Capítulo 14:
Consecuencias [II]
Incomodidad.
Eso era lo que se leía en las parejas que iban caminando sin más hasta el Palacio. Los tacones de ambos Donceles siendo lo que daba sonido al silencio que se extendió por más de quince minutos antes de que el menor del grupo decidiera comenzar a saltar de un lado a otro a favor de las luces que comenzaron a verse por la caída del día y el levantamiento de la noche. Lámparas comenzando a ser aprendidas con fuego mágico color blanco, mientras los transeúntes parecían relajarse ante la llegada de la hora diurna. Los negocios comenzando a cerrarse solamente para que otros comenzaran abrirse, la fiesta y la bebida siendo algo que pareció permear antes de que Haruto preguntará a diestra y siniestra. Obteniendo tantas respuestas maquilladas como verdaderas y sin tapujos de Astral. Quien disfrutaba secretamente de arruinar las explicaciones de los protagonistas que tanto tardaban en pensar.
Dejando que Haruto aprendiera antes de tiempo. Ganándose miradas asombradas como llenas de inocencia. Sus cuestiones comenzando a ser negadas por pedir aquello que solo estaba reservando para los adultos. La cerveza siendo uno de ellos y lo que causo ternura infinita a Yuma y Astral que, como hombres de un Mundo moderno, no dramatizaron sobre la curiosidad del infante. Cosa bastante diferente que ocurrió ante el sonrojo notorio de Vector y III. Cada uno destacándose antes de que fueran rescatados, irónicamente por el Villano y su esposo. Ambos tomándose de la mano mientras cuidaban con cariño al niño que se hacía pasar por su hijo.
La sonrisa del menor siendo lo que ayudo al ambiente antes de que llegaran a su destino. Y en donde, justamente los detuvieron a la entrada. Preguntando su asunto y por qué su llegada a tan altas horas de la tarde. Iniciando la noche. Un guardia siendo el que respetuosamente les corto el paso. Alzando una de sus manos, en un gesto negativo.
—Mis disculpas, pero no pueden entrar... Las audiencias pendientes han terminado. Y el tiempo para ellas comienza mañana por la mañana... Por favor, retírense sus Excelencias...
—Ah. No, creo que se equivoca caballero... —Hablo Vector. Acercándose aquel Guardia. Quien le reconoció de inmediato. Inclinándose ante él.
—¡Señor Vector! Comandante. ¿Qué le trae por aquí? Discúlpeme no le reconocí...
—Descanse soldado. —Ordeno Vector en un tono tranquilo. Ameno. Sonriendo amablemente antes de posarse casi orgullosamente ante aquel Guardia. —No estoy en horas de servicio. Solo hemos venido por nuestras familias que están dentro terminando una junta con los Emperadores...
"¿Junta con los Emperadores?" Cuestionaron mentalmente Astral y Yuma antes de mirarse mutuamente. Augurando un muy fuerte dolor de cabeza. Dejando que los protagonistas se siguieran encargando de la situación.
—¿Terminando una audiencia dice? Si ese es el caso. Supongo que pueden pasar... —Accedió el Guardia después de pensarlo. Su sonrisa notándose antes de hacerse a un lado. Posándose derecho ante el paso de Vector, quien asintió gustoso por el hecho. Sonriendo tenuemente.
—Gracias... —Agradeció III. Sus pasos deteniéndose una vez visualizo a lo lejos siluetas familiares. Y a quienes se acercó corriendo tan pronto se visualizaron mejor.
La entrada siendo un punto de reencuentro que le permitió abrazar a su padre y a sus hermanos. Los cuales venían con una sonrisa de lado a lado. Contentos de algo, que Astral y Yuma ignoraban.
Sus ojos parpadeantes y alejadas presencias apenas dejándoles ver cómo es que los protagonistas saludaban a sus aliados. Contentos de verlos. Dejando un extraño sentimiento en Yuma, el cual solo desvío la mirada con ligera incomodidad.
Cuestión que Astral detecto a los segundos. Acercándolo a él para darle confort. Apenas prestando atención a los recién llegados.
—¡Michael! Llegaste a tiempo. ¡Tenemos grandes noticias! —Exclamo Kazuma. Sonriendo ampliamente. Sin notar la presencia de su hijo a unos metros. Mirando al pelirosa. El cual dejo tomar sus manos ante ello. Animándose enormemente.
—¿Lo dice en serio Señor Kazuma?
—Totalmente. —Intervino Thomas. Acercándose a él, posando una mano en su hombro derecho. Alejando por poco a Vector, quien mantenía su sonrisa orgullosa. Y su mirada en III. —Se lograron ciertas cosas...
—¡Eso es bueno! ¿Ganamos el caso? ¿Podemos hacer algo al respecto? —Cuestiono una vez más el pelirosa. Esta vez recibiendo la sonrisa de Akari. Tanto como su buen ánimo.
—¡No comas ansias! Esto puede tardar, pero ya logramos un gran avance...
—¡Todo gracias a Kaito-san! —Exclamo orgullosa Mira. Dejando que la atención cayera en el nombrado. Sonrojándolo notoriamente. —Sin su consejo no habríamos llegado tan lejos...
—O hubiéramos visto los vacíos legales. Fue de gran ayuda. Su conocimiento no se compara siquiera con las mentes más brillantes. —Alabo Christopher. Ganándose una bella sonrisa de Kaito. El cual asintió, realmente contento. Mirando al pelirosa.
—Gracias a ustedes que me han notado. Yo solo hago mi trabajo...
—¡Para nada! Eres extraordinario. —Alabo Byron viendo con buenos ojos las intenciones de su hijo mayor con el menor. Sonriendo amenamente hasta que Kaito volvió a tomar la palabra. Dejando a III congelado por unos segundos.
—Michael-san... ¿Dónde está mi hermano?
—Ah... —Dudo III casi de inmediato. Su vista dirigiéndose hasta el menor que llego corriendo por sí mismo. Claramente feliz de ver nuevamente al mayor. Aferrándose a sus faldas.
—¡Hermano! ¡Te extrañe! ¡Te tardaste mucho!
—Haru... —Llamo Kaito, agachándose a la altura del menor para alzarlo después en brazos. Acunándolo protectoramente en su pecho. —Lo siento. Fue un trabajo complicado. ¿Les has dado problemas a Michael-san y Vector-san?
—¡No! Lo prometo. Ellos fueron muy buenos. Me cuidaron mucho. —Aquellas palabras relajando a los presentes antes de que siguiera hablando. Congelándolos en segundos. —¡Además me divertí con mis otros hermanos mayores!
—¿Otros hermanos mayores? —Cuestiono Kaito. Mirando por explicaciones a III y Vector, los cuales se pusieron nerviosos más rápido de lo que pensaron. Desviando su mirada antes de que Haruto les ganara. Señalando a aquellos a los que se refería. La atención cayendo en ellos antes de que el ambiente se tornara tenso, y sumamente frío.
—¡Ellos! ¡Ellos! ¡El Señor Astral y la Señora Yuma! ¡Ellos me cuidaron y me salvaron! ¡Ellos fueron buenos y me llevaron para comprarme muchas cosas! ¡Incluso esta ropa! —Haruto se señaló así mismo. Tomando su saco para mejor vista. El rojo y negro resaltando en los ojos de los presentes, antes de girar sus cabezas hasta los culpables.
Borrando sus sonrisas.
Aquella acción siendo imitada por Yuma y Astral. Mas el segundo que el primero, especialmente porqué, justo en ese momento fue que cayó en cuenta del porqué es que el cabello azul y los ojos dorados resonaban con fuerza en su cabeza. La respuesta llegando en el susurro de Yuma. Ahora claramente pálido.
—A-Astral... Ese es Kaito Tenjo, ¿Verdad?
—Aja...
—Eso quiere decir que el menor de los hermanos es Haruto...Tenjo. ¿Cierto?
—Exactamente...
—¿Entonces estuvimos cuidando todo el día al niño prodigio que podría ser una amenaza para ambos, especialmente para ti como Villano?
—Eso me temo... —Confirmo Astral. Antes de sentir como es que su mano era tomada con fuerza por su amado. Llamando su atención.
—Muy bien. Ya que me ha quedado claro la situación. Déjame decirte algo cariño...
—¿Eso es?
—A veces. La escapatoria también es una opción de Guerra... —
—¿Qué?
—¡Corre! —Exclamo Yuma antes de llevar consigo a su amado.
Su carrera comenzando a ser emprendida antes de que Astral igualara su paso. Su rostro sorprendido haciéndole saber que aquello fue totalmente inesperado. El resonar de sus pasos solamente alejándose de aquel lugar que ahora Yuma consideraba altamente peligroso. La adrenalina de pronto apoderándose de su cuerpo antes de que pudieran escuchar los gritos de su familia a lo lejos. El vestido que llevaba dejándole correr libremente antes de que Astral reaccionara y le tomara en brazos rápidamente, acelerando su paso para perderse entre las calles aledañas del Palacio. Sus respiraciones forzadas quedándose en ellos solamente para minutos después detenerse al medio de un callejón. Escondiéndose de lo que no sabían era una persecución o no.
Sus corazones agitados palpitando fuertemente antes de que se miraran detenidamente. Explotando en carcajadas a los segundos. Negando ante lo hecho, Astral siendo el que dejo una vez más a Yuma tocar el suelo. Tratando de tranquilizarse ante lo realizado impulsivamente. Negando antes de poder respirar con normalidad. Recargándose en la pared del callejón.
—¡No lo creo! Acabamos de huir... Jajaja~
—Era eso o una muerte segura. ¿Tú que dices? —Cuestiono Yuma recargando su cabeza en el pecho de su amado sin cuidado. Sonriendo ampliamente.
—Bueno... Me gusta vivir. No quisiera morir tan joven… Mucho menos sin haber tenido hijos, ¿Qué me dices tu? —Cuestiono Astral al menor. Abrazándolo antes de posarse recto, dirigiéndolos enseguida fuera del callejón. Encaminándose a cualquier lugar sin un plan. Suspirando sonoramente.
—Que me gusta tenerte bien y con tu cabeza en su lugar. Además de que no me gustaría quedar viudo tan rápido...
—Kufufu~. Tienes razón... Aún tenemos muchas cosas que hacer...
—Exactamente. —Afirmo Yuma. Separándose de su amado para después tomarle cómodamente del brazo. Apegándose a él lo suficiente para no separarse en caso de una nueva huida. Alzando la voz sin cuidado. —Además... Esa ha sido la mejor estrategia que he tenido...
—¿En serio?
—Así es... —Asintió Yuma. Sonriendo tranquilamente antes de dejarse llevar por su amado. Confiando en él. Las calles luminosas y concurridas recibiéndolos sin más. Ocultando sus presencias fácilmente gracias a sus ropas. Los tonos oscuros logrando hacerlos pasar desapercibidos. Calmando sus nerviosismos.
—No voy a discutir eso... —Menciono Astral. Tomando con su mano libre aquella que le tomaba del brazo. Mirando fijamente a su amado antes de detenerse por unos segundos. Sonriendo ampliamente. —Gracias por salvarme Yuma...
—Astral... —Susurro el menor. Riendo suavemente antes de contestar. Animando a su amado a seguir con su camino. —Te salvare las veces que sean necesarias... Lo prometo...
—Kufufu~. Me siento tan afortunado. —Alabo Astral. Su mirada llenándose de brillo ante las palabras escuchadas. Calmando su corazón, como su mente. Dirigiendo una vez más la ruta a seguir. —En ese caso vamos, debemos esperar por si nos siguen... Esperaremos el carruaje cerca de alguna tienda... Nos iremos sin mucha ceremonia...
—De acuerdo... —Apoyo Yuma. Recargándose suavemente en su amado. Suspirando enamorado.
Ojalá todo fuese tan sencillo como eso. Lástima que no calcularon bien la hora de retirada. El ejercito enemigo los encontró.
Astral y Yuma que simplemente habían cambiado de un lugar a otro para evitar encontrarse con todos los aliados de los protagonistas y a los protagonistas. Fue que comenzaron a hablar sobre lo que recordaban de la novela. Sus pasos rectos y cautelosos solo dándoles un toque dramático antes de saberse cerca de la tienda que fungió en su momento como su punto de reencuentro. Sus voces tratando se mantenerlas bajas ayudando a su propósito mientras la luna se asomaba a lo lejos. Iluminando su camino con aquella bella luz que parecía les sonreía a ambos. Cubriendo sus pasos a la vez que se perdían en sus miradas y sus memorias. Asintiendo o negando de ser necesario. Teniendo siempre el mismo punto de partida y regreso.
La supervivencia del Villano siendo su prioridad. Animando a Yuma, preocupando a Astral. Coincidiendo siempre en lo importante. Haciéndolo saber al contrario.
—...Si mal no recuerdo... —Susurro Yuma. Posando una de sus manos sobre su mentón. —La novela mencionaba que Kaito Tenjo jugaba un papel importante para la historia legal de ambos protagonistas, ¿Cierto?
—Así es. —Afirmo Astral, mirando discretamente a su alrededor. Tomando firmemente de la cintura a su amado. Desconfiado. —Se supone que Kaito Tenjo ayudo a evitar que el Villano tomara posesión de Michael al intervenir de llevarlo con él gracias a la ley... Deteniendo las intenciones del Villano al conseguir incluso la aprobación de sus Majestades ante la intercesión sobre el compromiso... Dándose un renombre ahora que apenas alcanzaba la cúspide de su carrera y trabajo...
—...Aun teniendo incluso a cuestas el estigma de que un Doncel no era igual de bueno que un hombre común... —Agrego Yuma. Asintiendo mientras bajaba su mano, colocándola sobre el brazo de su amado. —De todas formas, pudo demostrar porque es que él era el mejor elemento de la familia. Ganándose por completo el favor de su padre y obteniendo el orgullo de su hermano. Quien se preocupaba por él constantemente...
—Así es. Sin embargo. El Villano quién era. —Astral se señaló. — Sencillamente no pudo contrarrestar tal ofensa. Por lo que recurrió a lo más fácil de hacer... Envenenándolo al poco tiempo, matándolo al no dejar que pudieran conseguir un doctor o un antídoto a tiempo... Su corazón siendo el que más sufrió ante ello...
—...Lo que puso triste a sus aliados y familia. Incluso a su nuevo y secreto amante. Christopher Arclight... Quien juro venganza antes de posarse en los tribunales. Ganándose popularidad y prestigio. Entrando a un estado de luto constante ante la muerte del que consideraba era el amor de su vida...
—...Lo que provocó que Haruto aun con apenas siete años, entrara en cólera. Su estado de niño prodigio ayudándole incluso a forjar un complot para ayudar a reducir el poder del Villano... —Susurro Astral. Su tono siendo cansado y ansioso. —Su enfermedad no siendo un impedimento. Muriendo al poco tiempo una vez el Villano fue ejecutado...
—...Lo que vuelve a Haruto el niño más peligroso de este mundo, y el tercer personaje que puede deshacerse del Villano con bastante facilidad... —Resumió Yuma. Suspirando sonoramente. Quejándose al poco tiempo. —¡Ah vamos! ¿No puede ser un niño normal? Recuerdo que pensé que era adorable y que quería niños como él...
—Oh. ¿Tú también lo pensaste? —Cuestión Astral. Deteniendo sus pasos para mirar a su amado, quien le asintió. Desanimado.
—Sí. Si lo hice, pero ahora. ¡Ya no lo quiero! Quiero que nuestros niños se parezcan a ti o a mí. Eso me garantizará que estarán bien y cuerdos... Que es lo que más cuenta. —Menciono Yuma. Sus palabras apenas siendo analizadas una vez las dijo. Causando un sonrojo en su rostro como en el de su amado. —Ah... Bueno. Es que... Astral...
—No tienes que explicar nada. Lo entiendo. Y así también lo deseo... —Interrumpió Astral, salvando a su amado de su propia trampa. Ganándose un suspiro, así como un suave beso en la mejilla. Sorprendiéndolo momentáneamente.
—...Gracias... —Agradeció Yuma antes de seguir con su camino. Tomando firmemente a su amado.
La luna de pronto brillando ante ambos amantes, los cuales se quedaron unos segundos más en silencio para luego seguir su platica. Regresando la ansiedad a sus corazones.
—Pero Astral... Ahora que tú y yo hemos ocupado estos cuerpos... Y que tratamos bien a Haruto y que no tenemos intención de meternos para nada con el hijo mayor de los Tenjo... ¿No eso debería ser suficiente para alejarnos?
—No lo sé... —Respondió Astral. Sobando su cuello antes de visualizar el carruaje que le pertenecía. Animándolo un poco más antes de apurar sus pasos, llevando a Yuma delicadamente. —La novela tiene sus propias maneras de acomodar lo que cambiamos... Así que no sé qué tan seguro sea el que nuestro trato haya ayudado a nuestra salvación... En total caso. Debemos estar preparados para lo peor...
—E-Entiendo... —Asintió Yuma antes de apegarse más a su amado. Compartiendo su sufrimiento. Ambos quedándose en silencio para luego recordar un detalle que dejaron de lado ante su, valiente retirada. —¡Ah! Astral... —Llamo el menor. Obteniendo la atención del mayor. Tanto como su mirada.
—¿Sí?
—¿A qué crees que de referían los Arclight y mi familia sobre grandes noticias obtenidas?
—...Sobre eso... Creo que. — Se quiso aventurar a decir Astral. Siendo detenido bruscamente ante la voz delante de él. Alertándolo lo suficiente para tomar firmemente a su amado. Mirando a su alrededor. Encontrándose a la persona que menos quería ver.
Su suegro siendo el que apareció. Cortando su camino, obstruyendo el paso hacia el carruaje. Las ropas elegantes siendo acariciadas por la brisa nocturna, pareciendo augurar una mala noche. Los demás aliados y protagonistas dejándose ver después. Sus caras serias apenas dejando oportunidad a Astral para controlar su propia expresión. Un sudor frio comenzando a recorrer su espalda, mientras recibía la mirada hostil de los presentes. A excepción de una. La cual solo le miraba curioso.
—...Buenas noches Duque Astral...—Saludo de manera amenazante Kazuma. Su sonrisa apenas solamente haciendo nacer un mal presentimiento en la mente de Astral y Yuma. Quienes se miraron de soslayo antes de pasar saliva. —Veo que sigue bien, y se ha recuperado con éxito de su atentado... Me alegro mucho...
"¡Pero no lo digas con esa expresión!" Pensaron Yuma y Astral al ver la oscura sonrisa del mayor. Dándoles un tenue escalofrío.
—S-Sí... Buenas noches, Marqués. Ha sido un tiempo largo el que no nos hemos visto, ¿Cómo ha estado?
—...Bien. Gracias. —La corta respuesta haciendo parpadear a Yuma y Astral antes de que de verdad decidieran enfrentarse a las personas que tenían en frente. Suspirando discretamente para calmarse. Sus posturas regresando a ser imponentes antes de que sus miradas brillaran por sí mismas, en un toque peligroso.
—En ese caso me alegro mucho, si nos disculpa. —Hablo una vez más Astral. Dirigiéndose a un lado de Kazuma. Queriendo pasar por el para llegar al carruaje ya predispuesto. Siendo detenido por el mayor, quien poso una de sus manos en su hombro. Impidiéndole irse. Molestándolo notoriamente. —¿Hay algo por lo que deba detenerme... Marqués?
—Me temo Duque Astral. Que debo pedirle respetuosamente. —Menciono Kazuma. Ampliando su sonrisa. Forzando el agarre al hombro del peliblanco. —Que debe dejar a mi hijo con su familia...
—¿Qué?
Yuma al escuchar la petición solo afirmó el agarre a su amado. Apretando sus labios para no comenzar a reclamar a diestra y siniestra. Aguantando por poco en lo que Astral se zafaba bruscamente del toque del mayor. Alejándose de él junto a Yuma.
—Creo que debe ser más específico Marqués Kazuma. —Siseo Astral. Ya imaginándose lo que vendría. Recibiendo rápidamente una respuesta.
—Es exactamente como lo dije. ¡No tiene ningún derecho a llevarse a mi hijo! —Exclamo Kazuma. Alzando una de sus manos, mostrando un papel. El cual acerco al peliblanco. —Esta tarde hemos recibido la aprobación de los Emperadores para retirar el exilio a mi hijo, por lo tanto. ¡Yuma vuelve a ser parte de la familia Tsukumo!
—Eso es... —Murmuro Astral. Leyendo rápidamente el contenido del documento. Arrebatándolo de un solo movimiento a Kazuma para luego mostrarlo a Yuma. Haciendo trabajar mucho más rápido a su mente. Preocupándose discretamente.
—¡Mi niño puede volver a casa! —Exclamo esta vez Mira. Posándose a un lado de su esposo. Extendiendo sus brazos a Yuma. —Cariño... Cariño discúlpanos, fuimos unos tontos. No volverá a suceder nada de esto en un futuro... Yuma por favor, regresa con nosotros... —Rogo, solamente logrando que Yuma desviará su mirada. Dando un paso hacia atrás. Aquella siendo su respuesta.
—¿Yuma? —Cuestiono Akari, colocándose del otro lado de su padre. Mirando preocupada a su hermano. —Yuma por favor... Te estamos esperando...
—...No Muchas Gracias. —Negó Yuma. Suspirando antes de tomar fuerzas. Mostrándose confiado para luego alzar sus manos, sus dedos índices cruzándose para hacer una X. Haciendo más énfasis en su respuesta. Regalando una tenue sonrisa. —Ya me encuentro mejor, así que no... Olvídenlo...
—Yuma... —Llamo Kazuma, claramente dolido. Esto apenas dejándole sin más palabras hasta que Kaito se interpuso, alzando un nuevo papel. Otorgándoselo a Yuma. Su voz seria viviendo después.
—Señorita Yuma. Me temo no tiene derecho a negarse...
—¿Qué? —Cuestiono Yuma. Bajando sus manos. Quitando su sonrisa. —¿A qué te refieres? —Kaito solo suspiro. Asintiendo a sí mismo antes de dar un paso al frente. Alzando su voz.
—Me temo, usted sigue siendo propiedad de sus padres. Así que no tiene ni voz ni voto para negarse. Debe volver a su hogar lo antes posible...
"¿¡Qué diablos dijo!?" Pensaron Yuma y Astral entrando en pánico antes de calmarse a la fuerza. Siendo Yuma el que negaría con su cabeza después. Escudándose con su amado.
—No soy propiedad de nadie...
—Eso no tiene relevancia, las leyes son las leyes. Le pido que no haga esto más difícil... —
—Yuma... —Llamo una vez más Akari. Dirigiéndose a él para tratar de alcanzarlo. —Está bien, no tienes que hacer esto más grande. Puedes regresar a casa... —Menciono, sus manos tocando las manos contrarias antes de que Yuma se molestara. Alejándola de ella en un golpe a las mismas.
—¡Aléjate! No quiero... ¡No pueden obligarme!
—Yuma... —Hablo Kazuma. Su voz no dejando más discusiones. —Regresa... Es una orden...
—¡Ya dije que no quiero! Basta...
—Yuma... —Llamo su madre. Notándose seria. —Regresa ahora jovencito... Ya has hecho mucho...
—¡No!
—Yuma, has caso a madre y padre... ¡Regresa ya! No nos obligues a utilizar la fuerza... —Exigió Akari. Ya logrando enojar a Yuma visiblemente.
—¡Maldita sea! ¡Dije que no! —Insulto Yuma. Alejándose más y más de su propia familia. Recibiendo rápidamente el respaldo de Astral. Quien después de tanto buscar en la mente del Villano por fin pudo encontrar una solución. Tomando a su amado firmemente antes de hacer frente a los Tsukumo. Haciendo brillar su mirada en un gesto molesto, afilando su sonrisa.
—Sus Excelencias... Por favor detengan ese comportamiento totalmente inapropiado e impulsivo. Están dañando la reputación del Ducado Encinereb...
—Duque Astral. —Intercedió Kaito. Aun con aquel papel a lo alto. —Me temo que usted no tiene derecho a meterse en ese asunto. El matrimonio fue expuesto para su pronta anulación y cancelación... Así que le ruego hacerse a un lado...
—¿Qué? — Y aquello era lo que esperaba Astral. Su pánico notándose antes de arrebatar ese papel. Leyendo su contenido solamente para esconder su mirar.
Dando la ilusión de que los buenos habían ganado. Haciendo avanzar a Akari. La cual rio burlonamente a él antes de querer tomar a Yuma a la fuerza. Su mano siendo detenida bruscamente a los segundos.
—¿Eh? Duque Astral ya ha escuchado. Muévase...
—Me temo... —Astral alzo su voz. Segura y fuerte. Alzando su mirada una vez más en un brillo que los presentes jamás notaron. Un escalofrió bajando por sus espaldas antes de que Akari fuese arrojada al suelo en un gesto despectivo. Asustando a los Tsukumo.
—¡Akari! —Llamo Mira. Tomando rápidamente a su hija. Revisando el daño.
—Esto se ha hecho de manera ilegal... —Astral levanto aquel papel para mostrarlo a los presentes. Confundiéndolos de manera inminente. Especialmente a Kaito. El cual parpadeo confundido. —Por lo tanto, no tiene validez...
—¿Qué? —
—Déjenme explicarles algo que quizá ignoran... Hace algunos días el matrimonio fue validado por sus Majestades en persona. ¿O me equivoco?
—¿A qué se refiriere? —Cuestiono Kazuma. Dando un paso adelante. Preocupándose notoriamente.
—Y ahora... —Siguió Astral. —Curiosamente han traído lo contrario. ¿No es eso extraño? Piénsenlo. Si tomo al menos dos meses para anular un compromiso, ¿Basto solo unos días para un matrimonio? Si son inteligentes podrán notarlo a simple vista...
—¿Qué quiere decir con eso Duque? Yo mismo me encargue de ello. No puede decirme que es incorrecto. —Acuso Kaito. Logrando colocar una sonrisa más amplia en el rostro de Astral. Asustándolo por un momento.
—Y no niego que sea verdad que usted se haya encargado. Lo que acuso, es la invalidez de la revocación...
—¿Qué?
—¡Vaya! Es experto en leyes, pero ha olvidado lo más básico. —Se burló Astral, antes de regresar a su seriedad. Observando al Doncel frente a él. —Le recuerdo que para que un documento sea validado y tomado en cuenta, este debe tener la firma y el sello de la Familia Real... ¿Sabe que es lo que falta en este documento que orgullosamente muestra? —Y entonces, Kaito se sintió una vez más, subestimado. Sus manos extendiéndose para tomar de regreso aquel documento que dejo a Astral. Leyendo hasta percatarse, de que lo que decía el peliblanco era cierto.
Faltaba lo más importante y lo más básico en el. Sus manos siendo las que comenzaron a temblar por el enojo y la humillación. Sus habilidades volviendo ser dejadas de lado. Una extraña tristeza colándose en su corazón, antes de volver a escuchar a Astral. El cual ahora, pareció todo un Villano. Las uñas largas y negras dejándose al aire libre para tal propósito. Ayudando a sus palabras burlonas. Su gélida presencia siendo remarcada por la luna en el firmamento. Mientras la brisa acariciaba su cabello.
—Ese documento no es más que una lucha vana por lo que desean alcanzar...
—Duque Astral... —Siseo rechinando los dientes Kazuma. Siendo retenido a fuerza de voluntad para que no se abalanzara al peliblanco. Quien solo levanto sus hombros de manera causal. Tomando de regreso a su amado. Dirigiendo sus palabras a la cabecilla de los Tsukumo.
—Por otro lado. ¡Felicidades! Han dado un paso a la reconciliación para con mi esposo. —Menciono Astral, remarcando su última palabra. —Pero, esta no es ni por mucho la manera de buscar su perdón...
—Yuma... —Llamo Akari al notar como es que Yuma se escondía detrás de su amado. Mirándola casi burlonamente. Secretamente aliviado.
—Además, les recuerdo... —Agrego Astral. —Las leyes son claras, precisas. Y estas demandan que la o el Joven Doncel que sea soltero. Este pertenecerá a la familia sin excepción. Sin embargo, al estar en un matrimonio este pasa a ser propiedad de su esposo... Por tanto... —Astral tomo a su amado de manera posesiva para validar su punto. Sonriendo oscuramente. —Yuma es totalmente mío...
Los presentes solo dejaron ver su angustia antes de que Yuma y Astral se sintieran más seguros. Cada uno de ellos logrando suspirar antes de seguir adelante. Pasando a ser Astral el que encaminó una vez más a Yuma hasta el carruaje. En donde el cochero ya esperaba con la puerta abierta. Paciente a sus Señores. Sus pasos siendo detenidos una vez más ante las palabras y súplicas de la familia Tsukumo.
—Yuma... ¡Yuma espera! Por favor. Yuma. ¡Lo siento! ¡Perdón, no quise jamás tratarte así! —Grito Akari. Llorando con libertad. Arrepintiéndose de lo hecho.
—¡Mi niño! ¡Duque Astral no se lleve a ni niño! ¡Por favor no! —Rogo Mira. Casi causando que Astral diera la vuelta y se disculpara. Reteniéndose a último minuto antes de seguir su camino. Siendo Kazuma el que esta vez grito. Lleno de enojo, y arrepentimiento.
—¡Yuma! Jamás te enseñe a ser así. Tu familia ha estado contigo en las buenas y en las malas. No comprendo por qué nos tratas así...
—Padre... —Llamo Yuma. Encarando a su familia. Negando suavemente. Calmando su propia preocupación y enojo. —Se que están angustiados y preocupados... Pero, por favor. Confíen en mí...
—¡Confiamos en ti!
—No. No es verdad. Si confiaran en mí ni siquiera habría necesidad de llevarme a la fuerza...
—Yuma... —Susurro Akari. Tratando de limpiar sus lágrimas, fallando de todas formas.
—Se lo dije a III en su momento y se lo diré a ustedes también. ¡Yo decido mis propias acciones, mi propio camino! Nadie me está obligando y nadie me está amenazando. Soy libre y soy consciente de mí mismo. Así que por favor. Basta... Confíen en mí... Eso es todo lo que pido...
La familia Tsukumo se quedó en silencio. Procesando aquellas palabras, comenzando a arrepentirse una vez más antes de que III tomara la palabra. Alzando su voz de manera segura.
Su postura siendo recta e imponente. Su mirar brillando de determinación y dolor.
—En ese caso Yuma... Confiamos en ti... E incluso quiero que seas feliz. Realmente lo deseo... Pero. —Detuvo sus palabras. Negando con suavidad. —No puedo asegurar nada de eso si estas al lado del Duque Astral... No puedo confiar en eso, aunque lo pidas. Así que... Lo único que puedo decirte es que, en algún punto. Yuma... Serás infeliz...
Los presentes detuvieron casi su respiración al escucharlo. Sorprendiéndose de aquellas palabras, sus acciones quedándose en blanco antes de que Yuma realmente se enojara. Su mirada brillante apareciendo solamente para tomar a su amado. Encaminándose hasta el carruaje con pasos remarcados antes de suspirar sonoramente. Deteniéndose. Encarando una vez más a los presentes. Sonriendo al poco tiempo, hablando con altanería.
—En ese caso Michael... Seré tan infeliz como puedo ser...
—¿Qué? —Fue la cuestión colectiva para apreciar boquiabiertos con la siguiente escena. Justamente con Yuma levantando su mano para enseñar su dedo medio. Burlándose abiertamente de todos a excepción de su amado. El cual simplemente se veía sorprendido. Una sonrisa burlona comenzando a bailar en sus labios una vez Yuma alzo su voz. Acaparando la atención.
—Y una cosa más... ¡Váyanse a la mierda!
Sus acciones quedándose a fuego en la mente de los presentes hasta que bajo su mano y regreso a hasta su amado. Comenzando a subir al carruaje, refunfuñando en voz alta mientras Astral trataba de contener su carcajada. Fallando por momentos.
Su triunfo casi saboreándose al menos hasta que una voz más se escuchó. Aterrada y desesperada.
—¡Haruto! ¡Haruto! ¡Despierta! ¡Haruto!
Y justamente, ese era Kaito. Llamando con desespero a su hermano. Tomándolo en brazos mientras una extraña energía emanaba del cuerpo del más pequeño. Dejándole al borde de la inconsciencia. Alertando a Yuma y Astral. Los cuales se miraron momentáneamente antes de susurrar entre ellos, con ligero pánico.
—¿Astral?
—¿Sí?
—¿Acaso esto se describía en la novela?
—No...
—Diablos...
—Aunque... Creo que podemos hacer algo al respecto. —Anuncio Astral. Bajando del primer peldaño del carruaje. Dirigiéndose hasta donde estaba el menor de cabello azul. Con un nuevo plan en mente.
"Quizá, hemos encontrado nuestro boleto de salida".
