Fecha: 31 de Julio del 2283
Hora: Desconocida…
Lugar: Sistema Solar Goodspeed;
Entre las fronteras de la luna Amalgam14 y el planeta Recclaimer13:

The Commonwealth el súper carguero más grande de la flota Defensiva interestelar del sistema se encontraba navegando a través del vacío oscuro del espacio, con millones de Naves alrededor de ella. Con más de 300 mil millones de cañones de plasma y juggernaut, que utilizaban munición pesada 7,7 milímetros, capaces de hacer un boquete enorme en una nave Exodus para destruirla casi al instante, eso combinado con el cañón electromagnético frontal podían minimizar cualquier flota enemiga en cuestión de segundos, siendo capaz de destruir una estación espacial entera en cuestión de segundos.
Con millones de naves de transporte, evacuación y combate a su mando, una nave tan poderosa no podría ser abatida por cualquiera que pudiera alcanzar el viaje híper espacial, pues sus escudos de energía podían dar energía hasta casi 300 ciudades terrestres, además de un sistema defensivo capaz de eliminar flotas 30 veces más grandes que esta nave.

Pocas naves en el universo podían compararse en poder armamentístico con la Commonwealth, muy contadas en realidad, incluso si dos naves iguales a esta chocarán entre sí, ninguna saldría ilesa de la titánica batalla estelar que supondría enfrentarse a esta nave en particular.
Un arma que podría doblegar naciones enteras con su presencia, algo que… por supuesto, causaría terror en los corazones de los hombres y mujeres poderosos por igual.
Era una suerte que la misma estuviera a cargo de la (O.R.I.) Organización de Repúblicas Independientes, el nombre con el que se le conocía a la U.R.E. en este sistema estelar.

El capitán de la nave como acostumbraba a hacer saludó a su equipo en el puente de mando, para entonces hacer el chequeo de rutina habitual, revisó que los sistemas de defensas se encontrarán en un estado óptimo, los escudos al máximo, los motores se mantuvieran en línea para cualquier viaje de Teletransporte, a la velocidad de la luz o sencillamente para un viaje hiperespacial, también revisó las señales que transmitía y se recibían de los diferentes planetas habitables del sistema y como no podría ser de otra forma revisó la cantidad de tripulantes y sus estados de salud en las computadoras, todo parecía ír acorde con los protocolos espaciales dictaminados por la seguridad Galáctica, cada puesto de carga estuviera en orden, excepto un par de cosas…
Como también acostumbraba revisó por último el espacio de carga y la cantidad de naves que habían salido del carguero, que habían accedido y que aún se encontraban orbitando alrededor de las estaciones espaciales, los planetas, las lunas o navegando entre los asteroides.
Lo que le llamó la atención no fue eso, fue que, una nave de transporte había ido a Recclaimer desde hacía dos días y no había regresado junto con las demás, lo cual era sumamente extraño, debido a que cada nave de transporte debía notificar cada cuanto salían o entraban, debían registrar desde su hora de llegada hasta su hora de salida, para mantener orden para evitar robos, destrucción de data importante, vuelos no autorizados o en el peor de los casos un motín interno. Al revisar las demás naves de transporte todas habían regresado y registrado sus datos de navegación, excepto una única nave que había notificado su salida, pero jamás informó de su retorno.

―¿Neil, donde se encuentra la unidad 791 y por qué no ha regresado? ―Interrogó el capitán a la I.A. personalizada del súper carguero mirando justo a sus espaldas, donde un pequeño proyector holográfico donde la imagen de un pequeño astronauta hecho de datos y código binario se materializó, observando hacia la dirección del comandante del Commonwealth mientras revisaba los datos de navegación de todas las naves que habían entrado y salido.

*Buenos días capitán Robert, la nave de transporte 791 así como otras 9 de su mismo tipo salieron en una misión de rescate y extracción a Elysium, aunque las demás registraron su despegue y retorno en un plazo de 74 horas, no se ha sabido nada de la Nave o de sus tripulantes desde hace casi 12 horas.* La respuesta de la Inteligencia Artificial hizo que el capitán mirará con preocupación la pantalla de datos, en estos tiempos no podían fiarse de pocos datos con ínfimas o nulas conclusiones, el enemigo era impredecible e implacable y podría atacar cuando menos se lo esperarán.

―¿12 horas dices? ¿Crees que esté extraviada? ―Interrogó observando el estado en el que habían regresado la mayoría de sus naves, algunas habían regresado sin daños aparentes, con poco combustible o dañadas en combate, más ninguna presentaba grandes daños al casco de las unidades o por dentro.

*Tal vez, lo más lógico sería pensar que sigue en tierra, los escuadrones que se encontraban cerca de la nave notificaron que tomó un camino separado para poder extraer a un equipo de soldados republicanos que necesitaban ayuda cerca de la zona oscura. * Respondió la I.A., mostrando el estado en el que habían regresado tanto los pilotos como las naves, sin duda habían sido meses de trabajo arduo y se pondría aún más complicados con el pasar de los días.

―¿Cerca de la Zona Oscura? ―Preguntó alzando sus ojos hacia la proyección holográfica del astronauta, para entonces cruzar sus brazos apoyando su mano derecha sobre sus labios, pensando en que pudo haber sucedido con Dicha nave.
―¿Y no ha habido noticias desde entonces?

*Me temo que no Capitán…* La respuesta de Neil hizo que el capitán se quedará en silencio, no era normal que una nave no reportará su situación al menos entre 10 a 20 minutos hábiles de comunicación entre bases espaciales y terrestres, esto sin dudas era poco habitual.

Además, no se conocía la ubicación actual de los pilotos o de los pasajeros, rayos ni siquiera la baliza de emergencia se había activado, lo cual dejaba aún más dudas que respuestas.

―¿Crees que la hayan abatido? ―Preguntó nuevamente a la I.A; pero esta negó con la cabeza moviendo su pequeño casco de piloto espacial de hace dos décadas negando dicha pregunta, pero tampoco afirmándola.

*Imposible de concluir, pero no es improbable…* Respondió observando como su capitán suspiraba pesadamente, era normal que una o dos naves se perdieran durante misiones de búsqueda y rescate, lo que era inusual era que desaparecieran en la oscuridad sin dejar rastro.

―Mantenme informado, no queremos perder más naves o que caigan en manos enemigas. ―Pidió cerrando el informe del día, dirigiéndose hacia la enorme ventanilla de la nave donde podía admirar el oscuro pero vasto paisaje de estrellas frente a él, junto con los planetas y nebulosas que adornaban el infinito vacío del cosmos.

*Entendido Señor. ¿Algo más que le pueda ofrecer capitán? *Preguntó por último el pequeño holograma de Neil, para que el capitán de la nave solo respondiera esbozando una pequeña sonrisa.

― Sí, reproduce Habanera de Bizet, por favor. ―Respondió el capitán de la nave tranquilamente, ante la petición el holograma del astronauta asintió desapareciendo del proyector holográfico, para acto seguido comenzar a reproducir la canción por los altoparlantes.
―Muy bien equipo, vamos a trabajar este barco no se administrará solo. ―Habló finalmente a toda la tripulación del puente de mando, preparado para comenzar un nuevo día en el Commonwealth.

Aunque no muy lejos de allí, flotando entre la infinita oscuridad del espacio. Una pequeña nave a comparación del súper carguero se acercaba, lenta pero segura, nadie parecía notarlo ni siquiera los radares de movimiento, confundiéndola con un escombro de roca las naves próximas parecían notarla, sus luces se encontraban fuera de línea, los motores apagados su radio se encontraba en completo silencio, sus radares vacíos de información, el sistema de reconocimiento no estaba funcionando, el soporte vital al igual que su baliza, solo se movía gracias a la inercia que le otorgaba la falta de gravedad en el espacio.
No fue avistado por ninguno de las naves de combate, pasó completamente desapercibido de las demás naves de transporte, tardo mucho tiempo en llegar a las inmediaciones de la nave, e incluso los radares no notaron su movimiento, hasta que de improviso los motores se encendieron demasiado cerca del supe carguero que lo lograron avistarla.

*¡Nave de Transporte detectada!* La voz de la I.A. se hizo sonar por los altavoces de la nave sin interrumpir la canción.
*Todos los sistemas apagados, solo los motores están encendidos… número de Identificación de la nave… 791…*

― No puede ser aquí el capitán de la Commonwealth, identifíquese ahora mismo.― El capitán dio la orden de que el piloto de la nave revelará su identidad junto con su número de identificación y contraseña, pero nadie respondió acercándose rápida y fulminantemente hacia las compuertas de la nave,
―Es una orden identifíquese de inmediato…― el capitán exigió que el piloto de la nave que se acercaba que hablará, pero no había respuesta, la I.A. comenzó a correr los protocolos de defensa apuntando los cañones hacia la nave.
― ¡Esta es su última advertencia, identifíquense o serán derribados! ―Exclamó observando como poco a poco la nave se acercaba al puerto de Naves, donde podían intuir que se dirigía, había un enorme momento de tensión en el ambiente.
―Neil, dispara los cañones de plasma, no dejes que entren a esta nave.― Ante la orden finalmente los cañones comenzaron a disparar con el objetivo de derribar dicha nave de transporte, pero la misma comenzó a maniobrar rápidamente evitando los disparos cargados de plasma aumentando su velocidad con los Motores traseros, estaban peligrosamente cerca de las puertas de energía, lo suficiente como para causar un enorme daño interior debían derribar esa nave sin importar el costo, las contramedidas funcionaron, uno de los alerones de la nave fue pulverizado, pero con la velocidad a la que iba y el impulso de los motores hicieron que la nave fuese a toda velocidad como un proyectil hacia la nave, directamente hacia la entrada del puerto de naves.
― Neil cierra las compuertas de la nave, no dejes que entren. ―Ordenó el capitán, desesperado en detener el vehiculo, por su parte la IA acató la orden comenzando a cerrar las compuertas de la nave para no permitir que se acercará más.

Pero fue en ese último segundo en el que las enormes puertas de acero se cerraban que la nave finalmente pudo acceder al compartimiento de navíos, no sin antes que el casco de la ya dañada estructura del dañado vehículo estelar se le fuese arrancado por completo.
El carguero sufrió un importante daño estructural ante el choque de la nave invasora, la cual se arrastró por el suelo haciendo un sonido chirreante y molesto, dejando un rastro de destrucción, así como metal despedazado a su paso, las personas que se encontraban allí tuvieron que correr rápidamente para esquivar el transporta tropas, mientras que las naves que se encontraban en su camino eran apartadas bruscamente por este proyectil hecho de metal, hasta que finalmente la nave se detuvo chocando contra el muro frontal haciendo un sonido hueco en toda la nave.
El Cápitán dio la orden de interceptar a todo enemigo que se encontrará dentro, los soldados, tanto republicanos como de acero se presentaron a toda velocidad ante la umba de metal que había forzado su entrada al Commonwealth.
Preparando sus armas para recibir a los intrusos, trayendo a su vez una ametralladora pesada en caso de que opusieran una resistencia, iban a acribillar a todo malnacido que aparecierá de esas puertas.
Alguien dentro de la carcasa del transportador sonrió maléficamente al escuchar las armas siendo cargadas y preparadas para disparar, esto iba a ser tan divertido…

Las puertas se abrieron abruptamente siendo disparadas hacia adelante golpeando a la línea delantera de soldados que cayeron al suelo, algunos heridos y otros muertos, uno en específico perdió la mitad del rostro ante el estallido de las compuertas, no tardó mucho para que una horda de Murciélagos comenzará a salir disparada hacia adelante y hacia todas direcciones, las armas comenzaron a disparar hacia la enorme horda de murciélagos. Los cuales parecían despedazarse cuando las balas y los disparos de plasma los impactaban, pero en lugar de estallar en pedazos sanguinolentos así como viscerales, dejaban salir un denso humo oscuro que comenzó a cubrir todo alrededor de la nave, las ametralladoras pesadas comenzaron a disparar hacia el interior de la nave, pero estos seres de oscuridad seguían saliendo como agua emergiendo de un grifo, las pequeñas criaturas hechas de tinieblas comenzaron a aglomerarse alrededor de la nave, convirtiéndose en un tornado viviente.
Un tornado que se hacía más y más grande, ante los disparos de las armas que no surtían ningún efecto se detuvieron, únicamente para observar como la enorme manada descndía velozmente hacia ellos golpeándolos fuertemente, muchos trataron de cubrirse del ataque pero todo fue inútil al sentir las dolorosas quemaduras de dichas alas sobre sus brazos, piernas y sobre sus cuerpos, cayendo al suelo completamente adoloridos, con graves heridas hechas de fuego sobre sus pieles, los que no cayeron al suelo agonizando se mantuvieron de pie observando como sus pieles se derretían, comenzando a crear enormes ronchas y pústulas donde habían sido golpeados por los murciélagos, incapaces de tomar sus armas del suelo por el dolor.

Los demás agonizaban gritando por ayuda, uno de los soldados que había estado más cerca de la nave intrusa se arrastró lejos de la nave pidiendo por ayuda, antes de que sus alaridos de agonía se volvieran de tormento al sentir como una criatura a hundía sus dientes sobre su cuello, arrancándole un enorme pedazo de carne que fue extraído grotescamente dejando un enorme hilo de tendones músculos y sangre que negaban en despegarse del cuerpo.

Los que estaban presentes observaron atentamente como de la nave comenzaban a salir cadáveres vivientes, los cuales se movían erráticamente hacia ellos, los que se encontraban más lejos comenzaron a disparar hacia la multitud de muertos, pero estos salían rápidamente logrando alcanzar a todos los que habían sido golpeados por los murciélagos de sombras, comenzando a devorarlos velozmente, era una escena sencillamente demencial, hombres y mujeres que no podían escapar de sus verdugos, mientras eran devorados lentamente, observando con impotencia como sus cuerpos estaban siendo utilizados como alimento, como sus brazos eran arrancados de sus cuerpos ante los agresivos tirones, como sus piernas eran inmovilizadas y comidas por los dientes putrefactos de estas criaturas, como sus entrañas eran devoradas frente a sus ojos.
Más de uno de los que se encontraban cerca vomitó ante la escena, pero los demás siguieron disparando hacia la horda de muertos vivientes, uno de los soldados de acero que se encontró en la vanguardia comenzó a disparar a uno esperando matarlo, disparando hacia su cabeza 3 veces, el cadáver se detuvo… pero en lugar de caer al suelo fulminado como esperaba que lo hiciera, este bajó su cabeza hacia él, con parte de su cerebro expuesto por los disparos de plasma, observando como esta comenzó a regenerarse lentamente, aún hambriento, atacándolo al cuello el traje de protección que lo defendía de que la yugular se le fuese arrancada, no evitaba que sus dientes comenzarán a ahorcarlo, tratando de forcejear contra el para quitárselo de encima sin éxito, llegando al punto que una de las manos del enemigo logró alcanzar su casco, tratando de arrancárselo de la cabeza para dejar expuesta su blanda carne.
Pero su brazo derecho fue apresado por otro zombi que comenzó a morder su brazo sin éxito, y otros más tratando de morder sus piernas, él trataba de quitárselos de encima sin éxito, se estaba quedando sin oxigeno y sin opciones, hasta que una espada de plasma llegó en su ayuda, logrando quitárselos de encima, los muertos cayeron al suelo totalmente destrozados.
El soldado se acero levantó su mirada hacia su salvador encontrándose a uno de sus compañeros de Acero, el cual había desplegado su espada de energía desde su muñeca.

Ayudnadolo a levantarse, únicamente para que al mirar al suelo, los Zombies comenzarán a desvanecerse, sin posibilidad de regenerarse nuevamente, lo habían comprendido bastante tarde, la única forma de matarlos era despedazándolos o cortándoles la cabeza, información que habría sido de utilidad antes de que un par de murciélagos llegaran ante ellos, explotando en llamas oscuras, ocasionando que sus armaduras y trajes quedarán totalmente inutilizados, cosa que los cadáveres vivientes aprovecharán para comenzar a comer.
La terminal de naves se había vuelto un auténtico infierno, por lo que la decisión más inteligente en ese momento fue replegarse y aislar toda la zona sellando las compuertas de emergencia para evitar que avanzarán más.
Fue allí cuando el único sonido que se escuchó en la enorme sala que alguien salió de la Nave, un hombre que poseía una armadura oscura hecha de gemas del inframundo, él sonreía complacido por el trabajo que habían hecho él y sus espectros poseídos.

―Ahhh, buen trabajo mis pequeños Ghouls, veamos ¿robar una nave republicana? Hecho… ¿Infiltrarse tras las líneas enemigas? Hecho… ¿estrellar la nave dentro de la bahía de naves para no dejar escapar a nadie y provocar una masacre? Ohhh por supuesto que ya está hecho.― Decía tachando en su mano una lista imaginaría de el plan que estaba llevando a cabo gracias a las órdenes de su comandante, escuchando como sus sirvientes devoraban todo a su paso.
―Ahora solo falta apoderarse de la Commonwealth y nuestro trabajo estará hecho, ¿no lo crees Volkolak de Vampiro Estrella Celeste de la Longevidad? ―Preguntó a sus espaldas observando como otro hombre salía desde las tinieblas, revelándose como otro espectro de rango alto, el cual también parecía complacido por el progreso de la misión.

―En eso estamos de acuerdo, Albert de Upyr Estrella Terrestre de la Causa. ―Respondió el Segundo espectro que aún conservaba su individualidad, observando como el antiguo suelo blanco de la nave se comenzaba a teñir de la sangre de los soldados y tripulantes de la nave.
―El señor Aatriox estará complacido con nuestro desempeño, ahora solo falta que pongamos esta nave al comando del Señor Hades…―Decía observando la matanza que habían provocado los ghouls a su mando.

―Aunque creo que perdimos un par de Espectros Poseídos. ―Mencionó observando como algunos de los espectros que habían traído habían sido despedazados, tornándose rápidamente en cenizas.

―No te preocupes, podemos hacer más, creo que manchamos el suelo de tanta sangre que creo que ya lo notaron. ―Respondió el espectro del Vampiro pasando su dedo índice sobre el suelo, únicamente para degustar el delicioso sabor de la sangre humana.
―Ahhh… exquisito, nada me levanta el ánimo más que el sabor de la sangre por la mañana, escucharon eso mis señores, tenemos más cadáveres para añadir a nuestro bello ejército. ―Murmuró mirando hacia el cielo, observando a un punto en específico, punto donde una estrella oscura brillaba en el cielo al lado de una aún más clara.

―Por supuesto que lo vemos Volkolak… ―Respondió Mortem observando en una esfera de oscuridad el espléndido trabajo hecho por sus espectros.

―Gracias por estas bellas ofrendas, ahora…―Somnium siguió comenzando a convocar el poder de las tinieblas, junto con su hermano imbuyendo el orbe frente a ellos con su energía divina.

―Déjenos ocuparnos del resto. ―Hablaron los dos al mismo tiempo, ocasionando que la estrella que flotaba por encima de ellos dejara caer hilos oscuros sobre los cadáveres que aún eran decorados en el suelo, apoderándose de sus mentes, de sus cuerpos... y de sus almas.

Aquellos que fueron asesinados nuevamente volvían a retorcerse, haciendo gemidos guturales, recuperando fuerza y regenerando las partes de sus cuerpos que habían sido devoradas, los espectros poseídos se detuvieron, levantándose junto a sus hermanos muertos, cuyas conciencias habían sido totalmente arrebatadas, para ahora ser parte del enorme colectivo que componía el enorme ejercito de Hades.

―Muy bien, ahora por qué no seguimos adelante, tenemos un súper carguero que conquistar. ―Pidió el espectro de Upyr acercándose con su ejército de marionetas caníbales hacia las compuertas selladas, junto a su compañero que era mucho más grande y fuerte que él, elevando su cosmos de sombras a un nivel aterrador.

―Déjame esto a mí…― Habló el Vampiro perforando las compuertas para comenzar a forzar el mecanismo abriendo las puertas de acero prácticamente sin ningún esfuerzo, dándole vía libre tanto a su compañero espectro como a toda la horda de Poseídos a su mando. ―Después de ti.

―Gracias Vol, ahora díganme… ¿quién tiene hambre? ―Preguntó el espectro que lideraba el asalto al Commonwealth sonriendo psicóticamente comandando a todo el ejército de Ghouls a seguir con la gran masacre.

Pasillo tras pasillo, desde la sala de máquinas, los comedores, salones, recamaras, e incluso el cuarto de mantenimiento de naves, todas las áreas de la nave fueron masacradas una a una, los gritos de dolor y desesperación, los tripulantes que cumplían todos una función específica en el súper carguero fueron asesinados uno a uno, devorados hasta que no quedó nadie más.
Hasta que cada esquina de la nave se llenó de sangre, hasta que cada camarote fue manchado y profanado, la única parte que quedaba era el puente de mando, donde el capitán y sus ayudantes se habían atrincherado junto con lo que había quedado de su personal militar, La Commonwealth no iba a caer en manos enemigas, el sistema de autodestrucción había sido activado en caso de que todo se fuera al quinto sexto, octavo y noveno infierno de dante… ya se encontrándose en el séptimo con todas las bajas de personal que habían tenido.
En una nave tan masiva como lo era esta sería imposible que hubieran matado a todos, pero en tan solo 2 horas todo el personal se encontraba muerto o tratando de sobrevivir, pero la mayoría ya había sido asesinada y convertida en Ghouls, algunos que aún sobrevivían debían seguir escondiéndose o luchando por sobrevivir, pero aunque ese fuese el caso, nadie más entraría o saldría de esta nave , no teniendo el armamento que tenía, los espectros podrían aniquilar con toda una colonia humana en este sistema solar y en los otros en cuestión de segundos.

Se llevarían al infierno a todos los intrusos, destruirían esta una de las naves más grandes del universo, solo para evitar que cayera en manos de los espectros…
La muerte sonaba mejor que dejar todo este poder de fuego en bruto en manos del enemigo.

Podían escucharlos, arañando la puerta, arremolinándose frente a las salidas de emergencia, gimiendo y gritando desde afuera como bestias hambrientas, dispuestos a devorarlos a todos. El puente de mando era el último sitio que no había sido contaminado.
Pero pronto esas puertas se abrirían podían escucharlos, no resistirían mucho tiempo más, no con esas bestias surgidas de la oscuridad forzándolas a abrirse.

Era el momento… tenían que destruirla para evitar que la nave cayera en las manos equivocadas, El capitán suspiró pesadamente, observando por última vez la foto de su familia, listo para tomar la decisión, cada persona dentro de la nave moriría…
Pero lo harían evitando una catástrofe peor.

―Neil, activa la secuencia de autodestrucción, si no salimos de aquí, fue un honor haber trabajado con todos ustedes…―Dijo acercándose al panel de control principal, donde el holograma del pequeño astronauta apareció, detrás de él sus soldados, segundos al mando, pilotos y copilotos se encontraban en la misma posición, agradeciendo haber podido trabajar con un hombre tan recto y pulcro como lo había sido su oficial al mando.

*El honor ha sido nuestro capitán.*Hablo la I.A., comenzando con los protocolos, sobrecargarían los motores de Teletransporte para que estos impresionaran compactando toda la nave para que creará una reacción en cadena que la hiciera estallar.
*Secuencia de Autodestrucción Activada, solo necesito que me otorgue las llaves, sus permisos especiales, capitán Robert, claves de seguridad y su huella digital…* Fue entonces que Robert asintió, quitando la llave que se encontraba en su cuello, junto con la de sus suboficiales, los cuales contaron hasta 3 para hacerlas girar al mismo tiempo.

―La clave de Seguridad es: 124578369…―Comenzó con la serie de números que conformaban la primera clave, para comenzar a calentar los motores de Teletransporte, escuchando como poco a poco las puertas eran abiertas a la fuerza por los espectros que comandaban este abrumador asalto a su nave.―La segunda es el nombre de mi esposa: Jessica…― las compuertas comenzaron a abrirse, dejando ver la enorme horda que se acercaban a ellos, el tiroteo comenzó nuevamente disparando a los cuerpos muertos que accedían al puente, tratando de destrozarlos con las balas y disparos de plasma de sus armas, tratando de darle tiempo a su capitán y a la I.A. para preparar la destrucción del Commonwealth.
―Y La tercera es el nombre de mi hija: Kimber…―Murmuró mirando a sus espaldas como lo último de su tripulación comenzaba a ser devorada, era una escena desgarradora, ver a los hombres y mujeres que trabajaron tanto tiempo con él siendo devorados, lenta y dolorosamente, algunos seguían luchando, logrando matar a varios Ghouls, pero eran docenas y docenas

*Claves de seguridad aceptadas… Ahora su dedo capitán.* Finalmente el último panel se abrió ante él, siendo única y exclusivamente una pequeña pantalla táctil con la forma de una huella dactilar, con la que se daría fin a esta pesadilla viviente.
*Ha sido un placer servir a su lado señor…*Dijo por última ocasión listo para acompañar a su capitán y a sus queridos compañeros hacia el infierno.

―Igualmente Neil… Igualmen… ¡AHG! Kgh…!―Justo cuando iba a pulsar la pantalla algo lo detuvo una sensación dolorosa que había atravesado todo su cuerpo, específicamente el pecho, observando como un puño sobresalía desde su caja torácica… era demasiado tarde.
―¡Ugh…!―Gimoteó escupiendo sangre sobre el tablero, siendo incapaz de terminar con la secuencia de autodestrucción.

―Lo gracioso de todo esto es que en verdad creyeron que dejaríamos que destruyeran la nave sin que nosotros hiciéramos algo al respecto. ―Murmuró su verdugo a sus espaldas, siendo Volkolak quien sonreía burlonamente levantando al hombre dolorosamente mientras que este poco a poco perdía sus fuerzas para luchar.

*Capítán… ¡Capítan Responda!* Pedía la I.A., con la esperanza de que se pudiera hacer algo, Neil no podía hacerlo él solo, una simple I.A. no tenía el poder de hacer todo esto sola, requería la ayuda externa del capitán y de la tripulación para poder hacerlo, necesitaba su último permiso para hacer estallar la nave, de lo contrario nada más podía hacer más que esperar a que los motores se sobrecalentarán hasta su máximo para que estos mismos ocasionarán la destrucción de todo el Súper Carguero, pero eso tardaría al menos un par de horas, tiempo que ocuparían para desacoplar dichos y alejarse lo más posible de la explosión..

― ¡Secuencia remota Neil! ―Exclamó con la esperanza de que el botón pudiera servir, apareciendo justamente en el tablero, el capitán alzó su brazo con toda la intención de aplastarlo y llevarse a todos con él al infierno.

*Activando la secuencia de autodestrucción manual. * Dijo dándole la señal de que era ahora o nunca de presionar dicho botón, pero algo lo detuvo, su brazo fue detenido al instante por la mandíbula de uno de los Ghouls que eran comandados por los Espectros mayores.

―¿En serio creíste que te permitiría alcanzarlo? Debes ser más estúpido de lo que creía. ―Preguntó observando como sus sirvientes al lado de él inmovilizaban sus brazos y piernas, comenzando a morder cada uno de sus músculos y tendones, comenzando a arrancar trozos enormes de piel.
―¿Quieres saber algo Capitán? Aunque ustedes hubieran podido lograr destruir esta nave, nosotros sencillamente habríamos ido por otra… y otra… y otra, hasta cumplir con nuestro objetivo. ―Le interrogó el vampiro comenzando a susurrarle al oído, comenzando a entrar en Shock, no solo porque estuviese perdiendo enormes cantidades de sangre, sino por qué el dolor que estaba experimentando en sus últimos momentos de vida era indescriptible, una agonía tan penetrante que haría llorar hasta el hombre más fuerte.
―Porque esto no se detendrá con la caída de una sola nave, nosotros no estamos aquí solo por un pedazo de acero, flotando en el espacio, estamos aquí por la gloría del señor Hades, esto solo acaba de comenzar, si cree que su sacrificio habrá valido algo, siento ser yo quien se lo diga, pero esto no este ni siquiera es el final, no existirá un final feliz para ninguno de ustedes, nosotros seguiremos y seguiremos, hasta que no quede nada más en el universo salvo oscuridad… hasta que solo quedemos nosotros reinando este universo como dioses, siendo nuestro señor, Hades quien los reine a todos. ―Agonía, terror, desesperación, angustia y una profunda sensación de ira fue lo último que el capitán Robert antes de que el espectro del vampiro le arrancará el corazón del cuerpo.

Dejándole el resto a los demás, levantándolo en el aire como un trofeo, para entonces comenzar a estrujará entre sus dedos, dejando caer el espeso y delicioso icor sobre su boca, bebiendo toda la sangre que aún contenía el órgano principal del capitán, bebiendo hasta la última gota, para finalmente deshacerse de él lanzándolo a un lado como si de basura se tratará.

―Muy buen trabajo Vol… ―Habló el espectro de Upyr caminando a su lado, observando todo lo que ambos habían conseguido, el señor Aatriox había sido sabio al enviar a sus comandantes más fuertes a apoderarse de la nave, gracias a su decisión y estrategias jamás habrían conseguido apoderarse de una de las naves más poderosas de todo el universo.

―No fue nada Albert… ahora el Commonwealth nos pertenece. ― La tripulación del Commonwealth había sido totalmente masacrada, los que aún seguían sobreviviendo morirían pronto, ahora solo quedaba una sola cosa por ase.

Habló el Holograma de Neil interrumpiéndolos al instante, ahora él le haría frente a los invasores, puede que no tuviera el poder de detenerlos físicamente, pero aún tenía la mayoría de los controles de la nave a su disposición.
*Los motores aún se sobrecalientan, explotarán en cualquier segundo y ustedes no lograrán ír a ninguna parte.* Amenazaba sentenciándolos a la muerte que su capitán les había impuesto.

―¿Que dice ese pequeño amigo? ― Preguntó Volkolak lamiendo la palma de su mano que aún tenía sangre manchando toda la superficie oscura de su guantelete.

―Dice que no nos dará el control de la nave―Respondió el Espectro de Upyr sin quitar su sonrisa maliciosa del rostro.

―¿Oh eso es cierto? Bueno siempre encontramos una forma de hacer cooperar, incluso si tenemos que ¡arran-CAR! algunas cabezas. ―Mencionó tomando la cabeza del capitán del súper carguero para que de un fuerte tirón fuese totalmente arrancada de su cuerpo, levantándola del cabello para mostrársela a la Inteligencia Artificial.
―Mis señores, hagan cooperar a esta I.A. Insolente. ―Pidió esperando a la respuesta de sus amos, no tardó mucho para que la cabeza recibiera una marca de estrella en la frente, sin un cuerpo del que regenerarse moriría en cuestión de segundos, pero eso no importaba, lo único que necesitaban era la información que residía en su cabeza, lo demás serviría como alimento para Ghoul.

El único ojo que no había sido arrancado de su cabeza comenzó a moverse, los labios que habían sido arrancados a la mitad junto con su mejilla comenzaron a moverse nuevamente y los pensamientos regresaron a él, solo que ya no le pertenecían, ahora eran parte del colectivo que componía un todo, un todo que al igual que la voluntad de miles había sido suprimida por el dios Hades y sus fieles consejeros de guerra.

―Desactivación… total de la… I.A… y eliminación total…―Habló el remanente de la cabeza del Capítán, obligando a la inteligencia artificial al obedecer sus órdenes.

*Protocolo de desactivación y eliminación de I.A. en proceso.* Habló Neil siguiendo las órdenes del Capitán Robert, el protocolo de la Inteligencia artificial era seguir todos los comandos del capitán, sin importar cuales fueran, incluyendo la auto destrucción de la misma y de todas sus bases de datos…
*No esto está mal, ustedes no pueden hacer…* Decía Neil tratando de evitar su destrucción, pero su programación lo obligaba a obedecer órdenes sin cuestionar, pues una inteligencia artificial siempre estaría atada a un dictamen imposible de ignorar o ir en contra.
*Por favor Introduzca las claves de Seguridad* Pidió nuevamente perdiendo su libertad ante el código por el que había sido concebido.
*No… ¡No pueden hacer esto! Están cometiendo un grave error, esto va en contra del protocolo de la O.R.I.*Trataba de dialogar con ellos pero los espectros no estaban dispuestos a escuchar… solo querían tener el poder absoluto de este barco interestelar.

―La clave de Seguridad…124578369…― Habló la cabeza del Capitán como lo había hecho antes, pero ahora solo siguiendo ordenes, al igual que Neil, siendo controlado por una fuerza más allá de él. ― Segunda clave: Jessica…― La I.A. Recibía la información comenzando a borrar su propia data, comenzando a borrar sus propios recuerdos, sobre su capitán sobre su tripulación, sin poder negarse o evitar lo que sucedía, solo podría obedecer.
― La tercera clave: Kimber…― Con la última Clave La IA estaba lista para borrar todos sus datos, incluyendo sus protocolos de ataque y defensa así como los de navegación, desde el primer hasta el último recuerdo, incluyendo los controladores de los motores, que comenzaron a apagarse junto con la vida de la I.A.

*Introduzca su huella digital* Solo quedaba un último paso para borrar todos sus datos y ese era, utilizar el dedo del Capitán, este protocolo solo debía activarse cuando la I.A. Había sido comprometida y ahora el mismo estaba sirviendo para entregarles el Súper Carguero en bandeja de plata al ejercito de Hades.
*¡No, deténganse, no! *

―Lo siento pequeño hombre del espacio. ―Mencionó Alfred tomando el cuello de uno de sus Ghouls con la mano derecha, para con la izquierda romperle la mandíbula y extraer de sus putrefactos dientes el dedo índice del capitán. ―Pero tu nave ahora nos pertenece. ―Dijo limpiando la pantalla de sangre presionando el dedo contra la pantalla finalizando el proceso.

*¡No, No, NOOOOOOOOOOOOO000000ooooo…!*La desesperación de la I.A se escuchó por toda la nave, que aún dejaba sonar aquella canción que el comandante de la nave había pedido, antes de que todo volviera al silencio, con las notas finales de la Habanera
*Desactivación y eliminación de I.A. completada, Hasta Pronto, Capitán Robert…* Dijo Neil una última vez antes de que su voz, junto con las miles de almas que habían estado en el Commonwealth se silenciará para siempre, en el oscuro y frío vacío del cosmos.

Volkolak sencillamente se deshizo de la cabeza del capitán que comenzó a desvanecerse entre sus tristes cenizas que aún dejaban escapar lágrimas de arrepentimiento por no haber podido evitar esta desgracia a nivel universal.
Habían fallado, ahora su nave le pertenecía al dios por el que esta desgraciada guerra había dado comienzo y ya no podían hacer nada para evitarlo.

―Felicitaciones, ahora tenemos todo un súper carguero solo para nosotros. ―Decía el espectro del Vampiro satisfecho con el trabajo del día de hoy, sin duda el señor Aatriox estaría más que complacido con el desempeño de ambos.
―¿Ahora que sigue Albert? ―Interrogó mirando hacia las estrellas al igual que su compañero, quienes buscaban un objetivo para aprovechar todo el poder de fuego de la Commonwealth.

―Hummm, buena pregunta Vol. ― Murmuró sonriendo, fijando sus ojos en un solo objetivo, Recclaimer, un planeta con más de 50 trillones de habitantes, una ofrenda más que digna para su señor: Hades.
― ¿Por qué no probamos que es capaz de hacer nuestro nuevo juguetito? ―Dijo comenzando a reír junto con su compañero, esta sin duda sería una matanza que quedaría para el recuerdo de toda la humanidad.

―¡Me encanta como suena eso! ―Declaró Volkolak, entre carcajadas, mientras ambos observaban a su objetivo, riendo y riendo, mientras que, a sus espaldas, su ejército terminaba de devorar lo que quedaba del personal de la nave, quienes ahora se levantaban como Ghouls.

Tenían el súper carguero y con él tenían cientos de naves más, tenían a todos los ingenieros, pilotos, incluso a la tripulación que servía en un área específica de la nave, este sin duda era un comienzo glorioso para la batalla estelar más grande que la humanidad hubiese visto y había comenzado con: La Caída del Commonwealth.

Caballeros del Zodiaco: Guardianes del Universo.
Libro 2: El Reino de Hades.
Capítulo 21:
La Misión; Los Árboles del Inframundo.

Ground control to Major Tom… Ground control to Major Tom.
Take your protein pills and put your helmet on.~

Una nave solitaria vagaba a la distancia, alejándose aún más del planeta Ninbus 6, después de haber pasado el planetoide de Alfa, el cual estaba compuesto un 99% de agua y más allá del enorme planeta vecino, cuyos gigantescos anillos compuestos de asteroides cuya gravedad mantenía flotando alrededor de su eje, en medio de su polo norte y sur.
Después de haber recorrido una distancia enorme a los muchachos seguía impresionándoles que Ninbus no solo no fuese un planeta grande sino que su luna y el planeta en sí fuesen solo otra luna del conocido por todos, Delta 19.
Sencillamente una visión magnifica de lo que suponía el viaje interestelar.

(Ten) Ground control (nine) to Major Tom, (eight, seven)
(Six) Commencing countdown (five), engines on. (four, three, two..)
Check ignition (one), and may God's love be with you.
(Lift off) ~

Más aún que Delta tuviera kilómetros y kilómetros de ancho y largo, habían pasado al menos 2 horas navegando por sus fronteras y a penas veían fin al cuerpo celeste hecho de rocas, cuya gravedad creaba su enorme extensión compuesta de millones, sino que trillones de asteroides que componían sus cinturones.

This is ground control to Major Tom. You've really made the grade!
And the papers want to know whose shirts you wear, now it's time to leave the capsule if you dare!

Como niños descubriendo un nuevo mundo estaban maravillados todo el universo ante la ventanilla de la cabina y de las demás que se encontraban colocadas estratégicamente en la nave y en sus habitaciones compartidas, junto con sus compañeros, sin duda la vista era espectacular, algo como esto más bien parecía un viaje de vacaciones alrededor del universo conocido que una misión por detener los planes del Dios Hades.
Por qué muchos sino era que la mayoría habían vivido toda su vida en el Planeta Ninbus, ahora se estaban alejando del planeta.
Todo lo que amaban y conocían estaba quedando atrás, mientras que ellos se alejaban de todo eso, hacia fronteras mayormente desconocidas para todos ellos, para proteger el universo de la amenaza que ahora se cernía sobre sus hogares.

Preparados para todo y al mismo tiempo para nada de lo que se enfrentarían próximamente.

This is Major Tom to ground control, I'm stepping through the door and I'm floating in the most peculiar way, and the stars look very different today.

Una vez se alejaron del territorio de Delta comenzaron a ír más profundo en el sector galáctico, observando los demás planetas que componían el sistema solar, algunos ya se encontraban muy lejos de su alcance de visión, pero otros pasaban cerca del límite conocido por ellos en Ninbus.
Por supuesto trataron de sacar la mejor parte de dichos cuerpos celestes antes de que el movimiento automático de la nave los llevará más lejos de su campo de visión.
Por supuesto el camino comenzaría a volverse un tanto monótono pues apenas llevaban un par de horas de vuelo y ya habían visto la mayoría de los planetas que tenía su sistema solar.
Pero aun así muchas preguntas quedaban sin responder, como: ¿A dónde iban, que es lo que harían y cuál sería el papel que ellos desempeñarían en esta misión?

Pero ni los pilotos ni la persona que los acompañaba les decía mucho a cerca de su misión tan solo, se mantenía en silencio reportando cada 20 minutos sobre ciertas correcciones de rumbo, pero por lo demás… sencillamente dejaban que los muchachos se relajarán en su viaje hacia lo desconocido.

For here am I sitting in a tin can, far above the world, planet Earth is blue, and there's nothing I can do.

Seinma por su lado se mantenía tranquilo, desde que despegaron desde hacía al menos unas 5 horas observaba el camino con suma fascinación, ver el vacuo universo de esta forma lo alegraba y lo aterraba por partes iguales, pensar en que detrás de estas paredes de acero se encontraban kilómetros y kilómetros de nada absoluta lo hacía sentir una extraña sensación de… vértigo y tal vez miedo, pero el miedo no era algo que definiera al caballero Pegaso… O por lo menos no de la forma en la que muchos lo percibían.
Su valor y determinación sin lugar a duda eran las cosas que más lo definían como caballero, pero mientras los demás estaban totalmente maravillados por estar en el espacio exterior él se mantenía en silencio, observando como Ninbus había pasado de ser una enorme esfera azul y verde a un pequeño punto azul que poco o nada era divisible ante sus ojos.

Cosa que causaba una enorme sensación de nostalgia, ciertamente provocada por… bueno la enorme distancia que habían recorrido, estaba demasiado lejos de casa y aún así se sentía tan cerca, pese al titánico recorrido hecho.
Tal vez se lo estaba pensando mucho, o tal vez era la canción que Benjamín había puesto en los alto parlantes, pero ya estaba empezando a extrañar su hogar.

―¿Que sucede Sein, por qué tan callado? ―Preguntó una persona a su lado, llamando su atención por su tono y el cómo su voz era amortiguada por un artefacto ligero de plata, sabía que era su querida compañera: Mary.

―¿Oh? Hola Mary, no te ví, cuanto tiempo llevas allí. ―Preguntó el caballero de Pegaso Sonriendo a su compañera, justo cuando necesitaba a alguien que le ayudase a distraer su mente de todo este viaje hacia fronteras desconocidas para él.

―Llevó aquí un par de minutos, tú has estado allí desde que empezamos el vuelo. ―Mencionó la amazona del Águila caminando hacia él, para sentarse a su lado.

―¿Ah sí? No me había dado cuenta. ―Dijo desviando su mirada hacia afuera, observando el infinito vacío oscuro del espacio exterior de cierta forma a ella también le aterraba, podía notarlo en la forma en la que hablaba y se veía, Mary nunca se había visto tan tímida en ninguna otra situación… Salvo cuando llevaba ropa casual, en esos momentos parecía otra persona.

―Sé que te sucede algo, ¿que tienes? ―Interrogó ella colocando su mano sobre la de Seinma, sin duda ella también se sentía insegura, pero a su lado las cosas parecían ser más llevaderas.

―No estoy seguro, siento que extraño mi hogar. ―Comentaba Seinma siendo lo más honesto posible con su primera compañera en esta gran aventura.
―Pero a la vez estoy preocupado por Seika, por mi hermano y… bueno por todos en Ninbus. ―Añadió pensando en sus amigos de bronce que se encontraban en palestra, en su compañera recurrente a la que había aprendido a querer: Shira, Genki su mentor, en la directora Arkhamira… en Sora… pero por sobre todo en su querida hermana mayor: Seika y en su amada Diosa: Sariah.

―Estoy segura de que todos estarán bien, el santuario se encuentra allí, los Caballeros Dorados no dejarán que nada le pase a Seika ni a toda la gente de Ninbus, no si ellos tienen algo para hacer al respecto Sein. ―Mary trataba de asegurárselo, pero ultimadamente, nada en este mundo parecía ser seguro, todo era incierto teniendo a un ejército tan ruin y despiadado como lo era el de Hades.

―Sí tienes razón Mary…―Murmuró Seinma sonríendo levemente, a veces lo que se necesitaba para levantar a un espíritu en crisis, era asegurarle que todo estaría bien, a pesar de que fuese el caso contrarío.
―Es solo que, siento que debimos quedarnos, esa cosa no me causa confianza dejar todo con esa cosa tan cerca de Casa. ―Mencionaba pensando en el Qliphoth, a nadie le causaba ninguna seguridad dejar una criatura tan errática y destructiva como esa, sin embargo, la misión que se les había encomendado era el dirigirse a otros sectores de la galaxia a combatirlos en lugar de empezar con el que se encontraba cerca de su patrimonio.

―Lo sé, pero como te digo, los caballeros dorados se ocuparán de eso, trata de tranquilizarte después de todo es la primera vez que viajo fuera de Ninbus. ―Decía la joven amazona sonriendo debajo de la máscara, recordándole que este también era la primera vez que salían del planeta… Y consecuentemente del sistema solar.

―Jeh yo también, de hecho, nunca salí del planeta hasta ahora, es un poco… aterrador. ― Dijo Seinma riendo tranquilamente, era verda que en tiempos de necesidad una mano amiga siempre era muy bien recibida.

―Lo es pero… me reconforta que de todas las personas seas tú quien esté conmigo en este viaje. ―Decía Mary genuinamente felíz de que su mejor amigo estuviera a su lado. Por alguna razón, mientras él estuviera a su lado, el miedo parecía una cosa insignificante, no había barreras que ella no pudiera romper estando al lado de su compañero.

―También yo Mary. ―Respondió Seinma tomando con cuidado la mano de Mary, aunque al percatarse de que su cercanía se había vuelo aún más personal, Seinma se sonrojó casi al instante.
― Ehhh… deberíamos ir a ver cómo están los demás muchachos, ¿no crees? ―Comentó apenado rascándose la nuca nerviosamente.

Mary Solo pudo atinar a suspirar decepcionada, no esperaba que algo más sucediese en aquél intercambio, tan solo esperaba que dicho no tuviera una conclusión tan abrupta y poco satisfactoria.

―Sí… claro Sein…―Susurró Mary levantándose de su asiento, él entendía que algo había dicho y hecho para molestarla, pero en verdad trataba de evadir el tema… pues comprendía que este no era ni el lugar ni el momento para hablar sobre; "eso", tan solo esperaba que ella también lo comprendiera.

El cacallero de bronce y la amazona de plata caminaron por los pasillos de la nave de transporte, dirigiéndose hacia el puente de mando, el cual tenía a la mayoría de los herederos, los cuales seguían admirando las rarezas del espacio.
Al verlos llegar Danny se alegró pues quería mostrarle a Seinma todas las fotos que había hecho durante el viaje desde Ninbus hasta este momento.

―Hola muchachos, ¿como les va, esto es genial no lo creen? ―Preguntaba la joven Andrómeda emocionada por este excelso viaje y se notaba, su expresión de alegría no podría ser ignorada aunque quisierán.
―Acabo de tomar 1600 fotos de nuestro viaje y aún me quedan 200 terabytes de memoria para más. ―Comentaba revisando su celular, el cual apenas tenía la cantidad de memoría que solía tener.

―¿Te gastaste 300 Teras de memoria en solo 5 horas? ―Interrogó Johnathan sorprendido de que ella hubiera sido capaz de gastar la mayor parte del disco duro de su celular en fotos, aunque también debía estar consciente de que ella debía al menos tener todos los capítulos de sus animes favoritos guardados en su celular.
―Wow, de verdad estás emocionada Bebé…―Comentó acariciando su cabeza con orgullo fraternal, mentiría si dijera que ´le no estaba emocionado también… pero la que más lo demostraba era su pequeña prima.

―¡Lo estoy!―Respondió Danny sonriendo dulcemente, para entonces cambiar su expresión de alegría a una de molestia.
―Y no me digas bebé… ―Comentó observándolo fijamente, nada daba más miedo que los ojos inocentes de jovencita tan dulce se tornarán en una mirada asesina.

―Je je jeh, sí… de cualquier forma, me alegra haber salido finalmente de Ninbus, ahora espero que lleguemos a nuestro destino pronto. A donde quiera que sea que nos dirigimos…―Comentaba John recargándose sobre uno de los muros de acero, pensando en el destino al que se dirigían, tenía tantas ganas de machacarle el rostro a alguien con el puño que ya estaba comenzando a contar los minutos.

―Estoy seguro que será a un planeta invadido por los Qliphoth, aunque aún no tenemos mucha información de cómo destruirlos, aunque en este tiempo ya debieron haber encontrado un método para lograr debilitarlos, espero que lo hayan encontrado por qué de lo contrario será trabajo nuestro… lo cual será aún más complicado. ―Shinryū divagaba pensando en lo que sucedería una vez desembarcarán la nave, muchas cosas podían suceder, algunas que sencillamente parecían ser imposibles de concebir, como ser carne de cañón, lo cual sería una enorme tragedia para todos ellos se viera donde se viera, haber entrenado hasta casi desfallecer habría sido un desperdicio tremendo de potencial.
― ¿Que opinan ustedes chicos?

―Opino que debemos esperar antes de sacar conclusiones Shin…― Respondió Ben tratando de calmar los salvajes pensamientos de Shinryū abalanzándose contra su cerebro.

―Oh, es verdad, disculpen… es solo que también estoy emocionado por esta aventura. ― Comentó apenado, él al igual que la mayoría de sus amigos estaba feliz de estar aquí, aunque de cierta forma aterrado por saber cuál papel desempeñarían en su primera misión real.

―Te entendemos Shin. ―Respondió Ben sonriendo levemente.

No se le notaba a Benjamín por su nula expresividad a la hora de mostrar sentimientos complejos, pero físicamente se le veía más relajado, menos tenso y por ende más feliz de estar aquí con sus amigos en una nueva aventura, pese a lo funesto que todo esto significaba, era la primera vez que viajaba junto a sus amigos por el infinito espacio.
Además algo que lo delataba era la canción que había puesto, esa sin duda era una de sus favoritas en su lista de reproducción personalizada.

―Además estos trajes espaciales que nos dieron son geniales, mantienen el calor corporal, se adecuan perfectamente al cuerpo, no son incomodos, son ligeros y bes como si no lleváramos nada puesto. ―Comentaba Shinryū moviendo sus brazos y piernas con completa libertad, exponiendo sus cualidades físicas frente a todos.

Él al igual que todos los Guardianes presentes poseían un traje de color azul grisáceo, que se acomodaban perfectamente a la complexión corporal como a cada parte de sus cuerpos, demarcando las partes de sus músculos entre los brazos, los hombros, los muslos y piernas, teniendo especial cuidado protegiendo tanto sus partes privadas, como las marcas de su género,
Lo que se traducía a que los chicos tenían más protección en la entrepierna y para las chicas poseían una remarcada protección en el área del pecho, ambos diseños teniendo especial cuidado en proteger las rodillas, codos o el trasero, estos estaban hechos de una aleación de tejido sintético, capaz de ser tan ligero como una pluma, tan resistentes como una viga de acero sólido y tan cómodos como tela hecha de algodón.

Teniendo especial cuidado en mantener el calor corporal ante las extremas temperaturas bajo cero del espacio y en la planta de los pies se tenían puestos magnetos que se activaban o desactivaban dependiendo de si la gravedad se encontraba activada o desactivada, perfecto para caminar dentro o fuera de la nave.
Por supuesto en la espalda se tenía una pequeña Mochila, que desplegaba un casco espacial en caso de emergencia si el oxígeno estaba por el mínimo requerido para mantener con vida al usuario se acoplaba automáticamente en la cabeza, teniendo un par de horas de oxígeno en el traje.

Considerados una segunda Piel ya que apenas podía sentirse puesto, además de que podía considerarse poco práctico al resaltar ciertas partes del cuerpo humano.

Además de ser extremadamente práctico a la hora de ír a hacer sus necesidades básicas, pues poseía en su interior un catéter especial que desechaba los residuos orgánicos en bolsas especiales de basura, para que no hubiera necesidad de bajarse los pantalones al momento de ir al baño en el espacio.
Estos trajes estaban destinados especialmente solo para el uso Militar Espacial Autorizado y se ajustaban al cuerpo del usuario con el presionar de un botón.

Cómodos, prácticos y herméticos, trajes de primera calidad para soldados al servició de la U.R.E.

―Uh… claro…―Murmuró Seinma tratando de evitar la obvia mención de: "No llevar nada puesto" pues si de eso hablaba, todos sus compañeros estaban prácticamente desnudos frente a él, aunque el hecho de que ya los había visto desnudos a todos en las duchas ayudaba a que esto no se volviera incómodo para todos.

―Y tú Ki, ¿Que opinas de todo esto? ―Preguntó Danny al integrante más reciente del equipo el cual, compartía menos palabras con ellos cinco que el propio Benjamín o que la sutíl Mary.

―Me siento emocionado y un poco asustado como ustedes, pero estoy feliz de poder acompañarlos en esta aventura chicos. ―Respondió Kiva sonriendo apenado, aunque de cierta forma se había infiltrado en el equipo, nadie puso ningún pero a su integración, de hecho le había sorprendido más que aceptarán llevarlo consigo en esta aventura por el universo.
―De verdad, es… como un sueño hecho realidad.

―Me alegra que te diviertas Ki. ―Mencionó la joven Andrómeda sonriéndole al caballero del Caballo menor, posando su mano sobre su hombro, haciendo que se sonrojara por el tacto.

―Y a propósito, ¿que en el espacio no hay gravedad? ¿Por qué no estamos… flotando por todos lados? ―Preguntó Seinma remarcando lo que se le hacía más curioso de toda esta situación era que las cosas y en especial ellos estuvieran aún pegados al suelo.

―Eso es gracias a la gravedad artificial de la Nave. ―Respondió uno de los pilotos, que había estado escuchando la conversación, tal vez no lo hubiera hecho si ellos no hubieran tomado el puente de mando como lugar de reunión para todos ellos, pero debía ser consiente en que la mayoría seguían siendo niños que no superaban los 16 años y que la mejor vista hacia la inmensidad del cosmos se encontraba en el puente junto con la cabina, donde podían ver todo el universo en su vasta majestuosidad desde las ventanillas desde y el parabrisas principal.
―Estando encendida es como si estuviéramos en el planeta Ninbus, o en cualquier otro mundo con una atmosfera sustentable, aunque la podemos apagar para ahorrar energía. ―Comentó levantando su mano hacia el Botón de la gravedad artificial apagándolo, haciendo que un leve ruido se escuchará por toda la nave, ocasionando que todo lo que no estuviera guardado o sujeto por algún imán comenzará a levitar ante la falta de gravedad
―Así tendremos suficiente para el viaje de ida y vuelta. ―Dijo retomando el mando de la Nave, siendo asegurado en su asiento por los cinturones de seguridad que iban desde sus hombros y cadera hacia su pecho.

Los 6 caballeros pudieron sentir casi al instante el cambio de gravedad o mejor dicho. La falta de la misma, el cabello de todos comenzó a perder su forma definida por el estilo de cada uno para comenzar a ser una marea de hilos que se movían sin control y por inercia ante el movimiento de sus dueños.
Ahora Danny podía comprender por qué la amable señorita de la aerolínea espacial les pidió a todos que, si no iban a cortarse el cabello se lo amarrarán antes de subir, después de un tiempo esto se volvería muy incómodo.

Pero mientras tanto querían disfrutar la experiencia, siendo Johnathan quien por supuesto tomó la iniciativa despegándose del suelo de un pequeño salto para acto seguido sostenerse del techo para después impulsarse hacia adelante adoptando una pose de vuelo que recordaba a la de un súper héroe.

―Vaya esto es genial, es como volar. ― Comentó el caballero Pegaso, observando a sus compañeros flotando a su manera, John solo quería lucirse haciendo acrobacias en el aire, mientras que Danny iba de allá para acá moviéndose como si estuviera nadando como una serpiente, solo que no lo hacía en realidad, solo saltaba de un muro hacia el otro, haciendo como que estaba nadando.
―Ja ja ja, esto es increíble.― Añadía observando a Shinryū moviéndose por toda la nave sujetándose de una pared a otra, moviéndose ágilmente por la nave disfrutando del paseo, Benjamín solo se mantenía allí sujetando su cabeza entre sus manos, cruzando sus piernas, casi como si estuviera acostado en una agradable cama.

―Sí, miren esto. ―Dijo John haciendo girar su cuerpo en el aire, hasta detenerse en la pared frente a él, colocando sus manos para entonces volver a impulsarse hacia atrás, disfrutando de la experiencia que era volar sin alas, viajando por el universo, hacia fronteras desconocidas para ellos.

―Vaya John eso fue genial. ― Decía Seinma haciendo lo mismo que su compañero, pero ahora con una posición más relajada, había visto esto en videos de internet pero experimentarlo en la vida real era algo completamente diferente y único.
―Ahora Observa…―Dijo comenzando a girar varias veces en el viento imitando poses de sus súper héroes favoritos, sin duda él también se estaba divirtiendo mucho, aunque lo único que no era divertido es que después de un par de piruetas él comenzará a marearse.

Había escuchado que no existía ni arriba ni abajo en el espacio, pero si no fuera por qué veía a los pilotos en la cabina juraría que en la posición que había terminado era abajo.

―Bueno… al menos ustedes se divierten… esto está comenzando a marearme. ―Mencionaba Mary aferrada a uno de los soportes de la Nave, puede que a los demás les estuviera gustando, pero ella se sentía aterrada de la sensación de flotar indefinidamente sin un suelo en donde detenerse.

―Tranquila te tengo, es un poco complicado en realidad pero creo que nos acostumbraremos a esto luego. ―Dijo el caballero Pegaso tomándola del brazo para ayudarla a permanecer en un sitio, haciendo que se sintiera segura al menos en lo que reactivaban la gravedad.

―Eso espero Sein. ―Murmuró la amazona del águila aferrándose al brazo del caballero Pegaso, esto sin duda la estaba aterrando.

―Me alegra que se diviertan, aunque no se acostumbren estamos a punto de llegar a nuestro destino, por lo que les recomiendo que se preparen están a punto de viajar a otra galaxia colonizada.― Comentó el segundo Piloto corrigiendo el curso, dirigiendo la nnave hacia un punto en específico en este sector.

―Esa es la parte que sigo sin comprender bien, ¿por qué estamos yendo a otra galaxia? ¿No pudimos simplemente haber tratado de destruir los Qliphoth y después seguir con el resto en los demás sectores?

―Pegaso, deja de pensar lógicamente. ―Ordenó el capitán de la nave manteniéndose de pie en su lugar gracias a los imanes en sus botas.

Él que bien podía considerarse como el líder de la misión al llevar a estos muchachos hacia su destino, aunque si era totalmente honesto no podía creer que este grupo de niños sería la esperanza del mundo, esto más bien parecía un viaje de campo más que una misión de combate, si no fuera porque la directora de palestra dio un testimonio fiel y digno del poder que ostentaban cada uno de estos muchachos de los que estaba seguro que la mayoría no tenía edad para beber o conducir.
Jamás habría aceptado en llevarlos a ninguna parte en su nave ni en un millón de años, incluso aunque fuese una orden directa de la directora Asami Kido.

―Además, los Britanicos tienen una hermosa tradición de querer valerse por sí mismos. ―Dijo el Primer piloto encendiendo su radio, así como la señal de su vehículo para que fuesen localizados y reconocidos.

―Además ¿quiénes somos nosotros para impedírselos? ―Preguntó el Segundo piloto, observando el radar y la frecuencia que su nave era emitida, todos los sistemas estaban en orden por lo que no serían tomados como una amenaza apenas llegaran al territorio Aliado.
―Si las armas pesadas y los cañones de plasma no terminan funcionando asumo que entonces les pedirán ayuda a ustedes. ―Dijo mirando hacia sus espaldas, riendo jocosamente ante el comentario, aunque en realidad a ningúno de los Guardianes le pareció gracioso, más teniendo en cuenta la gravedad del asunto.

―Huh, espero ese momento con anticipación. ―Declaró John mirando brevemente a los pilotos, antes de regresar a sus trucos acrobáticos.

―¿Entonces por qué no…?

―Escúchame Pegaso, sé que tienes buenas intenciones pero oye bien esto que tengo que decirte: ―Interrumpió el Capitán dándose media vuelta para ver a los caballeros de Bronce y plata, quienes observaban al capitán con la misma curiosidad que su compañero de bronce.
―El orgullo puede ser mucho peor que la arrogancia, créeme no cerras saber cuántos han muerto por simple orgullo y cuantos seguirán muriendo por ello. ―Con eso dicho hubo un silencio abrumador que solo fue interrumpido por el aclarar de la garganta de uno de los pilotos.

―Ok…―Murmuró Seinma sintiendo un enorme vuelco en el estómago, así como una enorme sensación de decepción y tristeza, ¿en verdad había países y representantes tan orgullosos que estaban dispuestos a dejar morir a su población por simple vanidad? Se negaba a creerlo, pero… hasta este punto en la vida no estaba totalmente seguro de querer conocer la respuesta.

―Por eso te dije que dejarás de pensar lógicamente. ―Respondió dándose media vuelta de nuevo, para encarar al objetivo hacia donde se dirigían, en verdad amaba las naves de esta época, podían acortar trillones de kilómetros de distancia en solo un par de horas.
―Mejor observen allá, allí es a donde nos dirigimos. ―Dijo atrayendo a todos los jóvenes guerreros a él para que observarán un punto en la distancia… o mejor dicho una cosa…

Les tomó mucho tiempo discernir que era, desde la distancia parecía una estructura peculiar, parecía el cañón de un arma muy grande como un rifle pesado o una escopeta por lo que podían suponer que era la parte superior, pues esta estaba casi en su totalidad era larga y liza, a excepción de otra estructura que sobresalía casi desde el medio que parecía una montaña pequeña, la parte inferior era un extraño trozo de metal que sobresalía desde abajo casi al inicio de la estructura, que también parecía otra montaña pero un poco más robusta y grande, esta conectaba con toda la pieza de acero y consecuentemente se conectaba a un motor que casí parecía actuar como el cuerpo de la nave completa pese a que ese no fuera el caso.
Para finalmente acabar en una punta que parecía ser hueca, donde sobresalían varias antenas y lo que suponían eran cañones más pequeños
Mientras que del otro extremo podían ver un brillo azul que solo podían suponer eran los motores donde salía una gran flama azul.

Pero si eran totalmente Honestos no sabían que rayos estaban viendo.

―¿Eh? ¿Qué es eso? ―Preguntó Seinma arqueando una ceja totalmente confundido de la cosa que estaba viendo.

―Parece… eh… no sé qué parece en realidad, se ve un poco extraño. ―Danny trataba de explicarlo, pero su forma poco definida la hacía cuestionarse la razón de su diseño, no podía ser una estación espacial, pero tampoco una nave convencional, era demasiado grande para serlo.

―Parece el barril de una escopeta XXR3-12, o un enorme cañón electromagnético, o un super carguero clase Exodus con un cañón de energía integrado. ―Comentó John llamando poderosamente la atención del capitán y los pilotos, quienes lo observaron sorprendidos por la información que había dado, cosa que también lo hizo observarlos percibiendo en sus miradas de sorpresa una confusión de donde obtuvo dicha información por lo que tuvo que responder rápidamente.
―Juego muchos juegos de guerra…―Dijo aclarando sus dudas, eso tenía aún más sentido, muchas de las naves de esos juegos estaban basados en estructuras de combate reales.

―Ya veo… ―Comentó el capitán de la nave casi de modo irónico.

―A mí me parece un puro gigante. ―Murmuró Benjamín en un intento de darle forma a algo que claramente era difícil de explicar al contemplar con sus propios ojos.

―Sí algo así, aunque no parece tan grande que digamos… es muy pequeño para ser una nave. ―Decía Seinma confundido, si allí se dirigían no parecía la gran cosa, apenas podría caber en la palma de su mano o posiblemente era del mismo tamaño que la nave de transporte en la que iban.

―Es por qué la está viendo desde la distancia, de hecho, si lo podemos ver desde aquí entonces ya deben darse una idea de lo inmensa que realmente es, deja que nos acerquemos un poco más para que vean lo grande que es en realidad. ―Dijo dando la orden a sus Pilotos de seguir acercándose más, para que todos pudieron verla en todo su esplendor.

La Nave de transporte comenzó a acercarse lentamente y lo que parecía ser una nave pequeña comenzó a hacerse más y más grande, hasta finalmente estar frente a frente con la titánica estructura de Acero.

No era una estación espacial, pero tampoco era un súper carguero, eran ambos a la vez, era un crucero interestelar gigantesco, más grande que una ciudad, o tal vez un continente entero, al estar tan cerca apenas podían decir donde comenzaba y donde finalizaba, hasta haciéndolos pensar que era del tamaño de una luna pequeña, la mitad de grande de lo que se supone que debería ser Alfa, pero lo suficientemente grande como para abarcar la mitad del planetoide.
No se veía muy aerodinámica, pero lo que perdía en versatilidad lo compensaba con imponencia.
Los seis muchachos estaban totalmente impresionados, esta nave era inmensa, a u lado naves más grandes como las Exodus o los Súper Cargueros Convencionales eran pequeños a comparación.

Fácilmente era como si hubieran puesto 300 naves Exodus o 4 súper cargueros juntos formando este resultado, lo cual no dejaba de impresionarlos.
Era una maquinaria tan pesada y refinada que fácilmente podía aplastar a cualquier crucero interestelar de la más alta tecnología.
Seinma y sus amigos no podían despegar sus ojos de la inmensa nave.
Al mirar a su alrededor podía ver aún más naves entrando y saliendo, de la titánica estructura, naves que eran mucho más grandes que la que viajaban, aun así no eran suficientemente grandes como para igualar el tamaño del súper carguero frente a ellos y aún no estaban cerca de llegar a la bahía de naves.

Lo cual causaba una enorme sensación de vértigo en todos los jóvenes caballeros, sin duda lo que estaban mirando si no era una de las grandes maravillas hechas por la humanidad entonces no sabían que estaban viendo exactamente.
Fueron acercándose poco a poco percatándose de todas las bahías de naves que este enorme, al menos podían contar kilómetros y kilómetros de largo.
Contando al menos 6 Hileras de las mismas tanto del lado izquierdo como el derecho específicamente más grandes o pequeñas, pero todas cumplían la función de guardar las naves tanto de combate, transporte, carga o evacuación en ciertos puntos específicamente para ellos..

Dirigiéndose a la bahía de en medio, donde las naves de transporte se guardaban y recibían para recibir mantenimiento, repostaje de combustible, reparaciones, limpieza, agregar la bitácora de viaje al registro de entrada y salida, etc.

Estando lo suficientemente cerca de la bahía de aterrizaje el piloto de la nave hizo contacto con el puente de mando, para solicitar el desembarco al Súper Transporte de la U.R.E.
Cuyas letras estaban grabadas en letras enormes a un lado de la nave.

―Control del Súper Transporte, aquí el comandante Peterson de la nave de transporte Falcon Alpha-12, solicitando autorización para ingresar a la bahía tres, número de confirmación 2735-7894 esperando confirmación, cambio. ―Pidió el Oficial de la nave de transporte acercándose lentamente, mientras los cañones cinéticos y de energía que cuidaban la entrada se fijaban en el pequeño navío de transporte alerta de cualquier movimiento en falso.

― Recibido Falcon-12, ¿llevas carga o transporte? Cambio. ―Preguntó el interlocutor del super carguero verificando los datos que le habían sido concedidos.

―Transporte, 6 personas incluyendo cargamento especial, cambio. ―Habló observando como los cañones dejaban de apuntar a ellos dando vía libre a la entrada del Súper Carguero.

―Recibido Falcon-12. ― Respondió el interlocutor, haciendo una pausa de un par de minutos para hacer los ajustes necesarios y buscar una zona de desembarco adecuada para la nave.
―Muy bien, tienen permiso para abordar, tomen la zona de aterrizaje número 7 para desembarcar, cambio. ― Dicho eso finalmente tenían la vía libre para acceder a la bahía de mantenimiento.

―Entendido Control, ingresando a la bahía de mantenimiento, cambio. ―Agradeció el Cabecilla del transporte dándole la orden a sus pilotos de ingresar, cosa que ellos acataron encendiendo nuevamente los motores principales, dirigiéndose hacia la barrera de energía delante de ellos.

―Recibido Falcon-12, bienvenidos al Titán de Acero, Cambio y Fuera. ―Una vez se adentraron todos en la nave pudieron sentir el sutil regreso de la gravedad, por lo que podían suponer que además de que el Súper Transporte tenía su propio generador de gravedad artificial, el del vehículo que tripulaban lo había apagado a propósito para evitar que la misma terminará aplastándolos o dañando los circuitos.

Una vez aterrizaron esperaron a que la compuerta de la nave se abriera junto con la rampilla para descender y ante sus ojos pudieron ver el enorme hangar, repleto de gente y naves, tanto de transporte como de combate

Era una verdadera estación espacial hecha nave de transporte, aunque lo más increíble tal vez era el ecosistema en el que la gente vivía.
No estaban seguros si en una estación espacial era igual pero podían ver gente que apenas llevaba su uniforme militar reglamentario, mientras que otros no se preocupaban tanto por ello, algunos de los ingenieros y mecánicos solo llevaban puesto sus pantalones botas y una camisa blanca, otros no se preocupaban mucho por llevar algo que cubriera la parte superior de su cuerpo.
Incluso algunas mujeres seguían este mismo patrón, llevando lo necesario para evitar exponer tanta piel.

El espacio era un lugar sumamente frío pero ellos parecían no darle mucha importancia, lo que era más parecían sudar por el calor que producían las mismas naves que accedían a la terminal, o tal vez por el esfuerzo que era hacer mantenimiento de naves, algo que podían entender perfectamente.
Pero este lugar estaba repleto de gente, tanta que parecía una pequeña ciudad, lo que hacía preguntarse si así era en el hangar número 3: ¿como serían las demás áreas de esta colosal Nave?

― Wow… esto es increíble, hay demasiada gente aquí. ―Comentaba Seinma impresionado por lo que observaba, era la segunda vez en su vida que veía a tantas personas en un solo lugar la primera que veía tantas naves en una bahía de mantenimiento, ni siquiera en la propia terminal para navíos interestelares vio tantos en un solo lugar, esto era francamente impresionante.

―Sí y que lo digas. ― Murmuró Johnathan observando a todos a su alrededor, esto sin duda se parecía a la escena de un videojuego que había jugado hace algún tiempo, sobre todo por todos los modelos de cazas interestelares que reconocía por dicho juego, vaya incluso podía ver los modelos reales en los que se habían basado.

―Había escuchado rumores, pero nunca pensé que fueran ciertos…―Comentaba Benjamín observando toda la estructura, sin duda había tenido que ser un trabajo de arquitectura espacial increíble para ensamblar todas las piezas en su lugar.

―Pues créanlo muchachos. ―Dijo una voz desconocida para ellos, y al fijar sus miradas se encontraron con un hombre que vestía un rozagante uniforme militar gris con detalles en negro y en el lado izquierdo de su pecho varias medallas con distintas condecoraciones militares, y en el deltoides derecho una insignia con dos barras que apuntaban al suelo y un rombo en la cima denotando su posición en el ejército, justamente como los comandantes de alto rango en la marina espacial.

―Saludar, ¡ya! ―Pidió el comandante adoptando una posición de firmes llevando su mano derecha hacia su frente, haciendo que todos los caballeros de Athena presentes hiciesen lo mismo con la gran diferencia de que ellos llevaron su puño hacia su pecho saludando como lo hacían en su estandarte, el hombre se detuvo frente a ellos haciendo lo mismo con los jóvenes frente a sus ojos.

―En descanso Soldados. ―Pidió bajando el brazo para admirarlos a todos, sin duda eran muy jóvenes y ante la mirada de ellos el hombre era inmenso, debía medir al menos casi dos metro de altura.―Así que ustedes son los chicos de los que la directora Asami y Arkhamira tanto ha hablado. ―Comentó mirando a todos por debajo de su gorra militar, cinco chicos y dos chicas, aunque había más de los que él había esperado ver cuándo llegarán, la realidad era que ya había sido avisado que recibiría a más caballeros del Santuario el día de hoy un par más en una sola nave no era algo que lo dejará sorprendido.
―Soy el Sargento Martin J. Dumas y estaré a cargo de su equipo en su estadía en el Titán de Acero desde este momento. ―Comentó quitándose finalmente la gorra revelando su rostro a los jóvenes guardianes, quienes pudieron apreciar el rostro de su sargento, era un hombre de tez oscura ojos color ébano, cabello corto oscuro al ras del cráneo que a su vez se unía junto a una bien recortada barba de candado además con una enorme fortaleza física que era evidente pese al grueso uniforme militar que llevaba puesto.

―Es un placer conocerlo Sargento Dumas. ―Habló el caballero del Fénix dando un paso hacia adelante. ―Mi nombre es Johnathan, caballero del Fénix y soy el líder de este equipo. ―Al decir eso el Sargento sonrió, asintiendo levemente ante la presentación del líder de escuadrón.

―Estoy al tanto caballero de Fénix, su directora me habló de ustedes antes que llegarás. ―Respondió Sonriendo levemente observándolo a él como a sus compañeros de bronce y plata reunidos frente a él, de cierta forma ya los conocía gracias a sus expedientes,
―Tu eres el Líder electo de tu equipo aunque algo indisciplinado, ella es tu prima Danny de Andrómeda me han dicho que es una verdadera genio, el muchacho de cabello alocado de allí es Pegaso Seinma un diamante en bruto al parecer. ―Decía sus nombres y ellos correspondían haciendo un gesto o saludando al sargento, quien podían asumir sería quien los guiaría hacia la batalla para librar al universo de la tiranía de Hades.
―El muchacho de lentes y con fobia al agua es Shinryū de Dragón, el Rubio de mala actitud es Benjamín de Cisne. ―Ante dicha mención Benjamín apartó la mirada, al parecer sus reputaciones hablaban mucho por ellos.
―Este pequeño es Kiva del caballo Menor y esta muchachita es Lizbeth AMary de Águila. ―Al mencionar a los dos últimos ambos asintieron, Kiva de forma retraída y Mary como si esto fuese protocolo y ya estuviera acostumbrada a ello.

―Eso es correcto, Sargento. ―Respondió el caballero del Fénix asintiendo tranquilamente con la cabeza, al parecer todo se encontraba en orden, por lo que de ahora en más este equipo de caballeros estaba al mando de él, así que el capitán del Falcon y sus pilotos podían retirarse, o sencillamente podían quedarse a esperar nuevas instrucciones.

―Muy bien acompáñenme por favor. ―Pidió dándose media vuelta guiando a los jóvenes caballeros por el área de mantenimiento, tenían mucho de lo que ponerse al corriente y además quería que se familiarizarán con las instalaciones.
―Es mi deber mostrarles las instalaciones y mantenerlos al tanto de la situación. ―Continuó pasando cerca de las demás plataformas de aterrizaje, donde estaban reparando y dando mantenimiento a varias naves de transporte, entre ellas otros modelos de Falcon parecidos al que habían llegado.
― De plus, je ne veux pas qu'ils se perdent comme les derniers cadets... ―(Además, no quiero que se pierdan como los últimos cadetes…) Dijo en otro idioma que la mayoría de ellos apenas conocía, excepto por una persona presente con ellos.

― Ne vous inquiétez pas Sergent, nous ne nous perdrons pas. ― (No se preocupe Sargento, no nos perderemos.) Danny respondió esbozando una pequeña sonrisa, cosa que sorprendió enormemente al Sargento, quien desvió sus ojos hacia la heredera más joven del equipo.

― Parler vous français? ― (¿Sabes hablar francés?) Interrogó sorprendido al escucharla hablando su propio idioma, más aún sin necesidad de un traductor que hablará por ella, lo cual en estos tiempos parecía un enorme logro en muchos sentidos.

― Bien sûr Sergent, je peux aussi parler; italien, japonais, russe, espagnol, portugais, anglais et allemand. ― (Por supuesto Sargento, también sé italiano, japonés, español, portugués, inglés y alemán.) Respondió riendo levemente, por una razón era la mejor estudiante de palestra, cuando se cansaba de devorar libros de texto e historia universal uno de sus pasatiempos preferidos, además de ver anime era aprender nuevos idiomas.

― Impressionnant, es-tu vraiment le génie que ta directrice m'a dit que tu étais? ― (Impresionante, de verdad eres el cerebrito que tu directora me dijo que eras, ¿verdad?) Interrogó observando con asombro a la jovencita de Andrómeda, una mente como la suya sin duda sería de gran ayuda en esta guerra.

― Eh bien, j'essaye de faire de mon mieux. ― (Bueno, trato de hacer mi mejor esfuerzo.) murmuró apenada, no le gustaba presumir, pero era realmente buena, además siempre quiso poner en práctica sus conocimientos hablando con una persona que conociese el idioma a la perfección.

― Et je peux dire que votre accent est très raffiné, d'où venez-vous mon chère? ― (Y puedo notar que tu acento es muy refinado, ¿de dónde eres jovencita?) Interrogó facinado por como pronunciaba las silabas con un pequeño toque que lo hacía aún más encantador, sin duda tenía talento.

― Je suis originaire de la côte de la Nouvelle Venise, bien que j'aie grandi près du comté. ― (Soy de la costa de Nueva Venecia, aunque crecí cerca de la Comarca.) Respondió pensando en su querido hogar, el lúgar donde había nacido y crecido, aunque también pensaba en el amado santuario de su diosa, un segundo hogar para ella como para su primo.
―D'où venez-vous, sergent? ― (¿Usted de donde es Sargento?) Interrogó ahora ella con evidente interés en su voz.

― Mes parents étaient originaires de la Néo-Algérie, mais je suis né à Domrémy-la-Pucelle, dans la région de la Nouvelle-Lorraine, où j'ai grandi depuis que je me suis engagé dans l'armée. ― (Mis padres eran de Neo Argelia, pero nací en Domrémy-la-Pucelle en la región de Nueva Lorena, nacido y crecido allí desde que me uní al ejército.) Respondió sonriendo tranquilamente a la muchachita, quien escuchaba con interés el relato del sargento, casi parecía que se estaban volviendo buenos amigos hasta este punto.

Mientras que los demás no comprendían lo que sucedía, ningúno de ellos conocía el idioma lo suficientemente bien como para determinar de que estaban hablando, exactamente, incluso Benjamín quien había estudiado varios idiomas a lo largo de su vida apenas podía seguir la conversación.
Solo podía entender que el sargento estaba feliz de hablar con alguien en su mismo idioma, lo demás era confuso de comprender, sobre todo por que hablaban demasiado rápido como para poder identificar las palabras correctamente.

―¿Que están diciendo John? ―Preguntó Seinma totalmente confundido, él podía hablar solo su idioma natal a la perfección y un poco de japonés gracias a Seika, pero más allá de esos dos no tenía ni idea de que idioma era ese, aunque estaba seguro de que no era español, mucho menos italiano o inglés, debía ser una lengua romance de tiempos mucho más antiguos que él o esta nave.

― No estoy seguro, entiendo cada 5 palabras, pero si te soy honesto no lo sé con certeza… algo sobre calcetines creo. ―Murmuraba el caballero Fénix, él tenía entendido que eso era francés, pero no lo había estudiado tanto como su hermana, estudiar no era su fuerte, era un hombre de acción más que otra cosa.

― Et je vois que l'intelligence n'est pas un trait de famille. ― (Y veo que la inteligencia no es un rasgo de familia.) Comentó el Sargento Martin escuchando al caballero Fénix a sus espaldas, el comentario molestó un poco a Danny, pero trató de no darle tanta importancia, de lo contrario Johnathan se daría cuenta de que hablaban de él.

― Eh bien Johnny est très fort, tandis que je suis très intelligent, je suppose que ce sont les traits qui nous caractérisent. ― (Bueno Johnny es muy fuerte, mientras que yo soy muy inteligente, supongo que son los rasgos que nos caracterizan.) Respondió la muchachita de cabello anaranjado, riendo levemente, pese a ese último comentario se la estaba pasando bien.

― Je vois, c'est un plaisir de rencontrer quelqu'un qui parle ma langue aussi couramment que vous, cela fait un moment que je n'ai pas entendu ma langue maternelle. ― (Ya veo, es un placer conocer a alguien que habla mi idioma tan fluidamente como tú, hace tiempo que no escucho mi lengua natal.) Respondió riendo pasivamente, la última vez que escuchó su propio idioma fue mediante una llamada holográfica, en el Titán de acero parecía que todos los que conocían dicho idioma estaban en áreas específicas o sencillamente evitaban acercarse al puente de mando, lo cual era una tragedia se viera donde se viera.

― C'est un plaisir de vous parler en français, Sergent Martin. ― (Es un placer hablar con usted en francés, Sargento Martín.) Decía la joven Saintia cerrando sus hermosos ojos esmeraldas, dedicándole una dulce sonrisa al sargento, quien también parecía feliz de conocer a alguien con una mente tan prodigiosa y un gusto por los lenguajes del universo.

Una vez se detuvieron frente a las puertas de un vehículo conectado a un riel de energía el Sargento se detuvo, colocando su identificación sobre la terminal y abriendo las puertas de par en par para que ellos entrarán.

―Ahora hablaré para que todos me entiendan, suban conmigo al monorriel elevado, es hora de un poco de Historia. ―Pidió cediéndoles el paso a los 7 caballeros de Athena quienes sin pensárselo mucho se adentraron al extraño vehículo que más bien parecía una pequeña cabina de metro, una vez todos tomaron asiento el Sargento se dispuso a acompañarlos, cerrando las puertas detrás de sí para finalmente marcando en el tablero el trayecto a donde se dirigirían, la capsula comenzó a moverse, primero lento y después rápido.

Pasando por un estrecho Túnel hasta finalmente salieron y si el exterior era impresionante, el interior era otra cosa, parecía una verdadera ciudad futurista dentro de una nave, con distritos, edificios, locales e incluso zonas de recreación, era… como si no estuvieran en una nave en lo absoluto, Titán parecía un mundo en sí Mismo.

―Este es el Súper Transporte: Titán de Acero, la primera y única nave en su tipo en todo el universo que medir 632 kilómetros de longitud 592 kilómetros de ancho, construido en el ciclo estelar 110 el 21 septiembre, creada a partir de la primera Nave Exodus en abandonar la tierra, la Exodus-001 The Pillar of Dawn. ―Al decirlo de esa forma, creaba aún más confianza en los jóvenes caballeros, este no solo parecía ser un nuevo segundo hogar, sino todo un mundo de posibilidades, incluso, ¿por qué no? Conocer más de este infinito universo a bordo de esta colosal nave de guerra y transporte.

―Pesa alrededor de 300 billones de toneladas y es la única nave con la capacidad de albergar un millón de pasajeros, entre los que se encuentran mineros, soldados, ingenieros, médicos, pilotos de aviación interestelar, botánicos, científicos y más de 600 naves, así como vehículos terrestres grandes y pequeños, entre las que incluyen cazas estelares, naves de transporte, naves de carga y cargueros. ―Haciendo los cálculos Danny podía imaginar que al menos debía pesar el doble por todas las personas, estructuras y vehículos que Albergaba podía estimar al menos unas 800 billones de toneladas, casi lo suficiente como para ser un planeta en sí mismo.
―Esta pieza de ingeniería fue diseñada ni más ni menos por la genio en persona: Kaya Kido I y empresas Kido, siendo finalizada el ciclo estelar 202 el día 29 de julio por su hija Asami Kido. ― La historia tomaba forma a medida que avanzaban por la enorme ciudadela estelar, contemplando a todo el personal militar que había convertido de esta nave en su único y autentico hogar, algunos incluso debieron haber nacido en esa instalación.

―Haciendo su primer vuelo interestelar en el ciclo 205, con un motor Hashira-x22 de última generación, capaz de teletransportar este súper carguero hacia todas las galaxias conocidas, sin contar los tres motores extra Shibuya-Z1662 que logran mover esta imponente pieza de ingeniería a velocidades mayores que la luz, junto con otros 10 retro propulsores Shinra-F23 que hacen que podamos maniobrarla alrededor de toda la galaxia. ―Al escuchar dicha información Johnathan rememoro que esos motores en específico eran capaces de mover súper cargueros clase Wyvern, los más comunes por así decirlo, pero solo dos eran suficientes para mover toda una nave, que se necesitarán 4 dejaba en claro lo pesada y sumamente imponente que era esta nave en específico.

―La nave Titán es uno de los baluartes más importantes de la historia humana, así como el ingenio y la tenacidad del hombre como de la mujer, de crear algo más grande que nosotros mismos, tiene no uno ni dos, sino tres generadores de escudos de energía capaces de proteger todo el largo y ancho de la nave, además de ser más resistentes que la nave en sí misma. ―Si hablaban de escudos tal ves empresas Kido los había proporcionado, ellos o su rivales comerciales; Jangmi Kkoch-ip, los Ledyanoy Lebed', o tal vez la New Frontiers Company, los colosos de la industria tecnológica y armamentística del universo.
― Más que una tripulación nos gusta considerarnos como una nación en sí mismos, pues esta nave además de estar al Mando de la U.R.E., la O.R.I, la C.R.U., está a cargo del Concilio de Seguridad y Protección Espacial, comandada por la prestigiosa Asami Kido. Por lo que el deber de la titán es ofrecer ayuda y refugio a sistemas solares Azotados por la guerra, sin mencionar su objetivo principal que es de explorar nuevas fronteras interestelares. Ahora ustedes serán parte de esta nación. ―Tal y como se lo imaginaban esta nave más que ser un súper transporte era un país en sí mismo, tal vez si eran algo más excéntricos era un planeta, lo cual ya dejaba en cláro que esta no era una nave, era la nación de Titán y su bandera era azul una corona de laureles dorada, una espada en el medio, rodeada por un circulo y una corona en la cima.

―Por último pero no menos importante la nave está equipada con los últimos sistemas defensivos, 300 cañones pesados de energía conocidos como Sabre-XX62 que pueden disparar plasma capaces de pulverizar una nave pequeña entera, además de 600 los nuevos modelos de cañones Lancaster-9000, los cuales pueden abrirle un boquete a una nave Exodus por un lado, salir por el otro y destruirla en cuestión de segundos. ―Esa era potencia de fuego de la más alta calidad, no escatimaron en gastos al construir el arma más poderosa de toda la humanidad.
―Y nuestra mejor arma, El Cañón Frontal, la obra magna de las armas Electromagnéticas, el Leviathan-JRR25 es capaz de destruir flotas enteras de un solo disparo, todas estas armas combinado con nuestras naves de batalla, hacen esta nave la más poderosa de toda la galaxia. ― John había visto esa arma en acción en uno de sus juegos y si la memoria no le fallaba aquella podría atravesar un planeta completo, lo cual era aterrador si lo ponían en un contexto más realista… pero también debía separar la fantasía de la realidad, tal vez no era capaz de atravesar un planeta, pero de lo que sí era capaz era de destruir un satélite natural pequeño, cosa que era bastante impresionante.

Una vez el Riel se detuvo ellos bajaron a una estación en particular, parecida a la zona de carga pero un tanto más pequeño que daba hacia el sector comercial, el mejor lugar para conocer el ambiente a la gente pero por sobre todo probar la deliciosa comida espacial que sus estómagos tanto habían deseado probar.

―Vaya, suena como un sueño hecho realidad. ―Comentaba John maravillado por todo lo que los rodeaba, sin duda era la fantasía hecha realidad que todo joven imaginaba, sobre todo él siendo un fanático de las naves interestelares en secreto.

―Lo es, ahora permítanme mostrarles el mercado, estoy seguro que después de un largo viaje tienen un enorme apetito. ―Comentaba observando a los muchachos, quienes sin duda tenían hambre, teniendo en cuenta que antes y después del despegue de Ninbus no les permitieron comer nada debido a la alta probabilidad de vomitar en el viaje, algo que si bien tenía sentido a más de uno le rugía el estómago por probar algo de comer.

―Sí que lo tenemos. ―Hablaron casi al unísono los 7 caballeros de Athena quienes estaban ansiosos por ver qué clase de platillos se servirían en una súper nave de transporte.

John había escuchado que los platillos gravitatorios consistían en calentar todos los ingredientes, meterlos en una olla anti gravitacional y dejar que se cocinaran dentro en gravedad cero y que al no ser calentados en un recipiente de metal el sabor se conservaba fresco y que si era carne, la misma parecía derretirse en tu paladar, nunca los había visto en Ninbus, pero ahora tenían la oportunidad de degustar la comida espacial.

Al ír avanzando Seinma comenzó a notar algo extraño, no algo que fuese peligroso o malo, pero sí algo que resultaba curioso, frente a ellos se encontraba el sargento Martin, a su lado se encontraban sus amigos y colegas de toda la vida… ¿pero quien estaba caminando a sus espaldas? Lo sabía por qué escuchaba pasos detrás de él, no pisadas distantes sino cercanas, no podía ser Kiva él estaba tratando de entablar una conversación con Danny, además John se encontraba frente a todos guiándolos, por supuesto que no podían ser Benjamín o Shinryū ya que ellos se encontraban a su lado.
Más aún si fuese Mary entonces ella estaría caminando a su lado y no detrás de él como lo estaba haciendo.

Finalmente se detuvo para mirar hacia su espaldas, Sorprendiendo a la persona que los estaba siguiendo, al encontrarse sus miradas ella se sobresaltó pero a la vez miró con curiosidad al muchacho que la observaba detenidamente.
El joven de ojos café miró con curiosidad a la muchachita frente a sus ojos, ella… era una chica de no más de 15 o 13 años de edad, su piel era pálida pero tenía un suave tono opaco que la hacía resaltar, así como un evidente rubor en sus mejillas, de cabello azul celeste lacio recortado hasta los hombros, el cual era adornado por una diadema de color negro que poseía un curioso brillo azul.
Ella llevaba un curioso uniforme blanco, parecido al que los estudiantes de palestra utilizaban, solo que este no se parecía en nada a ese uniforme, este era más modesto, tal parecía un uniforme de marina, con un cuello con dos líneas que iba desde su pecho hacia la espalda, con la excepción de que no tenía un pañuelo en el cuello, su chaqueta tenía 4 botones, además de una falda que le llegaba a los muslos haciendo juego con la chamarra, y en su brazo izquierdo poseía una sola barra lateral hacia la izquierda, y sus ojos parecían dos zafiros azules que habían sido dominados por un resplandor esmeralda cubriendo toda la extensión de la pupila, casi tocando los bordes del iris, no había duda de que ella era una cadete espacial pero… ¿porqué los estaba siguiendo?

―Uh… disculpa, ¿necesitas algo? ―Preguntó el caballero Pegaso con gentileza ante la inesperada presencia de la Recluta, ella abrió su boca para hablar pero rápidamente fue interrumpida por el Sargento que guiaba al equipo, colocando su mano sobre su hombro para permitirle hablar primero.

― Oh es cierto déjenme presentarles a nuestra Cadete Espacial más Prominente. ―Dijo dándole un pequeño empujón a la señorita, quien tímidamente era observada por todos los caballeros del santuario, quienes curiosos fijaron sus miradas en ella.
―Su nombre es Emily Hayley y será su asistente médico mientras estén aquí. ―Añadió bajando su mirada hacia la cadete, que a su vez miró hacia arriba esperando la autorización para hablar de su sargento, quien asintió a ella para finalmente juntar sus manos frente a ella dándose el valor para hablar.
―Preséntate Cadete Hayley.

*Será un honor trabajar junto a ustedes herederos de bronce. * Al momento que ella habló una voz electrónica y poco natural expresó sus palabras, mientras ella hacía movimientos con sus manos que ellos… no comprendían en su totalidad.

―¿Eh? No es por ser Grosera Hayley, pero tu voz suena un poco… raro. ―Comentó Danny curiosa por el como su voz sonaba demasiado artificial, poco natural como para que ella la estuviese fingiendo de esa forma.

*Eso es porque tengo un defecto de nacimiento, yo nací sin una voz propia… soy muda.* Ella movió sus manos al mismo tiempo que sus labios, aunque no comprendían el lenguaje de señas la voz que emergía de alguna parte ayudaba a comprender lo que Hayley decía pese a que ella había dicho que no tenía voz.
*Está es mi i I.A. personalizada: Alyx, ella reconoce mis gestos y los patrones de mi garganta y habla por mí.*
Finalmente ella alzó su mano derecha proyectando un pequeño holograma en su palma, casi parecía una Hayley pequeña, con la excepción de que su cabello era más largo cayendo sobre los hombros y sujetado detrás de su cabeza en una adorable cola de caballo, la pequeña inteligencia artificial, a pesar de parecerse a ella tenía un uniforme hecho de datos totalmente distinto con pantaloncillos en lugar de falda y una chamarra con detalles en su pecho, hombros y espalda, el los cuales brillaba de un agradable tono azul violeta.
*Por mi parte es un honor conocerlos caballeros de Athena.*
Habló la I.A. completamente independiente de la cadete, haciendo una reverencia de respeto hacia los caballeros de bronce, los cuales finalmente comprendieron de donde venía dicha voz electrónica.

―Puede que no pueda hablar por sí misma pero ha demostrado ser muy útil, estoy seguro de que se acoplará con ustedes de inmediato. ― Decía el Sargento Martín observando con orgullo a su cadete, acercándose tranquilamente hacia los 7 caballeros de Athena para entonces colocar su mano al lado de su boca, para susurrarles algo.
―Además aquí entre nosotros, ella sabe preparar exquisitos platillos, por si a algunos de ustedes le interesa. ―La mención hizo que Seinma abriera los ojos ampliamente, cuando se trataba de comida él era un experto culinario.

―En serio, ¡eso es genial! Yo también sé preparar comida deliciosa. ―Seinma dijo sonriendo con gran alegría, conocer a alguien que le gustará tanto cocinar como a él era algo que le llenaba el alma de regocijo, probar la comida de otra persona que también sería parte de su equipo ayudaría a reforzar los lazos de compañerismo y consecuentemente: Amistad.
―Será un honor probar tu comida Emily. ―Añadía el caballero del pegaso, emocionado por conocer a su nueva compañera, pero más que eso conocer su sazón, cosa que por supuesto hizo sonrojar a la joven cadete quien comenzó a observar al joven caballero apenada.

*¿En verdad?* Interrogó moviendo sus manos, siendo interpretada por su I.A. en un instante, haciendo que el joven guerrero del Pegaso asintiera animadamente, cosa que la hizo sentir un tanto más apenada pero indudablemente feliz.
*Muchas gracias caballero de Athena.*
Agradeció la jovencita Rubia, con las mejillas totalmente rojas, no era la primera vez que la elogiaban por su comida, pero era la primera vez que un caballero de Athena se lo decía, ellos no solían ser muy… sociales, menos con personas de bajo rango, esta era su oportunidad de acercarse más a su mundo de dioses y batallas interminables.

―Bueno, es un placer conocerte Hayley, mi nombre es Danny y este a mi lado es Johnathan mi primo. ―Danny siguió la conversación con su nueva compañera, presentándose a ella y a su primo de Fénix.

―Además de ser el líder del equipo, yo soy el heredero del Fénix y ella la heredera de Andrómeda, es muy inteligente para ser una bebé. — Comentó tratando de aguantarse la risa, lo cual no pudo hacer por mucho tiempo cuando su prima le dio un golpe en el brazo, arrancándole una leve y dolorosa carcajada.
―Je je jeh, Ouch… y se enoja fácilmente si le dices así. —Comentaba sobrándose la zona del impacto, Danny por su lado se veía furiosa pero trataba de no demostrarlo frente a su nueva amiga.
―Espero que nos llevemos bien Emily.

―Mi nombre es Shinryū de Dragón, es un placer Emily-chan, espero que podamos trabajar juntos pronto, ojalá podamos conocer más del súper transporte y de ti, pues ya sabes lo que dicen, una persona nueva es solo un amigo que aún no conoces. ―Shinryū siguió haciendo una respetuosa reverencia hacia la cadete del Titán.
―Este muchacho callado se llama; Benjamín es el Heredero de Cisne, no te preocupes si no suele hablar mucho, es un tanto reservado, saluda Benjamín-Kun. ―Añadió rodeando a Benjamín y empujándolo suavemente hacia adelante para que dijerá algo a su nueva compañera.

― ¿Qué onda?

―Es un poco tímido… pero te caerá bien, pese a su personalidad fría es una excelente persona. ―Añadió Shinryū apenado, Ben no era precisamente la persona más sociable del universo, pero esperaba que fuese un poco menos cerrado emocionalmente conociendo a nuevos compañeros de aventura.

―Por no decir que es un idiota. ―Murmuró Johnathan haciendo que la mirada del caballero Cisne se fijará en él con evidente molestia, ya se las cobraría luego por ahora lo dejaría pasar.

―Yo… Soy Kiva, no soy un heredero como mis compañeros, pero también soy asistente médico, o más o menos… la verdad es que solo ayudaba a mi maestro a mantener la salud de los caballeros en el santuario. ―El joven Kiba se presentó tímidamente, a pesar de que hablaba con alguien que también trabajaba con medicina, los métodos de su maestro y de la nave podían ser totalmente diferentes, pero esperaba poder ser su amigo o mínimamente su compañero junto con todos los demás.
―¡Oh y soy el caballero del Caballo menor! sí… así es. ―Dijo rememorando en últimos momentos su propia armadura, esperaba causar una buena impresión y no causar pena ajena.

―Me llamo Mary, soy la amazona de plata del Águila. ―Dijo la guerrera de plata haciendo ella misma una reverencia respetuosa hacia la joven frente a sus ojos, sujetando su vientre como un gesto de respeto e igualdad.
―Yo también poseo ciertas habilidades curativas, pero me debilitan al utilizarlas, es bueno tener a alguien más que nos cuide las espaldas cuando yo no pueda hacerlo. ―Habló revelando su mejor habilidad de apoyo, aunque no servía mucho en combate pues con la perdida de vitalidad era muy perjudicial para ella, tener a alguien que cuidará de la vitalidad del equipo era un enorme acierto en todos los sentidos.

―Y mi nombre es Seinma, Seinma de Pegaso, es un gusto conocerte Emily. ―Habló el caballero del Pegaso, presentándose al igual que todos sus compañeros de equipo de cierta forma ya lo había hecho con su interés en probar su comida, pero ella también necesitaba un nombre para conoder a un amante de la cocina interestelar como lo era él.

*Igualmente, aunque la tripulación de Titán suele llamarme Em o Emmy, sobre todo mis amigos…* Respondió la Cadete haciendo gestos con sus manos, otorgándoles el nombre de cariño que su familia de la nave le había otorgado con total confianza a los caballeros, sonriéndoles a todos amigablemente.

―Oh… bueno es un placer conocerte, Em. ―Dijo el caballero Pegaso levantando su mano hacia ella, para formalizar su lazo como compañeros y algún día poder compartir un lazo más fuerte como amigos.

*Será un placer poder trabajar junto a ustedes.* Respondió haciendo un par de gestos con sus manos, para finalmente darle su mano al caballero Pegaso quien le dedicaba la sonrisa más cálida que en su vida había visto.
*Seinma…*
Añadió sintiendo como un pequeño rubor se acrecentaba al observarlo a sus ojos de brillo carmesí, algo que… hizo que Mary arrugará su expresión bajo la máscara, su afinidad haciendo lazos con el lado femenino a veces le molestaba sin saber en realidad porqué.

―Bueno ya que se presentaron, ¿porqué no llevas a los jóvenes caballeros un buen lograr para comer? Además de donde se quedarán en su estadía, Hayley. ―Pidió el Sargento revisando las notificaciones de su reloj electrónico, pronto sería hora de comenzar los preparativos para el viaje de Teletransportación así que tenía que dirigirse hacia el puente de la nave.

*Oh cierto, disculpe sargento Martín, en seguida.* Respondió colocando su mano sobre su frente, acatando la orden de su sargento.
*Por aquí muchachos, síganme.*
Pidió comenzando a guiar grupo de jóvenes caballeros por los pasillos de la nave, sin duda les iba a dar un buen recorrido a todos por la nave para que se familiarizarán con todo el entorno y con la tripulación.

―Y no te olvides de enviarlos de nuevo conmigo al puente de mando para que conozcan al capitán. ―Ordenó el Sargento antes de retirarse, observando nuevamente como la recluta asentía saludando una última vez.

*Entendido Señor. * Dijo su I.A. repitiendo sus patrones vocales casi al instante, para entonces comenzara guiar a los jóvenes caballeros a través de su área favorita de la Nave.

Lo jóvenes Guardianes exploraron el área residencial de la Nave, degustando a deliciosa comida espacial, mucha de la que no creían que existiera, como los filetes de anti gravedad, el filete de ternero espacial, la hamburguesa cuyos ingredientes fueron cultivados en el espacio.
Junto con miles de frutas y verduras cultivadas en un invernadero especial en órbita, incluso tuvieron la oportunidad de probar frutos cultivados en otros planetas, en los que la tierra y las condiciones los hacían crecer de manera gigantesca o todo lo contrario, totalmente pequeños.
Más aún frutos que ellos tenían poco o nulo conocimiento de que existieran debido a que los mismos eran Frutos que procedían de ciertos planetas, algunos eran procedentes de Ninbus, otros eran de Ío, Algunos más de Kalus.
Aunque los más exóticos pertenecían a planetas que se encontraban en otros sistemas solares como Elysium, Amalgam y Recclaimer.

Frutos que parecían sacados de una película de Ciencia ficción, algunos eran dulces, otros eran amargos, algunos parecían suaves pero eran todo lo contrarios, otros parecían cascarones duros e imposibles de perforar, pero eran tan blandos que el jugo de las mismas salía a chorros al ser perforados por los cuchillos.
La mayoría hacía una combinación perfecta con otras en una ensalada, todos los alimentos que se les fueron conferidos fueron preparados y servidos por las manos de la cadete Hayley, quien siempre llevaba una bella sonrisa en sus labios, algo que le sirvió de mucho a Seinma pues al verla cocinar pudo aprender varios tipos de recetas que no había vito o escuchado hasta el día de hoy, sin duda pondría en práctica todo lo que había estado aprendiendo cuando el momento fuera oportuno.
Sin duda eran manjares exquisitos de este universo repleto de infinitas posibilidades.

Después de saciar sus apetitos con los exquisitos manjares que la nave tenía que ofrecer, Hayley lugar donde ellos se quedarían, aunque eran por así decirlo departamentos en donde solo podían convivir 8 personas, con literas para cada persona en cada cuarto lo cual era un tanto conveniente para ellos, con la pequeña excepción de que al ser un espacio tan reducido compartirían una sala de estar, un baño y una misma cocina, por lo que la privacidad parecería casi inexistente.
Pero por una razón les hacían pasar tiempo tanto con chicos como con chicas incluso en los momentos más privados en las duchas, para que pudieran adaptarse a sus entornos y evitar pasar por momentos de vergüenza.

Al conocer el cuerpo de sus compañeros, podían evitarse ese tipo de penas, sobre todo por qué como les habían enseñado, conocer el cuerpo de sus compañeros les ayudaría a identificar fácilmente heridas, fracturas o lesiones expuestas que les auxiliarían a salvarles la vida dado fuese el caso.
Una vez todos se instalaron en sus respectivas habitación se dirigieron rápido al puente de Mando, donde finalmente conocerían al Capitán del Titán.
Al ser una nave tan masiva prácticamente tenían que viajar por los monorrieles elevados, aunque en vez de ser algo malo, era algo muy positivo pues el mismo los llevaba velozmente a todas partes de la nave en un par de segundos, apenas llegaron fueron recibidos por el Sargento Martín quien los recibió en las puertas del puente de mando.

― Bienvenidos muchachos, espero que hayan comido bien, acompáñenme por favor. ―Pidió el Sargento Martín guiándolos hacia el puente de la nave, cuyas puertas se abrieron de par en par al reconocer al sargento del equipo de herederos.

Al ingresar a la cabina de la enorme nave se percataron que era un espacio un tanto más reducido que toda la nave, por supuesto debía tener al menos las mismas dimensiones que la misma cámara del patriarca, con una arquitectura menos griega, más moderna y por decirlo de alguna forma… aerodinámica, con computadores, una mesa holográfica en el centro que tenía el esquema de la nave, alrededor se encontraban los técnicos, ingenieros, sub alternos, al frente se encontraban los asientos de los pilotos junto con sus respectivos aviadores y por supuesto por qué no podía faltar el capitán de la Nave

Cuyo uniforme militar de marina espacial era de un color oscuro completamente que poseían un par de hombreras que eran parte de su abrigo, las mismas cubrían parte del deltoides y el antebrazo ofreciendo una imagen sofisticada y de poder al capitán del super transporte, de las cuales solo el lado derecho cubría parcialmente su cuello, en la parte del Deltoides el emblema de su rango estaba plasmado, se trataba de un pentágono apuntando hacia abajo, el cual tenía una estrella grabada en su interior.
Debajo habían dos líneas que apuntaban hacia la misma dirección y por encima de la figura central había un pequeño rectángulo, dicho remarcaba su posición como el Capitán De Flota y el rango más alto en la marina espacial.

― Capitán, estos son los caballeros que nos ha enviado el santuario. ―El Sargento del equipo de Guardianes habló al hombre en el centro de la habitación quien comenzó a voltearse hacia ellos.

Era un hombre de edad avanzada, que poseía una mirada firme y serena pero a su vez parecía fuerte y decidida, sus rasgos faciales lo hacían ver enérgico pese a su avanzada edad, su cabello albino era parcialmente cubierto por una gorra militar con un escudo en el centro que poseía una estrella dentro rodeados por una corona de laureles.
Sus ojos eran de un profundo azul cielo y su barba blanca se combinaba perfectamente con su cabello al igual que con su bigote, los cuales habían sido recortados lo suficiente para hacerlo ver elegante e imponente.
Cualidades que hacían a un hombre un líder digno de guiar a aquellos que lo seguían, incluso si el camino a donde se dirigían era al infierno mismo.

―Huh, por sus perfiles creía que eran… mayores de edad, pero ahora que los veo me doy cuenta de que muchos de ustedes no llegan ni a los 18 años. ― Comentaba el capítan de la nave observándolos a todos, apreciando que la mayoría eran demasiado jóvenes como para ser considerados soldados, pero los estándares del santuario y de la marina espacial eran muy diferentes, a su edad él seguiría en la escuela… pero al parecer ahora eran soldados hechos y derechos.
―Pero un guerrero no se juzga por su edad o su cuerpo, sino por su valor. ―Fue entonces que su expresión seria se relajó sonriéndoles a los muchachos del Santuario.
―Es un placer conocerlos, yo soy el capitán Thomas Rehuel del titán de Acero, es un honor tenerlos a bordo. ― Le presentó, ante los 7 caballeros de bronce y plata haciendo una reverencia a ellos, cosa que los mismos guerreros de la diosa Athena también hicieron.

―El honor es nuestro capitán. ―Respondió Johnathan por todo su equipo, quienes efecto se sentían honrados por estar en presencia de una persona tan importante como lo era el capitán del Titán de Acero.

―Tengo entendido que ustedes fueron seleccionados en base a sus armaduras, además de sus habilidades y experiencia en combate para esta misión. ―Comentaba siendo conciente de los reportes que había leído con anterioridad, muchos caballeros entraban a esta nave pero muy pocos eran considerados como sobresalientes en el ejército, sobre todo teniendo a 12 excepciones prominentes cuidando el santuario.

―Así es señor. ―Respondió nuevamente Johnathan, esos meses de intenso entrenamiento, batallas y sobrevivir a las duras pruebas del santuario los habían forjado en fuego, para ser considerados guerreros excepcionales.

―Bien, con el enemigo al que nos enfrentamos necesitaremos de su 100%.―Hablaba con el mismo tono tranquilo e inflexivo, pese a que muchos de los presentes podían notar un a ira creciente, como una enorme impotencia en sus expresiones corporales.
―En estos tiempos de guerra, necesitamos lo mejor de lo mejor. ―Aclaró observándolos a ellos, quienes… no se consideraban lo mejor que el santuario tenía que ofrecer, pero en tiempos de necesidad no podían flaquear de la forma que lo habrían hecho bajo el velo de la inexperiencia, debían demostrar que esos meses y años de combate incesante habían valido la pena.

―Estoy seguro de que no lo decepcionaremos capitán. ―Asintió Johnathan una última vez, él confiaba plenamente en las habilidades de todo su equipo, a pesar de que tanto Kiva como Mary fuesen adiciones recientes al escuadrón.

―Espero que no muchachos, en verdad, sería una lástima perder guerreros tan talentosos, pero a la vez, tan jóvenes. ― Decía como si perder gente joven fuese algo normal en estos días, aunque siendo sinceros… no sería tan sorprendente por más duro y doloroso que eso sonará.
―Creo que ya saben cual es el objetivo, estos… Qliphoth o como sea que se llamen, se han esparcido por todo el universo. ―Comentaba mostrando en la mesa holográfica una representación de los entes que habían aparecido en cada planeta habitado por humanos.
―Ustedes serán enviados a destruirlos, lo cual será difícil… pues sin importar lo que les hemos lanzado nada puede destruirlos, pues los mismos poseen una barrera que los protegen de todos nuestros ataques y que cualquiera que se acerque a ella por lo menos a 30 metros de distancia muere irremediablemente. ―Siguió mostrando la información actual de los Qliphoth como los conocían.
―Disparos de plasma, Cañones Pesados, Disparos de Cañón Electromagnético y nada… hemos probado todo, hasta el punto de utilizar armamento nuclear pero nada surte efecto. ―Mostró una descripción grafica en el proyector de hologramas y dicho y hecho nada podía atravesar dicho campo de fuerza.
―No hemos logrado hacer un avance significativo contra estos… seres… pero nuestro equipo de inteligencia logró recolectar información en las últimas 24 horas. ―Añadió mostrando entonces cuatro puntos marcados en un rojo que parpadeaba, los cuales eran raíces del árbol que sobresalían de la tierra.
―Creemos que estos puntos en especifico son fallas estructurales que podemos aprovechar para debilitar la barrera que lo recubre y así evitar que el mismo siga protegiendo al Qliphoth, por ende sea la clave para destruirlos en su totalidad, es entonces donde entran ustedes. ―Fue entonces que señaló a todo el equipó de guardianes, quienes prestaron atención a la información que el capitán les estaba otorgando.
―Su misión será destruir estas raíces, permitir que nuestro ejército avance hasta la base del Qliphoth, coloquen las cargas explosivas alrededor del tronco y hacerlo caer, suena simple, ¿no es así?

―Sí fuera tan fácil no sería trabajo para los caballeros. ―Comentó John racionalizando lo que el capitán del titán de Acero les había dicho.

―Esa es la respuesta correcta, desde hace meses hemos estado enviando batallones enteros de soldados a estas áreas con la esperanza de destruír las raíces, al menos 2 legiones han marchado hacia la oscuridad y ninguna ha podido regresar…―Decía suspirando pesadamente, evitando pensar que… habían enviado a todos esos valientes hombres y mujeres directamente a su muerte.
―Pero confío en que ustedes logren triunfar donde miles de los nuestros han fallado.

―No lo decepcionaremos Capitán. ―Afirmó Danny asegurándole que ellos conseguirían triunfar, no sabían que había sucedido con aquellas legiones de soldados republicanos y de Acero, pero le asegurarían a él y a su tripulación de que ningún sacrificio hubiera sido en vano.

―Eso espero chicos. ―Respondió Rehuel sonriéndoles a los jóvenes caballeros Atenienses.

*Mensaje entrante.* Habló la voz electrónica de un muchacho, tal parecida a la I.A de Hayley desde los parlantes del puente de mando.

―Adelante Cristopher. ―Pidió a la mesa holográfica enorme del centro del puente de mando, proyectando la silueta de un pequeño niño de color verde, el cual poseía una larga capa que cubría su cuerpo.
―Este es mi asistente personal y la I.A. de la Nave, presentante ante los caballeros de Athena. ―Pidió el capitán Thomas a su Inteligencia Artificial el cual había observado a los guardianes desde que llegaron a la nave.

*Saludos, yo soy la Inteligencia Artificial de la Nave Titán de Acero, designación o como todos en la instalación me conocen: Cristopher.* Habló el pequeño holograma alegremente, presentándose como si se tratase de un pequeño sirviente lo cual lo hacía aún más encantador para los ojos de los caballeros.

*Mi deber es mantener la instalación y a sus tripulantes en óptimas condiciones, notificar la entrada y salida de las naves, asegurarme de que los motores reciban mantenimiento y además soy el administrador principal de las máquinas de café de la nave.* Dicho eso sacó una leve risita por parte de Danny, había pasado de un 90 a 100 por esa ocurrencia, sin duda tenía un buen sentido del humor.

―Huh eso es genial. ―Comentó Benjamín, quien era un buen conocedor de la bebida amarga que a muchos adultos les agradaba tomar para despertar por las mañanas.

*Lo es.* Comentó el holograma sonriendo adorablemente hacia los guerreros Atenienses.

―¿Cuál es el mensaje que tienes para mí Cristopher?― Interrogó el capitán del súper carguero a su asistente electrónico personal.

*La nave está preparada para el viaje de teletransportación Capitán, se estima que con las modificaciones hechas y las coordenadas puestas en la consola de navegación estaremos en el sistema solar Goodspeed en 10 horas, 59 minutos con 42 segundos.* Respondió la Inteligencia Artificial quien era el que se encargaba de que todos los ajustes, la recalibracion e indicaba los procedimientos que los ingenieros debían llevar en el cuarto de máquinas para realizar ciertos viajes interestelares, aunque estuviere a cargo de todo en la nave aún necesitaba del toque humano para realizar las tareas que físicamente no podía hacer.

―Excelente, inicien la secuencia de lanzamiento en T menos 60 Segundos. ―Ordenó el capitán de la Nave preparado para hacer el Salto interestelar hacia su destino en el sistema solar vecino donde la misión de estos jóvenes guerreros se encontraba.

*Entendido Señor.* Respondió la Inteligencia Artificial comenzando con todos los protocolos de emergencia para el viaje interestelar, desapareciendo de la vista de todos antes de comenzar el viaje hacia las fronteras poco conocidas por los caballeros de Athena

―Ahora, sé que para muchos de ustedes será su primer viaje de Teletransportación… pero intenten mantenerse tranquilos, mientras viajamos entre dimensiones empezarán a experimentar ciertos dolores de cabeza, malestares físicos, tal vez su percepción de profundidad se ve afectada y que empiecen a ver cosas que no están realmente allí. ―Comenzó explicando los efectos del salto que realizarían, usualmente naves más pequeñas no tenían este problema, debido a que la cantidad de maza que se requería para llevar materia de un lugar a otra era menor, pero con una nave de este tamaño era un tanto más complicado.

―Pero tranquilos, el viaje de teletransportación es más seguro que el viaje a velocidad de la luz. ―Aseguró siendo esta la enésima vez que hacía un viaje de ese tipo en esta misma nave, en su mando aún no habían ocurrido descensos utilizando el viaje de translocación o por lo menos aún no.

*Atención a todos los pasajeros, estamos a punto de entrar al viaje de Teletransporte, sigan los protocolos de seguridad, manténganse dentro de las áreas seguras designadas, eviten obstruir las entradas y salidas de emergencia.* Cristopher habló por todos los altoparlantes de la nave, observando a través de las cámaras de seguridad como todos los tripulantes de la nave, incluyendo a algunos transportes espaciales que orbitaban cerca comenzaban a aterrizar en sus hangares correspondientes.
*Mantengan la calma en todo momento, eviten comer productos altos o bajos en grasas, azúcar y conservadores, si acaban de comer tengan presentes sus bolsas para vómito en todo momento, de ser posible eviten el contacto prolongado con las compuertas de seguridad, aseguren cerrar todas las bahías y zonas de aterrizaje según el protocolo.* Todos sin excepción comenzaron a asegurar y a cerrar las compuertas del súper carguero, para entonces asegurar las naves de combate y transporte en el suelo fijándolas en sus respectivas zonas de Aterrizaje.
*Y si ven algo que no parezca real no interactúen con eso, un entorno de trabajo seguro es un entorno de trabajo felíz.* Antes de que la bahía 6 fuese cerrada completamente una nave de transporte aterrizó rápidamente antes de que las compuertas enormes fuesen selladas por completo.

El motor de teletransporte comenzó a activarse, proyectando frente a ellos un portal frente a la nave, que los redirigiría a un universo diferente a este, un mundo donde la gran batalla por el universo finalmente iba a dar inicio.

―Abróchense sus cinturones y agárrense de donde puedan, vamos a entrar a la brecha interdimensional. ― Advirtió el capitán de la nave, apuntando hacia adelante, donde una enorme esfera u orbe repleto de infinitas estrellas, distorsionando y alterando la percepción de la realidad a medida que se iban acercando ocasionando que la nave comenzará a sacudirse levemente mientras se acercaban.

*Miren cuantos humanos para mi colección de robots asesinos espaciales. * Dijo la Inteligencia Artificial en tono de guasa, pero eso en lugar de relajar la situación solo la hizo aún más tensa, ocasionando que los muchachos se mirarán aún más nervioso que antes.

―Es solo una broma, Cristopher siempre hace eso para relajar el ambiente. ―Abogaba el capitán de la nave tratando de tranquilizar a los jóvenes caballeros, aunque eso parecía complicado, si el I.A. personal del capitán Rehuel había sido un 100, rápidamente había descendido a un 40 solamente por ese comentario.

―¿Sí? Pues no lo está haciendo bien que digamos. ―Comentó Johnathan aferrándose a lo que tenía más cerca, el soporte de la consola donde se proyectaba el esquema de la nave y a la I.A, mientras que los demás también intentaban aferrarse a los barandales, los pasamanos, las barandillas los soportes de las consolas o unos a otros, decir que no estaban asustados sería una vil y cruel mentira.

*Entrando a la grieta entre dimensiones en 5. 4.* Cristopher hablaba a todos dentro de la nave, anticipando el momento del lanzamiento para que todos se prepararán tanto física, como mentalmente para el viaje a través del cosmos y las galaxias.

*3. 2.* Una vez comenzaron a adentrarse en el portal espacio dimensional pudieron sentir el enorme cambio de maza, distancia, altitud, cadencia y tiempo, como si la realidad comenzará a alargarse y a hacerse más pequeña al mismo tiempo, un sentimiento que mientras la nave se adentraba al portal se seguía acrecentando, si había un momento para arrepentirse, ese ya había pasado hacía unos miserables instantes, mientras el frente y el medio de la nave fueron totalmente cubiertas por el portal.
*1, transportando.* Una vez la cola y el motor de la nade se adentraron dentro del portal, la nave se esfumó totalmente del Sistema solar Hope, inicializando el viaje a través de las dimensiones.

Viajando por un vórtice infinito de luces y sombras que se reflejaban y contraían, chocando contra los escudos de la nave, que a su vez, viajaba a través de una esfera, donde la realidad, sencillamente se acortaba ante el poder del súper transporte, ahora ya no podían hacer nada más que ser espectadores de dicho evento artificial creado por la humanidad, que a su vez había sido un esfuerzo de siglos de ingenio para crear agujeros de gusano en la realidad para llevar una súper nave como lo era la Titán de un extremo del Universo hacia otro.

Llevando, trillones de toneladas de acero, maquinaria pesada, armamento, vehículos ya fueran espaciales o terrestres, sin contar también a los millones de personas que componían su tripulación a un sector, donde la gran batalla iba a dar comienzo.

Con cada segundo que pasaban dentro, los 7 caballeros comenzaron a experimentar casi todos los síntomas que el capitán y la I.A. habían dicho con anterioridad, especialmente las náuseas, sencillamente no había forma de aderezar esto, era como si un millón de hormigas estuvieran corriendo a través sus estómagos y entrañas, buscando desesperadamente la forma de salir.

― Ufff… ¿así que esto es un viaje de Teletransportación en una nave? ―Interrogó Danny respirando pesadamente, conteniendo las ganas de vomitar, trató de prepararse física y mentalmente, incluso trató de comparar esta experiencia con otras que había sentido anteriormente, ya fuese en batalla o en las pruebas del santuario, pero nada se podía sentir igual que esto… tal vez la técnica de Tauro, pero en lugar de hacer que la gravedad los aplastará, la misma estaba empujándolos a todas las direcciones, manteniéndolos especialmente en el sitio donde se encontraban de pie.

― Eso parece…―Murmuró Kiva, tratando de hacer lo mismo que su compañera de bronce, aunque a él le estaba costando más, esto no se sentía como el teletransporte al que su maestro y él ya estaban acostumbrados, se sentía diferente, tal como si algo no terminará de cuadrar.

―No te vayas a vomitar pato estúpido. ―Comentaba Johnathan burlonamente, observando como los ojos de Benjamín se ponían progresivamente rojos, era seguro que este viaje le estaba enfermando.

―Cállate…―Benjamín dijo tratando de aguantar la presión, en realidad ya había hecho viajes así antes, pero los suyos eran más a través del híper espacio y las naves eran un poco más pequeñas, pero esto llevaba todo a un nuevo nivel, obligándose a cubrir su boca con su mano derecha para evitar arrojar su comida en la bolsa designada para ese mismo fin.

―Podrían… evitar hablar de vómito, ¿por favor? ―Pedía Mary siendo la que notablemente, se veía más afectada, si el hecho de estar en el espacio no fuera suficiente ahora estar entre dimensiones la hacía sentir peor, sujetándose la cabeza, buscando un sitio para poder sentarse, tantas experiencias en tan poco tiempo harían que su corazón le explotará en el pecho.
― Creo que necesito sentarme un momento. ―Añadió encontrando una silla libre para poder desplomarse e intentar tomarse las cosas con más calma, estaba empezando a desarrollar un enorme rechazo hacia el espacio exterior y al viaje interestelar.

*Estás Bien Señorita Mary. * Preguntó Cristopher notando en sus signos vitales una fuerte presión nerviosa, junto con un bajón en su hidratación, sin contar que estaba empezando a experimentar una aguda jaqueca, algo curioso para una chica de su edad.

―Sí, sí solo dame un momento para respirar. ―Comentaba observando hacia arriba, observando a Seinma quien se le veía visiblemente preocupado por ella, no era secreto que cuando Mary utilizaba su habilidad curativa sacrificaba parte de su vitalidad, por eso después de utilizarla se le veía cansada o fatigada.

A él le preocupaba que por ello, ahora se estuviera sintiendo mucho más débil, le debía su propia vida por haberla procurado tanto, deseaba retribuirle de alguna forma aunque no estaba totalmente seguro de como.

*Necesitas algo?* Interrogó nuevamente Cristopher preparando algún remedio eficiente para ella, tenía una larga lista de medicamentos que podían utilizarse para revitalizar en momentos como estos de ser totalmente necesarios.

―Un poco de agua, eso es todo. ―Pidió descartando instantáneamente todos los remedios que la I.A Le iba a ofrecer, reduciéndolos a 1, Seinma no tardó ni un segundo dirigiéndose rápidamente a un dispensador de agua potable cercano, tomando uno de los vasos desechables para verter el agua dentro del recipiente para acto seguido dirigirse hacia Mary.

―Aquí tienes… ―Le dijo ofreciéndole lo que solicitaba para sentirse mejor, asintiendo levemente por su gesto de compasión y amabilidad.

―Gracias Sein…―Respondió Mary comenzando a quitarse poco a poco su máscara, aunque en un descuido la dejó caer revelando su rostro frente a todos.
―¡Maldición! ―Exclamó tratando de tomarla, pero fue en ese último segundo que Seinma llegó para ayudarla, tomando la pieza de plata entre sus manos y obstruyendo la mirada curiosa de los demás.

―¡La tengo! ―Dijo levantando la mirada, para evitar verle el rostro, pese a que le parecía un tanto absurdo y sumamente complicado de entender para él, debía respetar las creencias de sus compañeras guerreras que había decidido por voluntad propia seguir el código impuesto por Athena y el Santuario.
―Tranquila, no vimos nada… ―Aseguró permitiéndole beber de su recipiente sin más trapujos.

―Gracias…―Comentó sintiendo un leve rubor en sus mejillas, comenzando a beber lentamente, dando un largo sorbo hasta suspirar aliviada, en verdad necesitaba eso una vez terminó Seinma le devolvió su máscara, esperando a que ella se recuperará pronto.

Una vez comenzó a alejarse se acercó a las ventanillas de la nave protegidas por las compuertas de emergencia, observando entre las rejillas del puente de mando como la luz del teletransporte chocaba contra los escudos del súper transporte, volviéndose en una imagen psicodélica y sumamente fascinante de ver…

Aunque al prestar atención pudo observar algo… peculiar, algo que no debía estar allí, la imagen de algo o mejor dicho alguien, alguien que se encontraba fuera y que viajaba a la misma sino que mayor velocidad que ellos.

A Seinma le tomó demasiado comprender lo que veía, hasta que sus miradas se cruzaron en un instante y en ese instante Seinma pudo verlo, era un hombre que vestía una armadura de oro, que viajaba a una velocidad impresionante a través de las dimensiones, su casco con dos caras poseían la bondad así mismo como el desprecio del lado derecho como en el izquierdo y sus ojos claramente resplandeciendo en un aura dorada, el hombre que miraba a través de las rejillas pareció reconocerlo, asintiéndole suavemente para entonces seguir su camino.

―¿Eh? ¿Que es…?― Seinma murmuró, intentando ver más allá pero alguien lo detuvo posando su mano en su hombro.

―No te acerques mucho a las ventanillas. ― Le pidió el capitán Rehuel, haciendo que el joven caballero diese un paso hacia atrás. ―Créeme si no tienes cuidado puedes llegar sentir el golpe del viaje de Teletransporte multiplicado por 100. ―Advirtió recordando lo que le sucedió al último que fue golpeado por los efectos secundarios.
―Aun teniendo escudos de energía tan poderosos como los de la Titán estos pueden llegar a estropearse y créeme, no quieres saber que sucede cuando estás cerca de una falla en los escudos durante un viaje de Teletransporte. ― Sabía que un viaje de este calibre podría tener efectos secundarios, pero eso a encontrar un cuerpo humano fusionado con el casco de la nave fue… algo que prefería tratar de olvidar, encontraron lo suficiente entre la maquinara, como en toda la planta alta del almacén de carga para identificarlo como uno de los técnicos en jefe de la zona.
―Ya veo… creo entender lo que me dice capitán o al menos eso creo. ―Murmuró el caballero Pegaso, inseguro de querer saber de que hablaba, aunque siendo un completo neófito en los viajes interestelares estaba seguro de que no podía ser nada bueno.
―Tan solo disfruta del viaje muchacho. ―Le pidió observando junto a él las luces que producía el viaje a través del túnel dimensional dentro de una esfera de realidad cuántica.

Sin duda era una vista hipnotizaste, podría volverse adicto a ella si no fuera que era de cierta forma tan peligrosa, más sin escudos de energía o barreras que los protegieran, pero si le dieran un par de créditos solo por ver este espectáculo de luces todo el tiempo.

No se quejaría en lo absoluto, sería un verificador de motores de teletransporte gustosamente solo por ver estas hermosas luces naturales colisionando contra la proyección del escudo que defendía tanto el casco de la nave como el interior y a todos sus tripulantes.

Un par de horas más tarde ya habían salido finalmente del vórtice entre dimensiones, el agotamiento físico y mental era evidente, tal vez ninguno de los presentes querría volver a pasar por ello, pero algo les decía que tendrían que ír acostumbrándose.
Las cosas se pondrían complicadas desde este momento en adelante, las compuertas de emergencia comenzaron a abrirse poco a poco, revelando ante los guerreros de la diosa de la guerra un nuevo sistema solar frente a ellos, y con ello el brillo de una nueva estrella.

Cosa que los deslumbró y asombró por partes iguales, era una visión magnifica en todos los sentidos posibles.

Benjamín nunca había estado aquí, pero su primera reacción ante este nuevo sistema solar fue de asombro, que junto con las náuseas surgidas durante el viaje su siguiente reacción fue tomar la bolsa para vómitos y descargar todo el contenido de su estómago dentro de la misma.

―Ja ja ja sabía que ibas a vomitar pato estu…― John estaba totalmente dispuesto a reírse de Benjamín, hasta que un repentino ataque de arcadas lo dejaron totalmente mudo, para que a su vez el tomara la bolsa de Vómito y comenzará a hacer lo mismo que su compañero de cisne.

―Sí, ¿Qué decías? ―Interrogó desviando su mirada hacia él, quien alzaba la mirada con desagrado, vaya que sí se lo merecía, pero le molestaba no haber podido aguantar al menos unos segundos más.

―Cállate…―Murmuro el caballero del Fénix, limpiándose los labios, este era uno de esos momentos donde se hablaba antes de tiempo.

―¿Sabes qué es eso? Eso es el peso del Karma. ―Dijo tratando de burlarse de él, pero se sentía tan mal que solo podía arquear una débil sonrisa.

―Tranquilos muchachos se acostumbrarán, ahora tomaré un momento de su tiempo para pedirles que levanten la mirada y observen eso. ―Los siete caballeros asintieron apenas lograron recuperarse, dirigieron sus atenciones hacia las ventanillas de la nave y frente a ellos se encontraba un planeta muy diferente a Ninbus, per parecido en todos los sentidos y era hermoso.
―Ese es el planeta Recclaimer13, la joya de la corona en este sector. ―Comentaba el capitán de la nave sonriendo ante la visión de este enorme cuerpo celeste, cuya atmosfera resplandecía de un color esmeralda que atraía instintivamente a la vista de los jóvenes caballeros defensores del Universo y de Athena. ―Fascinante, ¿no les parece?

―Es impresionante, no lo voy a negar. ―Johnathan comentó observando aquel nuevo universo a la luz de una nueva estrella madre, el hogar de sus compañeros humanos que se habían aventurado a este nuevo universo.

*Mensaje Entrante Encriptado.* La I.A. de la nave dio el aviso, algo que sorprendió enormemente al capitán, pocos eventos podían sorprenderlo, pero un mensaje encriptado era algo que definitivamente se llevaba toda su atención.
*Hummm… esto es curioso…*
Comento la Inteligencia artificial en su intento por desencriptar la información.

―¿Que sucede Cristopher? ―Interrogó el capitán del Titán completamente alerta de la situación, cuando un mensaje entrante era codificado solo significaba que los problemas estaban por asomarse por el horizonte.

*He recibido un mensaje en clave morse de la I.A., del Commonwealth. Además de una transcripción y un archivo de video corrupto. * Respondía la Inteligencia Artificial del Titán comprobando cada uno de los archivos, para ver si podía restaurarlos para conocer que era tan importante de los mismos.

― ¿Puedes repararlo? ―Preguntó el capitán nuevamente con la evidente urgencia de querer conocer el contenido de los mismos.

*Puedo intentarlo, pero tomará tiempo, además… no esto no puede ser correcto* La I.A. Parecía confundida, aunque leía una y otra vez el código del mensaje no tenía sentido, sobre todo por qué había sido enviado antes de la eliminación manual de una I.A., pero esta no era sino otra que la I.A del Commonwealth, la que ayudaba a la navegación interestelar y apoyaba al control de defensa y armas de la nave, una IA tan importante no podía ser eliminada así como así, debía informarse a la "Organización de Defensa Interplanetaria" para llevar a cabo dicho protocolo.
*Es un mensaje de la I.A. Neil, después de que se activará su el protocolo de desactivación manual pero…* Al eliminar una I.A. no solo se eliminaba sus registros y su soporte de navegación, sino que se eliminaba información indispensable de la instalación, así como de sus tripulantes, información invaluable que se necesitaba para saber todo lo sucedido con la nave y con los pasajeros durante cada uno de sus viajes desde el primer al último vuelo realizado.
*Es lo que no comprendo, ¿por qué el capitán del Commonwealth desactivaría su I.A., de Navegación?*

―Concéntrate Cristopher, ¿puedes compartir el mensaje? ―El capitán no era ajeno a dichas reglas, los conocía como la palma de su propia mano, pero de efectuarlos sin la aprobación de la U.R.E. o de la O.R.I. eran un claro desacato y una traición directa a las organizaciones de protección interestelar, pero de haber algo tan drástico algo terriblemente mal debió suceder con la nave y su tripulación.

*Por supuesto señor, codificando espere un momento… Mensaje enviado a todos los canales de emergencia, clave tipo de clave: Morse.* Dijo para comenzar a marcar sonidos efímeros y largos, repitiéndolos varias veces, causando un silencio sepulcral en todo el
*... - ...*

―Punto, punto, punto, barra, barra, barra, punto, punto, punto…―Danny murmuraba reconociendo dicho patrón, era el más básico de los códigos que podían ser trasladados al Morse, una señal de auxilio o mejor conocida como (S.O.S.)
― Espera, ¿eso es… una señal de Socorro?―Preguntó preocupada, si la situación ya pintaba mal, el primer mensaje dado estaba yendo a peor.

―Eso parece.―Murmuró el Capitán del Titán, reconociendo que muy pronto algo terrible sucedería, dando la orden a sus legiones de soldados a prepararse para lo que fuera, incluso si eso significaba entrar en combate directo,

* - .-. .. .-. ..- .-.. .- -.-. .. -. -. / - ..- . .-. - .- * (Tripulación Muerta)
* -.-. .- .-. .. - .-.- -. / - ..- . .-. - -* (Capitán Muerto)
*-.-. - - - - -. .- . .- .-.. - ... / -.-. - - .-. .-. - - . - .. -.. - * (Commonwealth comprometido)

― ¿Que significa? ... - ...Preguntó Johnathan mirando tanto a su Prima como al Capitán del Super transporte, quienes en silencio podían reconocer que lo peor sería inevitable.

―Nada bueno…― Murmuraron antes de que un poderoso estruendo sacudiera toda la nave con un poderoso temblor que hizo sacudir desde el puente de mando hasta el área de máquinas.

Aquél golpe no podía provenir de otro sitio que, del exterior, algo había impactado fuertemente los escudos de energía, los cuales resistieron ferozmente ante el violento ataque que había llegado desde las sombras, aunque el mismo parecía haber causado un evidente impacto en el escudo, el cual comenzó a desquebrajarse poco a poco, teniendo que aumentar la energía en los generadores para evitar que este se destruyera por completo, regenerándose casi al instante.

―Impacto a estribor, impacto a estribor, daño al escudo de energía. ―Habló uno de los técnicos que se encontraban en el puente de mando, mostrando en la pantalla de datos el sitio de impacto como el daño que se había causado, un 89% de poder de impacto, suficiente para casi despedazar el escudo frontal.

―¿Tenemos visual del agresor? ―Interrogó Rehuel esperando respuesta de las cámaras que daban al exterior para ver que era lo que los atacaba, no descartaban la opción de que hubieran chocado contra un meteorito, pero un golpe de ese tipo solo podía provenir de un cañón que apuntaba directamente hacia la nave.

―Tratando de interceptar la señal de las cámaras de seguridad de la zona…―Dijo el técnico buscando la señal de las cámaras, quien después de un momento de estática finalmente pudieron conectar, mostrando una imagen aterradora.

Una nave que casi parecía un fantasma, sin luces, moviéndose entre las penumbras, dejando salír una estela carmesí, recubierto por sangre congelada desde el frente, el lomo, hasta la cola de la nave, cubriendo las letras que demarcaban el nombre de la nave quitándole su identidad como el Commonwealth, pasando a ser una nave con el nombre del gran enemigo de la humanidad como de los caballeros de la diosa Atenea: Hades.

―¿Ese es… el Commonwealth? ―Interrogó la segunda al mando de la nave, observando aterrorizada a la nave fantasma que flotaba en la inmensidad del espacio, completamente solitaria y atemorizante por todo lo que conllevaba observar una nave de tal calibre en este estado tan deplorable funcionando como en sus días de gloría.

―Sí pero… ¿qué demonios es eso? ―Preguntó el Capitán observando un largo haz carmesí que ondeaba como la sangre de millones de almas torturadas haciendo una estela de humo y neblina, no podía ser el color que producían los motores y por supuesto que no podía ser sangre debido a que se congelaría ante las extremas temperaturas bajo cero… esto era diferente, muy diferente a todo lo que habían visto hasta este momento.

―¿Tenemos enlace por radio con la nave? ―Preguntó el capitán a uno de sus técnicos el cual asintió ante la interrogante, enlazando con la nave agresora.
―Aquí el capitán del Titán de Acero ingresando a la frecuencia de radio 247.83 respondan, cesen al fuego, repito, cesen al fuego antes de que respondamos en todos los frentes. ―Habló a la espera de una respuesta, alguien debía seguir allí, de lo contrario no comprendía que había disparado sus cañones.

*Tenemos contacto visual. * Cristopher dijo enlazando una transmisión proveniente con el Commonwealth solicitando una video llamada con el capitán del titán, así como con toda su tripulación.

― Transmítelo…―Pidió el Capitán del súper transporte para ver qué demonios sucedía con el capitán de la nave contraría, esperando a poder pautar un acuerdo de cese al fuego antes de que una batalla intergaláctica fuese inevitable.

Lo que vieron no fue al líder del Súper Carguero el condecorado Robert Líen.
Frente a ellos se encontraba un hombre de larga melena ondulada, ojos de color ámbar, y una sonrisa maligna que los observaba despectivamente desde el asiento del capitán, en una posición de poder y respectividad, casi como si tratará de decir que ahora toda esta nave era de su pertenencia.

*Hola, tripulantes del Titán, este es el capitán de la U.S.S. Hades. * Habló finalmente dejando relucir su arrogancia latente, sonriendo ante ellos, aunque algo que pudieron notar y no pudieron evitar observar fue una enorme piscina de sangre a su alrededor, junto con toda la tripulación convertidos en… seres que parecían no tener conciencia o voluntad propia.

― Ese no es el capitán del Commonwealth…―Dijo el piloto de la nave sin despegar sus ojos de la proyección holográfica.

―No me digas genio…―Murmuró el copiloto sarcásticamente, aunque también podía sentur un sudor frío recorriendo toda su espalda.

*Mi nombre es Albert de Upyr Estrella Terrestre de la Causa y soy el nuevo y flamante capitán del Commonwealth, el antiguo capitán… digamos que murió, devorado por Ghouls, debieron verlo, fue espectacular, él y todos los tripulantes de esta nave, que ahora nos sirven como espectros poseídos.* Hablaba atrayendo a uno de los sirvientes sin conciencia del dios Hades, mostrándolo como lo que era un cuerpo sin una pizca de individualidad, una hormiga destinada a ser utilizada como carne de cañón desechable con el único propósito de hacer más grande el ejercito del rey del inframundo.

― ¿Pero que mierd…?― Uno de los técnicos de la nave murmuró al observar el espectro poseído, el cual, solo observaba con la mirada perdida la pantalla, moviendo la mandíbula inconscientemente, anhelando algo que devorar.

― ¿Díganos quien te envía y cuáles son sus intenciones? ―Interrogó sin perder su afilado temple, el capitán del Titán no se doblegaría ante amenazas de un pirata espacial que había conquistado una de las naves más poderosas de la galaxia.

*Ohhh no es evidente? Nos envió el señor Hades, el rey de todo este universo, así como de tu patética humanidad. * Añadía señalando al Capitán Rehuel, quien observaba desafiante al espectro, quien solo le causaba una enorme repulsión.

―¿Que es lo que quieres? ―Interrogó el líder de la Nave titán sin despegar su mirada de la proyección holográfica.

*Ohhh esa es la pregunta correcta y verás, lo que yo quiero, así como todos los espectros queremos es: Muerte, pero no una muerte pequeña patética e insignificante, sino una muerte Gloriosa. Una muerte que trascienda por los siglos de los siglos, una muerte que esté a la altura de la guerra santa.* Hablaba haciendo grandes ademanes con sus brazos, explicando lo que tanto buscaban él y todos los espectros de Hades, anhelaban solo una cosa, cumplir el único y último deseo de su dios.
*Una verdadera Muerte, un genocidio étnico, el fin de toda la raza humana, la extinción de su especie corrupta y ponzoñosa.*

―Tenemos un ejército, más de 300 naves de combate y cargueros de asalto, no saldrán de aquí. ― Respondió el Capitán respondiendo a las amenazas del espectro con determinación, esta era la nave más grande de toda la humanidad y no permitirían que la destruyeran o conquistarán, no mientras tuvieran la potencia de fuego de su lado.

*Ja ja ja ja ja ja, oh ¿en verdad crees que queremos escapar? No… no queremos escapar, creo que no entendieron lo que nosotros buscamos, nosotros lo que deseamos solo es la muerte.* Aclaraó el espectro esbozando una retorcida sonrisa, su religión era un culto al nihilismo, un ideal que se basaba en violencia y muerte.
*Sin importar que pase, nosotros seguiremos un paso delante de ustedes, vamos a exterminarlos a todos hasta que no quede nada más que las tinieblas en todo el universo.* Reafirmó su amenaza, sus intenciones eran claras, no podían dialogar con él o evitar una confrontación directa entre súper transportes.

―Debes ser mas estúpido de lo que te ves si crees que vamos a permitir que destruyas a esta nave y a todos sus tripulantes, nosotros somos una nación de Guerreros y ustedes no poseen ningún poder aquí. ― Advirtió apenas abrieran fuego nuevamente la nave titán no dudaría en responder de regreso con aún más fuerza, nadie los amenazaba y quedaba impune por ello.

*¿Eso creen? Nos tomó menos de un par de horas aniquilar toda la tripulación del Commonwealth, ¿de verdad creen que ustedes serán diferentes? * Preguntó sin dejar de lado su actitud pedante y prepotente, quería probarlos en combate y no se iría sin hacerlo, aún si debía obligarlos a pelear.

―No lo creemos en un hecho de que ustedes no lograrán destruir esta nave o a sus tripulantes, son más que bienvenidos de intentarlo, pero les advierto, serán aniquilados hasta que no quede rastro de ustedes. ―Afirmó nuevamente el comandante supremo de la armada del titán, podrían intentarlo, pero de hacerlo iban a pulverizar toda la nave antes conocida como el Commonwealth.

*Renaceremos ante el fuego del señor Hades, su marca será la que tiña todo el universo en tinieblas infinitas.* Aclamaba al dios que los había devuelto a la vida, únicamente para servir a su propósito, a su ideal, al deseo de conquista que concibió en el momento que sus ojos se posaron sobre el mundo que tanto anhelaba poseer.
*Viviremos para ver la era del humano perecer, para que la del señor Hades perdure por toda la eternidad.*

―No se saldrán con la suya, nosotros no permitiremos que eso ocurra, su rey, dios… lo que sea nunca ganará, no mientras nosotros sigamos aquí para detenerlo. ―Respondió finalmente el capitán harto de toda esta charla.

*Ustedes no lo sabrán, pues no estarán allí para verlo* Dijo comenzando a reír levemente, haciendo cortas pero determinantes carcajadas, se estaba divirtiendo haciéndole perder el tiempo al capitán, pero ahora es donde comenzaba lo divertido, cuando las palabras dejaran de fluir y los cañones comenzarán a escupir fuego.
*Tal vez si se rinden les demos una muerte rápida e indolora, pero si se resisten… bueno estoy seguro de que disfrutaré mucho verlos intentar detenernos.* Finalizó cerrando el video chat, dejando en claro que las "negociaciones" ahora serían realizadas por las armas.

―Nosotros no negociamos con terroristas. ―Finalizó aceptando el desafío que ese maldito espectro quería imponerles, si querían guerra, entonces guerra iban a tener.

Mientras tanto en el Commonwealth, los espectros de Upyr y del Vampiro observaron cómo la proyección holográfica se cerraba frente a ellos, sin duda el infierno se iba a desatar y la hermosa lluvia de sangre que tanto habían deseado ver caería sobre todo el planeta de Recclaimer.

―Parece que las negociaciones no salieron como esperaba. ―Mencionó burlonamente, observando como su compañero también comenzaba a reír, aún sí se resistían el final de este combate ya estaba decidido desde el inicio, iban a aplastar ese súper transporte.
―¿Que hacemos Vol? ―Preguntó el espectro de Upyr alzando su mirada hacia el Vampiro.

―¿No dijiste que querías probar las armas? ―Respondió Volkolak interrogando al nuevo capitán de la nave, esperando a que en verdad estuviese tan comprometido de llevarle la guerra al Titán de Acero.

―Oh cierto, entonces… vamos a darles un pequeño regalo de bienvenida. ― Murmuró, listo para desplegar las armas ataque al Súper Transporte, iban a destruirlos a todos en nombre de Hades, tanto la nave como el Dios.
―¡Disparen los Cañones de Plasma! ―Exclamó dándole la orden a sus Espectros para comenzar la batalla interestelar.

Los cañones del Commonwealth dispararon una segunda ronda de plasma sobre los escudos del titán, los cuales absorbieron el impacto con la suficiente eficiencia como para resistir, pero otro disparo directo como ese sería perjudicial por lo que debían comenzar con las operaciones de contramedida para evitar daños importante a la estructura del Titán.
El Capitán se aferró a su puesto observando el daño provocado este había aumentado a un 96%, entonces esto significaba guerra.

―Maldición de verdad van en serio. ― Comentó el capitán dispuesto a devolver el favor con gusto, esto significaba la guerra.
―Envíen a todos a sus estaciones de combate, quiero ver a los cazas en todos los frentes defensivos, que se preparen para la batalla estelar en menos de 5 minutos. ― Ordenó a todas las posiciones de ataque y defensa de la nave, cada uno de los soldados republicanos y de acero comenzaron a distribuirse para ír directamente a sus puestos de combate iban a llenar de plasma y agujeros al Commonwealth.
―Vamos a aplastarlos a todos. ―A su vez los pilotos de naves de casa comenzaron a subirse a sus respectivos vehículos de asalto, colocándose su equipo de pilotaje espacial en tiempo record, tomando el control de cada una de las naves de asalto, este iba a ser un combate directo así que debían encender los motores de sus naves e ingresar a formación de combate de inmediato.

―Entendido señor. ―Respondió su segunda al mando lista para coordinar todos los esfuerzos de combate estelar, debían evitar que hubiera bajas masivas en el personal de la nave, de lo contrario no quedaría nada para reparar los vehículos una vez terminará el asalto.

La señal de emergencia comenzó a sonar por toda la nave, obligando a todo el personal militar a ír a sus puestos de batalla, este iba a ser un largo combate y sin duda habría muchas pérdidas, pero por eso estaban aquí, ese era el propósito del Titán.
Defender el universo de amenazas como estas.

―Nosotros que haremos capitán? ―Interrogó John listo para ayudar al personal de la Nave a contrarrestar esta amenaza, pero su misión no se encontraba aquí, no en esta plataforma espacial.

―Ustedes bajarán al planeta a eliminar esos árboles, déjenos la batalla naval a nosotros. ―Respondió Rehuel observando a todos los caballeros presentes, aún si su utilidad podía llegar a ser una ventaja la misión a la que los habían traído hasta aquí se encontraba en Recclaimer, no en sus fronteras espaciales.

―Pero señor. ―John trató de objetar, pero el capitán se le adelantó.

―Es una orden Fénix. ―Dijo tajantemente, había momentos para protestar y momentos para obedecer, este era uno de esos momentos y debían obedecer.
―Ustedes se encargarán de la batalla en tierra, nosotros nos encargaremos del resto. ―Entonces su mirada se dirigió hacia Martín quien levantó la mirada listo para acatar las instrucciones del capitán de la nave. ―Sargento.

―Sí mi Capitán. ―Asintió haciendo un saludo militar.

―Lleve a estos muchachos abajo, si esta es la primera línea defensiva esperen aún más resistencia en el planeta. ― Decía reconociendo que tanto en el cielo como en la tierra se lucharía una batalla difícil, pero confiaba plenamente que si estos jóvenes eran la promesa del futuro harían hasta lo imposible para defenderlo, con uñas y dientes si era necesario.
―Los coordinaremos desde aquí, si algo llega a suceder, quedas a cargo de las operaciones en Recclaimer. ― Aclaró al sargento quien asintió bajando su mano, listo para partir hacia las naves de descenso.

―Entendido señor. ―Dijo dándole una palmada en el brazo a Johnathan para que lo siguiera, él junto con su equipo asintieron, saludando al capitán del Titán para entonces comenzar a retirarse antes de que la batalla comenzará a subir de nivel.

―Veamos de que son capaces los caballeros de Athena. ―Murmuró Rehuel, suspirando pesadamente para finalmente dirigirse al centro del puente de mando, donde planearían cada paso de la misión, desde el espacio hasta en tierra firme en Recclaimer.

Mientras las naves comenzaban a despegar de las bahías de carga, las naves de caza enemigas también comenzaron a salir, los pilotos no comprendían que ocurría, pero estaba preparados para todo, activando los escudos de energía de sus naves y entrando a modo de combate, desplegando las armas de sus vehículos de asalto para llenar de agujeros a sus enemigos.
Los disparos comenzaron a volar por todos lados, tanto de energía como cinéticos, impactando duramente contra los escudos del enemigo, un enorme espectáculo de luces letales comenzó a cruzar toda la atmosfera del planeta, siendo disparados en todas direcciones.
Cocando a su vez con los escudos de las enormes naves de carga que las lideraban, no tardó mucho para que piezas de los mismos comenzaran a volar, explosiones pequeñas que se hacían grandes y después se apagaban en un instante debido a la falta de oxigeno.
Naves de asalto se destrozaban unas a otras, pulverizando a sus pilotos en el interior, el ardiente plasma de los cañones era interceptado por los fuentes escudos que se destrozaban una vez ya no podían soportar el impacto, para que entonces el plomo de la munición cinética comenzará a destrozar las naves desde adentro haciéndolas estallar en millones de pedazos que se expandían en el vacío.

Ante la falta de sonido, solo se podía imaginar lo impresionante que era ver miles de naves de combate luchando en el espacio, disparando sus cañones y torpedos explosivos a través de las estrellas, una imagen que aterraba y fascinaba a los muchachos, mientras se encaminaban al almacén de naves donde encontrarían el transporte que los enviaría directo a la zona donde la batalla continuaría en contra del Qliphoth que se encontraba en la zona.

Siguieron avanzando reencontrándose con el Sargento Martín quien ya tenía puesto su uniforme militar republicano, redirigiéndolos hacia la zona de Naves, donde encontrarían su transporte… aunque al llegar a la bahía 3 se encontraron con una sorpresa… poco agradable.

―Kobu… ―Interrogó Seinma viendo cara a cara a su rival en la zona de carga, él junto a los demás caballeros de su equipo se vieron sorprendidos de encontrarse con sus demás compañeros y rivales de palestra.

―Seinma…―Murmuró Kobu cambiando su expresión de sorpresa a una de seriedad, él era la última persona a la que se hubiera esperado ver hoy, en esta situación y en esta misma nave.

―Muchachos. ―Comentó Danny observando a los demás caballeros que componían el equipo del Unicornio, siendo estos Mabel, Matthew, Ahiri, Darrel, Kazuto y Albión quienes de la misma forma se sentían sorprendidos por la repentina llegada de los herederos y sus nuevos compañeros.

Ellos se vieron por un largo rato, pero una nueva sacudida de la nave hico que recordarán en que situación precaria se encontraban, ya habría otro momento para saldar cuentas, ahora tenían que enfocarse en derrotar al ejercito de Hades.

―No tenemos tiempo para esto, mátense luego de que pase esta crisis, ahora tenemos que irnos. ― Dijo John jalando a Seinma del brazo, después podrían resolver sus problemas personales, este era el momento de ír a pelear contra el enemigo, Seinma simplemente asintió siguiendo a sus compañeros a la nave de descenso, no sin antes dedicarle una última mirada a Kobu quien lo observó hasta perderse en el interior de su propio vehículo de transporte.

―Sí, vamos. ―Dijo el Caballero del Unicornio, guiando a su propio equipo a su nave de descenso.

Apenas ingresaron todos se dirigieron a sus puestos, observando como los pilotos encendían el sistema de sus respectivos navíos, comenzando a elevar las naves comenzando a salir del súper transporte, dirigiéndose al espacio junto con las demás tropas que los acompañarían en la batalla de Recclaimer.
Apenas salieron pudieron apreciar la enorme batalla espacial, con los millones de naves de transporte y combate luchando en el vacío oscuro, luchando ferozmente por la supremacía de sus respectivas naciones.

Los siete caballeros sentían tanta tensión, pues aunque podían sentirse seguros de cierto modo, podían sentir los impactos de plasma que azotaban los escudos, manteniendo sus miradas fijas en las ventanillas, apreciando la encarnizada batalla entre cazas interestelares así como los demás navíos de descenso orbital que caían a su lado, esto era demasiado para ellos, reconocían el peligro de la guerra, lo habían estado meditando durante mucho tiempo, pero ahora la guerra ya no se encontraba a kilómetros, sino que a unos centímetros de ellos.
Los entrenamientos ya habían terminado, las pruebas habían encontrado su conclusión, ahora esto era real con fuego real.
La muerte se encontraba frente a ellos una vez más con todas las intenciones de reclamar sus almas, esto iba muy en serio.
La guerra estaba aquí, el tiempo de la locura y el tiempo del odio, el tiempo de la tormenta salvaje, de la batalla sin inicio, del conflicto sin final, la era del fuego y el hielo.

Though I'm past one hundred thousand miles, I'm feeling very still and I think my spaceship knows which way to go, tell my wife I love her very much, she knows.

Una nave de descenso estalló frente a sus ojos, los escudos de energía habían fallado y un torpedo de calcinación alcanzó la nave, haciendo que su tripulación saliera despedida hacia el frío vacío del universo, ya estaban muy muertos cuando la nave estalló en miles de pedazos, pero los pocos que sobrevivieron experimentaron la sofocación por la falta de oxígeno, muriendo casi al instante por la falta de Co2 en sus pulmones, el horror era real, la muerte era real, el miedo era real.
Estaban adentrándose al campo gravitatorio del planeta y dos naves más ya habían sido destruidas por los disparos del enemigo, esperando a ser ellos los siguientes en explotar, la muerte los miraba a los ojos con una sonrisa, respirando sobre sus cuellos.
Esperando el momento de que los pilotos, el sistema de la nave, los escudos o cualquier elemento del navío fallará para llevárselos a todos directamente con el rey que había comenzado esta sangrienta guerra.

Ground control to Major Tom, your circuit's dead, there's something wrong!

―¡Adentrándonos al campo Gravitacional Agárrense fuerte! ― Exclamó el Sargento Martín sintiendo como la nave comenzaba a sacudirse violentamente por el cambio gravitacional y de temperatura, estaban entrando a la atmosfera de Recclaimer.

Mientras seguían cayendo la presión los estaba aplastando a todos, este era el inicio de la guerra santa para ellos y había comenzado con una enorme explosión, tanto metafórica como literal cuando finalmente el escudo de energía falló y un impacto directo a uno de los motores, ocasionando un daño catastrófico al sistema de navegación.

―Motor uno dañado, ¡estamos cayendo! ―Exclamó uno de los pilotos, tratando de mantener el control de su nave de descenso, pero era imposible…

Los controles estaban fallando, todo el sistema estaba fallando, hasta el punto que piezas del mismo comenzaron a desprenderse, junto con la compuerta de emergencia la cual fue arrancada violentamente, causando que fuesen violentamente golpeados por una ráfaga de viento que les estaba arrancando el aliento, ya se encontraban en el planeta, ya estaban fuera del vacío pero el peligro de morir aplastados entre 4 paredes de metal era real, más real que el sol, las 3 lunas de este mundo o que el suelo al que se estaban precipitando.

Can you hear me, Major Tom?
Can you hear me, Major Tom?!
Can you hear me, Major Tom?!
Can you hear…?~

Un buen choque de emociones como para reafirmar que se encontraban en el infierno, el infierno de la Guerra Santa.
―¡Maldición, Maldición, Maldicióooooooooooooooon! ―Exclamó Seinma, desesperado de salir de esta situación tan desastrosa.

For here am I floating 'round my tin can, far above the Moon.
Planet Earth is blue, and there's nothing I can do.

Continuará…

Siente el ritmo de las calles, luces de neón y sueños de neón.
Puños ensangrentados que no sienten dolor, cuando hay mucho más que ganar.
Temporada de caza si se quiere, dime ¿dónde preferirías estar?
Apenas puedo ver la luna, espero que lleguemos allí muy pronto.

Tratando de liberarte de la miseria.
Aferrarte a tus deseos si no puedes aferrarte a mí.

Perdóname por defraudarte.
Perdóname por defraudarte de nuevo.
Supongo que no soy lo suficientemente fuerte.

Ahora mismo por fin sentirán las llamas, las llamas que corren por mis venas.
Haré que esta ciudad arda, no pensemos en volver.

Tratando de hacerte libre, para hacerte ver lo que yo veo.
Aferrarte a tus deseos si no puedes aferrarte a mí

Perdóname por defraudarte.
Perdóname por defraudarte otra vez.
Supongo que no soy lo suficientemente fuerte

Ahora mismo.

Perdóname por defraudarte.
Perdóname por defraudarte otra vez.
Supongo que no soy lo suficientemente fuerte.

Ahora mismo.

Oh mi amor.
Oh mi amor.
Amor.

Te dejé caer.
Oh, déjate caer.
Déjate caer.
Oh, déjate caer…

¿Y Tu Has Sentido el Poder del Cosmos?

Primer Episodio de esta Nueva temporada y empezamos a lo grande, después de un tiempo dedicándome a nada más que trabajar, jugar videojuegos, dibujar y leer mis libros favoritos finalmente puedo dedicarme de nueva cuenta a Saint Seiya Guardianes.
Lo cual me pone muy feliz pero de cierta forma me pone triste, pues de nuevo tendré de desvelarme todas las noches hasta terminar el segundo arco de este Proyecto, ahora sí la exploración de mundo, la guerra santa y las tecnologías de este siglo serán el eje central donde se apoyará la historia, eso además del conflicto para destruir a los Qliphoth harán de este segundo volumen si me permiten la expresión.
Algo de otro mundo, je jeh.

Como siempre espero que les haya gustado que se hayan entretenido y que hayan encontrado algo que les haya gustado de esta historia, que hasta el momento que estoy escribiendo esto, ya he podido pensar un poco mejor la dirección a la que va a dirigirse.
Desde que ya no estamos atados a presentar el universo, a los personajes o el punto al que se va a dirigir esta historia.
Creo que por fin vamos a tocar esos eventos que he estado presentando desde el inicio de esta historia allá por el 2013, La Gran Guerra Santa.

Casi 10 años casi 10 años para tocar este arco, me siento feliz de que finalmente estemos aquí pese a todo y todo.
Pero como siempre digo todo lo bueno siempre toma su tiempo.
Los Pecados del Padre, tal vez tarde un poco más ya que… bueno hubo un par de percances pero de que esa historia se haba publicar y a escribir tengan de seguro que así será, aunque me cueste uno y la mitad del otro.

Por lo demás, no sé qué decirles, hasta este punto solo puedo seguir prometiendo y prometiendo, pero uno llega a este punto de la vida en el que se enfoca en un solo proyecto, el compromiso de hacerlo así como terminarlo se vuelve más grande y pesado que otros, seguirán siendo espinas que no me dejen dormir en ocasiones…
Pero hasta este punto mi enfoque está en Guardianes, por qué es mi comienzo y tal vez sea mi final, pero será mejor que el viaje lo valga.

Je remercie Shaina Cobra d'être ma plus fidèle spectatrice, j'espère que ce nouveau chapitre vous a plu, j'espère que vous l'avez apprécié autant que je l'ai écrit, même si cela a été un vrai problème de l'écrire du début à la fin.
Mais vraiment, j'espère que vous l'avez apprécié de tout mon cœur, j'espère connaître vos opinions dans un futur proche.
Comme toujours, des salutations et un gros câlin de ma part.

Para la Princesa del Tikal que es mi segunda lectura más concurrente, te agradezco mucho por tus comentarios de paoyo tanto aquí como en Episodio Zero, el cual… ya me gustaría actualizar pero como dije anteriormente hemos pasado por un par de percances.
Los cuales me han impedido escribir la historia de Seiya y Seika. (hija) Pero apenas logre constatar algo sólido les aseguro que lo estaré trayendo a todos ustedes, sino… entonces no sabré realmente que voy a hacer.

Pero ese es problema del Eddy del mañana.

Por ahora me despido, un agradecimiento a todos los que lograron llegar hasta este punto y nos veremos hasta la próxima, comenten, denle a favoritos y síganme que so me ayudaría mucho.
Yo soy Eddy B y nos veremos hasta la próxima.

La Estrella Negra Fuera.