CAPÍTULO 37:
ARMAS
Palacio Matriarcal, Arenas de Combate
Sala de Vigilancia
Había pasado mucho tiempo desde la última vez que había visto al hombre del otro lado corredor, la edad comenzaba a afectarlo de un modo que Keith no se había tomado la molestia de notar cuanto trabajaban juntos. Entre esa cascada de cabello anaranjado claro y esa barba de varios días, se notaba el rastro de unas canas nacientes y las marcas de arrugas eran cada vez más visibles en su rostro desgastado y sin mucha energía pero feliz por los aparentes resultados exitosos de su trabajo.
Cuando conquistaron Nueva Vestroia, Spectra no podía evitar notar que el Profesor Clay era un ser cada vez más patético y servil, pero no se había percatado del alcance desgastante al que su progenitor estaba llegando.
No habría recurrido a estas medidas tan desesperadas de no ser por la desaparición de Gus. Incluso bajo su máscara, la pérdida de su pupilo, de su amigo, se sentía como un peso devastador que amenazaba con aplastarlo. Pero tenía que ser fuerte, al menos, ahora que estaba infiltrado en territorio enemigo, ya tendría tiempo para lamentarse en silencio en la tranquilidad del Destructor Vestal.
-¿Entonces, Spectra? Dime de una vez que es lo que quieres -. Exigió el científico, sacando al rubio de sus pensamientos.
Requirió de toda su fuerza de voluntad para no abalanzarse contra el anciano y molerlo a golpes, no podía sacarse de la cabeza la idea de que este maldito había corrompido a su padre y a su amigo para servir a un demente. ¿Qué rayos había visto su madre en este cerdo despreciable? ¿Cómo era posible que este miserable fuera uno de los elementos que lo trajeron a él y a Mira al mundo? ¿Qué clase de sentido cruel del humor debía tener el universo para emparentarlos con alguien como Clay?
Tomando una sutil respiración para dirigirse al hombre de una forma civilizada, Spectra habló nuevamente.
-Escuche con atención: tengo una propuesta para usted.
-¿Una propuesta? -. Repitió el pelinaranja confundido.
-Quiero ofrecerle un lugar a mi lado -. Continuó el enmascarado manteniendo su tono frío y profesional.
-¿Qué dices?
-Gracias a Zenoheld, perdí a Gus, mi mano derecha. Por suerte para usted, dejó una vacante y necesito a alguien con sus habilidades técnicas superiores -. Explicó el rubio manteniendo la distancia.
-Cuanta arrogancia al creer que trabajaría para un niño -. Respondió el científico.
-Tal vez sea usted el arrogante -. Devolvió Spectra.
Ante esa última declaración, Clay solo soltó una pequeño risita entre dientes acompañada por un bufido de incredulidad.
¿De verdad este cerdo se atrevía a burlarse de él? Se había tomado la molestia de regresar al lugar de su última humillación solo para ofrecerle la oportunidad de hacer algo bueno y él solo se reía.
Sus puños se apretaron, su mandíbula se tensó y su único ojo visible miró directamente a los lentes brillantes del anciano parado enfrente suyo. No quería más que terminar con su miserable vida usando la hoja de su lanzador para liberar a su padre y a Joanna del control de Zenoheld, seguramente tendría más suerte con ellos.
Sin embargo, tenía que ser realista. Joanna no tenía las habilidades técnicas suficientes para ayudarlo y el campo tecnológico estaba completamente fuera del alcance de su padre, que apenas entendía cómo funcionaba el sistema interno de un lanzador. Aún recordaba aquellos días en los que algún electrodoméstico de la casa de sus padres se dañaba y Keith, con tan solo nueve años, ya los ayudaba con las reparaciones para no tener que pagarle a alguien más. Los adoraba con locura, pero no le servirían del mismo modo que Clay y eso solo en el caso de que se pusieran de su lado en lugar del de Los Peleadores.
El recuerdo de sus padres y su antiguo hogar ayudó a calmar un poco su furia, lo suficiente como para mantener el ritmo tranquilo de la conversación.
-¿Y a cambio de qué? -. Preguntó el científico tras terminar sus burlas.
-A cambio de su servicio, le daré la clave de toda la secuencia del ADN Bakugan. Solo pido que venga conmigo y traiga a Alfa y Omega con nosotros -. Aclaró el rubio con determinación -. ¿Qué dice, profesor? ¿Es algo que pueda interesarle?
-¿Tienes toda la secuencia del ADN? ¿Enserio? -. Cuestionó el hombre sorprendido.
Por supuesto, no debió esperar que el profesor le pusiera atención al resto del trato. El maldito no podía ver más allá de sus propios intereses, pero no importaba, ya tenía su curiosidad y eso era todo lo que necesitaba de él para ponerlo de su parte. Sí, cuando ya no le fuera útil y los reguladores de comportamiento en las mentes de Alfa y Omega fueran extraídos, podrían deshacerse de él. ¿Quién sabe? Tal vez, podría darle como regalo de bienvenida a su padre y a Joanna la dulce imagen del profesor perdiéndose en el vacío interdimensional, retorciéndose por aire en la negrura del abismo antes de ser consumido por las fauces del espacio profundo.
-¿Le mentiría a mi propio padre? Hagámoslo, derrotemos a Zenoheld juntos -. Concluyó Spectra con el ofrecimiento y una mano extendida.
-Debes perdonar mi escepticismo, pero creo que ambos sabemos qué hace mucho tiempo que no somos "padre e hijo" -. Dijo el profesor con tono frío.
No podía culparlo, requirió de toda su fuerza de voluntad decir esa palabra nuevamente para dirigirla a Clay en lugar de a Eric. Podía sentir las arcadas en su cuello solo por haber dicho tal mentira que ninguno de los dos podría creer.
"Ese título ya lo tiene alguien más", eran las palabras que Spectra estaba seguro de que Clay quería agregar. Debía estar regocijándose por dentro ante la perspectiva de tener algo que él quería más de lo que el mismo profesor deseaba con la secuencia de ADN.
Pero no lo hizo, seguro estaba consciente de lo delicado que era mencionar a su verdadero padre frente a él y solo para burlarse. Lo degollaría antes de que pudiera formar una sonrisa por siquiera pensarlo.
No cabía duda de que este hombre sabía cómo colmar su paciencia, era más exasperante que todos Los Peleadores juntos.
-Ambos tenemos mucho que ganar, podríamos dejar el pasado atrás y continuar -. Insistió el enmascarado, manteniendo su mano arriba.
-No tengo nada más que decir -. Respondió Clay dándose la vuelta -. Ahora vete, Spectra, antes de que llame a Alfa y Omega para que te encarcelen, después de derrotar al Arma y a Nyx Ángel Darkus, estoy seguro de que no tendrán ningún problema en hacer algo peor contigo.
Esa última parte llamó la atención de Keith. ¿De verdad habían enviado a Raxus a cazar a Leónidas y a Ángel? Maldito bastardo, ¿cómo se atrevía a poner en tal situación a su hermanita? Si ya sentía ganas de acabar con su vida, ahora el mismo Clay había avivado las llamas de su furia al provocarlo de esta manera y meterse con su familia.
No debió dejar a su suerte a Los Peleadores, estaban muy lejos de ser sus personas favoritas en el universo, pero sus hermanas estaban con ellos en territorio desconocido y hostil. Maldición, si se hubiera quedado con ellos, habría podido luchar con Takahashi y Leónidas para liberar a su padre y a Joanna. En vez de eso, se había ido y había dejado la energía de Ángel desprotegida, dando a Zenoheld la oportunidad de avanzar en la activación del Sistema EB. Esa maldita máquina que amenazaba con destruir todo lo que tenía planeado.
Mientras avanzaba por los pasillos del palacio, lejos de la sala en la que se encontraba el profesor, no podía dejar de pensar en lo que Los Peleadores le habían dicho acerca de ese infame sistema. Odiaba decirlo, pero tenían razón, si permitía que el Sistema EB cumpliera su función, Helios podría ser eliminado y de nada serviría todo su trabajo, pues su principal medio para lograr sus objetivos sería erradicado del universo conocido.
Ya le había fallado a sus padres, a sus hermanas y a su mejor amigo, pero no sé fallaría a sí mismo, aún si eso significaba tragarse el orgullo y hacer algo que jamás pensó que haría en todo el tiempo que llevaba de conocer a Los Peleadores Bakugan.
Arenas de Combate, Coliseo Principal
10 minutos después
-Después de tanto, al fin te conozco, Dan Kuso.
-Eres Hydron, ¿cierto? -. Preguntó el castaño con tono serio.
-Es él, nunca podría olvidar esa cara tan engreída -. Asintió Mira antes de que el príncipe pudiera responder.
Tras una extensa persecución por los corredores del palacio, ambos peleadores fueron atraídos a lo que aparentemente era una trampa. Aún estaba fresco en sus mentes el recuerdo de las puertas del palacio cerrándose antes de que pudieran cruzar los umbrales, cerrando sus opciones de caminos a la única que la realeza les permitiría: una arena de combate, donde el antiguo príncipe de Vestal los esperaba con una gran sonrisa marcada en su rostro.
-Es bueno ver qué has oído de mí, humano -. Dijo el rubio con sorna, jugando con uno de los mechones de su cabello antes de mirar a la vestal en la dirección opuesta -. Imagino que no te encontraste con el viejo comandante, querida. Es una pena, pero no te preocupes, lo verás cuando le haya arrancado la energía Darkus a esa traidora de Valiant.
-¿Qué dijiste? -. Dijo Mira enfadada, dando unos pasos hacia su oponente antes de ser detenida por las manos de su amigo terrícola.
-Tranquila, vamos a enseñarle a este payaso a la antigua -. Propuso Dan levantando su lanzador -. ¿Qué dices? Terminamos con esto y vamos a buscar a los otros.
-Claro -. Asintió la pelinaranja sacando su propio lanzador con un suspiro.
Entendía que Dan tenía razón, no era momento para perder la cabeza, tenían que enfocarse en lo que era realmente importante. Elisa y Ángel estarían bien mientras estuvieran con el resto.
Sin embargo, la batalla no pudo comenzar en ese momento. El sonido de la plataforma de acceso llamó la atención de los peleadores mientras una figura alta con abrigo largo de cuero rojo debajo de una frondosa cabellera rubia y una llamativa máscara roja se emergía de la luz de los niveles inferiores.
Spectra Phantom se asomaba con una expresión ilegible apoyada por su confiable máscara firmemente plantada en su rostro. Su andar era firme y sus gestos no delataban ningún rastro de inseguridad por su aparente plan suicida. Estaba tan sereno que resultaba un poco inquietante para el príncipe parado en el lado opuesto del campo.
-Spectra -. Dijo Dan incrédulo ante la aparición de su rival.
-Supongo que los ayudaré a vencer a Zenoheld -. Declaró el enmascarado, permitiendo que su característica sonrisa se asomara en sus delgados labios -. ¿No es eso lo que querías, Dan? -. Cuestionó con sarcasmo, avanzando hasta quedar frente a los miembros de Los Peleadores.
-Pero creí que te habías rehusado a ayudarnos -. Respondió el castaño, incapaz de ocultar la alegría en su rostro al recibir refuerzos.
-¿Qué puedo decir? Tienen argumentos convincentes. Si el Sistema EB es activado, sería malo para los dos -. Contestó el rubio, dando la espalda a sus aliados temporales.
-¿Y no tiene nada que ver con papá o Joanna? -. Preguntó Mira, haciendo su mejor esfuerzo por ocultar su sonrisa al pelear una vez las junto a su hermano.
-Atenderé ese problema después. Por ahora, solo quiero destruir esa máquina -. Dijo Spectra cortante.
-Como sea, amigo; entre más seamos es mejor -. Declaró el humano emocionado -. ¡Hay que hacerlo! ¡Adelante!
La sonrisa del príncipe se elevó y parecía estar listos para responder con más burlas a los imprevistos que se sumaban a la batalla. Sin embargo, una voz carrasposa cortó toda frase que el rubio pudiera emitir.
-¿!Han venido a pelear o solo quieren charlar un rato!?
Parado en el borde de la cápsula de espectadores, el Rey Zenoheld miró a los intrusos de su palacio con los brazos cruzados, una expresión severa marcada en sus facciones y una mirada asesina en sus grandes ojos.
-Ese es el Rey Zenoheld -. Presentó Mira su principal enemigo a su compañero terrícola.
-¿Ese tipo? Parece más malvado en persona -. Comentó Dan con nerviosismo en su tono.
La complexión ancha y fuerte del hombre a pesar de su edad era llamativa y no era extraño que pudiera intimidar a simple vista. Era grande, más que cualquiera de Los Peleadores, un maníaco sin escrúpulos capaz de mandar a ejecutar a una niña y a su madre frente a toda una ciudad solo para mantener su orden.
Aunque Dan parecía un poco asustado por la imponente presencia de su enemigo, los hermanos se mantuvieron firmes en sus posiciones y con miradas llenas de desafío en sus ojos azules. Sin importar que tan aterrador pudiera verse el anciano, no podían dejar de lado el hecho de que había ordenado la ejecución de Erika y Eisel, su madre y hermana. Hydron era malo, pero incluso él tenía sus límites, asesinar a las Valiant era una idea que solo podía salir de la mente de alguien como Zenoheld.
-Tú y yo tenemos cuentas pendientes por lo que le hiciste a Gus -. Dijo Spectra dejando que un poco de la ira en su corazón se filtrara en su tono.
-Ah sí, Gus, ese perrito faldero. No te preocupes, fue leal a su "Maestro Spectra" hasta el fin. Es una pena que no hayas podido verlo retorcerse cuando lo exterminé por completo -. Provocó el anciano manteniéndose firme en su postura mientras se burlaba -. Debiste verlo, no quedaron ni cenizas cuando terminé con él y sus Bakugan.
-Es difícil hallar ayudantes y Gus no es fácil de reemplazar -. Respondió el enmascarado sacando su lanzador dentado para equiparlo en su brazo -. ¡Pagarás por apartarlo de mí!
No tenía contemplado gritar la última parte, estaba seguro de que sería capaz de mantener la compostura al remarcar su amarga pérdida. Pero decirlo en voz alta, frente al hombre que lo había ocasionado y recordando como le había arrebatado al único amigo sincero que había tenido desde que se puso la máscara, lo hacía aún más doloroso de lo que ya era.
¿Cuánto había perdido ya por culpa de Zenoheld? Su padre, su madre, sus hermanas, su hogar, su vida. El estrés y el dolor acumulado con el pasar de los años y los meses era demasiado como para ocultarlos todos bajo una máscara. Ya se había rendido con la idea de desecharlos, por algún motivo, Keith Clay no le permitía hacerlo y prefería recordarle el dolor de sus tragedias en lugar de dejarlas en el pasado donde pertenecían.
-Y entonces, el drama sigue llegando -. Se burló Hydron bajo la presión de la mirada asesina de Spectra mientras depositaba la carta de inicio en su lanzador.
-¡Golpe de Poder!
Los cinco lanzadores brillaron con intensidad y la batalla comenzó formalmente cuando el campo de abrió y dio paso a los indicadores de vida, para sorpresa del príncipe.
-Aprecio tu interés, padre, pero yo solo puedo encargarme de esto. No hay razón para que te tomes la molestia -. Dijo Hydron a su padre.
-Tus registros son impresionantes -. Reconoció el rey repasando el historial de éxitos de su hijo -. Muy bien, como gustes -. Aceptó, alejándose del campo para observar la pelea.
-¡Carta portal lista! -. Comenzó el príncipe, arrojando su primera carta al centro de la arena -. ¡Vamos, Dryoid Subterra! ¡Bakugan, pelea! ¡Bakugan, surge!
El ninja cibernético se elevó de un salto en el campo de batalla con sus brazos reforzados abajo y sus piernas ligeramente separadas para el inicio del combate.
-Tenemos nuestros propios músculos Subterra -. Murmuró Mira acogiendo suavemente a su compañero entre sus manos -. ¡Bakugan, pelea! ¡Bakugan, surge! ¡Magma Wilda Subterra!
Wilda se levantó en el campo de batalla con sus puños arriba de su cabeza y un potente grito de batalla.
-¡Qué venga Pyrus a la fiesta! ¡Bakugan, pelea! ¡Bakugan, surge! ¡Cross Dragonoid Pyrus!
-¡Nuestro turno, Helios! ¡Bakugan, pelea! ¡Bakugan, surge!
Ambos dragones emitieron poderosos rugidos al emerger entre las llamas de su atributo para posarse uno al lado del otro, para clara incomodidad de ambos dragones.
-¿Puedo confiar en que trabajaremos juntos, Helios? ¿O debo cuidarme la espalda? -. Cuestionó Drago a su rival.
-Ni creas que somos un equipo. No te atacaré, pero no te metas en mi camino -. Advirtió el dragón mecanizado.
Drago tenía que reconocer que mirar a la mira cibernética en el ojo de Helios era más escalofriante que ver sus ojos tan rojos como la sangre frente a frente. No ayudó en nada que ahora Helios fuera más grande que él, a la misma altura de Leónidas pero con más masa y metal en su cuerpo, haciéndolo ver más robusto.
-Es por eso que los Bakugan orgánicos son inferiores: hablan mucho y pelean poco -. Se burló el príncipe de la pequeña riña.
-Déjame ayudarte con eso. ¡Poder activado: Bygrock!
-¡Poder activado: Disparo Dragón!
Wilda y Drago liberaron sus ataques contra su oponente, cuatro bolas de fuego cortaron la distancia con Dryoid a una gran velocidad mientras el campo de batalla se iluminaba debido a la intensidad de las llamas que conformaban los ataques.
-¡Poder activado: Cuchilla Murasame! -. Defendió Hydron rápidamente.
El Ciber-Ninja sacó rápidamente el mango de su arma a gran velocidad de la funda en su espalda. Una hoja de energía anaranjada cortó la ofensiva de Drago como si fuera simple mantequilla impactando contra el filo del arma y la experticia con la que el Bakugan mecánico la blandía.
-¡Poder de fusión activado: Libélula Shou!
La hoja de energía cambió su color anaranjado intenso a un notorio celeste que indicaba el aumento de su poder y que sirvió a Dryoid para cortar el ataque de Wilda de un solo tajo para sorpresa de los Bakugan orgánicos.
-¿Se rinden? -. Preguntó Hydron con una sonrisa.
-Ni en tus sueños -. Respondió la ojiazul descargando una nueva carta en su lanzador -. ¡Poder activado: Bola Ares!
-¡Tierra, dame fuerza! -. Exclamó Wilda levantando sus manos para crear una esfera de energía más grande que sus extremidades.
Dryoid vio impasible como su oponente arrojaba su ataque contra él, iluminando el espacio profundo una vez más gracias al poder puesto en la esfera, que levantaba el polvo del suelo mientras creaba una estela de destrucción con su avance.
-Poder de fusión activado: Barrera de Polvo Geki -. Contraatacó Hydron tranquilamente.
El celeste fue reemplazado por un abrumador color púrpura y bastó con un veloz salto del ninja cibernético para rebanar la Bola Ares en dos, creando una poderosa explosión del mismo color de la hoja de Dryoid, que acompañada por un poderosa onda de energía que obligó a los Bakugan a plantarse con fuerza en el piso para no ser empujados al suelo.
Por desgracia, los tres peleadores no corrieron con la misma suerte y Mira salió expedida de su posición con un grito atronador mientras partía el aura detrás de ella hasta dar con el suelo mientras Dan solo gritaba preocupado al ver a su amiga volar por el coliseo hasta impactar fuertemente con el duro suelo lleno de escombros y polvo.
-¡Mira, lo siento! -. Se disculpó Wilda, incapaz de aguantar más tiempo el empuje de la energía enemiga.
El coloso Subterra no tuvo tiempo de caer al suelo y abrir un hueco en la arena, la energía de su atributo bañó su cuerpo y su silueta se transformó en una esfera que cayó a los pies de Mira, que aún hacía en el suelo con la ropa llena de polvo y unos cuantos moretones en sus brazos y rostro.
Keith tuvo que recurrir a todo el espectro de autocontrol que aún tenía disponible en su cuerpo para no correr desesperado a su hermana y evaluar su condición. No podía darse el lujo de explotar frente a sus enemigos, tenía que mantener la calma y analizar la situación con cuidado para averiguar porque Dryoid tenía el poder suficiente para repeler los ataques combinados de Wilda y Drago e incluso usarlos en su beneficio.
Por desgracia, Dan Kuso no compartía las nociones ni el entrenamiento mental y emocional más básico de un soldado.
El terrícola no dudó un solo segundo en darle la espalda a la batalla para correr hasta la joven Clay y acunarla entre sus brazos mientras dirigía lo que aparentaban ser palabras dulces a la pelinaranja con la intención de hacerla reaccionar.
-Mira, por favor, háblame. Por favor, dime que estás bien -. Suplicó el líder de Los Peleadores agitando suavemente a la vestal mientras volteaba para ver a Hydron con el rojo de sus orbes ardiendo con la furia del atributo que mejor usaba -. ¡Cretino! ¿¡Quién golpea así a una chica!?
-Chico, chica, solo veo a un peleador -. Respondió Hydron con indiferencia alzando su lanzador nuevamente -. ¡Poder de fusión activado: Relámpago Retsu!
Sin dar tiempo a los peleadores Pyrus para formular un contraataque, Dryoid se elevó a los aires de la arena una vez más para lanzar una potente descarga eléctrica que cayó de lleno sobre Helios y Drago, provocando quejidos de dolor por parte de manos dragones.
-Ahora que lo pienso, ambos son Bakugan Pyrus -. Comentó el antiguo príncipe más para sí mismo que para sus contrincantes.
-¿Qué dijiste? -. Preguntó Dan confundido.
Son embargo, Hydron no le dio tiempo a preguntar nada más cuando alzó su mano para proceder con su siguiente movimiento.
-¡Carta portal abierta: Evidenciar Pyrus!
La carta del príncipe liberó el característico destello blanco de su tipo, iluminando con intensidad el coliseo y reemplazando el verde con un potente brillo.
-Esta carta portal disminuye significativamente el poder de los Bakugan Pyrus -. Explicó el rubio con una sonrisa de satisfacción mientras jugaba con su cabello.
Aunque Dan y Drago se vieron un poco sorprendidos por los efectos de la carta enemiga mientras planeaban rápidamente una forma de liberarse de ella, a Spectra no le pudo importar menos.
-¡Helios! ¡Poder activado: Híper Cañón de Caos!
Siguiendo las órdenes de su compañero, Helios se elevó a gran velocidad gracias a los propulsores de su espalda para posteriormente liberar una poderosa ráfaga de energía de su boca que hizo explotar la carta portal del antiguo príncipe con un resplandor rojo que levantó el polvo, los escombros y agitó el aire con agresividad.
Dryoid se vio obligado a cubrirse con sus manos y anclar los pies al piso junto con su espada para no salir disparado de su posición como lo había hecho él mismo con Mira. Drago, por otro lado, levantaba sus alas extendidas mientras cerraba los ojos para evitar que los restos del suelo se filtraran en sus ojos.
-¡Helios! ¿¡Qué hiciste!? -. Exclamó Drago con molestia.
-Te dije que no te metieras en mi camino, Drago. Tal vez, deberías sentarte el resto de la batalla, no te vayas a romper una uña -. Respondió Helios ocultando su regocijo tras su tono rasposo y grave.
-Retrocede, Helios -. Dijo Drago alzando la cabeza para mirar a su rival.
-¡Estoy de acuerdo! ¡Poder activado: Disparo Dragón! -. Respaldó Dan tomando la delantera en la batalla.
La boca del Bakugan Pyrus se iluminó cuando una bola de fuego salió disparada en dirección a Dryoid, partiendo el humo que destilaba del suelo destrozado del campo de batalla debido al poder del ataque de Helios.
Una breve explosión fue notoria para todo el espacio que cubría el domo del coliseo cuando el ataque de Drago impactó de lleno en su objetivo.
-¡Lo logramos! -. Festejó Dan al ver como su compañero acertaba a su objetivo.
Sin embargo, los vítores del terrícola duraron poco cuando la figura de Dryoid emergió entre el humo sin ningún rastro de daño visible en su blindaje.
-Sigue de pie -. Señaló Spectra enfadado.
-¿Cómo es posible que se levante? -. Cuestionó Dan al enmascarado.
-Podría decírtelo, pero arruinaría la sorpresa -. Dijo Hydron con una sonrisa.
-¡Dan! ¡Detente! -. Exclamó de repente la voz de Nick detrás de los peleadores Pyrus.
El sonido de la plataforma y el llamado del pelinegro hizo que los luchadores se dieran la vuelta para recibir al resto de Los Peleadores Bakugan entrando al campo de batalla con expresiones tensas y ojos cansados, pero que no tardaron en ocultar su agotamiento al ver al enmascarado junto a su amigo castaño.
-¿Chicos? ¿Qué sucede? -. Preguntó Dan confundido sin dar tiempo a otra pregunta por parte de los recién llegados.
-Dan, este campo de batalla es una trampa de Los Vexos -. Responder Marucho sin preámbulos.
-¿¡Qué!?
-Absorbe la energía de los Bakugan de carne y hueso -. Comenzó Shun siguiendo a su pequeño rápidamente.
-Y luego la transfiere a los Bakugan mecánicos o con partes cibernéticas -. Concluyó Nick la advertencia -. Raxus y Jormthan la recibían de esa manera, lograron derrotarnos con estos depósitos y transmisores de energía.
Elisa acogió a su hermana entre sus brazos mientras Ace y Baron ayudaban a la rubia a evaluar la condición de la pelinaranja. La presencia de Spectra pasó a segundo plano para la ojiverde al ver a su hermana herida. Mientras los terrícolas tomaban posición junto a su líder en caso de que éste requiriera refuerzos o una inmovilización rápida para Spectra por parte del Peleador Darkus.
-¿Una trampa de campo? ¿Así que eso es lo que hacía el Profesor Clay? -. Medio Spectra mientras veía la arena.
-¡No puede ser! ¡Nos engañaron! ¿Y ahora qué haremos? -. Se quejó Dan con enfado.
-Tal vez sea hora de probar con algo más -. Respondió Spectra mirando a su compañero.
-Hazlo, Spectra. Tengo ganas de destruir algo -. Asintió Helios al enmascarado.
-Oigan, si los molesto si nos incluyen por favor -. Interrumpió Dan los pensamientos de sus rivales.
Spectra solo se tomó un momento para girar ligeramente la cabeza para que su ojo oculto tras la sombra de su máscara y el velo de su cabello dorado mirara directamente al castaño con una expresión ilegible antes de responder cortante.
-Siéntate y observa -. Dijo antes de mirar su lanzador y presionar una combinación de botones que ninguno de los terrícolas pudo descifrar.
-Destructor Gemelo: Listo -. Avisó la voz de la computadora.
Un pequeño cubo se materializó sobre la pantalla del lanzador dentado del rubio, el cual no tardó en tomarlo con agresividad para arrojarlo a la forma esférica de su compañero en el campo de batalla.
-¡Armamento instalado! -. Exclamó el enmascarado.
Las alas cibernéticas de Helios resplandecieron con intensidad antes de que su silueta se retrajera en su espalda para dar pie a un par de cañones que llegaban más allá de la alargada cabeza de Helios con varias boquillas en la punta con forma de metralleta automática.
-¿Qué es eso? -. Preguntó Nick a Shun asombrado con la nueva máquina que había llegado al campo de batalla.
-Armas -. Respondió Leónidas sin despegar la mirada del equipo de su enemigo.
-¿Y qué tan fuertes serán? -. Se preguntó Ingram en la misma posición que su amigo.
-¿Arsenal? Eso solo me parece un truquito, Spectra -. Se burló Hydron del equipo de su oponente.
-Peleadores, ¿qué les parezco ahora? -. Presumió Helios a sus rivales enseñando sus armas.
-Patético -. Murmuró Vladitor viendo cómo Helios se rebajaba a usar armamento externo para no ser superado en el combate.
Sin importar lo que pensaran de las nuevas armas del dragón mecanizado, tenían que reconocer que el poder de Helios en aumento podía ser una señal de las capacidades de esta nueva maquinaria, más versátil que los Maxus.
-Helios, es increíble -. Reconoció Drago mirando las armas en la espalda de su rival.
-Lo único que lamento es que no seas la primera víctima de mi armamento, quería hacer las pruebas preliminares con Leónidas antes de estrenarlas formalmente contigo -. Respondió Helios al dragón rojo.
-Concéntrate, recuerda que Los Vexos son nuestro enemigo actual -. Recordó Spectra a su compañero.
-Llegará la hora de esos dos -. Asintió el Bakugan mecanizado.
Una carta dorada con centro plateado se posó en la bandeja dentada del lanzador del enmascarado, señalando su estado como una carta exclusiva de este nuevo arsenal.
-Carta poder lista.
-¡Poder de armamento activado: Devastador Dual!
Una veloz ráfaga de disparos de energía levantó el suelo destrozado del campo de batalla mientras Dryoid se veía superado por el poder de fuego de su contrincante. Sus brazos metálicos se posaron en su rostro y pecho con la intención de evitar que los ataques siguieran dando en sus zonas más sensibles. Sin embargo, sus esfuerzos resultaban inútiles ante el abrumador poder del armamento de Helios.
-El desempeño de las armas es más impresionante de lo que preví originalmente -. Pensó Spectra mirando maravillado el poder de su nueva maquinaria -. ¡Al fin! ¡Pondremos a Los Vexos y a sus inútiles juguetes en su lugar!
-¡Vengan por más, Vexos! -. Exclamó Helios lleno de satisfacción.
Los disparos del Bakugan abandonaron su punto fijo para dispersarse por todo el espacio libre del campo de batalla sin importar donde fuera a quedar el daño que pudieran producir.
-¿¡Lo está viendo, profesor!? ¡Sus lecturas no pueden seguir la velocidad del aumento de poder de Helios! ¡Este es el significado del verdadero poder de un Bakugan! ¡Uno al que sus ridículos aparatos jamás podrán llegar! -. Llamó el enmascarado a su progenitor mirando a todos lados en busca del medio a través del cual estaba seguro de que su padre biológico lo estaba viendo.
-¡Podría hacer esto todo el día! -. Festejó Helios lleno de regocijo.
Drago miró asombrado las capacidades de su rival y su equipo, Dryoid era completamente incapaz de defenderse o repeler los ataques consecutivos del dragón mecanizado. Tenía que reconocerlo, aunque no le agradaba el porte de armamento externo en batalla, el equipo de Helios era increíble.
Finalmente, el Bakugan mecánico no pudo seguir resistiendo la ofensiva de Helios y su fuego veloz. Sus pies se separaron de la tierra y su cuerpo humeante se levantó en el aire mientras su cuerpo perdía su forma gigante para convertirse una vez más en su forma de esfera y caer a los pies de su peleador.
Helios y Drago no tardaron en seguir su ejemplo y regresar a las manos de sus compañeros.
-No estuvo nada mal, Spectra -. Felicitó Dan al enmascarado.
-Tal vez vaya abajo, pero aún no me vences, Spectra -. Recordó el antiguo príncipe a sus oponentes.
-¡Retrocede, Hydron!
La fuerte voz del rey no tardó en ser seguida por la figura del hombre aterrizando frente a su hijo en el campo de batalla con una mano en su túnica real y su capa verde.
-Padre.
-¡Ya basta de juegos tontos! -. Gritó el rey arrojando sus ropas comunes para revelar su atuendo rojo de batalla.
-¿Qué pasa? ¿Viene papito a limpiar tu desorden, Hydron? -. Molestó Dan al ojilila con una sonrisa burlona.
Sin embargo, Spectra no dio tiempo a ninguno de Los Vexos a responder, cortó todo rastro de discusión arrojando su propia carta portal al centro del desgastado campo de batalla. Tenía a su principal objetivo enfrente y no iba a perder el tiempo.
-¡Carta portal lista! -. Exclamó el enmascarado antes de sujetar a su compañero -. ¡Bakugan, pelea! ¡Bakugan, surge! ¡Helios Pyrus MK2!
-¡Bakugan, pelea! ¡Bakugan, surge! ¡Vamos, Farbros!
-¡Vamos, Drago! ¡Bakugan, pelea! ¡Bakugan, surge!
Los tres Bakugan Pyrus se levantaron en el campo de batalla, listos para la que sería la última ronda del combate.
Spectra no se hacía ilusiones de tener más de una oportunidad de vencer. Si Zenoheld ya tenía control de las arenas, no había forma de que permitiera que la batalla se prolongara y mucho menos teniendo al profesor y su intelecto de su lado.
Solo tenían una oportunidad y tenían que aprovecharla.
-¡Poder activado: Ataque Gemelo!
Las hombreras de Farbros arrojaron sus rayos carmesí contra sus oponentes cortando la distancia con ellos a gran velocidad y haciendo que soltaran quejidos de dolor por la fuerza del ataque.
-Profesor Clay, reactive el generador de energía del campo y redirecciónelo a Farbros para incrementar sus niveles -. Ordenó Zenoheld al hombre que monitoreaba la batalla desde la sala de vigilancia.
-¡Poder activado: Escudo Superior! -. Defendió Dan rápidamente.
La energía de Drago se materializó en la lucha en forma de un muro de energía reforzada que se expandió rápidamente para cubrirlo tanto a él como a Helios, restaurando sus niveles de poder y reduciendo el de Farbros.
-¡Eso no es nada! ¡Poder activado: Celda Superior!
La boca metálica de Farbros se abrió para liberar una poderosa ráfaga de energía en forma de un inestable rayo que partió la distancia con el escudo y destruyéndolo al primer contacto.
Drago soltó un fuerte quejido por el empuje del ataque que lo mandó de espaldas al suelo mientras sus defensas eran destruidas y Helios trataba de cubrirse los ojos de los restos que volaban por toda el área.
-¡Poder activado: Escudo Barranco! -. Defendió Spectra.
Para su total desagrado, Helios se agachó al nivel de su aliado en el suelo para generar su propio escudo más pequeño alrededor de ambos y protegerlos de otro ataque mientras lo ayudaba a levantarse.
-Gracias por salvarme -. Agradeció el dragón rojo recomponiéndose junto a su aliado temporal.
-Lo hice para acabarte después -. Respondió Helios sin mirar a Drago.
Repentinamente, el resplandor de distintos colores del campo de batalla llamó la atención de ambos Bakugan y Los Peleadores.
-¡Doble poder activado: Aliento Infernal + Golpe de Hielo! -. Atacó Zenoheld.
Una fuerte ventisca salió del interior de Farbros a través de su hocico metálico, provocando una gran molestia en ambos Bakugan, que solo tuvieron el tiempo suficiente para pisar firmemente el piso y evitar su implacable empuje mientras una dura capa de hielo, proveniente de la punta de los dedos reforzados del Bakugan cibernético, se alzaba en sus piernas para cubrirlas hasta más arriba de las rodillas.
-Spectra, haz algo -. Llamó Helios a su compañero.
-¡Basta de tonterías! ¡Armamento instalado! -. Contraatacó el rubio arrojando una vez más su armamento a la batalla.
Los cañones de Helio se formaron una vez más en su espalda desplazando las alas cibernéticas del dragón mecanizado mientras el hielo en sus piernas comenzaba a resquebrajarse por su insistente forcejeo.
-¡Carta portal abierta: Reinicio de Enemigo! -. Ordenó Spectra rápidamente mientras la carta asumía su forma gigante y su brillo cubría el suelo del coliseo -. ¡Esta carta portal anula los poderes de mi oponente, Zenoheld! ¡Y eso no es todo! ¡Esta carta también se sincroniza con el armamento y eleva su nivel de poder!
La gruesa capa de hielo que cubría las piernas de ambos dragones desapareció rápidamente ante los efectos de la carta portal del antiguo líder de Los Vexos mientras éste alzaba su lanzador con una carta dorada en su interior.
-¡Poder activado: Destructor Gemelo, Nivel 2!
Las inscripciones negras en la carta portal se iluminaron en un fuerte color rojo mientras el armamento de Helios seguía sus pasos. Una fuerte y veloz ráfaga de ataques emergió de las boquillas de los cañones giratorios, creando una serie de pequeñas explosiones en el cuerpo de Farbros y todo el terreno a su alrededor.
-¡Sí! ¡Toma esto y esto! -. Celebró Helios mirando el destructivo espectáculo con deleite.
-Hora de atacar, Dan -. Avisó Spectra al terrícola.
-De acuerdo -. Asintió el castaño con su lanzador arriba -. ¡Poder activado: Disparo Tornado!
Drago se elevó en el campo de batalla con un gran tornado de fuego en sus piernas que le sirvió como impulsor para arremeter contra Farbros desde el aire. Helios detuvo su ráfaga de disparos para darle oportunidad a Drago de embestir a su contrincante.
El cuerpo metálico del Bakugan del rey se arrastró por el suelo del campo de batalla al recibir directamente el golpe del Bakugan orgánico, cayendo a unos pocos metros de su peleador.
-Niños insolentes -. Se quejó el hombre.
-Su Majestad, ¿puede oírme? -. Interrumpió la voz de Clay en el comunicador de su lanzador.
-¿Qué sucede, profesor?
-Al parecer, los niveles combinados de Helios, Drago y el armamento son mayores a nuestras predicciones. Farbros no es capaz de anticiparse a sus movimientos y, a este ritmo, perderá la batalla. La única opción que tenemos es absorber toda la energía almacenada del campo y luego vencer a Drago y a Helios de un movimiento.
-Pero podríamos colapsar si damos un paso en falso, suena muy arriesgado -. Recordó el rey mirando a su Bakugan aún en el suelo.
-Es cierto, podría suceder que Farbros no pueda aguantar la sobrecarga de energía y explote -. Aceptó el científico.
Ante la respuesta de su mano derecha, Zenoheld solo se permitió levantar una pequeña sonrisa en su rostro desgastado antes de responder.
-Sin sacrificio, no hay victoria. Prepárese para vaciar sus indicadores de vida a 0%.
El domo y la arena se iluminaron una vez más y y tanto Drago como Helios sintieron como sus fuerzas los abandonaban rápidamente, obligando al primero aterrizar con cansancio debido al veloz robo de energía.
Mientras ambos Bakugan Pyrus se sentían más agotados y con menos capacidad para continuar, Farbros ya estaba listo para atacar una vez más y devolverles los daños sufridos por todos sus ataques. Todo mientras su propio nivel subía exponencialmente.
-¡Poder activado: Pulso Gemelo! -. Atacó Zenoheld aprovechando la oportunidad para quitarse de encima a su mayor obstáculo.
Los rayos volaron una vez más desde los hombros de Farbros para impactar de lleno en el pecho reforzado de Helios, provocando que soltara un grito de dolor mientras su cuerpo se precipitaba al suelo. Sin embargo, su espalda no alcanzó a sentir el golpe, pues su cuerpo regresó a su forma de esfera en pleno aire para caer a los pies de su compañero y dejando a Drago solo.
-Indicador de vida de Spectra: 0%.
Una victoria rápida y certera contra su enemigo más peligroso, no había tiempo para hacer sufrir a Spectra por su desafío y su traición.
-Poder activado: Fuego Espartano.
Los lanzallamas en las rodillas del Bakugan mecánico sobresalieron por primera vez en la batalla y envolvieron a Drago a una velocidad vertiginosa. El debilitado dragón no tuvo la fuerza para resistir el ataque y solo pudo limitarse a mirar las estrellas del espacio mientras sentía como su cuerpo perdía el regalo de Apollonir.
-¡Drago! -. Llamó Dan preocupado.
-¡Su energía de atributo! -. Exclamó Spectra mirando como el cuerpo de Drago se iluminaba para dejar ir la energía Pyrus de su cuerpo.
-¡DRAGO! -. Continuó Dan con impotencia.
Finalmente, el cuerpo del Bakugan regresó a su tono normal para ser devuelto inmediatamente a su forma de esfera y caer a los pies de su compañero agotado.
-Indicador de vida de Dan: 0%. Sistema apagado, batalla terminada.
-Buena estrategia, profesor -. Felicitó el rey a su subordinado.
Farbros se inclinó ligeramente hacia delante mientras la electricidad de su núcleo de energía se liberaba de su cuerpo y una poderosa explosión deshizo su cuerpo, dejando sus partes esparcidas por el demacrado campo de batalla bajo la atenta mirada de su peleador.
Entre el humo, una pantalla holográfica tomó forma frente a Los Peleadores que ayudaban a levantar a Dan y Drago mientras Spectra veía impasible el resultado de su derrota, pero con sus puños firmemente apretados. La máquina que almacenaba las energías de atributo los veía directamente a los ojos mientras sus las celdas de colores anunciaban el final de la búsqueda por las energías de atributo y el claro vencedor de la cacería.
La satisfacción en el rostro del envejecido rey era palpable, sus mejillas estaban un poco tensas debido a la firme sonrisa que se asomó en sus labios mientras avanzaba hasta pararse frente a sus enemigos con su hijo a cuestas.
-Ahora tenemos todas las energías para activar el Sistema de Eliminación Bakugan -. Anunció con orgullo.
Seis lugares se abrieron para las plataformas debajo del campo de batalla, dando lugar a cuatro Vexos con miradas orgullosas en sus rostros y a los Ciber-Peleadores con los brazos cruzados, sus prótesis firmemente plantadas en sus cuerpos modificados y los visores de sus máscaras mirando atentamente a sus viejos conocidos.
Spectra, Elisa y una agotada Mira miraron a su padre desde el otro lado del coliseo. Su máscara ocultaba la mirada cálida y amorosa que solía estar reservada solo para ellos. Las mandíbulas de los rubios se tensaron y sus ojos se mantuvieron pegados al hombre que los había criado mientras Mira miraba con inseguridad al peleador mecanizado.
-Una vez que el sistema remoto haya terminado de cargar el módulo de control, éste se encenderá en automático -. Explicó el rey mientras Alfa y Omega se posaban a sus lados, listos para proteger a su amo en caso de emergencia.
-No es cierto -. Se quejó Dan mientras Nick y Ace lo ayudaban a levantarse y Marucho acogía suavemente a Drago entre sus manos.
-Es hora de despedirse, Peleadores. ¡Todos los Bakugan vivientes están a punto de desaparecer para siempre!
N/A: Debo decir que, originalmente, iba a subir este capítulo y el siguiente en uno, pero me pareció que perdía impacto, así que decidí separarlos y dejar este como la introducción del armamento. En caso de que aún no me crean, creo que este capítulo ya deja muy en claro que Gus en efecto, sí murió en esta historia. Esto por dos razones: la primera es que su falsa muerte en la serie fue muy impactante y debieron mantenerlo así en lugar de salvarlo (lo que me sorprende de Bakugan, porque a lo largo de la serie mataron a un montón de personajes sin piedad). La segunda razón, bueno, imagino que varios ya lo habrán deducido ;)
