Harry Potter le pertenece a JK Rowling.

Pareja: Viktor Krum y Hermione Granger.

Capítulo 27: Jamás he Hablado de Esto.

Hermione Granger estaba emocionada por lo que había hecho, a pesar de que le había dicho que no iría a visitarlo, reunió todo el valor Gryffindor que tenía en su vida, y viajó a Bulgaria para ver a Viktor Krum.

Finalmente se había decidido a último momento, preparó su maleta de viaje, arrojó los polvos flu a la red y entró en ella. No le gustaba aparecerse porque se mareaba pero tampoco le agradaba volar en una escoba, así que aunque se mareó llegó a Bulgaria.

Sabía que a Viktor le asombraría tenerla de visita unas semanas en su hogar, sus padres le habían dado permiso de estar con los Weasley para las vacaciones de verano, pero una pelea con Ronald hizo que la castaña cansada de solo discutir con él, tomara sus maletas y se fuera directo al hogar de Viktor.

Divisó a los lejos al búlgaro quién al verla sonrió, corrió hasta ella y la estrechó en sus brazos.

-¡Creí que no ibas a venir! Solo me dijiste que tenías un compromiso al cual no podías faltar.

-Hubo un cambio de planes.

-Aún así me alegra que estés aquí. ¡Bienvenida a Bulgaria querida Hermione!

La castaña le sonrió al pelinegro debía reconocer que estaba agradecida con el, compartieron mucho en la biblioteca cuando él estuvo en Hogwarts por el torneo de los tres magos, se portó como todo un caballero cuando la invitó al baile de navidad y aquí estaba ella finalmente cumpliendo con ella promesa de irlo a visitar.

Aunque estuvo a punto de no ir con él, decidió que lo mejor era cumplir su promesa. Habían tantos lugares por conocer. Y eso le emocionaba, era su primera vez fuera de Inglaterra, lo iba a disfrutar a lo máximo.

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Pensó que era una broma cuando vio que Viktor le ofrecía subirse a su escoba. Jamás pensó que el la llevaría ahí. Luego recordó que chico frente a ella era un mago sangre pura, así que el no conocía nada que perteneciera al mundo Muggle.

-¡Vamos Hermione! ¡Te puedes sostener fuerte de mí!

-En realidad no me gusta viajar en escoba. ¿Puedo contarte un secreto?

El chico de ojos negros la observó con atención cuando notó que Hermione tenía una sonrisa triste en su rostro. ¿Tan grave era lo que había pasado?

-Claro, puedes confiar en mí.

-Esto no se lo he dicho a nadie: verás cuando yo tenía 11 años y empezaba mi educación en Hogwarts me costó mucho aprender a utilizar mi magia para usar una escoba. Cuando un día finalmente logré subirme a una, me derribó una chica de Slytherin. No te diré quién fue porque no vale la pena solo puedo decirte que el golpe que me di al caer al piso fue horrible. La realidad es que temo que me pase lo mismo otra vez. Se que es un temor infantil, me gusta el Quidditch, pero yo no me siento segura en una escoba por ese momento de mi niñez. Los ojos marrones de Hermione estaban llenos de lágrimas, le dolía mucho recordar la caída que casi le cuesta la vida en esa ocasión.

Viktor le escuchó atentamente, por un momento quiso viajar en el tiempo, y evitar que la pequeña Hermione pasara ese momento tan desagradable.

-No te preocupes Hermione, tu secreto está a salvo conmigo.

-Muchas gracias Viktor por escucharme.

-Ven, entonces caminemos juntos por las calles de mi natal Bulgaria. Tomó delicadamente su mano mientras dejaba la escoba en la puerta de su casa.

Caminaron por las calles empedradas de la ciudad natal de Viktor, le mostró museos, plazas, una pequeña heladería y una hermosa biblioteca muy bien surtida. A la castaña le sorprendía ver que poseían libros de origen muggle como : "Peter Pan" y "Alicia en el País de las Maravillas" a su vez tenían literatura del mundo mágico.

Sonrió recordando que precisamente en una biblioteca, para ser exactos la de Hogwarts había conocido al chico frente a ella, ya lo había visto en los partidos de Quidditch e incluso Ron era un aficionado de él. Pero su primer encuentro cercano había sido en su lugar preferido de Hogwarts, aún lo era y lo seguiría siendo.

De pronto olvidó la razón por la que verdaderamente había tomado la decisión de visitar a Viktor. Se sentía bien a su lado, se sentía segura y protegida a pesar de que el solo había tomado su mano izquierda en aquel momento.

Viktor Krum tenía que reconocer que estaba enamorado de aquella chica que le había enseñado tanto en ese colegio en otro país. Siempre le estaría agradecido al torneo de los tres magos el haberla podido conocer. Aunque el final de él mismo fue trágico, estaba feliz de conocer a Hermione.

Incluso recordó lo hermosa que se veía con su vestido azul en el baile de navidad. Se acercó a ella y la abrazó con suavidad, reconocía que no podía haber estado con ella en ese momento de necesitaba tanto a un amigo, pero ahora el estaba presente en su vida, haría lo posible por protegerla, siempre y cuando ella se lo permitiera.

Y eso pensó el chico sin soltar a la castaña quien le devolvió el abrazo, le sorprendía ya que él nunca lo había hecho anteriormente, solo había tomado de sus manos, y de la cintura cuando bailaron aquella vez. Pero era la primera vez que estaban tan cerca uno del otro. Y no le desagradaba al contrario sentía mucha calidez en su corazón. Se sentía muy bien con Viktor. El la comprendía como Ron jamás lo iba a hacer.

Hermione se sonrojó por la cercanía con el búlgaro. Debía reconocer que no le era tan indiferente como pensaba, tal vez debería venir más seguido a Bulgaria, esto era solo el inicio de un nuevo capítulo en su vida.

Y supo que su decisión de haberlo ido a buscar fue la correcta, no se arrepentiría de esto.