Disclaimer: Naruto y todos sus personajes pertenecen a Masashi Kishimoto.
Notas: Esta es una colección de drabbles sin relación entre sí que decidí escribir como colaboración al SNSmonth2022. Tendrá pequeñas historias tanto Narusasu como Sasunaru, y en cada capítulo indicaré las respectivas advertencias y si es SN o NS.
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Prompt 25: Idiots in love (-)
Advertencias: Continuación del día 2 y el día 10.
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Por increíble que parezca, Naruto terminó teniendo razón con respecto a Hinata.
Decidido a no actuar como un completo patán y simplemente desaparecer de su vida, la llamó tal y como había prometido. Acordó con ella un lugar donde reunirse y fue directo al grano, optando por ser sincero.
Le dijo que estaba feliz de haber encontrado a su alma gemela, porque luego de mucho reflexionar se dio cuenta de que una parte de él sí se alegró por hacerlo, pero admitió que su corazón ya pertenecía a alguien más y que no podría ofrecerle a ella nada más allá de la amistad.
La chica se mostró confundida y decepcionada al principio, jugueteando con una servilleta del pequeño café donde se habían citado. Le preguntó si estaba cien por ciento seguro de que no podría darle una oportunidad y, aunque Naruto quiso poder decirle que lo intentaría solo para no hacerla sentir mal, no le supo bien mentir, no cuando ya tenía a alguien ocupando cada rincón de sus pensamientos.
Entonces Hinata le sonrió, admitiendo que desde niña había imaginado el romance del que todo el mundo hablaba sobre los destinados. Almas hechas para amarse, ¿no? Siempre creyó que su alma gemela sería la persona para ella y, saber que no era así, le dolió. Pero eso no le impidió ser comprensiva y asegurarle que no haría nunca nada que pudiera perjudicarlo con la persona que había escogido para él.
El resto de la reunión fue un poco incómoda, pero pronto se encontraron conversando amenamente sobre diversos temas. Hinata resultó ser una compañía agradable y, por suerte, partieron en buenos términos.
Naruto no podría ofrecerle lo que ella quería, pero le ofreció su amistad, y Hinata la aceptó de buena gana, agradeciéndole estar dispuesto a tener una buena relación con ella a pesar de las circunstancias.
Fue así como comenzó su amistad. Una amistad tranquila, sincera y sin el peso de la responsabilidad que muchos dirían que le correspondía por ser su destinado. Hablaban de vez en cuando, tal vez una vez a la semana, y Naruto descubrió que Hinata era muy buena escuchando y aconsejándolo.
Terminó incluso hablando sobre Sasuke y sobre sus sentimientos, algo avergonzado del incómodo tema entre ambos. Sin embargo, luego de escuchar su historia, la chica solo había soltado una risita, diciéndole que estaba contenta de que tuviera a alguien a quien amar con tanta libertad.
Su corazón se sintió ligero después de eso.
Naruto era una persona bastante abierta con todos sus amigos, le gustaba salir, que lo visitaran y siempre estar en contacto. Por ello, no fue extraño que Hinata también terminara siendo invitada a su casa, algunos meses después de conocerla.
La chica se ofreció a enseñarle a preparar galletas con chispas de chocolate, de sus favoritas, y Naruto no pudo decir que no a una oferta así.
Fue así como Sasuke los encontró ese día, con dos bandejas de galletas recién horneadas y una cocina llena de harina y otros productos.
— ¡Ah, Sasuke, regresaste! —lo saludó alegremente el rubio, pero Sasuke estaba demasiado concentrado en asimilar el desastre que ahora tenía por cocina. —Mira, te presento a Hinata.
—M-Mucho gusto. —saludó tímidamente la joven, tartamudeando involuntariamente. A veces lo hacía cuando estaba nerviosa, lo que era más frecuente de lo que le gustaría admitir. —Naruto-kun me ha hablado mucho sobre ti.
—Hn. —le respondió Sasuke secamente, sin tener realmente la intención de ser grosero. Simplemente no le interesaba interactuar con cada persona que Naruto invitaba a casa. Shikamaru era el único tolerable de todo su grupo de amigos.
—Es un hombre de pocas palabras. —se apresuró a decir Naruto para justificarlo, rascándose el cuello con algo de incomodidad. Sasuke le dirigió entonces una mirada de pocos amigos.
Hinata rio con suavidad.
—Supongo entonces que es cierto eso de que los opuestos se atraen. —intentó bromear la chica. —Aunque por el modo en que se miran, entiendo que no quisieras perder esto, Naruto-kun. —Hinata dijo esas palabras queriendo ser amable, pero no pudo más que confundirse al notar lo pálido que se había puesto el rubio.
— ¿Qué? —preguntó Sasuke, totalmente fuera de lugar.
—Y-Yo, eh, bueno, no quise ser entrometida, es solo que se nota que están muy enamorados y, pues… ¿uh? —dejó de hablar cuando vio que Naruto le hacía cientos de muecas para que se callara.
—Creo que has malinterpretado nuestra relación. —se apresuró a decir el Uchiha con un tic en el ojo.
— ¿Malinterpretado? —miró a Sasuke, luego a Naruto, y continuó viendo entre uno y el otro hasta comprender enteramente la situación que había causado. Horrorizada, se llevó las manos a la boca y se coloreó hasta las orejas por la vergüenza. — ¡Lo siento muchísimo! Yo creí que ustedes… Yo… Eh…
Y es que Naruto sí le había hablado de Sasuke y de sus sentimientos, pero nunca mencionó que estuvieran o no en una relación. Había asumido que sí, por la manera en que hablaba el rubio del chico del que estaba enamorado, pero… Oh, cuántos problemas.
—Yo- Eh, bueno… ¡Me tengo que ir! Tengo que recoger a mi hermana a su escuela y luego tengo que ir a… Bueno… ¡Lo siento, Naruto-kun! —y, sin nada más, tomó sus cosas y salió huyendo del apartamento, rogando en su mente que Naruto la perdonara por no ayudarlo a limpiar.
Después del sonido de la puerta cerrándose, todo quedó en un profundo silencio. Parecieron horas hasta que Sasuke finalmente habló.
— ¿Qué mierda acaba de pasar?
—Oye, lo puedo explicar. Es una historia divertida, ¿sabes?
—Naruto. —lo cortó bruscamente. — ¿Le dijiste a esa tipa que estábamos saliendo?
El rubio enrojeció hasta las orejas.
— ¡No la llames así! Hinata es mi amiga, ¿eh?
—No evadas mi pregunta.
— ¡Claro que no le dije que estábamos saliendo!
— ¿Entonces qué fue todo eso de los enamorados y no sé qué?
Naruto respiró profundamente.
—Bien, vamos a calmarnos. —exhaló. Sasuke lo miró alzando una ceja.
Y entonces, Naruto decidió hablarle con la verdad. Le dijo que Hinata era su destinada pero que habían acordado ser amigos, por muy increíble que pareciese. Le explicó que la chica sabía que él ya estaba enamorado de alguien más y que por eso no podría ofrecerle nada más que su amistad.
Y, claro, le dijo que le había comentado a Hinata sobre esa persona especial para él, que evidentemente luego de las acciones de la chica no podía ser nadie más que…
— ¿Yo? —preguntó un estupefacto Sasuke. —Todo este tiempo, ¿te estabas refiriendo a mí?
Naruto se rascó la nuca en un gesto nervioso.
—Bueno, ¿sí? Pero si te asusta y no quieres seguir siendo mi amigo entonces era broma.
—Es un chiste, ¿no? —el Uchiha soltó una risa incrédula. —No creí que podrías ser más idiota.
— ¡Oye! No tienes que corresponderme, pero tampoco te burles. —se quejó haciendo un puchero.
—No me estoy burlando de tus sentimientos, tarado, y menos cuando yo… Cuando siempre has sido tú, también.
El rubio abrió los ojos como platos ante sus palabras, su corazón latiendo desesperado, como si quisiera escapársele del techo.
— ¿Estás diciendo que tú…?
—¿Tú qué crees?
Al final, resulta que Hinata terminó haciéndole un favor. Ahora solo tendría que buscar la mejor manera de agradecerle.
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N/A: Planeo hacer una versión más larga de esta historia, con escenas menos apresuradas para que todo tenga más sentido XD Esto quedó así porque estaba apurada por publicar antes de las 12 de la noche, entonces realmente no me gusta mucho el resultado y por eso pienso editar todo esto y hacer un fic independiente que me contente un poquito más (además de que por la misma falta de tiempo ni lo corregí XD).
Mientras tanto, aquí está esto XD
