Fic de
Historias de Albert y Candy
Eres mi Universo
Por Mayra Exitosa
Inspirado en la imagen de Alexanegin para OctoBERT 2022
Para Albert llevar a los cachorros le fue un grave problema, la raza no era aceptada en varios estados del país, entre ellos New York por así decir, los perros estaban socializando antes de volar, pero los viajes los estresaban por lo que el Capitán tuvo que viajar con ellos en una camioneta durante un largo periodo, ya que esta raza requería tiempo, espacio y ejercicio constante.
- Tranquilos chicos, Clint, Pupe, deben tener sed, así que bajen, vamos a comer y a beber, para continuar el viaje. Albert intentaba tener comunicación, pero no lograba tener línea telefónica, por lo que en vez de dos días su viaje tardaría un poco más, llegaba a un restaurant y asi como le decían Bienvenido, en cuanto veían los perros grandes que viajaban con él, el adiós era inmediato, muchos temían a los enormes cachorros que realmente estaban grandes, lo cierto es que Albert sabía lo bien educados que los tenía y aunque no eran para jugar con niños por su forma tan tosca, al menos él estaba encantado por su olfato, su forma de jugar y sobre todo porque casi no ladraban, eso para muchos conocedores era algo malo, pues perro que ladra no muerde, pero estos… no ladraban. Dormían con él y hoteles del camino y el viaje se alargaba por la distancia, más solo deseaba llegar a su lado y estar con su enfermera la medicina de sus angustias era la rubia y eso en sus sueños ya más tranquilos, saberla con vida lo mantenía en paz, haberle llamado y dejarle un mensaje era como avisarle que la había estado buscando, más querer contactar con ella, le fue más difícil de lo imaginado.
Stear, luego de insistir en una visita programada llegaba a pensar en realizar un secuestro a Candy y convencerla de que se fuera con él, ella no sabía lo que le convenía, estaba sin recuerdos, como iba a decidir quedarse en un cuartel militar para dar a luz, podían alejarla de su hijo y quizás hasta olvidaba que había nacido y lo desaparecían dándolo en adopción por lo que su angustia la expresaba a la jefatura de enfermería a la que Candy pertenecía y al decir todos sus temores, fue amonestado por su sospecha ante la dama que fungía como responsable de la seguridad de Candy White.
- Para su información, el prometido y padre del hijo de Candy es un Marín y viene en camino, él ya viajo hasta Londres buscando a su mujer y por lo que sé, ustedes la ocultaron a sabiendas que ella no recordaba nada, así que sus sospechas me hacen pensar Capitán Cornwell, que el león cree que todos son de su condición y si alguien secuestró de laguna manera a nuestra compañera ese fue usted, que la tuvo escondida sin reportar su traslado a Inglaterra, obligando al padre del bebe de nuestra amiga a ir a Irak en su búsqueda por meses. - ¡cómo! ¿Apareció el padre de su bebe?
- Así es Capitán y le recuerdo, su rango es en su país, el Capitán prometido de Candy White, ya sabe lo que hicieron al llevarse a su prometida sin reportarla, por lo que sus sospechas me hacen acudir a la petición de Candy de resguardarse en el cuartel, cuando bien pudo irse a buscar a su pareja y no lo hizo por responsabilidad del bebe que trae con ella, es una enfermera y busca la seguridad de su hijo y usted, lamento informarle que a pesar de que la salvó y la alejó en circunstancias muy comprometidas, no hizo lo debido y eso puede influir en su procedimiento como un secuestro alevoso contra la enfermera de residencia americana, no inglesa a la que usted escondió por más de tres meses.
Candy escuchaba tras un vidrio las excusas que ofrecía Stear para poder visitarla, y ella lamentaba mucho no desear salir del cuartel y no quería brindarle esperanzas que siendo un hombre libre y soltero podía tener con otras damas. Todo esto para evitar chismes de que él podía ser el padre de su hijo.
Las enfermeras compañeras de Candy aceptaban la precaución y explicaciones justificadas que daba la rubia, más saber que no había llegado el hombre que dijo ser su prometido la ponía en cierta forma ansiosa. – Tranquila Candy, la jefa está tratando a este rescatador con la punta del pie por su insistencia y las ofensas que declaró al decir que nuestra milicia te robaría a tu hijo ¿Qué nos cree? El ladrón fue él al secuestrarte y no reportar tu presencia al consulado, en cuanto estuviste en Londres. - Lo sé, lamento mucho y sé que me estima realmente, además se portaron muy bien cuando estuve allá, sus padres son muy agradables, y… - ¿todavía hay más? - El hermano de él dice que me ama. Me da tanta vergüenza que no quiero ni estar cerca. - ¿también su hermano? ¡Son unos pervertidos! ¿Te querían para ellos?
Candy negaba, más la idea se les anclaba a las dos de las compañeras que estaban con ella, pues ambos hombres amaban a Candy y deseaban quedarse con ella, eso era muy loco ante la sola idea.
Albert por fin llegaba a Chicago, se estacionaba en un hotel de paso y bajaba a sus chicos, para luego los bañaba y cepillaba, habiendo finalizado se arreglaba y no podía imaginar a Candy esperando su llegada, puesto que no lo recordaba, más vestía con cierto aprecio a sus cachorros colocándoles una tela a cuadros simulando un tartán para cada a uno de ellos.
- se ven geniales, ahora a conquistar a su madre, que si no, se quedaran con la milicia por default. Los cachorros eran bastante fuertes, les colocaba un chaleco y protección para que estos no se alejaran de él, subía a la camioneta con el rubio de llegar hasta el cuartel donde estaba ubicada el área de enfermería nacional, ahí un soldado, revisaba sus pertenencias y miraba a los grandes canes que daban cierta seguridad, la mirada fija y como parecían hacer todo lo que el Capitán les indicaba, sentándose, saludando al levantar una pata hasta la cabeza y manteniendo la cola enroscada como si estuvieran jugando mientras seguían atentos a su protector. - Los tiene muy bien entrenados, Capitán Andrew. - Si, quieren ser aceptados por mi prometida y… vengo a verla, supe que se quedó aquí. - ¿el nombre de la señorita es? - White, Candy White. - ¡Ah usted llamó! - Si soy el Marín, Capitán William Albert Andrew. La he buscado desde que nos separamos en Irak antes de salir, y solo ansío encontrarla. - Ella lo está esperando, es una ángel en el cuartel, todos aprecian mucho a la señorita White. - gracias.
Continuará...
Gracias por sus comentarios, cumpliendo con el reto OctoBert 2022, y esperando concluirla lo antes posible
Agradecida por no tomar mis escritos, ni adaptar ni utilizar por ningún medio auditivo o plataforma alternativa, en parte o completa ninguno de estos.
Con sincero aprecio,
Un abrazo a la Distancia
Mayra Exitosa
