Hola a todos nuevamente. Una disculpa por el pequeño retraso en continuar escribiendo esta historia, les explico rápidamente, además de Academia Sanctuary, tenía un tanto abandonada a otra historia "Guerras de Troya", una historia que es inmensamente difícil de actualizar en mi opinión, ya que trata de la Guerra de Troya al estilo Saint Seiya. En fin, cuando me desaparecí, tanto Academia Sanctuary como Guerras de Troya quedaron en medio de sus respectivas terceras temporadas, con una crucial diferencia, las temporadas de Academia Sanctuary duran 11 capítulos y un OVA, mientras que Guerras de Troya se divide en 10 capítulos por temporada. ¿Por qué es esto importante? Porque ya había trazado el fin de la tercera temporada de Guerras de Troya antes de desaparecerme… y se me olvidó a dónde quería llegar, y el cómo iba continuar con la historia, así que, decidí dedicarle un poco más de tiempo para terminar la tercera temporada de Guerras de Troya, y terminar en un punto donde el inicio de una nueva temporada esté fresco, y comenzar a establecer los cimientos de esa temporada. Además, en una escala menos importante, el final de la tercera temporada de Guerras de Troya es el capítulo 30, y este es el capítulo 30 de Academia Sanctuary, así que, oficialmente con esta actualización, ambas historias están en su capítulo 30, y eso me da orden. ¿Qué sigue? Bueno, tengo ahora el compromiso personal de actualizar ambas historias, una vez por semana cada una, lo que significa que hoy viernes actualizo Academia Sanctuary, y el próximo viernes actualizo Guerras de Troya, el siguiente viernes regreso con Academia Sanctuary, y después el siguiente viernes continúo repitiendo el ciclo, hasta terminar ambas historias, manteniendo las actualizaciones constantes, y teniendo un tiempo de dos semanas entre actualizaciones. Al menos ese es el plan, y es un plan realista, que no me satura y, por ende, hay menos riesgo de volverme a desaparecer. Pero ya he dicho suficiente, así que a contestar reviews.

dafguerrero: Vaya, ya tenía tiempo que no llegaba a una cuenta de reviews de más de 3 reviews, un placer que los tuyos son frecuentes. Feliz viernes ce mañanas congeladas, tardes infernales, y noches que amenaza con llegar al cero absoluto desde Monterrey, México… donde eliminaron a mis Tigres T_T… ok me desvié. Shaina es un personaje al que siento que no he explotado lo suficiente, tal vez por ello en este capítulo le dediqué tanta atención, pero veremos cómo se desenvuelve su personaje de poco en poco. Y referente un poco a Shaka, él ha recibido mucho amor en esta temporada, pero va siendo tiempo de que nos enfoquemos un poco más de lleno en su acto argumental actual. Espero haber plasmado la idea de la forma correcta. Los de bronce son, en su mayoría, pobres, así que o verás a la mayoría de ellos por un tiempo, pero veré qué papel le doy a los que me quedaron regados por allí. Espero que este capítulo te haga reír un poco, en mi opinión me quedó más como capítulo de telenovela barata, favor de reproducir la escena de: "Que haces besando a la lisiada", en el momento que más les convenga.

AlessandradeSinsajo: ¿Acabas de cambiarte el pen name? Juraría que tu pen name decía otra cosa (busca el alert en su correo, pero no lo encuentra) ¡Descubriré tu identidad secreta! Ya enserio, ¿cambiaste tu pen name o ya me confundí solo? Muchas gracias por leer mis historias, esta y Guerras Doradas, me alegra saber que han sido de tu agrado, siempre es lindo que me recuerden mis trabajos anteriores. Guerras Doradas sigue siendo un referente para mí, a tal grado que ya comencé a escribirle un nuevo Gaiden, pero ya regresaré a él algún día. Me tardé bastante en poder continuar esta historia, pero no la he abandonado, espero que disfrutes de este capítulo. ¡Aaaaah! ¡Me has enviado a una dimensión donde actualizo constantemente! ¡Eso es trampa!

Goldxroses: Que bueno que te animaste a comentar, a mí me encantan los reviews, jajaja, bienvenida seas al universo de Academia Sanctuary. Gracias por tus palabras, lo extraño mucho, pero la vida sigue, y yo planeo divertirme. No puedo responderte las preguntas sin darte spoilers, así que me temo que tendrás que esperar por las respuestas. Sobre más momentos ámbar entre la pareja titular, estoy trabajando en ello, tú tranquila. Oh, a Hilda no debes extrañarla por más tiempo, ya hablé con ella de su contrato y accedió a seguir haciendo al personaje por una temporada más, así que ya podemos volver a escribir sobre ella. Maldito sindicato de actores. Los bronces son más que personajes secundarios, son terciarios jajajaja, déjame ponerlo en palabras del Espanta tiburones:

Autor: Mira Seiya, la cadena del protagonista va así. Primero está Milo, y luego están Shura y Camus. Después están el resto de los Caballeros Dorados, y después los de bronce.

Seiya: Ajá, y allí estoy yo.

Autor: No, no, no, no, espera, luego están las criadas de Saori.

Seiya: Ajá, y luego estoy yo.

Autor: No, espera, luego sigue la Familia Depranon, los mayordomos Solo, Hypnos y Thanatos, después los personajes que aparecen en los OVA en donde Yoshiko es protagonista para expandir la historia, luego está el pueblo que vive en el Asgard, en el extremo norte del mundo, que jamás han visto la luz del sol, ni los verdes campos, ni el azul del cielo.

Seiya: Señor autor, creo que se está desviando del tema.

Autor: No, no, ya casi llegamos, tú tranquilo. Luego está el coral, luego las plantas, las piedras, el arrecife, luego está el popo de ballena, luego un pescado llamado Oscar con una escoba, y luego sigues tú.

Seiya: ¿Si sabe que mi nombre está en el título de la serie?

Autor: ¿Sí sabes que eres el bronce menos popular de la historia en Japón?

Seiya: …

Selene: ¡Bienvenida señorita Selene! ¡Es un placer para mí el poder contestarle un review! Tengo que confesarte que no soy fanático de Wattpat. De hecho, la razón por la que comencé a publicar mis historias allí fue porque alguien se tomó la molestia de robarme mis mejores historias, y publicarlas allí, cambiando a Milo por Saga y a Aioria por Aioros, lo que seguro hizo con un "buscar y reemplazar de Word", o Saga no estaría lanzando Agujas Escarlata en Guerras de Oro (nombre con el que me plagiaron Guerras Doradas). Para no hacerte el cuento largo… no tienes idea de lo mucho que disfruté mandando reviews en Wattpat contándoles a todos el final de Guerras de Oro mientras me regocijaba comentando los párrafos correctos de mi historia, apuntando a todos los errores de "buscar y remplazar" que el despistado plagiario cometía, mientras daba más evidencia de que yo era el autor real contando detalles de la trama y la razón de ser de lo que ocurría, cosas que el plagiario no tenía forma de saber, mientras poco a poco fui convirtiendo a los seguidores del plagiario en su contra, y me deleitaba del momento en que eliminó mi historia plagiada por las malas reseñas… ajem… quiero decir… se bienvenida, todos somos amigos aquí, muy decentes, divertidos, y espontáneos. Ya enserio, mis historias en Wattpat solo son mi forma de proteger mi trabajo que, aunque no me produce ganancias monetarias, lo hago con mucho amor y cariño como para permitir que me roben mi esfuerzo. Es por eso que, si vez alguna de mis historias en Wattpat, estas están actualmente incompletas, las actualizo una vez por semana con capítulos que ya están en FF, así que, si quieres seguir esta historia al día, siéntete libre de hacerlo por esta página, algún día tanto Wattpad como AO3, estarán todas en equilibrio. Sobre la pareja de MiloxSaori, algunos me llaman el precursor de la pareja, y bueno, me he dedicado a escribir historias sobre ellos desde hace tiempo, y de la nada comenzaron a proliferar más de ellas, no necesariamente mías. Me alegra que hayas decidido darle a la pareja una oportunidad, y que mi historia te esté sacado una que otra risa. Sobre Hilda, obviamente su personaje está muy lejos de su personaje en la serie clásica, pero adoro a los personajes lunáticos, también son mis favoritos, y convertir a Hilda en la lunática de Academia Sanctuary es una decisión creativa de la que no me he arrepentido, me alegra saber que a los demás también les agrada. Oh, yo sé que la pareja principal amada por los fans de Pandora es Cejamanthys, y en menor medida Ikki, pero la loca idea de Shura nació de la nada por la imagen de Shura amenazando con cortarle la cabeza a Pandora, yo sé, suena raro, pero desde allí comencé a usar a la pareja en todas mis historias. ¿Comenzaste a leer Guerras Doradas? ¡Qué bien! Espero me dejes uno que otro review, sueño con el día de alcanzar los 500 reviews en Guerras Doradas, y muero de ganas de saber tu reacción sobre cierta frase de Shura referente a Pandora que incinera sobremanera la ira de Radamanthys, jejejejeje, mis fans saben de lo que hablo: "Una… y otra… y otra… y otra vez…" muajajajaja. En fin, perdón sí parece que me falta un tornillo, sí me falta. Que disfrutes este capítulo.


Saint Seiya: Academia Sanctuary.

Tercera Temporada.

Capítulo 6: Vacaciones Doradas.


Plaka. 13 de Junio de 1987.

-¡¿De quién fue la maldita idea!? –gritaba Mephisto con fuerza, vestía de forma vacacional, con un pantalón guindo, botas azules, y una camisa sin mangas de color negro, llevaba mochila y maleta, y se encontraba en medio de una multitud, en medio de las escalinatas entre callejones de Plaka, en esos momentos rodeados de turistas y vacacionistas, mientras con su maleta alzada sobre su cabeza, miraba por los alrededores, encontrando rápidamente a Aldebarán, quien también vestía de forma vacacional, jeans de mezclilla, camisa amarilla, y chaleco de piel café con el cuello desarreglado- ¡Les dije que entrar en Plaka era una tontería garrafal! ¡Suban escaleras y busquen a Aldebarán! ¡Todos reúnanse con Aldebarán! ¡Ya! –ordenó Mephisto, y entre la multitud, varias maletas se alzaron, y todas se dirigieron a Aldebarán, rodeando al grandulón por el grupo de 12 mayordomos, ya oficialmente de vacaciones, y una vez reunidos, Mephisto miró a Mu con molestia, quien vestía pantalón verde olivo, camisa amarilla, y gorra guinda- ¡Dame el mapa! ¡Plaka tenías que decir! ¡Lo que debimos hacer fue reunirnos en la estación de Omonia, frente a la fuente de la estación! ¿Por qué nos pediste vernos en Plaka? –agregó Mephisto furioso.

-¡Monastiraki es la estación que nos quedaba más cerca! ¡Pero como no todos la conocen, pensé que Plaka que queda cerca sería más fácil de reconocer! –agregó Mu nervioso, mostrándole en el mapa a Mephisto- ¡Solo es cuestión de encontrar la calle Apollonos y tomar el camión por la ruta a Adrianou, y de allí tomar un taxi a la estación de Monastiraki! –le explicó Mu.

-¡En plenas vacaciones! ¡Buena suerte con eso! ¡Lo que vamos a hacer es salir de la zona comercial! ¡Caminaremos a Voulis subiendo estas escaleras hasta llegar a la calle! ¡Doblaremos por Othonos hasta la avenida Vasilisis Amalias, y tomaremos el camión a la estación de Omonia! –le mostró el camino Mephisto a Mu, quien no estaba de acuerdo.

-¡Monastiraki está a unos minutos al oeste, tú nos estás guiando al oeste y luego al norte, pero los puertos de Kantharos están al sur! ¡Haremos más tiempo por rodear! –se quejó Mu, pegando frentes con Mephisto.

-¡Ya basta! –se quejó Camus, cuya vestimenta relajada de pantalones azules abombados y camisa verde sin mangas, no reflejaba para nada su descontento actual, ganándose la atención de ambos- ¡Tomaremos la ruta con menos gente! ¡Les recuerdo que tengo un límite muy específico para la cantidad de gente que tolero tener a mi alrededor, además de que el crucero sale en tres horas! ¡Dejen de perder el tiempo y tomen la ruta menos concurrida, o nos vamos a volver a perder! –recriminó Camus furioso.

-¡Por Voulis entonces! –recriminó Aioria entre la multitud, en pantalón blanco y camisa café de mangas verde hoja, y empujando a Camus a un lado- ¡Mu! ¡Te aprecio como amigo, pero no eres muy sociable! ¡Eres más del tipo ermitaño recluido! ¡Hazle caso al pandillero! –apuntó Aioria, molestando a Mu.

-Oigan… -comenzó Aldebarán, y el grupo viró para verlo, al menos los que podían, ya que quien no podía, Shaka, temblaba en esos momentos tapándose los oídos por el bullicio, que era precisamente lo que Aldebarán trataba de decirles, mientras apuntaba al ex-budista vistiendo pantalón blanco y una camisa blanca del mismo color, la cual amarraba con una tela gris a manera de cinturón.

-Aguanta Shaka –se preocupó Milo, a quien ya todos se habían acostumbrado a ver vestido como mayordomo, pero que volvía a vestir de pandillero, con sus pantalones negros, playera roja desfajada, y chamarra estilo motociclista, la cual llevaba independientemente del calor ya que se había acostumbrado al saco, y a la diversidad de bolsillos donde podía guardar variedad de cosas, por lo que eligió la chamarra pese al calor. Milo tomó del brazo de Shaka y lo sacó de la multitud- ¡Todos por Voulis, ya! –ordenó Milo, y el grupo de 12 salió con sus maletas a una calle aledaña, afortunadamente menos concurrida que por dónde venían- ¿Vienen todos? –preguntó Milo.

-¡Qué levante la mano el que falte! –interrumpió Aioros, vistiendo pantalón azul verdoso, con botas amplias de color café, y una camisa de arqueólogo color caqui, ganándose un buen golpe por parte de Saga, de pantalón gris y camisa azul claro bastante simple- Venimos todos… -lloró mientras se frotaba la cabeza, pero entonces se horrorizó-. ¡Miko! –exclamó Aioros tras notar que su esposa no estaba con ellos.

-¡Aquí estoy! –gritó Yoshiko desde las profundidades de los turistas, saliendo a flote de repente y vistiendo como si estuviera en una expedición arqueológica, mientras Dohko, en pantalón verde, camisa azul cielo y con una tela amarilla de cinturón, la llevaba de caballo tras encontrarla entre la multitud- Ya solo falta encontrar a Hypnos y a Thanathos –aclaró ella.

-¡Estamos todos! –comenzó Aioros a empujar al grupo, y tirando de la mano de Yoshiko, cuando la muchedumbre de turistas entonces se abrió, revelando a Tanathos e Hypnos, ambos en traje negro sin querer perder el estilo, aunque los extraños movimientos que en esos momentos hacía Thanatos ya le habían hecho perder el mismo, mientras movía un bastón artesanal, que había tomado de una tienda de artesanías cercana, mientras la furiosa dueña de la tienda se quejaba y le pedía devolverlo.

-¡Con este bastón, tú has de hacer mis milagros! –clavó el bastón Thanatos entre la multitud, escandalizando a la dueña del establecimiento, a quien Hypnos tuvo que pagarle el bastón por Thanatos haberlo astillado en la maniobra, y mientras Aioros se abofeteaba el rostro con su mano en señal de molestia- ¿Nadie? ¿Éxodo 14, el cruce del Mar Rojo? ¡Blasfemos incultos! –apuntó Thanatos.

-¡Todos aquí somos politeístas helénicos! –se fastidió Hypnos, antes de comenzar a tambalearse por el cansancio de hipnotizar a los turistas de los alrededores para que se hicieran a un lado, y sobándose la cabeza adolorido- ¡Que sea la última vez que nos dejas atrás, Aioros! –apuntó Hypnos con molestia, mientras el grupo seguía caminando por Plaka, ya guiados por Mephsito gracias a que se había apropiado del mapa.

-Se auto-invitaron a esto, es lógico que no nos interese esperarlos –se fastidió Saga, Aioros compartió la postura, Yoshiko solo los reprendió a ambos con la mirada- Quiero decir… a nadie le molesta que tú te hayas auto-invitado también… Miko… -comento Saga nervioso.

-Macaria y Pasathea se ofrecieron a cuidar de Ios, por supuesto que no iba a impedirle a Tanathos e Hypnos acompañarme. Además, ellos son invitados de Derbal, ¿no vamos a su boda? –se burló Yoshiko, sabiendo sobre el lío en que se habían metido los dorados.

-Afrodita es el encargado de la boda –apuntó Dohko, a un Afrodita ojeroso, aunque siendo el de la vestimenta más excéntrica en el grupo, constando esta de un pantalón blanco de extremos abombados, seguramente alguna moda de Suecia, además de una camisa rosada con holanes, la cual adornaba con un moño gris bastante amplio. Afrodita había terminado planeando la boda a marchas forzadas, lo que lo mantenía en un estado somnoliento-. Gracias al truco de Milo, Saori cree genuinamente que todo esto es una coincidencia, pero claro, ahora debemos cumplir con lo de la boda –se burló Dohko.

-Afortunadamente, Derbal estuvo de acuerdo en que fuera una ceremonia pequeña –agregó Afrodita, mirándose en un espejo de mano-. Mi hermoso rostro… ¡las bodas tienen un periodo casi de un año de planeación! ¿Cómo me dejé convencer de esto? –se quejó mientras apuntaba a Milo con molestia.

-A mí no me mires… -le respondió Milo, y Afrodita notó las ojeras en su rostro de igual manera-. Y dejen de quejarse sobre Hypnos y Thanatos… ellos están invitados también. Correré con todos sus gastos –aseguró Milo, preocupando al grupo.

-No puedo escuchar muy bien por el bullicio, pero, Milo… se te escucha un poco cansado –comento Shaka, a quien Milo continuaba jalando del brazo, ya que, por la multitud, su bastón de ceguera golpeaba con todos los alrededores-. ¿Estás bien? –preguntó Shaka.

-Él está bien –defendió Shura, en pantalón azul grisáceo, y una camisa que blanca percudida que más bien parecía un costal de papas, aunque gracias al cinturón grueso de cuero café oscuro que llevaba a la cintura, no se veía tan mal. Shura tomó del brazo de Shaka, y lo ayudó a caminar- Yo te ayudo, a Milo lo necesitan al frente –intercambió miradas Shura con Milo, y el de cabellera azulada le agradeció, mientras Camus se adelantaba, y lo miraba con molestia.

-Le dijiste a Shura, ¿verdad? –se quejó Camus, apenando a Milo- De modo que, aquí el único que tiene que sacarte la información a pulso soy yo. Primero Aioria y ahora Shura. ¿Todos deben enterarse de todo antes que yo? –se quejó Camus.

-Deja tus celos de lado por un momento. No se lo dije, él lo descubrió cuando me quedé dormido. Por si no lo notas, vamos ya tarde para tomar el crucero –le recordó Milo, y Camus suspiró-. Desearía que estas vacaciones fueran reales –admitió Milo.

-Si sigues así, no solo te va a dar algo, sino que también perderás en las Olimpiadas de Mayordomos –le recriminó Camus, mientras el grupo por fin llegaba a la parada de camiones, y Milo comenzaba a sacar su dinero-. ¡Olvida eso! –se quejó Camus, arrebatándole su cartera, y sacando una cantidad superior a la del pasaje, adelantándose tras pedir la parada a un camión- Le daré todo este dinero porque vacíe el autobús, y nos lleve de emergencia a la estación de Omonia –susurró Camus, el chofer del autobús contó el dinero, y asintió, haciendo un anuncio a los pasajeros, que molestos bajaron del autobús, mientras el chofer pedía un autobús de respaldo. El extenso grupo de dorados e invitados entonces subió al camión.

-Camus… creo que estas sobreestimando lo que ganamos como Mayordomos. El Hotel Casa Delfino no es barato, la planeación que debo llevar es… -intentó explicarle, pero Camus se negó a escucharlo, y sentó a la fuerza a Milo en su asiento, mientras el resto separaba sus lugares.

-Rea nos dio su tarjeta de crédito, yo pagaré a su nombre lo que no se pueda pagar en efectivo –se fastidió Camus, y Milo se retrajo un poco, notando que Camus estaba muy molesto. Shura se adelantó tras sentar a Shaka junto con Aldebarán, y fue a reunirse con Milo y Camus mientras el resto acomodaba sus maletas en los asientos disponibles-. Esto es una intervención… te estás haciendo daño. Y no es secreto para mí que estás pagando todos los gastos de Thanatos por seguir estudiando, y que lo de Hypnos es daño colateral que aceptas por la misma razón –dedujo Camus, apenando a Milo.

-No tengo opción, dame un respiro, ¿quieres? –se fastidió Milo, preocupando a Camus aún más- Entre las responsabilidades de mayordomo, y esta farsa de vacaciones, no he tenido tiempo de terminar mi tesis. En medio año, si esta no está terminada, no podré… -intentó decir Milo, pero se retrajo-. Escucha, solo Thanatos sabe lo que está en juego. No es por falta de confianza, pero esto es algo que solo yo puedo hacer –aseguró.

-Obstinado como siempre. Shaka ya está ciego, puede esperar a que la tecnología avance lo suficiente para una operación más segura –le susurró Camus, y Shura hizo una mueca ante lo que escuchó-. Escucha Milo. No solo las Olimpiadas de Mayordomos están en juego. Pareces estar olvidando que este es nuestro último año escolar. Lo que te digo, no lo menciono por los exámenes… ¿qué va a pasar una vez que nos graduemos? ¿Has pensado en eso? –preguntó Camus, y la presión que sometía a Milo, acrecentó.

-Lo tengo presente –miro Milo a Shura, quien asintió ante aquello-. Muy presente… por eso tengo que pedirles a ambos que confíen en mí. Esto es algo que tengo que hacer solo –insistió Milo, pero Shura le dio con su espada, aunque no violentamente, solo con la fuerza suficiente para llamarle su atención.

-No estás solo… y va siendo tiempo de que lo entiendas –aseguró Shura, virando un poco el rostro, por lo que Milo siguió la dirección de su mirada, notando que todos quienes podían ver lo observaban con preocupación-. Entiendo que quieras mantenerlo en secreto para no levantar las alertas de cierto miembro de los dorados… pero no estás solo –aseguró Shura, y Milo sonrió, y asintió-. Ahora, duerme un poco. Nosotros nos haremos cargo –aseguró Shura, mirando a Mephisto, y dirigiéndose a donde él se encontraba, leyendo un mapa con Mu al parecer, con Aioria compartiendo asiento con un Afrodita que llamaba por teléfono, pero que colgó para poner atención-. ¿Qué sigue? –preguntó Shura.

-Rezar para llegar a tiempo –se quejó Mephisto-. Una vez que lleguemos a Plaza Omonia, tomaremos el metro en dirección a Piroeus, la última estación que es la que está más cerca del Puerto de Kantharos desde donde salen los cruceros. Si nos equivocamos de puerto y llegamos al Puerto de Zea, da el crucero por perdido –le mostró en el mapa a Shura, quien continuó haciendo preguntas, mientras Milo, ya bastante cansado, se quedaba dormido, arrullado por el movimiento del camión.

-Qué envidia, yo quisiera dormir también… -se quejó Afrodita, y todos dirigieron nuevamente miradas preocupadas a Milo, quien estaba demasiado cansado-. Supongo que, aunque el muy terco no quiera decirnos nada, por alguna razón lo hará –sentenció Afrodita, volviendo a su llamada telefónica-. Ah, lo siento Mii. Cosas de dorados. ¿Encontraron ya el vestido? –preguntaba Afrodita, y todo comenzó a regresar a la normalidad, aunque Shaka, quien tenía un mejor oído que los demás, ya intuía que algo iba a molestarlo bastante.

Puerto de Kantharos. Crucero Atlantis. Tiendas comerciales dentro del crucero.

-¿Milo se ha quedado dormido? –susurraba Mii al teléfono. El grupo de 9 criadas se encontraba ya dentro del Atlantis, cuyos interiores poseían varias atracciones, entre ellas toda una plaza comercial. Al ser un crucero de lujo, toda una sección a manera de avenida se dedicaba para la venta de varios aditamentos, entre ellos tiendas de ropa, que eran visitadas en esos momentos por Saori y el grupo de criadas Depranon, aunque Mii se mantenía a distancia prudente, con Shoko y Kyoko a su lado, mientras Mayura se probaba diversos vestidos de boda que modelaba frente a Saori- En definitiva, Milo debe estar tramando algo bastante importante. Tiene tiempo que desatiende algunas de sus funciones. A decir verdad, me tiene algo preocupada –charlaba Mii con Afrodita, y con Kyoko y Shoko pegando sus cabezas a ella para escuchar lo que Afrodita decía-. Estas cosas necesitan una función de audio parlante. ¡Me lastiman! –se quejaba Mii.

-Milo no ha querido decirnos nada, pero respetamos su decisión –le comentó Afrodita, y Mii asintió, generando fricción con los cabellos de Shoko y Kyoko, que se despeinaron por mantener sus cabezas junto a la de Mii-. Sobre el vestido… -continuó Afrodita.

-No presiones en ese rubro –reprendió Mii-. El vestido de boda es una parte muy importante en la vida de una señorita. Conseguir un vestido con tan poca antelación ya de por sí es difícil. Mayura está nerviosa de que no haya muchas opciones, sin mencionar que quiere encontrar vestidos que muestren sus prótesis, lo que no es sencillo considerando lo conservadores que son la mayoría de los vestidos de boda –aseguró Mii.

-La fascinación de Mayura con sus prótesis me inquieta bastante –respondió Afrodita, y el trio de criadas asintió-. Sé que es mucho pedir, Mii, pero necesito buscar a un chef, la recepción, el sacerdote, sin mencionar que no hemos separado salón. No puedo investigar todas estas cosas yo solo. Necesito ayuda –se quejó Afrodita.

-Lo sentimos, superior Afrodita, pero la Red Athena no es de uso popular aún. No podemos hacer nada más que buscar por las tiendas del crucero –le comentó Kyoko, y Mii le acercó el teléfono-. La Red Athena lleva apenas medio año existiendo. Algunas compañías han subido su información a la red, pero ninguna es de planeación de eventos. A estas alturas solo hay bancos y acciones en la red. Tendremos que esperar a llegar a Creta para ver si el hotel Casa Delfino tiene disponibles salones en renta –le explicó Kyoko.

-No quiero sonar inculto, pero… ¿qué diantres es la Red Athena? –preguntó Afrodita confundido, y el trio de criadas hizo una mueca- ¿Es alguna clase de directorio? Me conformo con que me den algún número al cual llamar –continuó Afrodita.

-Dudo mucho poder explicarle el cómo funciona una red de transferencia de información global… superior Afrodita… -se preocupó Kyoko-. Pero si de verdad quiere saberlo, la señorita Saori piensa que, en un futuro no muy lejano, la Red Athena tendrá navegadores virtuales que conectaran con sitios web de varias empresas para el intercambio y oferta de productos, sustituyendo folletos, directorios, y muchas otras cosas –le explicó, pero del otro lado de la línea, Afrodita mantuvo su silencio, por lo que Kyoko suspiró.

-No es importante el cómo funciona la Red Athena, Afrodita –recuperó su teléfono Mii-. Investigaré si hay alguna tienda en el folleto del crucero que apoye a nuestras necesidades. Lo más importante de momento, es que lleguen. Zarpamos en dos horas –le recordó, y colgó el teléfono-. Inaudito, ¿qué no saben que hay que estar 3 horas antes de que un crucero zarpe? –se fastidió Mii.

-En defensa de los dorados… este puede ser su primer crucero, es el nuestro también –defendió Shoko, mirando por todos los alrededores, consternada, igual que la mayoría de criadas, en especial Shaina y Geist, quienes mantenían sus miradas perdidas admirando en todas direcciones-. Quiero decir… ya nos habíamos acostumbrado un poco a lo abismal del mundo noble en comparación a los de clase media y baja… pero… esto es demasiado… -insistió Shoko.

-Entre todas las criadas, solo la ama Mii es de clase noble… las demás comenzamos a descubrir todo esto al ser contratadas –continuó Kyoko-. Shoko y yo fuimos criadas en un dojo de karate en Japón hasta que nuestro tío Tatsumi nos pidió inscribirnos a la Academia Meteor hace unos 5 años, ese fue nuestro primer acercamiento con la nobleza. Xiaoling fue la nieta de una de las sirvientes del emperador Puyi de China durante la caída de la última dinastía Qing, y por ello fue criada como sirvienta hasta el fallecimiento de su madre, después de lo cual fue aproximada por la Fundación Graude quien la inscribió en Meteor también. Katya, similar a Xiaoling, ya trabajaba como criada de una de las hijas del emperador japonés Hirohito, cuando Mitsumasa Kido compró sus servicios al nombre de Saori, lo que la pone un poco más cerca del mundo de Saori, pero como todo lo referente a la realeza japonesa es tradicionalista, ella también tuvo que adaptarse. Por ultimo está Erda, única sobreviviente de un naufragio en las costas de Grecia, y sin memorias de quien era, cuando la Fundación Graude la encontró y entrenó para ser una criada. Ninguna de nosotras tiene el perfil noble, solo la ama Mii. Meta a Shaina y a Geist en el equipo laboral, y ya tiene una idea del cómo deben de sentirse los dorados con todo esto. En resumen, seguro intentan llegar al crucero en autobús y metro, por más mayordomos que se digan ser, son como nosotras, gente de clase baja o media en trabajos privilegiados. Si usted no pone orden, seguro no habríamos llegado a tiempo al crucero –resumió Kyoko.

-Ante semejante razonamiento, ya comencé a preocuparme yo también –se estremeció un poco Mii-. ¿De verdad piensas que los dorados son tan desconectados del mundo noble que vendrán al crucero por autobús y metro? Tenles un poco más de fe. Ya tienen tiempo sirviendo a la nobleza. Incluso Shaina y Geist ya comienzan a acostumbrarse –apuntó Mii.

-Literal están en estado de shock y solo reaccionan por instinto de manada, también llamado seguir a Mayura –apuntó Shoko, y Mii notó a Shaina y a Geist, incómodamente, siguiendo a Mayura por todas partes mientras la mayor de las criadas buscaba más vestidos que probarse-. Odio tener que decirle esto, ama Mii, pero incluso Kyoko y yo hubiéramos llegado tarde si no viviéramos en la mansión. El peor error de todos fue el dejar a los mayordomos venir por su cuenta –terminó Shoko, poniendo más nerviosa Mii, quien en pánico comenzó a llamar a Milo.

-¿Hola? ¿Milo? –preguntó Mii, con una sonrisa incómoda en sus labios mientras mantenía los ojos cerrados para concentrarse- Solo necesito que conectes tus sentidos brevemente para contestarme algo. ¿Están viajando los doce en camión y metro al crucero? –preguntó Mii consternada, pero del otro lado, la línea se cortó, lo que notaron Shoko y Kyoko- La línea murió… -les mostró Mii.

-El metro de Atenas es subterráneo, ama Mii… seguro se cortó porque bajaron a la estación –le explicó Kyoko, preocupando a Mii aún más-. Conociendo a los dorados, seguro elegirían la estación Omonia o la Monastiraki, que son las más cercanas a la Academia Sanctuary –le explicó Kyoko mostrándole un mapa de la estación del metro, que sacó de su maletín, mismo que llevaba a todas partes-. Considerando la hora actual, seguro pensaron en ir a Monastiraki por ser la más cercana, y terminaron en Plaka, corrigieron el rumbo y abordaron en Omonia. Si la llamada entró y se cortó, eso significa que van llegando a la estación subterránea de Omonia. Entre Omonia y Piroeus, la estación más cercana a los muelles de Kantharos, hay 8 estaciones, con un tiempo promedio entre los 4 y los 8 minutos por estación, lo que hace el trayecto de 32 minutos hasta 72 máximo, 52 minutos en promedio… -continuó ella, realizando cálculos mentales. Sumado al traslado de la estación a los muelles, y que básicamente no saben cómo funcionan los cruceros… la probabilidad de que lleguen a tiempo es de 1 entre 10 –aseguró, preocupando a Mii aún más. Aunque sus preocupaciones volvieron a dispararse cuando Saori llegó ante ella.

-¿Mii? –preguntó Saori, y Mii pegó el grito de terror, asustando a Saori por su reacción- ¡No hagas eso! ¡Me asustaste! –se tomó del pecho Saori por el susto- Solo quería preguntarte si sabes algo sobre Milo y los demás. Sé que no debería importarme, después de todo estoy molesta porque sé que sus vacaciones no son una coincidencia sin importar cuanto quieran negarlo, pero, aun así, estoy preocupada por ellos. El crucero sale en dos horas, pero el abordaje termina en una –comentó Saori.

-¿El señor Milo? Oh, claro, acabo de hablar con él por teléfono. Llegaron sin contratiempos –mintió Mii, y Saori la miró con extrañeza, como si supiera por las reacciones de Mii que le estaba mintiendo-. No se fije, señorita Saori. Los boletos de los dorados son de clase económica, obviamente no nos los hemos topado porque están más lejos de la zona comercial. Además, el Atlantis es actualmente el crucero más grande del mundo, superando incluso al Surcador de los Mares, usted sabe, el crucero de lujo del caribe al que el joven Solo le arrebató el título este mismo año, obviamente no veremos a los dorados tan fácilmente –aseguró Mii.

-Estás actuando de una forma muy sospechosa… Mii… -espetó Saori, pero Mii mantuvo su sonrisa fingida-. Bueno, si los ves… podrías pedirle a Milo que me busque… -comenzó Saori, con los brazos detrás de la espalda, mientras frotaba un objeto en sus manos, que no fue secreto para nadie de lo que se trataba, mucho menos considerando el rubor en el rostro de Saori-. Quiero decir… está de vacaciones… así que pensé… -continuó ella, frotándose el anillo, y dibujando sonrisas picaras en los rostros de Mii, Shoko y Kyoko, mismas que fastidiaron a Saori-. ¡No me miren así! ¡Me preocupo por mis mayordomos y por el que disfruten de sus vacaciones! ¡Solo quería saber si llegaron con bien! –insistió ella, mientras sus criadas y amigas se regocijaban en las reacciones de la chica- Me rompería el corazón que no llegaran… no solo Milo… sino los 12… -al menos hasta ese momento, en que el estrés volvió a alcanzar a Mii-. Pero, si Mii dice que llegaron con bien, yo le creo. Ahora, si me disculpan, debo de regresar con Mayura y asegurarme de que me deje pagar su vestido. Después de todo, planeo ser la madrina de boda de todas mis criadas… -sonrió Saori, y se preocupó tras ver a Mayura ya en la caja con el vestido, mientras las horrorizadas de Shaina y Geist se escandalizaban por el precio-. Espera, Mayura, yo pago –se apresuró Saori.

-¿¡A quien quiere estafar con estos precios!? ¡Es solo tela tejida! ¡Puedo conseguir lo mismo en el tianguis de mi colonia! –recriminaba Geist, con Mayura preocupada por las reacciones de la violenta joven, y Shaina tomándola de los brazos evitando que lastimara al joven en el mostrador, a quien acusaba de querer estafarla.

-¡Geist! ¡Te recuerdo que todo lo que hacemos repercute en la imagen de Saori! ¡Tranquilízate! –la llevó a cuestas Shaina, mientras Saori, apenada por el comportamiento de Shaina, llegaba y se disculpaba con el empleado, antes de intentar convencer a Mayura de dejarle pagar por el vestido de bodas- Le expido una disculpa, ama Mii. Veré que Geist se comporte apropiadamente –se disculpó Shaina, mientras Geist seguía en su rabieta.

-¡Es solo tela! ¡No una mansión! ¿¡Quién paga semejante barbaridad por un vestido que solo usará una vez en su vida!? ¡Es una estafa te digo! –insistía Geist, cuando ambas notaron que Mii no respondía, y solo temblaba de miedo frente a Shoko y Kyoko- ¿Ama Mii? –preguntó Geist.

-¿Qué voy a hacer? ¿Qué voy a hacer? ¿Qué voy a hacer? ¿Qué voy a hacer? ¿Qué voy a hacer? –se decía a sí misma Mii continuamente, por lo que Geist la apuntó en señal de curiosidad, exigiendo respuestas con una mueca en dirección a Kyoko.

-No le presten atención. Estará bien… creo… -se preocupó Kyoko de igual manera, mientras Shoko picaba la frente de Mii intentando obtener alguna clase de reacción de su parte-. En todo caso, Geist, puede que el vestido de boda sea caro, pero bien lo vale, aunque lo uses solamente una vez en tu vida, frente al hombre con el que compartirás el resto de tu vida… -se apenó Shoko, ruborizándose al extremo, lo que no pasó desapercibido por Shoko.

-Estás pensando en Kanon, ¿verdad? –se burló Shoko, y Kyoko se ruborizó aún más- Yo estoy con Shaina y Geist, ni loca pago una barbaridad por un vestido que solo usaré una vez en mi vida. Mejor me gasto eso en algo más importante como videojuegos o ropa deportiva –aseguró.

-¡Tu poca mentalidad femenina me perturba! ¿Acaso no querrías verte hermosa para Aioria en tu boda? –preguntó Kyoko molesta, Shoko se ruborizó, y tanto Shaina como Geist intercambiaron miradas de preocupación- Solo mira a Xiaolong y a Katya, no han dejado de ver los vestidos, imaginándose usándolos –apuntó Kyoko, a donde Katya y Xiaoling miraban maravilladas los vestidos, mientras Erda las miraba a ambas con preocupación-. Ustedes piensan igual, ¿no es así? ¿Shaina? ¿Geist? –preguntó esperanzada.

-Hasta crees… -agregó Geist de forma arrogante-. De entrada, ni siquiera sé si voy a casarme algún día, mucho menos sé si será con Shaka, y aunque fuera con Shaka, como budista o lo que sea que él es, diría alguna tontería sobre el materialismo. Aunque ya no sé si Shaka encaja dentro de la categoría de budista, con eso de dejar el nirvana y comer carne –agregó ella.

-Conociendo a Aldebarán, él seguro ya se imaginó toda la cosa. Pero tendré que desilusionarlo, no es lo mío –aclaró Shaina, y Kyoko se escandalizó-. Además, hoy estoy con él, mañana, otra cosa podría ser. ¿No aprendiste nada de la pobre de Europa? Un noviazgo no tiene por qué ser tan permanente. Si lo es, que bueno, si no, hay muchos otros hombres por allí –aseguró Shaina.

-¡Inaudito! ¡Parece que ustedes sobreestiman la cantidad de tiempo libre de una criada! ¿No les enseñaron nada en la Academia? –preguntó Kyoko, Shaina y Geist intercambiaron miradas de molestia- Olviden que pregunté eso. Pero, en definitiva, ahora son criadas, y mientras lo sean, tienen que atenerse a ciertas reglas –miró entonces Kyoko a Mayura, quien seguía discutiendo con Saori por lo de su vestido, pero Saori ya estaba pagando-. El matrimonio para una criada, es más importante de lo que creen… por algo Derbal y Mayura se divorciaron –aseguró Kyoko, y el grupo de criadas intercambió miradas, desconociendo de lo que Kyoko hablaba-. Me pregunto si nosotras podremos alcanzar siquiera la felicidad actual de Mayura… -susurró para sí misma.

Estación de Metro de Piroeus.

-Maldición, me lo van a cobrar, y con todo lo que he gastado últimamente, es lo peor que me podría pasar –agregó Milo escandalizado, picando botones en su celular mientras las puertas del metro se abrían, y salía con el resto de mayordomos al andén, mientras Camus leía el instructivo de su celular, buscando respuestas-. Nunca había fallado, ¿por qué fallaría ahora? ¿Y si Mii necesitaba algo importante? –se preocupó Milo.

-La civilización ha sobrevivido por miles de años sin la existencia de los celulares, Milo. Mii sobrevivirá sin poder comunicarse… -le espetó Camus, caminando detrás del grupo, mientras continuaba leyendo-. Creo que lo encontré, no está roto, simplemente no había señal porque las señales satelitales de la Red Athena no llegan hasta el subterráneo. Ya debería de funcionarte mejor –aclaró Camus, y Milo suspiró aliviado.

-Red Athena, red Athena, ¿alguien tendría la decencia de explicarme lo que es la mentada Red Athena? –se quejó Afrodita, tratando de subir sus maletas por las escaleras del metro, llevando consigo dos maletas de mano, una mochila, y un maletín estilo bolso- Ayúdame con esto, Mephisto –se quejó Afrodita.

-Todos llevamos una maleta y una mochila, ¿qué tanto llevas tú? –se fastidió Mephisto, tomando una de las maletas de Afrodita para ayudarle a subir- ¿Y qué tiene de importante esa Red Athena? –preguntó Mephisto.

-Hasta donde entiendo, la compañía de Saori está actualmente compitiendo con una empresa estadounidense para crear artefactos conectados a una red de intercambio de información llamada la internet –le explicó Camus, confundiendo a Mephisto y a Afrodita aún más-. Hasta hace dos años los teléfonos eran todos alámbricos, con estos siendo los primeros prototipos japoneses inalámbricos. Estos se conectan a la Red Athena, la competencia del internet. La competencia en intercambio de tecnologías de cifrado de datos e intercambio global de información está actualmente entre algo llamado la ARPANET y la Red Athena, con ambos buscando crear el primer navegador antes que el otro. Al parecer, el primero que logre hacerlo, podría dominar el futuro de la tecnología global. De hecho, ya hay algunas empresas japonesas dadas de alta y utilizando el motor de comunicación de la Red Athena, el Cosmos –terminó de explicar Camus, y el grupo de dorados se reunió, pensativo.

-Ya entiendo, es una tecnología inquietante –comentó Saga, y el grupo asintió-. Entonces los negocios de la Familia Kido estaban dedicados a la investigación de tecnologías de comunicación, no limitándose únicamente a telefonía –meditó al respecto Saga.

-Con todas esas platicas de lanzamientos de satélites, yo pensaba que estaba más involucrada en algo sobre astronomía –se frotó la barbilla Aioros, mientras Yoshiko de fondo buscaba algún reloj-. Además, a Saori le gusta mucho la astronomía. Espera, ¿cómo es que hasta ahora nos vamos enterando de los negocios de Saori? ¿Sabías todo esto, Milo? –preguntó Aioros.

-El que lo sepa no significa que lo entienda –respondió Milo-. Hasta donde Shura, Camus y yo sabemos, Saori hace tratos continuos con compañías estadounidenses de tecnología. Un par de tipos que trabajan en un garaje o algo así, la verdad los accionistas de las empresas de Saori no les tienen fe, pero Saori se inclina a decir que son brillantes y que son el futuro de la tecnología. Tiene desde que la conozco financiándolos. ¿Cuáles eran sus nombres? –se preguntó Milo.

-Steve Jobs y Steve Wozniak, aunque creo que Saori está más interesada en el trabajo de un tal Bill Gates… -recordó Shura, y el trio de los mayordomos de Saori pensó al respecto, pero en el fondo, Yoshiko, quien había logrado encontrar un reloj, llegó corriendo, empujando a Hypnos y a Thanatos, quienes en esos momentos intentaban obtener la mayor cantidad de información posible para ventilar los negocios de los Depranon, y llamó la atención del grupo.

-¡Oigan, faltan 40 minutos para que salga el barco! –declaró Yoshiko alterada, pero el grupo no se veía del todo preocupado- ¿Cuánto falta para llegar a los muelles? –preguntó intranquila, mientras Mephisto miraba el mapa.

-Tranquila, es tiempo suficiente –aclaró Mephisto despreocupado-. Ya podemos ver el mar desde aquí, y los atracaderos están a 10 minutos caminando. Nos sobrarán 30 minutos –aseguró Mephisto, y el grupo comenzó con la tranquila travesía a los atracaderos, mientras Milo continuaba intentando comunicarse con Mii.

-¿Mii? Perdona por no contestarte antes, pero no sabía que estas cosas dejaban de funcionar en el metro –comentó Milo, mientras el grupo tranquilamente caminaba por las afueras de la estación y rumbo a los muelles- ¿Cómo que ya están cerrando el abordaje? –comentó Milo, palideció, y entonces apagó el celular- ¡El crucero cierra el abordaje media hora antes de zarpar! ¡Tenemos 10 minutos para pasar por control! –declaró, el grupo palideció, y se apresuró a correr en dirección a los barcos.

-¡Se supone que las vacaciones sean relajantes! ¡Estoy sumamente estresada! ¡Oigan! ¡Espérenme! –se quejó Yoshiko, siendo la más lenta en el grupo, por lo que Aioros tuvo que regresar por ella, cargarla, y llevarla en brazos.

-¡Alguien cárgueme a mí también que me va a dar algo! –se quejaba Afrodita, más que nada porque sus valijas estaban llenas a rebosar, por lo que no podía caminar con el mismo ritmo que los demás, y se estaba quedando atrás.

-¡Tú tienes la culpa por llevar todas esas cosas! –se quejó Aioria- Mientras no tengas una discapacidad como… -intentó decir, pero el grupo se escandalizó- ¡Shaka! –gritaron al unísono, y Shaka, quien se había quedado atrás, se tapó los oídos tras recibir el grito del grupo.

-¡Por buda! ¡No hagan eso! –se quejó Shaka- ¡Ustedes adelántense! ¡Yo los alcanzo después! –se fastidió Shaka, el grupo intercambió miradas, pero fue Aldebarán quien llegó tras Shaka, y lo cargó sin previo aviso como a una princesa- ¡Esto es sumamente incomodo! –se quejó Shaka, mientras Aldebarán corría con Shaka y su equipaje en dirección a los barcos.

-Creo que cambié de opinión… no quiero que me carguen así –se quejó Afrodita, notando que se había vuelto a quedar atrás-. ¡Oigan mal amigos! ¡Al menos ayúdenme con otra maleta! –continuó con sus quejas, mientras el grupo llegaba a paso apresurado a los muelles.

-¿Dónde está el Atlantis? ¿Estamos al menos en el muelle correcto? ¡Si nos equivocamos y llegamos a Zea o a Mikrolimano se nos va a ir el crucero! –se preocupó Mu, buscando entre los muelles el camino a los cruceros, y notando unos yates, dirigiéndose en aquella dirección.

-¡Por allí no es! ¡Pon atención, Mu! ¡Por allí llegas a Mikrolimano! ¿Qué no ves los barcos pesqueros? –le apuntó Mephisto, pero Mu apuntó a los yates- ¡Esos son yates de ricos bastardos! ¡Un crucero es mucho más grande que un yate! ¡Por aquí! –comenzó a guiar Mephisto, y tras algunas intersecciones, el grupo se escandalizó por el tamaño de los cruceros que divisaron- ¡Ese es un crucero! –apuntó Mephisto, y el grupo lo observó con sorpresa- ¡No es momento de embobarse en admiración! ¡Vamos! ¡El Atlantis es el más grande! –apuntó, y el grupo continuó corriendo en dirección al crucero.

-¡Los boletos! ¡Los boletos! –se preocupó Camus, buscando dentro de su mochila mientras el grupo corría- ¡Debimos llegar antes! ¡Quería filmar el crucero antes de subir! –insistió él, mientras el grupo llegaba ante las escaleras, y tras hacerlo, encontraron a la seguridad del crucero.

-Alto, el horario de abordaje ya ha terminado –declaró el guardia a cargo, ante la mirada de horror de los presentes. Milo intentó interceder, pero el guardia se mostró firme- Lo siento, pero ya no hay nada que se pueda hacer. Debieron llegar temprano –insistió el guardia.

-¿Qué ocurre? –preguntó otro guardia, que llegaba tras escuchar las molestias de su compañero- ¿Planeaban abordar? –preguntó el segundo guardia, y el primero asintió- Déjalos pasar. Una pasajera en el punto de control sigue en revisión. Así que no hemos desmontado –aseguró.

-Pero si llegaron tarde… esto es ser demasiado condescendientes –se fastidió, y suspiró con molestia-. Identificaciones y boletos –Camus se apresuró a entregar los boletos, y el grupo, nerviosamente, sacó sus identificaciones. Tras ver que todo estaba en orden, el par de guardias los dejaron pasar.

-Qué suerte… -suspiró Camus intranquilo, el resto en el grupo asintió- Podría besar a la pasajera que detuvo a los guardias en el punto de control –se limpió el sudor por los nervios Camus, mientras el grupo llegaba al punto de control.

-Cuidado con lo que pides, Camus, o la pasajera que detuvo a los guardias en el punto de control, podría tomarte la palabra –sonrió una chica en un bello vestido azul pálido, y cubriendo su cabeza con un sombrero de paja amarillo con listones azules, sentada sobre su equipaje, mientras los guardias discutían entre echar a la joven o no, con algunos negándose por tratarse de una accionista de Cargueros Poseidón. Se trataba de Hilda, quien saludaba a Camus entusiasta.

-¿Hilda? –preguntó Camus sorprendido, mientras de fondo los guardias llamaban por teléfono desesperadamente a sus superiores, mientras los asistentes del capitán se quejaban del itinerario de viaje- De modo que te debemos el retraso en el abordaje. No sé qué decir –sonrió Camus, mientras Hilda sonreía de igual manera, además de mostrarse bastante entusiasta-. ¿Cómo lo hiciste? ¿Y cómo supiste que estábamos en problemas? –preguntó.

-No subestimes el poder de una sacerdotisa criada en las tierras del norte de Europa, querido –pestañeó Hilda de forma picara, levantando un poco la temperatura de Camus-. Pero para tu mente incrédula, digamos que lo adiviné –aseguró ella, poniéndose de pie y acercándose a Camus, incluso abrazándose de su brazo momentáneamente, lo que lo apenó y lo hizo desviar la mirada por la vergüenza.

-¿Estás segura? ¿No habrás perdido tu boleto y lo usas de excusa para intentar impresionarme? –la miró Camus con suspicacia, e Hilda sonrió apenada, e incluso retrocedió por la acusación- Lo sabía. Era demasiado bueno para ser cierto. Además de que, no viajarías sin mayordomos que se hicieran cargo de ti. ¿Dónde está Siegfried? –preguntó Camus.

-Veamos… tomando en cuenta que los envié por los boletos a la mansión Polaris, y que muy seguramente no los encontraron, estarán demasiado lejos para ser una preocupación –se burló Hilda, y Camus, aunque preocupado, tuvo que concentrarse en la necesidad actual, y entregó los boletos de los presentes al encargado, quien pidió que pasaran sus maletas por las bandas de reconocimiento, ante las cuales todos debieron abrir sus maletas-. Te estás olvidando del boleto que llevas dentro del bolsillo de tu pantalón, Camus –se burló Hilda, Camus alzó una ceja en señal de curiosidad, en especial porque no llevaba los boletos en su pantalón, sino en su mochila, notando para su suerte que había un boleto en su pantalón-. Oh cielos, que torpe. Olvidé que le había dejado mi boleto a mi novio para que lo cuidara por mí. Pobre de Siegfried, de Bud y de Syd que estarán buscando mi boleto por toda la mansión Polaris sin encontrarlo, y que no llegarán a tiempo para acompañarme con sus doctrinas imperialistas y anti diversión, a estas vacaciones. Que descuidada soy –actuó Hilda como si formara parte de alguna novela de bajo presupuesto, y los preocupados miembros del crucero, aceptaron de mala gana el boleto de manos de Camus-. Supongo que esto significa que estaré a tus humildes cuidados, Camus –se burló ella, ofreciéndole su brazo.

-Supongo que no tengo opción –aceptó Camus el dejarse abrazar el brazo por Hilda, e incluso tomó su maleta para encaminarla dentro del crucero, seguido de los burlescos de sus compañeros, y de un Mephisto que filmaba en todo momento-. Siegfried va a estar bastante molesto, además de que seguro nos alcanza de alguna forma en Creta –le recordó.

-Oh, pero durante los tres días que dura el viaje en el crucero, eres libre de tenerme sola para ti –coqueteó Hilda, pero entonces se apenó-. Camus… soy mayor de edad, pero no me considero lista para lo que piensas –aceptó Hilda, el grupo se escandalizó, y Aioria arremetió contra la nuca de Camus, quien se molestó y procuró intentar regresarle los golpes, pero terminó con Milo separándolos a ambos.

-Sabes que puedes desactivar tu habilidad de leer las mentes a voluntad, ¿no es así? –susurró Thanatos, y tras acercarse, el rostro de Hilda reflejó terror por todas las cosas perturbadoras que aparecían en la mente de Thanatos, por lo que ella, temblorosa, asintió, y disipó las ideas macabras de su mente- Así está mejor. No queremos que andes descubriendo pensamientos aterradores, ¿verdad? –sonrió con malicia Thanatos.

-Definitivamente no queremos eso… -agregó ella incomodada-. Thanatos, me agradas, pero deberías considerar seriamente ir a un psicólogo… -admitió, deprimiéndose momentos tras decir aquello-. Ah, ¿entonces así se siente cuando me lo dicen a mí? Indudablemente, se me acaba de bajar la autoestima –aceptó ella.

-Si ya terminaron todos con este circo. Va siendo hora de que entremos –sugirió Milo, adelantándose, y tras pasar el punto de control, el grupo fue recibido por la avenida principal del crucero, misma que los sorprendió a todos, quienes estaban escandalizados por lo que veían- ¿¡Qué pasó!? ¿¡No estábamos en un barco!? –se viró Milo para corroborarlo, pero los guardias ya habían cerrado la entrada al crucero.

-¡Esta es la última vez que seguimos las indicaciones de Mu! –culpó Mephisto a Mu, quien estaba igualmente incrédulo, y le arrebataba el mapa a Mephisto intentando ver dónde había errado, preocupándose del que todo hubiera sido su culpa.

-Shaka, sé que estás ciego, pero tienes que ver esto –agregó Aioria de forma burlesca, incinerando la ira de Shaka, que tras su abandono del budismo ya soltaba sin arrepentimiento alguno, y resultando en un bastonazo por parte del rubio. Aldebarán entonces se dio a la tarea de describirle a Shaka lo que estaban viendo, pero ante todo lo que Aldebarán describía, la incredulidad de Shaka lo forzó a abrir los ojos inútilmente, intentando ver algo, cualquier cosa, pero no lo logró.

-¿¡Qué horas son esas de llegar, mayordomo de tercera!? –recriminó Mii, que sorprendió a los presentes por su grito. Se le veía agotada, aparentemente había corrido a la entrada del crucero, y llegaba acompañada de Kyoko y Shoko, la última mirando a Aioria sobándose la cabeza por el bastonazo de Shaka y preocupada por él- ¿Acaso nunca han viajado en crucero? ¡Debían llegar con tres horas de anticipación! –recriminó furiosa. Tan furiosa estaba, que Afrodita no se dignó siquiera a saludarla mientras se escondía detrás de Mephisto.

-¡Obviamente ninguno de nosotros podría siquiera soñar en viajar en una de estas cosas hasta ahora! ¿¡Cómo íbamos a saber!? –se fastidió Milo, pero Mii estaba demasiado molesta, y continuaba con su rabieta en contra de Milo, quien en su fastidio ya la tomaba de las mejillas y se las estiraba con fuerza.

-Oye Mii –interrumpió Mephisto, llamando la atención de Mii, mientras Mephisto empujaba a Afrodita frente a Mii, quien comenzó a inspeccionar a Afrodita de arriba abajo, ruborizándose al extremo-. Ahora, ya que Mii está lo suficientemente distraída con su obsesión por Afrodita. ¿Estamos dentro del Atlantis o no? –preguntó Mephisto molesto.

-Por muy poco, pero sí –le contestó Kyoko-. Esta es la avenida principal del Atlantis, con una extensión de un kilómetro con 229 metros de largo contra 300 metros de ancho, y contando con tres pisos de diferentes comercios. Los camarotes están en los pisos cuarto, quinto y séptimo, el sexto es el acceso a la cubierta principal donde están las albercas y los bares. Los pisos inferiores son para la tripulación –les explicó Kyoko, notando entonces que los 12 mayordomos, Yoshiko, Hypnos y Thanatos, maldecían a sus adentros a los excéntricos millonarios y sus colosales lujos-. Ya deberían estar acostumbrados… trabajan en una mansión… -se fastidió ella.

-Eso no es lo importante –interrumpió Milo, mirando a Kyoko, y tronando los dedos frente a Mii para despertarla de su trance tras haber quedado embobada con ver a Afrodita-. ¿Qué hay de lo que les pedí investigar? –preguntó, y Kyoko miró en todas direcciones, hasta saber que era seguro hablar.

-En total hay tres mayordomos Souma dentro del crucero: Ceo, Hyperión, y Crios… -le explicó ella, y Milo asintió. Shura y Camus se mantenían cerca, mientras el resto de mayordomos miraba a los alrededores-. He dejado en sus respectivas habitaciones un grupo de fotografías para que puedan reconocerlos. Sirven actualmente a Febe Souma, la esposa de Ceo Depranon. Pero mantienen turnos para servirle. Cada 8 horas hay cambio de turno. En estos momentos Febe se encuentra con Crios. Los turnos cambian con los horarios de buffet. El buffet está en el tercer piso, por cierto, y en las noches solo se puede acceder en traje de gala. ¿Traen todos sus uniformes? –preguntó ella.

-Empacados –le respondió Milo-. Ya que fingimos estar de vacaciones, todos vinimos con ropas comunes. Pero recordaremos vestir de gala para las cenas mientras estemos en el crucero –agregó Milo, y Kyoko asintió-. ¿Dónde se encuentran Ceo e Hyperión en estos momentos? –preguntó Milo.

-No lo sabemos aún. Esperábamos a que subieran para comenzar a dividirnos, pero puedo confirmarles que no se encuentran en los alrededores –aseguró Kyoko, quien, como inteligencia de los Depranon, mantenía a varias criadas encubiertas por todo el crucero-. El plan es dejar a Saori bajo los cuidados de Shaina y Geist, no contamos con Mayura ya que está muy distraída con lo de su boda –aseguró ella.

-¿A cargo de Shaina y Geist? –enunciaron Milo, Shura y Camus al unísono, horrorizados, y el trio de criadas los silenció al tapar sus labios con sus dedos. Shura entonces prosiguió con las quejas- ¿Están dementes? Sé que Mayura y yo hemos hecho todo lo posible por terminar con los entrenamientos de Shaina y de Geist, pero dejarlas a cargo de Saori en estos momentos podría ser peligroso –se fastidió Shura.

-No tenemos opción –les susurró Mii, como forma de indicarles que debían mantener las apariencias-. Como bien han dicho, Shaina y Geist no han concluido con sus respectivos entrenamientos. Por ello es vital que quienes sí hemos completado nuestros entrenamientos, mantengamos a los mayordomos que no estén en servicio vigilados. No olviden que los Mayordomos Solo nos advirtieron sobre el plan de lastimarlos y que no estén en condiciones para las Olimpiadas de Mayordomos de Diciembre –les recordó Mii, lo que incomodó a los presentes-. Además, una vez que el crucero salga a mar abierto, pasará con sus teléfonos lo mismo que ocurrió cuando se encontraban en el subterráneo. La Red Athena no cuenta con antenas en medio del océano, serán inútiles en el mar –les aseguró.

-Por mí mejor, detesto esta cosa –se quejó Shura, preocupando a las criadas-. De todas formas, concuerdo con Mii en que es un riesgo que tendremos que afrontar. Shaina y Geist no serán las mejores criadas, pero están a mi cargo, y sé que se esfuerzan. No nos queda más que confiar en ellas mientras arruinamos los planes de Julián Solo de acorralar a Saori para el anuncio de su compromiso, y al mismo tiempo evitamos que nos den cacería para lastimarnos –les explicó.

-Lo que también significa que, por el bien de mantenernos encubiertos, tenemos que aparentar que realmente vinimos de vacaciones, y continuar con el plan de atender a la boda de Derbal –les recordó Camus, y el grupo asintió, aunque entonces Camus sintió que Hilda lo tiraba del brazo- ¡Me lastimas! –se quejó Camus.

-Lo siento, pero este es el momento en donde yo me aprovecho de las tonterías en las que ustedes siempre están envueltos –sonrió Hilda con picardía-. Encubierto o no, estás de vacaciones, y yo no tengo mayordomos que me fastidien, así que, por los próximos tres días, eres de mí propiedad –se burló ella.

-¡Planeaste todo esto! ¿No es así? –se quejó Camus, e Hilda asintió un buen número de veces- Es verdad que debo aparentar que estoy de vacaciones, pero como mayordomo Depranon, mi deber es velar por el bienestar de mi señorita, y tú no eres mi señorita –aclaró Camus.

-Que frio eres con tu físicamente atractivo amor no tan platónico. ¿Debo recordarte lo que pasó la última vez que tuviste la osadía de poner tus barreras tan alto? –declaró Hilda, preocupando a Camus- Tómame o déjame, pero decide ya… ¡y no me refería a esa clase de tomarme! –se separó un poco Hilda, ruborizada.

-¡Deja de leer mi mente! –se fastidió Camus- Pero es cierto que necesitamos mantener las apariencias. Este es el trato, desactiva voluntariamente tu habilidad de leer mis pensamientos, cosa que gracias a Thanatos sé que puedes hacer, y yo aceptaré, en la medida en que cumplas el no leerme la mente, pasar estos tres días en el crucero contigo –ofreció Camus.

-¡Eso es muy bajo! ¡Voy a tomar represarías por descubrirme ante Camus, Thanatos! –amenazó Hilda, y Thanatos sudó frio por aquello- Pero es un trato –cerró el trato Hilda, tomando de la mano de Camus, antes de jalarla, y volverse a abrazar de su brazo-. ¿Tengo tu bendición, padre? –preguntó ella inocentemente.

-¿Seguimos jugando a lo del padre? Tienes mi bendición –se preocupó Milo, e Hilda, emocionada, tironeó de Camus y comenzó con su improvisada cita. Camus, notando que no tenía opción, arrojó sus maletas a Milo, quien las atrapó en señal de descontento. Milo entonces notó las miradas apenadas de Mii y de Shoko, quienes desviaban las miradas momentáneamente para ver a Milo- ¿No iban a vigilar al par de mayordomos Souma que no estuvieran en servicio? –peguntó Milo con una vena saltada en su frente.

-Bueno… ya que Aioria y Afrodita son objetivos de los mayordomos Souma… ¿qué mejor manera de vigilarlos que manteniendo a sus objetivos cuidados? –enunció Mii apenada, lo que fastidió aún más a Milo- Hay por favor. Ya todos sabemos cómo va a terminar esto. Usted hace la vista gorda a conmigo, y tiene barra libre a con Saori, quien he de mencionarle, está desesperada por encontrarse con usted –admitió Mii, apenando a Milo.

-Lárgate antes de que cambie de parecer –agregó Milo molesto, y Mii asintió rápidamente, fue a donde Afrodita, tomó sus múltiples maletas, y se las entregó a un confundido Mephisto, antes de tirar de Afrodita para separarlo del grupo- ¡Y no olviden que Afrodita debe continuar con los preparativos de la boda de Derbal con Mayura! –agregó Milo.

-¡Lo sé! ¡Tampoco soy una criada descuidada! ¡Además yo sigo en servicio! –se fastidió ella, pero continuó tironeando de Afrodita, quien miraba en todas direcciones preocupado. Después de todo, Mii aún era menor de edad.

-Bueno, supongo que llevaré mi equipaje a mi camarote antes que nada –miró Aioria a Shoko, quien sonrió en ese momento-. Aunque, ¿no deberíamos tener un plan? Ya perdimos a dos y no sabemos cómo nos vamos a organizar –se preocupó Aioria.

-Conociendo a Hilda, ya habrá leído la mente de alguna de nosotras para decirle a Camus cómo nos organizaremos. En cuanto a las criadas, solo nos reuniremos todas con Saori durante los horarios de comida, sugiero que ustedes hagan lo mismo -sugirió Kyoko, y el grupo asintió. Kyoko entonces tomó un folleto del crucero de su maletín, y se lo entregó a un ya de por sí molesto Mephisto por tener que cargar con todas las maletas de Afrodita-. Este es el mapa del crucero, sus habitaciones están en esta sección. Cada habitación es doble, por lo que compartirán habitaciones tanto dentro del crucero como dentro del hotel. Ya todo está preparado. Dentro de sus habitaciones estarán las fotos que les comenté anteriormente, y los folletos con las actividades del crucero… -ante la última mención, todos miraron a Kyoko con extrañeza-. Por si quieren salir con alguien… solo decía… -se apenó ella.

-Claro… mantén un ojo en Kanon, pero sin abusar como la última vez –reprendió Milo, y Kyoko hiso una mueca inocente-. Como sea. Nos vamos a dejar nuestras cosas. ¿Sabes dónde estará Saori? –preguntó curioso.

-Tercer piso, eligiendo zapatos con Mayura en alguno de los locales. Mayu tiene la instrucción de perder el tiempo hasta que se les una, Jefe de Mayordomos Milo. Quiero decir… joven vacacionista Milo –saludó militarmente ella, Milo hizo una mueca, pero comenzó a retirarse junto con los demás-. Por cierto… señor Saga… -agregó Kyoko apenada, ganando la atención de Saga-. Katya y yo… pasaremos por la noche a buscarlos… si quieren… -se apenó ella, y comenzó a retirarse.

-El poco profesionalismo que ha nacido de las relaciones entre mayordomos y criadas Depranon, comienza a preocuparme –se dijo a sí mismo Saga, pero entonces algo llamó su atención-. ¿Por mí y Kanon? –se frotó la barbilla preocupado.

Tercer Piso del Crucero Atlantis. Zona de Comercios.

-¡Esto es una estafa! ¡Mayura! ¡No puedes en verdad estar pensando en pagar semejante barbaridad por unas zapatillas! ¡En el tianguis de mi colonia puedo encontrarte unas de un par de dígitos, no de 3 pares! –se fastidió Geist, con el pobre y aterrorizado empleado cubriéndose el rostro por el miedo a ser golpeado por Geist, mientras Shaina, y una aterrada Saori, intentaban calmarla.

-Si te hace sentir mejor, Geist, podemos esperar a estar en mar abierto. Ya en mar abierto no pagamos impuestos –intentó explicar torpemente Saori, pero Geist exigía saber el por qué unas simples zapatillas, o al menos así las llamaba ella, tenían precios etiquetados en seis cifras-. ¡Shaina! ¡Por favor! –pidió Saori, mientras Shaina atrapaba a Geist en una maniobra de sumisión, y tiraba de ella hasta sacarla del establecimiento- ¡Lo siento! ¡En verdad lo siento! ¡Nos llevaremos el par! –agregó Saori preocupada, y Mayura, preocupada por aquello y sabiendo que debía hacer tiempo, viró en todas direcciones buscando otras zapatillas, tomando unas zapatillas suecas de madera.

-¿Tendrá… estos en cinco y medio? –preguntó Mayura, y el confundido empleado se preocupó, pero asintió- ¿Puedo probarme estos… señorita? –preguntó entonces Mayura, confundiendo a Saori, quien parpadeó un par de veces ante la elección.

-Pero Mayu… esos son klompen… tú sabes, esas zapatillas de madera tradicionales de Suecia. ¿Por qué querrías probarte eso? No van a juego con tu vestido de bodas –le comentó Saori curiosa. Mayura pensó al respecto, pero entonces tuvo una idea, golpeó los tacones de los klompen un par de veces, y se regocijó en el sonido hueco. De pronto, lo que comenzó como una distracción para hacer tiempo, se convirtió en un deseo genuino de Mayura por tener aquellas zapatillas de madera como parte de su conjunto de bodas-. Mi abuela hizo un desastre con su loca idea de conseguirte prótesis de madera cómodas… -admitió para sí misma Saori, y entonces miró al empleado-. ¿Puede traernos unos klompen en cinco y medio? –preguntó.

-Enseguida… señorita… -respondió el empleado, y comenzó a retirarse sin quererle dar la espalda a las criadas de Saori, aún si solo Geist era la violenta. En la mente del empleado, cualquier criada de Saori ya era peligrosa.

-Tendré que hablar con Geist sobre su comportamiento… no me molesta que sea violenta en privado, pero podría toparme con un noble conocido por aquí… -miró Saori a los alrededores, encontrando una cara burlesca cerca de ella- ¡June! –se alegró Saori, y June fue a abrazar a Saori- ¡Si viniste! –se alegró ella.

-¡Sabía que donde quiera que pasara algún escándalo te encontraría, Saori! –se burló June, y Saori se apenó- Y por supuesto que iba a venir. Es un crucero todo pagado por Julián Solo. Y bueno, yo también reaccioné de forma similar a Geist cuando vi los precios de unos zapatos, ricos cabrones… -se fastidió June, preocupando a Saori-. Aunque bueno, no puedo salir de aquí hasta que Pandora termine de probarse sandalias –apuntó June, a una Pandora sentada en el área de probadores, quien se preocupó tras escuchar a June evidenciarla-. Lleva casi dos horas probándose sandalias y solo sandalias. Sé que vamos a una playa, pero, también eligió sandalias de gala para las cenas –le comentó June, por lo que Saori miró a Pandora con picardía, y ella se sobresaltó por la mirada-. ¿Me perdí de algo? –preguntó June de forma inocente, pero entonces se apenó, y miró a Pandora con una sonrisa burlona- Oh… ya entendí… -se burló ella.

-¡Borren esas ridículas sonrisas de sus rostros! –se quejó Pandora, mientras Saori y June desviaban las miradas, pero mantenían sus sonrisas de picardía. O al menos así fue, hasta que escucharon la sirena del crucero resonar con fuerza- Ya era hora de que zarpáramos. ¿Qué habrá ocurrido para retrasar la salida? –se preguntó Pandora, y Saori, por alguna razón, sintió que tenía algo que ver con sus mayordomos- En todo caso. Es bueno verte, Saori. ¿Viniste sola? –agregó Pandora preocupada.

-Bueno… por alguna extraña razón que aún no les creo, todos mis mayordomos pidieron vacaciones al mismo tiempo –le explicó Saori, sorprendiendo a Pandora-. Solo vine con mis criadas. Con las 9 –se apresuró a decir.

-Solo las criadas… ya veo… -se apenó Pandora-. Es verdad, la invitación decía que Julián Solo proporcionaría a los mayordomos. Yo solo traje a Cheshire, quien está al servicio de Shun en estos momentos… debí imaginar que otras familias nobles darían descansos a sus mayordomos… -se dijo a sí misma Pandora, ruborizada a la vez que entristecida. Saori lo notó, y sonrió con dulzura.

-Esto te va a parecer increíble, Pandora, pero mis 12 mayordomos están en el Atlantis, Mii me lo confirmó –le explicó Saori, llamando la atención de Pandora-. Al parecer, Derbal, mi profesor, va a casarse con Mayura, mi criada que está por allí –apuntó Saori, mientras Mayura se probaba los klompen, y tras golpear sus tacones, se ruborizaba, y hacía muecas bastante adorables, mismas que ruborizaron al empleado-. El profesor Derbal, aparentemente, invitó a mis 12 mayordomos a su boda, que se celebrará dentro de una semana en el Hotel Casa Delfino. Lo sé, tremenda coincidencia –agregó Saori.

-¿En qué lío te metiste ahora que tus mayordomos planearon semejante estupidez? –dedujo Pandora, y Saori hizo una mueca de desconocimiento- Pero… ¿eso significa que Shura? –preguntó Pandora para sí misma, pero Saori sonrió y asintió- Bueno… supongo que tendré que tolerar la presencia de tus mayordomos. Estás segura de que subieron, ¿verdad? –preguntó nuevamente Pandora, y Saori suspiró, pero asintió- Me da gusto… ah, Saori, ¿me ayudarías a encontrar unas sandalias? Me serviría la ayuda de alguien… conocedora… de… bueno… -volvió a apenarse Pandora.

-Pandora, basta de eso, por supuesto que te ayudo a encontrar unas sandalias que vuelvan loco a Shura –agregó Saori sin descaro, lo que apenó a Pandora, y obligó a June a cubrirse la boca intentando no reírse-. Ah, pero primero debo ayudar a Mayu a… -intentó decir, pero para sorpresa de Saori, Mayura ya estaba pagando los klompen-. Supongo que esa parte ya quedó cubierta –se dijo a sí misma Saori, y Mayura sonrió alegremente-. Bueno, ya solo falta el velo y la liga. Iremos a buscarlas tras ayudar a Pandora con su elección de sandalias, Mayu –comentó Saori, y Mayura asintió alegremente.

Mientras tanto, fuera de la tienda, Shaina reprendía a Geist por su comportamiento, mientras la molesta criada de Saori, se recargaba en la baranda del tercer piso de forma muy poco femenina, mientras miraba a los ricos gastando cantidades exageradas de dinero en productos que, según Geist, podía encontrar fácilmente en el tianguis de su colonia.

-¡Tienes que entender que los ricos gastan el dinero de la forma en que les viene en gana! ¡No puedes ir por allí acusando de estafadores a cada empleado que intenta vender sus productos! ¡No sabes de qué materiales están hechos! –reprendió Shaina.

-¡Pues perdóname por enojarme por ver mi sueldo de un año en la etiqueta de unas mugrosas zapatillas! –enfureció Geist- ¡Le están viendo la cara a estos idiotas! ¡No me importa si les ven la cara a los demás! ¡Pero Saori es nuestra idiota, y es nuestro deber cuidar de Saori y sus finanzas! –declaró Geist.

-No llames a Saori una idiota por favor. ¿Y desde cuándo te interesan tanto las finanzas de Saori? –se quejó Shaina- En todo caso, si fuera tan fácil como conseguir estos productos en la colonia de tu complejo departamental, y venderlos a precios exorbitantes a los ricos, cualquiera lo haría, ¿no crees? –preguntó Shaina, y tras hacerlo, una mirada maliciosa apareció en el rostro de Geist- ¡No! ¡Ni lo pienses! –acusó Shaina tras leer las intenciones de Geist.

-¡Pero si es perfecto! ¡Compro baratijas y las vendo a seis cifras a los ricos imbéciles! ¡Es un plan infalible! –aseguró Geist, pero Shaina no se lo creía- Dejando el plan de hacernos ricas vendiendo basura a los idiotas a un lado… ya encontré a uno de los mayordomos Souma –comentó Geist, Shaina prestó atención, mientras Geist apuntaba con la mirada a un mayordomo en el primer piso de la zona comercial, atendiendo a unos miembros de las familias acomodadas, mientras mantenía vigilancia en dirección a las criadas, mirándolas con desafío- ¿Aquí es donde le partimos el rostro? –preguntó.

-Nuestro deber es mantener a Saori vigilada, y a los mayordomos Depranon informados en caso de verlos. Además de frustrar cualquier intento que tengan de lastimarlos –le explicó Shaina, aunque Geist se molestó-. Lo mejor que podemos hacer de momento, es mantener sus movimientos vigilados. Por lo visto, ya intuyeron que los estamos vigilando, así que harán más difícil el dejar ver sus intenciones. Además, contamos con una pequeña ventaja sobre ellos, ya que piensan que somos unas inútiles –sonrió ella con malicia.

-Fallando en ver que fuimos las líderes de los Guerreros de los Abismos. No puedo esperar a la violencia –se tronó los nudillos Geist, antes de que ambas escucharan las risas divertidas de Saori y June, quienes salían con una ruborizada Pandora, y una emocionada Mayura quien abrazaba su bolsa con sus nuevas zapatillas de madera.

-Confía en mí, Pandora. Conozco los gustos de Shura –aseguró Saori, mientras Pandora se mantenía perturbada por su elección de sandalias-. Sé que parecen reveladoras, pero es lo que a Shura le gusta –continuó ella, y Pandora intentó refutar, cuando notó a Shaina vestida de criada, y ambas intercambiaron miradas incómodas-. Cierto… olvidé que no hemos interactuado mucho últimamente –se preocupó Saori.

-Ya la había visto vistiendo de criada en la Academia Sanctuary, Saori… lo que no me esperaba es que continuara con esta vergüenza voluntariamente… -espetó Pandora molesta, y Shaina sintió una vena saltándose en su frente.

-¿Vergüenza dice? Yo no fui la noble que posó de criada porque le tenía miedo al amo Cronos –regresó la afrenta Shaina, fastidiando a Pandora, quien incluso sintió una vena saltándose en su frente por ser desafiada.

-Ya sabía que tenías cuestionables formas de conseguir a tu servidumbre, Saori. Pero no esperaba que fueran de tan mal gusto –agregó violentamente Pandora, preocupando a Saori, y molestando a Shaina.

-Ah, Pandora, ¿nos acompañas a elegir velo para Mayura? –interrumpió June, y Mayura se apenó pensando en su velo de novia- Yo no conozco nada de eso, ¿podrías encontrarnos una tienda en el folleto por favor? –la distrajo June, y mientras Pandora buscaba, se dirigió a Saori- ¿No puedes cambiar de criadas? Tienes 9 en servicio. Desde que Shaina se convirtió en tu criada, Pandora y ella se han enemistado bastante. Ya de por sí Marín no se juntaba con ellas por discrepar en su forma de ser. Ahora que Shaina es tu criada, Pandora come sola en los recesos a menos que yo le haga compañía –le explicó June, preocupando a Saori.

-Mis elecciones de servidumbre en verdad causan problemas, ¿no es así? –se preocupó Saori, y June asintió un buen número de veces- Entonces, solo debo aprovecharme –sonrió Saori, June parpadeó un par de veces, y Saori, aprovechando la distracción de Pandora, se abrazó de su brazo- ¿Encontraste algún buen lugar? –preguntó Saori alegremente.

-¡No te me cuelgues de esa manera! ¡No estaremos en la Academia Sanctuary! ¡Pero eso no significa que aprecie el contacto físico! –se la quitó de encima Pandora, molestando un poco a Saori, pero ella continuó con su plan.

-Oh, vamos Pandora. Aún si te pones pesada, yo sí te considero mi amiga, y las amigas se dan abrazos –declaró Saori, incomodando a Pandora, quien se apenó, y procuró prestarle más atención a su mapa-. Además… si somos amigas tanto fuera como dentro de la Academia Sanctuary, Shura podría servirte nuevamente –se burló un poco Saori.

-¡Usar a Shura de excusa es bajo hasta para ti! –le apuntó Pandora, y Saori se preocupó un poco. Ante su mirada, sin embargo, Pandora suspiró derrotada-. Supongo que, ya tiene bastante tiempo que no entablamos en relación antagónica… así que supongo… que podría intentar ser tu amiga en la Academia Sanctuary… también… -admitió apenada.

-¿También? –preguntó Saori, y June abrió su boca impresionada- ¿Dijo también? La escuchaste, ¿verdad? ¡Eso significa que Pandora me considera su amiga mientras sea fuera de la Academia Sanctuary! –dedujo Saori, y Pandora se apenó.

-¿Por qué te emocionas tanto? Pu-puedo tener amigas fuera de la Academia Sanctuary… como June, así que no te sientas tan especial –agregó con brusquedad, notando entonces que June comenzaba a llorar-. ¿Qué dije ahora? –se preocupó.

-¡Es la primera vez desde que te conozco que me llamas tu amiga! ¡Yo también quiero un abrazo! –se abrazó de uno de sus brazos June, mientras Saori se abrazaba del otro- ¡Pandora! –continuó June llorando.

-¡Ya entendí! ¡Está bien! ¡Ambas son mis amigas fuera o dentro de la Academia Sanctuary! ¡Pero dejen de actuar todas melosas! ¡No me gusta! –se quejó Pandora, y entonces notó la mirada picara de Shaina- ¿Tú de qué te ríes? –se fastidió.

-Oh, de nada… corazón de pollo –insultó Shaina-. En todo caso, mi señorita Saori. Ya encontramos una tienda de velos de novia en el mapa, lo que es preocupante. ¿Cómo hay una tienda tan específica en este crucero? –se fastidió Shaina.

-No lo sé… pero yo golpearé a alguien si los velos cuestan más de 3 dígitos –se tronó los nudillos Geist, preocupando a Saori, quien viró a ver a Mayura para pedirle poner orden, pero la notó con uno de los klompen en manos, y oliéndolo, regocijándose por el olor a madera.

-¿Ahora es por el olor a madera y no el sonido? Mayu, me estás asustando –enunció Saori, pero nada de lo que dijera podía molestar a una Mayura inmensamente feliz por saber que pronto iba a casarse-. Solo… busquemos el velo… no es que no quiera pasar tiempo con todas ustedes, pero… -se apenó un poco Saori, frotándose su anillo, que ya llevaba puesto sin importarle quien lo viera-. Si está de vacaciones… y aún tiene trabajo… tal vez podría estirar un poco su rienda –se dijo a sí misma Saori, buscando a Milo por toda la avenida principal.

Zona de Camarotes.

-¡Aioros mira! ¡Me dejaron un pequeño leo en mi habitación! –exclamó Yoshiko emocionada, mientras salía de su habitación con un león hecho de toallas, mismo que incomodó a Aioria, quien pretendía entrar en la habitación de al lado junto con Mu y en compañía de Shoko- ¡Mira Aioria! ¡Es como origami, pero con toallas! –agregó Yoshiko emocionada.

-¡Son tan parecidos que ya no sé cuál es mi pequeño leo! –se burló Aioros, y Yoshiko asintió varias veces de forma infantil- Por cierto, ya que sé quiénes son mis vecinos de habitación… tengan… -les ofreció Aioros unos tapones para los oídos, mismos que ambos miraron con confusión- Es para que duerman bien, no ronco pero, voy a aprovecharme de estas vacaciones –sonrió de forma lujuriosa Aioros, alzando una ceja en dirección a Yoshiko, quien se apenó por el desvergonzado comentario de Aioros. Aunque Aioros no tardó en sentir un trio de almas malignas rodearlo- ¿Quieren tapones para los oídos? Traigo más… -intentó escabullirse, cuando Saga, Hypnos y Thanatos lo estrujaron en una maniobra conjunta de sumisión- ¡Ow, ow ow! ¡Yo no te juzgo por hacerle cosas sucias a tu compañero de cuarto! –se quejó Aioros.

-¡Estoy a nada de pedir un cambio de acomodos! ¡Soy capaz de pagarle a Miko una habitación para ella sola, y vigilarte yo mismo toda la noche! –le espetó Saga con molestia, mientras Yoshiko suspiraba por el continuo malentendido.

-Que lastima, Saga, porque tu compañero de cuarto soy yo –agregó Dohko, moviendo sus músculos como ya era costumbre, y saliendo de la habitación frente a la de Aioros y Yoshiko-. Además, Miko y Aioros ya están casados, así que pueden ponerse locos si quieren. Lo mismo para ustedes dos –apuntó Dohko a Hypnos y a Thanatos.

-Yo solo quiero descargar mi molestia con alguien. ¿Cómo que voy a hospedarme con Derbal? ¡Pensaba que lo lógico era hospedarme con mi hermano! –agregó molesto, abriendo la puerta de su habitación, y mostrándoles a todos que la misma estaba repleta de sacos, corbatas, zapatos diversos, uniformes completos, varios relojes, y que despedía un olor extraño a naftalina- ¿Acaso saben lo que voy a sufrir durmiendo junto al señor perfección? –se fastidió él.

-Hablando del señor perfección. ¿Dónde está? –preguntó Yoshiko- Antes de la boda, pretendo saber el cómo es que se hicieron pareja ellos dos, y el cómo Mayu perdió las piernas. ¡Voy a sentirme horriblemente molesta si llegan al altar y aún no me han contado el chisme! –se molestó Yoshiko.

-El chisme de Mayura no es importante de momento –reprendió Dohko, deprimiendo a Yoshiko-. Y sobre tu acomodo, Hypnos. Así lo solicitó Milo. Él compartirá habitación con Thanatos –le explicó, lo que sorprendió a los presentes en el pasillo, mientras veían a Milo, con un aura oscura, frente a su habitación.

-¿Estás seguro de esto? –preguntó Shura, y Milo asintió- Puedo cambiarte de habitación para que la compartas con Camus. A menos que haya una buena razón para que tengas que hospedarte con Thanatos –le ofreció.

-Aunque lo agradezco… y sea una oferta demasiado tentadora, me temo que no podrá ser –le comentó Milo, perturbado-. Necesito concentrarme en mis lecciones, y aunque Thanatos no sea exactamente confiable… y seguro me atormentará en gran medida. Me temo que no podemos cambiar los acomodos de habitaciones –aseguró.

-¡Maratón de Xtro dice! –sacó sus VHS Thanatos de su maleta, preocupando a Milo aún más- Pero para tus estudios, también traje: "Los ojos sin rostro", su versión sin censura además. La joya de 1940 que traumatizó a toda Francia. Que sus imágenes en blanco y negro no te engañen, es altamente educativa y anatómicamente correcta –sonrió con malicia Thanatos, y Milo comenzó a colorear su rostro de verde, pero se esforzó por no vomitar.

-Milo… -comenzó Shaka, preocupando a Milo-. Normalmente los acomodos de compañeros de cuarto me son comprensibles… pero… encuentro que, después de los usuales acomodos de Aldebarán conmigo, el de Mu con Aioria, Mephisto con Afrodita, y claro, Aioros con su esposa. El resto de acomodos me son un tanto peculiares. Ya me parecía extraño que Thanatos e Hypnos estuvieran acompañándonos y tú corrieras con los gastos, pero ahora… sospecho que estás haciendo algo que me va a molestar mucho… -agregó Shaka con molestia, y Milo tragó saliva-. Entiende que ya no hay nada que puedas hacer… -susurró.

-Tú entiende, que yo siempre cumplo mis promesas… -le apuntó Milo, lo que incomodó a los presentes. Thanatos rápidamente intentó detener a Milo, pero él ya había tenido suficiente-. No, está bien. Ya fue suficiente de secrecía. Tú y yo tenemos que hablar, y no aceptaré un no por respuesta –le apuntó Milo, y comenzó a retirarse, y Shaka, aunque molesto, decidió seguirlo, con pasos tambaleantes, ya que el crucero se movía incómodamente para quienes no estaban acostumbrados a caminar sobre barcos en movimiento.

Milo tuvo que cuidar sus pasos en más de una ocasión, ralentizándolos, ya que Shaka tenía bastantes problemas para seguirle el paso. En ocasiones, Milo pensó que lo mejor sería servirle de apoyo, pero al mismo tiempo, pensaba que hacerlo sería menospreciar a Shaka, quien ya se veía bastante molesto de saber que Milo ya tramaba algo, aunque no sabía exactamente qué.

Una vez que salieron del área de camarotes, Milo posó su vista en el océano, y en la ciudad, que aún se veía pese a que el crucero ya tenía tiempo de haber zarpado. Shaka se reunió con él, buscando la baranda, y apoyándose en ella, Milo hizo lo mismo, admirando las costas, y las bellas aguas cristalinas, y convenciéndose de que Shaka aún podría verlas.

-No tiene caso seguírtelo ocultando… mucho menos si mis responsabilidades laborales interfieren con el poder mantener un perfil bajo sobre lo que está pasando… así que voy a decírtelo… -mencionó Milo, y Shaka, aunque incomodado, asintió-. Cuando Thanatos se enteró de que quería ser médico… tuvo la loca idea de que había sido culpa de Hypnos el que yo eligiera esa profesión… no sé si lo que me explicó es cierto, de que Hypnos puede hacer cosas raras con tu mente… pero no me importa si es así o no. Decidí que sería médico, y decidí que evitaría que te quedaras ciego de por vida –aseguró él.

-Si esto es porque piense menos de ti por no poder cumplirme una promesa que yo siempre supe que era imposible que cumplieras… ahórratelo, Milo… no te odio por no poder cumplir aquella promesa, somos amigos… -le explicó Shaka, y Milo apretó la baranda con fuerza, mientras se mordía el labio con molestia-. Siempre supe que no podrías hacerlo. No porque no confiara en ti, sino porque mi vista estaba ya muy deteriorada. Me estuve preparando para esto por años –aseguró.

-¡Y aun así lloraste en tu embriagues por el miedo de quedarte ciego! –le gritó Milo, y aunque el grito hirió un poco sus oídos, Shaka lo resistió- Tener miedo está bien… si yo estuviera en tu situación, no sé cómo habría reaccionado. Pero, si puedo hacer algo al respecto, no me pidas que no haga todo lo que esté a mi alcance… -insistió Milo-. Mis investigaciones con venenos… Thanatos las leyó… él, diferente de mí, tiene conocimientos muy superiores de medicina aún si nunca ejerció por no poder pagar su deuda a tiempo a con la Academia Sanctuary… él tiene tanto los conocimientos como el estómago. Leyó mi investigación, y estuvo de acuerdo en que, con el apoyo de la Universidad de Inglaterra, publicarla. En estos momentos en Inglaterra mi investigación está en análisis, pero esperan de mí que entregue ante ellos la tesis completa. Curiosamente, las Olimpiadas de Mayordomos son en Inglaterra, por lo que podré presentar mi tesis terminada, y si se aprueba, la Universidad de Inglaterra concederá el permiso especial, de que se realice una operación siguiendo los estatutos de mi tesis, en un humano que haya perdido la vista recientemente, ya que esta es una operación que no puede realizarse en animales por las diferencias oculares tan marcadas –declaró Milo.

-¿Someterme a una cirugía que jamás se ha hecho antes? ¿Siguiendo los principios de una tesis por la que fuiste expulsado y prohibido de volver a realizar investigaciones médicas? –preguntó Shaka, y Milo asintió- Me sorprende lo lejos que has llegado como para involucrar a una universidad de tan alto prestigio, pero, Milo, te estás desgastando demasiado. No podré verlo, pero puedo sentirlo, estás agotado. Y aún tienes muchas cosas más importantes de las cuales preocuparte como, por ejemplo, un anuncio de promesa de matrimonio que se dará en este viaje, y el cual requiere de toda tu concentración –le recordó Shaka.

-Ya sé que tengo bastantes cosas de las cuales preocuparme en estos momentos, Shaka, no necesitas hacerme el recordatorio –le espetó Milo con molestia-. Está la amenaza del anuncio de Julián, y también está la graduación de la Aacademia Sanctuary. Además de que, si mi investigación no logra demostrarse, perderé toda credibilidad, y Thanatos perderá la suya también. Se me prohibiría permanente ejercer si todo sale mal. Eso lo tengo muy presente –aseguró Milo, y Shaka asintió.

-Pero has llegado muy lejos, Milo… -sonrió Shaka-. Y puedo entender parte de tu razonamiento. Seguro pensaste algo similar a: "más ciego no se puede quedar", y aunque crudo, es la verdad. Si te hace sentir más tranquilo contigo mismo, aceptaré someterme a esta operación que estás planeando. Pero quiero que sepas que no tienes que presionarte tanto, y que no te culparé si las cosas no salen como las estás pensando. Ya has hecho más, de lo que hubiera imaginado posible… así que… trata de no forzarte tanto. Sé que entregarás tu tesis a tiempo, y la Universidad de Inglaterra hará el resto –le sonrió nuevamente.

-Ah, allí es donde te equivocas. No puedo bajar la guardia ni un maldito momento, o podría no estar preparado para realizarte la operación –admitió entonces Milo, y Shaka, pese a estar ciego, abrió los ojos en señal de sorpresa-. No esperarías que entregara unos papeles, y dejara a un completo extraño realizar una operación tan delicada, ¿o sí? La razón de involucrar a Thanatos, no era la de aprovechar sus contactos para entregar mi tesis a la Universidad de Inglaterra… tampoco se trata sobre aceptar su supuesta ayuda por compensar un tremendo error que él dice que Hypnos cometió en mi contra… sino el de recibir su entrenamiento, para poder realizarte la operación yo mismo… -le explicó Milo, cerrando sus manos con mayor fuerza en contra de la baranda, mientras Shaka, incrédulo, posaba sus ojos ciegos en su dirección, era casi como si pudiera verlo, pero sus ojos estaban enteramente apagados-. Sé que puede sonar egoísta… pero esta es una operación… que jamás permitiría a nadie hacerte… ya que no confío en nadie para hacerla… tengo que ser yo… tengo que operarte… y sé que suena aterrador, el permitir a un imbécil que jamás ha hecho una operación en su vida, realizar una operación tan peligrosa… pero… jamás me lo perdonaría… si la persona que aceptara mi tesis… te dejara ciego de por vida… si alguien va a cargar con ese dolor seré yo… igual que planeo cargar con el regocijo, de devolverte la vista, personalmente. O fracaso, o triunfo en esto por mí mismo… pero no te equivoques, esto no es una cuestión de ego… es más bien una cuestión… de que quiero ser yo quien te regrese la vista… -tras decir aquello, Shaka logró escuchar algo inquietante, mientras la baranda metálica, era golpeada por el sonido de unas cuantas gotas, además de dejar sentir una tenue vibración. Milo temblaba de miedo, mientras lloraba de impotencia-. Debo hacerlo… tengo que hacerlo… no confiaría en nadie para hacer esto… no algo tan importante… sé que es egoísta, sé que tal vez haya alguien mejor… pero debo ser yo… debo ser yo… debo ser yo… no me pidas, que le confíe a uno de mis mejores amigos… a un completo extraño… -terminó.

Hubo un silencio entre ambos, mientras Shaka cerraba los ojos, y meditaba en las palabras de Milo, quien ya secaba las lágrimas traicioneras de sus ojos, y se maldecía a sus adentros por haber reflejado aquella debilidad, mientras Milo regresaba a su postura estoica tras un suspiro que se llevaba consigo toda su frustración, y miraba al mar con impaciencia de saber sobre las reacciones de Shaka, que era increíblemente difícil de leer.

-¿Tienes acaso la menor idea, de lo egoísta que suenas? –preguntó Shaka, y Milo se mordió los labios con incomodidad- Por muchos años… me entregué a las creencias budistas sobre el equilibrio en el abandono de la felicidad y del sufrimiento… considero sumamente egoísta, el que por todos esos años me hayas dado esperanzas, sabiendo que lo que yo quería era encontrar el desprendimiento tanto del dolor como de la felicidad. Lo sabes, ¿no es así? –preguntó, y Milo asintió, entristecido- Gracias por ser un egoísta… -declaró, sorprendiendo a Milo-. Ya que no permitiría a nadie, más que a ti, realizar esta operación. Te pido entonces una disculpa, por mi propio egoísmo, pero más te vale esforzarte hasta el cansancio, porque ya lograste volver a darme esperanza, y te responsabilizo por ello –aseguró Shaka, sonriente.

-Verás que lo lograré… -sonrió Milo en ese momento también-. Y hablo increíblemente enserio… verás que lo lograré, con tus propios ojos. Te lo garantizo –aseguró Milo, Shaka le ofreció su mano, y Milo la apretó con fuerza, decidido a cumplir aquella promesa que le hiciera a Shaka desde el primer grado del Ala Bronce.

Zona Comercial del Atlantis.

-¿Por qué este crucero tiene que ser tan enorme? No puedo creer que, en todo este tiempo, no nos hayamos topado una sola vez con Milo –enunció Saori molesta, mientras esperaba fuera de la tienda de velos de novia junto con Shaina y Geist, mientras Mayura se probaba velos, y los modelaba frente a June y Pandora-. No hemos visto a ninguno de los Caballeros Dorados además… si Mii me mintió y no lograron subir a tiempo, voy a enojarme mucho –admitió ella.

-¡No le mentí! –declaró Mii, llamando la atención de Saori, quien se mostró agradecida de encontrar a Afrodita viajando junto con ella- Como bien dijo, señorita, el crucero es enorme. Aún si nos distrajimos un poco en el regreso, la verdad es que los dorados llegaron todos con bien –le explicó Mii, molesta por las dudas de Saori, quien movió su mano indicando a Mii que podía calmarse un poco.

-Tranquila, Mii. Es bueno ver que llegaron con bien, Afrodita –sonrió Saori, y Afrodita le dedicó una reverencia- No es necesario, están de vacaciones –se apenó Saori, y Afrodita se rascó la nuca, igualmente incomodado.

-La costumbre, mi señorita Depranon… -recordó la debida etiqueta Afrodita, aunque evidentemente, era más por Mii, quien constantemente se la recordaba-. Soy testigo de que Mii no miente. Tuvimos unas cuantas complicaciones, pero los 12 nos las arreglamos para abordar a tiempo –le aseguró Afrodita.

-Confirmo, ese armatoste no puede ser otro que mi Aldebarán –se burló un poco Shaina, mirando desde el tercer piso de la zona comercial a Aldebarán, quien sobresalía demasiado de entre el resto de pasajeros, quienes tomaban distancia, mientras Aldebarán, aparentemente, buscaba algo que comer-. Es una lástima que mi descanso aún no inicie. Me está dando hambre también –sonrió Shaina.

-Pueden irse a disfrutar si gustan –sonrió Saori, ganando la atención de Shaina y de Geist-. Mi abuelito Cronos ya lo ha mencionado antes. Tengo demasiada servidumbre. Pueden tomarse un respiro. Serán mis empleadas, pero son mis amigas también. Además, June y Pandora se pasean ellas solas, no veo por qué yo no –aseguró Saori.

-June es mal ejemplo, pero por Pandora, tiene razón –comentó Geist, preocupando a Mii y a Saori por los escasos modales de Geist-. Si la señorita ya te ha dado permiso, anda y ve. Yo me encargo de cuidar de ella. Después de todo, entre todas, debo ser a la que más le cabrean los nobles. Así que, si me dejan sola, seguro lanzo a alguien por la borda. Si me quedo con Saori al menos sé que si me ve hacerlo me despide –aseguró.

-No voy a despedirte, Geist, pero definitivamente necesitas aprender a ser un poco menos brusca –aseguró Saori, pero entonces dirigió su atención a Shaina-. Puedes ir con Aldebarán. Después de todo, dudo que seas la única criada que pretenda darse una escapada, ¿verdad Mii? –se burló Saori, apenando a Mii.

-Señorita, que poca fe tiene en mí. Yo soy una profesional… -se defendió Mii, pero entonces se quitó la tiara, sorprendiendo a Saori, mientras Mii le entregaba la misma a Afrodita-. Ahora que no estoy en servicio. No seas pesada, mala amiga, me parto la espalda todos los días por ti, dame al menos un respiro –agregó, tomó la tiara de manos de Afrodita, y se la volvió a poner- ¿Ocurre algo, Saori? –preguntó de forma inocente, mientras Saori y Afrodita la miraban escandalizados, Geist solo sonrió ante lo que vio.

-Puedes tomarte tu descanso, Mii. Si necesito de tus servicios buscaré la forma de contactarte –fue la respuesta de Saori, Mii sonrió, reverenció con excelsos modales, y pidió a Afrodita que la siguiera, cosa que hiso. Shaina también se retiró aceptando las cortesías de Geist-. ¿Qué acaba de pasar? –preguntó Saori a Geist.

-Tu mejor amiga acaba de decirte de la forma más formal que pudo: "no te burles que he sacrificado mucho por ti ya", hay un límite para las burlas, señorita, trate de no cruzar el de la ama Mii –sonrió Geist divertida-. Y hablando de intereses amorosos, el suyo y el mío están del otro lado de la zona comercial –apuntó Geist tras divisar a Milo y a Shaka, quienes caminaban y charlaban desde el otro lado de la zona comercial, también en el tercer piso, lo que apenó a Saori-. Por cierto, conmigo no necesita reservas sobre el: "velar por mi señorita en sociedad y asegurar su correcto desenvolvimiento social", solo debe decirme que quiere pasar tiempo a solas con Milo, y yo vigilaré el pasillo –agregó burdamente.

-Tengo sentimientos encontrados de lo que acabas de decir… por una parte… gracias, por la otra, ámbar o no, nos comportamos siempre dentro de los límites de la decencia, así que no es necesario –admitió Saori, pero entonces miró a Geist con curiosidad-. No habrás… -intentó cuestionar.

-¿Qué si Shaka me conoce el tatuaje? –agregó de forma descarada, escandalizando a Saori- Lo vio antes de quedarse ciego. Supongo que tendré que hacer algo para tenerlo en braille, aunque eso haría el presentárselo algo mucho más obsceno –continuó con sus burlas.

-¡Geist! ¡Compórtate por favor! –insistió Saori, ganándose las burlas de Geist. Aunque ella no tardó en notar la mirada de preocupación de Saori, por lo que intentó disculparse, aunque dándose cuenta rápidamente, de que la pena de Saori no era por las palabras de Geist- Quisiera poder ser tan arrebatada y directa como lo eres tú, Geist… -enunció Saori, mientras las luces del barco se atenuaban, lo que significaba que estaba por darse un anuncio-. Pero, en su lugar… solo puedo observar… mientras otros toman esas decisiones por mí –admitió, las luces se posaron sobre el escenario, y la mayor parte de los pasajeros posó su atención sobre Julián Solo, en medio de la avenida principal del crucero.

-Buenas tardes, damas y caballeros, y bienvenidos sean todos ustedes, al Atlantis –comenzó Julián Solo, actuando como maestro de ceremonias, y con Sorrento, Kanon y Krishna, como sus mayordomos personales-. Manteniendo una velocidad de 4 nudos por hora, oficialmente hemos superado las 12 millas marítimas, lo que significa que nos encontramos en aguas internacionales –explicó Julián Solo, y los pasajeros celebraron-. Pero claro, el estar en aguas internacionales, además de significar que cualquier compra que se realice dentro del Atlantis estará, oficialmente, libre de impuestos, significa además que nuestro viaje de tres días alrededor de las islas del mar Egeo, con destino final siendo la isla de Creta, oficialmente ha comenzado –agregó, y los pasajeros continuaron celebrando-. Coman, beban, y disfruten de este viaje patrocinado por Cargueros Poseidón, un viaje donde los sueños se hacen realidad, y los corazones se unen. Y estén muy al pendiente, mis estimados pasajeros, para un anuncio muy especial, de su patrocinador de confianza –terminó Julián, todos aplaudieron, y el corazón de Saori volvió a latir.

-Por Cronos, pensé que iba a hacer el anuncio sin esperar llegar a Creta –soltó el aire y su estrés Saori, confundiendo a Geist-. La razón de este viaje, Geist. No me digas que eres la única que no está enterada. Julián Solo, pretende realizar el anuncio de nuestro compromiso antes de que terminen estas vacaciones… -le comentó Saori.

-¿¡Qué va a qué!? –le respondió Geist sumamente molesta- ¡Alguien olvidó darme detalles tan importantes! ¡Saori! ¡No te atrevas a decirme que vas a rechazar a mi maestro! ¡Nos rechazó a Shaina y a mí por ti! –recriminó Geist, preocupando a Saori, mientras por el escándalo, algunas personas comenzaban a reunirse, forzando a Mayura a entrar de lleno en modo criada, y fungir como barrera entre los mirones, y Saori y Geist- ¿Estás de broma? ¿Para qué vinimos si sabías que esto iba a pasar? –se preocupó Geist.

-No creo que puedas comprenderlo, aunque te lo explique, Geist, pero yo no tengo opción –comenzó Saori, mientras Geist la interrogaba con la mirada-. Pero tampoco he perdido la esperanza. Así como no es secreto para mí el que el motivo secreto de Julián es el realizar este anuncio tan importante frente a tantas familias nobles, y consolidar la promesa de matrimonio. Tampoco es secreto para mí, que Milo y los demás no se tomarían vacaciones todos al mismo tiempo, en un momento tan importante, si no pensaran evitarlo –miró Saori a donde Milo y Shaka se encontraban, descubriendo a Milo, forcejeando con Shaka, ya que al parecer el temperamental de Milo había intentado lanzarse desde el tercer piso para evitar a Julián hablar, mientras Shaka, más precavido, lo reprendía a bastonazos-. No he perdido a esperanza, Geist… tan solo ya me cansé de intentar hacer entrar a los 12 en razón –le explicó, notando a Afrodita y a Mii también en el primer piso, con Afrodita detrás de una columna espiando a Julián, después Saori viró a donde escuchó un "Excaliburrrrr…" encontrando a Shura haciendo una rabieta y dándole de sablazos a una columna del barco. Saori no tardó en encontrar tampoco a Mu y a Aioria discutiendo sobre lo que acababa de suceder desde el segundo piso, donde Mu aparentemente culpaba a Aioria por distraerse en una cita con Shoko. Mephisto era un poco más difícil de encontrar, con la mira de su cámara mantenía vigilancia desde una distancia segura, mientras Saga y Dohko se encontraban sentados en la mesa de una cafetería, justo al lado de la mesa desde la cual Aioros, y una confundida Yoshiko, habían estado comiendo un poco, incluso Aldebarán, a quien Shaina ya casi alcanzaba, no había entrado al restaurante que había elegido para comer, sin primero cerciorarse de que Julián no hacía un anuncio perjudicial para Saori. Todos, los 12 Caballeros Dorados, habían venido con una doble intención, y Saori lo sabía, la cual era evitar a toda costa que Julián realizara el anuncio de compromiso oficial-. No he perdido la esperanza –insistió, y Geist asintió.

-Maldición… bajé la guardia… -se preocupó Shaina, ya en el primer piso de la zona comercial, ya que había seguido a Aldebarán para encontrarse con él-. No debí haber bajado la guardia, Mayura va a reprenderme cuando se entere de que no estaba lo suficientemente cerca para evitar el anuncio si este se daba –se puso nerviosa Shaina, que ya se había armado con su zapatilla en su mano, dispuesta a lanzársela a Julián a la mínima mención del nombre de Saori, o de una unión familiar de cualquier tipo, aunque no se encontrara a distancia correcta de tiro-. En fin… dudo que Julián de la nada regresara a hacer un segundo anuncio. Esperará a que la situación lo amerite, así que supongo que, mientras mantenga a Aldebarán cerca, puedo pasearme con él como hace la ama Mii –aceptó Shaina, terminando de ponerse la zapatilla, y golpeando la punta con el suelo para acomodársela mejor, antes de entrar en el restaurante al que Aldebarán había entrado-. ¡Alde…!

-¿…barán? –escuchó Shaina, y el tiempo se detuvo para ella, mientras encontraba a Aldebarán, incomodado y nervioso, parado en medio del restaurante, mientras comiendo frente a una de las mesas, la inmensa mole humana, se había topado con una persona a la que no había esperado volver a ver. Europa, quien no solo formaba parte de los invitados por Julián Solo, sino que, además, había elegido el mismo restaurante para comer que Aldebarán- Ha pasado… mucho tiempo… ¿verdad? –sonrió Europa, pero Aldebarán estaba sin habla- ¿Quieres sentarte? –ofreció Europa, Shaina viró la vista en dirección a Aldebarán, curiosa, y para su sorpresa, Aldebarán asintió, y se sentó con ella- Te he extrañado… -comenzó Europa, pero tras Aldebarán sentarse, sus ojos y los de Shaina se encontraron-. ¿Sha…? –comenzó, Aldebarán se aterró, se dio la vuelta, pero Shaina ya no estaba en la entrada del restaurante- Entiendo… -susurró Europa, y entonces sonrió-. Shaomai –llamó su atención Europa, y Aldebarán se viró a verla-. Te preguntaba si no querrías probar el Shaomai. ¿Qué pensaste que dije? –preguntó de forma inocente, y Aldebarán se rascó la nuca.

-Ah… no es nada… yo solo… -comenzó Aldebarán, y Europa lo miró fijamente-. También te he extrañado… Europa… -comenzó, y el sonido de zapatillas llamó momentáneamente la atención de Aldebarán, pero quien fuera que lo hubiera producido mientras huía del restaurante, ya no era visible por Aldebarán.

-Europa… ¿por qué está Europa aquí? –se preocupó Shaina, saliendo a paso apresurado del area comercial del crucero, y llegando hasta los exteriores del barco, mirando al mar, y respirando pesadamente- ¿Sabrá ella que Aldebarán y yo estamos…? –se preguntó Shaina, y bajó la mirada, entristecida- ¿Qué importa ya…? Europa es el primer amor de Aldebarán, y solo rompieron por un malentendido… si Europa ya ha decidido discutirlo con Aldebarán… es natural que él… -se dijo a sí misma Shaina, pero entonces soltó aire-. Si eso ocurre… él no era para mí… después de todo… solo salí con él por pena… -admitió, y comenzó a retirarse, dispuesta a volver a su papel de criada, sin percatarse de que alguien más la había escuchado.