DISCLAIMER: Todos los personajes de la saga de Harry Potter son propiedad de los dueños del copyright y fueron creados por J.K. Rowling. Los personajes que no aparezcan en las novelas ya publicadas o cualquier similitud que éstos puedan tener con las futuras incorporaciones a la saga es pura casualidad.

N/A: Esta historia, aunque coincidan los personajes no tiene nada que ver con la que escribí anteriormente. Es, más bien, una adaptación de la anterior con SUSTANCIALES cambios en el argumento. Este súbito cambio se debe a unas ideas que he estado madurando estos últimos meses, pero puedo asegurar que los lectores habituales quedarán más que satisfechos con la nueva versión. Para cualquier duda, dejad un review o escribidme a: acaldela@hotmail.com (tengo msn Messenger)

HARRY POTTER Y LA LUZ DE LA ETERNIDAD

CAPÍTULO II: Cuando la muerte se acerca, toda tu vida pasa ante tus ojos para no volver jamás

Harry y Hermione estaban esperando a que les asignaran una tienda de campaña. El encargado del campamento iba leyendo los nombres de los presentes y los agrupaba en grupos de dos o tres personas. Tras estar un tiempo aguardando.

-Hermione Granger y Carla Delacour, tienda veintinueve.

-Harry Potter, José María Baños y Álvaro Caldelas, tienda treinta. (n/a: para mayor comodidad y gracias a los anillos de nuestros amigos, no diré cuando se habla en castellano y cuando en inglés)

El encargado siguió repartiendo las tiendas durante algunos tediosos minutos más y, cuando acabó, todos se dirigieron hacia sus respectivas tiendas pero en ese momento pasó algo que los dejó anonadados a todos: un grupo de militares españoles entraron en el claro, pero pronto se tranquilizaron, pues el responsable del campamento no pareció extrañarse, de hecho, se encaminó hacia el hombre que encabezaba la formación y lo saludó efusivamente.

-¡Teniente Ruiz!, veo que estarán de nuevo de vivaqueo en el valle. Chicos, éste señor es el teniente Ruiz del ejército español, es un buen amigo mío y él y sus muchachos nos acompañarán durante unos días.- El teniente saludó a los presentes con jovialidad y se dirigió a un lugar apartado del prado para acampar con sus hombres. Sin más dilación, todos se dirigieron a sus respectivas tiendas y se dispusieron a dormir.

---Tienda de Hermione---

-Hola, yo soy Hermione Granger, soy inglesa.

-Yo me llamo "Cagla" Delacour y soy "fgancesa", es un "placeg"

-¿Delacour?, ¿tienes alguna hermana?, es que el año pasado conocí a una chica llamada Fleur Delacour. Estuvo en Inglaterra por motivos. escolares

-¡Conoces a mi "hegmana"!, entonces debes "estudiag" en Hogwarts

-¡No me digas que tú.!

-¡Si! Que "suegte" que estemos en la misma tienda. Bueno no sé tú, "pego" yo me "muego" de sueño.

---Tienda de Harry---

-¿Qué suerte que estemos en la misma tienda, eh Álvaro?

-Sí, Chema, en realidad tenemos mucha suerte, por cierto, ¿tú cómo te llamas?- Dijo Álvaro dirigiéndose a Harry, pero antes de que nuestro amigo pudiese responder, los dos españoles (n/a: evidentemente yo soy español y Chema es un buen amigo mío) dieron un grito ahogado y dirigieron sus miradas -como no- hacia la frente de Harry.

-No puede ser, Starwy (así me llaman algunos de mis amigos porque estoy un pelín obsesionado con Star Wars).

-Pues yo diría que sí, Chema, aunque podríamos salir de dudas- entonces los dos dijeron a la vez:

-¿Eres Harry Potter?

-Sí, pero cómo sabéis.

-¡Estupendo! Todos magos y en la misma tienda, genial.

-¿Sois magos?- preguntó Harry -Eso es estupendo, así no tendré que ocultarme, por lo menos de vosotros.

-Bueno, como quieras- Dijo Álvaro con un enorme bostezo- pero mejor dejamos esta discusión para mañana, estoy rendido- y, diciendo esto, dio las buenas noches y se fue a dormir. Los otros no tardaron en seguirlo

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Había pasado unas cuatro horas y ya era noche cerrada, el silencio sólo lo rompían los alegres cantos de los grillos y fuera la oscuridad era tal que casi se podía palpar, todo el mundo estaba durmiendo, bueno, casi todo el mundo, porque nuestro estimado Harry abrió los ojos y se levantó fresco como una lechuga, ni que hubiera dormido años, se notaba diferente, mas. intenso, por decirlo de alguna manera como si algo se hubiese despertado en él algo poderoso y terrible, algo que estaba dormido, un poder sin comparación en esta época del mundo (n/a: se de algunos en este fic que, en estos momentos, podrían estar diciendo las famosas palabras del almirante Yamamoto tras el ataque a Perl Harbour que marcó la entrada de los EEUU en la Segunda Guerra Mundial: "Hemos despertado a un gigante dormido y le hemos obligado a tomar una terrible decisión")

Harry se levanto con cuidado y salió al exterior de la tienda -que raro- pensó Harry - no hay luna y, sin embargo, veo perfectamente- pero unas palabras le sobresaltaron cuando llevaba unos metros caminando:

-Hola, veo que no puedes conciliar el sueño.- Harry dio un respingo y volteó para ver al teniente Ruiz sentado en una esquina del prado

-Hola teniente, tiene razón, de pronto me desperté y ya no tenía ganas de volverme a dormir, ¿le importa si me siento un rato con usted?

-Para nada, ¿cómo te llamas, hijo?

-Potter, Harry Potter, soy ingl...- Pero no tuvo tiempo de terminar pues el teniente se levanto de un salto y lo miró largamente

-¡Dios Santo!, ¡Harry Potter!, todo un honor, llámame Carlos, soy auror aquí en España, siéntate, siéntate, tengo miles de cosas de las que hablar contigo.- y, diciendo esto, se sentaron los dos a la luz de las estrellas a hablar sobre el regreso de Voldemort y de algunas otras cosas. Sin darse cuenta, amaneció y empezaron a emerger algunas caras de las tiendas. Entre ellas las de sus compañeros, la de Hermione y la de Carla. Tras unas rápidas presentaciones mientras desayunaban en una clara mañana de verano, se dirigieron al centro del prado donde se les dividió en grupos de cinco, todos nuestros amigos quedaron juntos, y tomó la palabra el director del campamento:

-Bueno, muchachos, lo primero que vamos a hacer este año es dejaros una semana viviendo en el bosque a ver cómo os apañáis. Espero veros de vuelta en siete días.- Y, diciendo esto, se marchó. Nuestros amigos empacaron y se fueron internando en el bosque. Harry se fijó más en sus nuevos amigos, Carla era bastante alta para su edad y su pelo negro azabache caía sin ningún control por su espalda, era de tez morena y se movía con gráciles movimientos, como si fuese una bailarina profesional, sus ojos eran de un profundo color miel y, lo que más extrañó a Harry, fue su sonrisa, pues aunque cordial, era capaz de congelar el mismísimo infierno por su frialdad. Álvaro y Chema eran harina de otro costal, se veía a la legua que se conocían desde hacía tiempo, Chema se movía por el bosque como pez en el agua, era un poco más alto que Harry y de rizado pelo negro, sus ojos eran profundos y negros cono pozos sin fondo; y luego estaba Álvaro, dentro del bosque se movía siempre cerca de Chema, como si no le acabase de gustar estar ahí, medía aproximadamente lo mismo que Chema, y su pelo castaño estaba algo alborotado, sus ojos castaños escrutaban los alrededores como si un demonio fuese a saltarle encima al mínimo descuido, pero lo que más gracia le hizo a Harry fue que parecía como si su alma se hubiese quedado plácidamente dormida en la tienda y sólo su cuerpo estuviese con ellos, pues no paraba de bostezar y decir si hacían un alto en el camino.

Tras un día caminando y charlando sobre el mundo mágico, Chema comentó que deberían buscar un lugar para pernoctar y encontraron el sitio perfecto, un pequeño claro en lo más profundo del bosque, montaron las tiendas y, cuando se iban a dormir Chema les dijo los turnos de guardia.

A las cuatro de la mañana, Chema despertó a Harry y, tras asegurarse que montaba correctamente guardia, se echó a dormir. Cuando Harry llevaba una hora de guardia, escuchó un ruido como de muchas patas que se movían a su alrededor, pero sólo dio la alarma cuando una enorme acromántula penetro en el claro. Todos salieron de sus tiendas como una exhalación y formaron un círculo espalda contra espalda. En ese momento, las acromántulas atacaron y nuestros amigos apenas pudieron detenerlas con hechizos como Desmaius o Impedimenta, y no sin llevarse alguna desagradable herida. Con mucho, Harry había sido el peor parado, pues tenía dos profundos cortes, uno en su antebrazo derecho y otro en su espalda y yacía medio inconsciente en el centro del círculo. En ese momento, las acromántulas volvieron a embestirles: no tenían escapatoria, o eso creían pues justo cuando iban a ser aplastados por esas masas de dientes, garras y pelo, unos relámpagos salieron del cuerpo de Harry y golpearon a la mayoría de las atacantes; después, Harry perdió el conocimiento y un asustado Carlos apareció en el claro varita en mano.

-¿¡Que diablos fue eso!?- para añadir luego en un grito ahogado- ¡Harry, .Dios Santo! Esas acromántulas tienen un potente veneno, y en ningún sitio de los alrededores existe la planta antídoto.- Todos estaban, en mayor o menor medida, asustados.- Pero lo que pasó a continuación los dejó helados, pues una extraña runa comenzó a brillar en el centro del claro y Harry desapareció en un estallido de brillante luz blanca.

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Habían pasado dos días desde el incidente con las acromántulas y Hermione, Chema, Álvaro y Carlos se encontraban en el despacho de Albus Dumbledore junto con Snape, McGonagall, Lupin y un enorme perro negro.

-Entonces eso es lo que pasó- Dijo el director tras escuchar toda la historia- Me temo que tendríamos que prepararnos para lo peor, pues no sé dónde puede estar Harry y cabe la posibilidad que haya muerto solo y sin ayuda a causa del veneno de las acromántulas. No debo añadir que esto no debe salir de aquí, pues bastante alboroto ha causado ya su desaparición en el mundo mágico y encima Funge se ha empeñado en celebrar un funeral en su honor en un par de días si por lo menos se hubiese apresurado tanto en aceptar el retorno de Voldemort., pero ya no hay nada que hacer y temo que, por una vez, Funge haya actuado de acuerdo con la verdad pues, aunque me duela decirlo, lo más probable es que Harry esté muerto y no lo volvamos a ver. Pero lo más extraño de todo lo que me habéis contado es lo de los relámpagos, no había oído nada semejante en mi vida ni he encontrado nada en los libros que he leído al respecto. Lo siento mucho, pero dudo que volvamos a ver a Harry con vida. jamás, lo lamento.- Al final de su elocución, Dumbledore tenía el rostro más sombrío que nunca y la mayoría de los presentes lloraba en silencio, aún los que no conocían bien a Harry, pues era una persona que se sabía hacer apreciar incluso por aquellos que no lo conocían bien. Estaban todos desolados y muy pocas cosas podrían animarles, ni siquiera el dulce canto de Fawkes. Era una tragedia para el mundo mágico, de eso no cabía duda y si ya se encontraban en tiempos oscuros, no se imaginaban peor tragedia que la pérdida de Harry, especialmente para los que albergaban aún esperanzas de detener al Señor Tenebroso. Era una pérdida que le costaría sangre, sudor y, sobre todo, lágrimas, al mundo mágico.

Un mes después, el curso daba comienzo y las pocas esperanzas que existían de ver a Harry con vida se las había llevado el viento, Malfoy se pavoneaba por el colegio como si fuese el dueño, y ni siquiera las bromas de Chema y Álvaro (que habían sido trasladados a Hogwarts a causa de los incidentes del verano) habían mejorado el abatimiento general, por lo menos en Griffyndor. Ni siquiera el nuevo profesor de DCAO (Defensa Contra las Artes Oscuras) que no era otro que Carlos estaba de humor para dar clases en condiciones. ¡Incluso Snape parecía triste! Y de vez en cuando se le oían murmurar cosas muy extrañas como: "Ahora he perdido lo último que me quedaba de ti, era lo único que me daba gratos recuerdos, amor mío, y nunca lo conseguí apreciar lo suficiente" o "Te he fallado de la peor forma posible, no merezco seguir viviendo".

El decaimiento o la felicidad (sólo de Malfoy y sus babosos seguidores) fue acrecentándose a medida que ocurrían asesinatos tanto de muggles como de magos. Las clases seguían adelante con apática monotonía e incluso Álvaro y Chema se encontraron sin ánimos de hacer bromas. Pero, lo que a más gente sorprendió fue la desolación de una persona que se pasaba las noches llorando amargamente y la alegría que antes irradiaba había desaparecido por completo parea ser sustituida por la tristeza y la amargura más profundas, esa persona era una a la que Harry, para añadir más "misterio" al asunto, nunca había hecho mucho caso: Ginny; la gente sabía que apreciaba a Harry, pero no se imaginaban que lo amase tan profundamente.

Los días se convirtieron en semanas, y las semanas en meses y la apatía reinaba en Hogwarts. Snape había conseguido formar parte del círculo interno de mortífagos, pero sabía que sus informes no servirían de nada, pues ya había perdido, como tantos otros, la esperanza de ganar la guerra y solo un milagro podía inclinar la balanza de su lado. Entonces, en una reunión, Lucius Malfoy preguntó:

-Mi Señor, he esperado para hacer esta pregunta, pero creo hablar en nombre de todos al hacerla: ¿Cómo eliminasteis a ese estorbo de Potter?

La respuesta de Voldemort cayó como un jarro de agua fría sobre los mortífagos, sobre todos menos uno, ya que le abrió una puerta a la esperanza:

-Nuestro querido señor Potter nos ha dejado, por un tiempo al menos, pero sé que volverá, y yo seré su perdición, creo acertar al decir que no ha muerto, de hecho, estoy convencido que ese idiota amigo de los muggles que es Dumbledore le está ocultando. Marchaos, deseo meditar a solas.

Snape entró como una exhalación en el despacho de Dumbledore y le contó lo sucedido: una ligerísima rendija de esperanza se abría ante ellos, y todos se aferraron a ella, el ambiente en Hogwarts cambió por completo desconcertando a los alumnos, pues los profesores perecieron cambiar de la noche a la mañana y, por primera vez en el curso, dos semanas antes de las vacaciones de navidad, Hogwarts pareció volver a un estado que se empezaba a parecer remotamente a la normalidad. Pero esto tuvo una contraparte y es que los más allegados a Harry se lo tomaron francamente mal, especialmente Ginny, pues estaban convencidos que los profesores habían ya olvidado a Harry.

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Harry notó que todo era claridad a su alrededor y. de repente, se encontró en un extraño bosque, pero lo que hizo que abriese los ojos como platos fue que un enorme árbol se le venía encima, y le golpeó con toda su fuerza. Notaba que la vida se le iba, que era el final y toda su vida, su corta vida, pasó ante sus ojos, las sonrisas de sus padres, sus primero pasos como mago, sus amigos. pero ya no había nada que hacer, Harry Potter, el famoso Harry Potter, estaba acabado, al fin, de una vez por todas, sus reservas de suerte se habían terminado y era su fin. Lo último que vio antes de que se le cerrasen los ojos, fueron unas sombras envueltas en capas negras y, entonces, con un espasmo de dolor, perdió el conocimiento, tal vez para no despertar jamás.