Capítulo 31 "Preparativos y sorpresas"

Cevdet cerró la puerta del despacho del comandante Vasili y se acercó con cuidado…

-Te veo disperso, Cevdet… ¿qué es lo que ocurre?

-Estoy preocupado, señor… pretendo que usted no malinterprete mi ausencia en su casa… pero han ocurrido muchas cosas, sumadas a la salud endeble de mi madre…

-Coronel… yo no soy tonto, me doy cuenta de lo que ocurre…

-¿Cómo dice? ¿de qué se da cuenta?

-De que tu mujer se siente algo incómoda aquí… y tú estás enamorado de ella… me cuesta trabajo comprender eso, con VeroniKa siempre tuvimos una buena relación, pero se ha enfriado a lo largo de los años…

-Es que… Azize es…- dijo y sonrió sin poder evitarlo- una mujer increíble…

-Seguramente lo es… y por eso pasas más tiempo con ella en tu casa, y buscas cualquier excusa para hacerlo… escucha… si no te desvías de tus obligaciones, puedes quedarte en donde quieras… te ofrecí venir aquí porque creí que tu familia no aceptaría tu cambio, pero veo que el cariño está más allá de cualquier bandera… y eso me gusta…

-Me alegra, general… sobre todo si me siento comprendido…

-Lo estás… y también un poco envidiado…- dijo sin mirarlo el hombre y Cevdet asintió.


Azize levantó la tela bordada que Yakup le había hecho traer a Yildiz para su casamiento y sonrió. Ella y mamá Hasibe cocían muy bien, pero Cevdet había insistido en contratar a una modista para hacer más rápido y que sea menos trabajoso.

Yildiz estaba feliz esos días y se pasaba largas horas sentada conversando con Yakup, poniendo en claro cosas sobre su futuro y lo que ella quería lograr.

Esa misma tarde, cuando la chica volvió del hospital junto a su hermana, Azize estaba contándole las novedades a mamá Hasibe y las recibió con un té caliente…

-Se acerca el día… ya hablé con la señora Zareen… tendrá listo el vestido para dentro de dos días…

-¿Tan rápido? - preguntó Yildiz sorprendida.

-Así es… es una época en la que no tiene tanto trabajo, somos afortunados…

-Muy afortunados…- dijo Hilal.

-Tampoco es que falte mucho para el matrimonio…- dijo Azize y Yildiz sonrió.

-No puedo creer que te vayas a casar, hermana…- dijo y se inclinó contra ella.

-Y yo no puedo creer que tú no estés interesada en nadie…- dijo y la vio sonrojarse.

-Mamá… ¿tú usarás el vestido de tu boda? - dijo y Azize se mordió el labio con impotencia. Había comenzado a ganar algo de peso y estaba segura de que, aunque no se había excedido tanto, no tenía el mismo cuerpo que hacía 18 años…

-No creo que pueda…

-¿Por qué no? Es bellísimo… y seguramente a papá le encantará verte otra vez así… después de tanto tiempo…- insistió Yildiz.

-Mamá ha engordado un poco con los años… es natural que suceda- intervino Hilal.


En ese momento, cuando ya Azize se estaba poniendo algo nerviosa por no poder decir lo que realmente ocurría, llegó Cevdet y se reunió con ellas.

-A que adivino que estaban conversando sobre la boda…- dijo y besó la frente de sus dos hijas.

-Así es, papá…- dijo Yildiz- y le decíamos a mamá que por qué no usa su vestido de boda…

Azize levantó la mirada y se perdió en la de él. Cevdet recordó el vestido, la época de su matrimonio con Azize y sus ojos se humedecieron…

-Sería increíble… pero si mamá no quiere usarlo…

-No es que no quiera…

-Mamá ha cambiado su cuerpo…- dijo Hilal y Cevdet inspiró hondo.

-Mamá y yo tenemos algo para contarles…- dijo con resolución y Azize volvió a morderse el labio.

-¿Algo como qué?

-En medio de todos los problemas, los reencuentros… nuestro amor sigue intacto…- dijo Cevdet mirándola con una sonrisa.

-Pues… se nota… - dijo Hilal.

-Eso ya lo sabemos…- intervino Yildiz.

-Lo que no saben es que… estamos esperando otro hijo…- dijo Azize y tanto Hilal como Yildiz abrieron los ojos como platos.

-¿Qué estoy escuchando? - dijo mamá Hasibe que venía con más té para sus nietas y sus hijos.

-Estamos esperando otro hijo…- repitió Cevdet y las chicas abrazaron a su madre.

-Hijo…- dijo mamá Hasibe- no te mereces que te abrace…- dijo luego de dejar la bandeja- pero estoy tan feliz…- agregó mientras lo estrechaba entre sus brazos.

Luego de los abrazos, Cevdet se acercó a su mujer y se sentó a su lado, tomando sus manos con ternura.

-Queremos pedirles que se olviden de esta noticia… tenemos miedo de que alguien quiera tomar represalias con este niño por venganza hacia mí o hacia ustedes… este pobre inocente tiene el doble de chances de tener problemas por toda nuestra situación…

-Seremos cuidadosas… no se preocupen…- dijo Hilal y Yildiz asintió.

-¿Puedo compartirlo con Yakup? Después de todo él también formará parte de nuestra familia…- preguntó Yildiz.

-Hija…- dijo Cevdet sacudiendo la cabeza- él ya lo sabe…

-¿Cómo que lo sabe? - preguntó la chica notoriamente sorprendida.

-Se lo dije el otro día… tu futuro esposo es de mi total confianza…

-Así debe ser…- agregó Azize y vieron que Yildiz se quedaba callada, algo afectada por la sorpresa.

-Azize…- dijo Cevdet y besó sus manos, un gesto bastante poco común de él ante la mirada de otros- yo tengo otra pequeña sorpresa…

-¿Otra?- preguntó Azize con una sonrisa y él asintió.

-Estuve hablando con el comandante… quería que él no malinterpretara que tú ya no vives más allí y que yo me quedo mucho aquí…

-¿Qué te dijo?

-Que comprendía que, si mi relación con la familia era buena, no tenía por qué quedarme allí, en la mansión y podría venir aquí, a estar con ustedes…- dijo y las vio a todas sonreír sorprendidas.

-¿Te mudarás aquí con nosotros? - preguntó Hilal y Cevdet asintió.

-Así es… ¿me reciben o debo pedir permiso?

-Si mamá está de acuerdo…- dijo en tono de broma Yildiz.

-La que tiene que estar de acuerdo aquí soy yo…- dijo mamá Hasibe y luego le sonrió con ternura a su hijo. Era increíble como su amor de madre, a pesar de todas las desilusiones que había sentido por él se mantenía a salvo…

Las chicas ayudaron a su abuela a preparar la comida favorita del recién llegado y Cevdet trajo sus cosas para instalarse de nuevo en casa…


Golpeó la puerta de la habitación que compartiría con Azize y la encontró sentada, leyendo el diario local…

-¿Alguna novedad? - dijo cuando ella levantó la vista.

-Lo normal… injusticias, gente que falleció y otra que tuvo que vender todo porque los griegos les hicieron la vida imposible…

-Todo eso terminará pronto, te lo prometo, Azize…- le dijo él y se sentó a su lado.

Ella suspiró y miró hacia el techo en una especie de plegaria…

-Espero que sí… a veces siento que quiero escaparme de aquí, e intentar ser un poco feliz…

-Te entiendo, cariño… yo también suelo fantasear con eso…

-Al menos no te enojas conmigo…

-¿Por qué lo haría? Fantaseas con una vida mejor… y eso es posible… solo falta un poco más…- le dijo y la abrazó con ternura.


Todavía falta en esta historia. Espero que les siga gustando. Gracias por leer!