Harry Potter le pertenece a JK Rowling.
Pareja: Ron Weasley y Lavender Brown
Capítulo 25: Hacer la alacena
Ron Weasley ya había llegado a la edad en la cual te emocionabas por ir a la tienda a comprar, sobre todo cuando era día de ofertas.
Era martes de carnes. Eso quería decir que la carne tenía un 25% de descuento mientras duraran existencias. Tomó el periódico específicamente la sección de ofertas, creyó que Lavender su novia no iba a querer acompañarlo a comprar.
-¡Hola Ro-Ro! Buenos días, ¿Vas a ir a algún lugar?
-Si, iré a hacer las compras de la semana, hay muchas ofertas este día. ¡Mira! ¡Tienen las pastas al 3x2! Puedo llevarme tres al precio de dos.
-Te acompañaré. Así aprovecho a comprar algunas cosas que necesito.
Y así se dirigieron los dos a comprar las cosas que más necesitaban en la semana. Ron estaba acostumbrado a ser parte de una numerosa familia, así que para el no era difícil saber que necesitaban en casa. Lavender por su parte al venir de una familia pequeña, conocía solo lo más básico.
Ron quería ir directo a comprar la carne, ante de que se acabara, por la oferta estaba seguro que la sección estaría abarrotada. Tenía razón.
Habían interminables filas de compradores que al igual que el pelirrojo buscaban las ofertas de la semana, Lavender sonrió al ver como Ron buscaba la manera de poder comprar lo necesario.
Lavender se fue al área de verduras que en ese momento estaba desierta, los días de oferta con las verduras eran los miércoles. Ella aprovecharía a llevar lo demás de la lista que llevaba en su bolsillo.
Una hora después llevaba todo lo necesario en el carrito de compras, Ron estaba feliz porque había conseguido las últimas tres libras de carne ofertadas, y un pollo.
Solo faltaba agregar a la compra, un chocolate.
Si a Ron le gustaba, al igual que a Lavender.
Llevaron las cosas y pagaron el monto total de la compra. Aunque muchos pensaban que ahora que Ron tenía una situación socioeconómica mejorada a comparación de su niñez, en realidad no había cambiado nada, en realidad prefería ahorrar lo más que pudiera sobre todo cuando habían tan buenas ofertas en el lugar.
Le gustaba ir, era divertido, se relajaba en verdad. Era su forma de quitarse el estrés que llevaba en su trabajo de tiempo completo como auror. Quizás un día de estos dejaría ese trabajo que era demasiado pesado. Podía ir con su hermano George y ayudarle con la tienda que tenía.
Lavender por su parte disfrutaba de su tiempo con Ron, se había hecho amiga de su hermana Ginny, así que le gustaba la convivencia con ellos. Aún trataba de mejorar su relación con Hermione la amiga de Ron.
Habían salido ya del lugar, llevaban las bolsas en sus manos, se preguntó que debía preparar hoy. Posiblemente Ron iba a querer pollo frito. O la carne en estofado.
Ya vería que prepararle, quizás podía tomar un té, mientras lo hacía. Entraron en la casa, el pelirrojo abrió las puertas de la alacena, comenzado a guardar las cosas que no iba a utilizar.
-Gracias por acompañarme hoy Lav. Traje esto porque mi mamá viene de visita. Quiero sorprenderla con un estofado casero, y quiero también preparar mi debilidad, el pollo frito.
-Te ayudaré a cocinar si gustas.
-Muchas gracias.
Ron sacó unos delantales de una gaveta, se puso uno de color rojo mientras le daba uno de color verde a Lavender, debían lavarse las manos antes de cocinar. Incluso parecía que en los planes del pelirrojo estaba hacer un pastel.
Esperaba que todo les saliera bien.
La comida lucía bien, solo esperaba que la señora Molly no se desmayara por el sabor de los alimentos.
Al menos no habían quemado la casa, ese ya era un logro, recordaba que una vez a Ron se le olvidó una olla con agua que había dejado sobre el fuego. El agua se evaporó, la olla se fundió y Ron se quedó sin café esa mañana.
Molly estaba esperando afuera de la casa, tocó la puerta con suavidad. Le sorprendía lo grandes que estaban ya sus hijos. Había llevado a Arthur consigo aunque llevaba años de conocer a Lavender, era la primera vez que sabia que su hijo cocinaría. Ella solía cocinar en casa y cuando no podía Ginny le ayudaba, pero Ron jamás lo hizo en casa, era la primera vez que probaría algo que había hecho Ron con sus propias manos.
Esperaba sobrevivir al primer bocado.
Y sobrevivió, la comida estuvo deliciosa, estaba segura que Lavender era quien había sido la que había seguido al pie de la letra la receta. Arthur sonrió recordando cuando Ron era un niño. Al que no le gustaba ir a comprar, quién diría que también se había vuelto fan de los días de ofertas en los mercados.
Al menos solo esa tradición muggle le pudo inculcar, aunque ellos no tuvieran aún vínculos con las personas sin magia. A pesar de eso Arthur quería tener la oportunidad de ir a uno de los llamados supermercados, que eran mucho más grandes que sus mercados.
Lavender sonrió, estaba feliz por la convivencia por los que tenía la esperanza que fueran sus futuros suegros. Quería mucho a Ro-Ro y le hacía ilusión casarse con él algún día. Esperaba en el fondo de su corazón que todo fuera así. Y que algún día pudiera llevarse bien con Hermione y con Harry, los dos mejores amigos de su novio.
Ron por su parte quería poder seguir asistiendo a los días de oferta, sobre todo los días que no tenía guardia como auror. Pero esta decidido a dejar esa carrera para el final del año. Estaba seguro que podía ayudar a su hermano George.
El día de compras se volvió un día familiar para el deleite de los novios. Se tomaron de las manos y sonrieron con complicidad, la alacena seguía llena con lo que quedaba para la semana.
La próxima semana irían al miércoles de verduras. Estaba decidido.
