Hola de nuevo, recuerden comentar y votar por la historia, los veo abajo.
La dichosa oficina era más bien un lujoso cuarto de té, la anfitriona les ofreció dos tazas humeantes a ambos.
Sentados en sillas alrededor de una mesa de cristal, Michiru conoció a la dueña de este establecimiento.
Realmente esperaba a alguien parecida a la Bisabuela o a Flip de ser el caso, pero incluso podría confundirla con alguien que trabajara aquí…
Era tan solo unos centímetros más alta que Michiru, usaba un vestido de gala melocotón con un escote bastante pronunciado, su figura era igual de perfecta que la de las otras chicas en el club, e incluso más voluptuosa, ostentaba una melena dorada-platinada y risada que daba impacto y un porte de dama de clase alta, su maquillaje era discreto, pero su piel era tan perfecta que parecía una muñeca, sus labios rojo cereza eran tan pequeños que daban una apariencia aún más delicada y femenina.
Y claro, un par de pechos talla F para presumir ese escote, en el último par de años, Michiru había crecido un poco en el departamento de sostenes, pero juraba que esas cosas se burlaban de ella…
La forma en la que se movía al hacer algo tan simple como servir el té, era tan amanerada y agraciada que parecía ser natural para ella.
"No sabes lo mucho que me alegra que aceptaras darme una visita Shirou~, ¿cómo se encuentra Bárbara? Hace tiempo que no la veo en persona" Con una voz suave y mimosa se dirigió al mayor, después de tomar un sorbo del té este empezó a hablar.
"Bárbara dijo que necesitabas ayuda" Quiso ir al grano…
"oye, no te he visto en un tiempo, al menos deberías presentarnos, nunca te había visto tan bien acompañado" Genuinamente afligida le pidió aludiendo a una aun malhumorada Michiru.
La tanuki tuvo la iniciativa de presentarse ella misma…
"Ella es Michiru, es la asesora de la cooperativa, también es mi compañera, está aquí para ayudar" … Pero el mayor se le adelantó.
La mujer se acercó a ella a una velocidad extraordinaria, la tomo de la mano y empezó a agitarla enérgicamente para espanto de Michiru "Me llamo Paulette Dubon, puedes llamarme Paula, eres muy linda, es un placer conocer a una amiga de Shirou, me encanta tu cabello" dijo todo eso con la expresión de sonrisa mimosa de los últimos minutos.
Michiru se soltó sonriendo incomoda "E-es un gusto"
La mujer parecía estar a punto de desplantarse en un cotilleo interminable, así que una aclaración de garganta le llamo la atención.
"Paula… ¿qué ocurre?" Shirou quiso centrarse en el asunto en cuestión, la chica tanuki se centró en el hecho de no solo la había llamado por su nombre, si no por su apodo.
La mencionada acató la intención de Shirou de mala gana, tomo distancia de la chica, rodeo la mesa de cristal y tomo asiento.
"Odio tener que molestarte, pero me temo que tenemos una situación delicada con un cliente problemático" la expresión de la refinada mujer se volvió aplastantemente seria, casi reflejando algo de aflicción.
"¿Problemático? tu seguridad es tan buena como la de la familia, ¿no pueden encargarse ellos?" Respondió dándole un detalle importante a Michiru, quien se había dado cuenta de lo bueno que era el té que les había servido.
"Oh, Shirou~, nada me encantaría más… pero no sabemos quién es" Suspiro con decepción.
"¿Qué clase de problemático estamos tratando?" El mayor le preguntó serio.
"¿Han escuchado del "Lust"?" Paula les pregunto a ambos con severidad.
La mención de la palabra provocó bastante confusión, especialmente en Michiru y su escaso inglés.
"¿… es… cuando alguien esta…?" Michiru quiso descartar la explicación más mundana, por lo visto era incorrecto.
"Es una droga Michiru, hecha para los beastman, particularmente porque activa los instintos de reproducción, y es más efectiva en las hembras, es ilegal poseerla o distribuirla porque suele tener presencia en casos de abuso sexual" Explicó inalterable a la atenta chica, que guardo silencio por varios segundos.
…
"¿¡Existe algo así!?" Michiru escupió horrorizada ante la nueva información, eso sonaba como una mierda para arruinar la vida de cualquier chica, y estaba en esta misma ciudad.
Paula, noto esto y se apresuró a bajar los ánimos.
"Tranquila, suena mal, pero no es tan efectiva como parece, aunque una dosis puede provocar ciertas urgencias y cambios en el cuerpo, esta no puede nublar el juicio o hipnotizar a nadie, no es más efectivo que embriagar a alguien para intentar una movida en ellos, algunas parejas la consiguen de manera clandestina para… aderezar un poco su vida sexual" Paula complemento la información para calmar a Michiru, con algunos datos que ella no necesitaba.
Michiru tomó su taza y sorbió él te por completo para calmarse
"¿Te gusta? Es golden tips imperial" volviendo a su jocoso buen humor, la mujer levanto una cajita con la marca, esta se veía cara solo de verla.
Shirou volvió a poner la conversación en las vías.
"¿Su delincuente usa Lust?" volvió al tema en cuestión
"Lo ha usado, tres de las chicas de compañía, en semanas diferentes, todas en las noches de los viernes, en mi propio club" De nuevo la mujer de cabello dorado parecía de un leve mal humor.
"¿A-acaso l-las?" Michiru temió que ya hubiese un gran daño hecho.
"No ha tenido la oportunidad… según lo dicho por ellas, más los testimonios que le dimos a la policía, las chicas informaron a la seguridad después de haber notado que se sentían mareadas y que había alguien muy insistente con ellas, logro llevar a dos a alguna habitación del club, pero se rindió después de hacer algunas peticiones extravagantes y obviamente ser negado, lamentablemente las trabajadoras estaban tan desorientadas que tienen recuerdos muy vagos de su aspecto, una dijo que vio a alguien castaño y otra que vio a alguien azabache" Siguió explicando revolviendo la taza de té con una cucharilla.
"¿Que paso con la tercera?" Shirou atino una pregunta seria.
"La golpeo y le rompió un diente en uno de los pasillos alejados de las cámaras, intento pedirle otro favor raro, le dijo que no, así que se desquito con ella, salió huyendo justo después cubriéndose la cara, Felicia llamo a seguridad, pero no encontramos al responsable" Bebió de su taza de porcelana con delicadeza.
"¿La cámara no capto su atuendo?" Recordando la mención de las cámaras, Michiru señaló.
"Usa un conjunto de traje bastante común, si acusamos a todos los que usan ese atuendo, tendríamos al sesenta por ciento de los clientes en la comisaria, además… puede cambiarse después de salir del club, por su cara, realmente no hay nada que resaltar y las tomas son muy imprecisas para construir alguna descripción útil" No podía distinguir si la dueña se veía triste o enfadada.
Sonaba como una mierda muy conveniente.
"Las noches del viernes… eso es hoy" Michiru señaló con prisa.
"Lo llevaremos a la comisaria en cuanto lo atrapemos" Shirou ya había decidido el que hacer, y ya tenía una idea de cómo hacerlo.
"Shirou~… no es necesario" Lo dijo con toda la dulzura que podía poner en su voz, luego hizo su transformación en Beastman, se trataba de una gata ragdoll amarilla "solo necesito que lo dejes a disposición de seguridad, o solo con que descubras quien es, con su nombre bastara, luego de eso, aunque logre salir del club, lo persuadiré de no volver a causarle problemas a nadie" agrego algo de malicia a su última oración.
Ambos se reservaron de hacer algún comentario.
En el bar del club, detrás de una barra fuera de servicio.
"Entonces, la idea es patrullar la recepción, el bar, las habitaciones, esperar cualquier escándalo y luego rastrear al rarito con tu olfato" Rectifico el plan del mayor, acomodando mejor su chaleco negro sobre la camisa blanca que le habían prestado, añadido a unos pantalones, era un uniforme masculino del personal, pues usar uno femenino conllevaría tener un poco de frío y mostrar mas piel de la que le gustaría.
Pese a que también le habían ofrecido los zapatos, conservo su propio calzado rojo, aunque Shirou podría haberla regañado, extrañamente lo dejo pasar.
Al lobo aun le hacía gracia que tuvieran un uniforme de la talla de Michiru, el también usaba el mismo uniforme en su talla.
"Es la idea, suena muy simple, pero también es nuestra mejor opción, aunque es algo desagradable tener que usar a las empleadas de Paula como carnada" Declaró con algo de sosiego.
"¿Es una pena no?" Hubo algo de brusquedad en esa voz.
"¿… ocurre algo?" Se inquieto un poco por esa severidad, pero de una u otra forma ya la veía venir.
"Shirou… ¿Por qué todas aquí saben tu nombre?" Era una pregunta aguda como la punta de una espada.
Estaba listo para cualquier otra pregunta menos esa, se recompuso de inmediato del nerviosismo que le provocó.
"No todas saben mi nombre…" Denegó con una leve molestia y con la mayor seguridad del mundo.
"¡Shirou!" Una chica se pareció con una voz melodiosa y salto hacia el mayor abrazándolo por el torso para sorpresa de ambos.
Tenía la piel bastante blanca, ojos grises, una cabellera corta pelirroja-cereza en un corte estilo Bob, una buena figura con una estatura que igualaba a la de Michiru, aunque su copa D superaba la C de la tanuki.
Su disfraz también era uno de croupier-edecán, solo que este era de color rojo, sorprendentemente, a diferencia de la mayoría de las chicas, usaba su forma humana.
"No todas..." Michiru repitió lo último que había dicho el lobo en un tono de burla, mientras seguía clavando su mirada de aguja en él.
Ambas féminas se quedaron esperando algo del mayor, una explicación y un saludo, por el momento, Shirou solo podía hacer una cosa.
"… hola Robin" Respondió el saludo con un remordimiento atroz.
Mientras la ahora conocida Robin sonrió ampliamente mientras le devolvía su espacio personal al albino, Michiru intensificaba su presión sobre el mayor.
"No pensé que llegaría el día en el que trabajaríamos en el mismo lugar, es como un sueño~" Haciendo ojitos al albino siguió con ese manerismo coqueto que seguía consumiendo la paciencia de la tanuki.
"Es una fachada, solo venimos a hacer vigilancia" quito de la mesa la sola idea de trabajar para Paula.
"Pero estas aquí, eso ya es un favor muy sexual~" su voz se volvió muy sugestiva de repente.
Las pupilas de Michiru se encogieron.
"Compórtate" La miro tosco dejando de lado la vergüenza que le daba ser aludido así, en respuesta la crupier solo inflo los mofletes.
"Ustedes dos se llevan muy bien…" Michiru decidió que ya la habían ignorado demasiado, llamándoles la atención a ambos con un tono bastante aterrador que solo tuvo efecto en el albino.
En un arrebato de emoción, Robín revelo su forma beastman, que, para redundancia de Michiru, era una petirroja.
"¡Para nada! no me ha dado ni siquiera una cita o al menos visitado mi apartamento jijiji~" de repente la vista de la avecilla humanoide salto hacia ella "¿Tu eres Michiru verdad? Es un placer" En un parpadeo ya estaba a centímetros de ella, tomando sus manos con sus alas.
"sabes mi nombre…" Dijo estupefacta mirando a la chica.
"Te han mencionado un par de veces" Aclaro con toda la jovialidad del mundo.
Ambas miraron al responsable con diferentes propósitos.
"Robin va a mi cafetería favorita ciertos días por el ocaso, no se va a menos que hable con ella un poco, así que puede que te mencionara un par de veces" Explicó con tanta soltura como pudo, ocultando el apuro que tenía por aclararlo rápido.
Una parte de Michiru se impregnó de alivio al saber que no le hablaba de ella en "otras" circunstancias (Como en una charla de alcoba) … pero el resto de ella seguía acumulando disgusto.
"¡Robin, las mesas!" llamaron a la chica desde el bar principal.
"¡Sipi!, los veré después" Robin volvió a su forma humana y salió corriendo al centro del bar.
Una vez a punto e intentando dejar para después lo que acababa de pasar, empezaron su recorrido por el lugar, pero Michiru no pudo con su impaciencia.
"Parece que se conocen desde hace tiempo…" En contraste con hace unos minutos, Michiru sonaba extrañamente dócil, pero en esas palabras, aun le pedía una explicación, Shirou conocía a todo su círculo al derecho y al revés, pero ella no conocía a nadie que Shirou frecuentara, muchos menos a una mujer, aunque habían pasado dos años desde que se encontraron.
"…la conocí un año antes de que llegaras a la ciudad, solo nos vemos de vez en cuando" Mentirle ahora no haría ningún bien, más aún cuando Robin estaba a una charla de desarmar cualquier mentira.
Le provoco un raro malestar saber que ella lo conocía de más tiempo, pero ahogo esa sensación en el hecho de que probablemente ella no sabía nada de ciertos detalles sobre Shirou, como un detallito llamado lobo plateado.
"¿Siempre es tan… así?" Intento aligerar el ambiente de la charla esbozando una sonrisa y suavizando su voz.
"… tiene un sentido del humor peculiar ¿no?" Michiru mejoro progresivamente su humor al sentir que el mayor seguía su pauta sonriendo levemente "… pero es buena persona"
Con ese tono tan entrañable no pudo evitar sentirse… rara.
Tenían trabajo, no podían estar distraídos.
Espero que los haya entretenido, se que vamos lento, pero lo mejor ya vendrá, recuerden apoyar la historia para motivarme a escribir, pueden revisar el resto de mi cuenta para más historias de BNA, los veré después.
