Como si de una familia normal se tratase, los Yuy caminaron por el bosque para explorar la zona, llegaron hasta un arroyuelo, ahí decidieron descansar un poco, cada quien buscó una piedra o tronco donde sentarse, mientras contemplaban la naturaleza

—¿Ya tienen hambre chicos? —preguntó la señora Yuy

—Yo no

—Sí —respondió después Duo

—¿Qué les parece si buscamos algunos peces? —sugirió el señor Yuy

—Trajimos comida ¿Por qué no comemos en la cabaña? —habló su esposa

—Será una experiencia para los chicos —rio divertido

—¿Sin caña ni nada? ¿pescar con las manos? —cuestionó confundida

—Podemos intentarlo —rascó su cabeza, sintiéndose muy apenado

—Papá, no parece divertido eso —habló Heero con seriedad

—¿Duo? —miró hacia el otro

—Señor… digo, papá, concuerdo con él —respondió sinceramente

—¿Lo ves? Mejor regresemos —sugirió la señora, evitando reírse por el fracaso de la propuesta

—¿Puedo quedarme un poco más? —pidió Duo, dirigiendo una mirada discreta hacia Heero

—Claro, pero no tardes mucho, casi es hora de la comida

—Yo lo acompañaré —agregó el ojiazul

—Perfecto, no se alejen mucho —dijo el señor Yuy, aquel bosque era demasiado grande y temía que fuesen a perderse

—Entonces regresamos primero —comentó la mujer

Los esposos se alejaron de ahí, de regreso a la cabaña, mientras Heero y Duo caminaron hacia el lado contrario, uno al lado del otro, pero no muy cerca. La señora Yuy miró hacia atrás y los observó, sonriendo emocionada, luego miró a su marido

—Parecen llevarse mejor, fue bueno irnos de viaje seguido —expresó con alegría

—Heero es menos introvertido que antes, fue buena decisión adoptar a Duo y siento que él ya se siente más en familia

—Es verdad

Ambos se sonrieron, en el pasado, jamás creyeron que pudieran tener una familia así, desde que supieron que no podrían tener hijos biológicos, un vacío triste se suscitó, uno que casi les cuesta el divorcio, pero debido a la llegada de Heero a sus vidas, esta cambió y ahora estaban felices, con Duo además, se completaba su sueño de formar una familia.

Una vez que se aseguraron que los señores Yuy estaban lejos, se agarraron de la mano mientras caminaban por la orilla del arroyuelo, el sol estaba en su punto más alto, pero no quemaba mucho, el clima era agradable y el viento soplaba con ligereza

Duo miró a su lado, Heero observaba al frente, su semblante era tranquilo, el trenzado pensó que realmente se veía muy guapo, así que se colgó de su brazo, sin dejar de caminar

No podía entender cómo es que antes se negó tanto a mirarlo, a engañarse a sí mismo que no le gustaba, que no lo quería. Se refugió en Milliardo para escapar de la realidad y sufrió las consecuencias, pero ahora, era recompensado con poder caminar junto al hombre que amaba, se sentía muy feliz

Por su parte, Heero no sentía diferente a Duo, aunque siempre fue claro con sus sentimientos, no creyó que llegaría el día en que su hermanastro estuviera con él, que ambos se gustaran se sentía como una verdadera bendición.

.

Mientras tanto en la ciudad, en la pequeña casita donde vivían Trowa y Quatre, aprovecharon su fin de semana para no salir de ahí, pues las ocupaciones de la escuela los tenían exhaustos, también sus trabajos de medio tiempo, ya que ninguno tenía apoyo económico de ningún adulto

Ahora que todavía no comenzaron los exámenes, era buen momento para estar juntos. En su modesta cama, encima de Trowa, el rubio se balanceaba de arriba hacia abajo, ambos compartiéndose una mirada amorosa, en ese pequeño cuarto que era solo suyo

Quatre continuó moviéndose un poco incluso después que su novio terminara dentro de él. Se sonrieron mutuamente y luego el rubio se acostó sobre el pecho de Trowa, compartiendo un beso

Habían pasado casi dos semanas desde la última vez que tuvieron sexo, la necesidad del otro fue saciada, aunque para el rubio faltaba la cereza en el pastel, se colocó justo al lado de su novio, hacia él, Trowa también, quedando los dos de frente, se dieron otro beso

La mano de Barton bajó hasta el miembro de Quatre, este subió su rodilla a la cadera de su novio, mientras éste, le masturbaba en medio de besos y miradas, hasta que finalmente eyaculó, tras eso, se abrazó a Trowa, sin bajar su pierna

—Te amo mi amor —susurró cerca de su pecho, acurrucándose en él

—Te amo más —respondió cursimente

Generalmente no era meloso, pero casi siempre, luego del sexo, Trowa se portaba en verdad cariñoso. Besó sobre la cabellera rubia y lo protegió con sus brazos

Duraron unos segundos así, sin necesidad de palabras o más besos, solo los dos, en los brazos del otro, sintiendo la paz alrededor. Hasta que alguien llamó a la puerta, compartieron una mirada

—¿Esperas a alguien? —preguntó el rubio, confundido, no solían recibir visitas

—No ¿y tú?

El rubio negó. Suspiraron con pesadez y se miraron a los ojos, la mirada de cordero de Quatre fue determinante, Trowa sabía que le tocaba a él vestirse y abrir, sonrió con ternura y le besó la frente antes de ponerse de pie. El rubio lo observó mientras se cambiaba, estirando los músculos con pereza sobre las sábanas

Trowa abrió la puerta y se encontró con un hombre de traje negro, portafolio en mano, tenía pinta de ser Notificador o algo así, por segundos analizó si tenía deudas de algún tipo

—Buen día ¿se encuentra el Señor Quatre Raberba Winner? —preguntó con voz casi solemne

—¿Quién le busca?

—Soy Abogado de su padre, necesito hablar con él los términos de la Herencia —explicó

—¿Herencia? —cuestionó perplejo, no tenía idea que el señor hubiese muerto

Ya que era una casa muy pequeña, Quatre escuchó todo hasta la habitación, quedándose helado, confundido, no podía creer lo que escuchaba ¿Acaso oyó Herencia? ¿Su padre estaba muerto?

—Pa… Papá —musitó nervioso, rápido se colocó la ropa y salió

Trowa volteó hacia atrás, la mirada confundida y aturdida de su novio le confirmó que él tampoco estaba enterado de tal suceso. Aunque perdió todo contacto con su familia, Quatre tenía los ojos llorosos, parecía muy abatido

Se acercó a la puerta y miró al abogado directo a los ojos

—¿Cuándo murió mi padre? —preguntó asustado

El Licenciado se sorprendió, ya que no estaba al tanto de nada personal sobre la familia que representaba, no tenía idea que dicha noticia fuera ignorada por el propio hijo de su cliente, lamentaba tener que ser él quien lo informara

—Lo lamento, no tenía idea —suspiró levemente— Hace una semana

—No puede ser —sintió que las piernas le temblaban un poco, Trowa lo sostuvo, mirándolo preocupado, era obvio que le afectaba

—Puedo volver en otro momento, pero la lectura oficial se hará pronto, los demás herederos prefieren que usted no se presente, por eso he venido aquí antes —explicó sintiéndose un poco mal por ese chico que estaba siendo así de excluido por su propia familia

Al oír eso, los ánimos de Quatre decayeron aún más, no tenía idea que todas sus hermanas estuvieran tan molestas con él hasta ese punto. Trowa por su parte, se sentía realmente molesto, nunca había visto a su amado así de mal, no soportaba verlo así

—No, pase por favor —respondió el rubio, recuperándose de la conmoción. Limpió sus lágrimas y trató de sonreír

El abogado entró en la casa, Trowa cerró la puerta mientras su novio y el otro hombre se acercaban a la pequeña mesa de comedor

—No entiendo algo, mi padre terminó toda relación conmigo ¿Por qué me dejaría algo? —preguntó confundido, su progenitor fue bastante directo cuando le dijo que no recibiría nada de él

—Son los bienes que pertenecían a su madre, ella dejó un testamento donde lo nombraba a él administrador de sus bienes, eso fue cuando comenzó su enfermedad, él no podía cambiar ninguna cláusula, lo que ella repartió para sus hijos sigue intacto

—Ya veo —comentó, aun confundido

—En cuanto al testamento que él dejó de sus propios bienes, usted no aparece en él —informó con seriedad— No debería decir esto porque mi cliente fue él, pero usted puede impugnar ese testamento, ya que…

—No gracias —respondió decidido— No es orgullo, pero no lo haré porque él no quería que ese dinero o bienes cayeran en mis manos, sé que por Ley los puedo pelear, pero no lo haré

Trowa observó a su novio, la cara de determinación, nunca lo vio tan decidido y serio, pero se sintió muy orgulloso de él

—Ya veo —asintió tranquilo— Entonces procederé a dar lectura a este

—De acuerdo —sonrió un poco

Recordaba casi nada de su madre, pero ella siempre fue amorosa con todos sus hijos, él era el menor de todos, por eso era quien menos la tenía en su memoria, sin embargo, albergaba un gran cariño hacia su memoria

El abogado leyó el documento que traía en su maletín, los bienes que le había dejado su madre no eran demasiados, al menos en dinero, pero ya que fue su único hijo varón y ella una mujer conservadora, le dejó la casa para que, en un futuro, cuando él se casara y tuviera hijos, vivieran ahí, mientras que sus hijas vivirían a donde sus esposos las llevasen.

.

Cansados de tanto caminar, regresaron hacia la cabaña, a medida que se acercaban, se soltaron las manos y luego se apartaron un poco, para que no les vieran tan juntos. Cerca de sus padres, todo se sentía muy distinto, ajeno y triste, porque no podían demostrarse afecto que no fuese familiar

La comida ya estaba lista, por lo que apenas llegaron, los llamaron a sentarse, los cuatro comieron mientras conversaban trivialidades, por debajo de la mesa, Duo rozaba su pierna con la de Heero, este se quedaba quieto, sin responder, apenas dirigiéndole alguna mirada

—Duo, debes estar loco —pensó confundido, su novio era quien menos deseaba se supiera de esa relación, pero también es quien más se arriesgaba a que los descubrieran

—Chicos, su padre y yo queremos estar junto a una fogata por la noche ¿no les molesta que los dejemos solos? —miró hacia su marido, sonriendo

El señor Yuy tosió con discreción, siempre tenían muchos momentos a solas, pero les gustaba portarse como un par de novios románticos

—Claro que no —respondió alegre Duo, para él, esa era una oportunidad de estar a solas con Heero

—Pero me preocupa ¿Qué harán? Seguro será aburrido —analizó la señora Yuy— ¿Trajeron algún juego de mesa?

—Nos la ingeniaremos, no se preocupen —comentó Heero

—Gracias —dijo emocionada, le gustaba tener hijos tan comprensivos.

Por la tarde, la familia miró una película en la televisión, luego, casi al caer la noche, los señores comenzaron a hacer los preparativos para su velada a la luz de la fogata, a unos cinco minutos de la cabaña, se encontraba el área segura para fogatas

Habiéndose hecho de noche, finalmente Heero y Duo se quedaron solos

—Estaba esperando esto —comentó el trenzado, colgándose al cuello de Heero

Se encontraban en la sala, donde estaba el televisor. Heero miró hacia la ventana, había una abertura en la cortina, por lo que apartó a Duo

—Nos encargaron los trastos

—Que aguafiestas —hizo puchero, yendo tras él

Los dos se encargaron de limpiar la cocina, lavando los trastos, Heero los lavaba y Duo los secaba y acomodaba

—Duo, sé que te emociona, yo también estoy feliz, pero haces cosas muy arriesgadas

—¿Qué hice? —preguntó indignado

—Acariciarme la pierna bajo la mesa, abrazarme en medio de la sala, el beso en la habitación, sin contar lo demás en casa —nombró una a una

—Perdona por incomodarte Heero —comentó con tristeza, terminó de secar el último plato en sus manos y lo guardó, alejándose de ahí

Heero suspiró, sin ir tras él, terminó el solo los trastos, luego de eso fue a la habitación, sabía que Duo estaría ahí, así fue, lo encontró sentado a la orilla de la cama, con la cabeza agachada, mirando hacia el suelo. Llegó hasta él y se colocó de cuclillas al frente, buscando la mirada

—Entiende que es arriesgado Duo, será difícil para ellos enterarse, que lo hagan viéndonos será peor —comentó tranquilo— ¿Lo entiendes?

—Claro que lo entiendo —respondió enojado

—Hablemos con ellos, mañana

—¿Qué? —asustado se levantó de la cama— No puedo

—O lo decimos de una vez o minimiza los riesgos

—Mejor terminamos —contestó Duo, cruzándose de brazos

—¿Es para ti un juego? Si no jugueteamos así ¿no te interesa esto? —cuestionó, sintiéndose triste por momentos

Duo reflexionó en su actitud, enseguida negó

—Te amo, no es un juego

—¿Entonces?

—No lo sé —respondió exasperado— Soy un cobarde. Primero hui de mis sentimientos por ti, ahora de la responsabilidad de una relación, no soy para ti, Heero

—No digas tonterías —contradijo rápido, acercándose le sujetó ambas mejillas, mirándolo a los ojos— Mientras nos amemos, somos el uno del otro

—Eres tan cursi —bromeó con una gran sonrisa

Heero le dio un beso en la nariz, luego Duo lo abrazó, pegando su cuerpo al otro lo más que pudo, acurrucando su cabeza en el cuello de su novio le dio un beso

—Creo que estoy listo —susurró cerca de su oído

—¿Qué? ¿Ahorita? ¿No hablamos de los riesgos?

—Lo sé —admitió, alejándose un poco— Quizás no en este momento, pero estoy listo —sonrió, sonrojándose— Pero ¿podemos confesarlo después? Los vi tan felices en este viaje

—Es verdad —comentó Heero— ¿Qué quieres hacer? Actividad de hermanos —bromeó con su habitual tono serio

Duo echó a reír, luego lo abrazó

—Podemos platicar —sonrió alegre— Con solo estar a tu lado me basta —dijo al soltarlo, mirándolo a los ojos

Los dos se sonrieron. Llevar juntos esa relación era difícil, pero lo harían lo más discreto posible en casa, con la cercanía de sus padres, era lo menos que podían hacer por ellos.


¡Hola! otro capítulo, espero lo hayan disfrutado, déjenme sus comentarios e impresiones sobre la historia. Hasta el próximo