Stage 89: Downfall
-Dr. Takumi, ¿Cree en lo efectivo y satisfactorio de la venganza?-
- Me preocupa que en serio quieras un análisis de mi parte. Tomando en cuenta que viniste por tu pie, solo... ¿Y esa ropa? ¿Es gala militar japonesa?-
- Responda mi pregunta, por favor -
- Lelouch, como tú psicólogo, sabes mi respuesta. Ninguna venganza sanará ese odio que sientes en este momento. Solo cicatrizarás la herida para que deje de sangrar, no la tratarás correctamente. Además he estado viendo las noticias, no deberías actuar de manera precipitada.. -
- He tenido un gran tiempo de reflexión estás últimas horas, de hecho, debería darme puntos por eso. Llegué a la conclusión, de que no importa cuánto me esfuerce por llevar una vida normal o pacífica, la gente a mi alrededor se esfuerza por motivarme a conseguir más poder-
- ¿A qué te refieres con poder?-
- A la capacidad de ejercer más de mi control, en las variables que se presenten a futuro -
- ¿Poder para ejecutar una venganza?-
- Poder, para acabar con los responsables. Y sentar un precedente a nivel internacional de mi manera de buscar retribución -
- Deberías intentar pensar en otras posibilidades -
- Lo intenté, toda mi vida lo he intentado. Este es mi camino, ya me cansé de fingir que no-
- Como tu psicólogo... Desapruebo totalmente a las personas y las situaciones que te orillan a esto-
- ¿Y si fuera como un amigo?-
- Suerte-
72 horas antes del caos
Rutina, el enemigo #1 de la creatividad. Podía matar las neuronas creativas de cualquiera e ignorar lo bello de la vida y la infinidad de oportunidades que normalmente se presentaban. Que había ignorado por tener otras cosas presionando con urgencia ser resueltas.
Bingo.
- ¡Clovis, adiós!-
Cerré mi maleta, tomé el maletín de la computadora, mis agendas y el abrigo.
Clovis salió confundido de su oficina por mi grito y el sonido de llantitas, pero Gottwald ya estaba afuera. Sería descortés de mi parte hacerlo esperar.
- ¿Lelouch, a dónde vas?-
- A Japón - conteste con simpleza y mi medio hermano corrió para emparejarse conmigo.
- ¿Hay alguna emergencia?- preguntó preocupado, pero sin tratar de detenerme. Negué de inmediato. -¿Entonces?-
- Descubrí algo, por fin- y el alma se me saldría con ese suspiro. Después de infernales semanas de papeleo, dos meses y medio viviendo en Pendragón y una lista de pendientes que se hacia más larga en lugar de encogerse, comprendí.
- ¿Algo... Te refieres a un vacío legal en tu nombramiento?-
- Hai, se supone que mi trabajo es de emperador ¿No?- Clovis asintió -¿Y cuál es mi horario de oficina normalmente?-
- Lunes a viernes de 9 AM a 1 pm y 3 pm a 6 pm- Clovis me miraba sin entender aún -Sábados solo papeleo sin visitas en la oficina y domingo libre-
Me contestaba como si fuera una prueba que debía pasar. Tenía un diez.
- Exacto, mi día libre lo puedo pasar donde yo quiera ¿Correcto?- y lo miré esperando que entendiera a dónde se dirigía esto.
Hubo bendita iluminación en su mirada.
- Pero hoy es sábado y son las 8 am-
- ¿Me vas a delatar? ¿A tu emperador? ¿A tú hermano menor? Haré mi papeleo de los sábados de oficina, en Japón -
- Me refiero a que pudiste irte ayer después de las 6 pm- sonrió levemente y me despeinó con un suspiro. -Eres un genio, ¿Pero en qué te irás? Sabes que tienes prohibida la clase comercial -
- Tsk- hacía algo más que firmar y leer papeles todo el día. De las partes más interesantes hasta ahora, había sido cuando revisé la declaración de bienes de mis medios hermanos y los ex-emperadores. Un exquisito gusto en extravagancia.
- ¿Ese es el jet personal imperial?- Clovis preguntó una vez que alcanzamos el patio, Gottwald se acercó apenas nos vio salir.
- Recién pintado- celebré y solté mi maleta. Clovis miraba del jet a mi y de mi al jet con una ceja arqueada. -¿Qué? Papá me dio permiso de despilfarrar en mis gustos y comodidades -
- ¿Y lo primero que ibas a adquirir era un jet para huir de aquí? ¿Color violeta y negro?- se rio, pero me abrazó con un suspiro. -Bien hecho, estás empezando a sorprenderme-
- ¿Por la tenue solución a la situación actual con semanas de retraso?- pregunté mientras le entregaba a Gottwald el maletín de la laptop también y mi saco.
- No, porque al parecer estás más mimado en Japón que aquí -
Trastabillé levemente y Gottwald escondió su risa tosiendo, pero se retiró rápido con mis cosas por seguridad. Me giré a ver a Clovis insultado y listo para reclamar, pero aprovechó el espacio abierto en mi boca para encajar una manzana y sostenerla de manera firme.
- No desayunaste, no quiero reclamos del primer ministro- aprovechó mi silencio forzado -De hecho iba a ir a buscarte para eso. Dame 5 minutos más para que te pongan el desayuno en un contenedor-
Mordí la manzana para poder sacarla de mi boca.
- No estoy mimado- murmuré, Clovis sonrió nuevamente.
Me las iba a pagar.
Genbu P.O.V.
Los sábados eran mis días preferidos. Eran el día más alejado del inicio de la semana de trabajo. Todo podía posponerse sin quejas y en general era una mañana tranquila.
Hasta ver en el identificador de llamadas ese nombre.
- ¿Gottwald?- contesté de inmediato -¿Sucede algo? ¿Lelouch?- en general las cosas habían estado sospechosamente tranquilas.
- Kururugi-sama, no se alarme. Lelouch-sama está bien, solo que se durmió -
Miré el reloj en mi pared, eran las 10 am aquí, en Britannia debían ser las 12...
- ¿Tenía algo importante que hacer hoy?- pregunté, no se me hacía una falta tan grave. Lelouch no era de los que se quedaban dormidos pero no podía exigirle perfección. Al contrario, sonaba bien.
- Disculpe, no me di a entender correctamente. Aterrizamos hace media hora en el aeropuerto de Tokyo pero Lelouch-sama se quedó dormido en su asiento-
Me levanté de un brinco y guardaba ya mis cosas con rapidez.
- ¿Que hacen aquí? ¿Sucedió algo?-
El factor sorpresa de mi hijo había sido saboteado por sí mismo. Gottwald se tomó con calma y paciencia la explicación. Lelouch por fin había encontrado lo que parecía un hueco legal, al cual le sacó provecho inmediato. Además de ejercer su derecho a la comodidad con su título de Britannia.
Pensar que todos los fines de semana podríamos estar de nuevo reunidos en el templo, era suficiente para animarme. Él tampoco se estaba dando por vencido con la familia.
Incluso a 2 meses de su nombramiento y más de 1 mes sin verlo.
Me bajé del auto con una leve sonrisa, Lelouch discutía con Gottwald algo, que no inmutaba en nada al calmado hombre.
- Pudiste solo despertarme...-
- En realidad el protocolo imperial dice que no se debe perturbar la paz de un miembro de la familia real. Cargarlo al auto hubiera sido la solución correcta, Lelouch-sama-sama-
- Quemaré ese libro de protocolos...- siseó levemente.
- ¿Y perderme tu cara roja de sueño y vergüenza?- interrumpí, Lelouch volteó más rojo y derrotado. -Recuerda hijo, que Gottwald está en mi nómina. No la de Britannia-
Lo abracé antes de que se atreviera a refutar y efectivamente callé cualquier reclamo.
- No fallaste en dar la sorpresa - sonreí -Solo fue una manera diferente de dar una gran noticia, ahora vamos a casa-
Lelouch suspiró de manera tranquila y profunda. Todos se pondrían de buen humor.
.-.-.-
Eran esos pequeños momentos que extrañaba. Todou se apareció en diez minutos cuando le dije que Lelouch estaba en casa, y que se quedaría el fin de semana.
Sayoko empezó a buscar ingredientes para una cena especial en familia. Suzaku y Nunnally taclearon a Lelouch apenas verlo.
Mei me miró con una sonrisa, feliz de que... ¿Todos estuvieran felices? Si, típico de ella. Besé su mejilla con un suspiro, no era lo mejor pero sería suficiente de momento.
- Aunque tengo una junta que no puedo posponer esta tarde. Te dejaré a cargo del trío un par de horas-
- ¿Suzaku no irá contigo?- negué terminando mi café -Defensa, economía y política entregarán las carpetas de cálculo de daños por invasión, las que presentaremos formalmente en la Federación dentro de una semana. Harán un breve informe-
- Suena algo que ese par disfrutaría - señaló Mei a nuestros hijos varones, que estaban poniéndose al tanto en la mesa del comedor.
- Lo sé, pero no quiero que los fines de semana de Lelouch aquí se conviertan en trabajo. Suficiente tiene en la semana. No te preocupes, regresaré pronto-
Estaba emocionado de tener una linda cena familiar.
Lelouch p.o.v.
- ¿Se van? Pero si acabo de llegar...- estoy seguro de que me brillaban los ojos, una mueca triste cargada a la derecha y mis invisibles orejas de cachorro caían.
Detuve a Todou-san y a papá en su camino a la puerta. El primero abrió y cerró la boca varias veces sin saber cómo reaccionar. Papá por otro lado se puso rojo y parpadeó confundido.
Sonreí satisfecho.
- Bien Suzaku, gané, págame- estiré mi mano a la nada y pronto recibí 5 billetes de alta denominación.
- No has perdido tu encanto, me retracto - admitió Suzaku como un buen perdedor que pagaba.
Lo siguiente que supimos era que la saya de una katana conectó en nuestras cabezas y le siguió un duro portafolios .
- ¿Es un atentado internacional?- me sobé la cabeza sin ocultar mi entretenimiento.
- Doblaré tu número de sesiones agendadas con el Dr. Takumi- enarcó una ceja papá.
Era mi turno de golpear a Suzaku por meterme en estos problemas. Solo que me dolía más la mano a mí, que el daño que podía infringir en su duro hombro, como golpear una piedra.
- Compórtense - sonrió.
Extrañaba este lugar.
...
Tenía que completar aún así mi carga de trabajo de los sábados. No quería solo entorpecer la semana de tal manera que se acumularan pendientes, que eventualmente no me dejarían venir el próximo fin de semana.
Además era mucho mejor estar trabajando en el templo, escuchando noticias de la televisión japonesa, o las pláticas del resto de los ocupantes, a estar solo en la oficina.
Suzaku estaba aburrido así que se puso a hojear mis pendientes.
- Apenas y pudiste completar los pagos del mes pasado ¿Cierto?-
Di un rápido vistazo a lo que tenía en manos. El balance de las cuentas de Britannia actualizado hasta hace dos días.
- Para ser sincero, solo las estoy cubriendo con cuentas congeladas en el extranjero y las ventas de propiedades, terrenos o empresas que la Royal family tenía por el mundo. Incluso acciones de empresas o bancos que no eran desde un inicio, para estar en manos de Britannia- suspiré tachando unas cosas de mi lista. -Esa solución solo durará dos meses más y para entonces debo tener ya terminado el nuevo sistema de Britannia. Uno que funcione de manera correcta en la recaudación, económicamente estable y que no mate al país de hambre en el intento-
Suzaku torció levemente la boca, sabía que sonaba como una horrible carga de trabajo y lo era. Porque el hecho de rodearme de asesores que estuvieran presentando proyectos y soluciones de acuerdo a mis deseos o lineamientos, implicaba leer bastante y comprobar sus cálculos.
- ¿Y si me envías por e-mail cosas en las que pueda ayudarte?-
Cerré mi agenda con un suspiro.
- Gracias, pero aún puedo manejarlo. No te preocupes - traté de recoger los papeles que ahora eran una mala idea a su alcance.
Suzaku había comprendido la profundidad de la restructuración de Britannia, quizás aún más de lo que todos aquí quisieran creer. Por sanidad mental.
Porque el viejo sistema no me podría apoyar en nada, el país no obtenía riquezas ya de la guerra y la explotación de los recursos de otros lugares.
La mirada de Suzaku era clara, no quitaría el dedo del tema pronto. Pero cualquier atenuante en mi defensa murió con la interrupción de la programación.
"Noticia de última hora, horrible accidente en el centro de Tokyo. Conductor sin frenos se mete con su camión en panadería local"
Ambos veíamos la televisión en silencio. No eran muy comunes esos percances tan dramáticos en este país, eso podría haber llamado nuestra atención tan drásticamente. Pero había algo de incomodidad instalándose en mi estómago, quizás porque era uno de mis lugares favoritos. Tenían un pan muy esponjoso y-
- "Lo más destacable de este incidente parece ser la presencia de altos mandos japoneses en el momento del percance"-
¿Qué...?
- "No podemos confirmar sin pruebas certeras, pero testigos hablan de la presencia del primer ministro Kururugi entre los heridos y dos acompañantes masculinos más"-
¿QUE..?
La voz de la reportera se apagó. Un largo e inclemente pitido se extendió en mis oídos. Vi papeles volar, Suzaku pasó corriendo frente a mi y fuera de la sala, gritando algo.
Las imágenes del accidente pasaban en la televisión, patrullas y ambulancias llegando a la transmisión en vivo del lugar. Gente obstruyendo la vista por morbosa curiosidad.
¡¿QUE?!
- ¡Lelouch-sama!- sentí ardor en la mejilla. Sonidos regresando y Gottwald tapando mi visión de la televisión. -Vamos, yo los llevo - me levantó por los antebrazos.
Podía escuchar sus palabras claramente, si, pero carecían de todo significado, sentido y realidad.
Sentía su mano cerrada alrededor de mi brazo de manera firme mientras el paisaje cambiaba alrededor, siendo arrastrado mientras flotaba, porque no sentía movimiento de mis pies o cualquier articulación. Era como estar dentro de un sueño algo defectuoso.
Todo pasaba en cámara lenta pero en un pestañear, ya estaba en otra escena. Era una sinfonía de pitidos en diferentes decibeles, a veces en blanco y negro, a veces a color. Tenía una vaga noción solo de mantener mis esfínteres en orden, pero además de eso, no había nada.
Hubo una luz brillante, cegando mi vista. Reinició todo mi sistema y sentidos.
Murmullos, olor a antiséptico, sirenas de ambulancia, un rápido reflejo de mi estómago y alguien puso un bote en mis manos. Oscuridad de nuevo, con la cabeza dentro de un cubo para vomitar.
- ... es normal por el shock -
- Pero si apenas era una noticia en la televisión...-
- El impacto fue el mismo -
Sentía una mano fría peinando mi cabello fuera de mi frente. Hacia frío y de todas formas sudaba, sentía cómo despegaban mis mechones y me producía una rara sensación de dolor.
Todos mis nervios volvían a conectarse con mi cerebro y sentidos; ardían. Estaban paralizados y forzarlos a responder lo hacía más agonizante.
- Voy a administrar un sedante- me quitaban el cubo de los brazos con cuidado, pero levanté la cabeza de inmediato.
Todo era dolorosamente brillante. Me tomé un par de segundos para ajustar mis ojos y poner en orden lo más básico.
Gottwald, Nunnally, Suzaku, Mei Kururugi...
- ¿Quien eres?- tenía un extraño parado junto a mí. Con una jeringa siendo destapada y claras intenciones de aplicarla.
Me bajé de la camilla en la que estaba sentado. Esto no era el problema.
- Lelouch, no, espera- Suzaku me abrazó para no seguirme moviendo, metí mi cara un momento en su cuello. Dos segundos más de irrealidad. -Tienes que dejar que te atiendan-
Y ahí acabaron.
- No, quiero respuestas - miré alrededor, sí estábamos en el hospital del centro. Me tallé los ojos tratando de encontrar más claridad, aún me sentía lento. -Además soy mayor de edad, no pueden forzar un procedimiento sin mi consentimiento. Y si lo intentas es conflicto internacional - lo mire.
Suzaku abrió la boca incrédulo.
- No me obligues a llegar a eso- no quería solo dormir este momento. No podía ser indiferente en este momento, costara lo que costara. Y me aferraría al lado suave de mi hermano de momento.
Lo abracé nuevamente, se lo estaba pidiendo por las buenas. Suzaku suspiró de manera bastante profunda y sentí su cabeza moverse en un asentimiento.
- Pero te quiero a mi vista y siguiendo instrucciones. Eso no es negociable -
Con su promesa al menos no intentarían sacarme de lo importante.
- ¿Cual es la situación?- me giré, debía preguntar rápido para poder ver sus caras antes de que intentaran esconder detalles. Se veían tal cuál imaginé. Perdidos y algo aterrados. -Sí era papá...- no era pregunta.
Suzaku puso sobre mis hombros un saco y me jaló para sentarse junto a mi en la camilla. Despidió al doctor que había intentado inyectarme con un " denos un minuto".
Pero no era Gensai, no era mi doctor. Estaba ocupado en algo más importante. Suzaku volteó a verme.
- Si, papá, Todou-san y Yamagata-san...-
De nuevo sentía el ácido escalar mi garganta y metí mi cabeza en el cubo. Era tres veces peor está vez, sentía una presión entre mis ojos y el pitido volvió. Estaba seguro de que mis huesos eran gelatina.
Pero escuché varios reclamos hacia mi hermano.
Levanté una mano pidiendo tiempo. Solo debía dejar de sentir esto, digerirlo y me centraría. Nunca me habían ocultado información y no debían empezar a hacerlo.
Suzaku me pasó una toalla fresca, cuando pude enderezarme. Se veía preocupado, si. Pero había un nivel en escala de prioridades. Yo estaba completo y podía ponerme de pie.
-Llama a los medios- murmuré, enterré mi cara otro poco en la toalla. Parecía servir, así que la mantuve ahí y solo descubrí mis ojos. -Recupera los celulares de los tres, las carpetas de la reunión, el auto y que los medios estén listos en una hora en la sala de conferencias de aquí -
Suzaku no parpadeaba, escuchándome hasta cierto punto con incredulidad nuevamente. Pero Gottwald sí se movió incómodo. Había llegado a conocerme bastante bien, sabía a dónde se dirigía mi mente ya.
- Lelouch-sama... -
- Llama a Clovis, Gottwald. Explícale la situación - tenía que ocupar a todos, incluyéndome.
Sentí un leve golpe en la cabeza como una palmadita. Me encogí sin saber de dónde venía el ataque.
- Niños, yo no estoy pintada-
Ah.
Tenía que desarmar esta última barrera. Mei Sumeragi me miraba con una ceja arqueada, retándome a que siquiera lo intentara.
- Mamá...- eso tenía que funcionar. Algo en su mirada flaqueó.
- No, bueno si. Muy lindo intento, Lelouch. Pero soy responsable médica sobre ti- abrí la boca para refutar eso -Legalmente, Genbu lo firmó hace un mes. Sobre los tres de hecho en caso de emergencias- aclaró.
Eso no me lo esperaba.
- Y debes dejar que el doctor Gensai te revise. Él decidirá si es tan necesario el sedante o cualquier otras cosa, no es bueno que estés así y no es negociable-
Su mirada se suavizó un poco y se enfocó ahora en los tres, Nunnally estaba de su mano.
- Se que están preocupados. Yo también lo estoy, pero no ganamos nada haciendo todo peor-
Y no quería hacer de este momento algo más estresante para la familia. Pero tampoco quería que me detuvieran de actuar.
-El doctor Gensai está ocupado- murmuré y necesitaba una excusa para empezar a hacer cosas.
La mujer sonrió levemente. Desconcertándome.
- El joven doctor que acaban de correr, es sobrino del viejo Gensai- nos informó y yo miré a Suzaku. Se encogió de hombros sin saberlo -Su nombre es Suzumu y conoce perfectamente tu archivo médico así como la manera de proceder de su tío-
No me iba a dar una salida a esto.
- Haremos lo que dije. Deja que te revise el doctor Gensai, yo iré por los celulares a la estación de policía y me llevaré a Nunnally. Gottwald se quedará aquí de guardia; y tu Suzaku, puedes ir haciendo eso que Lelouch te pidió, pero tampoco te despegues mucho de él -
Eso no era lo que tenía en mente...
- Por favor Lelouch - pasó una mano por mi mejilla y asentí.
Besó a Suzaku en la frente y después a mi antes de irse. Sabía que mandaría a llamar de nuevo el doctor en su camino de salida.
- Mejor la obedecemos- murmuró al quedarnos solos. Me recargué en Suzaku con un gran suspiro, se suponía que este iba a ser un buen fin de semana.
Pero estar solo y en silencio no me estaba ayudando a sentirme mejor. Y la cara del sobrino de Gensai era tan transparente como la de un nuevo doctor. No me iba a dejar seguir de pie.
- ¿Cómo puedes mantener esa cara tan compuesta cuando es obvio que sientes dolor?- preguntó.
Lo miré de reojo mientras seguía con su revisión.
- He tenido práctica. De la que te falta un poco, por cierto. Pareciera que me estás sentenciando a muerte solo con la mirada-
Sentí un tablazo en la frente por encima de lo sutil ¿Que demonios?
- Centrarte en todos menos en ti mismo, no borrará lo que te está pasando físicamente -
Lo miré unos segundos más, pasando del enojo a lo curioso que me parecía lo idéntico que sonó al viejo doctor.
-Pero tienes razón, no estás en la mejor condición y lo sabes. O al menos lo sientes-
Me empecé a sentar con un gruñido leve. Debía pintar mi raya hasta aquí.
- No- y me sostuvo contra la almohada con ambas manos sobre mis hombros. Parpadee confundido. -Escucha primero lo que tengo que decirte, porque mi tío fue muy estricto en sus instrucciones antes de darme tu archivo médico -
¿Uh?
- Sé que eres un político y militar de carrera. Sé que tienes deberes fuera de este país, que incluso debes cumplir de manera obligatoria y que en este momento debes tener bastantes cosas que hacer-
Conociendo a Gensai, aquí venía el pero.
- Pero te vas a asesinar en el intento, si no sigues las recomendaciones que te voy a dar para pasar estas próximas horas-
Eso sonaba muy diferente a solo prohibirme actuar. Asentí levemente aún detenido contra la cama.
Se puso rojo al notarlo y me soltó. Se veía bastante joven para estar ejerciendo.
- Te escucho y que sea rápido- pedí.
Estrechó la mirada pero me pasó un vaso de agua en lo que empezaba a escribir.
- Si el agua tiene un sedante...- advertí.
- Tiene un calmante, Britannian neurótico. Debes nivelar tu presión arterial si quieres ser de utilidad -
La bebí con mucho cuidado, sentía aún mi estómago revuelto.
- Te daré algo para calmar tu estómago, el dolor de cabeza y las nauseas. Te aclaro de una vez que no es un tratamiento en si, pero evitará que empeore o te asesines-
- ¿Por qué piensas que quiero morir?-
- No darte tiempo de curarte es lo mismo a omisión de cuidados -
Le gruñí nuevamente. Pero me rellenó el vaso y siguió escribiendo.
- Por cierto, tienes que tomar cada que puedas esto- me entregó un termo negro. -Tiene gotas de todo lo que está aquí escrito- me mostró la hoja de la receta fugazmente y la guardó en su bata. -Se la daré a tu responsable médico- sonrió.
Era descarado.
- De ti depende que esas gotas hagan maravillas y te mantengan calmado. O te tendré de nuevo en urgencias en...- miró su reloj y me miró de nuevo -2 horas y media-
- ¿Lelouch? ¿Estás mejor?- Suzaku se asomó levemente. -¿O ya te internaron?-
Me bajé con cuidado y sin soltar el termo. Pero sin darle la espalda a este doctor, algo me daba miedo en él.
-Vamos- me pegué a Suzaku, pasando por alto su último comentario.
Le di un trago al termo negro. Tendría que hablar seriamente con Gensai de su sobrino.
Prueba de fuego para todos ¿Hay alguien aquí con vida?
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anySuzuki
