OUTTAKE LOS VAMPIROS Y EL PRINCIPE
— Entonces… ¿alguna vez has considerado el volverte un guardaespaldas profesional? Podrías trabajar para la realeza.
La voz de Ishmael rompe el silencio en la casa Cullen, tan pronto sus palabras son pronunciadas las estridentes carcajadas de Emmett resuenan por toda la estancia. Muerdo mis labios y me concentro en el vampiro que me sostiene entre sus brazos, sus labios depositan un suave roce en mi cuello, una sonrisa tira de ellos cuando lo hace.
— ¿Qué piensa Emmett sobre ello?
Edward bufa. — De verdad está considerándolo, pero le gustaría algo más al estilo James Bond.
Niego, ¿quién diría que el pequeño futuro jeque se había convertido en nuestra diversión últimamente?
— Espero que tengas hambre querida, he preparado tu favorito.
La voz de Esme rompe en la sala, el delicioso olor de lasaña inunda mis sentidos, saboreo con anticipación, amaba su comida.
, mi boca se vuelve agua y mi estómago gruñe.
Me sonrojo — Hora de alimentar a la humana…—susurro, deshaciéndome de los brazos de Edward, una risita brota de sus labios, golpeó su hombro.
Definitivamente no recuerda lo que es ser humano.
— Ismael, espero que te guste la lasaña.
Ishmael sonríe cortésmente antes de tomar asiento frente a mí en la gran mesa Cullen.
— Disculpen que no los acompañemos, ya habíamos comido —Una sonrisa secreta surca sus labios, viéndonos apenada.
Niego aún sonriendo.
— Esme, no era necesario que cocinarás por nosotros —reclamo, nunca me había gustado que se tomaran molestias por mí.
— Tonterías cariño, sabes que adoro cocinar, y más cuando sé que valoran mis platillos.
— Mmm… Es realmente exquisito Esme, un manjar digno de reyes, ¿ha considerado ser cocinara de la realeza? Créame que ellos se deleitarían con su cocina.
Ruedo los ojos, desde que Ishmael había llegado a Forks, y me había propuesto ser su princesa se había encargado de hacer cualquier referencia a su legado siempre que se presentaba la oportunidad, de acuerdo a sus pensamientos —y Edward, quién los escuchaba y ahora probablemente sufría de jaquecas— quería que me percatará de lo que me perdía al no estar a su lado.
— Gracias cariño, pero solo me interesa alimentar a Bella mientras aún puedo.
Trago.
— ¿Qué quiere decir? — Ishmael arruga su entrecejo, su nariz se frunce de pronto.
— Bella y yo estamos yendo a la misma universidad —interviene Edward depositando un caso beso en mi cabello—. Todos lo hacemos, eso significa que mamá no tendrá oportunidad de cocinar con la misma frecuencia.
Ishmael frunce el ceño y se concentra en su comida, me concentró en Edward, su mirada se encuentra frustrada, pero no de la forma que lo hace cuando desea saber que pienso.
Mastico tranquilamente mientras Ishmael repite mis movimientos en un nuevo y extraño silencio, no espero mucho antes de que lo rompa y continué.
— ¿Cómo…cómo es la universidad?
Umh.
Su pregunta me toma por sorpresa, muerdo mi labio, sopeso mi respuesta, Ishmael no saben que los Cullen están al tanto de mi verdadera edad y mucho menos que ellos han asistido las veces suficientes como para ser fundadores de alguna de ellas.
— Es más de lo que las películas Americanas muestran —respondo—…compartes dormitorio, claro solo si quieres vivir en el campus, es terriblemente enorme, supone un cambio.
— ¿Cómo podrías saberlo? Solo tienes diecisiete. —Ishmael resopla. Si no fueran los Cullen, mi identidad ya se encontraría comprometida.
Ruedo los ojos.
— Dieciocho. —corrijo.
Veintidós, casi veintitrés.
— Bella y yo hemos visitado diferentes campus universitarios — miente Edward con facilidad—. Hasta ahora nuestra mejor opción es Yale o puede que Stanford, a ambos nos interesan las leyes.
Ishmael me observa fijamente, su ceño sigue fruncido, la burla cruza por sus labios.
Muerdo mi labio, una oleada de desagrado me ha golpeado, mientras que siento una furia desconocida inundarme.
Envuelvo mi mano con la de Edward, su furia baja, pero no lo suficiente.
— Leyes. Nunca lo habría imaginado, creí que irías más por algo como la academia de policía.
Y pensar que comenzaba agradarme cuando no se me insinuaba.
— Nunca he considerado ser policía —reconozco dando un bocado a mi lasaña—. Es demasiado monótono.
— ¿Qué hay de los dormitorios? He escuchado que es difícil conseguir alguno, parece ser que hay largas listas.
— Lo tenemos resulto —la voz de Jasper rompe la tensión, y una oleada de calma se expande por mi estómago—. Todos vamos a diferentes universidades, hemos sabido por años lo que queremos hacer con nuestra vida, y al saberlo Carlisle y Esme se aseguraron de que no viviéramos en un campus.
Edward tose, enarco una ceja, la furia ha pasado y ahora da lugar a la diversión al entender el punto de Jasper.
— ¿Qué quieres decir?
— Jasper se refiere a que, ambos vamos a Nueva York, estoy estudiando Diseño de modas y gestión de negocios en Parsons, mientras que Jasper asiste a Columbia, por un grado en historia, ya contamos con nuestra residencia cubierta.
— Al igual que nosotros —La voz de Rosalie irrumpe en el comedor, ¿en qué momento había llegado? — Emmett y yo asistiremos a Cambridge el siguiente curso, tienen grandes programas de ingeniería.
— Quieren decir que todos ya encontraron dónde quedarse, imaginen cuanto subirán las rentas.
Golpeó mi rostro contra la mesa, Edward a mi lado ríe suavemente mientras traza círculos en el dorso de mi mano.
— No tendremos que pagar renta Ismael, hemos vivido en tantas ciudades que ahora contamos con residencias en varias de ellas. Nadie vivirá en un campus porque nos gusta nuestro espacio, por lo tanto viviremos con nuestras parejas.
— ¿Solo ustedes dos?
No es necesario que mire a Edward para saber que asiente con una sonrisa en labios, lo sé tan pronto besa mis nudillos.
— ¿Esme, tú y Carlisle consideran que es correcto que Bella que es ajena a la familia viva con Edward?
La estruendosa carcajada de Emmett rompe la tensión, la cual es seguida por el temblor de pecho de Edward.
— Confiamos en ellos —responde Esme, puedo escuchar la sonrisa en su voz—, además, no harán nada que no hagan ya.
Me siento recta, Esme me guiña suavemente mientras siento el color dejar mis mejillas.
— Cariño, no me veas así. Ustedes no son discretos exactamente.
Trago, Esme, la dulce Esme acababa de hacer una referencia a mi vida sexual con Edward.
— Es verdad hermanita —llama Emmett—, de no ser por ti consideraríamos entregar a Edward a la comunidad. Hubo un momento en el que llegamos a pensar que nunca llegaría el día en que conociera a alguien.
Un gruñido lo suficientemente fuerte para mi oído biónico abandona el pecho de Edward. Salto a su regazo y evito que se descubra ante Ishmael quién nos observa fijamente.
— ¿Y no te atemoriza Bella que un chico al que apenas conoces, te siga hasta el otro lado del país, para estudiar casualmente lo mismo que tú?
Bufo.
Había tenido suficiente del príncipe.
— Lo haría si no lo conociera lo suficiente, pero lo hago. Y también sé lo que quiero en mi vida Ismael.
"Escucha, siempre había creído saberlo, me he pasado la vida dando trompicones en todos lados, creyendo saber lo que hacía, cuestionándome si es lo que mis padres hubieran querido, dudando siempre si era lo correcto o no hasta que los Cullen me encontraron —reconozco, un nudo se forma en mi garganta—. Hasta que Edward me encontró, y por primera vez en mi vida no dudo de algo".
"No dudo de quien soy, ni de lo que quiero, ni con quién".
Un resoplido abandona los labios de Ishmael.
— Ambos son jóvenes, pueden cambiar de opinión. Hay más opciones en el mercado, Bella. ¿Qué no es así como dicen los americanos?
Ruedo los ojos.
— No para los Cullen, cariño —comienza Esme—. Hay algo más que debería saber para poder entenderlo mejor.
— Te respeto a ti y a tu comida Esme, pero no te sigo.
No era el único confundido, me concentró en Edward, se encoge de hombros con un rastro de sonrisa en labios mientras me pega, si es posible más, a su pecho.
— Quiero decir que he adoptado a todos mis hijos. Rosalie y Jasper son sobrinos políticos de Carlisle, y él también había sido adoptado antes. Mientras que Edward, Alice y Emmett son hermanos, pero pertenecen a la parte lejana de mi familia, no se encuentran relacionados, nadie lo hace.
"Solo Jasper y Rose, pero cariño, en mi familia corre la historia de que por nuestras venas corre un gen que nos hace reconocer a la persona con la que pasaremos el resto de nuestras vidas. Nunca lo creí hasta que Carlisle llego a mi vida, solo entonces supe que era real. Es una conexión difícil de explicar, puedes sentir lo que el otro siente, saber cómo se encuentra"
— Con todo respeto Esme, parece un cuento para niños, no creo que sea posible amar a la misma persona toda tu vida, y menos si la acabas de conocer.
Esme ríe, todos los hacemos.
— Oh dulce niño, desearía que todos tuvieran lo que poseemos, pero no es así. Supimos que Edward y Bella estaban predestinados como Carlisle y yo, Alice y Jasper, Rose y Emmett, es una conexión más fuerte de la que te puedas llegar imaginar. Ellos son nuestros iguales, nos complementan.
— ¿De verdad lo crees Bella?
Un suspiro cansado abandona mis labios, estaba a punto de renunciar a mi humanidad para convertirme en vampiro y pasar mi eternidad al lado de Edward, pero eso él no lo sabía, y nunca lo haría, lo mínimo que podía hacer era ser cuidadosa con mis palabras si mentirle.
— No lo hacía en un principio hasta que me vi obligada a volar a Phoenix por unos asuntos —una mueca se forma en mis labios al recordar la separación—, cuando regrese y me encontré con que Edward había estado mal no lo podía creer, él también había experimentado los mismos síntomas, intente alejarme, pero era como si algo me dirigiera a él, y yo no podía pararlo. Así que ahora lo hago, podré haber dudado de muchas cosas en mi vida Ismael, pero nunca había estado más segura de él.
— ¿Y tú sabes lo que quieres?
Bueno, aquí les dejo un pequeño outtake de lo que ha sido la conversación más larga de la realeza con los vampiros de Forks, todo esto antes de que volvamos a saltar a viejos reencuentros y nuevas amenazas de muerte, nos leemos.
Perdón por no haber actualizado, me había abandonado la inspiración, parece ser que regreso.
¿Ya vieron que ya está terminada la segunda parte de H2O twlight?
