DISCLAIMER: Todos los personajes de la saga de Harry Potter son propiedad
de los dueños del copyright y fueron creados por J.K. Rowling. Los
personajes que no aparezcan en las novelas ya publicadas o cualquier
similitud que éstos puedan tener con las futuras incorporaciones a la saga
es pura casualidad.
N/A: Esta historia, aunque coincidan los personajes no tiene nada que ver con la que escribí anteriormente. Es, más bien, una adaptación de la anterior con SUSTANCIALES cambios en el argumento. Este súbito cambio se debe a unas ideas que he estado madurando estos últimos meses, pero puedo asegurar que los lectores habituales quedarán más que satisfechos con la nueva versión. Para cualquier duda, dejad un review o escribidme a: acaldela@hotmail.com (tengo msn Messenger)
HARRY POTTER Y LA LUZ DE LA ETERNIDAD
CAPÍTULO V: Vuelta a las clases (O, como diría Homer Simpson: "me aburro")
Era noche cerrada cuando Harry abrió lentamente los ojos para contemplar una visión que le extasió pues le contemplaba un ángel, un ángel pelirrojo; nuestro protagonista cerró los ojos un momento y, cuando los volvió a abrir, la visión se había desvanecido, pero el sueño se le había pasado por completo y si a eso sumamos que un Mago de Batalla no necesita dormir más que unas pocas horas al día. Harry estaba despierto y tenía trabajo que hacer; se levantó y, con un movimiento de su mano, apareció con las ropas que usaría desde entonces en Hogwarts: blusa y pantalón verde oscuro con botas altas de cuero negro y guantes hasta medio brazo del mismo color ninguna de las piezas tenía adorno alguno. El anillo lo llevaba oculto con un hechizo de invisibilidad y llevaba puesto su cinturón así como los cuchillos, los dardos y las estrellas arrojadizas debidamente ocultas. Sin hacer ningún ruido, se dirigió a la sala común y salió por el portal dirigiéndose a la torre de astronomía sin hacer caso al profesor que le seguía desde que salió de la torre Gryffindor.
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Ginny estaba asustada, se había sobresaltado mucho cuando vio a Harry abrir los ojos y mirarla fijamente, estaba segura que la había reconocido pero aún gracias que reaccionó rápido y se esfumo en cuanto Harry cerró los ojos. Definitivamente, estaba loca por él.
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Harry siguió su camino hacia la torre de astronomía asegurándose que McGonagall no le perdía de vista, ella se movía prácticamente sin hacer ruido, pero "prácticamente" no era suficiente cuando te ocultabas del Señor del Fénix. Cuando llegó a la torre de astronomía, Harry alzó las manos hacia el cielo y, al mismo tiempo, el fénix de su cinturón se alzó hasta colocarse entro sus dos manos. Una aureola dorada empezó a rodearle a la vez que recitaba en la lengua de los Magos de Batalla una letanía que decía, más o menos traducida, lo siguiente:
Yo Valadad Ver Saryan te llamo, acude a mi llamada escucha la voz de tu amo ayúdame en mi cruzada
Sabes lo que estoy buscando y sabes que es necesario haz que todo vaya resurgiendo para ti esto es obligado
Esto no es una sugerencia te encuentras ante un mandato escucha al Señor del Fénix atiende la voz de tu amo
sabes que es una emergencia que el arroyo se vuelva río y todos puedan beber de él ¡Desencadena tu poder!
Harry repitió esta letanía una, dos, tres veces, a la tercera, una luz roja empezó a apareces alrededor de la hebilla y se fue mezclando con la dorada hasta formar una bola de energía roja y dorada, entonces, Harry alzó las manos con las palmas hacia arriba y exclamó en el extraño idioma:
¡¡¡Cumple tu deber, busca otros como yo en el castillo y muéstramelos!!!
La bola de energía se rompió en cientos de fragmentos que se dispersaron en cientos de direcciones diferentes antes de desaparecer y Harry se sentó con mucho trabajo, como si estuviese agotado en un pupitre cercano y miró la hebilla del fénix como si esperase algo, y entonces ocurrió: cinco runas aparecieron alrededor de la hebilla para luego fundirse con ella y volver al cinturón de Harry.
Justo entonces, nuestro protagonista dijo entre jadeos:
-¡Cinco! Mucho más de lo que esperaba- y cayó rendido al suelo.
McGonagall no sabía que hacer, si ayudar a Harry (reconociendo así que le había estado espiando) o esperar, se decidió por lo segundo, y menos mal que lo hizo, ya que al cabo de cinco minutos, Harry se levantó como si nada y se dirigió a la salida. La profesora fue al despacho de Dumbledore corriendo a explicarle lo que había visto para añadir luego:
-Profesor, nos está ocultando algo
-Si lo hace, tendrá una buena razón- y ese fue el final de la discusión
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Al día siguiente, a la hora de desayunar, Harry fue el último en entrar, y todo quedó en silencio (iba vestido como la noche anterior y saltaba a la vista que no tenía intención de usar las ropas de Hogwarts) pero lo más extraño eran las miradas que le llegaban desde la mesa de profesores. Saltaba la vista que Harry estaba buscando a alguien, pues no paraba de mirar de un lado para otro, pero Harry no estaba buscando a alguien, sino algo: los resultados del trabajo de la noche anterior, y allí estaban: en primer lugar y como era de esperar, Dumbledore era un Mago de Batalla de 4º nivel- lo sabía por el pálido resplandor que lo rodeaba- entonces, un estallido de claridad a la derecha de Dumbledore atrajo su atención: ¡Sirius era un Mago de Batalla de 2º nivel!, parecía como si el perro estuviese envuelto en llamas, en el centro de una bola de fuego; lo siguiente de lo que se percató Harry fue que un palidísimo resplandor rodeaba a Snape, así que aquí tenemos al tercero: un Mago de Batalla de 5º nivel, el siguiente en darse a conocer fue Álvaro, que era, como Sirius, de 2º nivel, pero entonces, un resplandor enceguecedor apareció en la mesa de Gryffindor y Harry no tuvo más remedio que cerrar un momento los ojos ante el resplandor de un Mago de Batalla de primer nivel, uno como él, o mejor dicho, una, pues el resplandor provenía de Ginny ¡asombroso! Y entonces cayó y, con una sonrisa, pensó "mi ángel pelirrojo" y fue a sentarse entre Ginny y Ron. Se pasó todo el desayuno hablando con Ron, no sin antes decirle a Ginny con una sonrisa:
-Ginny, se ve que no has dormido muy bien hoy, ¿verdad?- y la reacción de Ginny fue un enorme sonrojo y un pensamiento: "lo sabe" (n/a: ¡y no se me ven los colores!)
Tras estar un rato hablando, Hermione les dijo:
-¡Llegamos tarde a pociones!- y se marcharon todos a clase llegando a tiempo por poco. Todos se colocaron en sus respectivos sitios y, entonces, entró Snape y se dirigió a la clase:
-Bueno, hoy vamos a elaborar una poción curativa a base de lágrimas de fénix y con un movimiento de su varita los ingredientes aparecieron en la pizarra. El método de elaboración aparece en le página ciento treinta del libro, adelante, y daos prisa, pues tenéis el tiempo justo.
Snape empezó a dar vueltas por la clase y sonrió para sí cuando vio el error que había cometido Potter- ese maldito creído, ni siquiera ha abierto el libro, se ha olvidado de añadir el polvo de cuerno de unicornio, así elaborada la poción resulta dañina, pues el ácido de estómago de hipogrifo no queda neutralizado, nos vamos a reír al final de la clase- pero la sorpresa de Snape fue mayúscula cuando vio que Harry sacaba un botecito de un líquido de color verdoso de su cinturón, vertía unas gotas en la poción y la pasó, tras cinco minutos al fuego, a una botella. Con un movimiento de varita limpió el caldero y se puso a hacer una extraña poción con ingredientes de su cinturón, Snape estaba furioso, qué diablos se había creído ese niñato.
-¡Potter! Que diablos te crees que estas haciendo, ¡haz la poción que se te ha mandado!- para sorpresa de Snape, una sonrisa cruzó el rostro de Harry y respondió:
-La poción está terminada, y es unas diez veces más potente que la que sale en el libro.
-Diez puntos menos para Gryffindor por replicar al profesor, no has añadido el polvo de cuerno de unicornio y, por tanto, el ácido de estómago de hopogrifo continúa estando activo
-No estoy de acuerdo profesor, ya lo he neutralizado y, además, he acelerado el proceso con este catalizador- y alzó la botella de la que había vertido unas gotas
-¡Veinte puntos menos para Gryffindor! Haga la poción como se le ha mandado
-Yo haré la poción como me plazca, y me place hacerla de la manera más efectiva posible- Un silencio de muerte se extendió sobre la clase, pero antes de que nadie pudiese decir nada, Harry se quitó el guante izquierdo, se levantó la manga y, sacando un cuchillo se hizo un profundo corte en el brazo ante los gritos ahogados de toda la clase, acto seguido, tomó unas gotas de la poción y, cubierta por una intensa luz roja, la herida sanó por completo- si quiere puede usted probar lo mismo con la poción que viene en el libro, yo le diré el resultado: tres días en el hospital y una horrorosa cicatriz, métase en sus asuntos y déjeme en paz.
-¡¡¡Pero que diablos se ha creído!!!- toda la clase estaba helada- fuera inmediatamente de.- Pero entonces Harry miró fijamente al profesor de pociones, y unos relámpagos dorados salían de sus ojos, solo los vio el profesor, pero decidió que era mejor dejar las cosas como estaban.
Lo siguiente que vio Snape le sacó completamente de quicio, observó como Harry vertía unas gotas de un líquido plateado en la extraña poción que estaba elaborando y exclamó:
-¡Señor Potter, sabe perfectamente que está penado por el ministerio usar sangre de unicornio en una poción!, explíqueme inmediatamente que es lo que está haciendo.- Harry no le hizo ni caso y los minutos pasaron ante la mirada de la clase, entonces, Harry vertió el contenido de la poción en dos botellitas que guardó cuidadosamente en dos compartimentos de su cinturón y dijo:
-Es una poción a base de veneno de basilisco, la sangre de unicornio es para que la poción no sea mortal, pero lleve a la persona a un estado de coma que durará unas veinticuatro horas, y esta ha sido la última pregunta que le permito hacerme- entonces, sonó la campana que indicaba el final de la clase y Snape cerró la puerta y se colocó delante cerrando el paso a la vez que exclamaba:
-¡Señor Potter, usted no va a ningún sitio antes de responder a mis preguntas!- pero entonces, un cuchillo se clavó en la puerta a escasos milímetros de la garganta de Snape, acto seguido, Harry levantó la mano y el cuchillo volvió a ésta, lo guardó en su funda y chasqueó los dedos, en menos que se dice quiddich la puerta se abrió de golpe, Snape estaba inmovilizado contra una pared con los pies a medio metro del suelo y el resto de alumnos habían salido no recordando nada de lo sucedido. Entonces, Harry dijo con su voz más peligrosa:
-Vuélvete a cruzar en mi camino, Severus, y no lo contarás, y diciendo esto, bajó la mano y salió del aula dejando a Snape de rodillas en el suelo con una mano en la garganta tratando de tomar aire. La siguiente clase era Defensa y Harry entró como si tal cosa y ni se sorprendió cuando vio que era Dumbledore quien la impartía, pues sabía que Carlos había sido llamado por los aurores españoles para que les ayudase. Cuando todos estuvieron sentados, Dumbledore explicó que ese día aprenderían a convocar el escudo mágico de nivel medio y, tras explicarles cómo funcionaba el hechizo, los puso por parejas. Harry estuvo con Hermione, y cual fue la decepción de Dumbledore cuando nuestro protagonista no consiguió levantar el escudo en ninguno de sus primeros seis intentos mientras que Hermione lo hacía perfectamente desviando todos los hechizos que le enviaba Harry, pero entonces, Harry se dio cuenta de que Dumbledore lo miraba decepcionado y sonrió, había llegado el momento de dar una lección magistral y guardó su varita al tiempo que miraba fijamente a Hermione que no se decidía a atacarle, entonces, al ver la mirada de Harry, ésta le lanzó un hechizo que se evaporó con un destello dorado a escasos centímetros de Harry, era su turno, Hermione conjuró la barrera y Harry extendió la mano exclamando:
-¡Expeliarmus!- y todo pasó de repente, un rayo de luz roja salió de la mano de Harry destrozando la barrera de Hermione y arrancándole la varita de la mano al mismo tiempo que su amiga salía volando por los aires, pero a un gesto de la mano de Harry, Hermione se detuvo en el aire y fue depositada en el suelo inconsciente. Entonces habló Dumbledore:
-Bien hecho, Harry, pero se más cuidadoso la próxima vez- Harry le estaba mirando con cara de "pues-no-haberlo-pedido"- ¿Te atreverías a probarlo conmigo? -Harry asintió mientras sonreía, la clase fue despejada y los dos se situaron en el centro del aula y Harry le indicó al director que empezase, éste le lanzó un potentísimo hechizo aturdidor que se desvaneció en el momento que tocó una barrera dorada que había aparecido alrededor de Harry, entonces, Harry exclamó: "¡impedimenta!" y la barrera de Dumbledore- que era de alto nivel- saltó hecha pedazos al tiempo que empezaba a moverse muy lentamente, Harry se adelantó y le quitó la varita con toda tranquilidad a la vez que deshacía su hechizo y le devolvía su varita al director, la clase estaba extasiada. Cuando acabó la clase, todos querían preguntarle a Harry cómo lo había hecho, pero el aludido no soltaba prenda.
Durante la hora de comer, Dumbledore y Snape tuvieron una acalorada discusión, y Harry sabía que hablaban de él. Al final, el director, se acercó a Harry y le indicó que fuese a su despacho tras las clases., Esa tarde, tenían transformaciones, y para Harry fue tan aburrida como las otras, pues en cinco minutos, había conseguido llevar a cabo todas las transformaciones indicadas para toda la clase, entonces McGonagall le miró largamente y le dijo:
-Señor Potter, me sorprende usted, me gustaría saber de lo que es capaz
-Necesito tres voluntarios -dijo Harry volviéndose hacia la clase sin inmutarse, Ron, Hermione y Álvaro se adelantaron- Gracias. Profesora, ¿en qué quiere que los transforme?
-¿Está usted loco, Potter?, ¡ni yo podría transformar a tres personas simultáneamente!- pero entonces, con un chasquido de los dedos de Harry, Ron de transformo en una mosca, Hermione en una silla y Álvaro en un automóvil, con otro chasqueo de sus dedos, Harry hizo que los tres volvieron a la normalidad
-Vaya después de clase al despacho del director, profesora, se van a decir cosas que le interesan y se sentó de nuevo en su pupitre ante las miradas atónitas de sus compañeros.
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Cinthya: Como ves, puede ser que lo actualice de un día para otro, pero también cabe la posibilidad que esté algún tiempo sin subir nada; depende del trabajo que tenga. Me alegro de que te guste.
N/A: Esta historia, aunque coincidan los personajes no tiene nada que ver con la que escribí anteriormente. Es, más bien, una adaptación de la anterior con SUSTANCIALES cambios en el argumento. Este súbito cambio se debe a unas ideas que he estado madurando estos últimos meses, pero puedo asegurar que los lectores habituales quedarán más que satisfechos con la nueva versión. Para cualquier duda, dejad un review o escribidme a: acaldela@hotmail.com (tengo msn Messenger)
HARRY POTTER Y LA LUZ DE LA ETERNIDAD
CAPÍTULO V: Vuelta a las clases (O, como diría Homer Simpson: "me aburro")
Era noche cerrada cuando Harry abrió lentamente los ojos para contemplar una visión que le extasió pues le contemplaba un ángel, un ángel pelirrojo; nuestro protagonista cerró los ojos un momento y, cuando los volvió a abrir, la visión se había desvanecido, pero el sueño se le había pasado por completo y si a eso sumamos que un Mago de Batalla no necesita dormir más que unas pocas horas al día. Harry estaba despierto y tenía trabajo que hacer; se levantó y, con un movimiento de su mano, apareció con las ropas que usaría desde entonces en Hogwarts: blusa y pantalón verde oscuro con botas altas de cuero negro y guantes hasta medio brazo del mismo color ninguna de las piezas tenía adorno alguno. El anillo lo llevaba oculto con un hechizo de invisibilidad y llevaba puesto su cinturón así como los cuchillos, los dardos y las estrellas arrojadizas debidamente ocultas. Sin hacer ningún ruido, se dirigió a la sala común y salió por el portal dirigiéndose a la torre de astronomía sin hacer caso al profesor que le seguía desde que salió de la torre Gryffindor.
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Ginny estaba asustada, se había sobresaltado mucho cuando vio a Harry abrir los ojos y mirarla fijamente, estaba segura que la había reconocido pero aún gracias que reaccionó rápido y se esfumo en cuanto Harry cerró los ojos. Definitivamente, estaba loca por él.
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Harry siguió su camino hacia la torre de astronomía asegurándose que McGonagall no le perdía de vista, ella se movía prácticamente sin hacer ruido, pero "prácticamente" no era suficiente cuando te ocultabas del Señor del Fénix. Cuando llegó a la torre de astronomía, Harry alzó las manos hacia el cielo y, al mismo tiempo, el fénix de su cinturón se alzó hasta colocarse entro sus dos manos. Una aureola dorada empezó a rodearle a la vez que recitaba en la lengua de los Magos de Batalla una letanía que decía, más o menos traducida, lo siguiente:
Yo Valadad Ver Saryan te llamo, acude a mi llamada escucha la voz de tu amo ayúdame en mi cruzada
Sabes lo que estoy buscando y sabes que es necesario haz que todo vaya resurgiendo para ti esto es obligado
Esto no es una sugerencia te encuentras ante un mandato escucha al Señor del Fénix atiende la voz de tu amo
sabes que es una emergencia que el arroyo se vuelva río y todos puedan beber de él ¡Desencadena tu poder!
Harry repitió esta letanía una, dos, tres veces, a la tercera, una luz roja empezó a apareces alrededor de la hebilla y se fue mezclando con la dorada hasta formar una bola de energía roja y dorada, entonces, Harry alzó las manos con las palmas hacia arriba y exclamó en el extraño idioma:
¡¡¡Cumple tu deber, busca otros como yo en el castillo y muéstramelos!!!
La bola de energía se rompió en cientos de fragmentos que se dispersaron en cientos de direcciones diferentes antes de desaparecer y Harry se sentó con mucho trabajo, como si estuviese agotado en un pupitre cercano y miró la hebilla del fénix como si esperase algo, y entonces ocurrió: cinco runas aparecieron alrededor de la hebilla para luego fundirse con ella y volver al cinturón de Harry.
Justo entonces, nuestro protagonista dijo entre jadeos:
-¡Cinco! Mucho más de lo que esperaba- y cayó rendido al suelo.
McGonagall no sabía que hacer, si ayudar a Harry (reconociendo así que le había estado espiando) o esperar, se decidió por lo segundo, y menos mal que lo hizo, ya que al cabo de cinco minutos, Harry se levantó como si nada y se dirigió a la salida. La profesora fue al despacho de Dumbledore corriendo a explicarle lo que había visto para añadir luego:
-Profesor, nos está ocultando algo
-Si lo hace, tendrá una buena razón- y ese fue el final de la discusión
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Al día siguiente, a la hora de desayunar, Harry fue el último en entrar, y todo quedó en silencio (iba vestido como la noche anterior y saltaba a la vista que no tenía intención de usar las ropas de Hogwarts) pero lo más extraño eran las miradas que le llegaban desde la mesa de profesores. Saltaba la vista que Harry estaba buscando a alguien, pues no paraba de mirar de un lado para otro, pero Harry no estaba buscando a alguien, sino algo: los resultados del trabajo de la noche anterior, y allí estaban: en primer lugar y como era de esperar, Dumbledore era un Mago de Batalla de 4º nivel- lo sabía por el pálido resplandor que lo rodeaba- entonces, un estallido de claridad a la derecha de Dumbledore atrajo su atención: ¡Sirius era un Mago de Batalla de 2º nivel!, parecía como si el perro estuviese envuelto en llamas, en el centro de una bola de fuego; lo siguiente de lo que se percató Harry fue que un palidísimo resplandor rodeaba a Snape, así que aquí tenemos al tercero: un Mago de Batalla de 5º nivel, el siguiente en darse a conocer fue Álvaro, que era, como Sirius, de 2º nivel, pero entonces, un resplandor enceguecedor apareció en la mesa de Gryffindor y Harry no tuvo más remedio que cerrar un momento los ojos ante el resplandor de un Mago de Batalla de primer nivel, uno como él, o mejor dicho, una, pues el resplandor provenía de Ginny ¡asombroso! Y entonces cayó y, con una sonrisa, pensó "mi ángel pelirrojo" y fue a sentarse entre Ginny y Ron. Se pasó todo el desayuno hablando con Ron, no sin antes decirle a Ginny con una sonrisa:
-Ginny, se ve que no has dormido muy bien hoy, ¿verdad?- y la reacción de Ginny fue un enorme sonrojo y un pensamiento: "lo sabe" (n/a: ¡y no se me ven los colores!)
Tras estar un rato hablando, Hermione les dijo:
-¡Llegamos tarde a pociones!- y se marcharon todos a clase llegando a tiempo por poco. Todos se colocaron en sus respectivos sitios y, entonces, entró Snape y se dirigió a la clase:
-Bueno, hoy vamos a elaborar una poción curativa a base de lágrimas de fénix y con un movimiento de su varita los ingredientes aparecieron en la pizarra. El método de elaboración aparece en le página ciento treinta del libro, adelante, y daos prisa, pues tenéis el tiempo justo.
Snape empezó a dar vueltas por la clase y sonrió para sí cuando vio el error que había cometido Potter- ese maldito creído, ni siquiera ha abierto el libro, se ha olvidado de añadir el polvo de cuerno de unicornio, así elaborada la poción resulta dañina, pues el ácido de estómago de hipogrifo no queda neutralizado, nos vamos a reír al final de la clase- pero la sorpresa de Snape fue mayúscula cuando vio que Harry sacaba un botecito de un líquido de color verdoso de su cinturón, vertía unas gotas en la poción y la pasó, tras cinco minutos al fuego, a una botella. Con un movimiento de varita limpió el caldero y se puso a hacer una extraña poción con ingredientes de su cinturón, Snape estaba furioso, qué diablos se había creído ese niñato.
-¡Potter! Que diablos te crees que estas haciendo, ¡haz la poción que se te ha mandado!- para sorpresa de Snape, una sonrisa cruzó el rostro de Harry y respondió:
-La poción está terminada, y es unas diez veces más potente que la que sale en el libro.
-Diez puntos menos para Gryffindor por replicar al profesor, no has añadido el polvo de cuerno de unicornio y, por tanto, el ácido de estómago de hopogrifo continúa estando activo
-No estoy de acuerdo profesor, ya lo he neutralizado y, además, he acelerado el proceso con este catalizador- y alzó la botella de la que había vertido unas gotas
-¡Veinte puntos menos para Gryffindor! Haga la poción como se le ha mandado
-Yo haré la poción como me plazca, y me place hacerla de la manera más efectiva posible- Un silencio de muerte se extendió sobre la clase, pero antes de que nadie pudiese decir nada, Harry se quitó el guante izquierdo, se levantó la manga y, sacando un cuchillo se hizo un profundo corte en el brazo ante los gritos ahogados de toda la clase, acto seguido, tomó unas gotas de la poción y, cubierta por una intensa luz roja, la herida sanó por completo- si quiere puede usted probar lo mismo con la poción que viene en el libro, yo le diré el resultado: tres días en el hospital y una horrorosa cicatriz, métase en sus asuntos y déjeme en paz.
-¡¡¡Pero que diablos se ha creído!!!- toda la clase estaba helada- fuera inmediatamente de.- Pero entonces Harry miró fijamente al profesor de pociones, y unos relámpagos dorados salían de sus ojos, solo los vio el profesor, pero decidió que era mejor dejar las cosas como estaban.
Lo siguiente que vio Snape le sacó completamente de quicio, observó como Harry vertía unas gotas de un líquido plateado en la extraña poción que estaba elaborando y exclamó:
-¡Señor Potter, sabe perfectamente que está penado por el ministerio usar sangre de unicornio en una poción!, explíqueme inmediatamente que es lo que está haciendo.- Harry no le hizo ni caso y los minutos pasaron ante la mirada de la clase, entonces, Harry vertió el contenido de la poción en dos botellitas que guardó cuidadosamente en dos compartimentos de su cinturón y dijo:
-Es una poción a base de veneno de basilisco, la sangre de unicornio es para que la poción no sea mortal, pero lleve a la persona a un estado de coma que durará unas veinticuatro horas, y esta ha sido la última pregunta que le permito hacerme- entonces, sonó la campana que indicaba el final de la clase y Snape cerró la puerta y se colocó delante cerrando el paso a la vez que exclamaba:
-¡Señor Potter, usted no va a ningún sitio antes de responder a mis preguntas!- pero entonces, un cuchillo se clavó en la puerta a escasos milímetros de la garganta de Snape, acto seguido, Harry levantó la mano y el cuchillo volvió a ésta, lo guardó en su funda y chasqueó los dedos, en menos que se dice quiddich la puerta se abrió de golpe, Snape estaba inmovilizado contra una pared con los pies a medio metro del suelo y el resto de alumnos habían salido no recordando nada de lo sucedido. Entonces, Harry dijo con su voz más peligrosa:
-Vuélvete a cruzar en mi camino, Severus, y no lo contarás, y diciendo esto, bajó la mano y salió del aula dejando a Snape de rodillas en el suelo con una mano en la garganta tratando de tomar aire. La siguiente clase era Defensa y Harry entró como si tal cosa y ni se sorprendió cuando vio que era Dumbledore quien la impartía, pues sabía que Carlos había sido llamado por los aurores españoles para que les ayudase. Cuando todos estuvieron sentados, Dumbledore explicó que ese día aprenderían a convocar el escudo mágico de nivel medio y, tras explicarles cómo funcionaba el hechizo, los puso por parejas. Harry estuvo con Hermione, y cual fue la decepción de Dumbledore cuando nuestro protagonista no consiguió levantar el escudo en ninguno de sus primeros seis intentos mientras que Hermione lo hacía perfectamente desviando todos los hechizos que le enviaba Harry, pero entonces, Harry se dio cuenta de que Dumbledore lo miraba decepcionado y sonrió, había llegado el momento de dar una lección magistral y guardó su varita al tiempo que miraba fijamente a Hermione que no se decidía a atacarle, entonces, al ver la mirada de Harry, ésta le lanzó un hechizo que se evaporó con un destello dorado a escasos centímetros de Harry, era su turno, Hermione conjuró la barrera y Harry extendió la mano exclamando:
-¡Expeliarmus!- y todo pasó de repente, un rayo de luz roja salió de la mano de Harry destrozando la barrera de Hermione y arrancándole la varita de la mano al mismo tiempo que su amiga salía volando por los aires, pero a un gesto de la mano de Harry, Hermione se detuvo en el aire y fue depositada en el suelo inconsciente. Entonces habló Dumbledore:
-Bien hecho, Harry, pero se más cuidadoso la próxima vez- Harry le estaba mirando con cara de "pues-no-haberlo-pedido"- ¿Te atreverías a probarlo conmigo? -Harry asintió mientras sonreía, la clase fue despejada y los dos se situaron en el centro del aula y Harry le indicó al director que empezase, éste le lanzó un potentísimo hechizo aturdidor que se desvaneció en el momento que tocó una barrera dorada que había aparecido alrededor de Harry, entonces, Harry exclamó: "¡impedimenta!" y la barrera de Dumbledore- que era de alto nivel- saltó hecha pedazos al tiempo que empezaba a moverse muy lentamente, Harry se adelantó y le quitó la varita con toda tranquilidad a la vez que deshacía su hechizo y le devolvía su varita al director, la clase estaba extasiada. Cuando acabó la clase, todos querían preguntarle a Harry cómo lo había hecho, pero el aludido no soltaba prenda.
Durante la hora de comer, Dumbledore y Snape tuvieron una acalorada discusión, y Harry sabía que hablaban de él. Al final, el director, se acercó a Harry y le indicó que fuese a su despacho tras las clases., Esa tarde, tenían transformaciones, y para Harry fue tan aburrida como las otras, pues en cinco minutos, había conseguido llevar a cabo todas las transformaciones indicadas para toda la clase, entonces McGonagall le miró largamente y le dijo:
-Señor Potter, me sorprende usted, me gustaría saber de lo que es capaz
-Necesito tres voluntarios -dijo Harry volviéndose hacia la clase sin inmutarse, Ron, Hermione y Álvaro se adelantaron- Gracias. Profesora, ¿en qué quiere que los transforme?
-¿Está usted loco, Potter?, ¡ni yo podría transformar a tres personas simultáneamente!- pero entonces, con un chasquido de los dedos de Harry, Ron de transformo en una mosca, Hermione en una silla y Álvaro en un automóvil, con otro chasqueo de sus dedos, Harry hizo que los tres volvieron a la normalidad
-Vaya después de clase al despacho del director, profesora, se van a decir cosas que le interesan y se sentó de nuevo en su pupitre ante las miradas atónitas de sus compañeros.
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Cinthya: Como ves, puede ser que lo actualice de un día para otro, pero también cabe la posibilidad que esté algún tiempo sin subir nada; depende del trabajo que tenga. Me alegro de que te guste.