ESTO ES UN TRABAJO DE FICCIÓN. CUALQUIER SEMEJANZA A LA PERSONALIDAD, ACTITUD O SITUACIÓN DE ALGUNA PERSONA ACTUAL, SI ESTÁ VIVA O MUERTA, ES MERA COINCIDENCIA.
*En ésta parte del fic, contiene una escena erótica. Es bajo tu responsabilidad si la quieres leer, pero sino no quieres, sáltatela y continua con lo demás de mi historia o espera la siguiente parte. Por favor, respeta mi decisión en realizar esta historia a mi manera. Gracias por su atención. *
Caminando un largo pasillo, ve a las hadas realizando todo tipo de artesanías: Cuidando a los animales y entrenándolos para que puedan independizarse, también pintaban flores, hojas y ramas, daban luz a las luciérnagas y cuidaban bien de la vegetación, vigilando que toda flor y fruto estuviese en buen estado.
Carlin (sorprendida):- ¿Gavenia? ¿Eres tú?
Gavenia (feliz):- Carlin, tiempo de no verte.
Carlin es una hada guardiana de la realeza que ha estado en dicho puesto por más de 1000 años. Ella mide 12 centímetros y medio, vestida con una armadura y casco de oro, teniendo una lanza en su mano derecha, portando un arco y flecha en la parte de atrás. Sus hermosas alas tenían tatuajes distintivos de la realeza mágica. Su aspecto físico era a la de una humana, pero con extrema belleza angelical, su cabello es color violeta, con trenzas en la cabeza, sujeta por una coleta de flores. Ambas amigas, que se conocieron desde que Gavenia fue una bebé, corrieron para saludarse en forma de reverencia.
Carlin (feliz):- ¿Que estás haciendo aquí? No esperaba verte.
Gavenia (feliz):- Vine a ver a la Reina Nayade.
Carlin (confundida):- ¿Y eso, por qué?
La joven Gavenia, guarda un momento de silencio y posterior habla.
Gavenia (sería):- Quiero renunciar al poder Wicca, alejarme del bosque para tener una nueva vida como humana... bueno, sabiendo que nunca podre renunciar a mis poderes completamente…
La hada se sorprende.
Carlin:- Pero Gavenia, tú…
Gavenia (comprensiva):- Lo estuve pensando por mucho tiempo y… no pertenezco aquí, pertenezco al mundo de los humanos.
Carlin (triste): - ¿Entonces, es el adiós a nuestra amistad?
La joven mira a su amiga de forma dulce y tierna.
Gavenia (feliz):- Esto no es un adiós, Carlin. Yo siempre te veré en las flores, en el clima, en las estaciones del año… nuestra amistad seguirá por siempre y nadie la podrá apagar. Tienes mi palabra.
Carlin (feliz): - Esta bien. Te llevaré con la reina.
La Hada Guardiana la lleva ante su majestad.
La reina Nayade, portaba un hermoso vestido hecho de pétalos de rosa color dorado, en su cabeza no lleva tiara, sino un hermoso lirio imperial color naranja donde en medio se puede apreciar su color amarillo, colocado en la parte derecha de su cabeza. Su cabello negro largo y ondulado le llegaba hasta las rodillas, de piel caucásica, tenía un velo blanco colocado sobre sus brazos, portando una hermosa joyería de oro en sus tobillos, cuello, brazos y dedos de la mano, tenía unas hermosas alas distintas a las de las demás hadas normales, pues parecían una combinación de ángel con mariposa.
Sentada en su gran trono real, habla con Gavenia, quien se encontraba hincada frente a su reina.
Después de un tiempo, regresa a su cabaña.
Bryan la recibe, agarrándola de ambas manos.
Bryan (preocupado):- Y bien, ¿qué sucedió?
Bajándose la capucha que tapaba su rostro, lo mira de una forma tierna, nerviosa y sonrojada.
Siendo aún de noche, ambos enamorados estaban en la habitación de Gavenia.
La chica, sonrojada y apenada, se suelta el vestido blanco donde éste cae al piso, para que el joven, quien se encontraba sentado en la cama, pudiera maravillarse con su hermosa figura femenina desnuda.
Al acercarse, ambos se besan tierna y dulcemente. No podían calmar su calor de amor que se convertía en una llama de la pasión desbordada ante la luz de la luna llena.
En sus recuerdos de Gavenia, se podía oír lo que la reina Nayade le dijo en el mundo de las hadas.
Nayade (seria):-… Deberás aparearte con el humano cuando regreses a tu hogar bajo la luz de luna llena, ya que éste astro está conectado a tu virginidad. Puesto que ésta, absorberá todo tu poder hasta dejarlo débil. No podrá quitarte todo, porque eres de sangre pura Wicca.
Gavenia (sería):- Lo que ordene, mi reina.
Náyade: - Gavenia, piénsalo de forma correcta, porque una vez que hagas ese acto, jamás podrás regresar a este mundo.
Gavenia:- Es lo que deseo en lo más profundo de mi ser, reina mía. Ya que, anteriormente, no pedía ser una bruja del bosque.
Nayade:- ¿Por qué?
Gavenia:- Mi padre me heredó algo muy especial, como si fuese su princesa real, debía custodiar ese obsequio como si fuese mi trono de princesa.
Bryan comenzaba a quitarse su ropa de invierno, cuando Gavenia se lo niega, solo quería que se quitara su playera color naranja, ya que su ropa invernal lo hacía ver muy atractivo.
La joven mujer, vuelve a besarlo con todo su ser, y ahora, estando arriba de ella, tumbada en la cama, Gavenia toca la mejilla izquierda del chico de cabellos plateados y, su otra mano, la pasa detrás de su cuello hasta tocarle su hombro del mismo lado de la mejilla.
La hechicera no puede dejar de degustar sus cálidos labios.
El joven le separa sus piernas y ahora, están juntos, cuerpo a cuerpo.
Gavenia:-… y por lo tanto, eso fue lo que hizo que naciera el deseo de participar en eventos mundiales. Pero mi familia materna, se negaba, ya que debía seguir la tradición familiar Wicca.
La joven la reverencia, postrada en el suelo.
Gavenia:- Usted lo sabe, reina mía, ya que fui entrenada por usted para poder ser la guardiana de este bosque. Usted me enseñó todo lo que una bruja Wicca debía ser, pero…
Nayade:- Lo aprendiste solo por cumplir con tu familia, más no que te naciera del corazón.
Gavenia:- En cambio, el artilugio que me heredó mi padre, jure solemnemente, cuidarlo y protegerlo y en su presencia, cuando fui pequeña le prometí que ganaría un duelo contra mi oponente.
Nayade:- Una promesa hecha con amor de verdad. ¿Tienes experiencia con ese artefacto de tu padre?
Gavenia:- Lo adiestre conmigo en el bosque, mi fiel y amigo inseparable, pasamos grandes aventuras como si tuviera ese objeto en mis manos. Aún tengo recuerdos de como practicaba con este, de niña, a lado de mi padre.
Colocando sus manos y brazos arriba de su cabeza, el joven le agarra sus muñecas, y la besa del cuello de manera sensual, por lo que la chica de cabellos verdes pálidos, cierra sus ojos, apretándolos un poco fuerte y comienza a gemir por la forma tan apasionada en que besaba dicha parte de su cuerpo.
Bajando lentamente hasta llegar a su busto, lame y succiona sus botones rosas que notaban un ligero brote por su excitación en la cama.
No había palabras, solo gemidos de ambos enamorados que ya deseaban encontrarse en un acto carnal de amor puro.
Al joven, no le dio tiempo de quitarse sus guantes de batalla para tener contacto piel a piel con ella y, tocándole así su muslo derecho, desliza su mano lentamente hasta llegar a tocar su zona íntima de su damisela, quien, de forma suave, tranquila, delicada, mojándose junto con ella, jugó en ese lugar con sus dedos hasta que quedaron lubricados por su especial néctar, por cada gemido alto que denotaban sus cuerdas bucales.
Soltándola de las muñecas, baja hasta su zona íntima de la chica de cabellos verdes, besando cada parte de su abdomen y vientre, decide degustar la miel que de ella emana, ya que se encontraba completamente mojada, con el simple hecho de besarla en su cuerpo y cuello.
La joven sólo se muerde sus labios, y agarra muy fuerte las sábanas blancas. La forma en que su amado chico de cabellos plateados, movía su lengua en su zona de Gavenia, la hacía perderse en el éxtasis de su alma. Una sensación nueva que nunca antes había experimentado en su vida.
Gavenia (vista perdida):- Sigue así… amg, me… amg, anf, me gusta.
Cumpliendo el deseo de su amada, aumento un poco su ritmo, gimiendo más fuerte. Sonrojada de sus mejillas, quería que fuese aún más haya de lo habitual, y, apoyada por sus brazos, se alza un poco para ver lo que su amado joven le hacía.
De gustaba bien ese néctar dulce que de ella emanaba, parecía que no tenía fin. Hasta que dio su primer gemido fuerte en su habitación, un eco sensual en el lugar. Bryan engulle muy bien toda su dulce miel.
Nayade:- Suenas segura, calmada y sabes lo que haces. Tendrás tu deseo, y ganarás tu batalla con nuestra ayuda, tómalo como un agradecimiento por haber cuidado excelente la naturaleza de este gran forestal durante 11 años pero, con una condición.
Gavenia:- ¿Cuál, reina mía?
Nayade:- Siempre honrarás a tu palabra: Si y no, no te dejaras manipular por nadie y te defenderás de cualquier ente maligno que quiera arrebatarte tu paz. Jamás regresaras a estas tierras, te olvidarás de todo ser mágico y no podrás hablar nunca con los animales, pese a que aún tengas tus poderes, sólo que más débiles. No te podré quitar los conocimientos de la herbolaria medicinal, ya que lo adquiriste por medio de la lectura, así que, aún tendrás ese saber hasta el final de tu existencia.
Gavenia:- Está bien reina mía. Cumplo con lo que usted me ordene.
Nayade:- dame el artilugio que creaste en el bosque.
Gavenia se para y se acerca ante la reina, esta lo hace levitar y recita una lengua mágica incomprensible, bendiciéndolo con sus dones mágicos.
La joven ahora comienza a saborear el falo grueso del joven, pues él se había bajado su cremallera de su pantalón para mostrársela.
Tan tibio, cálido, grande y duro.
El muchacho de cabellos plateados le explicaba cómo debía saborearlo ya que Gavenia no tenía experiencia en hacerlo, más ella intuyó, que fue en la abadía donde oía el joven, a través de las frías paredes, cómo los soldados le decían a los niños y jóvenes castigados como engullir sus miembros para que los dejaran en paz de una buena vez: rápido, fuerte y desesperado, incluyendo a ese sacerdote de cabellos morados que, Bryan podía oír a través de esos muros, innumerables veces, el nombre del chico de las mejillas pintadas de color azul, su fantasía más oscura y asquerosa.
Bryan, lo pedía de diferente manera: dulce, tranquila, sin prisa. Sentía como Gavenia masajeaba su miembro de forma placentera con su lengua y paredes de su boca, de la base hasta la punta, como si se lo estuviera comiendo, oyendo la joven, los gemidos sensuales de su chico, lo que significaba que estaba haciendo un buen trabajo. Él le hizo una coleta a la niña con sus propias manos para que no le estorbara mientras realizaba la felación.
Bryan (sonrojado):- Así, Gavenia… ¡ah! ¡Lo – lo estás haciendo bien…! ¡Ungh! ¡Sigue! ¡Ah! ¡No pares! ¡Aaah!
Pudo sentir, por más de 9 eyaculaciones seguidas, aquel líquido viscoso y dulce, como una menta lavandina pasar a través de su garganta. Lo deglutía y aun así, ella pedía más, pero el joven la detuvo, ya que quería entrar en su ser y poseerla como suya, no como propiedad, puesto que ella aún tiene más cosas que conocer de su cuerpo.
Soltándola del cabello, le explica cómo debía colocarse en la cama: la joven, un poco nerviosa, temerosa y asustada, se acuesta boca arriba y separa sus piernas. Notando su sentir negativo, la besa en los labios para que esté más tranquila. Ella corresponde a su beso apasionado.
Bryan (sonrojado):- Tranquila, no te lastimare. Introduciré poco a poco hasta donde te sientas cómoda.
No emite palabra, solo un gemido nervioso, asintiendo con su cabeza a la respuesta al comentario de Bryan.
El joven coloca aquel miembro grueso y grande en la zona íntima de su chica y, empujando un poco, ella se queja del dolor, cerrando sus ojos instantáneamente, encogiendo un poco sus piernas y apretándole, con éstas, un poquito su cintura. Lo agarra de sus ropas de invierno color granate, muy fuerte, pero Bryan la besa en los labios para que este más tranquila.
Bryan (sonrojado):- ¡Gavenia, relájate! ¡Por favor! ¡Te siento tensa! ¡No quiero lastimarte!
La joven, sin emitir una palabra, vuelve a asentir con la cabeza que continuara, pero no se atreve a verlo a los ojos, pues sentía vergüenza de lo que le hacía, por lo que tenía los párpados muy apretados.
Bryan vuelve a introducir otro poco más, por lo que Gavenia grita locamente, manchando aquellas sábanas blancas en color carmesí.
Una explosión se suelta en el interior del cuarto real de la reina. El beyblade, ahora era color rojo, como las rosas checkmate, con aleación dorada a los lados. Los 4 elementos se fundieron en uno solo, aún conservan sus respectivas funciones pero, la única que lo puede controlar, es Gavenia.
Nayade:- El amor siempre estará de tu lado. No importa cómo lo encuentres, siempre formará parte de ti.
Gavenia:- Gracias, su majestad.
Nayade:- Puedes tomar el artilugio.
Gavenia lo toma con honor el nuevo beyblade que le creo la reina de las hadas.
Viendo que en todo el beyblade, tiene símbolos de hadas, que presentan las 7 puntas de la estrella de las hadas: Agua, Aire, tierra, fuego, espíritu, luna y sol, un emblema usado con honor para la joven.
Una nueva beyluchadora Wicca, acaba de surgir.
Teniendo un ritmo lento, suave y degustable, Bryan la veía al rostro y le excitaba verla como es que su vista perdida se hacía cansada, sacaba la lengua y sus mejillas estaban coloradas.
No hubo mucha habla, aún seguían gimiendo y era lo único que el joven quería oír de su amada Gavenia.
La muchacha sacaba saliva. Lo seguía agarrando, aún, del cuello de la chaqueta de su ropa invernal, muy fuerte. No quería soltarse. La embestía suave y delicado, como si de una frágil rosa, se tratara. El crujir de la cama no les importaba, puesto que se concentraban en sus respiraciones que juntos, inhalaban y exhalaban cerca de sus rostros.
Bryan la volvió a besar apasionadamente en sus labios. No quería separarse de ella. Su silueta de ángel la hizo cautivar por su belleza extrema.
Toca el pecho de la joven para que se excitara un poco más. Logrando lo que realizó, Gavenia pedía que le siguiera dando más fuerte y que no se detuviera. Era un éxtasis sin igual que nunca antes había experimentado.
Su corazón se aceleraba, los fluidos de su zona, no mentían cuando pedía que le diera más.
Bryan sentía que era la única persona que podía satisfacer todas sus necesidades sexuales de la chica.
Ambos se sentían en las nubes.
Cambiando de posición, ahora en "4 patas", la joven coloca solo sus codos y rodillas sobre la cama, mientras que Bryan, se coloca de rodillas detrás de ella, ajustando su altura a la de sus caderas. Teniendo aún el control de la penetración, en sentido de profundidad y velocidad, Gavenia grita de placer, teniendo aún los ojos cerrados. Vuelve a agarrase fuerte de las sábanas y seguía sacando saliva de la comisura de su boca.
Duro bastante tiempo en esa posición, tocándola de la espalda, busto y órgano eréctil, para que se excitara más de lo habitual.
La joven de cabellos verdes, sacaba vapor de su boca, su vista perdida, regresaba a la normalidad, pero no volvía a lo mismo, sino con ojos sorprendidos, pues nunca antes había sentido un miembro masculino moverse dentro de ella. Era algo nuevo y único.
Bryan la hace cambiar de posición, ahora, en flor de loto.
Abrazados, Gavenia aún no hablaba, seguía gimiendo ahora para sus oídos de Bryan.
Tenía un gesto de dolor, pero, lo soportaba. Era placentero aquello que su chico le daba, ¿cómo no pudo haberlo sentido desde antes? Tal vez porque no conocía el amor de verdad y, si lo hacía antes de tiempo, pudiera haber salido afectada y lastimada del corazón.
Bryan la vuelve a besar en los labios y, un ligero aumento de adrenalina, hizo que la embestida fuese un poco más dura y rápida, por lo que Gavenia lo abraza y se queja más fuerte.
En la puerta de piedra, su amiga Carlin la bendice con su poder mágico, puesto que le indica que nunca se olvide de ella. Podrá olvidarse del mundo de las hadas, pero, del nombre de su mejor amiga, jamás. Y, siempre, en las mañanas, le podrá rosas de diferentes colores para apoyarla en sus beybatallas y que siempre estará a su lado. Nunca deberá de caer, puesto que de eso se trata el juego al que se metió, y si llegara hacerlo, perdiendo el rumbo de su ser, qué simplemente huela el perfume de las rosas que deja y le harán sentir la calidez de su amiga que la apoya y la hará reflexionar en todo sentido, puesto que eso, no significará que se perderá por siempre.
Carlin (triste):- Adiós amiga.
Gavenia (melancólicas):- No es un adiós… sino un Hasta luego, Carlin.
Dejando de besarse, coloca su frente en la frente del chico con ropas de invierno granate.
Gavenia (mirada perdida):- amg, amg, amg… Bryan.
Bryan (sonrojado):- Dime…
Gavenia (mirada perdida):- Te amo…
Tocando su mejilla, su vista de la joven se pone más perdida que la anterior, mordiéndose más los labios y mojándose más de lo habitual. Su vista se hace cristalina, derramando una ligera lagrima en ambos ojos.
Bryan (sonrojado):- ¿En serio?
Gavenia (vista perdida):- Si… te amo. Siento todo esto muy satisfactorio, como… como tú. Me haces mujer cuando estoy contigo. Eres mi mundo y mi alma entera.
Bryan (sonrojado):- ¡amg! ¡anf! Gavenia…
Gavenia (vista perdida):- Sigue con este ritmo, ¡amg! ¡Amg! ¡Sigue amor! ¡Ungh! me haces volver loca por ti…
Mordiéndose los labios, lo besa apasionadamente.
Ambos estaban sudando, pero no dejaban de ser uno sólo en el momento del acto.
Gavenia (enamorada):- Te amo Bryan.
Sintiendo el último orgasmo de su chico, la joven grita más loca de lo habitual, cayendo ambos en la cama, jadeando, sonrojados y, saliendo de su zona íntima de Gavenia, el lácteo tibio que Bryan le deposito dentro de ella.
Bryan se acerca a ella y, la tapa con la sábana blanca su cuerpo desnudo.
Gavenia (cansada):- ¿Eso… es todo?
Bryan (tono burlón):- ¿Quieres intentarlo por segunda vez?
La joven sonríe y, se queda dormida al instante, puesto que se había cansado. Siendo su primera vez es muy normal, pero, una primera vez mágica y especial que nunca olvidara. Bryan también se queda a su lado y duerme junto a ella hasta la mañana siguiente.
El primero en despertar seria Bryan, quien, al ver a su chica aun dormida de lado, viendo hacia él, dando la espalda a la pared, la toca con su dedo índice dorsal su megilla izquierda y se la besa. Ella reacciona, sonriendo y moviéndose un poco de los hombros a lo que regresa a contemplar sus sueños.
Arropándose correctamente, sale un rato de la cabaña para respirar un poco de aire fresco cuando, el zorro Ozy se acerca ante él para advertirle que alguien se acercaba.
Bryan solo se lo queda viendo de manera confusa, puesto que no entendía nada de lo que el animalito hacia y sonidos que emitía.
A lo que mejor, el animal optó por morderlo y jalarlo de su pantalón de la pierna derecha, para llevarlo al lugar donde quería, pero el joven no se dejaba.
Bryan (enojado):- ¡Oye, ¡Tranquilo! ¡Déjame! ¡Suéltame!
El zorro lo suelta y, se da la vuelta para proteger al chico, mostrando sus afilados dientes. Bryan no entendía nada, hasta que vio a la chica de cabellos castaños, salir de entre los arbustos.
Hilary (enamorada):- ¡Mi amor, aquí estas!
Con ropas casi desgarradas y sucias, las cuales eran una camiseta negra con pantalones cortos de mezclilla azul y una chaqueta naranja con contornos amarillos y una capucha, parecía que había perdido el rumbo del camino por mucho tiempo para llegar a la cabaña de la Hechicera, al parecer, tal vez uno 3 días.
La joven de cabellos castaños, corre hacia Bryan, para que lo recibiera con los brazos abiertos. Comenzó a decirle cosas y palabras hermosas como si ya hubiesen sido pareja de varios años, pero, no es así. Al parecer, había consumido una hierva alucinógena llamada "Lirio Rosa de Agua", que hace que vivas una realidad alterna ajena la que ya conoces, pues al ingerirla, puedes padecer una respiración acelerada, cambios en el patrón de conducta, leve enrojecimiento en el área facial (principalmente en las mejillas) y sequedad bucal. Ella ingirió esa planta ya que no tenía nada que comer, así que, se sacrificó para que pudiera subsistir.
Bryan, al reconocerla, coloco un mirar maniaco y desquiciado, porque no le perdonaba el obsequio regalado a los Blitzkrieg Boy.
Bryan (furioso):- Pero miren nada más, si es la odiosa puta de Hilary.
El zorro la detiene mordiéndola de sus botas militares marrones, para que la joven Hilary no se acercara más al muchacho, pero ella insistía en acercarse a él.
Bryan (furioso):- Perra, engendra del mal.
La chica no entiende su sentir, puesto que se le hizo muy extraño, colocando un mirar ido, se podía notar a través de los rayos del sol, un iris en forma de corazón bien marcado, señal de que aún tenía la droga en su organismo hace 72 hrs.
Sacando su beyblade y lanzador para lastimarla, se coloca en posición para dañarla, cuando el zorro la suelta, realiza un aullido de llamado, corre hacia Bryan y le vuelve a morder su pantalón para que no le hiciera daño, deteniéndolo. También aparecieron el cuervo Cahir y la lechuza Minerva para detener el andar de Hilary, jalándola de sus ropas por detrás.
Bryan (furioso):- ¡Suéltame! Ella deberá pagar por haberme hecho esa cruel jugada, principalmente, que iba dirigido a mi compañero Kai. ¡Eso no tiene perdón!
Vuelve a mirarla con ojos maniacos.
Bryan (furioso):- Y tú, lamentarás haber nacido, puta desgraciada.
Bryan (grita):- ¡Vete a la mierda!
Siendo movida por el aire su chaqueta color granate, coloca sus manos en el lanzador preparado con el beyblade cuando, Gavenia, se interpone enfrente de él, vestida sólo con su ropa sacerdotal blanca, lo agarra de los brazos.
Gavenia (preocupada):- Bryan… no tienes que hacerlo.
Bryan (furioso):- ¡Hazte a un lado, Gavenia! ¡ella no merece estar aquí!
Gavenia (sentida):- ¿No conoces la compasión?
Bryan (furioso):- ¿Qué cosas estas diciendo?
Gavenia (suplica):- Dime que la conoces… si no conoces el significado de ésta palabra, yo… yo puedo enseñarte ese sentimiento justo ahora.
Bryan (furioso):- ¡Hazte a un lado!
Gavenia (suplica):- No lo haré…
Bryan (furioso):- ¡Que te quites!
Gavenia (suplica):- ¡Que no!
Bryan (furioso):- ¡Gavenia!
Gavenia (suplica):- ¡No! ¡No me voy a quitar! ¡No lo haré!
Bryan (furioso):- ¿Por qué deseas salvar a esa tonta e ingenua mocosa?
Gavenia (suplica):- Porque…
Cierra sus ojos y aprieta los párpados.
Gavenia (grita):- ¡ELLA ESTÁ ENFERMA!
Bryan la mira confundido.
Bryan (furioso):- ¿Qué estupideces estas diciendo?
Gavenia (suplica):- Hilary está enferma, porque comió una flor alucinógena, que te hace comportarte de manera distinta, viviendo una ilusión irreal, lo sé por los signos que está teniendo. Si dejo que pase más tiempo… en unas horas, ella morirá.
(CONTINUARÁ…)
