Capítulo 15:

Consecuencias y Logros

Astral sabía, por medio de la novela "Flores de Estaciones", cada uno de los padecimientos de los personajes. Desde cosas realmente mundanas, como enfermedades gripales o derivados, hasta cosas más graves que necesitaban atención especializada de magos u otros eruditos que pudieran usar su conocimiento para salvar o ayudar aquellas personas. Era un tema interesante si se lo preguntaban, de hecho, para él. Era algo que incluso imagino en un cierto momento poder replicar para poder hacer algo con las enfermedades de un mundo moderno. Sin embargo, así como el sueño que tuvo Yuma en algún momento. Esto sencillamente se dejó ir, sin pena o gloria.

Hasta ahora.

En donde justamente al querer subir al carruaje para retirarse con su amado en una favorable victoria, fue retenido repentinamente. Y debía aclarar, no fueron los gritos, no fue la conmoción que siguió, mucho menos las preguntas de su amado. Sino más bien, aquella energía con la que en un momento tuvo que familiarizarse a la fuerza.

El mana puro sentido en el ambiente jugando una mala broma a su mente antes de que tuviese una idea maravillosa sobre lo mismo. Percatándose de algo importante sobre el niño en brazos de aquel Doncel importante de nombre Kaito.

Y es que, la novela no aclaraba exactamente qué era lo que padecía el menor. Solo que lo quejaba y que los magos nunca lograron detectar algo significativo que le ayudara realmente a seguir con una vida larga y productiva. Si no todo lo contrario. Los hallazgos siendo la causa principal por la que Haruto gozaba de una reputación de un niño de cristal. Enfermizo y delicado. Esto en algún punto favoreciéndolo para poder derrotar al verdadero Villano. Sin embargo, ahora que él estaba aquí en ese mundo.

Pudo verlo.

Tan claro como el agua cristalina de un río virgen o mágico. El mana puro aludiendo a lo que ya conocía y que podía controlar con exactitud. La delicadeza del mismo solamente afirmando lo que pensaba e imaginaba. Aumentando su seguridad como su entendimiento a aquel personaje ahora casi frente a él. El pequeño cuerpo comenzando a caer más y más en la inconsciencia antes de que Kaito interviniera con ayuda de la poca magia que él poseía. Su mano mostrando un sello solamente para pasarla sobre el pecho de su hermano. Llamando para que pudiera reaccionar. Fallando de todas formas.

—¡Haruto! ¡Haruto! Despierta, soy yo. Kaito. Estoy a tu lado... Vamos Haru... Quédate conmigo...

—...Ka... —Murmuro apenas levemente el infante. Provocando un par de lágrimas en Kaito, el cual asintió. Desesperándose notoriamente.

—... ¡Soy yo Haru!... Vamos tú puedes hacerlo, no me dejes ahora... —Llamo el mayor, impulsando a que su cuerpo producirá más magia.

Lastimando su propio cuerpo antes de que el mismo le reclamara. Dejando salir sangre por su nariz y oídos. Alarmando inmediatamente a límites insospechados a los presentes. Siendo Christopher, el primero en acercarse. Temiendo lo peor.

—Kaito. ¡Kaito debes detenerte! Estas forzándote...

—¡Cállate!

—¡Kaito, vamos, podemos llevarlo para que sea atendido! —Hablo Byron, siendo ignorado mientras Kaito seguía en lo suyo. Desesperando una vez más a los protagonistas. Quienes trataron de organizar lo que se debía hacer. Siendo Mira y Kazuma quienes les respaldaron casi inmediatamente.

—¡Debemos buscar un doctor! ¡Un mago si hace falta! —

—¡Los buscaremos ahora! —Exclamo Akari. Recibiendo asentimientos silenciosos de sus padres. Los cuales se dispersaron en ida de lo que se había pedido. Dejando a los Arclight, quienes no necesitaron más palabras para que hicieran lo mismo, pasando solamente a dejar a Christopher atrás. Dejando de lado a Yuma y Astral. Los cuales se acercaron aún más a solamente para ser detenidos por los protagonistas, quienes les cortaron el paso, posándose protectoramente delante del infante. Negando notoriamente molestos y angustiados.

—¡Váyanse ya! ¿No era lo que querían hacer desde un principio? —Cuestiono III. Apenas dejando asomar a la angustia en sus ojos, recibiendo a cambio la mirada cansada y fastidiada de Yuma.

El cual miro a su amado en busca de aprobación antes de moverse. Acercándose peligrosamente a su amigo. Hablándole con seriedad.

—Mas vale te quites del camino. Estorbas, no ayudaras a Haruto de esa forma...

—¡Dejen los juegos de lado! ¡Hay un niño muriendo! —Reclamo Vector, siendo burlado rápidamente por Astral, quien le empujó bruscamente en contra de III para abrirse camino, tomando de la mano a Yuma después para que no se dañara. Escuchando las quejas ante lo hecho.

—¡Hey...!

—¡Maldito imbécil!

Astral asintió a ellos solamente para dirigirse a su amado. Susurrándole rápidamente antes de hacer lo que quería. Tornándose serio y determinado.

—No dejes que se acerquen...

—Haz lo que debas...Correspondió Yuma. Siguiendo al mayor solamente para detenerse en algún punto, encarando a los protagonistas que ya se levantaban de regreso. Sus brazos extendiéndose para cortar su paso. Posándose con elegancia e imponencia. Alzando su voz con el mismo sentimiento. —No den un paso más...

—¡Yuma! —Reclamo III acercándose a él para tomarle del brazo, su gesto siendo negado solamente para que Yuma pudiera golpearle suavemente para luego enviarlo a fuerza a los brazos de Vector. Sorprendiéndoles momentáneamente. —¿Q-Qué...?

—¿Cómo es que...? —Quiso preguntar Vector ante el movimiento limpio y rápido. Reconociendo el estilo de pelea cuerpo a cuerpo. Solamente para ser interrumpido por Yuma, quien sonrió ladinamente. Enorgulleciéndose sobre lo aprendido.

Aren-sama me ha enseñado mucho... No diré más al respecto... Aunque, si aun quieren pasar. No dudare en usar más de mis trucos...

—Yuma...— Llamo III. Una duda comenzando a permear en su corazón. Tanto como en el corazón ajeno. Siendo Vector el que le miraría buscando explicaciones que no tenía. Encontrándose de pronto contra una pared, larga e impenetrable.

¿Acaso se habían perdido de algo? No lo sabían, y sinceramente esperaban verlo pronto. Pues justamente ahora, Yuma daba la apariencia de ser una persona diferente. El vestido rojo ondeando tanto como su cabello, dándole una hermosa apariencia peligrosa, como empoderada y valiente. Su esencia manteniéndose solamente para mirarlos fijamente aun con la convicción en sus ojos. Demostrando algo que, apenas podían percibir.

Esta distracción funcionado solamente para que Astral pudiera proceder. Abriéndose paso a la fuerza ante Christopher para llegar a Haruto. Aventándole sin cuidado fuera del camino para luego agacharse a la altura del menor. Recibiendo el reclamo como el brusco movimiento de V para alejarlo, la mano del contrario posándose en uno de sus hombros para tal propósito. Deteniéndose ante sus palabras. Llamando la atención de Kaito, el cual le miro de soslayo. Echándole en silencio. Siguiendo con su labor.

—Haruto no está enfermo...

—¿Qué? ¿De qué demonios habla? ¿Qué puede saber usted? —Preguntó hostilmente V. Apenas deteniéndose ante la insistencia de Astral en mantenerse firme. Cerca de Haruto, a quien ahora analizaba.

—No sé más que los demás, pero si se cuándo es que algo se trata de una enfermedad como de otro padecimiento. Y sinceramente, lo que Haruto sufre no es correcto llamarlo enfermedad... Si no síntoma...

—¿Síntoma? —Cuestiono una vez más V. Parpadeando confundido. Alejando su mano una vez Astral le golpeó suavemente. Asintiendo con seriedad.

—Así es... La energía que esta emanado solo será cuestión de tiempo antes de que lo consuma por completo... No llegara a la edad adulta de seguir así... La magia del Duquesa Kaito solo retrasa el verdadero problema...

—¿Qué dices?

—Me refiero... A que es conocido de que toda la familia Tenjo despierte en un punto como magos o recipientes de la magia, más me atrevo a decir que no paso lo mismo con Haruto... ¿O me equivoco? —Menciono Astral suspirando antes de tratar de alcanzar al pequeño, siendo detenido por Kaito. Quien le miro con desconfianza. Negando en silencio.

—¿Cómo es que...? No... No se acerque más... —Astral ignoró la petición, forzando su mano sobre el pecho del menor. Explicando después.

—Los rumores viajan más rápido que el viento, y... Me temo es la única manera de ayudarlo...

¿Usted? ¿Usted ayudara a mi hermano? ¿Por qué? —Exigió saber Kaito. Sus palabras muriendo una vez Astral alzo su voz. Sonriendo medianamente. Asombrando a ambos hombres.

—Porque solo un alquimista, es capaz de ayudar a otro...

—¿¡Alquimista!? —

—Permítame... —Pidió amablemente Astral antes de hacer lo que debía.

Tocando suavemente con su mano la mano de Kaito, comenzando a retirarla una vez aquella energía del menor comenzó a ser expedida con mucha más fuerza. La luz blanca apenas dejando ver cómo es que Haruto abría sus ojos con dolor, su boca abriéndose listo para dar un sonoro grito antes de que Astral usara su otra mano libre. Cubriendo la boca ajena antes de remover totalmente a Kaito, haciéndole a un lado.

Descompensando al hermano mayor ante la pérdida de su propia magia, cayendo casi inconsciente a los brazos de Christopher, el cual le observo preocupado antes de tratar de limpiar su boca, ojos, nariz y oídos sangrantes. Manchando su traje blanco para tal propósito. Aquella labor apenas dejándole notar después como es que Astral procedía a tomar suavemente a Haruto entre sus brazos, el brillo cubriéndoles a ambos solamente para que segundos después, un tubo de luz se hiciera visible para los alrededores. Llamando la atención de los más cercanos por al menos un minuto, dejándoles preocupados mientras detenían sus haceres, llamando con esto a los Tsukumo y a los Arclight, los cuales regresaron sobre sus pasos.

La carrera emprendida permitiéndoles llegar justo a tiempo para poder ver cómo es que, del tubo de luz, salía caminando con extremo cuidado Astral. En sus brazos aun manteniendo al menor mientras su apariencia había cambiado por poco. Marcas extrañas siendo las que aparecieron sobre su piel como en su rostro, acompañándose de joyas brillantes que le daban un aspecto exótico y ligeramente misterioso. Los ojos heterocromos pasando a ser los que más pudieron llamar la atención ante el brillo antinatural en ellos. La luminiscencia irradiada muriendo una vez aquel tubo de luz desapareció casi por arte de magia. Regresando el ambiente a la normalidad, calmando el misterioso viento que les envolvió.

Las joyas y marcas de Astral desapareciendo antes de que parpadeara ligeramente confundido. Mirando entonces al bulto en sus brazos, el cual. Ahora después de minutos de haber sufrido un dolor parecido a que millones de agujas se enterraran en su cuerpo, pudo despertar en su totalidad. Sus ojos dorados brillando como nunca antes lo había hecho, la sonrisa venidera solamente logrando que los presentes se acercaran a él. Sumamente preocupados.

Kaito siendo el que por fuerza de voluntad acaparó a su hermano, levantándose con ayuda de Christopher para luego ir a su lado. Calmando su angustia.

—¡Haruto!

—Hermano... —Llamo suavemente Haruto antes de bajar de los brazos de Astral, posándose en el suelo con un ligero mareo antes de que el peliblanco le ayudara. Acercándolo a su hermano, quien le recibió con los brazos abiertos. Acunándolo en su pecho.

—Haruto... Estas bien. —Afirmo Kaito más para sí mismo que para el menor. El cual asintió antes de mirarle. La pequeña mano pudiendo acariciar al mayor, tratando de calmarle. Limpiando las lágrimas traicioneras que escapaban de los ojos ajenos. Sonriendo con ligero cansancio.

—Estoy bien... Hermano he despertado. Kai... Estoy bien. Abre los ojos...

—Haru... —Llamo el mayor. Esforzándose por hacer lo pedido. Sorprendiéndose de ver mejor a su hermano.

La piel antes ligeramente enfermiza, ahora pasando a ser sana y brillante. La palidez de las mejillas ahora convirtiéndose en un lindo sonrojo. El cabello azul opaco, reluciendo como lo debería en un niño de siete años. La vida, de alguna manera regresando a Haruto, calmando su corazón. Tanto como su enojo inicial. Sus brazos regresando a extenderse para volver a acunarlo en su pecho. Sonriendo después de años de no permitírselo, lleno de felicidad.

Gesto que tranquilizo el pánico inicial de los Tsukumo y los Arclight como de los protagonistas. Los cuales dejaron en paz a Yuma para que todos pudieran acercarse a la escena. Contemplando todo antes de quedar sorprendidos ante la declaración del más pequeño. Aludiendo a lo sucedido.

—Hermano. ¡El Señor Astral me salvo! —Exclamo Haruto. —¡Él fue! Me dijo como debía... Como debía... Ah, mi magia...

—Canalizar el mana... —Interrumpió Astral. Su rostro pasando a mostrarse sereno mientras Yuma se acercaba a él. Verificando que todo estuviera en su lugar, ganándose una sonrisa de Astral. Quien se recargo en él brevemente ante el cansancio que sintió. Regresando su vista al menor. —Debías canalizar el mana fuera de tu cuerpo por ti mismo antes de que todo ello llegara a consumirte...

—... ¡Eso! —Reconoció Haruto. Mirándole con ánimo y admiración. —¡El Señor Astral fue muy amable al decirme como es que debía ayudarme a mí mismo! ¡Y me dijo que yo era como él!

¿Cómo él? —Cuestiono con un siseo Kazuma. Mirando al peliblanco de manera poco amigable. Apenas creyendo lo visto.

—Un alquimista. —Respondió Astral. Suspirando sonoramente antes de mirar a ambos hermanos detenidamente.

Siendo Kaito el que se mantenía de rodillas mientras abrazaba al más pequeño. A la vez que Haruto se aferraba a él. Su vista suavizándose antes de sonreír de manera amable. Causando una comisión a su alrededor por lo visto y lo escuchado. Así como una sonrisa orgullosa en Yuma. Alzando una vez más su voz.

—Los alquimistas son realmente escasos. No hay muchos en el Imperio. Por lo tanto, supongo que fue difícil para los magos detectar algo así con las pruebas comunes que se llegan a realizar en las personas, especialmente a los niños... El mana que estaba escondido en el corazón de Haruto debió haberse acumulado desde que los rumores de un falso despertar se expandieron... De no haber sido por el Duquesa... Me temo Haruto no estaría aquí ahora...

—...Haru... —Llamo suavemente Kaito a su hermano. Analizando lo escuchado antes de limpiar sus lágrimas, manchando su vestido blanco con ellas como con el rastro de sangre que surgió ante la necesidad de forzar su magia. Levantándose lentamente con ayuda de V. Solamente para mirar detenidamente a Astral.

Una profunda reverencia naciendo después. Tanto como su voz.

—Duque Astral. Le agradezco su ayuda... No sé qué habría hecho de no haberle tenido cerca... Ha salvado la vida de mi hermano y nos ha expuesto la verdadera razón de su sufrimiento... La familia Tenjo a contraído una deuda de vida con usted... Realmente estoy agradecido...

—...Kaito... —Susurro III. Teniendo un presentimiento una vez Yuma alcanzo a visualizar aquel endemoniado papel que pedía la anulación de su matrimonio. Esto siendo rápidamente susurrado al peliblanco con descaro antes de que Astral asintiera. Cambiando su sonrisa a la ya conocida. Tomando la palabra.

—Por favor Duquesa Kaito... No hay necesidad de tanto... Solo vi a alguien que puede ser mi colega estando en peligro y actué. No es como que quisiera remuneración sobre ello...

—No... Insisto... —Menciono Kaito. Ya sabiendo quizá lo que pasaría. Aceptándolo de todas formas. Observando la postura misteriosa de Yuma y Astral. Dándole un ligero escalofrío.

—En ese caso... ¿Yuma? —Llamo el mayor. Dejando el peso de aquella decisión al menor. Quien asintió, sonriendo dulcemente.

Duquesa Kaito Tenjo. Le pido por favor, retire la demanda de rompimiento de mi matrimonio...

¡Yuma! —Reclamaron los Tsukumo. Siendo rápidamente ignorados por Kaito. El cual asintió en acuerdo.

Aquel papel en el suelo siendo levantado por Haruto antes de pasárselo. Sus manos comenzando a temblar solamente para alzarlo un poco más. Rompiéndolo en pedazos después. Dejando caer los restos al suelo como las esperanzas de los presentes. Quienes, simplemente. No pudieron culparlo. Alegrando a Yuma y Astral. Los cuales no dudaron en hablar.

—¡El favor hecho ya ha sido pagado! Muchas gracias Duquesa... —Agradeció Yuma. Dando una ligera reverencia antes de tomar a su amado con un poco más de fuerza. Haciéndole saber que debían salir de ahí. —Así que si nos disculpan...

—¡Espere! —Exclamo Haruto. Deteniendo la huida de ambos Villanos. Los cuales le miraron parpadeantes antes de atender su pedido. Deteniéndose.

—...Haruto-kun... ¿Sucede algo? —Cuestiono Yuma. Su mirar sorprendiéndose una vez el menor se arrodilló. Alertándolos por unos segundos. —¡Haruto!

—Agradezco mucho a la Duquesa Yuma y al Duque Astral por salvarme... —Agradeció. Trayendo a la mente de los mencionados lo ocurrido con III aquella tarde. Una culpabilidad colándose en sus corazones antes de que Haruto agregara algo más. —Pero... Quisiera poder seguir endeudando a mi familia con una petición más...

—¿Eh?

—Si lo permiten sus Excelencias... ¡Deseo convertirme en el discípulo del Duque Astral a la brevedad!

—¡¿Qué?! —Fue la exclamación colectiva. Congelando a Yuma y a Astral. Los cuales no supieron que responder ante ello. Mirando la determinada mirada del infante. Su brillo aumentando solo para hacerlos pasar saliva sonoramente.

—¡Por favor Duquesa, Duque... Permítame aprender de usted!

—Pero... —Quiso replicar Astral, siendo detenido por el menor.

—¡Ya ha visto las consecuencias de no tener alquimistas suficientes para ayudarme a saber que podía ser uno!... Ante mi falta de magia los magos solamente asumieron que no había despertado o que tenía magia escondida... ¡Pero! Duque Astral. Usted lo supo de inmediato... Y no importa cuánto lo piense, usted es el único que puede ayudarme a que tenga una vida larga y prospera... ¡Quiero aprender de Usted! ¡Así que, por favor! No me aleje ahora que he encontrado esta solución... Si quiere que paguemos por ello, lo haremos... Si quiere tenernos como aliados, también cederemos... Pero Duque... ¡Enséñeme a ser un alquimista antes de que vuelva a recaer o peor!

La súplica de Haruto provocando que las palabras se grabaran a fuego en las mentes de los presentes. Dejando estupefactos a Yuma y Astral. Los cuales analizaron el discurso del menor; su pensamiento siendo solamente uno.

"¡Como se esperaba de un niño listo!"

Desesperando a los demás. Negando visiblemente antes de que Astral, pudiera sentir lejos aquella Guillotina sobre su cuello. Su plan saliendo del camino original, pero funcionando, a fin de cuentas. Llevándolo a suspirar, regresando su postura altanera antes de dejar por un momento a su amado, acercándose hasta Haruto, tendiendo su mano en espera a ser tomada. Sonriendo un poco más.

—¡Será un placer ayudarte y ser tu maestro, Haruto-kun! Nada me agradaría más que tener a un estudiante como tú...

—¡No! —Gritaron los protagonistas. Solamente para ser ignorados por Astral y Yuma, quienes ayudaron a Haruto a levantarse. Acercándolo hasta Kaito, el cual palideció a la petición antes de forzarse a sonreír. Asintiendo por el bien de su hermano.

—Por favor... Si son tan amables Duque Astral, Duquesa Yuma... —Menciono Kaito. Bajando su mirada, apretando discretamente su vestido. —Yo... Retirare formalmente la demanda, y estaré a su disposición en ese caso...

Oh~... —La burla de Astral quedándose en el aire antes de que asintiera. Acariciando la cabeza de Haruto. —En ese caso, cuento con usted Duquesa Kaito de ahora en adelante... Estaré a su cuidado... Sépase, además, que no pediré nada hasta que sea conveniente. Así que no se preocupe de algún pago o cosas de esa índole... Solo recuerde mandar una carta para saber cuándo es que Haruto estará listo a sus lecciones. Lo atenderé en el Ducado Encinereb...

—... Sí...

En ese caso, ahora que la crisis paso... Nos retiramos. Que tengan bonita noche, descansen... —Se despidió Astral antes de tomar rápidamente a su amado, encaminándose hasta el carruaje. Retomando su hacer para luego dar la orden de retirada.

Los guardias que los acompañaban asintiendo mientras el carruaje avanzaba. Alejándolos de la escena que vino con los protagonistas, en donde acariciaron a Haruto, y consolaron a Kaito. Susurrando entre ellos lo que debían hacer. Sintiéndose una vez más.

Derrotados...

Yuma y Astral por otro lado, fue que se sentaron juntos. Sus modales quedándose fuera antes de dejarse caer sin cuidado en los asientos. Suspirando sonoramente para luego preguntarse.

"¿¡Qué diablos había sucedido!?"

Por supuesto ambos sabían que el Villano era un malvado alquimista porque él fue el causante de la maldición de Byron al regresarlo a ser un niño. Pero jamás de los jamases se imaginaron que el mana que usaban los alquimistas funcionaba así.

Sinceramente estaban contentos de haber obtenido lo que querían... De una forma y otra. Pero ahora incluso habían añadido a Haruto y los Tenjo a su familia... ¡Eso contaba como una victoria! Pero... ¿Eso que tanto provocaría? Había tantas variables... Tantas cosas...

Así que... ¿Su actuar fue bueno? ¿Fue lo correcto?

Yuma asintió. Astral también. Cada uno tratando de convencerse antes de retomar sus planes iniciales, una ligera desviación siendo necesaria antes de verse cerca del templo de la Diosa Ena. Deidad en la que creían todos en la novela sin excepción. El carruaje deteniéndose a tiempo solamente para que Astral bajara primero, ayudando a su amado a hacer lo mismo antes de que alzara su voz. Dando su siguiente orden.

—Déjenos solos... Rezaremos un momento y nos retiraremos... Agradeceremos a la Diosa por ayudarnos a salvar al Joven Haruto...

—¡Sí! —Fue la eficiente respuesta de los guardias, quienes se alejaron lo suficiente para dejar a sus Señores solos.

El templo siendo lo único que parecía acompañarlos. La imponente estructura recibiéndolos con una bella entrada mientras una fuente adornaba el sitio lleno de vegetación. La magnificencia solamente apareciendo para brillar con la luz de la luna, acunando sus presencias. Animándolos a avanzar. Siendo Astral quién estaba más nervioso que Yuma, uno y otro haciéndoselo saber casi al mismo tiempo. En un suave murmullo.

—...Estoy nervioso...

—También yo... —Asintió Yuma. Tomando con un poco más de fuerza a su amado. Envalentonándose después. —Pero... Ya estamos aquí... ¿Cierto?

—Solo podemos salir de dudas si lo intentamos...

—Es verdad... ¿Vamos Astral?

—Sí... —Accedió el mayor. Suspirando una vez más antes de comenzar con su camino. La magia envolvente del sitio pareciendo jugarle una mala broma antes de poder notar, como es que una barrera se alzaba de un lado a otro. Tan discreta como podía, delimitado el terreno. Anunciando lo que venía.

Ambos deteniéndose ante la visión de Astral solamente para inmediatamente acercarse. La barrera pareciendo ser un muro impenetrable hasta que, un paso adelante les invito a seguir. Dando uno más y otro después de ese. Dejándoles ver segundos después lo que ocurría.

Alegrándoles infinitamente una vez Astral pudo pasar sin miramientos aquella barrera. La magia pareciendo recibirlo mientras sonreía felizmente. Su pequeño triunfo haciéndole tomar a su amado, alzándolo en brazos para dar vueltas con él. Deteniéndose una vez Yuma le miro orgulloso. Detenida y profundamente.

—...Lo has logrado cariño...

—Sí... —

—Ahora... Ambos podemos estar en sagrado matrimonio. ¿Cierto?

—Por supuesto...

Te Amo Astral... —Confeso Yuma. Acortando la distancia para besar suavemente al mayor. Siendo recibido gustosamente antes de que Astral decidiera acomodarlo en sus brazos. Profundizando aquel beso mientras parecían perderse en el otro. Sus sonrojos subiendo a sus rostros para luego separarse. Uniéndose una vez más y otra después de esa. Su felicidad acumulándose como un volcán apuntó de explotar antes de decidir parar.

La emoción en su corazón queriendo llevarlos a más poco antes de que Astral y Yuma se calmaran. Besándose apenas suavemente luego de que Astral dejará tocar el suelo a Yuma. Sonriendo ampliamente para hacerles saber lo obvio. Tomando a su amado de la cintura para inmediatamente adentrarse al templo. Fingiendo hacer lo que mencionaron antes. Susurrando entre ellos.

—...El día de hoy ha sido todo un triunfo...

—Así es Yuma, ahora hay menos puntos que nos faltan para alcanzar nuestro objetivo...

—¿Hacer sobrevivir al Villano?

—Hacer sobrevivir al Villano... —Confirmo Astral. Sonriendo antes de hacer brillar su mirar. Deleitándose de todo lo pasado. —...Cada vez hay menos puntos que tocar...

—Y más puntos para seguir juntos... —

Kufufu~. Así es... —

—¿Astral?

—¿Sí?

—Creo que si deberíamos agradecer a la Diosa ante tu suerte... Parece que la envidio... —Y entonces. Astral rio. Sonoramente, antes de asentir. Encaminado a Yuma hasta el santuario. Sintiéndose una vez más. En paz.

Ojalá todo siempre estuviese así... Lástima que era el Villano de la historia. Y aun la Guillotina seguía cerca...

Así que debía esforzarse más... Un poco más...

Porque por ahora, el día. El largo día. Ya había concluido. Con su victoria...