Disclaimer: Twilight pertenece a Stephenie Meyer, la historia es de DaniDarlingxx, la traducción es mía con el debido permiso de la autora.

Disclaimer: Twilight is property of Stephenie Meyer, this story is from DaniDarlingxx, I'm just translating with the permission of the author.

Capítulo beteado por Yanina Barboza

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Noventa y ocho

Siempre he sido el tipo de hombre que se nutre de la rutina y la estructura. Ha pasado un mes desde la cena en casa de mis padres, y Bella y yo nos hemos acomodado en mi tipo de rutina favorita.

Durante la semana, trabajo mientras ella duerme. Cuando se despierta, paso un par de horas enterrándome en ella antes de llevarla al trabajo, donde paso el rato mientras abre el bar.

Se burla de mí sin descanso todo el día, y siempre me despierto con fotos de sus tetas y su culo tomadas en el espejo del baño del bar. Cuando llega el fin de semana, me quedo en el bar toda la noche, la veo jugar y hablo con Vick y James, con quienes extrañamente me he encariñado. Y luego la llevo a casa y la agoto un poco más hasta que no puede mantenerse despierta y se queda dormida en mis brazos. Unas horas más tarde, me despierto con sus labios o su coño envuelto alrededor de mi polla, y empezamos de nuevo.

Pero, con un poco de suerte, el próximo fin de semana estaré rompiendo nuestra rutina.

—Cariño, necesito que te tomes el próximo fin de semana libre —le digo cuando deslizo mi trasero en mi asiento favorito en el bar. Es en el que puedo verla moverse y contonearse mientras sirve cervezas y prepara cócteles toda la noche, incluso cuando no puede estar frente a mí inclinándose y presionando sus tetas contra la barra.

―Puedo intentarlo. ¿Para qué? ―Ella apoya sus brazos en la barra, saltando para poder inclinarse y besarme―. Hola.

―Hola. ―Soy incapaz de quitarme la sonrisa de los labios como siempre que estoy con ella―. Quiero hacer un pequeño viaje contigo. Encontrar alguna cabaña en las montañas donde podamos relajarnos y… otras cosas. —Le guiño un ojo.

Bella suspira, su mano golpeando su pecho.

―Realmente, realmente me encantaría eso. Déjame hablar con Vick y con ellos, ¿de acuerdo?

Asiento felizmente y acepto la cerveza que coloca frente a mí, recorriéndola con los ojos mientras presiono la botella en mis labios.

Ella siempre luce caliente, pero esta noche está usando esos vaqueros ajustados de talle alto con un top corto de gran tamaño y el moño desordenado. La hace parecer una puta estudiante y muestra su trasero mientras mantiene un poco en secreto la forma exacta de sus tetas. Sin embargo, no de mí, porque esas tetas y la chica a la que están pegadas son todas mías, y ya he memorizado hasta la última parte de su cuerpo.

―Oye, Ed, ¿crees que puedes ayudarme a levantar algunos de estos barriles, para que las chicas no tengan que preocuparse por eso? ―pregunta James desde la trastienda.

Me levanto rápido porque ya estoy acostumbrado a esto: ayudar con trabajos ocasionales en el bar. A veces incluso me aburro y limpio los vasos cuando Bella está demasiado ocupada.

Pero cuando vuelvo, Vick es la única detrás de la barra.

Espero unos minutos, pensando que tal vez fue al baño o algo así. Luego le envío un mensaje de texto preguntándole si todo está bien. Pero cuando no obtengo una respuesta, el miedo se asienta en mis entrañas como un peso de plomo.

Mientras me pongo de pie, mi teléfono se enciende, y cuando veo que Angela está llamando, casi la envío al correo de voz. Pero la voz persistente en la parte posterior de mi cabeza me recuerda que Weber ni siquiera llama solo para charlar. Sea lo que sea, es importante.

―Callejón detrás del bar. Vamos. Ahora. Jacob Black empujó a Bella allí cuando salía del baño.

Mi sangre se hiela, y no me molesto en responder, mi teléfono cae al suelo, y corro hacia atrás como si mi vida dependiera de ello. Porque lo hace. Porque si algo le pasa a ella, no podré vivir conmigo mismo.