:: ¿Qué pasa allá fuera? ::

- ¿Qué ha sido eso? – preguntó Katie.

- ¿Han llamado a la puerta? – dijo Hermione.

- Oh... – exclamó Ginny – Sabía que no deberíamos estar aquí...

- Calma Ginny... – susurró Alicia – Yo abriré. No hay nada malo en que las amigas hablen por la noche, ¿no?

- Lo malo es que a estas horas, - dijo Angelina, consultando su reloj – el único que anda levantado es Filch...

Un escalofrío recorrió las espaldas de las chicas, y Alicia dio un paso atrás.

- He cambiado de idea... – dijo, sonriendo.

- Vamos Ally – dijo Katie - ¿Te vas a echar atrás ahora?

Alicia la miró, mientras Katie le devolvía una mirada retadora. Alicia se dirigió hacia la puerta, tomando aire, esperando ver la cara de Filch frente a ella, pero no sucedió así: tuvo que bajar un poco la vista para ver a un pelirrojo.

- ¿Ron? – preguntó, confusa – Ginny, tu hermano ha encogido...

Ginny rió.

- No Ally, - dijo la pelirroja – Es que tú has crecido, y además, eres muy alta.

- Será eso... – dijo Alicia, encogiéndose de hombros – Pero ¡oye! ¿Tú qué haces aquí?

- Erm... – Ron se quedó sin habla. Miraba fijamente a Alicia, que tenía una expresión divertida en el rostro

- ¿Buscando a Hermione?

Alicia miró en dirección a la chica, que se había ruborizado por completo, de forma exagerada. Alicia no pudo contener la risa, al igual que las demás, salvo Ginny, quién miraba a su hermano sin comprender nada.

- Erm... no... – dijo Ron, al fin – bueno sí. Buscaba a Ginny... pero a Hermione también...

Alicia frunció el ceño. No comprendía nada. Pero las demás no sabían más que ella. Incluso Ginny y Hermione estaban perdidas.

- ¿Me acompañáis? – les preguntó Ron, tímidamente.

Ginny y Hermione se levantaron, cogieron sus batas y se encaminaron hacia la puerta.

- Ron... – dijo Ginny - ¿Por qué nos buscas a estas horas?

- Sí, eso – secundó Hermione.

- Ya lo veréis fuera – respondió Ron.

Alicia captó aquellas palabras, y, cuando las chicas salieron siguiendo a Ron, cerró la puerta, y rápidamente, tomó una silla, la colocó junto a la puerta y se sentó allí, con la oreja derecha pegada a la gran puerta, intentando escuchar.

Algo sorprendidas, Angelina y Katie no tardaron más de un segundo en hacer lo mismo.

- ¿A qué estamos jugando? – preguntó Katie.

- Algo pasa ahí fuera... – respondió Alicia.

- Eso ya lo sabemos – dijo Angelina - ¿Pero por qué estamos aquí pegadas a la puerta?

- Porque es algo relacionado con Ginny y Hermione – respondió Alicia – Y, a menos que nos enteremos por nuestra cuenta, estoy segura de que ninguna de las dos va a soltar prenda.

- Pero si ahora le toca a Herm – dijo Katie.

- Por eso mismo – dijo Alicia.

- Esa no habla ni aunque le paguen – comentó Angelina.

- Bien. – dijo Alicia – A espiar.

Pasó un buen rato hasta que las chicas pudieron escuchar algo de ruido tras las puertas. Eran susurros, por lo que les era imposible identificar las voces.

- ¿Tú quién crees que puede ser? – preguntó Angelina.

- Ni idea... – respondió Katie.

- Suena como un chico... – murmuró Alicia – Y... no, definitivamente, no es Ron...

- ¿Entonces? – preguntó Angelina, separándose de la puerta - ¿Quién es? Ha sido él quien ha venido a buscarlas.

- Precisamente no tiene por qué haberse quedado en la puerta – dijo Alicia – Piensa un poco: estamos aquí pegadas a la puerta, intentando escuchar lo que dicen. ¿Crees que no se habrán dado cuenta?

- Cierto – dijo Katie – Si no se ha dado cuenta Ron, lo habrán dicho Ginny o Hermione.

- Bueno... – dijo Angelina – Vale, ya, muy bien. Volvamos a lo nuestro.

Una vez más, las chicas pegaron sus lindas cabecitas a la gran puerta que impedía que escuchasen con claridad.

- Ahora es cuando me arrepiento de no haber atendido el otro día en clase de encantamientos... – se quejó Alicia.

- ¿Por qué? – preguntó Katie.

- Ninguna de las dos echasteis cuenta, ¿a que no?

- Pues no... – contestó Angelina, encogiéndose de hombros - ¿Por?

- Porque se supone que nos estaba enseñando el encantamiento no-sé-qué para hacer invisibles las puertas – explicó Alicia – y que sólo tú puedas ver a través de ella, es decir, que todo el mundo la ve, pero tú sabes lo que pasa en realidad.

- ¿Y por qué no lo haces? – preguntó Katie, impaciente.

- Porque nos acaba de decir que no prestó atención. – aclaró Angelina.

- Ah...

- Sólo sé hacerla desaparecer por completo – dijo Alicia – Y eso no conviene.

- Pues a seguir intentando escuchar... – suspiró Angelina.

- ¡¡Shhh!! – siseó de repente Alicia – Oigo algo...

A un gesto de Alicia, todas volvieron a pegarse a la puerta. Ciertamente, se oían cosas, palabras lejanas, al otro lado de la puerta.

- ¿Qué dicen? – susurró Angelina.

- Yo no oigo nada... – dijo Angelina.

- ¡Shhh! – volvió a sisear Alicia.

- ¡Hey! – dijo Katie – Ya... oigo algo... Sea quien sea... oh no... acaba de decir...

- ¡¡QUÉ!! – gritó Alicia.

- Que tiene que matar... – dijo Katie.

- ¿¡¡¡QUÉ!!!? – gritó Angelina.

- ¡¡SHHHHHH!! – las mandó a callar Alicia - ¿Cómo que matar? Katie, necesitas un descaso...

- ¡Que no! – exclamó Katie – Que sé lo que he escuchado. Ha dicho algo de matar...

- Vale, definitivamente estás loca – dijo Angelina.

- Grrrrrrrrrrrrr – susurró Katie.

- ¡Shh! – dijo Alicia por "decimocuarta" vez – Vamos a seguir...

- ¡Ya oigo! – susurró Angelina.

- Yo debo estar sorda – se quejó Alicia - ¿Otro intento de asesinato?

- Erm... o soy yo, o lo que ha dicho Kat me ha afectado... – dijo Angelina, con una expresión extraña en el rostro...

- ¿Pero qué dicen? – insistió Alicia.

- Que no tiene ninguna esperanza... – respondió Angelina.

Las tres se quedaron en silencio. ¿Estaban escuchando bien?

- Debe tratarse de una broma... – dijo Alicia, incrédula.

- Deberíamos salir – dijo Katie.

- ¿Pero y si es una broma, como ha dicho Ally?

- Mejor nos quedamos aquí aún... – dijo Alicia, volviendo a pegar su cara contra la puerta.

De repente, Alicia dio un golpe en la puerta, y estuvo a punto de caerse al suelo. Las demás se acercaron a ella.

- ¡Ally! – exclamó Katie - ¿Estás bien?

- ¿Qué pasa Ally? – preguntó Angelina.

- Yo... – dijo Alicia, sentándose de nuevo en la silla – He... he escuchado...

- ¿Qué? – inquirió Katie.

- Debe de ser una broma...

- ¿Pero qué ha pasado? – insistió Angelina.

- Era Harry... – dijo Alicia. Las demás la miraron sorprendidas – Dijo que tenía una cosa para ella...

- ¿Qué ella? – dijo Angelina.

- ¿Cómo vamos a saberlo? – preguntó Katie.

- Ginny o Hermione... – respondió Alicia.

Angelina pegó la oreja a la puerta otra vez, pero se retiró rápidamente, con cara de susto.

- ¿Y ahora qué? – preguntó Katie.

- Erm... sea quien sea... – comenzó Angelina – a Harry le parece muy linda... es lo que acaba de decir...

- ¿Y antes quería matarla? – exclamó Katie.

- Nadie quiere matar a nadie... – dijo Alicia, dudosa – hasta que se demuestre lo contrario.

- ¡Oigo pasos! – exclamó Angelina.

Rápidamente, recogieron todas las sillas y volvieron a la cama de Alicia, donde antes habían estado las cinco chicas hablando.

La puerta se abrió, y Ginny entró, cerrándola tras de sí. Lucía ruborizada.

- ¿Ginny? – preguntó Angelina - ¿Qué hacíais ahí fuera Herm y tú?

- Sí, - prosiguió Katie - ¿Para qué quería Ron que salierais?

Ginny levantó la vista, y se sorprendieron al ver una enorme sonrisa dibujada en su rostro. Las chicas la miraron confundidas, pero Alicia miró a Katie, con una extraña expresión en el rostro.

- Vamos a ver... – comenzó Alicia – Ginny, ¿Estabas con Harry allá fuera?

- Erm... – Ginny miró a su alrededor. Las miradas de las otras dos chicas estaban fijas en ella – Erm... sí... supongo que habéis estado espiando, ¿verdad?

- Un poco – dijo Alicia, sin darle importancia.

- Lo sabía... – murmuró Ginny.

- A ver, - prosiguió Alicia - ¿Te dijo algo de que te iba a matar?

Ginny levantó la vista, con una expresión de horror en sus ojos. Las miraba una a una, aterrorizada y confusa.

- Pero... ¿de qué estás hablando?

- Katie dijo que escuchó que te decía que te tenía que matar...

- Me dijo que teníamos que hablar... – respondió Ginny, sin dar crédito a lo que oía.

- Y según Angelina, no te quedaba ninguna esperanza...

- No tenía ninguna esperanza él... – dijo Ginny.

- Bien, - prosiguió Alicia – Yo escuché que tenía algo para ti. Ya me imagino lo que es... – añadió, sonriendo, lo que hizo que Ginny se ruborizase aún más.

- ¡Hey! – exclamó Angelina – No dijiste eso. Nos dijiste que habías escuchado que le decía que se veía linda...

- No te iba a decir que había escuchado eso antes, ¿no? – preguntó Alicia – Habría sonado muy... bueno, ya me entiendes... – se volvió de nuevo a Ginny - ¿Besa bien el señor Potter?

Angelina, Katie y Alicia siguieron haciendo toda clase de preguntas comprometidas, y la pobre Ginny respondía entre risas y súplicas de que parasen ya. Ellas no parecían considerar los ruegos de Ginny, hasta que...

- ¡Hey! – exclamó Ginny – Un momento... ¿Y Hermione?

Las demás quedaron en silencio, mirando alrededor.

- Aquí solo estamos nosotras – dijo Katie – Nadie más...

- Ginny, - dijo Angelina - ¿Dónde está Hermione?

- Debería estar aquí... – respondió la pelirroja.

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Hola familia!!! He vuelto!! Antes de lo esperado, porque tengo un examen este sábado... así que mejor lo hago rápido... erm...

Espero que os guste, no es el último, eso está claro. erm...

Dedicado pa mis niñas, como siempre, las Ronnie's Lvoers: Rupert Fan y Miyu WG ^^ que las kiero 1000000000000000 y por fin estoy hablando con Rupert Fan! *lol* ya era hora!! Y espero que a Miyu le haya salido bien su examen ^^

También se lo dedico a Magica Chan, que se va a poner muy contenta cuando lo lea jeje que según ella ya era hora; y para Isilme, que espero que le vayan las cosas mejor *smooches* pa mi niña!!!

Bueno, lo dejo en sus manos, R&R PLEASE!!!!! o se acabó el fic, porque me he vuelto muy sensible con los reviews :(

GiNgEr WeAsLeY - Ronnie's Lover #3