Disclaimer: Twilight pertenece a Stephenie Meyer, la historia es de DaniDarlingxx, la traducción es mía con el debido permiso de la autora.

Disclaimer: Twilight is property of Stephenie Meyer, this story is from DaniDarlingxx, I'm just translating with the permission of the author.

Capítulo beteado por Yanina Barboza

Grupo en Facebook: Tradúceme un Fic


Noventa y seis

BPOV

Cuando abro la puerta, la habitación está a oscuras, la risa de la familia de Edward se filtra por la ventana abierta.

No puedo explicarlo, pero algo ha cambiado entre nosotros esta noche. Hay un acuerdo tácito ahora que no solo estamos follando. Estamos en esto a largo plazo.

Y borra cualquier culpa que pueda tener de que estemos a punto de follar en la habitación de una mujer enferma, porque lo necesito. Necesito sentirlo, sentirnos, para sellar el trato.

―Levanta tu vestido e inclínate sobre el tocador. ―Su voz, profunda y áspera proviene de un rincón oscuro de la habitación junto a la puerta, que cierra rápidamente y bloquea con un clic.

―¿No me quieres en la cama? ―bromeo, jugando tímidamente con un encogimiento de hombros.

―Lo que quiero es que cierres la puta boca y hagas lo que te digo, para poder recordarte que la mía es la única polla que hará que te corras.

Una emoción deliciosa y perversa se desliza por mi espina dorsal porque él sabe que me encanta esto. Necesito esto. No somos de los que hacen el amor lento y dulce. Hay demasiada pasión cruda y primaria entre nosotros para eso.

Así que hago lo que me dice. A veces peleo, y eso también puede ser divertido, pero tenemos que hacer esto rápido, así que junto la tela de mi vestido largo alrededor de mi cintura y abro las piernas al ancho de los hombros para que él pueda tener una buena vista de mi húmedo coño.

Él gime, oscuro y bajo, y escucho las suelas de sus zapatos contra la madera dura, el tintineo de su cinturón, seguido por el sonido de la cremallera de sus pantalones.

Son solo segundos, pero se siente como una eternidad, y cuando su mano acaricia la curva de mi trasero, me hace saltar, solo porque estoy jodidamente excitada y lista para él.

—Jodidamente hermoso —gime, aterrizando un duro golpe en mi nalga que me hace aspirar profundamente y mover el trasero, rogando por más.

―Edward... por favor... te necesito.

―Hm ―tararea, un largo dedo acariciando entre los labios de mi coño―. Sé que lo haces, cariño. El sentimiento es mutuo.

De repente, todo se mueve rápido, sus caderas sujetan las mías contra el tocador, por lo que la madera se clava dolorosamente en mí y el dedo que acaba de tener en mi coño presiona mi boca. Su pene descansa duro y pesado contra mi trasero, y siento que lo acaricia antes de golpearlo contra mi piel.

―Ahora, cállate mientras te arruino, nena. No quiero que toda la familia sepa lo zorra que eres por mi polla.

Me penetra con un rápido empujón que me quita el aliento, lo cual es bueno porque si no fuera así, habría gritado.

Aun así, siento que cada centímetro de él me llena, y mis paredes lo exprimen instintivamente porque se siente jodidamente bien.

Y luego es jodidamente intrépido, implacable mientras me embiste, empuja tan fuerte que mi cuerpo se sacude, y la cómoda golpea contra la pared. Su mano se mueve para cubrir toda mi boca porque no puedo evitarlo; estoy gritando con cada movimiento de sus caderas. Es tan bueno que tengo lágrimas en los ojos, y los sonidos de nuestra follada llenan el aire.

La humedad de mi coño, piel chocando contra piel, mostrando los dientes, gruñendo y gimiendo mientras me toma, me posee, me hace trizas y me desgarra para poder construirme de nuevo.

Cuando me corro, él no se queda atrás, y siento su semen profundamente en mi coño, goteando cuando se retira con un gemido de protesta de mi parte.

Nos quedamos quietos durante unos minutos, jadeando, pero luego me baja el vestido y se vuelve a meter en los pantalones. Me levanta y me gira para mirarlo, capturando mis labios en un beso que dice mucho más de lo que nuestras palabras alguna vez podrían.

―Mm, espera cinco minutos y luego ven a despedirte de mi familia mientras mi semen gotea por tus muslos para que podamos ir a casa y hacerlo de nuevo ―susurra contra mis labios.

Sí. Señor.