¿Qué Decimos?
Al viajar a una escuela de magia

[1] ¡Hoy es el día grande!
Por fin es el primer de septiembre. Hoy los estudiantes del Colegio Santa Teres toman el tren a la escuela.
Mamá: ¡Riqui! ¡Es hora de levantarte! ¡Hoy es el día grande!
Riqui: ¡Ah, sí! Vengo.
(Riqui se levanta inmediatamente, se ducha, y se pone su manto y su sombrero. Luego se pone sus zapatos y va a la cocina para desayunar.)
(Después:)
Mamá: Pues, ¿estás listo?
Riqui: Sí, mamá . . . poco nervioso, pero listo.
Mamá: Bueno. Vamos.
[2] ¡El andén es escondido!
Riqui: Pues, aquí estamos.
Mamá: ¿Tienes tu boleto?
Riqui: Sí, claro.
Mamá: ¿Dónde está el tren?
Riqui: Está detrás de esa barrera. Ya sabes que tengo que salirte ahora.
Mamá: Ah, sí, el andén que necesitas es escondido de los Nuncamagios. Adiós, hijo. Te quiero.
Riqui: Adiós, mami.
(Riqui camina hacia la barrera y desaparece.)
(En el andén doce y cuarto:)
Riqui: ¡Fantástico!
[3] ¿Quieren algo de comer?
(Ahora son las doce y media y Riqui está en el tren con sus nuevos amigos, Chela y Tomás. Una señora les trae comida.)
Señora: ¡Buenas tardes! ¿Quieren algo de comer?
Chela: ¡Sí!
Riqui: Yo soy nuevo aquí . . . ¿Qué hay de comer?
Señora: ¡Bienvenido! Hay sándwiches de toda clase. Hay jugo de calabasa común de beber. Hay chicle, Frijoles de Todo Sabor, y helado.
Riqui: ¿Frijoles de Todo Sabor?
Tomás: Sí, son muy populares en nuestro mundo. Tienen todos los sabores que puedes imaginar: fresa, chocolate, manzana, vainilla . . . y a veces yerba, huevo, café, y mucho más.
Riqui: ¡Qué interesante! (A la señora) Me gustaría un sándwich de queso, los Frijoles de Todo Sabor, un helado de chocolate, y jugo de calabasa común.
Tomás: Para mí, un sándwich de jamón y otro jugo.
Chela: Hay ranas de chocolate, ¿no?
Señora: Claro.
Chela: Bien. Quiero un sándwich de pollo, una rana de chocolate, y el jugo.
Señora: Muy bien. (Ella les sirve la comida.)
[4] ¡Estamos aquí!
(Mucho más tarde, el tren llega en otra estación.)
Tomás: ¡Por fin, estamos aquí!
Chela: ¡Qué bien!
(Las puertas del tren abren y los estudiantes bajan.)
Un Hombre: ¡Hola, niños! ¿Son ustedes los estudiantes nuevos?
Riqui: Sí, señor.
Hombre: Bienvenidos. Ahora, vengan conmigo. Les voy a llevar a la escuela. Soy el profesor Miramontes.
Riqui: Riqui Chávez, mucho gusto.
(Los estudiantes y el profesor miran la escuela.)
Tomás: ¡Muy bien! ¡Es fantástica!
Sr. Miramontes: De acuerdo. Mira allí. Todos los estudiantes van a la escuela en estas calandrias.
Riqui: ¡Vamos!