Cultivar un jardín
Los personajes no me pertenecen, son de la gran Rumiko Takahashi. Esto es sin fines de lucro solo diversión por y para los fans.
*Día 26
Historia AU
Si bien la cocina nunca había sido mi don, había algo en lo que sí era buena; el aroma a tierra mojada me hacía rememorar con profundo amor a mi querida madre quien se esmeró en enseñarme a cultivar un jardín, un pequeño trozo de tierra que estaría lleno de hierbas medicinales para cuando la familia necesite usarlas. Recuerdo su expresión, su forma de hablar y de explicar, de la paciencia infinita porque terminaba bien embarrada pero feliz de haber hurgado en la tierra con mi palita.
Y ahora era mi turno de enseñarle a otro ser especial, a mi amada hija. Quien con cinco años corretea de un lado a otro llena de emoción y expectativa por ver cómo es que saldrá hierba de estas semillas. Sus ojitos iguales a los de su padre miran con asombro el video explicativo del desarrollo de aquellos bulbos, coge mi dedo anular entre sus manitas y me jala porque está impaciente.
De la forma más sencilla y al igual como mi querida Naoko me enseñó, le voy mostrando a mi hija Ukara como es que organizaremos las diferentes clases de hierbas medicinales.
Luego de una hora de trabajo arduo y de sacarle un par de semillas de la nariz hemos terminado. Ukara corre al escuchar la voz de Ranma quien la llama, mi pequeña salta a los brazos de su padre y le embarra la mejilla con el barro de sus dedos.
Sonríen cómplices inmersos en un amor tan único como natural, mi corazón se llena de alegría al verlos juntos.
—¿Qué hacen? —pregunta curioso.
—Mami y yo hacemos un jardín —respondió claramente.
—¿Ah sí? —mi esposo mira en mi dirección mientras me incorporaba con algo de dificultad porque el segundo heredero venía en camino, un varoncito.
—Ukara hizo casi todo sola, solo la dirigí —repuse acercándome a ellos.
Ranma se puso a mi lado y me abrazó mientras caminábamos hacia dentro de la casa, mi niña preciosa seguía embarrando la ropa de papá y agradecí al cielo con toda sinceridad de tener vida y salud para poder enseñar ese legado a mi alborotado Noa quien no dejaba de dar pataditas al oír las risas de su hermanita.
Nota del autor
Estimado lector, mucha ternura para tan poco relato. Akane en esa faceta llamada maternidad y esperando al segundo, recordando con amor a su querida madre.
Gracias por leer este drabble.
Sweetsimphony._
Pd: Noa significa esperanza y amor, mientras que Ukara rocío de la mañana.
