El líder y el amante se levantaron y se enfrentaron a la ardilla que tenían enfrente, Anastasia parecía asustada por la presencia de la hembra e hizo todo lo posible por abrazar a Skipper para que la protegiera.

Skipper: ¿Estás aquí? Pensé que nunca te volvería a ver.

Anastasia: ¿Ustedes se conocen?

Skipper: Es una larga historia.

Ardilla: Tienes que detener esta venganza. Provocarás una gran tragedia en tu vida.

Anastasia: ¿Qué... de qué estás hablando?

Ardilla: ¡De ti! ¡De ti y de ese sabio pingüino! Tu arrogancia causará tragedia y tus dos amantes sufrirán.

El líder se estremeció.

Skipper: ¿Cómo sabes sobre mi esposa y mi teniente?

Ardilla: Lo sé todo, incluido tu futuro con estas novelas.

Anastasia: ¿Lo es? Entonces, ¿cuál es el destino?

Ardilla: Tres muertes dolorosas para ti.

Anastasia: Mira, tenemos mejores cosas que hacer que perder el tiempo con tus locas ideas.

La hembra se fue, llevándose a Skipper con ella, pero se detuvo y volvió cuando vio que la ardilla tenía algo más que declarar.

Ardilla: Te conozco niña. Sé de tu pasado. No eres tan inocente como has estado mostrando.

Anastasia: ¿Cómo es?

Ardilla: Es por eso que la vida los unió a ti y a Kowalski. Ustedes dos tienen mucho en común. Es arrogante, va más allá de todos para conseguir lo que quiere y siempre has sido mimado y nunca has aceptado la derrota.

Anastasia suspiró con odio.

Ardilla: No buscas vengarte de Kowalski por su traición, sino por no aceptar perderlo por una nutria. Conoces tu belleza y siempre la has tenido, sabes que eres perfecta y perder contra una simple nutria te repugna.

Anastasia: ¡Tú no sabes nada!

Ardilla: Lo sé y al igual que tú sabes quién eres en realidad. Nunca fuiste tan inocente como los demás piensan. Tú mismo provocaste el accidente que te dejó ciego.

El líder soltó a su ama, impresionado por lo que había escuchado.

Anastasia: ¡Esto es absurdo!

Ardilla: No pudiste soportar la muerte de tu abuelo, no pudiste soportar que tus padres se fueran y causaran este accidente.

Anastasia: ¡Cállate!

La hembra avanzó encima de la ardilla, el líder pingüino la sujetaba por el vientre.

Skipper: ¡Tranquila!

Anastasia: ¿No ves que ha estado diciendo un montón de mentiras?

Ardilla: Es solo una niña de advertencia. O detienes esta venganza o te arrepentirás profundamente.

Anastasia: ¡Vete al infierno!

La ardilla se alejó, dejando solos a los dos amantes. Anastasia comenzó a llorar profusamente, el líder la abrazó para consolarla, aunque estaba intrigado por la revelación sobre el pingüino ciego. Cuando ella se calmó, él no pudo evitar sentir curiosidad.

Skipper: ¿Quieres hablar?