Capítulo 3
Tom se sorprendió cuando se dio cuenta de que le agradaba Severus. Era bastante sarcástico, mordaz y muy inteligente. Su sentido del humor ciertamente no era para cualquiera pero podía ver por qué Heulyn se enamoró del hombre en su anterior vida si así es como era Meilyr en esa ocasión.
Fue bastante divertido cuando Severus, en el entusiasmo de ver que avanzaba rápidamente con su escrito a traducir, se olvidó que estaba en compañía y simplemente convoco un libro, dándose cuenta rápidamente de su error y empezando a sacar su varita para Obliviar a Tom, hasta que este convoco un libro sin palabras, ni varita.
Al igual que Bella, Tom raramente ocupaba su varita y prefería usar magia sin palabras, ni varita, siendo casi una segunda naturaleza para ambos. Severus ciertamente se vio sorprendido y ahora procedió a preguntarle a Tom sobre cómo había aprendido a hacer ese tipo de magia.
Tom conto "su historia", o más bien la del Tom original, y con cada palabra, él mismo se daba cuenta lo impresionante de este cuerpo y todo lo que había pasado su sueño original y esperaba que Arawn lo estuviera tratando bien, ya que ciertamente merecía descansar en las tierras verdes.
Severus le dijo que lamentaba su suerte, pero estaba feliz de que hubiera sobrevivido a su terrible experiencia y podía contar con él para ayudarlo en lo que se le ofreciera. Tom aceptó la mano amiga que le ofrecían y dijo que lo tomaría en cuenta si necesitaba algo.
Cuando Tom regresó ese día a casa, se enteró por Bella del ritual que había hecho. Tom quería darse de topes por no haber pensado antes en usar magia para empezar a reparar el hilo, pero Bella si lo pensó y ambos observaron cómo varios de los hilos rojos que unían las cabezas de los muñecos y algunos del corazón, se habían tornado de color dorado.
—Funcionó—Dijo Bella con una sonrisa de suficiencia—Podemos ayudar al enlace poniéndolos a trabajar cerca, pero no se me ocurre que podría ser. Se que si le digo a Harry que venga a ayudarme a la tienda, lo haría incluso gratis, pero ¿Como atraemos a Severus? —.
Tom estaba caminando en círculos mientras pensaba. Necesitaban algo más grande que la tienda, ya que ellos dos podían atenderla perfectamente y habría pocas ocasiones de interacción. No, necesitaban algo más complicado que la tienda de Halloween y su mente recordó uno de los proyectos que había dejado inconcluso el Tom original.
—Ven, Bella, creo que tengo una idea—Tom los dirigió al estudio y rebusco entre los papeles que estaban en el escritorio, hasta que encontró el pergamino adecuado—Ajá, esto puede servir—.
Tom estaba alisando el pergamino cuando Bella se acercó por detrás—¿Qué tienes ahí Tom? —.
—Quizás lo que estábamos buscando. Entre los recuerdos del anterior Tom, estaba un proyecto que quería hacer de una feria clásica de Halloween—.
—Dices esas cosas con laberintos de paja, juegos mecánicos y muchos dulces por todos lados. Harry amaría algo así—Bella sonrió, ya que aunque había odiado a Heulyn por estar con Meilyr, de alguna forma no podía odiar a alguien como Harry.
—Si, pero si miras bien, muchas de las decoraciones son básicamente paganas. Mira los planos de Tom. Hay una mezcla perfecta de parafernalia clásica de Halloween y paganismo. Severus ama los símbolos paganos y si miras aquí, dentro del laberinto de paja y por fuera, hay mucha simbología pagana—.
Bella estudio los planos y observo parte del trabajo de la antigua Bella en él, había magia involucrada pero bastante discreta, de forma que los muggles no notaran los acentos de magia. La feria la habían planeado para el día de Halloween exactamente, pero su tiempo se agotaba. Necesitarían un equipo mágico, pero los amigos de los hermanos Riddle, aunque eran numerosos, no podían dedicarle tanto tiempo como ellos dos... excepto Harry y Severus, ya que tenían empleos de horarios flexibles.
Entre ellos 4 más la ayuda ocasional de sus otros amigos, deberían poder terminar a tiempo y les darían múltiples oportunidades de poner juntos a Harry y Severus, haciendo que el hechizo ritual los uniera más rápido.
—Creo que deberíamos llamarlos, ¿No crees, querido hermano? —.
—Creo que estas en lo correcto hermanita—.
Bella llamó a Harry mientras Tom llamaba a Severus y no tardaron mucho en convencerlos a ambos. Luego llamaron a sus otros amigos y todos aceptaron ayudarles en su proyecto, ya que Salem tenía muchas actividades para turistas, pero no había nada para los locales.
Detrás de la casa de los Riddle, había un amplio espacio que jamás ocuparon y que serviría para cultivos, pero por alguna razón, jamás lo hicieron. Era un espacio yermo y seco, pero que se prestaba mucho para su feria de Halloween. Toda la propiedad Riddle era privada y la tienda estaba en un jardín de uno de sus amigos al que le pagaban por rentar el espacio.
Seguro que muchos habitantes locales se sentirían interesados por entrar a la mítica propiedad Riddle.
Harry estaba exultante. Había oído hablar de las ferias de los pueblos y finalmente vería una. Aún mejor, sería parte del montaje de una. Cierto que usaría magia, pero solo para que estuviera montada en tiempo récord. Fuera de eso, todo funcionaria de la manera muggle o lo más parecido a eso y podría experimentar de primera mano cosas como la pesca de manzanas y el laberinto de paja.
Severus, por su parte, se preguntaba como Tom pensaba integrar los símbolos paganos en la decoración, pero cuando vio los planos entendió como. Ahora estaba genuinamente entusiasmado con las decoraciones de la feria y muy dispuesta a ayudar, ya que la feria era una oportunidad perfecta para hacer verdaderos símbolos paganos de una fuente confiable. Esta experiencia le ayudaría muchísimo con su trabajo para darle una mejor interpretación a sus traducciones de textos antiguos.
Bella y Tom estaban extasiados de que ambos estuvieran aquí en su propiedad. Por el momento, los tenían a ambos armando algunos adornos para el arco de la entrada, que tendría pequeños muñecos de paja, calabazas y manzanas, así como espigas de trigo y guías de hojas como enredaderas.
Harry se sentía bastante animado tejiendo las guías que se entrelazarían en el arco de ramas secas de la entrada y estaba muy cómodo al lado del Señor Snape. Ciertamente podía ver por qué se había conectado rápidamente con Tom, ya que mientras Bella era bastante abierta en su trato, Tom era algo más parco.
Severus se sorprendió del cómodo silencio en que se encontraba al lado de Harry. Ciertamente pensaba que era un joven agradable y contrario a su apreciación inicial, Harry no era un platicador sino más bien una persona adaptativa. Entendió que Severus era una persona callada y procuro no hacer platica superficial.
—Puedes preguntar si gustas—Le dijo Severus a Harry.
Harry parpadeó, confundido—Me refiero a que no tienes que estar en silencio total. No me gusta la charla superflua, hecha solo con el fin de llenar el silencio. Prefiero una plática sencilla con fines específicos. Si tienes algo que gustes preguntarme, puedes hacerlo—Indico Severus al chico.
—Bueno... —Empezó Harry—Por lo que he escuchado de Tom, trabajas traduciendo textos muggles y mágicos y bueno, se parece un poco a mi trabajo, excepto que yo trabajo con enanos—.
Ciertamente, eso interesó a Severus—¿Cómo es trabajar con los enanos? Lo más que trate con otras criaturas fue con los goblins de Gringotts—.
—¿Tambien eres inglés? —Harry hablaba mientras seguía trabajando con las guías. Harry era una persona que podía hacer varias cosas a la vez.
—Si. Soy inglés. Por como lo redactaste, supongo que también lo eres. ¿Hogwarts? —.
Harry rió entre dientes—La única escuela de magia en toda Inglaterra. No sé porque nunca han hecho otra—.
—Tiene que ver con los contratos con el ministerio. Los burócratas aman hacer que la gente llene papeles, pero odian leer demasiados de ellos, así que se creó una sola escuela para todo el Reino Unido y el resto podía tomar educación en casa—.
—Vaya, sí que sabes mucho de historia—Ahora fue el turno de Severus de reír, aunque él lo hizo abiertamente.
—¿Hola? ¿Historiador? —Harry se dio una palmada en la frente con gracia.
—Si, tonto de mí. Olvida que dije algo tan estúpido—.
—De acuerdo... si me dices sobre mi pregunta original—.
—¿Los enanos? —Severus asintió—No hay mucho que decir. Son jefes estrictos pero tienen cierta flexibilidad en sus tratos con los humanos, los que les agradan, quiero decir, no contratan a nadie que no les agrade primero y difícilmente les agrada un humano como empleado. Manejan dinero muggle también y muchos van al mundo muggle, ya que es difícil diferenciar a un Enano Mágico de un muggle con acondroplasia. En general pagan bien, me permiten trabajar a mi ritmo y no me ven como un señor oscuro por hablar pársel—.
—¿Hablas pársel? —Harry quiso darse de topes. Sabía que muchos magos consideraban su talento como un don oscuro—¡Eso es fantástico! Estaba buscando un hablante de pársel, ya que encontré un par de pergaminos que creo que están escritos en pársel. Había una tribu mágica que adoraba a las serpientes cornudas, y creo que muchas de sus historias las escribieron en pársel—.
La conversación fluyo por casi 2 horas mientras seguían haciendo más adornos, ahora para el resto de la feria. Al día siguiente empezarían a armar los templetes, ya que ese día Bella, Tom y los demás estaban cortando y puliendo la madera para dichos templetes.
Bella y Tom estaban complacidos esa noche cuando vieron los muñecos y observaron que muchos, pero muchos hilos más, habían mudado del color rojo al dorado.
Conforme pasaron los días, Harry y Severus iban platicando más, haciéndose bromas y cada noche Bella y Tom observaban los muñecos, como cambiaban los hilos de rojo a dorado, y estaban satisfechos por el momento con el avance adquirido.
Sin embargo, para el día 25 de Octubre, Bella estaba frustrada. Harry y Severus tenían este baile de coqueteo pero ninguno avanzaba más. Incluso los hilos habían detenido su cambio de color y esto detenía mucho sus planes.
No es que los Dioses les hubieran dado un marco de tiempo, pero Bella tenía esta sensación de que necesitaban reparar ese hilo pronto. De alguna forma, entre más pronto ambos aceptaran sus sentimientos, más pronto ellos habrían saldado su deuda con sus agraviados.
Sin embargo, ellos habían detenido su avance.
La feria estaba casi completa. El laberinto de paja ya estaba a punto de ser terminado y los juegos mecánicos estaban siendo armados con tranquilidad y verificando que funcionaran perfectamente. Bella iba cavilando mientras supervisaba cada punto de su lista.
—¿En qué piensas? —Dijo Tom detrás de ella, asustándola.
—¡No hagas eso! —Le dijo Bella, al tiempo que lo golpeaba en el brazo con su porta-documentos—Me asustaste, idiota—.
Tom se rió a pesar del dolor del golpe—Entonces no deberías estar tan ensimismada, ¿En qué estabas pensando? —.
Bella le hizo señas de que la siguiera y fueron a la casa. Una vez que Bella se aseguró de que estaban solos, habló—Estaba pensando en Severus y Harry—.
—Bueno, creo que van bien, ¿No crees? —.
—Si y no. Creo que van bien si fueran normales, pero tengo la sensación de que aunque no nos dijeron un tiempo límite, lo tenemos. No sé decirte en que me baso, pero es una sensación que tengo muy dentro de mi—.
Tom pensó en lo dicho por su hermana, pensando en que sí, lo que Bella decía tenía sentido. Ainé dijo que el hilo estaba casi por romperse y fue por lo que decidieron usarlos a ellos para juntar a la pareja, así que ese conocimiento implícito podría ser una cosa de la magia de Bella advirtiéndole sobre completar ese vínculo pronto.
Mientras tanto, Bella y Tom no podían saber los salvajes pensamientos que corrían en los hombres que trataban de juntar. Severus por un lado, pensaba mucho en Harry, en su sonrisa franca y su cabello que parecía tener mentalidad propia por lo desordenado que era. El joven ciertamente era guapo y aunque usaba lentes, estos solo sumaban a su cara andrógina y se sorprendió a si mismo viendo los labios de Harry con demasiada frecuencia, preguntándose como se sentiría besarlo.
Por el lado de Harry, sus sueños donde él era esta mujer Heulyn, se seguían repitiendo pero ahora, su cuerpo se había transformado en el actual y la cara de Meilyr ahora era Severus. Un Severus muy desnudo e interesado en continuar sus actividades amatorias que habían empezado como otras personas. Sin saberlo Harry, Severus tenía los mismos sueños y la cara de Heulyn ahora era la de Harry.
Harry, cuando estaba con Severus, pensaba en cómo se sentiría ser abrazado por este hombre, que lo tocará, un simple roce de sus manos le hacía rugir la sangre en un sonrojo furioso en sus mejillas, lo que a ojos de Severus lo hacía aún más adorable. Harry se descubrió a si mismo acercándose demasiado a Severus, observando sus labios y preguntándose como se sentiría un beso de aquellos labios.
Ambos se veían tranquilos y animados por fuera, pero por dentro, sus almas anhelaban con fuerza tocarse pero algo se los seguía impidiendo. Quizás era toda esa gente que apenas conocían o que no habían tenido un tiempo juntos y lejos de todos, y aun no sabían si salir en una cita o no. Podían ser muchas cosas, pero debajo de todas esas razones, los hilos que tejían su unión, seguían entrelazándose con cada día que pasaba, pero cada vez lo hacían más lento.
Al día siguiente, Bella tuvo una idea muy maquiavélica para hacer que avanzaran esos dos.
—Severus, Harry, ¿Podrían ayudarme con algo? —Les llamó Bella con su porta-documentos en mano, ya que ellos se encontraban armando uno de los arcos que irían en una de las múltiples entradas a la feria y se encontraban tejiendo con magia las ramas.
Ambos hombres se acercaron a Bella—¿Qué necesitas? —Preguntó Harry por ambos.
—Tengo que verificar el laberinto de paja, pero acaban de llegar unos nuevos dulces de Honeydukes. Tom estaba recibiendo los insumos para los puestos de comida aquí, así que tengo que ir a la tienda, ya que nuestra empleada no está autorizada para firmar los pedidos. ¿Podrían verificar que el laberinto este bien armado? —.
—Si, supongo—Contestó Severus mientras Harry asentía en acuerdo.
—Gracias, les debo una chicos. No tardare mucho. Revisen que todos los cubos de paja estén alineados y las rutas se parezcan a lo que dibujamos—Bella les dio las hojas con las rutas y se Apareció de ahí hacía su tienda.
Ambos hombres se vieron a los ojos y sin palabras fueron caminando hasta el laberinto de paja.
—¿Qué opinas si cada uno toma una ruta distinta y las vamos marcando con la varita? —Propuso Harry.
—Creo que sería lo mejor. Si probamos cada ruta los dos juntos podríamos tardar más tiempo. Además, así verificamos como podría funcionar el laberinto con más gente—.
Harry asintió y corrió hacia la derecha y Severus se fue caminando con rapidez hacia la izquierda. 10 minutos después se encontraron en uno de los muchos puntos del laberinto y se dieron cuenta de que estas dos rutas solo se encontraban entre ellas y no salían del laberinto. Probaron varias rutas de esta forma y marcaron que todas estaban bien armadas, los cubos de paja estaban bien alineados y en general era lo que se esperaba del laberinto... quizás algunos adornos más no vendrían mal.
Harry anotó ese pensamiento en su porta-documentos que les dejó Bella y continúo recorriendo su última ruta. El sol ya estaba por caer y se veían unos hermosos tonos naranja en el cielo cuando se encontró con Severus en el centro del laberinto. Se suponía que en el centro del laberinto había unos cuantos premios y de ahí se lanzaba una pequeña bengala de colores para indicar que se había acabado la ruta y se había encontrado uno de los premios.
Aún no se instalaban ni los premios, ni las bengalas y ahora ambos hombres notaban que estaban solos, no había nadie alrededor. Ni Bella, ni Tom, ningún trabajador o amigo de sus amigos, nadie absolutamente excepto ellos dos.
Severus se acercó al hombre más joven y acercó su mano a su rostro, acunándolo con dulzura y deleitándose cuando Harry aceptó la caricia, frotando su rostro contra aquella mano y cerrando los ojos con placer. Una vez satisfecha su necesidad de tocar a Harry, Severus se sintió aún más impelido a intentar satisfacer sus otros deseos y dejo caer su porta-documentos, usando ambas manos para sostener el rostro de Harry.
Harry, sintiendo la inevitabilidad de aquellos labios, dejó caer también su porta-documentos y cerró los ojos, esperando ansioso el beso que llevaba días esperando y sucedió. Un suave roce de labios tibios sobre los suyos. Severus intentaba que Harry abriera la boca y Harry lo hizo, dejando que la excitación que había sentido con el suave beso se potenciara al máximo.
Todo a su alrededor perdió su interés y solo estaban ellos dos, devorándose mutuamente y sintiendo como si hubiera piezas dentro de ellos que acababan de acomodarse. El cielo ya estaba pasando al negro con estrellas brillando cuando ambos se separaron pero no muy lejos uno del otro, notando que mientras se besaban, sus brazos habían rodeado al otro.
Por lo que sabían, podrían haber estado horas besándose o solo unos minutos, pero no importaba. Ambos llevaban días haciendo este extraño juego de coquetear y casi besarse, pero siempre había algo, alguna tarea, una persona, un ruido y se retiraban ambos. Esta vez estaban solos. Incluso las voces de sus compañeros de trabajo se escuchaban lejanas.
—¡Harry! ¡Severus! ¿Siguen en el laberinto? —Se escuchaba la voz de Bella llamándolos desde unos cuantos pasillos adelante.
—¡Harry! ¡Severus! ¿Dónde están? —Esa era la voz de Tom, gritando desde más cerca.
Severus miró a Harry y volvió a besarlo, esta vez más suave, dulce y rápido. Cuando se separaron le dijo—Tendremos una cita con propiedad mañana. ¿Estás de acuerdo en cenar? —Harry asintió con una sonrisa—¿China, italiana o tienes algo en mente? —.
—China estaría bien. Hace tiempo que no como pollo agridulce—Dijo Harry, separándose completamente de Severus y recogiendo su porta-documentos caído.
Severus sonrió mientras hacía lo mismo y gritaba—¡Estamos aquí! —Las voces de Bella y Tom se escuchaban más cerca—Es una cita, amor—Dijo Severus, dándole un último y plumoso beso a Harry.
Apenas a tiempo se separaron, ya que Bella y Tom los encontraron segundos después. Tom y Bella sabían que su pequeño plan había funcionado, ya que verificaron primero los muñecos, antes de venir a "buscar" a sus amigos.
