¿Cómo podemos decir si una persona ha cambiado o no? ¿Qué es lo que nos define como personas? Estas dos preguntas han estado rondando en la cabeza de Nanoha desde que ella y Fate hicieron las paces. Estás dos preguntas estaban gritándole con fuerza en estos momentos en los que estaba conversando con Yuuno.

Después de pagar por el regalo de Fate y guardarlo cuidadosamente en su mochila, ambos caminaron un par de cuadras a un Starbucks (pues era lo más cercano que había), donde por más que Nanoha protestó, Yuuno no le dejó pagar. La paz se consiguió tras Yuuno recordarle a Nanoha que podrían salir de nuevo cualquier otro día y ella encargarse de los gastos después de que la vio haciendo muecas, riéndose al decirle que no había cambiado nada. Pero... ¿es eso cierto?

En esta ocasión Nanoha fue quien se encargó de hacer las preguntas y Yuuno de responderlas. Resulta que la razón por la que Yuuno perdió contacto con todo mundo fue que perdió su celular en el aeropuerto mientras su madre y él dejaban el país, donde obvio se encontraba la información de contacto de todos. Según sus palabras, intentó buscarlas, pero su intento fue inútil ya que ninguna abría redes sociales en aquel momento y si bien dio con el perfil de Hayate en Instagram años después, le dio algo de pena acercarse por el tiempo que dejó pasar.

—¿Entonces por qué me hablaste hoy?

—Tenía la esperanza de que pudiera encontrarte en la universidad si tu sueño de ser pediatra y graduarte en la TSAB seguía presente. Pero si nos encontramos sin intentar buscarlo, entonces está destinado a ser, ¿verdad?

Nanoha guardó silencio por un segundo.

No, ella no captó la indirecta.

—Supongo que tienes razón. —Bebió un sorbo de su cappuccino mientras su mente viajaba a Fate—. A veces, las cosas simplemente están destinadas a suceder.

Como la amistad entre Nanoha y Fate. De pensar en esto sonrió, imaginar que de alguna manera u otra estaban destinados a estar en la vida del otro.

Yuuno amplió su sonrisa tras escuchar esas palabras, viendo la sonrisa que Nanoha portaba. Posteriormente, Yuuno le continuó contando de lo que fue de él en Alemania, presumiendo un poco los logros académicos que le permitieron adelantarse un año y el hecho de que por ahora no estaba estudiando al tiempo que tomaba los propedéuticos de la TSAB, contrario de Nanoha.

—¿De verdad? Eso es increíble. Fate es casi igual que tú en ese aspecto, nunca sospecharías que es un año menor que todas nosotras si lo ves en persona.

La sonrisa de Yuuno se tambaleó un poco.

—¿No me dijiste que él y Suzuka compartían grupo en Seishou?

—Lo hacen. Si no recuerdo mal, estaba adelantado dos años, pero perdió uno en su última transferencia, antes de Seishou, cuando estaba en Fukushima. Llegó a la mitad del semestre y no le dejaron incorporarse a ninguna institución, ya que como venía del extranjero debía revalidar sus materias y comprobar sus conocimientos académicos.

—Ah entiendo eso, yo igual tuve que hacer bastante papelería para validar mis estudios ante la TSAB antes de sacar ficha.

—¿Qué carrera?

—Lengua y literatura.

—Eso es genial, desde chico se notaba que los libros eran lo tuyo. Aunque debo preguntar, ¿por qué en Japón?

—Es mi país de origen, siempre me he sentido más allegado a esta cultura a pesar de todo, y si debo involucrarme con en la literatura de un país, siempre voy a elegir esta.

—Que profundo. Como se esperaría de un futuro escritor.

Ambos rieron por el comentario de Nanoha y continuaron charlando hasta que se hizo hora de que Nanoha volviera a casa. Yuuno insistió en acompañarla a su puerta y gracias a esto su madre los vio juntos, alegrándose por eso e invitando al joven a cenar, pero él tuvo que rechazar ya que su madre lo esperaba.

Tras unas breves despedidas y volver a intercambiar su información de contacto, Yuuno se fue, dejando a Nanoha con la ardua tarea de responder a las preguntas de su madre en modo "señora chismosa".

Por alguna razón el día le pareció más agotador que nunca... pero de pensar lo que se escondía en su mochila todo mejoraba de manera considerable.

Si podía ver la sonrisa de Fate, todo siempre valía la pena.


SIGO SIENDO LA MISMA PERSONA

CAPÍTULO 7


Fate siempre había sido alguien popular... por más que lo detestara. Nanoha debía admitir que en parte era culpa suya y de Hayate, ambas siempre habían destacado a su manera. Hayate es de ese tipo de personas que buscan y adoran la atención, entre bromas, Fate solía decir que Hayate era la mariposa social del grupo, tenía contacto con todo mundo, cuidaba su imagen personal y aprovechaba su carisma a un nivel que incluso a un idol le daría envidia, además de contar con el don de la palabra y persuadir a quien sea de hacer lo que fuera. Nanoha por su lado, era amable con todo mundo y ayudaba a quien se lo pidiera. Nanoha sabía que, físicamente, estaba de buen ver (Hayate lo remarcó bastantes veces) por lo que aun si no se esforzaba mucho en su imagen, de vez en cuando atraía alguna otra mirada.

Pero Fate, oh Fate. No nos haremos los ciegos, Fate también tiene lo suyo, pero tampoco negaremos que el inicio de su fama comenzó por tener a dos de las chicas más populares del curso luchando de manera constante para amigarse con su persona, gracias a esto la gente fue notando (de a poco) lo buenas que eran sus notas o lo bien que se le daban los deportes, si Fate fuera menos introvertido y se preocupara menos por no llamar la atención; Nanoha estaba segura de que muchos más reconocerían las infinitas cualidades que Fate poseía y no se quedarían con lo más superficial.

Y aun así, esto era solo la punta del iceberg.

Fate siempre ha sido alguien popular, y tal parece que Nanoha se había olvidado de este detalle. Su sonrisa dulce, su forma respetuosa de tratar a los demás y el acento único que acompañaba su voz parecía ser suficiente para hacer de él una pequeña celebridad entre el alumnado femenino en su instituto. Nanoha incluso se atrevería a decir que esto empeoró tras el corte de cabello de Fate y el distanciamiento que hubo entre los dos. Según Hayate "nadie en su sano juicio quiere despertar al demonio blanco a menos que tenga tendencias suicidas".

—¿Sabes? Eres más representante de la clase que tu representante de la clase. Siempre hay alguna de tus compañeras buscándote con alguna excusa barata haciéndote ojitos de amor mientras dicen "Fate-san". —Comentó Nanoha de manera distraída, no queriendo darle mucha importancia mientras continuaban caminando en dirección a la plaza a unos cuantos minutos del instituto. Las clases se suspendieron por una junta entre los distintos profesores y Nanoha invitó a Fate a ver una película aprovechando el miércoles 2x1 en el cine. Fate, ante las palabras de Nanoha, se removió incómodo y le dirigió una sonrisa tímida.

—Yo tampoco sé cómo surgió, fue muy de la nada. Supongo que se sentirán más cómodas conmigo que con Briar-san.

Nanoha detuvo sus pasos de manera abrupta al ver como el rubio alzaba los hombros, despreocupado.

—¿Qué?

—¿Estás hablando en serio? —Preguntó Nanoha con incredulidad. No tenía idea de que cara estaba poniendo, pero debía ser todo un poema por la forma en que Fate la veía—. ¡Te están queriendo ligar!

Fate se rio, con esa típica inocencia que lo caracterizaba en estas situaciones.

—Para nada, ¿por qué razón lo harían?

—¿Quieres que te separe la lista por secciones? —cuestionó Nanoha de manera sarcástica—. Porque quiero que sepas que es bastante larga

—No existe tal lista, deja de bromear. —Fate no dejó de reírse, de seguro encontrando la idea absurda, como siempre desde que Hayate o Nanoha le comentaban sobre el magnetismo que tenía con las personas.

Nanoha frunció el ceño.

—¿De verdad no lo puedes ver o prefieres no hacerlo? —preguntó.

—No entiendo de lo que hablas.

La confusión enmarcada en el rostro de Fate le decía a Nanoha que su reacción era genuina. Lo que dejaba a Nanoha igual de perdida porque Fate era alguien excepcional, y no lo decía porque antes soliera verlo con ojos de amor.

—Siempre es lo mismo contigo —dijo Nanoha, suspirando.

—Pues perdón, supongo.

—Quiérete un poco más, eres un gran partido. Eres amable, respetuoso, sensible, empático con los demás, tienes la paciencia de un santo y veces parecieras una enciclopedia andante de tanta cosa que retienes en esa cabecita, las pláticas contigo jamás son aburridas porque siempre tienes algo inteligente que decir.

Fate se removió incómodo en su lugar y frotó su nuca mientras sus mejillas se sonrojaban.

—No lo sé, sobre lo que acabas de mencionar, lo primero es lo mínimo que se debería esperar de una persona, y si bien reconozco que ser paciente es una cualidad, no me parece algo muy especial, es algo que desarrollas al hacer pintura, música o cualquier otra cosa que se relacione con el arte si quieres tener un buen resultado. Sobre lo otro, no creo que la gente encuentre muy interesante escuchar sobre como tu cerebro te engaña para crear personas imaginarias mientras vas caminando por la calle.

—Justo mi punto. No eres ególatra ni arrogante, lo cual es bueno, pero tampoco deberías quitarte mérito. Puede que sea "lo mínimo" —al decir esto, Nanoha hizo comillas con sus dedos—, pero no es tan fácil encontrar a alguien con todas esas cualidades de manera innata y genuina como tú, menos en un hombre, en Japón, estoy segura de que solo éste último hecho es lo que ha aumentado tu encanto a los ojos de nuestras compañeras.

Ahora que lo decía en voz alta, le hacía muchísimo sentido. Puede que Fate no haya salido públicamente del closet como transexual, pero ya irradiaba una presencia masculina bastante fuerte, por lo que no dudaba que así fuera. Un hombre que ha vivido su vida como una mujer es un nuevo tipo de exótico, ya que se podría decir que entiende mejor a las mujeres y eso (desde la perspectiva de Nanoha) era un regalo divino.

—En serio, Fate, eres una gran persona... por si no fuera poco, también eres bastante atractivo para nuestros estándares.

A cada palabra de Nanoha, Fate se avergonzaba más y más, pero esto no parecía detener a la cobriza.

—Si pudieras verte de la forma que los demás te vemos, incluso tú te enamorarías de ti mismo.

El peso de esas últimas palabras cayó sobre Nanoha de golpe. Había dicho demasiado.

No sabía exactamente que parte de sí misma la traicionó, porque no dijo "los demás te ven", sino que dijo "los demás te vemos", incluyéndose a sí misma dentro de ese conjunto de personas que están enamorados de Fate a pesar de que ya no fuera así. Es decir, puede que Nanoha hubiera tenido sentimientos por Fate, pero esa etapa ya había pasado, ¿verdad?

Ambos permanecieron en silencio. Fate desviando la mirada, evitando mirar a Nanoha por todos los medios posibles, mientras que el rostro de Nanoha igualmente se iba enrojeciendo por cada segundo que pasaba, pero sin dejar de mirar a Fate.

—¿Sabes? Me recordaste a Alph por un momento —dijo él, su voz con un volumen más bajo de lo habitual.

¿A quién?

—¿Alph?

Los ojos de Fate se abrieron con sorpresa, como si se hubiera dado cuenta de que cometió un error.

—Eh... no importa eso ahora, a lo que quiero llegar es...

—Fate, ¿quién es Alph? —Nanoha lo interrumpió. Fate soltó un suspiro resignado.

—Alph es... ah... mi primera novia.

—¡¿Qué cosa?!

¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Qué?

—Actualmente ya no salimos, pero seguimos siendo muy buenos amigos.

—¿Cómo es que no me enteré de esto? —Preguntó confundida, Hayate no mencionó jamás que Fate hubiera salido con alguien durante esos ocho meses que Nanoha y Fate estuvieron separados.

—Fue antes de conocerte, en el último colegio en el que estuve. Duró muy poco porque quedamos en dejarlo si yo me mudaba de ciudad. Otra vez. Ninguno de los dos tenía la madurez suficiente como para mantener una relación a distancia.

Nanoha jamás había estado más sorprendida en su vida que en ese momento.

—Esa sí que no me la vi venir. ¿Por qué jamás nos hablaste de ella?

—Bueno jamás salió el tema ya que mi vida amorosa en realidad es inexistente como bien sabes. Aunque es posible que haya contado alguna que otra anécdota relacionada con ella en alguna ocasión, solo que puede que no dijera su nombre... o que fuimos pareja en algún momento.

—Me dejaste sin palabras.

Fate se rio, ya que aquello no era normal en Nanoha. De lo que Fate no era consciente es que, en su cabeza, todo era un torbellino.

Nanoha por mucho tiempo dudó sobre si dar el primer paso con Fate ya que no estaba muy segura de que Fate sintiera atracción por las mujeres, temiendo por arruinar esa amistad que tanto le costó formar. De haber conocido ese antecedente, puede que se hubiera animado a hacer algo, puede que las cosas hubieran sido diferentes, puede que... ¿puede que, qué? ¿Por qué de la nada sentía tanto remordimiento?

Agh, que frustrante es todo esto.

—Entonces... ¿todo este tiempo te han gustado las mujeres?

¿Hayate al final tenía razón como siempre?

—No estoy muy seguro sobre eso a decir verdad —dijo él, el rojo abandonando su rostro—. Creo que a este punto podría decir que me gustan las personas, es difícil pensar que alguien quiera estar conmigo, así que trato de mantener la mente abierta si eso sucede y no cargar con prejuicios.

El tono pesimista con el que dijo lo último hizo molestar a Nanoha, pero trató de controlarse lo mejor posible para no causar una discusión. ¿Cómo podía Fate pensar tan poco de sí?

—Ahora soy yo quien no te entiende. Fate, lo digo en serio y no porque sea tu amiga, eres maravilloso, cualquiera con dos dedos de frente no dudaría en estar contigo si le dieras la oportunidad. Podrías enamorar a quien tú quisieras si realmente lo intentaras... o no, a veces ni siquiera es necesario, porque siendo como eres, dudo que no haya sido Alph-san quien te tuviera que conquistar y no al revés.

Fate rio de manera suave, seguro por recordar algo relacionado a su ex. Nanoha sintió un pequeño malestar, pero decidió ignorarlo.

—Hay algo muy importante que estás olvidando, Nanoha. —dijo Fate a lo que Nanoha solo le mantuvo la mirada, esperando a que se explicara—. Soy transexual —entonó casi en un susurro.

—¿Y eso que tiene que ver?

—Tiene todo que ver —el tono frustrado y cansado de Fate no pasó desapercibido para Nanoha—. Estar con un transexual no es fácil. En cierta parte, quien quiera estar con nosotros, quiera o no, tendrá que lidiar con nuestra disforia, porque a veces, pequeños e inocentes actos la vuelven insoportable. Quien sea que esté con nosotros caminará por campo minado de manera diaria para no profundizar una herida que está sangrando todo el tiempo, y eso, suponiendo, que nos tomen en serio. Porque quiero que sepas que a nosotros no se nos toma para nada en serio, en las mujeres trans es todavía peor, porque para la mayoría de la gente no son más que un fetiche, tanto a mujeres como a hombres trans se nos percibe como algo "inferior", algo "incompleto". Nos encasillan en eso que rechazamos ser o nos ponen un limbo en el que somos nada. La sexualidad de la que se sienten tan seguras las personas se desquebraja y muchas veces solo se quedan con nosotros por lástima. Tan solo imagina el siguiente caso, ¿de acuerdo?

Nanoha asintió.

—Imagina que eres una chica que está segura de que gusta de otras chicas —ante las palabras de Fate, Nanoha sudó frío—. Ahora imagina que conoces a esta "chica ideal" con la que te gustaría estar, que es todo aquello que quisieras en una pareja, que es gentil como dices, amable, respetuosa, paciente y te enamoras de ella... como una mujer. Te enamoras de ella porque tu atracción va al género femenino, te declaras, te corresponden y formalizan una relación. Entre más se conocen, tú vas notando cosas, cosas que a lo mejor no te encantan, que no te hacen odiarla ni mucho menos, pero que no te terminan de encajar. Entonces un día ella te habla y te dice que no es ella, sino un él. Abre su corazón y te cuenta aquello que estuvo albergando y con lo que tanto batalló por suprimir, que en su interior siempre ha sido un hombre, que todo este tiempo has conocido una faceta incompleta de él, en su interior no ha cambiado, sigue siendo la misma persona, sólo que comenzará una transición para alinear aquello que siempre fue para que también se refleje en el exterior, y seamos sinceros, el físico si importa. De la nada ese largo cabello que te gustaba peinar desaparecerá hasta quedar tan corto que con suerte podrás esconder tus dedos, poco a poco la dulce voz que te arrullaba en las noches se vuelve gruesa y oscura, algo de bello facial podría interponerse en algún punto cuándo le des un beso, la mano que antes te sostenía cambia su forma y te engulle... ¿te sentirías igual de cómoda que antes? ¿Seguirías sintiendo la misma atracción? Estás en todo tu derecho de decir que no, y es válido, el que es trans sabe desde el principio que existe esta posibilidad y no te lo va a reprochar, porque somos conscientes mejor que nadie de lo difícil que es aceptar este tipo de cosas, y más aún, apoyarlas. Yo estoy dentro de ese círculo privilegiado en el que mis amistades me aceptan y en el que muy posiblemente, mi hermano y mi padre por lo menos me respetarán cuando se los cuente, sin embargo, no puedo dar por sentado que será así con todo el mundo. ¿Pero sabes qué es lo más gracioso? Aquellos externos, que no comparten el mismo vínculo que compartías tú con esa persona, que nos verán como a nosotros como inferiores o algún acto de caridad, o aliados que abogan siempre y de manera ciega por las minorías, hablarán sin tener la más mínima idea de lo que se están metiendo, reprocharán tus acciones, porque es el tipo de cosas que debes experimentar para poder entenderlo de verdad.

Hayate vino de repente a la memoria de Nanoha ante las palabras de Fate.

—Te señalarán como la villana por poner fin de manera saludable a algo que no te hacía sentir bien a ti, y que a largo plazo tampoco le haría bien a la otra persona. Porque no hay nada peor que estén contigo por lástima, Nanoha, que piensen "no, pobrecito, ¿cómo lo voy a dejar solo? ¿Qué me hace eso a mí?" mientras te miran con condescendencia. Porque a pesar de que lo de abajo no haya cambiado, y a menos que se hagan una cirugía —Fate hizo con su mano un círculo enfrente de su pecho comprimido por el binder—, aquí tampoco, no es lo mismo, seremos una versión amorfa de aquello que antes te atrajo. Y aún si te sobrepones a esto y de manera genuina dices "quiero permanecer contigo", las cosas van a cambiar y bastante. El desgaste que enfrentarás ya te lo comenté, tendrás que ser paciente mientras desmenuzas por partes el interior de esta persona, tendrás que deconstruirte a ti también, cosa que no es fácil ni mucho menos rápida y una vez pases por esto y halles la paz, deberás lidiar con el mismo escrutinio que nosotros por decidir estar con nosotros y aceptarnos tal cual somos.

Nanoha de nueva cuenta se quedó sin palabras, de todas las personas, quien menos se esperó que se acercara más a su punto de vista fue Fate misma, es decir, mismo. Fate mismo.

Lo suyo no fue de manera tan radical (y ciertamente Nanoha no pensó tan a futuro) porque bueno, Nanoha siempre mantuvo sus sentimientos en el anonimato, pero la base de la problemática era la misma, y varios de los planteamientos eran los mismos que Nanoha se hizo hace tiempo.

Ahora comprendía mejor porque Fate jamás le recriminó nada ni tampoco la presionó en ningún momento. Muchos llamarían a Fate pesimista por este pensamiento, pero era bastante realista. Nanoha leyó en varios foros que la gente transexual siempre ponía distancia con los demás y estaba a la defensiva todo el tiempo para evitar ser lastimados, aunque esto les lleve a tener una vida solitaria. Pero no fue sino hasta ahora, que escuchó de la boca del mismo Fate su propio tren de pensamientos que Nanoha entendió exactamente a que se referían. Ellos esperan el rechazo todo el tiempo.

Nanoha se enamoró de Fate siendo mujer, pasó por todo un proceso de autodescubrimiento y aceptación en el que aceptó que gustaba de las mujeres. Cuando Fate le reveló que esto no era así, todo se desquebrajó como él dijo, porque su mente se llenó del miedo de poder lastimarlo más de lo que pudo haber hecho sin darse cuenta, porque su mente le habló de los cambios que vendrían, porque su mente le hizo preguntarse ¿qué tanto estaba enamorada de Fate? ¿Qué era lo que realmente le atraía a su persona? Su corazón quedó confundido por estas preguntas y no supo cómo actuar. Fue el tiempo quien le hizo percatarse que antes de estos sentimientos, Fate fue su amigo, su mejor amigo, y los amigos deben estar para el otro cuando más lo necesitan, que independientemente de los sentimientos confusos que pudiera tener en esos momentos, dentro de sí había un gran cariño por Fate y quería permanecer con ese maravilloso ser humano dentro de su vida, porque sin él había un vacío que no podía ser llenado.

—Ahora pongamos el caso contrario. —Fate retomó la palabra tras tomar un fuerte respiro, sabiendo que Nanoha lo escuchaba de manera atenta—. Supongamos que eres una chica a la que le gustan los hombres y un día por casualidad conoces a este chico, no sé, comprando chucherías en el convini.

Nanoha soltó una pequeña risa por la cotidianidad de su ejemplo. —¿Por qué un convini?

—Fue lo primero que se me ocurrió —ambos rieron. Nanoha tomó la mano de Fate casi sin darse cuenta, sonriendo al ver como se relajó un poco tras esto—. Ahora, como en trama de dorama barato, se terminan encontrando y eventualmente alguno de los dos mueve el pie para dar el primer paso. Acá hay dos salidas, o el chico te dice desde un inicio que es trans, como quien tiene ataques de epilepsia esporádicos y debe advertirte para en caso de que tenga un ataque mientras estés con él, o no te lo dice hasta después, cuándo él determine que la relación va para algo serio y no un simple coqueteo, o incluso mucho, mucho, después, cuándo la otra parte quiera iniciar el contacto sexual y el chico ya no pueda seguir atrasando lo inevitable. Ambos casos provienen de la misma base que te expliqué en el caso anterior, solo que las inconformidades están invertidas. No importa si lo conoces en hormonas o antes de ellas, la base del problema es que no somos "lo suficientemente hombres" para algunas personas, porque la biología y blablabla, porque para ser un hombre solo basta en que te cuelgue algo de las piernas, y no tenerlo te hace menos hombre, a pesar de que en la misma biología haya características no genotípicas de un sexo o del otro porque ¡tada! Los intersexuales existen —Fate rodó los ojos al decir esto último—, porque también hay hombres cisgénero en todo el jodido mundo que por alguna situación muy desafortunada terminan perdiendo su miembro viril. Pero de nuevo, sigue siendo válido, por que a ti como chica puede que te guste, ya sabes, eso y si no está, causará conflicto, lo mismo que en el caso anterior, repito. Y con el pecho... bueno, si no hay cirugía, habrá algo ahí que se supone que no debería estar, que de nuevo, causará conflicto. Y si hay cirugía quedarán cicatrices que serán un recordatorio para ti, el recordatorio de que no vivirás la vida de ensueño que imaginaste con tu príncipe azul, que siempre deberás dar explicaciones a terceras personas sobre porque no podrás quedar embarazada, que tu misma familia te repita que puedes conseguir algo mejor... suponiendo que no actúen de manera autoritaria y te hagan alejarte de él, suponiendo también que no lo escondes de los demás como si fuese un terrible secreto.

Lo último fue casi como darle a Nanoha un golpe en lo más bajo, la tristeza que emanaba Fate en su mirada y su voz, aun si no lo quisiera, era como si hablara directamente con ella. Nanoha (por lo menos en su hogar) comenzó a ocultar a Fate de manera deliberada. Se negaba rotundamente que fueran al Midori o a su casa, dejó de hablar de él, desviando el tema cuando preguntaban por su persona (cosa más fácil ahora que Yuuno apareció de vuelta para llenar ese hueco ante su familia), editó la privacidad en sus historias para que no pudieran verlas si subía algo con respecto a Fate, archivó publicaciones viejas en las que aparecía Fate antes de su transición y dejó configuradas las nuevas para que solo las vieran un círculo selecto de personas (Hayate, Arisa, Suzuka y la cuenta que Fate jamás usaba y estaba más vacía que el cerebro de Oli London), borrando las etiquetas de fotos en las que no saliera directamente su cara, hablando de él sin dar su nombre, casi haciendo parecer como si lo acabara de conocer. En un momento se dijo que fue para protegerlo del hostigamiento que pudiera recibir de otras personas, pero ahora pensaba que también fue para protegerse ella, para no dar explicaciones sobre Fate y no afrontar la negativa de sus padres conservadores (de los que todavía dependía) que le obligara a separarse de Fate de una forma definitiva. Porque era más fácil pretender que "Fate-kun" era una persona distinta a "Fate-chan", pero al estar negando algo tan importante de Fate, que era su transexualidad, era como ocultarlo a él, porque si bien no es algo que se necesita saber en primera instancia, es algo que lo define. Es como si Nanoha ocultara el hecho de que su familia es repostera y ella es la tercera y última hija de la familia. Nada que ver, lo sabemos, pero es lo más cercano que podemos relacionar, ya que una cosa desencadena la otra, no necesitas saber que Fate es trans, pero si lo haces, él podrá contar cosas antes de esa transición sin tener que disfrazar nada y con total soltura, así como tampoco necesitas saber que Nanoha es la hermana menor de 3 hermanos cuya familia es repostera, pero si no lo sabes, ¿entonces como ella hablará de sus vivencias en la infancia en la cafetería de su familia con sus hermanos molestándola todo el rato si Nanoha misma te lo oculta de manera activa?

Nanoha comprendió esto mejor al pensar en Yuuno y en las distintas salidas que han tenido durante el último par de meses, dónde se ha restringido de entrar en detalles sobre Fate, teniendo historias incompletas o momentos de confusión donde las cosas no cuadran (como el hecho de que lo dejaran dormir a solas con Nanoha infinidad de veces sin él ser gay o algo por el estilo).

Nanoha no estaba protegiendo a Fate, se estaba protegiendo a sí misma, hiriéndolo en el proceso.

Vaya amiga que era.

—Y el ciclo contigo se repetirá, deberás plantearte si quieres permanecer con alguien como nosotros —siguió Fate, inconsciente del recorrido que Nanoha hizo de sus propias acciones—, o en caso de que te hayan ocultado algo tan fundamental por tanto tiempo, saber si puedes perdonar ese engaño, comprender (más no justificar) sus razones y apoyarlo. Porque Nanoha, en todo caso en el que eres pareja de un trans, debes apoyarlo, querer cambiarlo solo los va a hacer miserables a los dos, por eso es que la retirada será siempre la mejor opción. Y de nuevo, lo comprenderemos, no te lo reprocharemos en lo absoluto. Ser transexual es algo que no le deseas ni a tu peor enemigo, créeme.

"Pero entonces… ¿por qué deciden serlo?"

Nanoha se mordió la lengua para no soltar esa pregunta tan ruda e insensible. Hacía años que Nanoha no veía aquellos ojos tan solitarios, tan vacíos, tan tristes en Fate, que ya había olvidado como se sentía. Quizá por el hecho de que el tiempo haya transcurrido y que ahora fueran más cercanos que antes hizo que doliera mucho más. Nanoha no se pudo controlar, se acercó a Fate hasta quedar en una distancia poco platónica para cualquiera que los viera y posó su mano libre sobre su mejilla. Fate se mostró sorprendido por esta acción, pero no se alejó, se quedó mirándole con esa misma sonrisa triste que le dirigió en aquel momento en el que por sus dudas e incertidumbres, rechazó a Fate y este solo le dirigió un "entiendo" antes de dejarla ir.

Repentinamente, Nanoha sintió ganas de llorar, sin embargo, de nuevo se contuvo. En su lugar, miró a Fate con todo el cariño que su corazón albergaba por él, le sonrió con la mayor dulzura posible y le habló con total sinceridad:

—Es duro, bastante duro. Tienes razón en eso, no es fácil, no cualquiera podría soportar tantas cosas, no todo el mundo tiene la mente lo suficientemente abierta y las cosas ciertamente pintan ir mal en todas las situaciones. Pero eso no es porque haya algo mal contigo, con ustedes. —Al decir esto, Nanoha comenzó acariciar la mejilla de Fate con su pulgar, afianzando también el agarre en su mano—. Simplemente nosotros no estamos listos para aceptar que existen diferentes realidades a la nuestra ni tampoco estamos dispuestos a aprender y preferimos quedarnos en nuestra ignorancia. Pero también debes entender una cosa, siempre habrá gente que sea capaz de afrontar todo esto, contigo, porque vales la pena, esto no opaca el hecho de que eres una increíble persona y tienes demasiadas buenas cualidades por las cuales ser apreciado. Tu transexualidad no es lo único que te define, ni para bien ni para mal, solo está ahí y ya, no eres menos que eso.

Fate apretó los labios. Sus ojos se pusieron cristalinos y de un momento a otro, la abrazó, escondiendo su cabeza entre su cuello. Su aliento se entrecortaba y el ritmo de su respiración era más pesada, aun así, no lloró. Tres años de amistad, y Fate no había llorado con ella ni una sola vez, sin embargo, sabía por señales como estas cuando se estaba reprimiendo de hacerlo.

Nanoha movió las manos de su posición y correspondió el abrazo de Fate, con su diestra aferrándose a su espalda y su mano izquierda brindando caricias circulares en la parte trasera de la cabeza de Fate.

No supo por cuanto tiempo permanecieron así, pero seguro fue una cantidad considerable. Una vez que Nanoha sintió que Fate estaba más calmado, volvió a hablar, esta voz con su voz más suave y directo a su oído.

—No es la situación ni el lugar más ideal, pero no se me ocurre un mejor momento que ahora... —ante las palabras de Nanoha, Fate se separó y le miró interrogante— ...te tengo un regalo.

Fate finalmente dejó ir a Nanoha y la encaró de frente. Su máscara de total compostura ya recuperada. Lo que Nanoha daría para que dejara de usarla.

—¿Qué? ¿Por qué?

—Quería dártelo desde hace tiempo, pero no hallaba la manera. ¿Recuerdas a Yuuno-kun y como lo volví a encontrar?

—Sí, dijiste que andabas merodeando por Shibuya —contestó Fate de manera inocente, luego le miró con sorpresa.

—Sí, buscaba algo para ti. Nos encontramos justo porque él estaba comprando una camisa y yo me debatía sobre que sería bueno para ti en medio de la sección de hombres.

—No era necesario, de verdad.

—Sí lo era —negó Nanoha—. Para empezar, por tonta me perdí tu cumpleaños, lo cual es i-n-a-c-e-p-t-a-b-l-e, jovencito. Segundo, quiero ser parte de tu transición, quiero apoyarte en cada paso del camino y ser el soporte que te sostenga cuando estés por caer. Quiero ser ese espacio seguro que necesitas para que tu verdadero yo se manifieste sin miedo a ser juzgado. Comprenderás que reflejar esto en un regalo no es fácil, ¿verdad? También quería que fuese algo que pudieras usar todo el tiempo, para que jamás olvidaras esto que te acabo de decir, que lo recordaras cada vez que lo vieras, pero un brazalete, un collar o un reloj no me parecieron adecuados para eso. También quería que se distinguiera sobre lo demás.

Fate movió la boca un par de veces, queriendo hablar, pero se notaba demasiado impactado por lo que acababa de escuchar. Nanoha por su lado, abrió su mochila y sacó la pequeña caja que jamás abandonó su sitio en los últimos dos meses.

—Espero que te guste... y sobre todo que te sea útil.

—Yo... de verdad no sé qué decir.

—Quizá si lo abres te venga la inspiración —bromeó Nanoha, causando una sonrisa en Fate, una más genuina.

Con delicadeza, Fate quitó los adhesivos que mantenían la caja inamovible y la abrió con lentitud, aumentado el suspenso. A este punto Nanoha no sabía quién estaba más nervioso, si ella o él. Una vez por fin desenvolvió la cartera (en su mayoría negra), envuelta entre varios pañuelos para protegerla, su sonrisa se amplió, provocando que una paz invadiera a Nanoha.

No lo dejó hablar, y continuó con su odisea, al fin y al cabo, Fate habló mucho hoy, ella podía hacerlo también.

—Ya que desde que te conozco te has rehusado a usar los bolsos y carteras que tu madre te da, y guardas todo en dónde caiga, pensé que esta sería una buena opción para que dejes de perder el dinero o tu tarjeta para el bus. Sé que para todo prefieres los diseños sencillos y que no llamen mucho la atención, así que traté de que no tenga ningún estampado, pero los bordes dorados lo son todo, me recuerdan a ti, creando contraste similar al que tu cabello hace con toda tu ropa negra. Y el diseño es lo suficientemente práctico para que lo puedas meter en el bolsillo de tu pantalón o en el cierre frontal de tu mochila.

—Gracias.

Fate siempre era de decir pocas palabras, pero la manera en las que las entonaba, la manera en que te miraba mientras las decía era lo que hablaba más de lo que las palabras mismas pudieran hacer. Fue de las primeras cosas que aprendió sobre él, y parecía que eso tampoco cambiaba.

—¿Qué dices si vamos pasando tus cosas de una vez y así presumes al que nos atienda en taquilla tu nueva adquisición?

—Me parece excelente, aunque no sé si lleguemos a tiempo a la función que planeábamos.

Nanoha tomó la mano libre de Fate y entrelazó sus dedos.

—Bueno, a lo mucho nos saltamos los comerciales. Y en dado caso que sí estemos muy tarde, siempre podemos venir la siguiente semana y pasar hoy lo que nos queda de tiempo en el arcade del tercer piso haciendo competencias.

—Oh, ¿así que el demonio blanco osa desafiarme?

Nanoha sonrió con desafío, sí, el cine quedaría para la siguiente semana.

—Solo si esta vez el ángel negro acepta su derrota.

—¿Derrota? Esa palabra no está en mi diccionario.

—Pues lo comenzará a estar a partir de esta tarde.


Muero de sueño, jelp (?) Traté de mantenerme lo más despierto posible para la corrección pero el trabajo me dejó muerto, así que si hallan errores ya saben por qué.

Originalmente este iba a ser el último capítulo desde la perspectiva de Nanoha e iba a suceder otra cosa más, pero no creí que el apartado de Nanoha y Fate quedara tan largo. Si les soy sincero, no me deja del todo satisfecho porque #DemasiadoDiálogo aparte de que hay que mantener cierto nivel de duda e incertidumbre que sigue acompañando a Nanoha y sin que pareciera propaganda progre o algo por el estilo; aún así me pareció el mejor momento para hablar sobre como Fate (y algunas personas transexuales) suelen ver o vivir las relaciones. El hecho de que veamos esto desde la mente de Nanoha siento que lo hace más especial, con todas sus crisis, contradicciones y demás, aunque acá les tocará a ustedes decirme que les pareció jsjs.

Espero hayan disfrutado este capítulo, nos vemos en la siguiente actualización, donde Nanoha y sus "confusos sentimientos" estarán a tope gracias Ginga asdjkl