2. Profanación

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Disclaimer: Los personajes que se desmiembran o cambian de personalidad a lo largo de la historia pertenecen a la obra del célebre Mangaka Hiro Mashima. Este Fanfiction está basado en una serie derivada y secuela de su Manga principal Fairy Tail, llamada Fairy Tail: 100 Years Quest. Contiene varios hechos canónicos dentro de la obra. No obstante, varios personajes, personalidades y escenarios puede que estén fuera de este.

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...

[...

Muy bien niños, comencemos con la ceremonia.

¡¿Ya?! ¿¡Por fin?!

El niño de cabello rosa mostraba gran impaciencia para comenzar, cosa que hizo a los 5 dragones levantar una ceja (Con excepción de Metalicana, que no tenía cejas que levantar) y mirar raro a su líder, Igneel.

¡Cálmate cerebro de hormiga!—Gajeel lo calló.

¡Cállate tu cara de clavo!—Natsu le replicó.

Una típica pelea infantil estaba a punto de comenzar, pero Anna Heartfilia interrumpió a tiempo.

¡Suficiente los 2!—dijo molesta—¡Van a hacer llorar a Wendy de nuevo!

Ambos se voltearon a mirar hacia la pequeña, que ya lagrimeaba detrás de la pata de Grandine.

Perdón, Wendy...—se disculparon al unísono.

¡Sniff-sniff!...

Anna-sensei, ¿por qué estás llorando tú también ahora? Ya nos despedimos en la escuela…—cuestionó Natsu.

¡Es que no quiero que se peleen la última vez que van a verse en mucho tiempo!—dijo llorosa—¡Voy a extrañarlos mucho!

«... ¿Ella es muy sentimental verdad?... » pensó el dragón Weisslogia con cierta condescendencia.

Natsu se sintió extrañamente conmovido por sus lágrimas.

¿Y eso te hace sentir triste?—preguntó de forma inocente.

Anna secó sus lágrimas y se arrodilló para estar a su altura.

Si, porque les he tomado muchísimo cariño... ¿pero sabes qué? ¡No es un adiós!

¿Eh?

¡Es solo un hasta pronto!—le dijo Anna con dulzura.

¿Qué significa eso?

Significa que aunque estemos separados, siempre llevaremos al otro en nuestro corazón, guardando el recuerdo y los sentimientos hasta que nos volvamos a ver...

El pequeño reflexionó un breve momento.

Oh... creo que lo entiendo—dijo Natsu.

Anna le sonrió dulcemente antes de decirle algo más.

Cuidate mucho Natsu, obedece al señor Igneel en todo.

Si...

Anna reparó en que los otros niños también comenzaron a llorar.

¡Vengan acá!

Los otros 4, Gajeel incluido, corrieron hacia ella, fundiéndose en un cálido abrazo grupal.

Los dragones observaron la escena con cierta desconfianza y recelo.

«... Ella los ha ablandado demasiado, ¿Cómo vamos a moldear guerreros fuertes con este antecedente?... » Pensó el dragón de sombra Skiadrum.

«... El objetivo de usar huérfanos era que fueran guerreros fríos y sin lazos ¡Acnologia no conoce de "sentimientos" y "corazones"!... » Ahora Weisslogia, el dragón Blanco.

Pero el más severo de todos era Metalicana, el dragón de hierro y maestro de Gajeel...

«... Necesitamos guerreros, no crías. Si ni siquiera tenemos ataduras con nuestra propia descendencia, que lleva nuestra sangre ¿Y ahora vamos a hacerlo con ellos?... Igneel. Realmente tengo dudas si tu plan va a dar resultado. Nuestros cuerpos se marchitarán pronto al ya no poseer nuestras almas, y vamos a ponernos aún más vulnerables al entrar en el cuerpo de estos humanos... ¿Realmente podemos hacerlo? ¿Realmente podemos confiar en el poder de la humanidad?... »

El rey dragón de fuego se mantuvo estoico ante aquello. Su expresión era un enigma.

Natsu se perdió en el aroma maternal de Anna y sintió marearse. Su vista se tornó borrosa.

De un momento a otro, ante sus ojos, las imágenes de todos a su alrededor comenzaron a derretirse, siendo sustituidas por un horizonte rojo. El mundo en llamas...

Una última voz oscura le habló antes de caer...

"... Destruir a Zeref... Ese es nuestro único propósito... "

...]

...

—¿Uh?—Natsu sintió los ojos inusualmente pesados.

—Veo que finalmente despertaste...

—¿Happy?—preguntó algo adormilado—¿Qué ocurrió?

—La luna se puso morada otra vez. Y miraste...—le dijo el gato con preocupación.

¡Ouch!—Natsu se quejó.

Sentía todo su rostro palpitar, y una terrible hinchazón.

—Ophis se excedió. ¡Tu cara parece una mora!

Natsu recién recordó lo que había pasado. Ophis lo había golpeado de forma salvaje como castigo por su imprudencia durante la incursión al templo custodiado por el demonio Raxhel...

Estaban acampando cerca de un arroyo, donde Natsu corrió a lavarse.

—¡¿Qué rayos le pasó a mi cara?!

Se sorprendió al verla tan amoratada y dolorida.

—Ayer estaba mucho peor—comentó Happy.

—¡¿Ayer?!... gruuump—su estómago rugió—¡¿Y por qué tengo tanta hambre?!

—Natsu, dormiste todo el día...

—¡¿Cómo?!—dijo sorprendido.

Natsu no salía de su asombro. Happy también lucía preocupado.

—Al principio creí que Ophis te había noqueado, pero ella dijo que fué por ver la luna... tiene mucho sentido si lo piensas... Pasó también con Lucy cuando fuimos a Giltena ¿Te acuerdas?

Natsu se tornó cabizbajo y un tanto reflexivo.

«... ¿Entonces es por eso?... ¡¿Por eso tengo estos sueños tan raros?!...»

Natsu se contrarió y prefirió pensar que sólo eran sueños, sin relación con la realidad. Porque la mayoría habían sido desagradables. Hasta ahora. Esta vez fué algo un poco mejor, salvo por la última parte.

«... Anna... »

—¿Soñaste algo agradable ésta vez?—le preguntó Happy con curiosidad—Esta vez no te revolcaste ni sudaste... Después de todo, has tenido pesadillas desde que salimos... ¿Natsu?—Happy lo cuestionó al notarlo muy distraído.

"... Destruir a Zeref... Ese es nuestro único propósito... "

«... ¡No es cierto!...» pensó furioso.

El joven apretó el puño con enojo, al recordar lo último que escuchó.

—No fue nada. Nada de nada—escupió Natsu algo frío.

—¿De verdad?—replicó Happy no muy convencido.

El Exceed comenzó a molestarse por la desconfianza, cuando era evidente que si había algo...

«... ¿Por qué ya no me dices nada?... »

La conversación sufrió una súbita interrupción...

—Veo que ya despertaste. Dragneel...

Ophis se presentó ante él. Natsu la miró con frialdad y enojo. Happy también.

—Me golpeaste...—dijo Natsu un tanto hostil.

—Me desobedeciste—replicó Ophis—Y la siguiente vez que lo hagas, será peor... —Ophis ensombreció su hablar—Sólo necesito que abras los orbes. No necesitas ambas manos o ambas piernas para hacerlo…—escupió con desprecio.

«... Dragneel, eres una maldita decepción... »

Happy se indignó ante la amenaza y quiso gritarle algo de vuelta...

—¡No puedes tratarnos así... ¡Aaargh!...

Ambos sintieron ahogarse. Se agarraron el cuello y se arrodillaron. Ophis se impuso.

—¿Pedí tu opinión?—preguntó el dragón, mientras ejercía su magia sobre las marcas que les colocó en el cuello por el contrato—¿Quién te dió permiso de hablar?—Ophis amenazó con tranquilidad.

¡ahj-ahj!—ambos jadearon cuando los soltó.

«... ¡Maldita!... »

—Caminen—dijo Ophis—Nos vamos.

Sin muchas opciones, ambos obedecieron.

«... Este será un laargo año... » pensó Happy apesadumbrado.

...

—•○•—◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘

Magnolia, Reino de Fiore…

Lucy se despertó desganada.

Alzó ligeramente la cabeza de entre las cobijas y otros trapos que había en la cama. 2 semanas desde que habían regresado a Magnolia.

Se levantó de la cama pesadamente y se miró en su espejo. Lucía bastante demacrada y con unas ojeras gigantescas. Sus ojos hinchados por el llanto periódico en el que caía casi a diario.

Levy se lo había hecho notar:

"... Lu-chan, Natsu y Happy se pondrían tristes si te vieran así... "

—Natsu, Happy... sniff-sniff... ¡buaah!—Lucy comenzó a llorar

Como cada día, de solo acordarse se deprimió de nuevo y se arrastró de vuelta a la cama, envolviéndose de nuevo con la bufanda de Natsu.

"... ¡Lu-chan tienes que reponerte, han pasado 2 semanas!... "

Tuvieron que sedarla durante buena parte del camino de vuelta a Fiore. Sus gritos de angustia y dolor no ayudarían en ese momento, así que las primeras horas tras despertar en Fiore, se la pasó creyendo que no había pasado nada, que sólo se trataba de un mal sueño del que se despertaría tarde o temprano...

«... ¡Esto no puede estar pasando!... ¡Tiene que ser una horrible pesadilla!... ¡Una broma cruel!... »

Pero a medida que veía el sol salir y ocultarse una y otra vez, la tristeza la embargó, sintiéndose perdida y angustiada...

«... Tal vez pueda arreglarlo, ¡Sí!, tal vez pueda ofrecerle algo para que los devuelva a casa!... »

En su desesperación, barajó la ingenua idea que podrían ir tras Ophis y obligarla a devolverlos. Ni siquiera pudo hacer algo contra los esbirros de su abuelo ¿y creía poder hacer algo ahora?

«... ¿Por qué soy tan inútil? ...»

Los días fueron pasando y se descuidó a sí misma. Comía casi solo porque su cuerpo se lo exigía. Ahora mismo sintió su estómago crujir y un pequeño mareo en la cabeza...

Crunch

Sacó una barra de chocolate de la canasta que le dejó Levy y se puso a masticar trocitos...

"... Lucy, eso no va ayudar a tu dieta Ji-ji-ji..."

—Happy...—recordó, los en ese momento molestos, chistes sobre su peso que hacía el Exceed azul. ¡En verdad que ahora los extrañaba!

Al girar la cabeza brevemente, logró divisar sus llaves. No habían sido tocadas desde que sus amigos se las dejaron allí cuando la acompañaron a su casa.

Sentía tanta vergüenza por lo sucedido que no tenía cara para mirar a Loke, a Virgo o a cualquiera...

"... Quiere decir, que a partir de ahora solo podremos cruzar la puerta a través de las llaves y respetando los contratos... dime Lucy, ¿recuerdas cuál es nuestro contrato?... "

En aquella ocasión prometió hacerse más fuerte, pero en su lugar, se regodeó de arrogancia y vanidad cuando llegó un supuesto triunfo, un honor para el que ni siquiera había competido.

Ahora se giró a ver la maldita estatuilla dorada. La mentira que la sumió en ésta desgracia. Karan lo había arreglado todo para atraerla con miel. ¡Estaba tan ilusionada por ganar un premio literario tan prestigioso siendo tan joven, que cometió una imprudencia tan terrible como las de Natsu!

"... Quiere decir también, que a partir de ahora tendrás que cuidar de ti misma con mayor celeridad... por un tiempo, ya no podré venir a salvarte en el momento justo, a no ser claro que uses mi llave con el contrato... ¿Sabes a lo que me refiero no? Lucy... "

Empezó a enojarse.

«... ¡Me lo advirtieron!... ¡Me lo advirtieron y yo no hice caso!...» pensó llena de culpa.

—¡¿Por qué?!—sollozó en voz alta—¡Por qué me tuvo que pasar esto a mí?!

Hurgó en sus memorias y volvió atrás, buscando una respuesta. Un culpable. ¡Algo!

Por deprimente que fuera, siempre llegaba a la conclusión de que la única culpable era ella misma.

—¡Debí haber prestado más atención!

Analizando con la cabeza fría, la invitación a Joya era claramente una trampa. Su libro apenas llevaba unos pocos meses en el mercado y era poco probable que fuera nominado a otro premio que no fuera a uno que hubiera postulado. ¡No sólo poco probable sinó imposible!

El propio Jason le había aclarado que el alcance de la pequeña editorial que le dió su primera oportunidad no traspasaría las fronteras de Fiore, por lo que algún ejemplar fuera revisado por el comité literario del país de Joya no era posible.

—¡Fuí una tonta! ¡Tonta-tonta y descuidada!—dijo con rabia.

Yendo más atrás, la catástrofe se venía venir. Deseó haberse tomado en serio la historia de Natsu de cómo consiguió la llave de Acuario para ella...

"... ¿Dragón infinito?... ¡De seguro alucinaste por estar ahogándote!... "

¡Si tan solo le hubiera creído en aquel momento! Por lo menos le habría podido recomendar alejarse de ella bajo todo concepto.

«... ¡Habría bastado sólo con permitirles acompañarme!...»

¿Qué se supone que haría ahora? ¿Vivir su vida como si nada hubiera pasado y creer en el regreso de ambos?

"... ¿Por qué no intentas llamar a tus espíritus?... ¡A puesto que se mueren de ganas de verte!... "

Lucy tenía tanta vergüenza por lo ocurrido que no se atrevía a hablarles. Tal vez era hora de hacerlo...

¡Glubs!—Lucy tragó—al coger su manojo de llaves. Repaso una por una con la mano, y sintiéndose indigna, las abrazó contra su pecho...

«... ¡Perdónenme!... »

—A-abrete... puerta de la portadora del agua... Acuario.✨🔔

Tras tartamudear las palabras de invocación, el Espíritu Sirena apareció envuelta en luz. Mostró su rostro malhumorado al instante.

—¿Con un vaso de agua? ¡¿Es en serio?!—dijo molesta. A Lucy no le importó y comenzó a temblar y lagrimear al verla...

—A-a.. ¡Acuario! ¡buaah!

Al verla romperse, la sirena relajó su severo mirar y se permitió abrazarla. Por mucho que se esforzara en aparentar frialdad, estaba profundamente feliz de verla a salvo...

—Pequeña tonta... Me alegra que estés a salvo—le dijo Acuario de forma maternal y acariciándole la cabeza.

—¡Estaba muy asustada!... e hice algo terrible... ¡Por mi culpa!... Natsu...

—Lo sé. Lo vimos todo—le dijo Acuario con pena contenida.

Lucy daba explicaciones incoherentes y apresuradas. Acuario le permitió llorar y desahogarse un rato, pero al poco tiempo, una nueva presencia apareció en la sala.

—Lu-lu... ¡Lucy!—una voz masculina se escuchó, y en medio de la habitación, una imagen envuelta en luz distorsionada aparecía y desaparecía. El ser parecía estar sufriendo...

—¡¿Qué haces, imprudente?!—protestó Acuario—¡Sabes que ya no podemos cruzar la puerta a voluntad!

¿Eh?

El ser que intentaba cruzar no desistió de su intento.

—¡Vas a ponerla peor!—lo reprendió Acuario.

—¿Loke?—Lucy lo reconoció.

«... Oh maldición... ¡Les dije que yo me haría cargo!... » pensó Acuario

Sin que Acuario pudiera evitarlo, Lucy sacó la llave de Leo...

—... Ábrete, puerta del leon: Loke ✨🔔

De inmediato Lucy sintió gran parte de su poder drenarse, mantener las puertas de sus espíritus más poderosos era problemático, más ahora que no estaba comiendo bien...

—¡Lucy!—Loke se apresuró a abrazarla al aparecer.

Acuario lo miró un poco mal al principio.

«... ¡Quedamos en que yo me haría cargo!... »

Los 2 se unieron para consolarla, y la presionaron para que comiera algo, al sentirla debilitarse. Más golosinas que le trajo Levy en la canasta. Acuario volvió a mirar mal a Loke.

Lucy seguía triste y furiosa por lo ocurrido. Loke y Acuario ya habían discutido un poco sobre cómo proceder antes de bajar a la tierra, en caso de que cualquiera de ellos fuera el primero en ser llamado después de lo ocurrido...

—Lucy... ¿Cuánto más planeas seguir así?—preguntó Acuario.

La sirena utilizó un tono de reclamación, como una madre que reprende a un hijo por una falta. Lucy no se lo tomó muy bien.

—No me siento bien ahora...

—¿Y cuándo comenzarás a sentirte bien?—dijo Acuario de forma torpe.

Lucy no reaccionó bien a la presión y sintió los sentimientos desbordarse otra vez...

—¡¿Por qué me hablas así?!—dijo Lucy casi chillando—Eres mi amiga... ¡¿No puedes por una vez...

Layla nunca...—dijo Acuario, comparándola con su madre. A Lucy no le gustó nada.

¿Por qué siempre insistía en compararla con su madre? ¿Por qué Layla tenía que ser tan perfecta?

—¡Hace un tiempo me dijiste lo contrario!—Lucy protestó—¡Creí que ya habíamos superado eso! ¡Estoy harta de que me compares con ella! ¡Yo no soy ella!—dijo de forma defensiva y llorando.

Loke se incomodó un poco y trató de suavizar la situación...

—Lucy, nosotros nunca tenemos la intención de compararte con...

—Eres demasiado blando con ella—se quejó Acuario—La pequeña descuidada está evadiendo el asunto con sus inseguridades pasadas... Lo importante ahora es que se reponga de una vez y salga a enfrentar al mundo de nuevo...

Loke se dirigió a Acuario de forma desafiante y sólo recibió de ésta una sonrisa burlona.

«... ¡¿Por qué tienes que ser tan dura con ella?!... »

—¿Quieres quedarte aquí a llorar por el resto de tu vida? ¡Bien! me largo—dijo Acuario—¡Pequeña cobarde!

¡Buaaah!

Lucy lloró aún más fuerte. Loke permaneció estoico por indicaciones de Acuario, pero estaba conteniéndose las ganas de golpearla para defender a Lucy.

—¡Lo sé! ¡¿Crees que no lo sé?!—Lucy alzó la voz—¡Soy débil! ¡Una perdedora! ¡No puedo hacer nada!—gritó Lucy.

—¿Y por qué perdiste?—Acuario siguió con su juego.

—¡Porque me tendieron una trampa!—dijo furiosa—¡No pude hacer nada!

—¿Y?

—¡No pude hacer nada!—Lucy insistió desesperada—¡Porque soy débil!

—Eres débil ¿Y qué más?

Lucy se molestó más por la insensibilidad de Acuario.

—¡¿Qué quieres que diga?!—le gritó Lucy indignadísima—¡¿Cuántas veces lo tengo que explicar?!

Acuario la observó con hartazgo.

—No se trata sólo de eso—dijo severa.

El espíritu sirena no cedió en su posición y permaneció fría.

—¡Dime la respuesta!—le gritó Lucy.

Lucy estaba fuera de sí, enojada con Acuario por hablarle en forma de acertijo. El espíritu celestial se mantuvo inflexible, pero Loke intervino.

—Lucy. ¿Y qué fue lo que hiciste al final?—preguntó Loke. Aunque quería darle una pista, usó un tono acusatorio. No podía dejárselo tán fácil...

Lucy sollozó con más frustración.

—Me encerraron... ¡Me humillaron!... ¡Y yo... yo...

Lucy sintió un nuevo golpe y se calmó súbitamente.

—¿Tú?

—... Me rendí...—Masculló—Me rompí y me dí por vencida...—dijo triste, pero todavía no entendiendo del todo.

Acuario relajó un poco su mirada. Loke le sonrió disimuladamente.

—Así es. Te diste por vencida, mientras todos tus amigos luchaban con todas sus fuerzas para salvarte. Te rendiste.

«... Ni siquiera ayudaste con eso... »

Lucy se tapó la boca con ambas manos.

—¡Oh, dios mío!—La chica finalmente vió el punto y la invadió la culpa.

La revelación la hizo llenarse de más vergüenza, si aquello era posible. Lucy quiso enterrarse en un agujero y no salir más...

—... Mis amigos movieron cielo y tierra por mí y yo maldije sus esfuerzos rindiéndome... ¡Fuí tan cobarde!

—Nosotros también intentamos cruzar ¿sabes?—le dijo Loke con amabilidad—Estábamos tan preocupados e impotentes por no poder bajar a la tierra y ayudarte... Acuario en especial—Loke lo dijo con un molesto tono cantante para la sirena. Acuario se sonrojó.

«... ¡Esa maldita luna morada!... » pensó Loke.

Lucy lagrimeó una vez más.

—¡Sniff-sniff!... amigos... ¡Lo siento! ¡Lo siento mucho!

Ahora Loke le dió un cálido abrazo, Acuario también. El espíritu sirena finalmente determinó que su incorregible dueña lo había entendido, al menos la parte más importante.

—Oh, pequeña tonta—le dijo Acuario dulcemente—Lo importante es que aprendiste y no lo volverás a hacer ¿Verdad?

—¡Si! ¡No le volveré a faltar el respeto a mis amigos así nunca!—chilló Lucy.

Ambos espíritus sintieron su presencia debilitarse, por lo que de inmediato Loke le pasó más dulces de la canasta para evitar que le bajara el azúcar y las puertas se cerraran.

Lucy se quedó un rato acurrucada en cama, con Loke sentado en el borde y Acuario flotando en su otro costado.

Por su mente ahora pasaban toda clase de culpas y auto-reclamaciones. Ahora creía que no merecía amigos como los que tenía. Ya la habían salvado una vez de las garras de Phantom y su propio padre. Incluso en esa vez se sintió mucho más valiente que ahora...

«... ¡No merezco a los amigos que tengo!... »

—No seas tan dura contigo misma—dijo Loke, adivinandole el pensamiento—Es fácil ser valiente cuanto tienes todas las de ganar.

—Aún así me siento terrible por Natsu y Happy...—dijo Lucy, ya calmada y pensado con la cabeza un poco más fría.

—¿Crees que todo se trata de ti? Ellos tomaron una decisión, y aunque haya sido por tu causa, no deja de ser SU elección—le dijo Acuario con severidad—Si ellos son lo suficientemente fuertes para aceptar las consecuencias de lo que hicieron, entonces tú has de respetar esa elección y creer en ellos...

—¡Es más fácil decirlo que hacerlo!... ¡Son mis amigos!—dijo Lucy, arrastrando dolor en sus palabras—No quiero que tengan que pagar por mis errores.

Loke le levantó el flequillo de la frente con ternura.

—¿Y crees que ellos querían que estuvieras así, sumida en tu depresión?

—No...—dijo Lucy con pena—¿Qué debo hacer entonces? ¿Cómo puedo ayudarlos?

Lucy estaba con muchas dudas de cómo continuar. Ya sabía que sería muy duro, pues ya había tenido una probada de aquello en el amargo año que el gremio se separó, pero incluso en esa ocasión tenía en su corazón la certeza de que los volvería a ver...

—¿Qué fue lo que te dijeron antes de partir?

Lucy se tornó pensativa.

"... Dime Lucy ¿Quieres hacer algo por nosotros? ¡Entonces vuelve a casa y vive!.. "

—¿Lo ves?—le dijo Loke—Ahí tienes por donde empezar.

Lucy lo miró confundida.

—¿Es todo? ¡¿Estás diciendo que me pasee por ahí mientras ellos están en sus garras?!—dijo indignada.

—No se trata de eso—explicó Acuario—Dices que ellos hicieron un sacrificio por ti, así que lo mejor que puedes hacer para honrar ese sacrificio es hacer que lo valga ¿No te parece?

—Supongo que podrías tener razón...—replicó Lucy no muy convencida.

¿Podría confiar en que ambos volverían sanos y salvos?

«... Natsu ha salido de muchas cosas terribles siempre... » reflexionó.

...

"... Incluso si no puedo verte... incluso si estamos muy separados... "

...

«... siempre estaré cuidándote... ¡Te cuidaré por siempre!... » Lucy completó la frase tras recordar.

La chica apretó los dientes con frustración y abrazó una vez más la bufanda de Natsu, sintiéndose indigna. Derramó unas últimas lágrimas...

—Yo... podría intentarlo...—dijo Lucy ya más firme—también... Creo que debo disculparme con todos por los problemas que causé...

Seguía muy dolida e insegura pero ya con ganas de levantarse. Sentía que les debía una explicación a sus amigos del gremio...

—¡Si, haré eso primero!—Lucy se levantó de la cama con rapidez, pero Loke la detuvo.

Oye-oye—le dijo con sorna—primero lo primero, ¡date un baño y desayuna bien!

Lucy se dio cuenta de su estado y se sonrojó de vergüenza.

—ss-cierto. ¡Haré eso primero!—dijo apenada.

Acuario sonrió también.

—¡No te rías!—Lucy protestó con pequeño entusiasmo.

Ambos espíritus se alegraron de ver una vez más su candor regresar a ella.

—Muy bien, ¡Hora de irnos!—anunció Acuario—No vayas a desmayarte por el esfuerzo de mantenernos aquí—bromeó la sirena.

—¡Yo no voy a desmaya... ugh!—Lucy sintió un pequeño mareo y se agarró de un mueble para no caer.

¡JA! ¡¿Ves?!—se burló Acuario—vas a caer en cualquier momento.

La chica había alcanzado su límite para mantener las puertas de sus espíritus más poderosos abiertas tanto tiempo. Tampoco ayudó el hecho de que no había estado comiendo bien los últimos días, por lo que su resistencia flaqueaba con facilidad.

Lucy protestó con un puchero. Loke fue un poco más amable.

—Querida, mejor cierra nuestras puertas o de verdad vas a caer al suelo. ¡Y asegúrate de comer un desayuno generoso!... ¡A las 3 de la tarde!—se burló también, haciendo notar la hora que era.

Ahora Lucy también se rió.

«... ¡Condenada Luna morada!... » renegó la chica.

—Muy bien, nos vemos—dijo Acuario sonrojada, pero intentando permanecer fría—y una cosa más... ¡No me llames fuera del contrato!—La sirena le pellizcó una mejilla de sorpresa.

¡AY-ay-ay!—Lucy se quejaba de forma graciosa—¡Ya entendí! no tienes que portarte así...

Acuario le sonrió una última vez antes de desaparecer en un destello.

Fuuu✨

Loke se despidió también y se dió vuelta, pero antes de desaparecer, Lucy lo detuvo...

—¿Eh?—preguntó confundido—¿Pasó algo más?

—...Gracias...—Lucy le dijo con gratitud y algo apenada. Juntaba los dedos índice y los frotaba entre ellos.

—Creo que ya lo dijiste.

—No. Es diferente—replicó Lucy—No se como lo supiste, pero me recordaste algo que había olvidado—le dijo Lucy de forma profunda.

Loke se ajustó los anteojos y cerró los ojos antes de hablar.

"... Si tu te pierdes, entonces yo y todos los demás vamos a estar tristes... "—le dijo citando.

A Lucy se le iluminó el rostro al recordar su propia frase, ahora en la boca de Loke. Lo mismo que ella le había dicho cuando lo salvó en su momento...

—Esa es mi...

—Sólo hice por tí, lo que tú hiciste una vez por mí—Loke le dijo con simpleza.

Lucy asintió con la cabeza.

—Gracias de nuevo...

—Cuidate mucho, Lucy...

Loke también se esfumó, dejándola sola en la habitación.

«... Será duro... pero debo aguantar... »

Lucy traía la bufanda de Natsu en el cuello. Cerró el puño alrededor del extremo junto con las llaves y juró para sí misma...

«... Se los prometo chicos, ¡Me haré más fuerte!... ¡Y cuando regresen, seremos el mejor equipo!... ¡Creo en ustedes y que cumpliran su promesa de regresar!... »

La chica utilizó el resto de la tarde para ocuparse de sí misma como Loke le había dicho. Se bañó, se lavó los dientes y se aseguró de alimentarse bien.

Desempacó y organizó todas sus pertenencias recuperadas de Joya. Apartó la estatuilla del supuesto premio de escritores que fue su ruina y la de Natsu y la escondió debajo la cama. Francamente no podía ni verla ahora pero no sabía si deshacerse o no de ella...

—Mañana será un nuevo día...

Aquella noche, Lucy durmió en absoluta paz, como no había hecho en mucho tiempo. Sería un tiempo duro y todavía no se sentía del todo recuperada, pero con las fuerzas suficientes para seguir.

...

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En alguna región remota de la nación de Minstrel…

¡Ahí están, deténganlos!

¡KRAK! 🔥 ¡Fssss! 🔥

¡Ungh!

6 magos fueron derribados en una estela de fuego.

Natsu, Happy y Ophis aprovecharon la abertura para avanzar, pero los guardianes se levantaron a luchar de nuevo.

—¡Dragneel, ¿qué haces?!—se quejó Ophis—¡Acaba con ellos de una maldita vez!

«... ¿Por qué tarda tanto? Estoy segura que tiene más poder que esto...»

Ophis hizo notar su hartazgo por el lento avance. Tras milenios encerrada, creyó que al finalmente tener algunos subordinados podría ahorrarse tareas mundanas, como despejar el camino de oponentes que según ella "No hacían que valga la pena su participación".

Rikku había resultado obediente como un perro, por lo que las expectativas para Natsu y Happy fueron difíciles de cumplir.

Malditos, ¡Serán maldecidos por derramar sangre en este templo!—les gritó uno de los guardianes.

Happy se sintió mal y Natsu se frustró por la inusual resistencia de los fieles que custodiaban aquel templo.

«... ¡Por favor, caigan de una vez y nadie saldrá herido!... al menos no tanto... »

—🔥¡Karyu no Kagitsume!🔥

Natsu lanzó una versión debilitada de su ataque, con la esperanza de que fuera suficiente para dejarlos fuera de combate...

¡No se rindan! ¡Por nuestro Dios!—los fanáticos se volvieron a levantar. Incluso los quemados insistían en pelear.

«... ¡Oh maldición! ...» pensó Natsu, al verlos levantarse de nuevo a pelear con un fervor desconcertante.

🔥¡WOOOOSH!🔥

¡AAAARH!—Uno de los magos guardianes gritó antes de ser carbonizado.

«… ¡¿Quién?!… ¡Ophis! »

Antes que Natsu pudiera reaccionar, una grande y precisa bola de fuego azul se estrelló contra el más aguerrido de sus oponentes.

Los estruendosos gritos de angustia del hombre hicieron mella en Natsu, quien no acababa de entender que había pasado.

—¡Detente!—chilló Happy.

Ophis hizo caso omiso. Agotada su paciencia, el dragón decidió acabar el asunto ella misma. Escupió una corriente de fuego para asar al segundo, quien comenzó a gritar también...

—¡¿Qué haces?!—le gritó Natsu.

El joven vió cómo Ophis ahora veía en forma amenazante al tercero, que salió huyendo junto a los 2 restantes. Natsu se lanzó contra Ophis para detenerla, pero el dragón avanzó igualmente, tacleando al chico en el proceso y alcanzando al guardián...

¡Ungh!

—¿Natsu estás bien?—Chilló Happy.

Sin que ninguno pudiera evitarlo, Ophis cargó contra todos los guardianes restantes, haciendo una carnicería frente a los atónitos Natsu y Happy...

El gato se aterró y asqueó, conteniendo con las manos las ganas de vomitar. Natsu insistió en intervenir...

—¡Alto!...

¡SKRISSH!

¡Uuh!

El joven frenó en seco para evadir un sorpresivo ataque de Ophis hacia él. Una onda cortante color púrpura...

—Si no vas a ayudar, no estorbes—Ophis le habló seria.

Indignado, el chico se quedó en su sitio, apretando puños y dientes...

«... ¡Así no!... ¡Esto no está bien!... »

El olor a sangre y los gritos inundaron el edificio y comenzaron a perturbar a Natsu. La desagradable sensación le erizaba la piel y confundía su olfato...

Sintió un extraño mareo y la vista se hizo confusa por unos momentos.

«... Zeref... ¡Destruir a Zeref!... »

Natsu sintió un escalofrío de ultratumba al oír la insinuación dentro su propia cabeza y la sacudió enérgicamente como un perro.

—Na-natsu...—le preguntó Happy perturbado también.

—¡¿Pero qué fué eso?!

«... Toda mi piel... tiembla... »

¡Glubs!—Natsu tragó saliva con gran nerviosismo.

Fueron dolorosos 5 minutos hasta que los gritos se apagaron, pero ambos no pudieron moverse por unos minutos más. El olor a sangre permanecía y seguía poniendo nervioso a Natsu...

«... ¿Qué diablos pasa?... ¿No se supone que ya había superado esta cosa?... »

—Va-vamos...—dijo Natsu.

Aye...

Ambos se adentraron más en el edificio, atravesando un par de pasillos más. Los rastros de la masacre de Ophis seguían allí y cada paso era una tortura de ver para Happy. Natsu, que tenía un estómago más resistente, seguía perturbado por la reacción adversa que le provocaba el olor...

"... Lucy... ¿Por qué no te mueves?... "

El recuerdo de Lucy ensangrentada y medio desnuda en el suelo lo asaltó de pronto.

Malo-malo-malo...—Natsu sacudía la cabeza de nuevo, intentando alejar el mal recuerdo y el mareo junto con él.

Happy estaba entre confundido y asqueado tanto por el comportamiento de Natsu como por las cosas horribles que estaba presenciando.

«... ¡Esto es horrible!... »

Se toparon con un pasillo sin salida a ninguna parte, pero Natsu rápidamente siguió el olor de la sangre hacia una segunda sala, con una agujero en el centro. El hoyo parecía recién practicado y reflejaba un mecanismo de peldaños de piedra en espiral destruidos. Alguien había entrado por la fuerza a aquella bóveda subterránea.

Al acercarse tuvieron que pasar junto al cadáver de un anciano sacerdote, con el pecho atravesado y quemado...

¡Glubs!—Happy se ocultó detrás de Natsu para no ver.

Descendieron por él y finalmente llegaron a una estancia bastante amplia, con estantes repletos de libros que llenaban casi todo el lugar.

—¿Qué es este lugar?

—Su biblioteca secreta... O ya no tan secreta...—respondió una voz. Ophis.

El dragón se encontraba en el escritorio principal a unos 10 metros de la entrada, revisando antiguos volúmenes.

Natsu se enfureció de solo verla y se acercó al estudio con los puños listos...

—Basura...—dijo Ophis al concluir que el libro no contenía la información que buscaba.

Sin prestar atención a Natsu, el dragón tiró el libro al suelo y fue a sacar esta vez unos rollos antiguos que lucían bastante prometedores.

Al acercarse, los muchachos notaron que parte de los estantes ya habían sido saqueados por Ophis. Cada texto y rollo tenían un pasador y una cadena en el lomo que lo sujetaba al estante para evitar robos. Ophis había fundido el metal de las cadenas y los valiosos textos fueron arrojados al suelo solo por no contener lo que buscaba.

El dragón se concentraba en su lectura, con un aire tan desenfadado e indiferente que sólo hacía enojar más a Natsu.

¡Plaf!

Natsu estrelló su palma abierta contra el rollo que Ophis leía, bloqueando su lectura y harto ya de la actitud de ésta última.

Ophis levantó la mirada con indiferencia.

—¿Qué?

—¡¿QUÉ DEMONIOS FUE ESO DE ALLÁ AFUERA?!—Le gritó Natsu furioso.

—No grites—dijo sin inmutarse.

—¡¿Por qué lo hiciste?!—Natsu volvió a gritar—¡No era necesario matar a tantos!

Happy también se veía ofendido.

—¿Por qué no?—preguntó Ophis con indiferencia—Tardabas demasiado y decidí acelerar el paso.

Natsu se sorprendió más por la frescura con la que lo decía.

—¡Lo tenía todo bajo control!—dijo Natsu.

—Muy lento—replicó Ophis sin más—Llevamos casi un mes buscando en templos de esta congregación y aún no nos hemos hecho con ninguna otra de mis partes. No tengo tiempo que perder...

—¡Esas personas no tenían que morir!—objetó Natsu—¡Podíamos haberlos vencido y encerrado!

—¿Y tardar más?—dijo Ophis—No quiero. Hazme un favor y quita tu mano de mi rollo. Interrumpes mi lectura.

Natsu le devolvió una mirada desafiante y Ophis también endureció un poco su rostro.

—Veo que tu cara ya sanó. Parece que alguien necesita otra lección de respeto…—dijo el dragón en tono amenazante.

Ophis salió de su asiento y chocó miradas con Natsu.

—Levanta tu mano de mi rollo...

—No.

🔥 ¡Fssss! 🔥

¡YRRGG!

Natsu sintió el repentino ataque de la serpiente en su cuello. Sufría el estrangulamiento y la falta de aire, pero se mantenía firme en su decisión de no obedecer.

Ophis empuñaba su mano con una luz púrpura y mirada inexpresiva, paciente.

La resistencia de Natsu comenzó a menguar y de a poco su apoyo en la mesa con el rollo también.

—¡Déjalo en paz!—chilló Happy, corriendo a socorrerlo—¡Natsu por favor quita tu mano! ¡No vale la pena!

Natsu permaneció terco unos momentos más, hasta que Happy logró apartarlo y así hacer que Ophis desactivara la magia con la que los oprimía.

—¡COFF-COFF!—Natsu tosió y respiró con dificultad al recuperarse, pero en ningún momento dejó de mirar con odio a Ophis.

—Si, eso creí...—El dragón desmereció su esfuerzo y le dio la espalda para seguir leyendo.

Cuando Ophis volvió a sentarse en el estudio, pateó algo a un lado, revelando un cadáver adicional bajo el escritorio...

¡Bluaaagh!

—¡¿Happy estás bien?!

El Exceed no aguantó más y vomitó todo el desayuno. Natsu dejó su rencilla con Ophis para auxiliar a su compañero, pero también se notó muy afectado. El olor a sangre lo seguía molestando.

«... ¿Qué rayos ocurre? ¡Antes esto no me pasaba!... »

Ophis pasó el resto de la tarde saqueando la biblioteca. Natsu y Happy permanecieron sentados en un rincón, sin querer dirigirle la palabra.

Gruuujh...

—¿Natsu?—preguntó Happy.

—Mi estómago... tengo hambre—dijo el chico.

—¡Yo también!—replicó el gato.

Ya había caído la noche y Natsu encendió todas las antorchas de la habitación. Happy miró a Ophis...

psss, oye Natsu—El gato le habló susurrando para que el dragón no oyera—¿Qué pasa con ella?

—¿Eh?—Natsu le susurró de vuelta.

—quiero decir, ¡No la he visto comer ni una vez desde que salimos!

—¿En serio?

Natsu se sorprendió un poco. No era muy observador por lo que no reparó en ese detalle.

«... Es rara... »

Natsu se levantó y se acercó al escritorio donde Ophis leía.

—¿Qué quieres?—replicó el dragón.

—Tenemos hambre...—dijo Natsu en forma casi amenazante.

Ophis levantó la mirada con algo de confusión.

—Bien, vayan a conseguir algo si tienen hambre. Yo seguiré aquí.

—¡Bien!—Natsu le dió la espalda de mala gana, pero Ophis lo detuvo.

—Espera—objetó el dragón.

—¿Qué?

—¿Por qué sigues furioso por lo de hace rato?—cuestionó Ophis.

—¡¿Cómo qué por qué?!—Natsu se alteró de nuevo—¡Mataste a esas personas!

Ophis puso cara de genuina confusión y replicó de nuevo.

—¿Y qué con eso?—dijo sin más—No veo el motivo para tanto escándalo. No entiendo...

Natsu se confundió también por la extraña respuesta de Ophis. A diferencia de otros enemigos, Ophis no se galanteaba de sus viles actos. Al menos con los que Natsu había tenido la oportunidad de pelear. La mayoría de los villanos solía reír y escupir frases trilladas de cómo disfrutaban matar y cómo no les importaban las vidas de otros, gritandolo a los cuatro vientos. Pero Ophis no, simplemente no parecía importarle y ya...

—¿Tú nunca has matado antes?—le preguntó Ophis con curiosidad.

—¡¿Y a qué viene esa pregunta?!

—¿Nunca participaste en una guerra? ¿Un duelo? ¿Nunca nadie ha muerto a consecuencia directa o indirecta de tus actos?—le cuestionó Ophis.

Natsu entró ya de forma definitiva en la conversación y se dispuso a responder bajo la sombra d...

"... ¡Es un monstruo... ¡no sabía que Ishgar tenía gente así!... ¿Con cuantos acabó?... "

"... con 973. Quedan 999 027..."

—Por supuesto que he matado antes—le respondió Natsu—¡Pero siempre con una razón!

—¿Cuándo es una buena razón para tí?—replicó Ophis.

—¡Cuando proteges a algo a alguien valioso! ¡A tus amigos!

—¿Entonces nosotros deberíamos morir? No gracias…—Ophis volvió a replicar.

—¿Qué quieres decir con eso?—Natsu insistió.

—Estos humanos protegían este lugar y entre ellos se defendían de nosotros—dijo Ophis—Y tal vez era valioso para ellos. No sé qué es eso de los amigos, pero en este caso ¿Entonces según tú, ellos sí tenían derecho a matarnos a nosotros? ¿Debimos haber dejado que nos mataran?

—Pero qu... eh... bueno yo... nnn... —Natsu se desarmó por completo ante el argumento frívolo. Hacía gestos contando con las manos, denotando su confusión e incapacidad para responder.

Happy oyó toda la conversación y también se puso a reflexionar.

—Por eso era mejor que nos dejaras terminar con ellos sin lastimarlos—Happy alzó la voz—Así no tendríamos que haber matado a nadie. ¡Tú misma lo dijiste! llevamos semanas asaltando templos. Si hubieras dejado que Natsu hiciera como siempre, nada de esto...

—Eso tarda mucho, y yo no tengo tiempo—Ophis interrumpió—calculo que tardan 3 horas en despejar una zona, al límite de sus fuerzas por el inconveniente adicional de someter y atrapar a los guardianes sin matarlos. Es ineficiente...

—¡Hablamos de personas!—le gritó Happy—¡Están vivos!

—También lo estaban los animales que ustedes 2 matan todos los días para poder comer—Ophis replicó de vuelta—Tú mismo podrías considerarte un animal, gato—le dijo a Happy.

—¡Eso es diferente!—chilló el gato.

—¿Por qué?

—Po-porque... em... ¿Ellos no hablan?—Happy no supo expresar bien la idea.

—No tienen conciencia e inteligencia querrás decir—le corrigió Ophis—Ellos no piensan...

—¡Si! ¡Eso!—Natsu reforzó.

—¿Y qué con eso?—dijo Ophis con indiferencia—Aunque tengan un poco de la luz del conocimiento, los humanos no dejan de pertenecer a un ecosistema natural mucho más grande. Así como los animales en la naturaleza mueren todos los días, los mortales también. Nacen criaturas todos los días y otras mueren también. Siempre ha sido así. No es que vaya a extinguir a toda la especie por acabar con estos pocos humanos de hoy... Aunque tratándose de los humanos, sería lo mejor para el ecosistema...

—¡Estás loca!—le dijo Happy, sin entender mucho de lo que dijo. Natsu se quedó pensativo. Ophis levantó una ceja con fatiga...

—¿Qué no tenían hambre?—dijo Ophis, cambiando de tema.

—¡Pues ya me la quitaste con tu crueldad!—protestó el gato, dándole la espalda.

Happy se fué de vuelta a su rincón, pero Natsu se quedó a pocos pasos del escritorio, lo suficiente para no sufrir tanto por el olor a cadáver.

Tras otra hora, Happy se quedó dormido, dejando a Natsu y Ophis solos en la oscuridad. Ophis ordenó a Natsu apagar todas las antorchas, dejando únicamente la que alumbraba la lectura de Ophis.

Natsu no podía dormir por el olor a sangre que no lo dejaba en paz.

Esta vez era diferente. Diferente a la peste por la sangre derramada en el accidente de las vías del tren. Muy diferente al olor de la masacre en el monte Jundo. Unos pocos momentos de exposición no se comparaban a pasar la noche entera a pocos metros de un cadáver fresco... Los niveles superiores también estaban regados de ellos.

«... ¡Es cierto! Siempre estoy muy nervioso, mucho muy... ¡Pero no puedo estar volviéndome loco! Solo es un poco de sangre y nada más... Y mi nariz es la más aguda de todas. ¡Debe ser eso y nada más!... »

A continuación su ánimo se derritió cuando un recuerdo ardiente, de un tormentoso día de Febrero, le trajo de vuelta la imagen y el aroma de la sangre cubriendo el semidesnudo cuerpo de Lucy...

Aquella desesperación y rabia familiar lo invadieron una vez más, nublando su vista de rojo...

"... ¿Oye Luce por qué no te mueves?... ¡Por qué no despiertas!... "

"... ¿Dónde está Zeref?... ¡Debo encontrar y destruir a Zeref!... "

...

—Te digo algo—Ophis rompió el silencio—No pareces alguien que haya matado antes.

Natsu salió de su trance por la pregunta y se mostró desorientado... y aliviado. Aún así su respiración seguía agitada y su piel de gallina.

—¿A qué te refieres?...

—Que parece que esta es la primera vez que ves morir a alguien—continuó Ophis—Mirate. tiemblas como una hoja y tienes la piel de gallina...—Ophis le señaló el brazo desnudo por el diseño de su camisa negra.

Natsu se apresuró a cubrirse.

—No es cierto...—le dijo el muchacho, todavía perturbado.

—Claro que sí—insistió el dragón—¿Tienes algún problema con la sangre?

—No... al menos no lo tenía. Esto es muy reciente...—respondió Natsu apenado—Tú lo dijiste, he matado muchas veces y tienes razón: Participé en una guerra—admitió Natsu—Pero esta vez es diferente…

—Eso es interesante—dijo Ophis—¿Por qué ahora es diferente? ¿Cambió algo?

Natsu volvió a ser asaltado por el recuerdo de Lucy medio muerta, víctima de Dimaria Jesta.

—No es nada...—dijo Natsu guardándose para sí.

—Tienes razón, no importa—le dijo Ophis.

—¿Eh? Acabas de decir que era interesante—replicó Natsu confundido.

—Puede ser, pero eso no importa ahora. Mejor acostumbrate, porque será así desde ahora—le dijo el dragón de forma sombría—Tomaremos muchas vidas este año…

—¡¿Qué rayos pasa contigo?!—protestó Natsu.

—Ya lo dije: No tengo tiempo que perder—replicó Ophis—No permitiré que nadie se interponga entre yo y mi objetivo—sentenció Ophis con gran seguridad—Y además, no eres tan interesante como yo creía...

Natsu se confundió más.

—¿A qué te refieres?

—¿Qué pensabas que iba a ser este viaje?—Ophis le contestó con otra pregunta, sin responder la primera.

—Bueno yo... ¡Oye, respondeme primero!—se quejó Natsu.

—Algo cambió también para mí—replicó Ophis—algo acerca de tí me decepcionó. Es un mundo mortal, lleno de decepciones...

Natsu no entendió nada de las respuestas y prefirió dejar la conversación allí. El joven se retiró a dormir a otro rincón, buscando alejarse del cadáver, de la peste a sangre. Ophis permaneció despierta, devorando más y más libros.

El joven logró conciliar el sueño, pero al final se arrepentiría de haberlo hecho. Las pesadillas de esta vez fueron muy diferentes a las habituales con Karan y Lucy, o a algunos de sus recuerdos recuperados que confundía con pesadillas.

Todo era rojo y apestaba a sangre y azufre. Una voz ronca no paraba de gritar:

"... ¡ZEREF! ¡Encontrar y destruir a Zeref!..."

...

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Un paisaje infernal. Montes vomitando magma y fuego brotando del suelo. Gritos lastimeros eran el ruido ambiental del lugar.

Un corpulento ser se dirigió al círculo de transporte. Poseía patas de cabra, alas gigantes, junto a largos y curvados cuernos…

El demonio hizo un ademán extraño levantando las manos y susurró un conjuro en una lengua muerta.

¡WOOOSH!

El círculo está conformado por una estrella de 6 puntas rodeada por círculos rúnicos. En cada punta hay un circulo demoniaco más pequeño, pero solo 2 de ellos se llenan con la firma personal de cada uno de los invocados... 2 invitados para una reunión.

De ambos círculos aparecieron dos nuevas criaturas, emergiendo de una luz verduzca...

Dontos, Axgo. Sean bienvenidos...

—¿Ya hay noticias de Raxhel, Baldagón?—preguntó el recién llegado—Nuestro Comandante de legión, el ilustre Lord Vileax exige un informe acerca de las investigaciones y el paradero del susodicho.

Ni bien aparecieron, los invitados escupieron sus demandas. Una forma de proceder muy directa. Los 3 compartían características similares: Los cuernos encorvados hacia atrás, patas de cabra y alas enormes. Los 3 iban vestidos con armaduras de batalla con intrincado diseño.

—Es desconcertante. Está tardando más de lo previsto regresar aquí—replicó el anfitrión de la reunión—Sin embargo, mis subordinados ya han revisado todo el lugar y han podido recuperar algunas partes a pesar de la destrucción.

—Las investigaciones de Raxhel servirán sin duda para comprender y poder controlar el poder de los artefactos en un futuro—concluyó el primero.

—Era un perdedor, pero su idea fue bastante revolucionaria—comentó el segundo con desprecio—¡El muy ingenuo creía que podía alcanzar nuestros poderes en tan poco tiempo. ¡Mocoso engreído!

—Aún así... me preocupan las "particulares" circunstancias de su derrota en la tierra. Si en verdad logró evolucionar a nuestro nivel, su alma debería haber encontrado el camino de regreso sin problemas... También están los extraños rumores acerca de la desaparición de Athos...—dijo Baldagón, anfitrión de la reunión. El demonio se diferenciaba de los otros 2 por las espinas de su mentón, emulando una barba.

—Lo que le ocurra a un demonio de clase baja no es de temer—dijo Axgo—Puede que haya sido favorecida por nuestros líderes en su momento, pero sus poderes estaban muy por debajo de los nuestros. Era natural que algún día una criatura mortal lograra acabar con ella.

—Volviendo al tema de Raxhel, su forzado reinicio fue beneficioso para nosotros. ¡Todas las almas mortales que cosechó ahora se repartirán entre nuestros rangos!—Habló Dontos. Lo dijo con cierta vanidad, a pesar de que él mismo no estaba en muy buena condición física. Era el único gordinflón de los 3.

—¿Hay alguna interesante? ¿Algún héroe o semidiós tal vez?

—No realmente. Lo único destacable es que una es bastante reciente...

—¿Nombre?

—Un mocoso humano llamado Karan Sforza. Nada de especial.

—De todas maneras, debemos movernos para asegurar los artefactos. Si alguien los está recolectando como dicen los rumores, necesitamos actuar pronto.

Axgo parlamentó de nuevo.

—Nuestro comandante supremose ha adelantado, y ha encomendado esta misión a Gusion, de la sección de los borbas.

—¡Pero él pertenece a una legión diferente a la nuestra!—protestó Baldagón—¡Y se supone que yo...

—Lord Vileax no está contento con tu desempeño reciente. Tu alianza con esos nigromantes humanos no han rendido los frutos que prometiste—objetó Axgo.

—¡Sólo necesito más tiempo! Si mi propuesta tiene éxito...

—Cuando lo tenga, lo veremos. De momento, Lord Vileax ordena que aceleres tu proyecto y muestres resultados. De lo contrario serás castigado—Axgo lo cortó de nuevo.

Dontos le sonrió con burla.

—Además—Dontos volvió a hablar—Lord Vileax prefiere para este encargo a alguien con capacidades de combate que le permitan involucrarse de manera más… directa...

Dontos le hizo una cara burlona a Baldagón.

—Por último, también se dispone que mientras estés en la tierra, asistas a Gusion si este llega a requerir de tus fuerzas—dijo Axgo.

—Lord Vileax no necesita dudar de mi capacidad. Me aseguraré de que el proyecto tenga éxito—dijo Baldagón, bastante ofendido.

—Que así sea. No se tolerará un fracaso...

Terminada la reunión, Dontos y Axgo se retiraron, dejando a Baldagón humillado y furioso...

—¡ROAAAR!... les demostraré de lo que soy capaz y les haré cerrar el hocico...

«... ¡Humano!... ¡Más vale que tu plan funcione!... »

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Reino de Fiore, Ciudad de Magnolia…

¡Brrr! ¡Fiu-fiu!... ¡Vuela ángel, vuela!

—Cariño, ya te dije que eso no es un ángel…

Una tranquila noche en la ciudad de Magnolia, y en el hogar de los Connell la hora de dormir había llegado para la pequeña Asuka, quien sin embargo no terminaba de entretenerse con su más reciente juguete…

—Asuka, deja eso y prepárate a acostar—anunció Alzack en tono impositivo.

—¡Pero papi, mi ángel y yo no tenemos sueño!—protestó la niña, mostrándole el muñeco.

«… Eso no es un ángel… »

El juguete en cuestión era un grotesco muñeco tallado en madera, una criatura con alas emplumadas. Hasta ahí llegaba su parecido con un ángel, pues el resto del personaje se asemejaba más a un monstruo: Hombros anchos, gran musculatura y una grotesca cabeza de ogro calvo, con dientes inferiores salidos. No parecía ni por asomo un juguete adecuado para una niña pero Asuka estaba encantada con él.

Bisca se lo había comprado en un bazar de curiosidades y baratijas extranjeras luego de regresar de una misión, para descontento de Alzack que hubiera preferido para ella un nuevo sombrero o una muñeca normal…

—Dime cariño, ¿Sabías que hay una historia sobre tu muñeco?—le preguntó Bisca a ala niña en tono seductor y siendo más estratégica que su marido.

—¡¿De verdad?! ¡Un cuento!—chilló Asuka emocionada.

—¿Quieres oírlo?

—¡Si-si-si!

—Muy bien, pero tienes que acostarte después… ¡Ponte el pijama!—le dijo Bisca con una gran sonrisa.

La niña obedeció a prisa y Bisca le dedicó una mirada fanfarrona a Alzack, pavoneándose de su victoria. El esposo rodó los ojos, desganado.

Al poco tiempo Asuka estaba ya bajo las cobijas y lista para oír su cuento…

—Muy bien amor, nuestra historia comienza mucho tiempo atrás, antes que este país fuera nombrado o cualquiera de sus vecinos, cuando no existían las grandes ciudades y todos vivían de manera muy simple, los hombres habían dejado de adorar a los dioses…

En un principio los dioses impusieron el órden y la justicia, pero cuando los hombres conocieron la magia, los dioses pasaron al olvido y las personas pudieron finalmente vivir libres de sus leyes arcaicas. Y con la libertad, vino el caos…—Bisca hizo una pausa—El caos provocó el desequilibrio y luego el odio sobrepasó al desequilibrio. Las personas se corrompieron, la destrucción y la injusticia se esparcieron por el mundo. Los fuertes abusaron de su poder y oprimieron a los débiles.

Y de entre todos los hombres corrompidos, surgió un poderoso y despiadado ejército, que amenazaba con devastar el mundo conocido.

Toda la vida sufrió…

La mayoría de los dioses eligió únicamente observar, convencidos de que los hombres debían pagar el precio de dar la espalda a la fe, y que tarde o temprano la humanidad volverían a los brazos de sus viejos dioses. Sin embargo, uno de ellos, jóven e idealista por naturaleza, vió que el mal era tan grande que no podía ser dejado así. El balance debía ser restablecido, y por eso buscó despertar la fe.

Su nombre era Ankhseram.

Él sabía que los hombres habían dejado de lado a sus dioses porque se sentían superiores, que con la recién descubierta magia podían hacer lo que sea, pero aquellos que no podían usarla se veían a merced de los que sí podían.

La fe era la última esperanza de los débiles, que todavía creían en su dios. Y por eso escuchó esa fe. Y la fe tuvo más poder. Y aquel dios buscó su respuesta en un símbolo, una forma más directa de ayudar a sus fieles, un símbolo incorruptible que restableciera el órden y castigara la injusticia en nombre de la fe…

Así como los hombres salieron del polvo y volverán al polvo, aquel dios tomó polvo de la montaña más alta y con las rocas más fuertes, para formar con él una criatura sin igual.

Los llamó Jar'gols…

Fuertes y grandes para pelear contra la injusticia y desprovistos de toda belleza física o cualquier otro atributo que los corrompiera. Con unas poderosas alas que les permitiera llevar su justicia a todos los rincones.

Se dió cuenta también que la mayoría de los hombres obedecían a sus dioses por miedo y no por una verdadera devoción, por lo que necesitaba que estos nuevos símbolos fueran más cercanos a los mortales.

Los primeros representantes directos de un dios en la tierra.

—Wow…—Asuka se impresionó—Esa criatura con alas es mi muñeco ¿verdad?

—Así es amor…

En poco tiempo, los Jar'gols sometieron a los malvados y restablecieron el órden. Ankhseram estaba orgulloso y complacido por su triunfo inicial, pero con el tiempo se dió cuenta que eventualmente el mal resurgiría.

Sin embargo, su intento no fué en vano. Sus actos inspiraron a los otros dioses a intervenir y la divinidad volvió a intentar devolver al rebaño a la humanidad no con la fuerza bruta, sinó con la fe. Los predicadores y misioneros serían ahora los que pelearían por las almas de los hombres, en un lucha que perdura hasta nuestros días…

Bisca hizo una pausa en el relato.

—¿Y qué pasó con los Jar'gols mami?

—Ankhseram los dejó en la tierra, para continuar su misión. Desde entonces, allí donde los fieles de Ankhseram fueran perseguidos, los Jar'gols harían justicia…

Yaaawn...—Asuka bostezó, acomodándose bajo las cobijas.

Viendo como el sueño por fin le llegaba a la niña, Bisca la arropó una última vez y colocó el muñeco de madera en su mesita de noche..

Su madre le sonrió mientras le hizo una última caricia.

—Buenas noches pequeña, dulces sueños…

"… allí donde los fieles de Ankhseram fueran perseguidos, los Jar'gols harían justicia… "

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Reino de Minstrel…

—Natsu, ¿Estás bien?

—¡Yaaawn!—Natsu dió un largo bostezo—Si... solo una mala noche—dijo el muchacho.

«... ¿Si?... ¡pues últimamente todas tus noches han sido malas!... » pensó Happy.

El gato decidió no repetir más la misma pregunta de todos los días, entendiendo que Natsu no quería compartir el contenido de sus recurrentes pesadillas...

Natsu tenía unas enormes ojeras y bostezaba con mucha frecuencia.

¡Ugh!—se quejó el gato agitando su gran carga—Me estoy cansando de cargar con esto. ¡Es demasiado pesado!

—Deja de quejarte—replicó Ophis—Alégrate. Finalmente sirves para algo...

Ophis se había robado varios rollos y textos antiguos de la biblioteca e hizo a Happy cargar con ellos. El Exceed se sentía incómodo y se agotaba con bastante rapidez debido al esfuerzo adicional...

—Déjame ayudarte con eso—Natsu lo socorrió con una parte.

—¡Gracias!—Happy se mostró agradecido con él y le dirigió una mirada de protesta a Ophis.

Siguieron a pie por unas horas más, atravesando más regiones boscosas y las praderas que las separaban. Llegados a este punto, Happy estaba francamente aburrido de ver tanto verde...

«... ¿Porque evadimos los caminos? ¿Por qué siempre en línea recta?... ¡Un minuto!... ¿Por qué ahora mismo no vamos volando?... ¡¿Por qué no preguntas nada Natsu?!... »

Happy reflexionaba entre protestas y refunfuños, la pasividad de Natsu y el secretismo de Ophis a la hora de explicar sus planes.

—Creí que tenías prisa—le dijo a Ophis—Si no me usaras como animal de carga podríamos ir volando...—Happy dejó entrever su molestia.

—No es conveniente para acercarnos a nuestro próximo destino. No sé si uno de mis fragmentos estará allí, así que debemos ser discretos y seguir el plan de batalla—explicó Ophis tranquilamente.

—¿Y cuál sería ese?

—Ser sigilosos y atacar sólo a mi órden—dijo Ophis.

—Quieres decir que... ¿Si sabes a donde ir después de todo?

Ophis lanzó una mirada fulminante a Happy, el cual se asustó y tragó seco.

¡Glubs!

—Yo no estoy perdida—enfatizó Ophis—Lo que sucede es que mi búsqueda literaria de anoche tuvo frutos inesperados...

—¿Eh?

—Si. Encontré información muy interesante acerca de la congregación a la que pertenecían esos templos...—dijo Ophis.

—¿Cómo cuál?—preguntó Natsu de forma distraída, llevando las manos a la nuca mientras caminaba.

—El dios al que adoraban, mapas, ubicaciones de otros templos. Otras órdenes de guardianes aliados...

—¡¿Vamos a seguir atacando templos?!—Natsu y Happy exclamaron a la vez.

—Por supuesto—dijo Ophis—siempre que haya aunque sea una pista de mis fragmentos—dijo firme.

Happy y Natsu se asquearon ante la posibilidad de volver a presenciar una masacre como la del día anterior y mostraron su oposición...

—¡Si vamos a hacerlo, debes dejar que lo hagamos de la forma correcta!—sentenció Natsu—Nada de muerte ni sangre innecesaria.

Ophis levantó una ceja.

—Eso no lo decides tú. Limítate a obedecer—dijo Ophis de forma autoritaria—hicimos un trato, Dragneel. Tu amiga se salva y tú obedeces. Y no querrás que yo no cumpla con mi parte. Puede que la rubia esté a salvo ahora, pero no puedo garantizar su seguridad a futuro si tu no garantizas tu cooperación ahora...—dejó entrever Ophis.

Natsu se frustró y refunfuñaba entre dientes.

«... ¡Maldita!... »

—Oye Natsu...—Happy dejó entrever su preocupación—Asaltamos los templos de un dios...

—¿Y?

—No conoces a alguien que fué castigado por ofender a un dios...—dijo Happy temeroso, recordando la historia de Zeref.

—No es para tanto... creo—Natsu se encogió de hombros—Los locos de oración 6 destruyeron las catedrales de Zentopia y no fueron castigados por nadie...

—¿Lo recuerdas a detalle?—se sorprendió Happy.

—Eso no lo olvidaría jamás... se llevaron a Lucy y quisieron usarla para hacer algo malo...—dijo Natsu de forma sombría.

Siempre que se tratara de algo relacionado a Lucy, Natsu era capaz de recordar a la perfección. Happy se incomodó por el recuerdo y cambió de tema.

—Por cierto ¿A qué dios pertenecía esa congregación?—preguntó el gato.

Ankhseram—dijo Ophis de forma relajada.

iiii...—Happy sintió un escalofrío y miró a Natsu con preocupación. El chico se encogió de hombros de forma discreta.

—No importa—dijo Ophis—¿Te preocupa ser maldecido?

—¡Pues sii!—chilló Happy.

—No hay nada que temer—dijo Ophis—Hace mucho que los dioses dejaron de intervenir en la tierra. Y mientras lleves mi marca en el cuello, nadie podrá usar la clarividencia o algún don parecido para encontrarte... porque ahora son míos.

La respuesta no relajó a Happy cómo hubiera esperado, pero algo sí ayudó.

—También había información de otros temas interesantes...—dijo Ophis—la mayoría de los textos escritos por humanos no valen la pena, pero estos si...—elogió Ophis.

Natsu nunca entendió el gusto de Lucy por los libros. Al momento de conocerla no soportaba las soporíferas tardes con ella en la biblioteca pública de Magnolia. A su criterio era un desperdicio de dinero el pagar una entrada solo para poder ver unos papeles escritos. ¡Y más aún pagar una gran suma para tener unos propios!

Lucy solía gastar gran parte de su dinero en libros, pero Ophis simplemente los tomaba...

—¿Qué puede haber de interesante en un libro?—dijo Natsu casi bostezando.

—En estos en particular, una historia me llamó la atención—dijo Ophis.

—¿Por qué?

—Porque es una que yo misma había escuchado hace un par de siglos, cuando era sólo un fantasma...

«... ¿Cómo la primera?... » Happy no lo sabía. Ophis se lo había insinuado a Natsu pero su memoria fallaba como siempre.

—¿Qué decía la historia?—preguntó Natsu con algo de curiosidad.

—Hablaba de un demonio muy poderoso. Uno al que un Dios temía...

—¿A si?—Natsu se interesó—Creí que no te gustaban los demonios...

—Tampoco los dioses, y la idea de un Dios acobardado por un demonio, que además fue creado por un humano suena absolutamente delicioso...—comentó Ophis de manera inexpresiva.

—¿Un demonio creado por un humano?—Happy dudó.

Natsu y Happy se interesaron por la historia y se dispusieron a escuchar con atención...

—Si—Ophis comenzó a relatar—Era un mago muy poderoso que fué maldecido una vez por ese Dios, quiero decir, poderoso para los estándares humanos—Ophis menospreció—Los fieles de ese Dios le dijeron una vez que ese mago había creado un ser tan horrible y poderoso que sería capaz de vengarse de ese dios por haberlo maldecido...

—¿Le dijeron?—cuestionó Happy—¿Y no podía saberlo por si mismo?

—Los dioses no pueden estar en todos lados—dijo Ophis—eso es solo una verdad a medias para que los mortales se asusten y teman. ¿Te imaginas poder ver ¡o tener que ver!, lo que hacen y piensan todos los aburridos mortales a toda hora y todo el tiempo?—dijo Ophis—Yo me volvería loca.

¡bien-bien! entiendo—dijo Natsu aburrido—sigue contando. ¿Con qué maldijo a ese mago?

—Fue condenado a provocarle la muerte a todos los que amaba y ser incapaz él mismo de morir...

Happy comenzó a temblar al escucharlo e inmediatamente miró a Natsu...

¡COFF-COFF!—Natsu se atragantó con su propia baba.

—¡Tranquilo!—Happy le dió golpecitos en la espalda para ayudarlo. Ophis se mostró indiferente.

Ambos se pusieron nerviosos y dudosos de seguir escuchando.

—yy... ¿qué más decía de ese demonio?...

—Supuestamente era una cosa increíble. Una cosa única, algo jamás creado, que el mago usaría para vengarse de Ankhseram... o al menos eso creía el propio dios...

Happy unía los puntos temeroso y cada rato miraba a Natsu de forma demandante. Natsu negaba en su cabeza...

«... No puede ser él... quiero decir.. ¡YO NO SOY... »

—¿Y nunca se enteró para qué el mago creó en realidad a ese demonio?—le preguntó Happy—¿Qué tal si el mago en realidad creó a esa criatura para otra cosa y Ankhseram se confundió pensando que era contra él?

Ophis giró la cabeza y observó a Happy con sospecha:

—¿En realidad? ¿Acaso no era para eso? ¿Tú cómo sabes?—cuestionó Ophis entrecerrando los ojos.

Natsu le hizo señas a Happy para que cerrara la boca.

No-no-no...—se retractó Happy con rapidez—quiero decir, ¿Por qué tenía que confiar en lo que le decían sus fieles? ¿No podía observar al mago él mismo?

—Ese mago usó una magia muy antigua para ocultarse de su presencia. Yo intuyo que hizo algo parecido a lo que yo les puse en el cuello...

Natsu y Happy se tocaron sus marcas del contrato.

—... Diría que casi lo respeto por hacerlo siendo un humano si su personalidad no fuera tan patética...—dijo Ophis.

—¡¿Patética?!—se enojó Natsu. Ophis lo notó extraño y levantó una ceja. Natsu se arrepintió de reaccionar así y de inmediato relajó el tono—digo... ¿Por qué lo dices?

—... Era un llorón que se contradecía todo el tiempo...

—¡¿Lo conociste?!—exclamó Happy.

—No. Ya te dije que era un fantasma y casi nadie podía verme. Sólo lo observé por un tiempo…—dijo Ophis.

—¿Cómo...—Natsu fue interrumpido.

—También te lo dije cuando nos conocimos—se quejó Ophis—Mientras estaba encerrada en mi prisión, sólo podía proyectar mi mente como un fantasma y moverme grandes distancias... Cosa que también te expliqué cuando nos conocimos—dijo Ophis con hartazgo—¡Vaya que tu memoria es peor que la de un insecto!...

«... ¡Entonces sí es igual que la primera!...» Reflexionó Happy sin salir de su asombro.

—... Lo observé por un par de años... su debilidad de carácter me hizo dudar si la leyenda era verdadera. Nunca lo vi crear a ninguno de sus famosos engendros o hacer algo interesante—dijo Ophis decepcionada—Sólo lo ví agrupar a otros humanos débiles... fundar una ciudad... cosas intrascendentes. Como dije, el mundo está lleno de decepciones...

Happy ya no tenía dudas pero Natsu aún guardaba una esperanza.

—¿Cómo se llamaba ese sujeto?—Natsu escondió su rostro en la sombra de su cabello...

Zeref, el mago oscuro... creo que así le decían. No tenía apellido o no lo conozco... ¿Qué te pasa? Estás pálido...—Ophis preguntó—Ustedes 2 se ven muy nerviosos...

...

—Nada... no tengo nada.

Natsu se quedó en silencio.

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NOTAS DEL CAP

¡Saludos!

Una disculpa por los días de espera extra. Estoy un poco atareado por estas fechas.

Al principio dudé de eliminar algunas partes de este capítulo por parecer demasiado ajenas al mundo de Fairy Tail, pero luego ví los capítulos recientes del manga de 100 years quest… si Mashima puede meter conceptos descaradamente parecidos a lo visto en Fullmetal Alchemist y otras historias supongo que no es tan raro que yo haga lo propio en esta versión del canon…

En cuanto al manga, debo decir que el final de la saga del laberinto me dejó un tanto confundido… ¿Ahora FT y diábolos serán aliados? ¡¿Selene fue evangelizada?!... Lo que más me sorprendió fue la revelación de que Ignia tiene alguna clase de "plan maestro", mucho más complicado e interesante que el de Selene… ¡Hasta hace poco yo creía que era al revés e Ignia sólo era un bruto adicto a las peleas! Definitivamente Mashima-sensei sabe como hacer las cosas impredecibles.

¡Nos leemos la semana siguiente!