Yuzu Araki. Los Dorados están brillando en el amor como has dicho. Aspros y Chris entrenando juntos, pero la pasan bien; Albafíca y Agasha, estarán en la soledad, pero se amarán el uno al otro; los dos italianos haciendo el tonto como siempre; Kardia y Calvera siendo los dos unos disfuncionales funcionales; Suikyo y Degel, la pareja que más me gusta escribir la verdad, ahora toca una pareja que se nos va por otro nivel jeje.

.

nadaoriginal. El romance avanzó en gran parte, pero es que no sabes a lo que se viene ahora, vas a quedar perplejo jaja. Kardia, es que ese tipo es el puto amo jaja.

.

Sin más, comencemos…

.

.

.

Llegó un día que la verdad nadie se esperaba, pero, sin embargo, así fue.

- No me lo creo, aun no me pienso eso.

- A ver buscador de lolis, te lo diré de nuevo, deja que tu sobrino sea feliz, al final de todo él también merece una felicidad como esta – Saori le hablaba al Caballero de Sagitario, pero esta vez no estaban en la casa de Sagitario, sino que al igual que los demás Caballeros Dorados estaban en la Cámara del Patriarca alistando la habitación para llevar a cabo un evento.

- Lo sé, peor es que… es aun joven y no quiero que cometa un error tan pronto en su vida.

- Vamos hombre, es cierto que es el más joven de los Dorados y aún tiene experiencia, pero tu sobrino es fuerte, con solo verlo de te das una idea de que él podrá proteger a su amada de todo peligro.

- Lo sé, pero…

- Tío Sísifo, que lindo se ve todo – el Caballero de Leo, Regulus, estaba llegando ahí mirando todas las decoraciones.

- Regulus, realmente está todo casi terminado para que se lleve a cabo tu boda y todo – así era, el evento era la boda de Regulus con Conner Lugh, algo que nadie se esperaba ya que siendo el muy joven se casara con una chica – por cierto, Regulus, ¿estás seguro de que quieres casarte? Aun eres joven.

- Lo sé tío Sísifo, pero el hecho de que ella se me confesó y me dijera que se quería casar conmigo es algo que realmente me dejó sorprendido, pero acepté ya que recordé como papá estaba antes.

- Ilías estaba en relación con una ninfa y de ahí naciste tu Regulus… ¿entonces seguirás los pasos de mi hermano?

- Sí, espero ser un buen padre como lo fue el mío, aunque siempre pensé que él era raro y todo, pero al menos sé por lo que lo hacía.

- Lo entiendo, Ilias así era, aun así, siempre estoy preocupado de que la boda no se lleve a cabo como se espera.

- No te preocupes, ya verás que todo saldrá bien – exclamó el castaño menor bastante calmado y se le notaba confiado, algo que Sísifo no entendía ya que ese día era un momento muy importante para cualquier persona, pero antes de que siguiera con eso, Saori lo calló.

- Esa es la actitud Regulus, ahora ve con tu chica a disfrutar del día – Leo se fue del lugar, aun así, las decoraciones finales se estaban poniendo, Sasha estaba mirando todo y ella estaba encantada de esto, el Caballero de Pegaso de esa era llegó a ella – Tenma.

- Esto está hermoso Sasha, no pensé que tuviéramos una boda aquí en el Santuario – el castaño miró fijo a su amante/amiga – ¿te gustaría casarte alguna vez?

- B-Bueno… la verdad es que sí me gustaría hacerlo, lo digo porque si es contigo, entonces no me importa de que la gente me empiece a ver diferente y que los dioses del Olimpo quieran replicarme sobre esto, voy a decir que al final si me gustaría contraer nupcias contigo.

- Sasha – Tenma estaba sonrojado y solo estando los dos en ese espacio alejado, las manos estaban tocándose, pero cuando estaban por hacerse con fuerza el agarre, apareció la otra pareja del castaño.

- Tenma-kun, ¿Por qué no me agarras la mano a mí también? – eso asustó a ambas.

- ¡¿Cuándo llegaste aquí Kitalpha?!

- Llegué rápido, pero de nuevo, dime, ¿Por qué no me agarras de la mano? – la peli carmesí agarró la mano del castaño y se lo llevó algo lejos de la diosa de ese siglo, aun así, Sasha no se quedaría de brazos cruzados.

Por otro lado, el Caballero de Leo corrió rápidamente hacia donde vivía su futura esposa quien estaba con sus criadas en el castillo alistándose algo para la boda.

- ¿Cómo me veo Failinis? – preguntó Conner a su guardiana, la pequeña rubia estaba con su vestido de bodas el cual era blanco, así como los modernos.

- Se ve hermosa señorita Conner… realmente muy hermosa.

- Gracias, no puedo creer que la diosa Athena lo haya confeccionado para mí.

- Sí, aunque tengo que decir que no había visto un vestido de esa calidad, es más, que usara el blanco es algo muy extraño.

- Según lo que dijo la diosa Athena del futuro, es una tradición que en las bodas se casen con el color blanco, pero hay algo que no me esperé que me dijera y es que no hay que dejar que Regulus-kun mire el vestido porque es de mala suerte.

- No sé de donde viene eso, pero si es su deseo, con gusto lo haremos.

- ¡El joven Regulus está llegando! – eso alertó a Failinis y a las demás criadas, por lo que sin más fueron al encuentro del joven Dorado quien estaba llegando con todo al castillo.

- ¡Ya llegué Conner!

- ¡Joven Regulus, no puede estar aquí!

- ¿Por qué?

- La diosa Athena ha prohibido que usted vea a la novia antes de la boda, según en palabras de la diosa Athena, es de mala suerte que el novio vea a la novia con el vestido antes de la boda.

- ¿En serio?

- Sí, es más, por eso le pido que espere hasta la boda, después de todo, aún falta tiempo para que se lleve a cabo.

- Ok, no entiendo mucho, pero lo haré – el estómago del Caballero rugió – vaya, parece que la tremenda carrera que pegué me hizo darme hambre, iré a pescar algo, ya regreso.

- ¡Pero no se tarde joven Regulus! – el castaño se fue a un lago cercano de ahí y estaba mirando las cristalinas aguas en las cuales se podían ver muchos peces nadando.

- Excelente, hace tiempo que no como algo así de delicioso, ¡a pescar! – el chico se despejó de la armadura y este se lanzó sin más al lago a tratar de tomar algunos pescados, este no tuvo problemas en ver varios de estos nadando por ahí y fue hacia ellos.

Regulus era como un león hambriento buscando presas, por lo que usando sus manos logró tomar varios de estos, pero los sacó del agua, por alguna razón este sintió la necesidad de dejarlos ahí y eso hizo. En eso, se le vino a la mente cuando su padre estiró su mano y atrapó dos que, según sus palabras, su tiempo había llegado, así que intentó recrear eso mismo que hizo Ilias de Leo en su tiempo.

- Qué los peces vengan hacia ti… no tu a ellos – pensaba con la mente en calma, Regulus estiró sus manos y unos segundos después, sintió dos animales en su palma y al ver, se dio cuenta de que eran dos peces, esto lo lleno de felicidad – ¡qué bien! ¡Lo logré! Ahora si me he comunicado con la naturaleza y lo mejor… ¡a comer!

Juntando unas cuantas ramas y hojas y usando su Plasma Relámpago, el Caballero logró hacer una fogata en la que comenzó a asar los pescados por lo que solo esperó a que estos estuvieran. Regulus se acostó frente a la fogata y cerró los ojos sin darse cuenta de que cayó en brazos de Morfeo.

Cuando menos acordó, se levantó de golpe, pero en eso miró que Conner estaba parada frente a él y estaba algo sonrojada.

- ¿Conner? ¿Qué pasó? ¿Cuánto tiempo me dormí?

- No lo sé, pero creo que al menos llevas una hora porque las chicas me dijeron no hace mucho que dijiste que irías por estos lados – respondió con sinceridad la rubia, el castaño se levantó estirándose un poco, pero siempre notaba la mirada de la chica algo desviada.

- ¿Qué pasa Conner?

- Es que… estás sin camiseta – era cierto, Regulus comprobó esto mirándose, pero este no parecía darle importancia.

- No te preocupes, estaba cocinando y creo que… se me quemó el pescado – su alimento estaba más negro que el carbón – supongo que tendré que pescar más.

- ¿En serio? – antes de que siguiera, la rubia de ojos azules fue arrastrada por el Caballero de Leo de nuevo al lago, cabe decir que Conner estaba con ropa normal, su vestido ya había sido probado, cuando menos acordó esta ya estaba al lado del cuerpo de agua – ¡¿Regulus-kun?!

- ¡Al agua pato! – el castaño saltó con Conner al lago por lo que ambos terminaron mojándose, para el caso del Caballero era algo que hacía normalmente; por otro lado, la rubia estaba asombrada de eso ya que no era de hacer ese tipo de actos, pero esta le encontró el lado divertido por lo que empezó a reír una vez que salieron a la superficie.

- Jajajaja, eso fue divertido.

- ¿Verdad que sí?

- Sí, déjame decirte que en mi infancia no probé algo así, pero ahora que me voy a casar con el chico que me gusta… realmente espero que podamos tener este tipo de momentos más Regulus-kun.

- Así será, espero poder hacer algo divertido, pero hay algo que tengo que hacer – el castaño se empezó a acercar a la rubia la cual por un momento supo que haría el Dorado por lo que solo cerró los ojos esperando un beso, pero la cosa fue otra ya que Regulus solo fue por unos pescados que iban cerca de la rubia – los tengo.

- ¿Eh?

- Unos peces estaban cerca de ti y los atrapé, podríamos comerlos – aunque se decepcionó un poco por no recibir un beso, eso lo olvidó rápidamente y se enfocó en pasar tiempo con su chico, Regulus cocinó los peces y los comieron, para Conner era algo nuevo hacer algo así, pero le encantó, además de que el pescado estaba bueno.

- ¡Señorita Conner! ¿Dónde estaba?

- Aquí pasando el tiempo con Regulus-kun – aunque la sirvienta de Conner quería decir algo, la rubia se notaba muy feliz de todo eso por lo que no habló de más y ya con eso estaban listos para volver al Santuario para llevarse a cabo la boda.

Regulus se puso su armadura dorada y se fue hacia el Santuario primero, Conner y las suyas llegarían en algunas horas ya que querían que fuera sorpresa, por lo que al joven león solo le quedaría esperar a que todo se decidiera.

Llegada muy de noche, ya todo estaba listo. La Cámara del Patriarca estaba con todos los Dorados junto con varios de Bronce y Plata esperando a que todo comenzara de golpe. Gracias a Saori había música y demás cosas que en ese tiempo no existían como luces eléctricas mediante baterías y cosmos que hacían que el lugar estuviera bien iluminado.

Sage y Hakurei estaban a un lado junto con Saori, siendo Sasha quien los casaría, ni que decir que Regulus estaba en el altar con su Armadura Dorada, siendo que era una tradición de los Dorados casarse usando sus ropajes sagrados.

- Ahí viene la novia – susurró Sasha mirando a Conner entrando por la puerta usando su vestido de novia, la música de bodas comenzó a sonar gracias al celular de Saori, todo el mundo estaba encantado mirando la belleza que era Conner, incluso alguien medio tonto como Regulus admitía que se veía linda usándolo. La rubia llegó al lado de su pareja, ambos se miraron muy felices.

- Te ves bien – el castaño le dio un cumplido.

- Hoy es un día especial en donde la joven Conner Lugh y el Caballero Regulus de Leo unirán sus vidas en sagrado matrimonio, dirigida por mí, la diosa Athena, la cual me encuentro complacida de poder llevar a cabo dicha unión – Sasha dirigió muy bien la ceremonia, es más, los votos de matrimonio se llevaron a cabo con normalidad y se les notaba muy en serio, Regulus se había comprometido en esto en serio.

- Me pregunto qué diría Ilias si mirara a Regulus en este momento – pensó Sísifo con una pequeña sonrisa en su rostro.

- Si hay alguien que se oponga a la unión de Conner y Regulus, que lo diga ahora o que calle para siempre…

- ¡Es puto! ¡Regulus es puto! – una voz gritó rápidamente alarmando a todos.

- ¡Kardia, ¿Qué haces?! – las risas se escucharon de parte de muchos, Calvera tuvo que regresar al Caballero de Escorpio quien se estaba matando de la risa – ¡¿Qué demonios fue eso?!

- Jajajajajaja, te luciste, no pensé que lo harías – Ikki era el que se estaba muriendo de la risa, él y Kardia habían planeado eso.

- De veras que los dos son pendejos – susurró la mexicana.

- B-Bueno, continuando, como miro que no hay nada que objetar, en el nombre de mi figura, la diosa de la guerra Athena, los declaro marido y mujer, pueden besarse.

- ¿Qué hago ahora Conner?

- Esto – la chica le dio el beso en los labios, Regulus simplemente se dejó llevar a lo que todo el mundo explotó aplaudiendo con fuerza, ya el menor de los Caballeros Dorados estaba casado.

La recepción de la boda fue genial, ni que decir de cuando Ikki arrastró a Seiya el cual comenzó a tocar la guitarra, el peli azul llamó a todo el mundo para cantar, siendo el Fénix quien eligió una canción.

- Hasta el final de la noche, si les gusta bueno y si no, cómanme un huevo – la guitarra de Seiya comenzó a sonar mientras que el Fénix comenzó a cantar.

Zambayonny – Milanesa de pija

.

Esta noche hay

Milanesa de pija

Esta noche hay

Milanesa de pija

Hoy no me puse los zapatos italianos

Ni guarde un champagne helado en el congelador

No reserve un par de entradas al teatro

Ni me hice el cool barato con manjares del Japón

Hoy no cargué con Jazz Fussion las compacteras

Ni leí nada de Kundera para comentar con vos

Hoy no saqué una de Tim Burton ni estudié la toco y canto

Ni alcance a ducharme con el apuro

Pero esta noche hay

Milanesa de pija

Esta noche hay

Milanesa de pija

Hoy no te traje ni una flor ni un chocolate

Ni promesas en un yate ni te hice una canción

Hoy no me puse mi perfume de parranda

Ni compre forros que hablen ni alquile un consolador

Hoy no me acuerdo ni una historia del pasado

Para contarte animado como cualquier anfitrión

Y no me queda ni un pulgar de marihuana

Para que te rías de nada y te sientas mal mejor

Pero esta noche hay

Milanesa de pija

Esta noche hay

Milanesa de pija

.

- ¿Qué demonios está cantando? – susurró Saori dándose un face palm en la cara.

.

Hoy no escondí la camarita en los adornos

Ni me puse el bóxer porno que compré en constitución

Hoy no cambie las lamparitas y quedó medio sin guita

Mi montaje sexy de iluminación

Pero esta noche hay

Milanesa de pija

Esta noche hay

Milanesa de pija

.

- Ahí tuvieron – el recibimiento de la canción fue de dioses, mientras tanto Regulus y Conner estaban riendo por eso.

- Al menos fue entretenido.

- Sí, así lo fue Regulus-kun – sonrió la rubia a lo que el castaño hizo lo mismo.

- Por cierto, ¿Cuántos hijos vamos a tener?

- ¿Eh? ¿H-Hijos?

- Sí, luego de casarnos… vamos a tener hijos – obviamente la cara de Conner estaba roja por eso, pero de eso, solo supondríamos que pasaría más adelante con la pareja más joven hasta ahora casada.

.

.

Continuará…