creo que el mundo sería muy diferente si las personas y los Dioses con gran influencia en el mundo no existieran oh cambiaran sus decisiones a lo largo de su vida."

Zeus simplemente asintió y se volvió a sentar en su trono, mientras apoyaba una mano en su mejilla. "Ahora, ¿Cómo llamarías ah ese mundo que te acabas de imaginar, si al mismo tiempo y lugar existiera el mundo en el que todos nos encontramos en estos momentos?"

Bell alzaría la mirada con un rostro serio, ya sabiendo más o menos a donde iba todo el asunto. "¿dos mundos que sean extremadamente parecidos, además de estar existiendo al mismo tiempo y en el mismo lugar? Yo diría que son mundos paralelos."

"¡Bingo!" Diría Apollo con una sonrisa, mientras chasqueaba sus dedos y señalaba a Bell.

"Supongo que ya sabrás porque te convocamos aquí." Menciono Poseidón mientras sostenía su tridente firmemente.

Bell alzo una ceja. "¿Mi misión es ayudar a un mundo paralelo?"

Zeus simplemente asintió. "En total son 5 multiverso diferentes. Nosotros somos el quinto y todos estamos conviviendo con armonía y sin amenazas, a excepción del tercero que corre un gran peligro debido a una profecía."

"¿Y qué dice esa profecía?" pregunto Bell con gran interés.

"Mi yo de la otra dimensión menciono en forma vaga la profecía, no la tengo tal cual la dijo. Pero decía que un medio-inmortal de otra dimensión con un gran poder de fuego lograría derrotar a los enemigos que amenazarían ese mundo." Menciono Zeus.

Bell simplemente se cruzó de brazos mientras miraba hacia abajo. "Pero puede ser cualquiera de los otros cuatro multiversos. Después de todo, sería una gran coincidencia que yo fuera el medio-inmortal de la profecía."

Apollo simplemente se rio entre dientes, haciendo que Bell lo mirara un tanto extrañado. "De hecho, sería una gran coincidencia que tu NO fueras esa persona. Ya que tienes a Fire-Bolt, un poder mágico de fuego, también eres medio-inmortal, y para rematar, vives en esta dimensión y no en la otra. De esa forma, cumples los cuatro requisitos para pasar a la otra dimensión y ser el sujeto de la profecía."

Bell asintió varias veces para sí mismo, estando de acuerdo con los argumentos de Apollo.

Hasta que se dio cuenta de algo…

"Un momento, ¿no eran tres requisitos para ser el hombre de la profecía?" Pregunto Bell con un tono confuso en su voz.

"En realidad, son cuatro requisitos. Tres para ser el chico de la profecía, y uno para poder pasar la puerta dimensional sin desaparecer una vez que llegues al otro lado. Y la única forma de lograrlo es que no pueden hayan dos tú al mismo tiempo." Aclaro Zeus, mientras se recostaba en su trono.

Bell ensancho los ojos, cuando la revelación le llego a la mente. "Un momento, ¿eso significa que en la dimensión ah donde debo ir nunca existí?"

Zeus simplemente asentiría para responder la pregunta de Bell, para luego mirarlo seriamente. "¿Tienes alguna otra pregunta?"

Bell simplemente negó con la cabeza, tratando de digerir toda la información recibida hace un momento.

"Supongo que todos están de acuerdo en mandar a Bell, ¿oh me equivoco?" Menciono Zeus mientras miraba a todos los presentes, para ver que asentían con la cabeza, declarando que estaban de acuerdo.

Finalmente, la mirada de Zeus recayó en Bell. "Bien. Viendo que están todos los presentes de acuerdo, esta será tu nueva misión como Campeón del Olimpo, Bell."

Bell simplemente asintió de acuerdo con los ojos bien abiertos.

Zeus alzo ambas manos y comenzó a crear una especie de orbe negro. "Espera un momento para comunicarme con mi otro yo. Necesito comunicarle que Bell estará allí en unos momentos y que esté presente para recibirlo."

Todos asintieron.

Poseidón y Hades se marcharon del lugar, ya que no tenían ningún vínculo con Bell. Mientras que todos los demás se quedaron para despedirse de él. Todos se bajaron de su trono y comenzaron a dirigirse hacia él, mientras que su tamaño iba achicándose cada vez más, hasta llegar a medir como una persona normal.

Bell aun seguía parado en el centro con los ojos bien abiertos. Había sido demasiada información para digerir en un solo día.

Finalmente, dio un gran sus piro y alzo la mirada con una sonrisa tranquila.

"Es increíble que lleve varios meses en el Olimpo y aun haya cosas que me sigan impresionando. El primer día empezó con mi regalo de media-inmortalidad. Después una habitación propia en el Olimpo que fue creada en poco tiempo. Ahora esto…" Pensó Bell con un tanto de gracia.

Su expresión alegre cambio a una sonrisa un tanto triste al recordar algo. "Fue buena idea venir aquí para olvidarme de todo... solo espero que no tarde mucho tiempo más en hacerlo."

Atenea le dio un fuerte abrazo a Bell. Esto hizo que el peliblanco saliera de sus pensamientos con una expresión de asombro, para después responder el abrazo con una pequeña sonrisa.

"No sé cuánto tiempo puede tardar en cumplirse la profecía, asique espero que te cuides bien en aquel lugar, ¡espero verte pronto!" Exclamo Atenea con una sonrisa.

"Hare lo imposible para volver rápido, créeme." Dijo Bell mientras deshacía el abrazo y le daba una sonrisa.

Atenea simplemente correspondió su sonrisa y le dio un saludo antes de desaparecer.

Afrodita extendió su mano hacia Bell con una sonrisa amistosa. El peliblanco estrecho la mano de inmediato mientras le devolvía la sonrisa.

"Espero que tengas mucho cuidado." Afrodita le guiñaría un ojo a Bell. "También prometo mantener en control a Apollo mientras estés fuera." Afrodita se taparía la boca mientras daba una pequeña risita. "Aunque ambos eran bastante alocados en las fiestas del Olimpo."

Apollo se acercaría a Bell y utilizaría su brazo para rodearlo en forma de un abrazo amistoso, mientras sostenía una gran sonrisa entre dientes. "¡Somos el alma de la fiesta! Solo que él no busca mujeres a diferencia de mí."

Afrodita se reiría en voz baja ante las palabras de Apollo. "Apollo tiene razón. No digo que seas un mujeriego como él, pero por lo menos te podrías buscar a alguna mujer, ya que algunas ninfas y Diosas Menores muestran mucho interés en ti."

Bell correspondería el abrazo de Apollo mientras negaba con la cabeza y sostenía una sonrisa en su rostro. "Entiendo a lo que te refieres, Afrodita. Pero hace tiempo que decidí pasar página con el tema de las parejas."

Apollo apretaría más el abrazo, haciendo que Bell se tambaleara un poco. "¿Pasar página? Más bien cerraste el libro por completo, jajajaja." Declararía Apollo.

Bell simplemente negaría la cabeza un tanto divertido. "Supongo que tienes razón."

Afrodita cambio su sonrisa amistosa, a una sonrisa nerviosa. "Por cierto. Si ves a la yo de mi otra dimensión… piensa que ella no es yo realmente, aunque seamos las mismas."

Apollo observo con cara de "WTF" a Afrodita por sus últimas palabras, mientras que Bell no entendió exactamente lo que quiso decir.

"¿Qué no es como tú en que aspecto?" Pregunto Bell con clara intriga en su voz.

Afrodita se rio nerviosamente. "Bueno, veras. Ella es…" Afrodita se acercó al oído de Bell mientras le susurraba una palabra que ni siquiera Apollo pudo escuchar.

"Oh, entiendo." Menciono Bell con una pequeña sonrisa.

"Sé que odias a ese tipo de mujeres por el asunto con Haruhime en el Distrito del Placer. Pero si te molesta, por lo menos intenta no ser tan grosero."

Bell simplemente se rio. "Tranquila. Aunque me gustaría intentar cambiarla para que no sea más así. Tal vez alguna que otra lección le venga bien." Declaro Bell con un tono un tanto divertido en las últimas palabras.

Afrodita simplemente sonrió y desapareció del lugar, sin antes decirle "Gracias."

"No hay de qué." Dijo Bell al aire.

El peliblanco sintió que su abrazo se apretaba aún más y miro a Apollo mientras reía por su forma de ser.

"Bueno amigo. No nos veremos por un tiempo, así que cuídate." Declaro Apollo con una gran sonrisa entre dientes.

Bell se rio nuevamente y deshizo el abrazo de Apollo con un tanto de gracia. "Tranquilo, que no me pasara nada. Serás el primero en enterarte cuando regrese."

Apollo se rio un poco, para después cambiar su expresión a una sonrisa pequeña, algo que era raro si consideramos que Apollo siempre tiene una gran sonrisa en su rostro.

"Oye" Bell cambio su expresión a una un tanto confundida cuando vio a Apollo. "Si ves a mi hermana, envíale un saludo de mi parte." Finalmente declaró Apollo, con una mirada seria en su rostro.

Bell simplemente asintió con una mirada seria.

Apollo alzo su puño. Bell observo esto un tanto sorprendido. El Dios del Sol cambio lentamente su expresión seria a una sonrisa. El peliblanco le correspondió la sonrisa y chocaron puños, para que después el Dios desapareciera en un pequeño destello.

"Te espero en tu habitación, Bell. Para darte tu regalo." Exclamo Hera que lo miraba desde la puerta gigantesca con una sonrisa.

Bell simplemente asintió con una pequeña sonrisa.

Cuando Hera desapareció de la sala, finalmente Zeus pudo comunicarse con su otro yo.

Bell observo toda la conversación desde lejos con cierta intriga. Pero nunca menciono una palabra.

"Si, estará allí una vez que busque sus pertenencias. Deberían ser unos cinco minutos."

"Bien, aprovechare ese tiempo para juntar a todos los Olímpicos aquí para recibirlo."

"De acuerdo."

"Antes de cortar la comunicación, me gustaría hablar con el muchacho."

Zeus alzo la mirada y le hizo un par de gestos a Bell, haciendo que se acercara a él, mientras el mismo Dios tomaba un tamaño normal y el orbe negro se achicaba junto a él.

Bell observo con curiosidad como el hombre del orbe negro era idéntico a su abuelo adoptivo. Pero daba la impresión de ser más… "sofisticado" al Zeus de su dimensión, debido a su barba bien cortada y cabello bien peinado. Aunque no podía ver nada más allá de su cabeza, por lo que no podía saber si el cuerpo de ese Zeus sería igual de fornido que su verdadero abuelo adoptivo.

"Hola Bell. Como ya abras deducido, yo soy Zeus."

Bell simplemente asintió, mientras el Zeus del orbe lo miraba seriamente.

"Como queda poco tiempo para poder hablar contigo, iré directo al grano." Zeus enserio aún más su expresión. "Este mundo es el más diferente al tuyo, debido al desarrollo tecnológico y la carencia de otras facciones."

Bell ensancho los ojos ante la declaración de Zeus. Pero antes de que pudiera preguntar algo, la comunicación se cortó.

"Sé lo que querías preguntar, '¿por qué no enviar Dioses de otra facción si no existen allí?', ¿verdad?"

Bell asintió con una expresión atenta.

"La verdad es que las relaciones con las demás facciones son bastante cortantes para tener suficiente confianza en enviar a alguien a salvar un mundo en donde solo existimos los Dioses Griegos. Aunque la mayor razón es que eso causa una gran desconfianza entre los Dioses que se encuentran en esa dimensión, y con razón. Al final todos acordamos que nunca pasaríamos ah dimensiones en donde no existimos, porque podríamos producir una gran guerra entre los cinco multiversos a causa de nuestra acciones, y por ende, generar una inmensa catástrofe."

Bell simplemente asintió, comprendiendo el problema que conllevaba jugar con los multiversos.

Zeus suavizo su expresión "Ahora, cambiando de tema…" Zeus posiciono una mano encima del hombro de Bell, para que después una gran luz blanca lo iluminara por completo. Eso duro un par de segundos, hasta que finalmente desapareció la luz y Bell tenía una completa expresión de confusión en su rostro. "Feliz cumpleaños, hijo mío" Declaro Zeus con una gran sonrisa de orgullo.

Bell simplemente sonrió. "Gracias… ¡Espera un segundo!, ¡¿COMO ME LLAMASTE?!" Bell declaro muy exaltado en las últimas palabras.

Zeus ensancho aún más su sonrisa mientras quitaba su brazo. "Ese fue mi regalo. Lo eh estado pensando un tiempo y creo que te mereces ser mi hijo adoptivo." Bell seguía estático en el lugar, mientras Zeus se reiría fuertemente. "Aunque seas adoptivo, cuando Dios convierte a un humano en su hijo, pasa a ser un semidiós. Como si en realidad fuera su hijo. MI hijo" Aclaro Zeus con orgullo en sus palabras.

"Esto es una locura… ¿Ahora también soy semidiós?" Pregunto Bell, sin poder creer todo lo que estaba pasando.

Zeus se cruzó de brazos mientras lo miraba con una pequeña sonrisa. "En realidad, no lo eres ahora mismo. Tu sangre divina tardara un tiempo en despertar en tu cuerpo y de momento seguirás siendo alguien "normal"." Zeus incremento aún más su sonrisa. "Aunque sentirás "efectos secundarios" cuando no falte mucho tiempo para que te conviertas en un semidiós por completo."

Bell simplemente asintió, mientras aún tenía los ojos bien abiertos.

Zeus rápidamente cambio su expresión alegre a una seria. "Me gustaría poder charlar más contigo. Pero no tenemos tiempo. Ve a tu habitación y recoge las cosas que consideres importantes."

Bell volvió a su expresión normal, mientras recordaba que Hera se encontraba en su habitación. "Ahora que recuerdo, deje mis dagas allí."

Bell salió corriendo rápidamente hacia su habitación, mientras Zeus lo miraba con una ceja alzada.

"¿Cuándo Salí de mi habitación no estaba jugando con una de sus dagas?" Se preguntó internamente el Dios del Rayo con extrañeza.

SALTO DE LINEA.

Bell abrió de un golpe la puerta de su habitación mientras buscaba a Hera con la mirada, para ver que estaba en su ropero, mirando la ropa que tenía.

"No tenemos mucho tiempo." Exclamo Bell con un tono apurado.

"Lo sé." Declaro Hera con una sonrisa, mientras se acercaba a él. "Así que, seré rápida."

Bell ensancho los ojos cuando Hera le abrazo fuertemente, como si fuera un abrazo materno. El peliblanco contesto rápidamente el abrazo mientras cerraba fuertemente los ojos.

"Es curioso. Nunca había sentido cariño maternal hacia nadie, ah excepción de mis propios hijos. Pero es diferente contigo. Siento que fuiste un hijo mío desde el principio, por intentar con tanta insistencia arreglar mi relación con Zeus. Como si mi hijo quisiera que su padre y madre volvieran a estar juntos. Y finalmente lo conseguiste." Después de decir esas palabras, un intenso brillo rodeo por completo a Bell. "Finalmente, mi hijo logro juntar las piezas y reconstruir una relación que creía completamente perdida con Zeus."

Bell ensancho los ojos cuando sintió el mismo brillo entrar en su cuerpo que hace unos segundos.

Hera se separó de Bell y le dio una gran sonrisa. "Espero que mi otra yo se sienta muy contenta al recibir uno de sus hijos."

Bell dio una sonrisa tranquila. "Espero lo mismo."

Hera alzo uno de sus dedos con una sonrisa. "Ahora, tengo que explicarte lo que sucederá-"

"Ya lo sé. Me explico Zeus, así que no perdamos más tiempo, oh si no se enojara." Bell cortó a Hera antes de que pudiera terminar de hablar.

Hera miro a Bell con una expresión de confusión en su rostro. "Oh… está bien." Finalmente declaro. "¿Por qué Zeus le diría algo como eso?" pensó al final.

SALTO DE LINEA.

"Bien, ¿estás listo?" Declaro Zeus con una sonrisa.

Bell simplemente asintió.

"De acuerdo. Entonces, ¡aquí vamos!" Exclamo Zeus, para que después arrojara fuertemente un rayo entre él y Bell.

La acción de Zeus hizo que Bell se cubriera los ojos, para que después de un segundo abriera los ojos para ver una grieta dimensional con un borde blanco y un tanto electrizante. Aunque más que una grieta dimensional, era una puerta dimensional debido a su forma de rectángulo perfecto.

Dentro de ella, simplemente no se veía nada ya que era todo negro.

"Esta es la puerta dimensional. Simplemente debes cruzarla y ya estarás en el otro lado. Pero apúrate que no podre mantenerla por mucho tiempo y gasta mucha energía" Exclamo Zeus con una mirada seria y gotas de sudor. Para después dar una pequeña sonrisa. "Hasta pronto."

"Cuídate." Diría Hera que estaba parada junto a Zeus.

Bell se acercó a la puerta dimensional y observo una última vez a Zeus y Hera antes de cruzarla. "Me voy yendo." Declaro con una pequeña sonrisa, para luego cruzar la puerta dimensional.

Una vez que Bell cruzo la puerta, desapareció casi al instante.

Zeus bajo las brazos cansadamente y dio un gran suspiro de cansancio.

Hera se acercó y lo abrazo por la espalda mientras posicionaba su cabeza en el hombro de Zeus de forma amorosa.

"¿Pasa algo querida?" Exclamo Zeus al ver que Hera tenía una expresión un tanto confusa.

"Si... ¿Por qué le contaste a Bell sobre los efectos de adoptar a un humano?" Pregunto Hera con un tono muy intrigado.

Zeus inflo su pecho de orgullo y rio un poco. "¿Qué creerás? ¡Ahora Bell es uno de mis hijos! ¡En dos años, será un semidiós por completo!"

Zeus paro de reír cuando se fijó en su hombro y vio que tenía los ojos bien abiertos. "¿Pasa algo?" pregunto Zeus con un tanto de preocupación.

"… tiene menos de dos años para regresar, sino no será el hombre de la profecía."

¡FINAL DEL PRÓLOGO!

Bueno, aquí lo dejo.

Sepan disculparme si hay errores de redacción, gramática u otros. El problema es que nunca me centro en corregir esas cosas una vez que termino de escribir. Pero si te parece demasiado molesto, podrías avisarme y de esa manera me replantearía de corregir todo esos errores lo mejor posible para que lo disfrutes mucho más.

Quise concentrarme exclusivamente en la explicación de los multiversos en el prólogo, aunque más adelante no se hablara mucho de ello. Solo necesitaría explicar cómo funciona la puerta dimensional y porque no se puede viajar al pasado o futuro.

Tampoco me concentrare en las otras tres dimensiones, ya que únicamente las mencione como relleno. De hecho, lo más probable es que después de este capítulo, apenas se hable sobre el mundo de Danmachi.

Puede que la actitud de Bell sea medio OC. Pero considerando que tiene 21 años, pienso que su actitud debería de haber cambiado en 7 años. Especialmente si consideramos que el transcurso fue de los 14 a los 21.

Con el tiempo se explicara la causa de la media-inmortalidad de Bell, junto con algunas pistas que ira contando a lo largo del fic de lo que le sucedió con Aiz y demás cosas.

Por cierto. Si Bell llego allí por una profecía, significa que en un futuro él terminaría ayudando a Percy y los demás de todas formas. Por lo que el Zeus de aquella dimensión iba a pedir ayuda cuando la amenaza ya estuviera encima de ellos.

Entonces, la pregunta es: ¿En que afectara la llegada temprana de Bell en el mundo de Percy? ¡Eso es algo que se responderá con los próximos capítulos!

También será interesante ver como Bell se mezcla en el mundo moderno y como en un principio no entiende para nada cómo funcionan las nuevas tecnologías.

Aunque sin duda alguna, lo más interesante será ver como reaccionara Bell cuando vea que los Dioses Olímpicos de esa dimensión son bastante diferentes (la gran mayoría. Algunos, como Apollo, seguirán teniendo una actitud casi idéntica).

¡Tengo una encuesta en mi perfil de FanFiction, por si estás interesado en votar por una nueva historia más!

Por último, quería mencionar que no describí demasiado el Olimpo de danmachi, porque a lo sumos lo volveré a utilizar como escenario una oh dos veces más.

Sin nada más que decir, ¡nos vemos en el próximo capítulo!

(Guiño guiño, actualizaciones semanales, guiño guiño)

Cantidad de palabras: 7890 palabras.