Disclaimer: Los personajes y la historia no me pertenecen. La historia es de NeutronStarChild y Ruddcatha, y los personajes son de Rumiko Takahashi, yo únicamente traduzco.

Advertencia de contenido: Mención de muertes (de personajes principales) anteriores al fic.

¡Este es uno de dos posibles finales de esta historia! ¡Lee el capítulo 21 para ver un final distinto (y más alegre)!


Capítulo 20: Hacia el mañana

Sesshomaru estaba de pie en la arboleda, un hombre pelirrojo de ojos verdes y un hombre de pelo oscuro y brillantes ojos azules estaban a cada lado suyo. Los tres acababan de terminar de limpiar un monumento de piedra, la nítida talla de «Takahashi» dominaba el centro de la piedra. Los nombres «Kagome» e «Inuyasha» completaban el monumento, el contorno del kotodama no nenju enlazaba sus nombres.

—Casi llegaron, ¿no? —preguntó Shippo en voz baja mientras se ponía de pie.

Sesshomaru asintió ligeramente. Koga dio una palmada y le hizo una reverencia al monumento.

—La hiciste feliz durante muchos años, chucho. Me alegro de que os tuvierais el uno al otro.

Shippo se inclinó profundamente, haciendo una reverencia, sus ojos vagaron mientras miraba las tumbas. Koga apoyó el brazo en el hombro de Shippo y lo apartó suavemente de las tumbas, dejando a Sesshomaru a solas con el monumento a su hermano y a su cuñada.

—No os preocupéis, les conté que ella vivió una vida plena y feliz. Estaban aliviados. Como prometí, seguiré cuidando de ellos.

Avanzó un paso para apoyar una mano contra la piedra.

—Guardé todas y cada una de las cartas que les escribisteis. Las entregaré hoy.

Retrocedió un paso, dio una palmada e hizo una reverencia.

—Descansad en paz, hermano, hermana.

Sesshomaru se dio la vuelta y salió paseando de la arboleda, avanzando hacia el coche que lo esperaba. Se metió en la parte de atrás del vehículo, donde Koga y Shippo aguardaban. Una vez dentro, sacó su teléfono y lo miró.

—Higurashi-san.

»¿Están la Sra. Higurashi y usted en el templo?

»Sí, soy consciente de que hoy tienen un evento en el templo, mi familia lo ha estado esperando con impaciencia.

Una sonrisa triste jugueteó en la comisura de sus labios.

—Lo pregunto porque tengo una entrega para la Sra. Higurashi, Souta-san y para usted.

»Alguien insistió bastante en que la recibiera en el momento adecuado.

»Sí.

»…

»…

»… No.

»Sí, les traeré a todos mañana.

»Nos vemos pronto, Higurashi-san.

Sesshomaru colgó el teléfono con una sensación de tristeza. Era la última llamada que haría como parte de este viaje.