Capítulo 2: "LAS NAVIDADES PASADAS"

- ¿Qué paso? ¿Donde estoy? - dice Harry, un poco mareado.

- ¿Donde estas? Es difícil saberlo, Daniel...

Harry parece recordar todo al ver a la chica de cabello grisáceo.

- Así que no fue un sueño - se murmura Harry a si mismo.

- No, no lo fue... por ahora, hohoho.... Dios, ya me parezco a Kyoko... ¡¡NOOO!!

Nota de Kyoko: ¬¬, no sabes de lo bueno.

- ¿Donde estamos? - pregunta de nuevo Harry.

- Bien, Ian...

- ¬¬.... ¡Harry!

- Ahhh, si.... tienes un nombre muy difícil de recordar, Joey...

Harry suspira, sin corregir a Kyala, ¿Para que, si de todos modos siempre le decía diferente?

- ¿Y? - interroga Harry.

- ¿Y.... que?

- ¿Donde estamos?

- ¡Que buena pregunta! ¿No lo sabes?

- ¿Como voy a saberlo? ¡Nunca he estado aquí!

Ambos miran a su alrededor. Parecen estar en la sala de una casa muy acogedora, donde un reluciente árbol de navidad esta cerca de las escaleras.

- Mmmm..... que curioso.... se supone que estamos aquí por una razón... ¿No? - dice Kyala sonriendo.

- ¬¬...

- No te preocupes, sé perfectamente donde estamos...

- ¿Y donde estamos? - contesta Harry perdiendo la paciencia.

- Oye, oye, no presiones.... A ver.... es una casa.... eso es obvio, ¿No?

- ¬¬

- Espera, alguien se acerca.... ¡Ven!

Kyala toma a Harry del brazo, y lo jala hacia un rincón de la pequeña sala. Una mujer delgada, pelirroja, baja las escaleras sonriendo.

- Mary, querida, ¿Cual es la prisa? - se escucha una voz de hombre proveniente de arriba.

La mujer se acerca al árbol, y toma uno de los regalos, poniéndole una pequeña etiqueta. Un hombre alto, rubio y con nariz larga baja las escaleras, y se sienta en un sillón cercano.

- ¿Cual es la prisa, Marybeth? - pregunta el hombre, mirando a la pelirroja.

- Ella es especial, Jim, lo sé.... mi madre me lo dijo, y estoy segura de que Lily heredara ese don....

- Quedamos en que no la presionaríamos, Mary, si ella es... especial, entonces la apoyaremos, Petunia no heredo ese talento... Así que lo mas probable es que Liliana tampoco...

- No, sé que Lily si lo hará....

- Esto es.... - murmura Harry.

- Espero no haberte traído al especial de Navidad de Maria Conchita Alonso - se dice a si misma Kyala.

- Ellos son... ¡Son mis abuelos! - dice Harry emocionado.

- ¿En serio? ¡Ah, claro, tus abuelos! Yo tenía todo esto perfectamente calculado ^^

- ¬¬... si, claro...

Una niña de cabello pelirrojo baja las escaleras emocionada, sus hermosos ojos verdes brillaban de felicidad.

- ¡Lily! ¿Qué haces despierta?

- Ya es navidad, papá - sonríe la niña.

- Es verdad, Jim, ya es navidad....

- ¡Hay que abrir los regalos, mamá!

- Nada de eso, Lily.....

Lily pone una cara de tristeza.

- ... a menos que traigas a Peti, recuerda que ambas deben abrir sus regalos juntas. - ¡Si!

La pequeña Lily sube emocionada las escaleras, dejando a sus padres solos.

- Eres débil con Lily, Mary...

- Mira quien lo dice, siempre le estas cumpliendo todos sus caprichos...

- ^^U.... tienes razón, debemos moderarnos, Peti podría empezar a ponerse celosa, y no queremos eso...

- Si, cuando Lily descubra su talento, necesitara el apoyo de toda la familia, y eso incluye a su hermana... aunque no se lleven bien ahora, estoy segura de que lo harán algún día.

- Eso espero...

- ¡Ay, ya déjame en paz! - grita una niña rubia, que baja con pesar las escaleras.

- ¡Peti! ¡Es Navidad! ¡Es hora de abrir los regalos! - exclama Lily emocionada.

- Ya te escuche, no estoy sorda...

- Bien, niñas.... por esta ocasión, pueden abrir sus regalos antes....

- ¡¡Si!! - grita feliz Lily.

Las niñas se disponen a abrir sus regalos, mientras sus padres las miran felices.

- Con calma, con calma, niñas - recomendaba Jim.

- Este es de la abuela - dice Lily feliz, sacando una cajita.

- Si, me lo dio para que te lo entregara, ella no pudo venir a darles sus regalos personalmente....

Lily observa la caja detenidamente. La abre lentamente, y saca una pequeña moneda dorada.

La niña la toma en sus manos, y la mira cuidadosamente.

- ¿Qué pasa, Lily? - pregunta Mary - ¿Acaso no te gusta?

- ¿Qué es eso? - pregunta Petunia, acercándose a su hermana.

- Una moneda... una extraña moneda - responde Lily.

- ¡Ja! - se burla Petunia - pero que regalo tan feo, es obvio que la abuela no te quiere, y por eso te dio esa moneda tan horrible...

- ¡Petunia! - regaña Jim.

- ¡No es cierto! ¡La abuela me la dio por una buena razón! ¡No digas eso! - defiende Lily.

- ¡Si es verdad! ¡La abuela no te quiere! ¡La abuela no te quiere!

- ¡Déjame en paz! ¡De seguro a ti te dio algo tonto, como ese vestido horrendo que querías!

- ¡Liliana, Petunia, ya basta! - reprendió Jim - recuerden que es navidad, no quiero ni una sola pelea de ustedes dos, o me obligaran a quitarles sus regalos.

Las niñas se miran molestas, y Petunia se aleja a abrir otro enorme regalo, mientras Lily observa la caja en la que venía la moneda.

- Hay una nota.... no la había visto...

Lily saca la nota, y la lee en voz alta:

Lily:

Te parecerá extraño este regalo, dentro de poco tendrá un gran valor para ti, tenlo por seguro. No temas, muchas veces las personas tienen algo especial en ellas, solo hace falta comprensión para darnos cuenta del maravilloso talento que puede ser la magia.

Este regalo es un adelanto a tu cumpleaños también, pues no podré estar ahí, pero el que cumplas 11 años es un gran acontecimiento, y estoy segura que recibirás el mejor regalo de todos...

No olvides visitarme a mi regreso, estoy segura de que podré ayudarte en muchas maneras.

Con amor:

La abuela.

- Vaya... esta moneda es mas valiosa de lo que parece - exclama feliz Lily.

- La abuela sabe lo que hace, ¿Y a ti que te dio, Peti?

- Un vestido de seda - murmura molesta Petunia.

- Que bien, eso era lo que querías, ¿No, hija?

- Si...

Lily vuelve a leer la carta, mientras sus padres ayudan a Petunia a abrir otro enorme regalo.

- Mamá.... - interrumpe Lily.

- ¿Qué pasa, nena?

- ¿Por qué la abuela menciona el talento de la magia en esta carta?

Jim y Mary intercambian miradas nerviosas.

- Creo que tu abuela habla en sentido figurado - explica Jim - quizás se refiera a la magia interior, lo que hace especial a todas las personas....

- Ahhhhh...

- Ven, Lily, vamos a servir el chocolate, te dejare ponerle malvaviscos - sonríe Mary.

- ¡¡Si!! ¡¡Vamos!!

Mary y Lily se dirigen a la cocina, mientras Petunia y Jim siguen abriendo el ultimo regalo.

- Peti, amor, ¿Qué tienes? Estas muy seria...

- Papá.... ¿Quieren mas a Liliana que a mi?

- ¿Qué? ¡Claro que no! ¿De donde sacas esas tonterías, linda? A las dos las queremos por igual...

- ¿En serio?

- Por supuesto, nunca lo dudes...

Jim le da un beso en la frente a Petunia, la cual sonríe alegremente.

- ¡¡Jim!! ¡¡Ven rápido!!

- ¿Qué ocurre?

- ¡¡¡Lily!!! ¡¡Se corto!!

Jim se levanta corriendo y se dirige a la cocina, dejando a Petunia sola en la sala, oyendo las voces provenientes del cuarto contiguo.

- ¡Hay que llamar al hospital! - exclama alarmada Mary.

- Mary, solo es un leve rozon, no le pasara nada, mira, estas mas asustada tu que Lily...

- No me paso nada, mami...

- ¡Ay, Lily! Por eso te digo que debes tener cuidado, amor...

- No la regañes, Mary, nuestra niña es muy fuerte, es una niña valiente, ¿Verdad?

- ¡¡SI!!

Petunia arruga su vestido de seda, y lo lanza al otro lado de la habitación.

- Siempre la perfecta Lily.... como quisiera que tuviera algún defecto... Pero no, para mis padres siempre será la mejor....

Jim, Lily y Mary entran de nuevo a la sala.

- Peti, ¿Terminaste de abrir los regalos?

- Si....

- Bien, vamos a tomar chocolate...

Todos se acercan al árbol de navidad y se abrazan, Lily observa su moneda, y sonríe. La abuela tiene sus razones para darle ese extraño regalo.

Ajenos a que eran observados, la familia sigue platicando, feliz.

- Ese es un galeón de oro.... así que mis abuelos eran brujos...

- Espero que este recorrido te haya aclarado algunas cosas...

- Al menos sé porque tía Petunia odiaba tanto a mi mamá... no debe ser agradable sentirse así....

- ¿Ves? Aprendiste algo nuevo...

- Y mi mamá.... realmente fue feliz...

- ¡¡KYALA!!

Harry y Kyala voltean sorprendidos, viendo a Kyoko y a Kysara a su lado.

- ¿Qué hacen aquí?

- Pregúntaselo a 'doña quejumbres'...

- Me imagino que esa soy yo - exclama Kyoko molesta.

- ¿Tu que crees?

- No me han respondido...

- ¿¿Que te piensas?? ¿Qué vamos a perder el tiempo? (irónico, ¿No?) ¿¿Por qué lo trajiste hasta este tiempo??

- Oye, no cuestiones mis métodos, creí que sería mas educativo para él si veía como era la niñez de su mamá...

- Traducción, se te paso la mano, ¿No? - pregunta con sorna Kysara.

- ¬¬.... eso no esta a discusión...

- ¡Pues apúrate! ¡No tenemos toda la temporada! ¡Mas te vale que termines rápido! ¡Y que me digas que demonios sintieron todos que yo no sentí!

- Buen intento, esta bien, tratare de darme prisa.... pero no prometo nada...

-¡Hazlo, o cantare!

- Ok, ok, no me amenaces ¬¬

- ¬¬.... no puedo creer que funcione.... Andando, Kysara.

- ¿Qué crees que soy? ¿Tu mandadera? Si me vuelves a desviar, te regresaras sola al templo, y no me importa que llegues 5 años tarde...

- Oye, yo solo llegue dos años tarde ¬¬

- Kyo, en realidad fueron tres - sonríe Kyala.

- No ayudas a la causa...

- Vamos ya ¬¬ - dice Kysara.

Kysara y Kyoko desaparecen, mientras Kyala piensa detenidamente a donde llevara a Harry en esta ocasión. Harry sigue observando feliz a su mamá, y a sus abuelos.... el hubiera querido tener una niñez así... Al menos le daba gusto que su mamá si la haya tenido.

La habitación comienza a dar vueltas, y Harry se siente un poco mareado.

- ¿Qué esta pasando? - pregunta el chico.

- Nada, tu no te fijes, Chester...

- ¬¬....

Después de sentirse a punto de vomitar, la habitación se queda sin movimiento, pero extrañamente están en Hogwarts, mas específicamente en la sala común de Gryffindor.

- ¿Qué hacemos en Hogwarts?

- ¡Ay! ¿Por que siempre tienes que preguntar lo obvio? Estamos aquí...... pronto lo averiguaras...

- Eso quiere decir que no lo sabes, ¿Verdad?

- ¬¬.... oye, no presiones, muchacho.

Unas risas se escuchan a lo lejos, y unos jóvenes entran dando un gran escándalo.

- Hay que celebrar esta navidad como nunca... - exclama un joven de cabello oscuro.

- Sirius, nos pueden descubrir...

- Remus... solo tendrás esta edad una vez... además, ¿Somos o no somos los merodeadores?

- Si, Remus, no seas aguafiestas - agrega un chico de gafas y cabello alborotado.

- Aquí mi compadre James me da la razón - dice Sirius solemnemente, abrazando a James.

- ¿Y tu que opinas, Petter?

- L-lo que quieran esta bien...

- ¡Entonces es unánime! - grita Sirius a todo pulmón.

Harry observa con la boca abierta todo esto.... Era... ¡¡Su padre!! ¡¡Su padrino!! ¡¡¡Cuando eran estudiantes!!!

- Ohhh, ese Sirius no esta nada mal - dice picaramente Kyala.

Nota de Kyoko: ¡ES MIO! ¬¬

- Bien - sigue Sirius - esta broma debe ser mejor que las que ya hemos hecho...

- ¿Qué tal poner renacuajos en el baño de las niñas? ¡Apuesto a que saldrán gritando! - propone Petter.

- Pervertido - responde Sirius guiñándole un ojo a Petter - aunque creo que el amigo James no estaría en total desacuerdo, ¿Eh? Podría ver a Lily....

James se sonroja.

- ¡No digas eso! Lily.... jamás se fijaría en alguien como yo... para ella solo soy un inmaduro...

- Y tiene toda la razón - sonríe Remus - no te preocupes, James, te ayudaremos...

- Señores, señores - interrumpe Sirius muy serio - se olvidan de la broma... después hablaremos de los problemas amorosos...

- Sería mas fácil si tuviéramos algunos pasadizos para hacer buenas bromas sin ser descubiertos - suspira Petter.

- ¡Pero que buena idea! - grita James - Debemos hacernos un autoregalo, después de todo nos hemos portado muy bien este año, ¿No?

- Claro, las bromas al grasoso de Snape no cuentan - ríe Sirius.

- ¿Qué tienes en mente, James? - pregunta Remus con curiosidad.

- ¿Qué tal si hacemos un mapa mágico? Así tendríamos acceso a todas las rutas de Hogwarts, después de todo hemos averiguado muy buenos escondites, como la casa de los gritos...

- Odio interrumpir - dice Remus - pero recuerden que mañana es Luna llena...

- Mmmm..... otra buena idea...

- ¿Qué?

- Si, en lugar de firmar con nuestros nombre, firmaremos con apodos.... así nadie sabrá quien elaboro el mapa... lo llamaremos... ¡El mapa del merodeador!

Sirius chifla feliz, mientras todos sonríen.

- ¡Que buena idea! Este regalo será muy especial...

- ¿Y que clase de apodo nos pondríamos?

- Debe ser algo que nos caracterice... ¡Ya sé! ¿Qué tal algo relacionado con nuestra apariencia como animagos?... Yo me pondría... ¡Canuto! - exclama Sirius feliz.

- Entonces yo sería Lunático - agrega Remus.

- Eso me convierte en... ¡Cornamenta! - dice James con una sonrisa.

-¿Y que hay de mi? - pregunta Petter.

- A ver, Petter.... ¡Ya sé! ¡Colagusano!

- ¡Si! ¡Es perfecto!

- Ni mandado a hacer.

Petter frunce el entrecejo, no le gusta mucho ese apodo, pero se une a la alegría de todos.

- Señores Lunático, Cornamenta y Colagusano, es hora de empezar nuestro regalo... - dice Sirius con un tono de voz grave.

- El mapa del merodeador será nuestro legado - sonríe James.

- En marcha, vamos a la casa de los gritos, para trabajar mejor - propone Remus.

- Y hay que llevar comida - agrega Petter.

- Tu siempre pensando en comer, Colagusano...

- Esta navidad será inolvidable.

Los merodeadores salen de la sala común de Hogwarts, dejando a Harry con un nudo en la garganta.

- Que grupo tan peculiar - dice Kyala - ¿Estas bien, Devon?

Al no obtener respuesta, Kyala mira a Harry, el cual parece tener su vista perdida.

- ¡Hey! ¿¿Me escuchas?? ¡¡OYE!! ¿No me digas que ya te mate? Eso no lo cubre mi seguro...

Harry parece reaccionar.

- Lo siento... es que.... no imagine que así hubiera sido la vida de estudiante de mi padre.... realmente eran sus amigos...

- Te pone a pensar, ¿Eh? Bueno, agarrate, que tenemos que ir a un lugar antes de que me despida de ti, Mark...

Harry suspira, ya se estaba acostumbrando al cambio de nombre. De nuevo la habitación comienza a dar vueltas, pero Harry parece acostumbrase ya a este hecho, y solo se agarra del brazo de Kyala.

Harry decide cerrar los ojos para no marearse tanto, y al sentir que todo esta firme de nuevo, abre sus ojos. Ahora están en un hogar parecido al que visitaron la primera vez, solo que con unos objetos muy extraños.

- ¿Y ahora donde estamos?

- Me parece insólito que no lo sepas...

- ¿Y tu si sabes?

- ¬¬.... solo por eso no te responderé.

Una mujer pelirroja entra a la habitación, sus ojos verdes llaman la atención de Harry.

- ¡James! - grita la mujer - ¡Te dije que pusieras el árbol de navidad!

- ¡Lo olvide! - responde un hombre a lo lejos.

- Siempre lo olvidas - murmura molesta la pelirroja - en fin, no tardaran en llegar, así que tendré que hacerlo yo misma...

La pelirroja saca una varita, y rápidamente pone un árbol con algunos adornos.

- Te quedo precioso, amor...

Un hombre alto, con gafas y cabello alborotado entra a la habitación. Lleva en brazos un pequeño bulto.

- Si, claro, eso te tocaba a ti ¬¬

- No te enojes, Lily, es navidad ^^

Lily suspira.

- ¿Como esta Harry?

- Se ha quedado dormido, toda esta emoción navideña no es para él...

- Su primera navidad, ¿No es emocionante?

- Claro, estaba tan emocionado, que se durmió de tan casado que quedo...

- Pobre de mi bebé... - Lily se acerca y besa al bebé en la frente - tenía que salir igual de débil que su padre...

- ¡Oye!

- En eso tiene razón Lily, compadre - exclama una voz en la cocina.

- ¡Sirius! ¡Ven acá para que te pueda dar tu merecido! - reclama James, feliz.

Sirius, Remus y Petter entran a la habitación con algunos paquetes en sus brazos.

- ¡Feliz navidad a todos! - exclama Remus feliz.

- Gracias, que bueno que decidieron venir...

- ¿Y como esta mi ahijado? - pregunta Sirius.

- Dormido, ha sido mucho para él...

- ¿Como? ¡Y yo que le había traído muchos regalos! Es mi ahijado favorito, ¿Saben?

- Sirius... - dice Remus - es tu único ahijado...

- ¡Con mayor razón!

- Iré por las bebidas - interrumpe Lily.

- ¡No! Yo voy... y...yo voy... - exclama Petter, nervioso.

- De acuerdo...

Petter se aleja a la cocina, siendo observados por todos.

- ¿Qué le pasa a Petter? - pregunta James preocupado.

- No sé, lleva días así de extraño - responde Remus.

- Debe ser alguna chica - dice Lily con una sonrisa - los hombres actúan extraños cuando están enamorados.

Como si sintiera un ataque personal, James iba a defenderse, cuando escucharon vasos romperse en la cocina. Todo este ruido despertó al pequeño Harry, el cual comenzó a llorar.

- ¡¡Petter!! ¿¿Estas bien??

- Mejor vamos a ver que paso...

- Yo me quedare a calmar a Harry - propone James - se molesta mucho cuando lo despiertan...

Lily, Sirius y Remus se alejan a la cocina, mientras James calma al bebé, el cual parece estar mas tranquilo.

Lily entra de nuevo a la habitación sosteniendo la mano de Petter, la cual sangra profundamente.

- ¿Qué paso? - pregunta James.

- S-se me resbalaron los vasos.... E-es todo...

- Estoy seguro de que vi una sombra en la cocina - dice Remus mirando a Petter.

- ¿¿Sombra?? N-no.... de seguro te equivocaste....

- Ven Petter, te curare esa herida...

Lily sube con Petter, mientras Sirius y Remus se observan.

- ¡Hey! ¿Ya despertó el pequeño? - exclama Remus para cambiar el tema.

- Con ese escándalo, ¿Tu crees que no?

- A ver, déjame cargarlo...

Sirius se acerca a James, y cuidadosamente carga al bebé.

- Oye, ahijado, tu serás un chico muy guapo, las traerás a todas muertas...

- Como su padre - dice orgulloso James.

- Nahhh, James agradece que saco los ojos de Lily, y que se parece mas a Lily que a ti... - se burla Remus.

- Ahijado, nos llevaremos muy bien.... seré como un padre para ti....

- Nada mas que me quieras hacer la competencia y ya veras, ¿Eh? - le reclama James.

- Ahhh, no te preocupes, James, acudirá a mi para hablarme mal de ti.

- Muy chistoso ¬¬

Lily baja con Petter de nuevo.

- ¿Estas bien, Petter? - pregunta Remus.

Petter asiente.

- ¡Ay! Mi niño ya despertó, así que debe abrir sus primeros regalos...

- Tienes razón, que Harry abra sus regalos...

Sirius pone al niño debajo del árbol, y el pequeño empieza a jugar con todas las pequeñas cajas.

- Tendremos que abrirlos por él - dice James.

Todos desenvuelven sus regalos, y se los dejan cerca al pequeño Harry.

- Creo que el mío no le gusto - se lamenta Sirius - sabia que era pequeño como para haberle comprado una varita de juguete...

- No te preocupes, Sirius, estoy segura de que le gusto mucho - sonríe Lily.

Como si Harry entendiera esto, toma la pequeña varita y la agita varias veces, sonriendo alegremente.

- ¡Le gusto! ¡Le gusto! -exclama feliz Sirius.

- ¿Lo ves?

- Oficialmente, ha sido la primera navidad de nuestro hijo, Lily...

- Si.... nuestro pequeño Harry...

James y Lily besan a Harry en la frente, el cual les sonríe.

- ¡Hey, padrino, faltas tu!

- ¿Yo? Pero yo...

- ¿Eres o no eres su padrino?

Sirius se acerca con cautela, y le da un beso a Harry en la frente. El bebé lo mira con curiosidad, y extiende sus bracitos pidiendo que lo cargue.

- Vaya, Sirius, te lo ganaste - sonríe James - tendré que cuidarme de ti, ¿eh?

- Ni que lo digas, no hay que dejar que Sirius nos consienta de mas a Harry - dice Lily.

Sirius carga a Harry, el cual sigue agitando su varita feliz.

Todos siguen bromeando felices, hasta que el pequeño Harry queda exhausto, y lo colocan en su cuna. Los demás siguen charlando, y abrazándose por la navidad, intercambiando regalos.

Harry toca su frente con su mano.... fue tan querido.... le dieron tanto amor..... Fueron felices... tuvo una familia que lo amaba.... en serio que la tuvo.

- Gracias... - le murmura Harry a Kyala.

- No hay de que darlas, Harry...

- ¡¡Hey!! ¡¡Recordaste mi nombre!!

- Fuiste feliz... nunca lo olvides...

- ¿Qué?

Todo se pone oscuro, y Harry siente que cae lentamente. Pero no le importa, los recuerdos de las navidades pasadas de sus padres le han traído una gran alegría, que ahora nada importa.