Rosas en la habitación

Capítulo XXIII

Resiliencia

Éramos tú y yo el engaño que fingíamos las dos

no podemos vivir con la mentira que éramos tú y yo

esto se acabo…

Se dijo mientras como una reacción automática encendía desesperadamente el auto.

- ¿Ves como si estamos conectadas? - Hablo la rubia mientras abría la puerta de copiloto- Ni siquiera necesite avisarte y ya tenías el auto encendido…esto si es un excelente servicio- La rubia de cabello corto bufo molesta, se supone que se había ausentado de aquella fiesta para pensar con cabeza fría y ahora no tenía el humor para aguantar la voz chillona y ególatra de su novia, la veía de reojo como hablaba y manoteaba contándole sobre los comentarios que recibió y el como todos "bendecían" su relación. No la escuchaba, arranco el auto y mantenía su vista al frente, de vez en cuando dejaba salir algún monosílabo para hacer creer que escuchaba a la mujer que iba a su lado.

-Pero dime ¿tú qué opinas? Al final es tu amiga y debes conocerla más que yo- La rubia freno en seco haciendo que el cuerpo de Minako fuera jaloneado hacia el frente gracias al bendito cinturón había evitado el impacto.

-¡No seas brusca, solo fue una pregunta y ya! - dijo molesta la rubia de cabello largo mientras miraba que se encontraban ya en la puerta de su hogar, si aquella casa que con tanto esfuerzo su novia le había regalado en san Valentín.- Pero si considero que quedarse con todo fue muy bajo mira que prometerle a mi jefe casarse con él para poner todo a su nombre…- Haruka miro a Minako tratando de descifrar la plática que había ignorado durante todo el camino, la voz en la cabeza de la chica solo se escuchaba como una grabación de baja calidad, no podía entenderla ni comprender nada de lo que le decía.

Minako conocía bien esa expresión de su amada, últimamente de las pocas veces que se veían parecía perderse en su mente y no prestaba atención a sus platicas y eso realmente la molestaba, de nuevo la idea de que alguien estuviera entre ellas la consumía y aunque Usagi esa noche había sido muy clara afirmándole que cuando siguieron a Haruka solo encontraron que iba a su trabajo, la Universidad y luego a casa de sus padres, había algo en la mirada de Usagi en sus palabras que no la dejaban creerle.

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::Flash Back:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

¡Necesito Información! - hablo alborotada Minako llegando hasta donde Usagi se encontraba bebiendo una copa, detrás de ella se encontraba Seiya sonriendo mientras miraba a Minako

¿Información sobre qué? - Hablo Usagi haciéndose la desentendida, Seiya coloco su copa en la barra de ese pequeño bar y recargo su mano para poner atención de sobra la plática de las rubias.

-Sobre tu compromiso claro- Miro de reojo a Seiya quien se mantenía sin despegar los ojos de ella.

-Pasas más tiempo con el que conmigo, es raro que no lo supieras, eres su asistente ¿tu te encargas de cuidar esas cosas no? - Usagi sonrió divertida, tal vez el alcohol mezclándose en sus venas le estaba dando la confianza que necesitaba, Seiya sonrió al ver la respuesta de su novia realmente se encontraba orgulloso de que la rubia no se acobardara después de lo que ya sabia sobre su amiga.

-No, ellos suelen ser muy reservados con sus vidas amorosas, en cambio tu y yo somos mejores amigas, casi hermanas… ¡yo estoy muy feliz por ti, así que tienes que contármelo todo! - Tomo la muñeca de Usagi ejerciendo presión, la cara de la rubia mostro una mueca de desagrado el agarre comenzaba a lastimarla, Seiya estaba apunto de alejar las manos de Minako.

- ¡Hermanito!, ¿Enserio anunciar tu noviazgo así? - Hablaba Taiki quien llegaba de improviso, Minako soltó la mano de Usagi y esta solo tomo su muñeca masajeando su pulso.

-A Usako también le tomó por sorpresa, pero creí que un lugar tan aburrido como una muestra de cuadros podría ponerse emocionante- Seiya miro de reojo como Minako se alejaba con Usagi, su novia terminaba su bebida rápidamente y aprovechaba en tomar otra de la bandeja de un mesero que pasaba por ahí.

-Usagi, ¿Qué pasó con Haruka? ¿descubriste algo? – La rubia quien daba un trago a su nueva bebida miro a aquella chica desesperada, claro que disfrutaba tenerla en esa posición quería gritarle todo a la cara, que sabia sobre su amorío con Yaten y que lo sentía por Haruka pero que ahora se encuentra tan tranquila al saber que la rubia regreso con aquella chica que tanto ama, claro por qué nadie sabía mejor que Usagi lo que Haruka sentía por la peliverde-

-Pues…- Volvió a darle un trago a su bebida mirando de reojo a Minako quien estaba impaciente- siendo sincera, me siento un poco triste Minako… creí que estabas genuinamente interesada sobre mi relación con Seiya. - Minako arrugo la nariz y la molestia en su rostro comenzaba a notarse, Usagi mantenía sus ojos en la rubia, podría haberla engañado con su falsa amistad pero conocía tan bien a esa rubia que sabia que estaba apunto de explotar.

-Tu noviazgo con Seiya ¿va de maravilla no? tan solo mírate, un outfit de más de 8,000 dólares, ese es un Versace…-Usagi miro su atuendo, un vestido corto arriba de las rodillas, ajustado a sus curvas, color negro con grecas bordadas con lentejuelas doradas y plateadas, a la altura de los hombros unos tirantes que parecían hacerse más delgados con el signo de la V en metal color dorado, Usagi sonrió y dio una vuelta burlonamente, Minako estaba mostrando su verdadero ser y tal vez un escandalo era mucho mejor para animar esa aburrida galería.

¿Desde cuánto te volviste una experta en moda Minako? - Negó con su cabeza, trato de pensar las cosas bien pero ese movimiento solo hizo marearla más.

-Usagi, borracha eres insoportable… tal vez no fue Seiya quien compro eso, tal vez con todo el dinero que cayo en tu cuenta por un trabajo de un cliente, cliente que se encuentra frente a ti furiosa por no ver los resultados…-Usagi sonrió, claro que quería tenerla en la palma de su mano suplicando.

-Primero no estoy ebria, segundo el dinero que me depositaste está intacto, ¿Quieres un reembolso? y en tercer lugar... sí seguí a Haruka todo un día- Minako sentía la adrenalina en sus venas, si esa rubia no hablaba rápido juraba que iba cachetearla en ese momento, Usagi sentía la desesperación de la mujer frente a ella termino de golpe su trago.

-Deberías dejar de ser tan insegura, amiga, Haruka te ama y es fiel, solo fue a la universidad, después al trabajo en un hotel y por último a casa de sus padres, llego tarde por que estaba en la cena familiar. - Sonrió mientras por su mente rondaba aquella malévola idea, estaba mintiéndole a Minako y se iba asegurar de hacerle quedar como una estúpida.

- ¿Cena familiar? - Usagi asintió levemente.

-Si ¿no lo sabias?, Haruka cada mes va a cenar con sus padres, inclusive yo llegue a asistir a algunas cuando aún era novia de Mamoru ¿A ti no te han invitado aun? - golpe bajo que Usagi había lanzado con toda la malicia incluida, sonrió al ver como Minako ocultaba incomoda su mirada, tomo de golpe un trago que había permanecido ya un buen tiempo en sus manos.

-sobre el vestido, nahh... este lo tenía guardado hasta etiqueta tenia, fue un regalo de Mamoru, uno de sus tantos regalos que aún no había usado, antes de ti yo también vestía de diseñador es solo que… supongo que la Minako antigua nunca lo noto... -el ambiente comenzaba a calentarse, Usagi no estaba midiendo sus palabras, el intentar humillar a Minako la hacía sentirse poderosa, en su mente solo estaba el recuerdo de la rubia refiriéndose a ella como la tonta Usagi que no tiene en donde caer muerta, eso encendía su ira, necesitaba alcohol, necesitaba valor para gritarle todo a la cara, suspiro dispuesta a rematar a la chica frente a ella pero sintió una mano en su hombro a la vez que frente a ella se aparecía esa mujer despampanante.

- ¿Que tal su noche, Señoritas?, Nyanko creo que nos pasamos de copas, ¿Ves doble igual que yo? - hablo Galaxia divertida al ver el parecido de las dos rubias intentando dispersar el tenso ambiente que se vivía entre las rubias el cual había observado a una distancia prudente.

-Galaxia ¿tú aquí? En fin…, te presento a Tsukino Usagi, mi novia- se apresuró a decir Seiya quien segundos antes había tocado el hombro de la chica, el se había mantenido atento a los movimientos de su novia, sabía que estarían discutiendo, además Usagi seguía herida por lo que había escuchado de Minako y nadie se quedaría sin hacer nada después de ello.

-Usagi, una señorita muy afortunada ¿no? - miro a de reojo a Minako, sentía la ira de aquella rubia quien se había mantenido en silencio sin hacer alboroto como era su habitualidad.

-El afortunado soy yo- Minako rodo los ojos, acto que paso desapercibido por todos o casi todos, Usagi seguía atenta a la rubia, quería aventarse sobre ella, arañar su rostro y gritarle quien era la tonta ahora, pero tenía que aguantar, quería verla quedar como la tonta Minako y ella estaría ahí para reír al final.

-Seiya...me siento un poco mareada, ¿puedes acompañarme por un taxi? - llamo la atención de su novio después de saludar amablemente a la mujer frente a ella, aunque sabía bien de quien se trataba no disfrutaba estar ahí, aquella mirada naranja hacía que su estómago se revolviera, pero a Minako parecía fortalecerse con la presencia de esa cantante.

-Claro, pero reserve una habitación para ti en el hotel de aquí cerca ¿vamos? - Seiya se despido de las tres chicas con una sonrisa y encamino a su novia perdiéndose en el pasillo hacia la salida.

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::Flash back:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

El golpe en el vidrio la saco de sus pensamientos, miro como Haruka golpeaba levemente el vidrio, Minako abrió la puerta aturdida.

-Entiendes que no soy la única, tu también sueles divagar e ignorarme ¿acaso me enojo por ello? - pero aquellas palabras no venían con ternura o como en broma, Haruka parecía molesta.

Haruka se dirigió a la casa, paso por la sala y se encerró en el baño de la recamara, Minako espero pacientemente, decidió que acostarse en la cama solo en ropa interior sería la mejor decisión, esa era la señal para pasar una noche en vela derrochando pasión, pasaron una, dos horas, tal vez más. La chica texteaba en su celular revisando sus reuniones del día siguiente, miraba la puerta de vez en cuando.

Haruka estaba bajo la ducha, sus ojos cerrados, trataba de acomodar sus pensamientos, intentando fallidamente que coincidieran con su corazón. No soportaba imaginar a su sirena llorando por culpa de ella, sus lágrimas se fundían con las gotas de agua de la regadera. Salió dispuesta a terminar con todo, pero se encontró a la rubia plácidamente dormida, no iba a despertarla para terminar con ella, podría esperar al día de mañana.

Su mañana era un verdadero caos, cuando despertó se encontraba sola en la cama, en el espejo del tocador una nota de Minako explicando lo ocupada que estaba por esa tal fiesta que tal vez regresaría el domingo, bufo molesta y salió a su trabajo en donde nunca podía estar distraída por que siempre había algo que salía fuera de planes y ella no estaba en condiciones de concentrarse, en su cabeza solo se encontraba el mensaje de Setsuna, pidiéndole llegar a casa para tener una plática.

Amm Tenoh-hablo la chica de recepción mientras la veía llegar, Haruka sonrió esa chica nunca sabia como dirigirse a ella, algunas veces joven otras señorita y la mayoría del tiempo Tenoh así a secas.

Señorita Midori ¿llegue muy tarde? - Midori sonrió al ver a la chica frente a ella no podía negar que esa mujer era muy guapa.

No...no la Sra. Meioh ni el Sr. Chiba han llegado, yo... yo solo quería felicitarla, además sale muy bien en la foto-dijo ofreciéndole un periódico en donde la plana se dividía entre Usagi con Seiya y Minako plantándole ese beso.

Ah... gracias... -dijo sin emoción; brillando por su ausencia Setsuna y Mamoru no se presentaron o tal vez evitaban a la rubia quien paso toda la tarde en su oficina, la cantidad de reservaciones para el próximo fin de semana era desorbital y tenia a más de una celebridad subastando por la suite de Tokyo de Crystal.

Suspiro y vio el reloj de su computadora 7:00 en punto ¿tal vez era hora de enfrentar su destino?

XXX

Salió corriendo de casa, el día estaba cerca y lo que menos quería es decepcionar a aquellas personas que estaban poniendo toda su confianza en ella, subió a la camioneta que la esperaba y se sorprendió al no ver a sus jefes dentro.

-Pareces sorprendida- Minako asintió y sonrió.

-Creí que los chicos estarían aquí - dijo tomando lugar y abrochando su cinturón.

-Ayer quedamos en desayunar juntas, aún tenemos algunas horas antes de ver los puntos finales. Espero que no te moleste que tomemos el desayuno en mi oficina, es muy temprano para los paparazis. -Minako asintió a las palabras de Galaxia quien sorpresivamente estaba invadiendo su vida.

Ambas sentadas en una mesa de mármol negro, el desayuno estaba servido, vio como aquella chica de cabello negro Nyanko era su nombre, colocaba todo en la mesa tomaba un termo con café, hacia una reverencia y salía de la sala.

-No, no te ves como ella, no eres como ella si eso es lo que te estas preguntando-La rubia se sonrojo al instante, -tu para los hermanos Kou eres especial... pero no quiero platicar de la asistente de los Three ligths, quiero saber de ti Minako... ¿Qué es lo que realmente deseas? - Minako bajo su mirada a la taza de café que tenía, regreso sus ojos azules a los naranjas que la miraban fijamente, esa confianza que derrochaban la inundaba por todo su ser.

¿Quién lo imaginaria? Años atrás se esforzaba por reunir la cantidad de las entradas para sus conciertos, aunque fuera el boleto más económico y ahora estaba ahí, tranquilamente desayunando junto a ella, como si fueran amigas de toda la vida, siempre renegó de su suerte o el destino y ahora el universo estaba dándole lo que merecía, la estaba llevando a la cima poco a poco.

Ehm... bueno yo jamás creí que llegaría hasta aquí, a veces aun siento que en cualquier momento despertare de este sueño, pero mientras lo sigo viviendo quiero ir más allá, siempre eh anhelado estar arriba de un escenario, los deslumbrantes reflectores nublándome la mirada, una banda detrás esperando mi señal y un tumulto de gente coreando mi nombre… Minako... Minakoooo... -Galaxia observaba a su acompañante, esa energía que trasmitían los seres humanos cuando contaban su más grande anhelo era la que más le gustaba, aquellos ojos llenos de deseos, aquel estado de vulnerabilidad cuando soñaban despiertos la atraía considerablemente. Minako era lo que necesitaba y no iba a dudar ni un poco en apropiarse de ella.

-Minako...no… me gustaría más Venus, como la diosa del amor, como el amor que sientes por tu trabajo, por tus sueños, por tu guapa novia... ¿suena mejor no?, Minako yo puedo hacer tus sueños realidad, yo hice a los Three Ligths, son un fenómeno mundial. Yo puedo hacer que Venus se convierta en la numero uno, pero esto conlleva mucho más que un pacto de sangre, esto lleva esfuerzo, dedicación, trabajo duro y toma de algunas decisiones que no siempre serán amables-Galaxia guardo silencio, la rubia volvió su mirada a la taza de café. ¿Era esta la oportunidad que tanto imploro?

¿Por Venus, la diosa del amor? - llamo la atención de la chica sosteniendo su taza en posición para brindar, Minako la miro y aquella pasión en los ojos de Galaxia la sedujo por completo.

¡Por Venus! - dijo Minako mientras sus tazas chocaban como si de copas de cristal se trataran, fuera de aquel salón, tras la puerta Nyanko escuchaba aquel improvisado brindis, suspiro y sonrió.

-No cabe duda que siempre logra lo que se propone, mi señora Galaxia-susurro para sí misma.

XXX

Se alegro al ver que su llave entraba sin problemas, estaba segura que las cerraduras habían sido cambiadas con lo exagerada que era Setsuna, entro despacio, la casa se encontraba en silencio frente a ella pasaba Mamoru quien al verla sonrió amargamente, le señalo la cocina y le deseo suerte en voz baja, deseando que alguna fuerza divina la protegiera del moustro con el que se enfrentaría.

-Hola...-dijo llegando hasta aquella barra, esa fiel confidente que sabia todos los secretos de familia, se sentó en un banquillo y puso sus manos sobre aquella placa de granito negro.

-¿Qué tal todo en el Hotel? vi que el próximo fin de semana estamos llenos y esa pelea campal por las suites, si te soy honesta la disfrute, bueno siempre trato de ser honesta o al menos con mi familia- hablo la peliverde dándose media vuelta y enfrentando a la rubia, Haruka sintió un terror recorrer hasta sus huesos, aquel tono de voz lo conocía bien pero esa mirada penetrante, juzgándote a cada instante, devorando tu alma para saciar la sed de cualquier sentimiento nada benigno nunca la había visto.

-sin rodeos, por favor- atino a susurrar la rubia al ver como aquel hombre pelinegro, aquella figura paterna y que amaba, se colocaba junto a su madre, cruzándose de brazos, con una mirada llena de decepción.

-Eres tú la que tiene que comenzar a hablar sin rodeos- hablo firmemente el hombre, su semblante serio hacía que la garganta de la rubia se secara rápidamente.

-Yo... no tengo excusas, pero... lo de Michiru y Yo fue solo una interpretación de Uds., algo que se nos salió de las manos, no supimos que contestar en ese momento, estábamos apenadas y nerviosas, las palabras no salieron y nosotras solo... solo somos amigas. -rasco su nariz y bajo su mirada, aquellas palabras realmente le dolían.

La cara de decepción de Mamoru fue aún mayor y es que las palabras que salían de la boca de Haruka y sus expresiones no eran convincentes, había algo más, les estaba ocultando algo.

-¿Y ella? - hablo furiosa Setsuna mientras le lanzaba a la mesa una revista, compartiendo portada con Seiya y Usagi estaba inmortalizado aquel beso y ese escandaloso titular "Sus corazones ya tienen dueñas", bufo molesta al ver la publicación.

-No es lo que crees- desvió su mirada verde hacia otro lado evitando seguir viendo el papel frente a ella.

- ¿Ella también es una amiga? - La rabia que recorría el cuerpo de Setsuna ya no se podía ocultar más, estaba comenzando a desquiciarse.

-bueno, es que todo es confuso y...- la rubia no era capaz de acomodar las palabras, se sentía acorralada.

-Pues ayúdame a entenderlo, ¿piensas que soy tonta, estúpida o algo por el estilo? - un paso hacia delante para quedar mas cerca de aquella rubia, se sentía arder quería tomarla de los hombros y estrujarla hasta hacer escupir todas las respuestas que necesitaba.

-No es eso es que... Minako y yo no...-quería gritarlo, deseaba que al momento de decirlo, todo lo que había pasado desapareciera, quería incluso que Minako desapareciera de la tierra.

- ¿Minako no es tu novia formal y Michiru es solo una amiga? - la rubia asintió más por reflejo que por respuesta pues el tono de Setsuna se volvía más amenazador, sus manos en la cintura, su mirada carmín puesta sobre ella, quería salir huyendo de ahí.

-¿Entonces es normal besarte con las que no son tus novias y acostarte con tus amigas? ¿Amy también es una de las afortunadas? -Mamoru tomo rápidamente la muñeca de Setsuna quien impulsivamente iba a lanzarse hacia Haruka.

Tras uno de los muros que dividía la cocina del resto de la casa unos ojos azules se abrieron asustados; Michiru había bajado llena de valor para aceptar su culpa, decirles que sabia todo desde antes, pero al escuchar la discusión decidió aguardar hasta el momento en que podría entrar, pero aquella confesión la hizo helarse ¿Cómo sabia Setsuna sobre eso?, el valor desapareció, la pena se distribuía en cada parte de su cuerpo.

Haruka sintió helarse su piel, se levanto impulsivamente del banquillo, miro el agarre de Mamoru y los ojos de Setsuna que parecían llamaradas ardiendo y claro que ardía.

-Haruka, no lo intentes negar por que solo harás que nuestro enojo aumente. Setsuna y yo estuvimos de acuerdo en colocar un circuito cerrado en toda la casa después del incidente de la bañera… nunca te lo dijimos porque sabíamos que no lo entenderías- Ahora era Mamoru el que seriamente tomaba la conversación, su voz tranquila pero severa reflejaba la decepción que sentía, Setsuna respiraba escandalosamente.

-Que considerados ocultar que violaban mi privacidad- hablo sarcásticamente

-No Haruka, no cambies el tema ni quieras hacerte la afectada, aquí la única que sale perdiendo es Michiru, ¿tienes idea de lo que sucedió cuando te vio besarte con esa chica? - Setsuna estaba gritando, mientras era detenida por Mamoru, era ahora o nunca, Michiru tenia que demostrar que no era una víctima, que era capaz de enfrentar sus errores se estaba cansando de ser la santa Michiru.

-Yo estuve de acuerdo- Todos voltearon a la voz que resonó en aquella cocina, Michiru camino firmemente y se coloco a un lado de Haruka, tomo su mano demostrando que se encontraba jugando para su bando.

-¿Qué?- exclamo Setsuna soltándose de Mamoru

-Que yo ya sabia sobre la existencia de Minako… y aun así decidí aceptar mis sentimientos por Haruka, no quería cometer el mismo error de tiempo atrás cuando tuve que irme de japón. Debo confesar también que sobre lo del sexo no fue planeado ni con intenciones simplemente paso y además de esa vez solo ha pasado una vez más… y fue hasta hace poco que nosotras decidimos ser amantes, fue el día de la cena… yo estuve luchando por todo esto que siento pero…- Setsuna miro hacia arriba como pidiendo clemencia, fijo sus ojos en Michiru, esa aterradora mirada hizo que la aguamarina se callara, apretó la mano de Haruka y dio un paso hacia atrás.

- ¿Esto es una broma verdad? - Michiru negó con la cabeza, Setsuna apretó los dientes molesta-

-Sé que tu situación es difícil Michiru y te considero parte de esta familia, así que puedes quedarte, pero debo decirte que me decepcionas, ¿Enserio, ser la otra? La que esta escondida mientras el mundo celebra la relación de Haruka y la chica rubia, que poco te quieres- Paso por un lado de Michiru mirando de reojo a la chica quien bajo la cabeza al escuchar aquellas palabras- ah y Haruka, por favor no regreses hasta que soluciones tus asuntos- La mujer de cabello verde salió de aquella cocina, minutos después se escucho como la puerta de su recamara se azotaba fuertemente.

Mamoru miro a las chicas frente a él que seguían tomadas de la mano con la mirada baja.

-No me enorgullece esto, Michiru yo no soy nadie para juzgar tus actos, pero tu sabes que haces mal ¿verdad? Y que no es justo que la otra chica no sepa lo que ha pasado y esta pasando aquí. ¿Te gustaría estar en su lugar? Y Haruka sé que si realmente amaras a… Minako ¿es su nombre verdad?, si realmente estuvieras enamorada de ella… no estaríamos presenciando esto, así que voy a ser muy directo ¿Por qué no la terminas? -Haruka Levanto la mirada ante Mamoru, sus ojos estaban quebrándose, Michiru Miro a la rubia y suspiro.

-Minako nunca creyó que yo solo sentía amistad por Michiru, no se equivocó- sonrió un poco- pero ahora que esta como la asistente del ex novio de Michiru, tengo miedo que si la dejo ella venga hasta acá, Ayer en esa fiesta me enfrento diciendo que yo tenia una amante y me aterra el hecho que descubran donde esta Michiru…-Aquella nueva información golpeo a la aguamarina desprevenida.

-Haruka estas jugando con fuego, esas personas son peligrosas, tu madre tiene razón debes de resolver tus asuntos, apropósito les pido una disculpa, por todo lo que dijo sobre el que no tienes amor propio Michiru, ella es sensible a estos temas; iré a ver como esta… permiso- Haruka volvió a sentarse en aquel banquillo, escondió su cabeza entre sus brazos y el granito, Michiru solo acaricio su espalda.

-No quería que esto pasara, nunca imagine que…- Vio como la rubia levantaba de nuevo su cabeza, sus mejillas comenzaban a pintarse de rojo.

-Ellos nos vieron…-Michiru desvió su mirada sonrojándose.

-Espero que… no hayan visto hasta el final sabes, ósea que…- carraspeo su garganta y paso una mano por su corto cabello rubio.

-Haruka, ¿Qué es el incidente de la bañera? Acaso tu… ¿fue por mí? - Haruka atrajo a la chica y la abrazo fuertemente, Michiru recargo su cabeza en el hombro de Haruka-

-Nada sirena, nunca lo menciones, eso ya quedo atrás- susurro la rubia mientras las lagrimas caían sobre el cabello de la aguamarina.

Notas del Autor:

¡Bienvenidos a una biblia más! lo que quiera es ya seguir avanzando en esta historia, por que me muero por escribir las escenas que día con día están en mi cabeza. hay muchas cosas en las que no voy a profundizar pero que nos ayudan a conocer un poco más de los personajes.

Ya sé...les duro muy poquito la miel a las Harumichi, pero no debemos normalizar las infidelidades.

Sobre Usagi y Minako ya sé, ya sé…piensan que es poco para lo que Usagi siente por la rubia, pero la venganza chicos es un platillo que se sirve frio y se disfruta poco a poco.

Espero que les haya gustado y sin más nos vemos en un próximo capitulo.

Con amor Michiru Asami.