Ranma ½ no me pertenece.
.
.
.
.
Fantasy Fiction Estudios
presenta
.
.
.
.
Mundos opuestos
.
.
.
.
Departamento de Enlace Interdimensional
Oficina 248
Sección R
.
.
.
Ono Tofú se sirvió una taza de té y se sentó de nuevo en su mesa de trabajo en el pequeño cubículo. Suspiró y observó las hojas frente a él, donde estaba redactando el informe. Era simple y escueto, pero no podía confesar que se había involucrado demasiado íntimamente con aquellas personas. Su trabajo consistía en ir a la dimensión requerida, arreglar lo que estaba mal y volver, victorioso, al Departamento de Enlace, para encargarse de otro caso.
No debía enamorarse en el proceso.
Observó el portarretrato que había en una esquina de su pequeña mesa, con la foto de Kasumi Tendo. Había roto todas las reglas al traerse aquel tesoro de vuelta a su dimensión, pero no le importaba, estaba seguro de que nadie se daría cuenta. Todos estaban demasiado ocupados en sus propios trabajos y asuntos como para fijarse en su cubículo, perdido en el centro de otros miles, y en la decoración de su mesa. Aún así, puso el portarretrato boca abajo, ocultando la foto de aquella mujer amada, cuando su compañera de al lado se acercó a pedirle prestado un lápiz.
Tofú sonrió, amablemente.
—Volviste pronto, Tofú —dijo su compañera.
—El problema era fácil de arreglar, y ahora todo marcha sobre ruedas —replicó él con una inclinación de cabeza.
«Pronto», había dicho su compañera. Para él habían sido los mejores momentos de su vida. Vivió al máximo cada año en Nerima junto a Kasumi Tendo y su familia, aunque en el Departamento tan solo pasaron unos meses.
—Ya veo —dijo su compañera, pensativa—. Me pregunto a dónde te enviarán ahora.
Tofú no lo había pensado y aquello lo tomó por sorpresa. No se imaginaba a sí mismo en otro lugar, con otra gente, sin Kasumi. Se quedó mucho tiempo allí, quieto frente a su mesa, con el informe a medio escribir y la taza de té, ya frío, a un lado. Fue entonces cuando la idea le rondó la cabeza. Era algo inaudito para él, que había construido una reputación intachable durante años. Era el mejor de su sección y muchas veces había aleccionado a más de uno de sus compañeros sobre «las reglas» y «el protocolo» de cadaviaje, y que ahora fuera a romperlo tan flagrantemente lo avergonzaba. Pero se justificaba diciéndose que era lo que haría un hombre enamorado.
De pronto, pensó en Ranma Saotome. Aquel muchacho, a pesar de ser tan joven, le había enseñado que había que seguir luchando, incluso cuando se está más débil.
Tofú se echó hacia adelante y terminó de redactar el informe con rapidez. Echó la silla hacia atrás y fue a la oficina de su jefe, donde dio dos golpes en la puerta antes de entrar. El hombretón detrás del amplio escritorio, tapado casi por completo por cientos de papeles, lo observó con aburrimiento.
—¿Qué quieres, Tofú? —dijo—. Estoy muy ocupado.
Tofú había contado con que así fuera.
—Solo vengo a entregar mi informe —respondió—. Si lo revisa ahora, señor, lo pasaré directamente al Archivo y no se quedará en su mesa.
El jefe entrecerró los ojos y dejó caer los hombros.
—Por eso eres el mejor de mi oficina, Tofú —dijo alargando la mano.
Le entregó el informe y esperó, aparentando tranquilidad, con las manos cruzadas detrás de la espalda.
—Aquí dice que encontraste problemas —murmuró el jefe levantando las hojas—. ¿No me habías dicho que todo salió bien?
—Así es, salió bien —respondió Tofú inclinando la cabeza—. Al menos la primera parte del plan.
—¿La primera parte?
—Verá, señor —dijo Tofú, haciendo una pausa como si estuviera eligiendo bien las palabras, aunque ya las había ensayado varias veces en su cabeza—. Se trata de Ranma Saotome… es un muchacho terco, y lo más probable es que termine yéndose de viaje para no volver nunca con su prometida. Lo que afectaría toda la dimensión, como usted ya sabe. Ranma y Akane deben terminar juntos para…
—Sí, sí —lo interrumpió su jefe, cerrando la carpeta con el informe—. Supongo que, si estiramos el presupuesto, podremos justificar un viaje más. Pero será mejor que arregles el problema muy rápido… Y que vuelvas cuanto antes.
Tofú asintió. Después hizo una profunda reverencia.
—Muchas gracias, señor.
Cuando salió de la oficina y volvió a su cubículo, andaba con los pies ligeros y el corazón contento.
.
.
.
Apareció en una calle de Nerima, cerca de su clínica de acupuntura. Vestía el gi de entrenamiento de color oscuro que había usado la vez anterior. La clínica tenía tablones cruzando las ventanas y un cartel de «se vende» pegado en la puerta. Tofú lo arrancó con una sonrisa y entró. Aún conservaba la llave y por suerte no habían cambiado la cerradura.
Cerró la puerta detrás de sí y miró alrededor, habían quitado casi todos los muebles, pero no le importaba, podía empezar de nuevo, desde cero.
Se quitó el reloj de pulsera, que indicaba su posición y tenía el procesador con el que debía volver a su dimensión. Lo tiró al suelo y lo aplastó con el pie, una y otra vez, hasta que lo rompió en pedazos. Entonces suspiró y se dejó caer en una de las pocas sillas que quedaban.
Había leído antes sobre los Fugitivos, trabajadores que huían de las distintas Secciones para quedarse en la dimensión de su agrado, había muchos rumores que rondaban el Departamento. Él no sería el primero, y sospechaba que tampoco sería el último. Si a alguien le daban la oportunidad de vivir su vida deseada junto a la mujer amada, ¿acaso no la tomaría?
—Heme aquí —se dijo.
Ono Tofú no volvió nunca al Departamento de Enlace Interdimensional. Y sobre el escritorio en su cubículo, solo dejó un portarretrato vacío.
.
.
.
FIN
.
.
.
Nota de autora: Tuve varios problemas con la palabra que me dio Noham hoy, que fue «dimensión», porque venía usando la idea de "dimensiones" en historias anteriores. Nuestra conversación básicamente era:
—Entonces escribe sobre tal tema.
—Es que lo hice hace poco.
—Y tal otro tema.
—Eso lo escribí en El año de la felicidad.
—Y si escribes "bla, bla, bla".
—Lo hice en El año de la felicidad.
—Y si…
—El año de la felicidad.
—Pero, ¿y…?
—¡El año de la felicidad!
Creo que entendieron la idea XD. Al final, me decidí por esta idea loca, al estilo de la serie de Loki, donde Tofú trabaja arreglando problemas en otras dimensiones. Y explicaría por qué desapareció de pronto en el manga, ya que "terminó su trabajo". Además, ahora que estoy releyendo el manga (ya hacía mucho tiempo que no lo hacía), recordé que, cuando Ranma recién conoce a Tofú, el doctor le aprieta un punto de presión para que Ranma "se dé cuenta de lo dulce que es Akane". Básicamente, Ranma no puede usar las piernas por un rato y Akane se ofrece en seguida a ayudarlo, llevándolo en andas, incluso lo moja para que se convierta en mujer y así no se sienta humillado. Ya saben de qué escena hablo, ¿cierto?
Así que podríamos decir que "Tofú ayuda a la relación de Ranma y Akane"… según yo XD.
Muchas gracias por sus comentarios a: Diluanma, Gatopicaro, Rowen, Rash, Psicggg, Juany y Noham.
Nos leemos.
