DISCLAIMER: Todos los personajes de la saga de Harry Potter son propiedad
de los dueños del copyright y fueron creados por J.K. Rowling. Los
personajes que no aparezcan en las novelas ya publicadas o cualquier
similitud que éstos puedan tener con las futuras incorporaciones a la saga
es pura casualidad.
N/A: Esta historia, aunque coincidan los personajes no tiene nada que ver con la que escribí anteriormente. Es, más bien, una adaptación de la anterior con SUSTANCIALES cambios en el argumento. Este súbito cambio se debe a unas ideas que he estado madurando estos últimos meses, pero puedo asegurar que los lectores habituales quedarán más que satisfechos con la nueva versión. Para cualquier duda, dejad un review o escribidme a: acaldela@hotmail.com (tengo msn Messenger)
HARRY POTTER Y LA LUZ DE LA ETERNIDAD
CAPÍTULO VII: La furia del Señor del Fénix
Harry se quedó petrificado a medio abrir la puerta y, mediante la conexión de los anillos, veía lo mismo que Ginny. Los alumnos estaban en un descampado y les rodeaban los mortífagos, estaban todos aterrorizados. Entonces apareció Voldemort y, con un hechizo, separó a varios de la multitud, eran: Hermione, Ron, Fred, George, Álvaro, Chema, Carla y Ginny. Todos estaban aterrorizados, pero entonces, Voldemort enunció una pregunta:
-Vosotros sois los más allegados a Harry Potter, y me vais a decir ahora mismo donde está ¡imperio!- Todos dijeron que no lo sabían, todos excepto Ginny, que se veía a la legua que intentaba resistirse a la maldición- Vaya, vaya, parece que tú si lo sabes.
-No te lo diré jamás.
-Así que somos tan testarudos como ese maldito Potter, ¿verdad?, formaríais una bonita pareja- y, ante el sonrojo de Ginny y con una sonrisa macabra en la cara dijo- parece que he dado en el clavo, ¿y ese anillo?- ¡Maldición!, pensó Harry, como averigüe lo que es.- Me suena haberlo visto antes, o haber oído hablar de él, y el señor Caldelas Tiene otro., que interesante.- en ese momento, Voldemort alzó su varita y señaló a Ginny con ella exclamando:
-¡Crucio!, me vas a decir lo que quiero saber, ¿qué significa este anillo?, ¿Dónde está Harry Potter?
-¡¡¡No te lo diré jamás!!!
-Sí que lo harás, después de mucho dolor, muchísimo dolor. ¡Crucio!- El alarido de Ginny fue espantoso, y el dolor que sentía también, entonces, algo despertó en Harry, algo que le asustó y le obligó a perder el contacto telepático: su cólera, su ira. Como Mago de Batalla, le habían enseñado a controlarla porque podía llegar a ser terriblemente peligrosa, pero Harry estaba dispuesto a dejarla correr. por una vez y, de pronto, sin previo aviso, estalló y una enorme tormenta cargada de rayos apareció sobre Hogwarts. Sin saber cómo, Harry apareció con todas sus armas en la sala de profesores y con el rostro ya cubierto con la capucha y la bufanda. Los profesores estaban al borde de la histeria y la aparición de Harry no ayudó en nada, pues le rodeaba un aura dorada y ninguno de los profesores se atrevía a mirarle a los ojos, pues estos echaban chispas:
-Voldemort se ha llevado a los alumnos y está torturando a algunos de ellos y, ante las caras de miedo de todos los profesores, un rayo cayó del cielo e, impactando a Harry de lleno, éste desapareció.
----------
Voldemort estaba mirando fijamente a una Ginny ensangrentada y tirada en el suelo, estaba gimiendo de dolor.
-Ya ves que no vas a tener más remedio que decírmelo- pero entonces, una enorme tormenta, una como jamás se había visto antes se formó sobre ellos y los rayos empezaron a iluminar el negro cielo de la noche. Un rayo cayó a menos de un kilómetro de ellos, uno especialmente potente que hizo temblar la tierra misma: había caído en el centro de un bosque cercano y, evidentemente, Valadad Ver Saryan había llegado con él en todo su esplendor quedándose en el linde del bosque a observar y únicamente la voluntad de hierro de Harry consiguió refrenar su cólera, por lo menos, durante unos instantes, ya que Voldemort dijo entonces:
-Parece ser que no va a servir de nada torturarte, y como estás en las últimas torturaré a tus amigos junto a ti- sobre todos los alumnos que estaban separados, cayó la maldición cruciatus, sobre todos menos sobre Ginny, ya que, en ese momento, Voldemort exclamó:- ¡Animas Mortem!- y un rayo de brillante luz azul cayó sobre Ginny dejándola, aparentemente, muerta.
Lo siguiente que pasó fue muy rápido, ya que todos los alumnos desaparecieron en un destello de luz dorada y alguien apareció en su lugar: un Harry con cara asustada (n/a: Simplemente Harry, ni Valadad ni un Harry confiado ni nada, simplemente Harry), la tormenta amainó de repente y Harry, con voz temblorosa dijo: maldito. lo vas a lamentar- a lo que Voldemort contestó
-Te puedo asegurar que no, pues te tengo a ti que es lo que quiero- lo que Voldemort no sabía es que Harry estaba usando todo su autocontrol, primero para hacer desaparecer a sus compañeros y después para no destruir el planeta (n/a: ya se que suena de muy sobradillo, pero a él le dijeron, durante su entrenamiento, que era una posibilidad), Entonces Voldemort cometió un error fatal: utilizó la maldición imperius que anula la voluntad y se desencadenó el holocausto- Suplicarás por tu vida: ¡Imperio!- y todo cambió de repente, pues Harry se convirtió en Valadad y apareció , en todo su esplendor: armas, túnica, capa., Voldemort estaba atónito- ¡Tú no eres el chico Potter!
-Yo soy Valadad Ver Saryan, y tú no serás nadie en un momento- Diciendo esto, Harry cerró sus puños que empezaron a ser rodeados por una bola de energía pura
-¡Destruidle!- En un abrir y cerrar de ojos, los mortífagos atacaron, pero no lograban darle a Valadad con ningún maleficio, los esquivaba todos. Nuestro protagonista quería jugar un poco con ellos, así que no estaba utilizando magia, pero sí los dardos envenenados, alguno que otro con un veneno mortal. Los mortífagos caían por doquier, espada en mano y con un movimiento de maestro, Harry decapitó a uno de ellos limpiamente con su espada y muchos otros salieron huyendo, Harry les dejó marchar, quería al pez más gordo y sólo le quedaban cinco mortífagos, uno de ellos era Snape y, en un momento de lucidez le dijo mentalmente:
-Atácame para que pueda quitarte de en medio sin que sufras un daño irreparable- Un mortífago se adelantó y atacó a Harry con la maldición cruciatas, nuestro amigo, reconociendo la voz del profesor, le mandó, irónicamente, uno de los dardos que había impregnado con el veneno que tantas preguntas le habían traído a la cabeza al profesor de pociones y cayó al suelo como muerto. Los cuatro mortífagos restantes estaban asustados y, antes de que ninguno dijese nada, Voldemort exclamó:
-Marchaos, yo me encargaré de este insecto- pero la voz de Harry le cortó:
-¡No!, Colagusano se queda, quiera o no- y, entonces, el mortífago que se encontraba a la derecha de Voldemort se convirtió en una rata que fue aprisionada en un bote de cristal irrompible y llegó, flotando, a la mano de nuestro protagonista que redujo el tamaño del bote y lo guardó en un bolsillo. El resto de mortífagos desapareció y quedaron, frente a frente, Harry y Voldemort. Éste último dijo:
-¿Quién eres tú?- Pero Valadad no estaba por la labor de responder a preguntas, una de sus manos estaba cerrada en un puño y rodeada de una luz color azul pálido que chisporroteaba, la luz no tardó en convertirse en una bola de energía mientras la otra mano la tenía extendida, frente a él, con la palma vuelta hacia Voldemort
Tus trucos de luces no me impresionan, maldito entrometido, deberías aprender una lección: todo el que se enfrenta a mí muere: ¡Avada Kedavra!- y un potentísimo haz de luz verde se dirigió hacia Valadad que formó un escudo dorado a su alrededor al tiempo que la bola de energía aumentada de tamaño, el escudo empezó a resquebrajarse y entonces, Harry, como si quisiese dar un puñetazo al aire en dirección a Voldemort, hizo un potente y rápido movimiento con su mano derecha enviando un haz de luz azulada que se convirtió en un grupo de relámpagos hacia su enemigo. A duras pena pudo Voldemort levantar una barrera, pero no era lo suficientemente fuerte y estallo hecha pedazos al ser atravesada pro los relámpagos que dieron de lleno a Voldemort y se enredaron a su alrededor haciéndole gritar de dolor y obligándole a soltar su varita.
Voldemort yacía inconsciente en el suelo, Harry se le acercó y, cuando ya una bola verde se estaba formando en su mano, un rayo de cordura apareció en su cabeza y se detuvo; hizo desaparecer a los mortífagos que no estaban muertos y se dedicó a prepararle el despertar a Voldemort pensando- No debo matarle, mejor saber a quién me estoy enfrentando que eliminarle y que otro de los aprendices del Gran Terror le siga, y entonces estaré indefenso, pues no le conoceré, además, yo no soy un asesino. Y, entre un estallido de relámpagos, desapareció dejándole preparada la bienvenida a Voldemort.
Cuando Voldemort despertó, de vio rodeado por unas estacas de madera que rezumaban un líquido rojo viscoso y por un olor horroroso, al alzar la vista, vio a veintitrés de sus mortífagos empalados en largas estacas de haya a su alrededor y una note que decía:
Ésta vez te has salvado porque yo así lo he querido, no será así en nuestro próximo encuentro
Valadad Ver Saryan
¡Pobre infeliz!, pensó Voldemort, no sabes lo que has hecho dejándome escapar, pues una vez te puedo subestimar, pero no dos y en nuestro próximo encuentro desencadenaré todo mi poder y tú morirás.
----------
Cuando Harry regresó a Hogwarts, su túnica estaba toda ensangrentada y todo el mundo se apartaba al verlo, era una imagen que daba pavor. Cuando llegó a la enfermería, sólo se hallaban allí sus amigos y los profesores, y, entonces, cayó de rodillas y se percato de que, a pesar de haber parado la maldición asesina de su enemigo, tenía algunos cortes bastante profundos y se estaba debilitando. Lo último que vio antes de caer inconsciente fue a un preocupado Dumbledore que iba hacia él desde la cama en donde se encontraba Ginny.
-¡Harry!- Gritó un Dumbledore visiblemente preocupado, pero antes de que pudiese hacer nada, Valadad se convirtió en Harry delante de todos los presentes arrancando gritos ahogados de todos. El Director cogió a Harry cuidadosamente y lo acostó en una cama cercana. Afortunadamente, los alumnos estaban todos inconscientes o dormidos, pero no los profesores que miraban sorprendidos al director. Entonces Dijo McGonagall:
-Profesor Dumbledore. es consciente que.- Pero antes de que pudiese decir nada, a todos los presentes (incluidos Dumbledore y Sirius), les rodeó una tenue luz dorada y un semblante inexpresivo quedó fijado en sus rostros por un instante. Justo después y antes de que nadie reaccionara, Harry desapareció de la enfermería para reaparecer en la sala donde habían tenido la reunión horas antes.
----------
-Habían pasado un par de días y nadie tenía noticias del nuevo profesor, de hecho, nadie recordaba con certeza lo que había sucedido dos días antes. Pero entonces, la puerta del Gran Salón se abrió y entró un hombre, pero no uno cualquiera, ya que estaba vestido con las mismas ropas que envolvían al profesor desaparecido, pero de color verde con ribetes en plata y bordados en oro representando dos árboles y, dirigiéndose directamente al lugar donde se hallaba el director, le dijo:
-Tengo que hablar ahora mismo con usted en un lugar privado.
Al cabo de un cuarto de hora, el misterioso encapuchado volvió junto con Dumbledore que, tras pedir silencio, dijo:
-Queridos alumnos, debo hacer un anuncio importante: Harry Potter ha vuelto a la escuela y se reintegrará a las clases inmediatamente. La expulsión de Harry no era más que una estratagema para que el ataque que de seguro caería sobre Hogwarts, no lo hallase a él en medio. Además, por incapacidad temporal, el nuevo profesor de DCAO y psíquica será sustituido por el aquí presente Elladan Ver Felagund. Además, los compañeros de Elladan aquí presente, se quedarán en el castillo. ¡Demos ahora una gran bienvenida al señor Harry Potter!- Un estruendoso aplauso se extendió por tres de las mesas de salón (evidentemente por la de Slytherin no), pero algo extraño pasó entonces: un silencio sepulcral se adueñó del salón cuando vieron que Harry parecía atormentado por algo y, además, se hacía raro verle sentado en la mesa sin la compañía de sus amigos. En ese momento, Elladan (que seguía cubierto por la capucha y la bufanda ocultando su rostro, se acercó a Harry y le dijo algo al oído, algo que hizo que Harry palideciera visiblemente y le mirara con ojos sorprendidos; acto seguido, ambos se marcharon del Gran Comedor y se dirigieron a cierta sala de reuniones bien conocida por todos. Cuando llegaron a ésta y la luz cayó sobre los dos visitantes, un brillo extraño iluminó los ojos de Elladan que dijo en la melodiosa voz de los Altos Elfos pero en el idioma común:
-Entonces es cierto.- Dijo abatido- Valadad, sabes el peligro que se cierne sobre la escuela mientras eso siga aquí?- Dijo señalando la extraña lámpara
-Sí, lo sé, y espero que no hayas hecho este largo viaje para decirme algo de lo que ya estoy enterado, pero también sabes lo que pasaría si cayese en manos equivocadas, no me puedo arriesgar.
-Mi misión no era advertirte, sino buscar a alguien, a un descendiente de uno de los primos de mi padre así como a unos cuantos elfos que van a empezar a darse a conocer en esta escuela este año, esto es debido a que la gente que nació durante el reinado del Señor Tenebroso o justo después de su caída, nacieron en una Arda saturada de magia, y en algunos, esa magia les dio el Don de los elfos así como sus poderes, se empieza a manifestar en el período de los 14 a los 18 años, pero esto puede variar, además, se ha dado la peculiaridad de que algunos portan genes de alguna de las casas más importantes dentro de nuestra raza, en especial, alguien tiene la sangre de Celembrimbor corriendo por sus venas y, eso significa.
-Podrá sentirlo- dijo Harry señalando la lámpara- y eso podría traer problemas, pues es la obra de sus ancestros, además, ya sabes las consecuencias que trajeron tiempo atrás este tipo de conflicto
-Sí, y las acabó pagando la bella Beleriand. Pero quería hablar de ti por otra razón, ya que tú eres un caso especial de entre los que recibieron el Don- Harry lo miró con los ojos como platos- Sí, Harry, sangre élfica corre por tus venas, de hecho, sangre de reyes, pero corre por tus venas por derecho de nacimiento, no por este extraño fenómeno y este es un tema que va a provocar que, por lo menos yo, te exija más en las clases, de hecho, te puedo asegurar que las clases serán un desafío, incluso para ti. Bueno, mejor acabamos ya con esto, ¿no crees?- Y, diciendo esto, una luz dorada salió de sus manos extendidas y envolvió a Harry que, justo antes de perder el conocimiento, le oyó decir:
-Nada está escrito sobre nuestro destino hasta que no llega el momento de la verdad, recuerda esto cuando despiertes.
----------
Al cabo de un tiempo, Harry abrió los ojos lentamente y miró extrañado a su alrededor, estaba todo muy oscuro y se escuchaban de fondo unos ronquidos que le resultaron vagamente familiares, entonces, cuando sus ojos se fueron acostumbrando a la falta de luz, reconoció muy a su pesar el lugar donde se encontraba y exclamó:
-¡¡¡NO PUEDE SER, ESTO ES IMPOSIBLE!!!
*********************************** ***********************************
¡Qué será lo que es imposible?, os aseguro que no os lo esperáis, pero lo sabréis en el próximo capítulo (Je, Je, que malo soy)
N/A: Esta historia, aunque coincidan los personajes no tiene nada que ver con la que escribí anteriormente. Es, más bien, una adaptación de la anterior con SUSTANCIALES cambios en el argumento. Este súbito cambio se debe a unas ideas que he estado madurando estos últimos meses, pero puedo asegurar que los lectores habituales quedarán más que satisfechos con la nueva versión. Para cualquier duda, dejad un review o escribidme a: acaldela@hotmail.com (tengo msn Messenger)
HARRY POTTER Y LA LUZ DE LA ETERNIDAD
CAPÍTULO VII: La furia del Señor del Fénix
Harry se quedó petrificado a medio abrir la puerta y, mediante la conexión de los anillos, veía lo mismo que Ginny. Los alumnos estaban en un descampado y les rodeaban los mortífagos, estaban todos aterrorizados. Entonces apareció Voldemort y, con un hechizo, separó a varios de la multitud, eran: Hermione, Ron, Fred, George, Álvaro, Chema, Carla y Ginny. Todos estaban aterrorizados, pero entonces, Voldemort enunció una pregunta:
-Vosotros sois los más allegados a Harry Potter, y me vais a decir ahora mismo donde está ¡imperio!- Todos dijeron que no lo sabían, todos excepto Ginny, que se veía a la legua que intentaba resistirse a la maldición- Vaya, vaya, parece que tú si lo sabes.
-No te lo diré jamás.
-Así que somos tan testarudos como ese maldito Potter, ¿verdad?, formaríais una bonita pareja- y, ante el sonrojo de Ginny y con una sonrisa macabra en la cara dijo- parece que he dado en el clavo, ¿y ese anillo?- ¡Maldición!, pensó Harry, como averigüe lo que es.- Me suena haberlo visto antes, o haber oído hablar de él, y el señor Caldelas Tiene otro., que interesante.- en ese momento, Voldemort alzó su varita y señaló a Ginny con ella exclamando:
-¡Crucio!, me vas a decir lo que quiero saber, ¿qué significa este anillo?, ¿Dónde está Harry Potter?
-¡¡¡No te lo diré jamás!!!
-Sí que lo harás, después de mucho dolor, muchísimo dolor. ¡Crucio!- El alarido de Ginny fue espantoso, y el dolor que sentía también, entonces, algo despertó en Harry, algo que le asustó y le obligó a perder el contacto telepático: su cólera, su ira. Como Mago de Batalla, le habían enseñado a controlarla porque podía llegar a ser terriblemente peligrosa, pero Harry estaba dispuesto a dejarla correr. por una vez y, de pronto, sin previo aviso, estalló y una enorme tormenta cargada de rayos apareció sobre Hogwarts. Sin saber cómo, Harry apareció con todas sus armas en la sala de profesores y con el rostro ya cubierto con la capucha y la bufanda. Los profesores estaban al borde de la histeria y la aparición de Harry no ayudó en nada, pues le rodeaba un aura dorada y ninguno de los profesores se atrevía a mirarle a los ojos, pues estos echaban chispas:
-Voldemort se ha llevado a los alumnos y está torturando a algunos de ellos y, ante las caras de miedo de todos los profesores, un rayo cayó del cielo e, impactando a Harry de lleno, éste desapareció.
----------
Voldemort estaba mirando fijamente a una Ginny ensangrentada y tirada en el suelo, estaba gimiendo de dolor.
-Ya ves que no vas a tener más remedio que decírmelo- pero entonces, una enorme tormenta, una como jamás se había visto antes se formó sobre ellos y los rayos empezaron a iluminar el negro cielo de la noche. Un rayo cayó a menos de un kilómetro de ellos, uno especialmente potente que hizo temblar la tierra misma: había caído en el centro de un bosque cercano y, evidentemente, Valadad Ver Saryan había llegado con él en todo su esplendor quedándose en el linde del bosque a observar y únicamente la voluntad de hierro de Harry consiguió refrenar su cólera, por lo menos, durante unos instantes, ya que Voldemort dijo entonces:
-Parece ser que no va a servir de nada torturarte, y como estás en las últimas torturaré a tus amigos junto a ti- sobre todos los alumnos que estaban separados, cayó la maldición cruciatus, sobre todos menos sobre Ginny, ya que, en ese momento, Voldemort exclamó:- ¡Animas Mortem!- y un rayo de brillante luz azul cayó sobre Ginny dejándola, aparentemente, muerta.
Lo siguiente que pasó fue muy rápido, ya que todos los alumnos desaparecieron en un destello de luz dorada y alguien apareció en su lugar: un Harry con cara asustada (n/a: Simplemente Harry, ni Valadad ni un Harry confiado ni nada, simplemente Harry), la tormenta amainó de repente y Harry, con voz temblorosa dijo: maldito. lo vas a lamentar- a lo que Voldemort contestó
-Te puedo asegurar que no, pues te tengo a ti que es lo que quiero- lo que Voldemort no sabía es que Harry estaba usando todo su autocontrol, primero para hacer desaparecer a sus compañeros y después para no destruir el planeta (n/a: ya se que suena de muy sobradillo, pero a él le dijeron, durante su entrenamiento, que era una posibilidad), Entonces Voldemort cometió un error fatal: utilizó la maldición imperius que anula la voluntad y se desencadenó el holocausto- Suplicarás por tu vida: ¡Imperio!- y todo cambió de repente, pues Harry se convirtió en Valadad y apareció , en todo su esplendor: armas, túnica, capa., Voldemort estaba atónito- ¡Tú no eres el chico Potter!
-Yo soy Valadad Ver Saryan, y tú no serás nadie en un momento- Diciendo esto, Harry cerró sus puños que empezaron a ser rodeados por una bola de energía pura
-¡Destruidle!- En un abrir y cerrar de ojos, los mortífagos atacaron, pero no lograban darle a Valadad con ningún maleficio, los esquivaba todos. Nuestro protagonista quería jugar un poco con ellos, así que no estaba utilizando magia, pero sí los dardos envenenados, alguno que otro con un veneno mortal. Los mortífagos caían por doquier, espada en mano y con un movimiento de maestro, Harry decapitó a uno de ellos limpiamente con su espada y muchos otros salieron huyendo, Harry les dejó marchar, quería al pez más gordo y sólo le quedaban cinco mortífagos, uno de ellos era Snape y, en un momento de lucidez le dijo mentalmente:
-Atácame para que pueda quitarte de en medio sin que sufras un daño irreparable- Un mortífago se adelantó y atacó a Harry con la maldición cruciatas, nuestro amigo, reconociendo la voz del profesor, le mandó, irónicamente, uno de los dardos que había impregnado con el veneno que tantas preguntas le habían traído a la cabeza al profesor de pociones y cayó al suelo como muerto. Los cuatro mortífagos restantes estaban asustados y, antes de que ninguno dijese nada, Voldemort exclamó:
-Marchaos, yo me encargaré de este insecto- pero la voz de Harry le cortó:
-¡No!, Colagusano se queda, quiera o no- y, entonces, el mortífago que se encontraba a la derecha de Voldemort se convirtió en una rata que fue aprisionada en un bote de cristal irrompible y llegó, flotando, a la mano de nuestro protagonista que redujo el tamaño del bote y lo guardó en un bolsillo. El resto de mortífagos desapareció y quedaron, frente a frente, Harry y Voldemort. Éste último dijo:
-¿Quién eres tú?- Pero Valadad no estaba por la labor de responder a preguntas, una de sus manos estaba cerrada en un puño y rodeada de una luz color azul pálido que chisporroteaba, la luz no tardó en convertirse en una bola de energía mientras la otra mano la tenía extendida, frente a él, con la palma vuelta hacia Voldemort
Tus trucos de luces no me impresionan, maldito entrometido, deberías aprender una lección: todo el que se enfrenta a mí muere: ¡Avada Kedavra!- y un potentísimo haz de luz verde se dirigió hacia Valadad que formó un escudo dorado a su alrededor al tiempo que la bola de energía aumentada de tamaño, el escudo empezó a resquebrajarse y entonces, Harry, como si quisiese dar un puñetazo al aire en dirección a Voldemort, hizo un potente y rápido movimiento con su mano derecha enviando un haz de luz azulada que se convirtió en un grupo de relámpagos hacia su enemigo. A duras pena pudo Voldemort levantar una barrera, pero no era lo suficientemente fuerte y estallo hecha pedazos al ser atravesada pro los relámpagos que dieron de lleno a Voldemort y se enredaron a su alrededor haciéndole gritar de dolor y obligándole a soltar su varita.
Voldemort yacía inconsciente en el suelo, Harry se le acercó y, cuando ya una bola verde se estaba formando en su mano, un rayo de cordura apareció en su cabeza y se detuvo; hizo desaparecer a los mortífagos que no estaban muertos y se dedicó a prepararle el despertar a Voldemort pensando- No debo matarle, mejor saber a quién me estoy enfrentando que eliminarle y que otro de los aprendices del Gran Terror le siga, y entonces estaré indefenso, pues no le conoceré, además, yo no soy un asesino. Y, entre un estallido de relámpagos, desapareció dejándole preparada la bienvenida a Voldemort.
Cuando Voldemort despertó, de vio rodeado por unas estacas de madera que rezumaban un líquido rojo viscoso y por un olor horroroso, al alzar la vista, vio a veintitrés de sus mortífagos empalados en largas estacas de haya a su alrededor y una note que decía:
Ésta vez te has salvado porque yo así lo he querido, no será así en nuestro próximo encuentro
Valadad Ver Saryan
¡Pobre infeliz!, pensó Voldemort, no sabes lo que has hecho dejándome escapar, pues una vez te puedo subestimar, pero no dos y en nuestro próximo encuentro desencadenaré todo mi poder y tú morirás.
----------
Cuando Harry regresó a Hogwarts, su túnica estaba toda ensangrentada y todo el mundo se apartaba al verlo, era una imagen que daba pavor. Cuando llegó a la enfermería, sólo se hallaban allí sus amigos y los profesores, y, entonces, cayó de rodillas y se percato de que, a pesar de haber parado la maldición asesina de su enemigo, tenía algunos cortes bastante profundos y se estaba debilitando. Lo último que vio antes de caer inconsciente fue a un preocupado Dumbledore que iba hacia él desde la cama en donde se encontraba Ginny.
-¡Harry!- Gritó un Dumbledore visiblemente preocupado, pero antes de que pudiese hacer nada, Valadad se convirtió en Harry delante de todos los presentes arrancando gritos ahogados de todos. El Director cogió a Harry cuidadosamente y lo acostó en una cama cercana. Afortunadamente, los alumnos estaban todos inconscientes o dormidos, pero no los profesores que miraban sorprendidos al director. Entonces Dijo McGonagall:
-Profesor Dumbledore. es consciente que.- Pero antes de que pudiese decir nada, a todos los presentes (incluidos Dumbledore y Sirius), les rodeó una tenue luz dorada y un semblante inexpresivo quedó fijado en sus rostros por un instante. Justo después y antes de que nadie reaccionara, Harry desapareció de la enfermería para reaparecer en la sala donde habían tenido la reunión horas antes.
----------
-Habían pasado un par de días y nadie tenía noticias del nuevo profesor, de hecho, nadie recordaba con certeza lo que había sucedido dos días antes. Pero entonces, la puerta del Gran Salón se abrió y entró un hombre, pero no uno cualquiera, ya que estaba vestido con las mismas ropas que envolvían al profesor desaparecido, pero de color verde con ribetes en plata y bordados en oro representando dos árboles y, dirigiéndose directamente al lugar donde se hallaba el director, le dijo:
-Tengo que hablar ahora mismo con usted en un lugar privado.
Al cabo de un cuarto de hora, el misterioso encapuchado volvió junto con Dumbledore que, tras pedir silencio, dijo:
-Queridos alumnos, debo hacer un anuncio importante: Harry Potter ha vuelto a la escuela y se reintegrará a las clases inmediatamente. La expulsión de Harry no era más que una estratagema para que el ataque que de seguro caería sobre Hogwarts, no lo hallase a él en medio. Además, por incapacidad temporal, el nuevo profesor de DCAO y psíquica será sustituido por el aquí presente Elladan Ver Felagund. Además, los compañeros de Elladan aquí presente, se quedarán en el castillo. ¡Demos ahora una gran bienvenida al señor Harry Potter!- Un estruendoso aplauso se extendió por tres de las mesas de salón (evidentemente por la de Slytherin no), pero algo extraño pasó entonces: un silencio sepulcral se adueñó del salón cuando vieron que Harry parecía atormentado por algo y, además, se hacía raro verle sentado en la mesa sin la compañía de sus amigos. En ese momento, Elladan (que seguía cubierto por la capucha y la bufanda ocultando su rostro, se acercó a Harry y le dijo algo al oído, algo que hizo que Harry palideciera visiblemente y le mirara con ojos sorprendidos; acto seguido, ambos se marcharon del Gran Comedor y se dirigieron a cierta sala de reuniones bien conocida por todos. Cuando llegaron a ésta y la luz cayó sobre los dos visitantes, un brillo extraño iluminó los ojos de Elladan que dijo en la melodiosa voz de los Altos Elfos pero en el idioma común:
-Entonces es cierto.- Dijo abatido- Valadad, sabes el peligro que se cierne sobre la escuela mientras eso siga aquí?- Dijo señalando la extraña lámpara
-Sí, lo sé, y espero que no hayas hecho este largo viaje para decirme algo de lo que ya estoy enterado, pero también sabes lo que pasaría si cayese en manos equivocadas, no me puedo arriesgar.
-Mi misión no era advertirte, sino buscar a alguien, a un descendiente de uno de los primos de mi padre así como a unos cuantos elfos que van a empezar a darse a conocer en esta escuela este año, esto es debido a que la gente que nació durante el reinado del Señor Tenebroso o justo después de su caída, nacieron en una Arda saturada de magia, y en algunos, esa magia les dio el Don de los elfos así como sus poderes, se empieza a manifestar en el período de los 14 a los 18 años, pero esto puede variar, además, se ha dado la peculiaridad de que algunos portan genes de alguna de las casas más importantes dentro de nuestra raza, en especial, alguien tiene la sangre de Celembrimbor corriendo por sus venas y, eso significa.
-Podrá sentirlo- dijo Harry señalando la lámpara- y eso podría traer problemas, pues es la obra de sus ancestros, además, ya sabes las consecuencias que trajeron tiempo atrás este tipo de conflicto
-Sí, y las acabó pagando la bella Beleriand. Pero quería hablar de ti por otra razón, ya que tú eres un caso especial de entre los que recibieron el Don- Harry lo miró con los ojos como platos- Sí, Harry, sangre élfica corre por tus venas, de hecho, sangre de reyes, pero corre por tus venas por derecho de nacimiento, no por este extraño fenómeno y este es un tema que va a provocar que, por lo menos yo, te exija más en las clases, de hecho, te puedo asegurar que las clases serán un desafío, incluso para ti. Bueno, mejor acabamos ya con esto, ¿no crees?- Y, diciendo esto, una luz dorada salió de sus manos extendidas y envolvió a Harry que, justo antes de perder el conocimiento, le oyó decir:
-Nada está escrito sobre nuestro destino hasta que no llega el momento de la verdad, recuerda esto cuando despiertes.
----------
Al cabo de un tiempo, Harry abrió los ojos lentamente y miró extrañado a su alrededor, estaba todo muy oscuro y se escuchaban de fondo unos ronquidos que le resultaron vagamente familiares, entonces, cuando sus ojos se fueron acostumbrando a la falta de luz, reconoció muy a su pesar el lugar donde se encontraba y exclamó:
-¡¡¡NO PUEDE SER, ESTO ES IMPOSIBLE!!!
*********************************** ***********************************
¡Qué será lo que es imposible?, os aseguro que no os lo esperáis, pero lo sabréis en el próximo capítulo (Je, Je, que malo soy)
