Disclaimer: Twilight pertenece a Stephenie Meyer, la historia es de DaniDarlingxx, la traducción es mía con el debido permiso de la autora.
Disclaimer: Twilight is property of Stephenie Meyer, this story is from DaniDarlingxx, I'm just translating with the permission of the author.
Capítulo beteado por Yanina Barboza
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Ciento uno
Tres días. Han pasado tres días desde que vi a Bella, o la toqué, o incluso escuché su voz.
Lo único que me ayuda es desplazarme por todas las fotos que me ha enviado y volver a leer nuestros mensajes.
Nunca pensé que podría extrañar tanto a alguien, pero ella no responde ninguna de mis llamadas o mensajes de texto. No ayuda que Ang me esté ignorando como si tuviera herpes viral.
He dudado sobre si debería o no presentarme en su apartamento, pero sigo decidiendo lo contrario. Si espacio es lo que ella quiere, entonces tengo que respetar eso. Solo desearía que al menos me hiciera saber si hemos terminado o no.
No quiero ser ese tipo, pero no estoy seguro de poder sobrevivir si terminamos.
Sin embargo, el whisky en mis venas cambia las cosas.
Solo he tomado un par, pero distorsiona mi forma de pensar. Disminuye mis inhibiciones, fortalece mi resolución, y me recuerda que a veces en la vida tienes que luchar por lo que quieres.
Me hace ponerme los zapatos y la chaqueta de cuero y caminar hasta el bar.
Sé que Bella está trabajando esta noche y debo hablar con ella. Ahora. Tengo que verla en un lugar donde no pueda alejarse de mí.
James me mira con ojos tristes cuando llego al edificio, sacudiendo ligeramente la cabeza.
―¿Me vas a detener? ―pregunto, mis puños cerrados a mis costados con frustración. No sería capaz de detenerlo si decidiera alejarme, pero seguro que lo intentaría.
―Nah, hombre, solo espero que ella no te dé de comer tus bolas. Me gusta tener algo más de testosterona por aquí.
―¿Sabes lo que pasó?
―No, pero sé que está enojada. Y B es como una tormenta tropical de categoría cinco cuando está enojada. Ni siquiera soy del tipo que reza, pero rezaré por ti.
Todo lo que puedo hacer es gruñir mientras paso junto a él, dirigiéndome directamente hacia mi chica.
Está hablando con una rubia en el mostrador, sonriendo y agitando un cóctel. Hace que sus tetas se muevan, y mi boca se hace agua con la necesidad de probarlas, pero no puedo concentrarme en eso ahora.
Porque no está hablando con cualquier rubia.
Está hablando con Tanya.
Y saber que probablemente es una asesina es una cosa, pero verla hablando con la misma mujer que ofreció medio millón después de que tuvimos una pelea es algo completamente diferente.
La traición se clava en mi pecho como un cuchillo caliente, haciéndome estremecer y frotar el lugar donde solía estar mi corazón.
Porque, por supuesto, la primera vez que confío en alguien lo suficiente como para enamorarme, me aniquila en la primera oportunidad que tiene.
Bien podría dejar que me acabe, porque no estoy seguro de adónde ir desde aquí.