Disclaimer: Craig Barleet es el creador y él y Nickelodeon tienen los derechos del programa.
25. X Factor
- ¡Es todo tu culpa, Sid! - Gritó con toda su ira.
- ¿Mi culpa? Déjame recordarte, mi viejo amigo Harold, ¡perdiste más puntos que yo!
- Chicos, no es momento de discutir entre nosotros. - El chico rubio se puso entre los 2 perdedores enojados. - ¡Somos un equipo y tenemos que resolverlo!
- Oh, cállate Gandhi, no tenemos ninguna esperanza.
- Oh por favor Harold, ni siquiera sabes quién fue Gandhi, ¿o lo sabes?
- Tal vez no lo sé pero… - El chico de unicejas amenazó al narigón tratando de intimidarlo, pero su evidente confusión se lo impidió. Era obvio que iban a perder el torneo local de videojuegos, el as bajo la manga de Wolfgang era un genio, bueno, solo en videojuegos, el gran Edmund.
- Chicos, tenemos nuestro as, ¡tenemos que usarlo ahora!
- ¿Quién es Arnold? Nunca pasé ese nivel y Harold… bueno, es Harold.
- ¡Exactamente! ¡Hey!... espera un minuto... ¿Qué significa eso?
- ¡Solo olvídalo! ¡Tengo nuestra solución!
- ¡Cabeza de balón, criminal! ¡Solo di mi nombre! - La chica impaciente apareció frente a ellos.
- ¿Helga Pataki? ¡Dije que no! - gritó Harold.
- Pero Harold, ella es genial, es la única forma que tenemos de ganar.
- Tal vez pero le dije que no me obedecía y…
- No quiero escucharte porque solo dices basura. - Agarró a sus dos asustados compañeros por el cuello de la camisa.
- Helga, por favor, déjame hacerme cargo de esto.
- Lo que tú digas, melenudo. - Suspiró y los soltó.
- No sé cómo ni cuándo, pero Helga es increíble jugando X Factor, somos un equipo y podemos ganar... necesitamos eso, ser un equipo y confiar en nuestras habilidades individuales, ¿qué dicen, muchachos? - Sonrió a sus amigos.
- Dije... que no hay chicas en mi equipo.
- ¿Ah, de verdad? - Arnold suspiró y su rostro se tornó muy serio. - Bueno chicos, tengo que decir que SOY EL LÍDER, así que si quiero que juegue con nosotros… ELLA LO HARÁ, ¿ok?
- Bien bien. Maldita sea, Arnold, si lo quieres, hazlo. - Harold frunció el ceño mientras les daba la espalda. Helga quedó totalmente impresionada por la forma en que su amado la había defendido, casi dejó escapar un clásico suspiro de los suyos, hasta que el rubio la sacó de su ensoñación.
- Bueno, Helga, ¡hazlo! Ahora tienes que ganar, ¿Podrás contra Edmund?
- ¡Ay, por favor, Arnoldo, desayuno idiotas como él!
- ¡Bueno, diviértete!
- ¡Pan comido! - Chasqueó los dedos y sonrió mientras la sonrisa de Edmund se desvanecía de su rostro. Sin ningún problema, los chicos se convirtieron en los primeros ganadores de quinto grado del Torneo X Factor, y su foto estuvo fuera del baño durante meses. Arnold amaba su experimento de observación, aprendiendo más y más cosas interesantes sobre ella.
