Descargo de responsabilidad: Fate y sus derivados, no me pertenece, toda su historia y personajes pertenecen a Type moon.

Aclaratoria: Lo que está dentro de un guion es diálogo y lo que está dentro de comillas es un pensamiento o similar.


¿Sueños?

—Oye… Oye… ¡Despiértate de una vez!

Al oír los gritos, no pude evitar el abrir mis ojos de mala gana, generalmente era muy madrugador, pero, para mí desgracia, últimamente tenía más trabajo que el habitual, y el agotamiento me estaba pasando factura cada vez más. O, dicho de otra forma, ¿Por qué este idiota y yo no paramos de meternos en problemas? Por mi cuenta ya tenía mala suerte, pero desde que él y yo nos habíamos conocido, mis problemas no habían hecho más que subir como la espuma.

—Ya voy, ya voy… —Abrí mis ojos y la luz del Sol me dio la bienvenida, el que no me despertase sin intervención externa, denotaba cuan cansado me encontraba. Me hallaba sobre una carreta llena de paja, había pasado la noche aquí, y a pocos metros de mi persona estaba un rostro conocido.

—Realmente, Muramasa, para ser un viajero, el que no puedas levantarte temprano es realmente lamentable —exclamó uno de mis compañeros de viaje—. ¿Qué harías si alguien te atacase mientras duermes?

Me levanté de mala gana—. Ise, recuerdo que, curiosamente, así fue como nos conocimos, y en cuanto a qué haría, creo que la cicatriz que te dejó mi espada es la respuesta.

Para mi mal humor, mi compañero se rio de buena gana—. No fue una mala respuesta, sin embargo, yo tendría cuidado, hay muchos ronin por ahí mucho más peligrosos que yo, así que podría no ser una respuesta adecuada contra otros.

Mi compañero era un hombre un poco más joven que yo, su nombre era Ise Moritoki, y probablemente tenía entre 18 a 19 años, y sí, considerando la época y nuestra situación, ya podía ser considerado como un hombre hecho y derecho, era un ronin de rostro y lengua afilada, pero a su vez también era una persona muy trabajadora y con unas remarcables capacidades de lucha para alguien de su edad.

Chasqueé mi lengua—. Eso también es cierto, ¿Por qué mierda tengo la mala suerte de encontrarme a tantos ronin últimamente? Sin ofender.

El rostro de mi amigo se agrió—. No es que tengas mala suerte, es que, con el paso del tiempo, el número de ronins no ha hecho más que aumentar.

Bajé mi mirada y susurré—. ¿Por qué demonios tarda tanto en terminar esta maldita guerra?

—Esa es la pregunta que todos nos hacemos, ya llevamos 7 malditos años desde que comenzó, pero al menos parece que ya está cerca de terminar.

Sonreí con una mezcla entre ironía y cansancio—. Eso dicen todos los años. Una vez que una guerra inicia, todos los que no buscamos gloria o tonterías similares en el campo de batalla, lo único que queremos es que acabe rápido, pero para nuestra desgracia, aunque veamos año tras año señales de que está llegando a su fin, eso no indica realmente cuánto tardará en terminarse.

Ise asintió, de acuerdo con mi punto de vista, pero también argumentó—. Sin embargo, tenemos muchas más esperanzas de que ese fin no esté tan lejos, considerando lo ocurrido hace algunos meses.

—La muerte de Hosokawa… Sin él y sin Yamama —quien murió unos meses antes—, la guerra debería de estar prácticamente decidida.

—Exactamente. —Sonrió Ise.

—Pero —le interrumpí—, la muerte de Yamana ocurrió hace diez meses, ¡Diez malditos meses! Y aun así, todavía estamos en guerra.

Vi como mi compañero me daba la razón de mala gana—. Tengo que admitir que los bastardos no se rinden con facilidad, Yamana murió en Abril, eso en sí debió de ser un golpe fatal, pero, aun así, no se rindieron, e incluso consiguieron que Hosokawa muriese en Junio, lo que debió de darles algún tipo de motivación extra, al menos la suficiente como para mantenerse combatiendo durante estos diez últimos meses —asentí ante las palabras de mi compañero—, sin embargo, he oído rumores de que el haber sido nombrado rebeldes por el Shogun finalmente está teniendo algún efecto.

—¿Hmm? —exclamé un poco sorprendido—. Ya han pasado cinco años desde que fueron declarados como rebeldes, para que justamente tenga efecto ahora…

Mi compañero volvió a asentir—. El liderazgo de Yamana debió de ser esencial; sin embargo, ahora está muerto.

Volví a chasquear mi lengua con rabia—. Maldita sea, ni Hosokawa ni Yamana alcanzaron sus objetivos, al final, ambos acabaron muertos, y para colmo están dejando a Japón completamente incendiado en conflictos, y con un jodido Shogun que es un incompetente.

—Y esos fuegos no parecen querer disminuir, probablemente no se apaguen incluso después del final de la guerra, no creo que haya una parte de Japón que se salve de este desastre, pero es obvio que mientras más cerca de Kioto te encuentres, peor vas a estar, así que creo que me dirigiré a Suruga, tengo una hermana allí que se casó con un hombre distinguido, tal vez finalmente pueda aspirar a más allí,—asentí, no era un mal plan el que tenía, quien sabe, tal vez hasta pudiese ser una gran oportunidad para él, incluso siendo un ronin—, ¿Y tú?

—¿Y yo? —le devolví la pregunta.

Mi compañero frunció el ceñó—. Maldita sea, Muramasa, sabes a qué me estoy refiriendo, ¿Qué vas hacer de ahora en adelante? O mejor dicho, una vez que acabe la guerra —especificó, sabiendo que mi respuesta probablemente sería: "lo mismo de siempre", si no lo hacía—, puedes decir lo que quieras, que eres solo un viajero, un herrero, artesano, vendedor, lo que quieras, pero si algo he podido ver, y peor, sentir en carne, en los últimos meses en los que hemos estado viajando juntos, son las habilidades que tienes al usar una espada.

—Ya te lo he dicho, no soy un samurái, mucho menos un mercenario… —respondí.

—¿Y a quien le importa si lo eres o no? Con tus habilidades, convertirte en un samurái de algún Daimio debe de ser sencillo.

A sus palabras, no pude evitar sonreír con ironía—. ¿Convertirme en un samurái? ¿Por qué? ¿Por la gloria del Shogun?

Vi a mi compañero bufar—. Sí, claro —dijo sin intento alguno de ocultar su sarcasmo—, déjale eso a los honorables samuráis que nunca han estado en una verdadera guerra, no es nuestro caso.

—¿Entonces?

Mi compañero sonrió de forma depredadora—. ¡Por la gloria! —lo miré de forma expectante, como si no hubiese escuchado sus últimas palabras, cosa que solo hizo que él sonriese más ampliamente—, y por gloria me refiero a las recompensas —para mí disgusto, Ise pasó su brazo por encima de mi hombro—, vamos Muramasa, estatus, fama, dinero, tierras, mujeres… con una espada y con la habilidad para blandirla, todo eso se puede obtener, y más aún en este preciso momento de la historia.

Asentí, muy para mi disgusto.

Año 1474, Japón, finales del Periodo Muromachi e inicios del Periodo Sengoku, en este momento se estaba llevando a cabo la llamada Guerra de Onin, la guerra que más tarde se consideraría como la que daría inicio al Periodo Sengoku. Cuando decía que era poco probable que la Guerra Onin terminase rápido, no solo estaba especulando basándome en los más de seis meses que los lideres de ambos bandos habían muerto, pues según la historia que conocía, la Guerra Onin duró bastante más.

La Guerra Onin, para hacer la larga historia corta, fue un conflicto que inició debido a un problema en la sucesión del próximo Shogun, por el cual terminaron por enfrentarse dos bandos, uno dirigido por el alto funcionario, Hosokawa Katsumoto, y el otro dirigido por un señor regional, Yamana Sozen. Como dije, ni Hosokawa ni Yamana alcanzaron sus objetivos… por ahora, porque en unos cuantos años lo que quedaba del bando de Yamana terminarían incendiando sus tierras y retirándose, por lo que, el clan Hosokawa obtendría el control del shogunato, y Ashikaga Yoshihisa se convertirá en el Shogun, cosa que al final no servirá para nada porque Yoshihisa solo sería Shogun durante unos pocos años, pues moriría en 1489 en contra de Sasaki Takayori, y además no dejaría herederos. Todo esto llevaría a la Desintegración del poder del shogunato, y al comienzo propiamente hablando del Periodo de los Estados en Guerra. No obstante, esto no era lo importante para nuestra situación actual, sino que el final de la Guerra Onin se llevaría a cabo en 1477, es decir, que todavía faltaban alrededor de tres años de constante guerra.

Lo que decía mi compañero también era correcto, en este periodo de la historia de Japón, y también durante el Periodo Sengoku, el ascender de rango, obtener estatus, y otras diversas recompensas de parte de los Daimio, era relativamente sencillo si sabías hacerte valer dentro del campo de batalla, y, por ende, si eras capaz de ganar batallas.

—Supongo que no estaría mal… —susurré sin darme cuenta.

—¡Perfecto! —exclamó mi compañero emocionado.

—¿¡Eh!? —exclamé saliendo de mis pensamientos.

—¡En ese caso, puedes venir a Suruga conmigo! —dijo con ánimo mi compañero.

—¿Disculpa? —pregunté sin entender.

—Te lo dije, ¿No?, mi hermana se casó con un hombre distinguido de Suruga, y aunque no lo creas, mi familia es bastante distinguida, y, si la información que recibí es correcta, ahora mi hermana se ha casado con un Daimio, su nombre es Imagawa Yoshitada.

Al escuchar ese nombre mis ojos se abrieron con sorpresa—. ¿¡Imagawa!? ¿¡Cómo en el Clan Imagawa!?

Mi compañero volvió a exhibir esa exasperante sonrisa suya—. Veo que los conoces.

Asentí y silbé—. Vaya, tu hermana pescó a un pez bastante gordo.

El Clan Imagawa era un clan de samuráis que afirmaban descender del Seiwa Genji a través del Kawachi Genji. Eran una rama del clan Minamoto del Clan Ashikaga, o, dicho de otra forma, Imagawa Yoshitada era un importante Daimio de una prestigiosa rama de cadetes de la familia Ashikaga, y la familia Ashikaga era la familia del Shogun, por lo que, el esposo de la hermana de Ise debería de estar bajo el empleo directo del shogunato Ashikaga.

Ise asintió con ambición en sus ojos—. Sí, y ese pez gordo puede ser nuestro escalón a la gloria, Muramasa —Ise me volvió a sonreír de forma ambiciosa—, entonces, ¿Qué dices? ¿Vienes a Suruga conmigo en busca de gloria? Estoy seguro de que, con mi linaje respetable, y con tu habilidad con la espada, en nuestro camino por Kai hasta Suruga reuniremos una decente cantidad de hombres bajo nuestro comando que podremos poner junto con nosotros mismos bajo el servicio de Imagawa, y después de allí, es solo cuestión de tiempo y esfuerzo para obtener gloria, y con la gloria, recompensas.

Suspiré con cansancio—. ¿Acaso tengo que recordarte que eres un ronin? ¿Realmente crees que alguien de una familia bajo el mando del shogunato te aceptará con tanta facilidad?

Ise asintió ligeramente—. Soy un ronin, sí, pero también soy su cuñado, y si no puedo convencerlo… bueno, estoy seguro que mi hermana sí podrá —Ise volvió a sonreír—, probablemente solo le tome una noche.

Fruncí el ceño—. Ahora que caigo, ¿Por qué me estás diciendo todo esto? —Entrecerré mis ojos ligeramente—, es obvio que intentas aprovecharte de mis habilidades, pero dudo que las necesites tanto como para revelarme todo esto, conociéndote, podrías aprovechar esta oportunidad sin mi ayuda.

—Hmm… —Ise se mostró bastante pensativo—. Bueno, si bien eso es cierto, si puedo tener más cartas a mi favor, pues, ¿Por qué no tenerlas? Siempre es bueno tener un respaldo. Además, puedes tomarlo como un acto de gratitud por haberme salvado la vida.

Volví a sonreír con ironía—. No creo que el haberte perdonado la vida cuando me asaltaste cuente como habértela salvado.

Ise se encogió de hombros—. De todas maneras, me has salvado el culo varias veces en los meses que hemos estado viajando juntos.

Medité la oferta de mi compañero, y la verdad es que no era una mala idea, el shogunato caería en unos cuantos años más, así que aprovechar su poder cuando aún lo tenían no era una mala decisión. Sin embargo, no viajaba con Ise por el simple placer de viajar, y de hecho, el que estuviéramos viajando juntos, no era más que una casualidad del destino.

—No es una mala idea, y estoy dispuesto a acompañarte, pero no estoy viajando sin ningún objetivo.

Esto pareció interesar a mi compañero—. ¿Oh? Eso es interesante, creo que es la primera vez que mencionas tener un objetivo. ¿A dónde te diriges?

—Dame un momento... —Cerré mis ojos durante unos minutos, lo que a mi compañero debió de parecerle como si estuviese meditando, pero no era el caso, la estaba sintiendo, lo podía hacer desde que era un niño con dificultad, pero con el paso del tiempo me había vuelto más habilidoso en el arte, si es que se le podía llamar de esa forma. Fruncí el ceño, sentir el mana era sencillo en comparación con esto, pues el mana impregnaba todo el medio ambiente, pero esta energía era diferente, se encontraba extremadamente dispersa en pequeñas proporciones en el medio ambiente, pero tendía a juntarse en zonas específicas, acumulándose, hasta que, llegado a cierto punto, explotaba con una fuerza sin igual. Y lo que quedaba en las áreas donde explotaba dicha energía eran monstruosidades, seres a los que me había dedicado a cazar desde que tuve la habilidad suficiente como para enfrentarlos. «Se está condensando en esa dirección... creo». Abrí mis ojos nuevamente—. Shinano...

Mi compañero se animó al escuchar el nombre de la provincia—. ¡Oh, Shinano! Entonces no hay muchos problemas, se encuentra justo al norte, así que podemos subir momentáneamente, atiendes lo que sea que tengas que atender, y luego simplemente podemos descender hasta Suruga, ¿Qué te parece?

Hice una mueca—. No creo que sea tan sencillo.

Ise me observó sin comprender—. ¿Por qué? ¿A qué parte de Shinano te diriges? ¿Muy al norte? Si es así, el volver será un fastidio.

Fruncí el ceño, en este momento solo podía decir que la energía se estaba condensando en dirección a Shinano, tomaría un tiempo para que se condensase lo suficiente como para poder obtener una ubicación especifica del lugar donde se estuviese condensando—. No estoy seguro.

—¿Eh? —La incredulidad llenó el rostro de mi acompañante—. ¿Cómo que no lo sabes? No me digas que además de viajero, herrero, comerciante, etc. Ahora también eres monje, y estás realizando una especie de peregrinaje.

Para un hombre que fue un samurái de una familia respetable, Ise no era para nada respetuoso, aunque no podía culparlo, pues se decía que la guerra cambiaba a las personas, e Ise había experimentado buena parte de la Guerra Onin, fue así como acabó convirtiéndose en un ronin.

—No, pero voy a tener que esperar unos cuantos meses antes de saber a dónde tengo que dirigirme exactamente.

Mi compañero siguió observándome con intriga, pero finalmente se encogió de hombros—. Bueno, como sea, en ese caso mejor para mí, puedes venir conmigo a Suruga y hacerte un nombre, luego, cuando recuerdes o conozcas a dónde diablos tienes que ir, entonces solo tienes que dirigirte al norte, si tenemos suerte, podrás llevarte algunos hombres contigo y tendrás tierras a las cuales regresar después de que termines de hacer lo que sea que vayas a hacer en Shinano. No suena mal, ¿O sí?

Me quedé callado por unos instantes, y después negué con mi cabeza—. No, no suena mal. ¿Suruga?

Mi compañero asintió y volvió a sonreír—. ¡A Suruga!

Asentí, y ambos observamos el pequeño pueblo al que íbamos a llegar en unos pocos minutos, en ningún momento de nuestra conversación la caravana de la que formábamos parte se había detenido, y ahora estábamos a punto de llegar al destino de esta.


Varios meses después…

Nuestra travesía no estuvo falta de altibajos, de baches, y de locuras, y, obviamente, de enfrentamientos. Durante estos meses, recuperé más de mis recuerdos… ¿Recuerdos? Bueno, no sabía si recuerdos era la palabra correcta, o al menos, no en este caso, porque, más que recuerdos, era información, información que debí de aprender en algún momento… creo, porque, si bien poseo la habilidad de ver el futuro, precognición, la información que aparecía en mi cabeza no era nada parecido a ver el futuro, pues, para empezar, no lo estaba viendo, sino que recordaba información, e información muy detallada, es como… como registros, como leer un libro de historia. Pero eso era imposible, ¿Verdad? Porque, de ser el caso, entonces estaba leyendo un libro que registraba una historia que no había sucedido aun, una historia futura, una que se volvía real con cada día que avanzaba.

Mi compañero, al cual supongo que ya puedo considerar como a un amigo, era Ise Moritoki, un ronin que ascendió (O quizás debería de decir que se encuentra actualmente en ascenso) al poder casi de la noche a la mañana en Kanto; sin embargo, realmente provenía de una familia respetable, y disfrutaba de importantes conexiones familiares. Su hermana estaba casada con Imagawa Yoshitada, un importante Daimio de una prestigiosa rama de cadetes de la familia Ashikaga.

Según la historia que tenía en mi cabeza, alrededor del 1475, es decir, el año que viene, bajo el nombre de Ise Shinkuro, trabajaría para Imagawa, quien es el alguacil de la provincia de Suruga, y eventualmente se convertiría en un "líder independiente" con varios guerreros uniéndose a él. Pero eso no era lo realmente importante, según la información que tengo en mi cabeza, Ise más tarde tomaría el nombre y apellido de Hojo Soun, el primer jefe del clan de los Hojo posteriores, el cual sería una de las principales potencias en el período Sengoku venidero.

Pero no solo había información, como dije, también había recuerdos, recuerdos de… bueno, realmente, no sé qué son, pero según me parece, lucen como vidas pasadas… creo, pues realmente no puedo asegurar que sean verdaderos recuerdos, no he podido comprobarlos a ciencia cierta, pero lucen como si lo fuesen, así que por ahora, los tomaré como tal.

Creo que estuve vivo alrededor del final del siglo 13 y durante los principios del siglo 14, y fue allí cuando conocí a mi maestro, o bueno, uno de mis maestros, probablemente, no estoy seguro, pero el caso es que conocí a Gorō Nyūdō Masamune, uno de los mejores espaderos en la historia de Japón, pasado, presente, y si la historia que tengo en mi cabeza es correcta, también en el futuro. Por alguna razón que desconozco, si bien Masamune-san fue mi maestro, mi yo de aquel entonces decidió que no deberían de haber pruebas de esto, y tomó medidas para que esto se cumpliese, borró cualquier prueba que pudiese relacionarlo con Masamune-san, incluyendo la memoria de este, y de las personas cercanas a él, pero parece que se me escaparon algunas cosas, razón por la cual habían ciertas leyendas de un tal Muramasa que también fue aprendiz de Masamune, pero como no era un herrero famoso, o al menos me propuse no serlo, solo eran leyendas, de hecho, no era el único que se decía que había aprendido de mi maestro, así que la credibilidad de estas era bastante baja. En cuanto a porqué hice esto, pues, no lo sé, o mejor dicho, no lo recuerdo todavía, pero probablemente lo recuerde en un futuro, o al menos eso espero.

No sé exactamente cuantas vidas he tenido, o por qué las recuerdo, ni tampoco por qué tengo información del futuro, pero al menos sé que tengo recuerdos de, al menos, tres vidas (si es que lo son), por ahora… no, eso me gustaría decir, pero, realmente, tengo recuerdos de una cuarta vida, aunque, siendo sincero, no sé si fue una vida pasada, hay… demasiadas discrepancias entre lo que veo en esa vida en comparación con la historia de nuestro mundo, así que no estoy seguro de si llamarle vida pasada, pero espero que si lo sea, o que sean ilusiones, o cualquier cosa menos una: una vida futura, ruego porque esta no sea una opción, porque las cosas que veo en esa vida, me quitan el sueño, y hacen temblar de puro terror todo mi ser. Un infierno provocado por la propia humanidad, un mundo devastado, mi especie en peligro de extinción, luchando contra seres que no logro comprender todavía, pero algo me dice que, por mucho que luchásemos, era una batalla perdida. Y el solo hecho de pensar que tendría que pasar por todo eso, me hacía considerar seriamente el suicidio.

Sea como fuese, solo me quedaba esperar, esperar recordar. Si hay algo que me había dado cuenta, eran dos cosas: La primera, era que estos recuerdos e información comenzaron a manifestarse a partir de la primera vez que entré en contacto con esa misteriosa energía, y parecía que la velocidad con la que obtenía los recuerdos y la información aumentaba si estaba expuesto a esta. La segunda, es que la información vuelve más rápidamente que los recuerdos, y parece ser que tengo cierto control sobre esta, al menos en algún punto, porque deseé saber más sobre Moritoki, por el simple hecho de saber si realmente podía confiar en él, y la información que comencé a obtener después de eso, fue, justamente, sobre Moritoki, cosa como: quien fue, quien era, y en quien se convertiría.

—¡Shirou! —Escuché la voz de mi compañero sacarme de mis pensamientos.

Giré mi cabeza para ver entrar a mi acompañante—. ¿Sí? —Moritoki, al cual supongo que ya podría considerar como a un amigo, entró jadeando a la habitación donde me encontraba— ¿Qué ocurre Moritoki? ¿Nos están atacando o algo así?

—¡Déjate de tonterías! ¿¡Son ciertos esos rumores!? —preguntó exasperado el chico.

—¿Hmm? ¿Cuáles? —pregunté, sabía a cuales se refería, pero me gustaba molestarlo, y él lo sabía.

Mi amigo entrecerró los ojos y yo simplemente sonreí.

—Bueno, te lo dije cuando partimos hacia aquí, que tenía asuntos que atender en Shinano —le aclaré finalmente.

—¿Ya descubriste a donde tienes que ir? —preguntó mi compañero interesado.

Asentí y saqué un mapa de Japón, actualmente, Japón estaba dividido en sesenta y nueve provincias, y en la actualidad nos encontrábamos en la región de Tokaido, la cual comprendía un total de quince provincias, entre las cuales estaban, Suruga, provincia en la que nos encontrábamos, así como la provincia de Owari, provincia en la que nacería Oda Nobunaga, así como Shimosa, la provincia en la que había nacido. Por otro lado, si bien Shinano se encontraba directamente al norte de Suruga, no se encontraba en Tokaido, sino en una región diferente, en Tosando—. Aquí, señalé a un punto en específico de Shinano.

—¿Allí? —preguntó mi compañero, mostrándose un poco sorprendido.

Asentí una vez más—. ¿Hay algo malo que sea allí?

—Hmm… Pues no soy un experto en la geografía de Shinano, ni tampoco un viajero experto, pero como puedes ver, en el mapa no sale nada… —Mi compañero se acercó más a mi lado, y observó el lugar señalado con más detenimiento—. Es una zona montañosa… ¿Sabes si habrá algo allí?

—Creo… seguramente habrá algún tipo de asentamiento.

—Si es un asentamiento, y no sale en el mapa… ¿tal vez una pequeña villa?

Ladeé mi cabeza—. Seguramente, aunque es extraño, generalmente, mientras más personas, mejor.

—¿Mientras más personas mejor? —preguntó Moritoki extrañado—. ¿Qué vas hacer allí?

—Lo mismo de siempre, supongo —dije mientras me levantaba.

—¿Volverás?

—Hmm… claro, tengo que ayudarte a obtener gloria, ¿no es así?

Mi amigo sonrió y colocó un brazo sobre mi hombro—. Ya me has ayudado bastante, desde hoy ya no soy Ise Moritoki, soy Ise Shinkuro.

—Oh…

Esto me sorprendió ligeramente, era común que uno se cambiase el nombre para marcar el comienzo de, paradójicamente, un nuevo comienzo, borrón y cuenta nueva, pero también al tomar mayor poder o conseguir un mayor estatus, no es algo que se haga muchas veces, pero tampoco es algo que no ocurra a menudo, sobre todo entre las personas que conseguían, de una u otra forma, un estatus superior al que tenían originalmente. En cuanto a Ise, bueno, no me sorprendería que fuese una petición de su cuñado, como una forma simbólica de abandonar su vida como ronin y convertirse en un sirviente digno del Clan Imagawa. Sin embargo, lo que más me llamaba la atención, fue que esto era algo que debería de ocurrir el año que viene según la historia que tenía en mi cabeza, pero aquí había ocurrido un año antes, «¿Tal vez fue por mis acciones? En la historia que tengo en mi cabeza, no se menciona a ningún Muramasa que estuviese junto con Ise, y el primer Muramasa registrado no apareció hasta la Era Bunki (1500 en adelante)».

—¿¡Sorpréndete más, quieres!? —Luego mi compañero suspiró—. Esperaba que te quedases un poco más, pero no puedo quejarme, en tan solo unos meses, hemos logrado mucho, así que asegúrate de volver, esta es una oportunidad única en la vida, ¿entiendes?

—Hai… Hai… —respondí sin mucho ánimo. Entendía porque mi compañero estaba tan emocionado con todo esto, pero no eran cosas que a mí me llenasen.

—Realmente… Bueno, ¿Cuándo te vas?

—Hmm… En cinco minutos.

—¿Eh? —exclamó mi compañero—. ¿¡En serio!? ¿¡Y cuando planeabas decirme!?

—En cuatro minutos.

Vi como mi compañero apretó con frustración sus puños, luego se dio la vuelta, la deslizó, y antes de salir, dijo—: Mas te vale volver con vida.

—Oh, creí que te enojarías.

—De qué sirve eso, eres testarudo como una mula, una vez que te propones algo, no das tu brazo a torcer hasta que lo consigues. —Y así, vi a mi compañero abandonar el recinto.

Yo, por mi parte, no estaba mintiendo, y me propuse a partir de inmediato. Suruga no estaba mal, era una bonita provincia que bordeaba con el océano, pero no era lo mío quedarme en un lugar durante mucho tiempo, creo que el lugar donde más tiempo había permanecido era en Shimosa, por razones obvias. En cuanto a Shinano, era la provincia que limitaba con más provincias en todo Japón, las montañas de la provincia la han hecho relativamente aislada, y muchos viajeros la visitan por sus montañas y aguas termales. Nueve de las doce montañas más altas de Japón se encuentran en esta región.

Dicho esto, si bien Shinano era hermosa, y la vista de sus grandes montañas era sin duda una dicha, no compensaba el duro camino que me tocó recorrer hasta llegar a mi objetivo. No solo era por el camino en sí, sino también porque, sino llegaba a tiempo, el número de muertos podía ser abismal, sin embargo, y para mi sorpresa, parecía que todavía faltaban varios meses, o tal vez años, para que la cantidad de energía fuese preocupante. De hecho, era muy extraño lo que estaba ocurriendo, la energía se estaba concentrando en Shinano, pero no en un punto especifico, me preguntaba si esto se debía a la geografía; sin embargo, había un lugar que me atraía, pero no podía decir exactamente el por qué, y este era el lugar al cual me estaba dirigiendo.

—Finalmente…

Mi compañero dio en el clavo, una villa en la sima de una cordillera de montañas, era una villa bastante hermosa, con bellas casas, y un rio que atravesaba la entrada de la villa, y, por lo que podía ver, había una gran colina detrás, a un costado de esta, donde parecía haber un templo.

—Discúlpeme…

La voz de una persona mujer me sacó de mis apreciaciones de la villa, me giré hacia ella y ahora fue su aspecto el que llamó mi atención. Era alta, de piel clara y cabello largo y rosado, que me recordaba mucho a las flores de los árboles de cerezo. Por su aspecto, ella debía de tener una edad similar a la mía.

—¿Sí? —dije.

—¿Se encuentra perdido? —me preguntó, extrañamente preocupada.

—Oh, no, acabo de llegar, y simplemente estaba admirando la belleza de la villa.

La mujer sonrió ligeramente luego de escuchar mis palabras—. ¡Oh! ¿Un viajero? No solemos ser visitados muy a menudo.

Asentí, por el camino que me vi obligado a recorrer para llegar, era totalmente lógico—. Bueno, en mi caso, he venido a pasar una temporada o dos.

—Ya veo, en ese caso, permítame guiarle —dijo la mujer manteniendo su pequeña sonrisa apacible.

—¿Segura? —Otra cosa sobre la mujer, era que vestía el atuendo de una miko—. ¿No tienes responsabilidades? No quisiera ser un problema.

—Precisamente por eso, como una de las miko que protege la aldea, es mi deber, tanto asegurar el bienestar de nuestros visitantes, como asegurarme de sus intenciones en nuestra villa.

Entendiendo, simplemente asentí, sus palabras eran bastante claras, tenía que asegurarse de que no fuese alguien peligroso, y con el conflicto Onin en curso, no la culpaba—. En ese caso, por favor.

La mujer sonrió tranquilamente y asintió—. Bienvenido a la Villa Yae.

Y luego de eso, desperté.


Abrí los ojos, lo último que recordaba era la batalla contra el templario, giré mi mirada y me descubrí a mi mismo en una suave cama, este lugar era, ¿una enfermería? Al menos, eso parecía. Intenté levantarme, pero mi vista se volvió borrosa, y bajé mi mirada—. ¿Qué me está ocurriendo? ¿Qué acabo de…?

Escuché una puerta abrirse, luego, la persona que entró, habló—. ¿Shirou?

Era…


Notas de Autor:

¡Buenas! Han pasado seis... a no, que esta vez fue la mitad, bueno, mucho mejor de lo que esperaba, considerando que estoy retomando mi fic de Katekyo, y, por supuesto, que sigo con Alternative y con su traducción (Por algo advertí que las actualizaciones de este fic no serían tan seguidas). Bueno, espero que les haya gustado este cap, creo que nadie se veía venir algo como esto, pero creo que es lo que más me gusta de este fic, aunque tenga que ir con sumo cuidado para hacer un buen cruce entre universos (cosa que no creí que fuese tan complicada por cierto).

torukeru: No, he hasn't experienced something like the holy grail war, he was born when magecraft had already disappeared from the world. And well, he does resemble Kiritsugu in the sense that he uses firearms.

Sin más que decir, agradezco a todos los lectores, a los mecenas para los que los capítulos están listos una semana antes, y a todos los que comentan en cada capítulo, no vemos en el siguiente cap.