Disclaimer: Twilight pertenece a Stephenie Meyer, la historia es de DaniDarlingxx, la traducción es mía con el debido permiso de la autora.
Disclaimer: Twilight is property of Stephenie Meyer, this story is from DaniDarlingxx, I'm just translating with the permission of the author.
Capítulo beteado por Yanina Barboza
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Noventa y cinco
Mi hermana me robó a mi novia.
Emmett está farfullando a mil por hora sobre los playoffs de fútbol americano y cómo los Seahawks podrían no llegar porque algún jugador hizo algo que aparentemente es malo o… alguna mierda como esa.
Mira, no soy aficionado a los deportes.
Así que Emmett me está hablando de cosas que no me importan, y Bella y Rose están balbuceando como si fueran mejores amigas desde el jardín de niños, mostrándose fotos en sus teléfonos. Ni siquiera está a mi alcance; ella está hasta al otro lado del fuego.
No es justo. Quiero a mi chica de vuelta.
Ella sigue lanzándome miradas que son acaloradas por más razones que el reflejo del fuego en ellos. Han pasado aproximadamente doce horas desde que me enterré en ella, y creo que ambos nos estamos poniendo un poco inquietos.
Mi teléfono vibra en mi bolsillo, confundiéndome porque todos los que me podrían enviar mensajes de texto están aquí.
Bella: Sigue mirándome con esos labios carnosos y no dejaré que los pongas en mi coño más tarde.
Joder… joder. Gracias a Dios tengo un protector de pantalla de privacidad en mi teléfono, por lo que Emmett no puede ver lo que me acaba de poner esta chica.
Edward: Es lindo que creas que te voy a dar la opción, escribo de vuelta, tratando de ajustarme discretamente, para que Emmett no crea que él es la razón por la que me estoy poniendo duro.
Bella: Tal vez prefiera sentir esa gran y dura polla tuya deslizándose profundamente dentro de mí mientras te cabalgo.
Aspiro una fuerte bocanada de aire, con las manos temblando por la necesidad de estar en ella.
―Amigo, escuchaste algo de lo que dije ―gime Emmett, golpeándome en el brazo.
―Sí, hombre, simplemente no entiendo nada de eso.
―Chicos, mientras los tengo aquí, ¿pueden ayudarme a sacar algunas cosas del cobertizo? ―llama papá, interrumpiendo lo que está a punto de ser otra reprimenda de Emmett sobre cómo necesito relajarme y ver algunos deportes como un "hombre de verdad".
Cuando camino hacia el cobertizo, Bella me detiene por un segundo con una mano en mi muslo.
―Carlisle, él los alcanzará allí; solo tengo que preguntarle algo muy rápido —grita, con esa sonrisa traviesa suya que conozco tan bien ahora.
Mi hermana también tiene una sonrisa de comemierda en su rostro, pero no me importa cuando Bella se pone de pie y presiona su pequeño y apretado cuerpo contra el mío. Su mano desliza algo en mi bolsillo, y se levanta sobre la punta de los dedos de los pies, sus tetas se presionan contra mi pecho y mi mano instintivamente encuentra su espalda baja para estabilizarla.
―Cuando hayas terminado con tu papá, ve al baño y averigua qué es eso ―me susurra al oído, su aliento caliente y haciéndome cosquillas en el cuello―, envíame un mensaje de texto cuando lo hagas.
El beso que deja en mi mejilla es un millón de veces más dulce de lo que estoy seguro que tiene en mente, pero me quedo mudo, y todo lo que puedo hacer es asentir y hacer que mi pene se calme para poder ayudar a Carlisle y Emmett.
Treinta minutos después, me escabullo al baño tal como me pidió. Me muero por meter la mano en mi bolsillo desde que dejó lo que sea que hay ahí, pero todavía no estoy preparado para lo que saco.
Es la diminuta tanga de encaje blanco que la vi ponerse debajo del vestido esta mañana, la entrepierna mojada por lo excitada que ha estado, lo que significa que está sentada allí ahora mismo sin nada debajo de ese vestido, hablando con mi familia como si nada pasara.
Edward: Encuéntrame arriba, gira a la izquierda, la puerta al final del pasillo.
Cuando era adolescente, perdí la oportunidad de follarme a mi novia en la cama de mis padres, y estoy a punto de remediarlo.