Titulo: Oculto.
Advertencia: Una historia probablemente sensible para la mayoría de los lectores. La idea la tenía en mi cabeza, lo siento. Los personajes no me pertenecen.
Capítulo 10
Fue un pensamiento extraño e inesperado cuando miro a su padre dormido en su cama y lo primero que se le ocurrió es que sería de la vida si él no estuviera ahí. Estaba cansada de estar viviendo esa vida donde temía por lo que le pasara a su hermana, a su padre y a ella. A veces no bromeaba cuando decía que le daba envidia cuando alguien moría en un accidente automovilístico. La vida se terminaba y podía descansar.
¿Que era dormir sin tener que levantarse a las tres de la mañana?
Tenía tiempo que no lo hacía. Bajo las escaleras y se encamino a la cocina.
No era que lo odiara, no exactamente. Lo apreciaba era su padre pero él le había quitado demasiado. Durante mucho tiempo lo había seguido a ciegas, hasta que la enfermedad lo invadió y no sabia que era la realidad y que era ficción.
-¿Sigues guardando tu arma en la cocina?-pregunto Neji que estaba en la entrada de la cocina ya vestido.
Ella se encontraba sentada frente a su computadora escribiendo su siguiente capítulo. Después de que tocaran la puerta varias veces, ya no pudo conciliar el sueño y decidió adelantar su trabajo. El tiempo había pasado demasiado rápido y no se había percatado de eso.
-¿Tienes un mejor lugar para esconderlo?-le regreso la pregunta. Sentía sus ojos arder del muy temprano para discutir con Neji.
Era una mañana agradable. La temperatura había bajado y el aire tenía un tono dorado. Era el tipo de mañana en la que uno podía sentarse en el patio, tal vez tomando un sorbo de té y contemplando el amanecer. Hanabi entró a la cocina sin saludar y con el ceño fruncido.
-No, pero me da mas miedo que Hanabi lo use.
-Vete al infierno, Neji—gruñó Hanabi desde su lugar.
-Solo si vas conmigo- se rió.
-Está bien considerare cambiarlo de lugar, sin alboroto y sin más lágrimas me imagino que ya te vas- dijo Hinata viendo que traia su valija con él.
-Sí, así es. Fue una estancia interesante pero como el adulto que soy debo acudir a mi deber y trabajar-Neji fue al refrigerador y sacó un recipiente de helado. Lo puso en el centro de la mesa.
-¿Esto significa ser adulto?-pregunto Hanabi.
-¿Tu qué sabes al respecto?-le respondió con sarcasmo Neji.
-Tengo cáncer y he sobrevivido-alego.
-No te tendré lástima, ni siquiera tienes el deber de usar eso en la corte-sentenció Neji.
-Esto solo nos ayuda a pasar buenos momentos-empieza a decir Hinata mientras les sirve el helado a cada uno-o para olvidar los malos.
-Después del funeral más trágico de Konoha-dijo Hanabi mientras metía su cuchara en el helado primero.
-Primera vez que los Hyugas no somos el centro de atención-añadió Hinata.
-Así es Hyuga Hinata-dijo Hanabi en el mismo tono que decía su madre cuando se molestaba.
Es impresionante como un tono de voz la hacía recordar a su madre agarrándola por los hombros cuando no tenía más de tres años y sacudiéndola bruscamente mientras la castigaba.
-Sonaste igual a tu madre-dijo Neji mientras un escalofrío recorría su cuerpo.
Hinata pasó una cucharada por la nieve mientras asentía, cuando se volvió para mirar a Neji nuevamente, fue para verlo mirandolo como si hubiera estado poseída. Él lo recordaba. Usualmente solía decir su nombre completo como si le estuviera recordando que llevaba el apellido que la perseguiría para siempre.
-Malditas sean los genes y maldita seas tú también- dijo rápidamente.
La conmoción en el rostro de Neji fue casi cómica, y lo uqe Hinata tuvo que hacer era tragarse la risa rápidamente.
-Bueno, en algo nos teníamos que parecer a mamá.
-¿Qué te pasó, Hanabi?-Neji pregunta mientras entrecierra los ojos y estudia desde el otro lado de la mesa-¿Estoy escuchando empatía en ti?
-Alguna vez te han dicho que eres insoportable.
-Todos los días de mi vida, hay algo mal con nuestro ADN que nos hace superior a la mayoría de los demás pero al mismo tiempo poco sociable.
-Lo dices bastante orgulloso-le dice encogiéndose los hombros Hinata-no hay nada mal contigo o con nosotros, quiero pensar que es la sociedad de Konoha.
-Me gusta mi vida donde estoy alejado de este infierno. No quiero que cambie y ustedes deberían de salir de aquí lo mas pronto posible-volvió a decir Neji.
-¿Así que?
-¿Así que?-Neji alzó una ceja.
Hinata se ríe.
-¿Esa es tu conclusión? Huir de aquí.
-Me gusta resumirlo en alejarse de Konoha y de los Uchihas, huir es para cobardes.
-Neji hablas demasiado, me sorprende que sigas teniendo trabajo y que el juez no te lance el mazo en tu cabeza.
Nej rodó los ojos ante el comentario de Hanabi, este se volteo a hacia Hinata.
-Tengo que irme. Te llamaré después de que leas el nuevo caso que tengo.
Una vez que Neji se fue, Hanabi solo la miro de forma divertida.
-Estoy segura que Neji solo se sienta detrás de un escritorio la mayor parte del tiempo.
Escuchó ruidos en el cuarto de su padre, Hanabi se pasó la mano por su cabello y exhalo. Hinata se deslizó más hacia atrás en su asiento y negó con la cabeza.
-Revisare que esté todo bien con papá.
Era curioso como su padre actuaba como un niño, nunca hizo eso, por lo que nunca pensó en él siquiera lloraría. Ese hombre fuerte y alto, ahora un hombre que aparentaba más de su edad y sin consciencia. La señora Norris pasó por sus piernas y eso la hizo sonreír después de muchos días.
—-
Estaba arreglando su jardín cuando sintio la presencia de alguien viéndola a lo lejos. No temia, esa mirada la conocía.
-Hyuga.
Hinata miró por encima de su hombro.
-Uchiha.
El se acercó a su jardín con paso lento, sin pasar la barda. Tenía sus manos en los bolsillos de su pantalón y en su boca tenía un palillo con el cual estaba jugado. Esperaba algún comentario por parte de él pero nunca llegó.
-Hoy hace un buen clima-se atrevió a decir Hinata.
-No está mal-hizo una pausa antes de continuar-Shisui me dijo que alguien entró a tu casa ¿estás bien?
-Se podría decir que sí, deberías conocer la ciudad mejor que uno. Shisui solo supuso que alguien me jugó una mala broma.
El siendo Uchiha sabía bien, mejor que nadie, como es que eran odiados los Hyugas. La mirada que Sasuke le dirigió hizo que retrocediera en su comentario.
-¿Hay algo mal con Shisui?-pregunto alzando la ceja.
Sonaba molesto.
-Lo siento. No fue mi intención molestarte-sé sincero.
-No lo estoy-respondió rápidamente.
Ella tuvo que apartar la mirada. Miro hacia la derecha y luego hacia la izquierda. No había nadie viendolos interactuar. Una vez más se encontraba hablando con uno de los hombres más interesantes, misteriosos e inalcanzables de todo Konoha.
-Mira, Shisui es una buena persona, y ha sido de las pocas personas que ha sido amable desde que llegamos a la ciudad.
Sus propias palabras le pesaron. La gente del hospital habían sido educadas pero podía sentir cierta distancia hacia ellos, el único que los trataba bien era Rock Lee. Ella se levantó del piso y se acercó donde estaba el Uchiha. No quería continuar con esta conversación.
-No todo es como antes.
-¿Ya no serás amable conmigo?-bromeo Hinata.
-Las personas dirán muchas cosas de mi Hyuga, pero no soy una persona amable con nadie.
-¿Eso quiere decir?
Sasuke estaba sacudiendo la cabeza violentamente.
-Siempre me fuiste una persona agradable, no importa el apellido que tengas-le sonrio de lado. El viento soplo fuertemente moviendo el cabello de ambos- Cuida a tu gato, hay luna azul esta noche.
-¿Qué es una luna azul?
-Dos lunas llenas en un mes hacen una luna azul en el segundo curso. Muy raro y peculiar.
-Oh.
Su cara se puso roja. Se sentía avergonzada. Se sentia como un tonto.
-Hasta luego, Hinata.
Konoha era un lugar extraño. Había extrema vigilancia desde el tiroteo pero nadie se daba la vuelta por el Bosque de la muerte. Así era conocido por todo el mundo. Era una especie de bosque encantado, lleno de misterio y con una gran singularidad para ella. El bosque de la muerte fue el lugar donde ella había visto a su padre enterrar algo.
Entre esos árboles ocultaban muchas cosas.
Esa noche de luna azul, no fue extraño ver entrar a dos mujeres lo extraño realmente fue que solo salió una con vida.
—-
Notas de autor:
28 de octubre del 2022.
¡Feliz Halloween!
