N/A: hola!! Otra vez leyendo las pelotudeses ke escribo¿? Jejejeje, okis.
Bueno, en este capítulo voy al callejón Diagon Alley. Muy bueno, no se lo
pierdan! Capítulo 4° Marchando!
*************************************************
UNA BRUJA ARGENTINA
4. El Callejón Diagon Alley
Estaba soñando majestuosa y maravillosamente, cuando sentí que me zamarreaban. Me quejé.
_ ¿Te vas a despertar o no? _ preguntó la voz de mi padre desde muy lejos.
_ Ya estoy despierta _ dije sentándome inmediatamente en la cama. No quería perderme nada ese día. Mi papá salió de la pieza para dejar que yo me cambiara. Miré el reloj : 7:00 am. Miré a mi alrededor, ese había sido el cuarto de huéspedes, era bastante grande, gigante comparado con la pieza de Argentina. Mi padre la había limpiado y acondicionado. Yo la había llenado de pósters y fotos.
Me cambié frente al espejo. Mientras pasaba la remera por mi cabeza logré visualizar un movimiento por el rabillo del ojo. Me acomodé la ropa y miré hacia donde había visto ese movimiento. Era mi póster favorito, uno de Mambru. O_O no podía creer lo que mis ojos veían: los integrantes del grupo se movían por el escenario! Podía ver parpadear las luces y cada uno de los gestos de los chicos, como si estuviera viendo la TV.
_ ¡Viejoooo!!!_ grité _ ¡Tenés que venir a ver esto!
Mi padre apareció en la puerta.
_ ¿Qué es lo que tengo que ver? _ me preguntó impaciente
No pude explicarle nada, solamente le señalé la pared en la que estaba el póster. El lo miró y permaneció indiferente.
_ ¿Te gustó? _ me preguntó con una sonrisa
_ ¡Lo hiciste vos! ¡Si, me encanta! _ En ese momento algo comenzó a crecer dentro de mí, ahora tenía unas ganas incomparables de ir a ese colegio, realmente lo deseaba.
******
Cuando bajé vi a mi papá esperándome en la mesa, en la cual se encontraba el desayuno. Estaba delicioso. Mientras comía, me percaté de que había un cuadro colgado arriba de la chimenea. Me paré y lo miré de cerca. Era una hermosa mujer sosteniendo un bebé, y un hombre muy apuesto abrazándolos desde atrás. Todos sonreían. Pude reconocer a mi padre, con unos 23 años, y supuse que la mujer y el bebé éramos yo y mi mamá. La imagen del cuadro, al igual que mi póster, se movía. Podía ver a mis padres reír, y cómo me abrazaban.
Sentí la mano de mi papá en mi hombro. Sonreí
_ Creo que ya es hora de que nos vallamos _ me sugirió él
_ Si, me parece bien. ¿No querés que yo lave los platos? _ le ofrecí
_ Sólo dejalos en la pileta de la cocina _ me indicó
Yo caminé hasta allá y dejé los platos allí. Ya me iba cuando vi cómo la esponja comenzaba a fregar sola los platos. Ahora comprendía todos los beneficios de ser una bruja.
Antes de irnos, mi padre me hizo un hechizo de "traducción", así podía hablar y entender inglés.
******
_ "¡Diagon Alley!" _ grité mientras tiraba los polvos Flu a mis pies. Sentí cómo salía disparada hacia ninguna parte y a la vez en todas direcciones dentro de la chimenea. A pesar de tener los ojos cerrados, pude ver como cientos de luces se cruzaban enfrente mío. No podía distinguir qué era abajo y qué era arriba. Comencé a sentirme mal, el desayuno daba vueltas en mi estómago, como si estuviera en una gran licuadora. De repente todo se calmó. Me di cuenta de que estaba sentada adentro de una chimenea, miré hacia fuera, allí estaba mi padre, sonriéndome. Salí con algo de esfuerzo y me sacudí un poco la ropa. Miré a mi alrededor. Estábamos en una especie de pub, se veía un tanto lúgubre.
_ ¿En dónde estamos? _ le pregunté a mi papá
_ En el famoso Leaky Cauldron
Habían varias personas sentadas ahí, tomando algunos tragos. Supuse que eran todos magos y brujas.
_ ¡ Kevin! _ saludó un hombre a mi padre
_ ¡Ehhh! ¡Tanto tiempo Luke! _ le respondió mi padre dándole la mano
_ ¿Qué andas haciendo aquí?_ le preguntó sonriendo de oreja a oreja _ ¿De visita otra vez?
_ ¡No me vas a creer! ¡Me vengo a vivir!
_ Ah, te decidiste de una vez por todas viejo, he?_ el hombre hizo una pausa, había notado mi presencia._ ¿Esta es tu hija Kev?
_ Si, ella es Sabrina _ yo lo saludé con una sonrisa
_ ¿Te habían dicho antes que eres preciosa, Sabri? _ me preguntó, y yo me ruboricé.
Los dos se despidieron, y mi padre y yo atravesamos el pub, hacia un pequeño patio cerrado. Entré con cautela, sin saber qué me esperaba, estaba lista para cualquier cosa.
Yo estaba mirando a mí alrededor, mientras Kevin parecía contar los ladrillos de una de las paredes. Luego, golpeó tres veces con su varita uno de los ladrillos y se apartó. La pared se estremeció, y se abrió un pequeño agujero en medio de ella. Éste, se hizo cada vez más grande, hasta quedar abierto un pasaje abovedado por el que mi padre pasó, y yo lo seguí.
Sin dame cuenta, me encontré en el medio de una calle con adoquines, que serpenteaba hasta perderse a lo lejos.
_ Bien _ dijo él_ te encuentras en Diagon Alley. Yo miré hacia atrás, por sobre mi hombro y contemplé cómo volvía a cerrarse la pared.
Caminábamos por la calle, por la cual no circulaba ningún auto. Habían miles y miles de negocios a ambos lados. Me di cuenta de que me faltaban ojos para mirar todo lo que se extendía a mi alrededor, los negocios, las cosas extrañas que habían afuera, los magos y brujas haciendo sus compras. Todo era nuevo para mí.
_ Toma _ me dijo dándome unas monedas plateadas_ Espérame aquí, cómprate un helado, yo enseguida regreso.
Le asentí y me dirigí hacia el lugar al que mi padre había señalado. Parecían haber cientos de gustos. Terminé por optar por uno que decía ser "calabaza suiza". Me senté en una de las mesas de mármol, que había en la vereda de la heladería. Aproveché para mirar las maravillas que había a mí alrededor.
Al terminar mi helado, no pude resistir la tentación de ir por lo menos a uno de los negocios a curiosear. Me levanté y caminé hasta uno que decía "Recueros", con letras grandes de madera que cambiaban de color.
Entré y miré el interior del negocio, estaba todo decorado como una cabaña de madera. Miré las cosas que allí había. Me quedaba plata aún, ya que no era muy grande el helado que había comprado. Mi atención se posó en un anillo de dragón plateado. Estaba muy bueno, lo toqué las escamas de plata parecían ser verdaderas.
_ Pruébatelo si quieres _ me dijo la bruja que atendía el local. Le sonreí como agradecimiento.
Me puse el anillo, estaba segura de que me iba a quedar grande, pero entró perfectamente en mi dedo índice. Estaba segura que se había encogido. Al rozar mi piel, el anillo comenzó a girar alrededor de mi dedo y no paraba. Me enamoré de él.
_ ¿Es suficiente con esto? _ le pregunté a la mujer mostrándole algunas monedas plateadas
_ La verdad no.._ comenzó ella_ ¿Es tu primer día en Diagon?
_ Si, es la primera vez que vengo aquí _ le respondí
_ Entonces es un regalo de bienvenida _ me sonrió ella
_ Gracias _ le respondí feliz _ es hermoso, me encanta
******
Estaba viendo una remera que cambiaba de dibujos de llamas ardientes a los del agua cristalina de un manantial.
_ ¡Aquí estás! _ me regañó mi papá, entrando al negocio
_ No pude evitarlo n_ñ' _ le respondí con un tono inocente.
Salimos del local, con la remera.
_ Ahora tenemos que comprar tus cosas _ me dijo
_ ¡Quiero la varita primero ^.^! _ le dije entusiasmada
_ Ok _ me dijo mientras me conducía por las calles.
Llegamos por fin a un negocio muy angosto y poco acogedor. En la puerta podía leerse con letras doradas: "Ollivander: Fabricantes de Excelentes Varillas desde 382 a.C."
El lugar era muy cerrado, y en él sólo había una silla angosta en la cual Kevin se sentó. Miré un montón de estantes que llegaban hasta el techo, contenían miles de cajitas angostas apiladas con prolijidad.
Reinaba un silencio absoluto. Hasta que un anciano pequeño de ojos grandes apareció de atrás de una de las bibliotecas.
_ Buenas tardes....¡Bowens! _ dijo el hombrecillo al notar a mi padre sentado en la silla. Mi padre lo saludó y le explicó que estabamos allí para comprarme una varita.
_ Así que la varita es para ti preciosa _ me dijo el anciano mostrando algunos dientes amarillentos
_ Si.... _ le respondí esbozando una sonrisa forzada.
El tipo me tomó las medidas del brazo derecho y se escabulló buscando unas cajas en los estantes de más adentro. Regresó al rato con una cajita de madera.
_ Madera de Haya y pluma de fénix, diez pulgadas _ me entregó la varilla _ Tómela y agítela
Yo la agité y no logré nada, me sentí como una verdadera idiota. El señor Ollivander me la quitó y me puso otra en las manos:
_ Arce y fibra de corazón de dragón. Ocho pulgadas. Pruebe.
La agité y al instante el señor Ollivander me la quitó de las manos. Me miró intrigado.
_ Vamos, ya tuve un cliente difícil más temprano_ me reprochó buscando entre las cajas más altas_ Ese Harry Potter me hizo revolver todo hoy.
Mi papá que había estado callado todo ese tiempo abrió bien los ojos.
_ ¿Ha....Harry Po-Potter? _ tartamudeó. El señor asintió
_ Venía acompañado de Rubeus Hagrid
_ Entonces está en buenas manos _ suspiró mi padre.
Ollivander no le prestó atención y me mostró otra:
_ Roble, pelo de unicornio. Once pulgadas, linda y flexible
La tomé gritándole por dentro que hiciera algo. Pude sentir un ligero cosquilleo en mis dedos al tocarla. La agité por encima de mi cabeza y un rallo de chispas doradas salieron disparadas hacia una lámpara que había en una esquina, haciéndola añicos.
Mi padre me felicitó y compró la varita. Cuando estábamos por salir le dio una disculpa al señor Ollivander que miraba con furia los pedazos de su lámpara:
_ Discúlpela, es que ella no parece tenerle mucha simpatía a las lámparas.
Reímos juntos fuera de la tienda.
Ahora debía ir a comprar mis túnicas. Papá me condujo hasta una tienda que decía "Madam Malkin, Túnicas para todas las ocasiones".
_ Sabrina, compra todo lo que necesites de tu uniforme. Yo estaré en el negocio de al lado, comprando tus libros _ me explicó señalándome un negocio que tenía un gran cartel en el cual se leía "Flourish and Blotts". Yo asentí, y entré a la tienda con algo de dinero en mi bolsillo. Me atendió una bruja sonriente y regordeta:
_ ¿Qué colegio, querida?
_ Hogwarts
Madam Malkin me arrastró hasta el fondo de la tienda, en donde ya había un chico al que le estaban tomando medidas. Me paré arriba de un escabel. Una bruja joven me trajo una prenda negra y me la ajustó con alfileres, me quedaba algo grande.
_ En seguida regreso _ me dijo, mientras se iba a otra habitación.
_ Con que Hogwarts también, ¿eh? _ me dijo el chico que estaba a mi lado, en otro escabel.
_ Si _ le respondí. El chico era pálido, y tenía el cabello rubio platinado. Pude notar que era bastante lindo (N/A: se dan una idea de kién puede ser ^o^ ¿? )
El chico suspiró disgustado.
_ ¬.¬ Hace un buen rato que me tienen acá . _ se quejó _ A propósito, ¿tienes por lo menos una idea de a qué casa vas a ir?
_ Pues..no _ le dije tímidamente. Mi padre me había explicado algo sobre las casas del colegio, pero no tenía la menor idea a cuál iba a ir.
_ En realidad nadie lo sabe con certeza _ me explicó _ Pero puedes darte una idea, por ejemplo, yo estoy seguro que iré a Slytherin, toda mi familia ha ido allí.
_ Empiezas este año, ¿no? _ le pregunté porque no se me ocurría qué más decir
_ Si_ me respondió _ Por lo que veo, no has estado aquí antes ¿no? _ me dijo con un tono burlón que no me gustó para nada.
_ Pues, no _ le respondí encogiéndome de hombros. El chico arrugó la nariz, en una expresión de .. ¿asco????? O_O ¿?
_ Es que yo he vivido en Arg...América desde muy pequeña, pero mi padre es mago_ me apresuré a decir. La expresión del muchacho se suavizó.
_ A propósito...¿cómo te llamas?
_ Sabrina Bowens ¿ y tú? (N/A: ¿ no les dije ke mi lenguaje cambió con el traductor? ^_~ )
_ Yo soy Malfoy, Draco Malfoy _ dijo dándose aires de superioridad
La empleada que me estaba atendiendo, me trajo listas las túnicas y la capa. Ahora me faltaban los guantes.
_ ¿Las mías todavía no están listas? _ preguntó él con poca amabilidad y recibió un "no" como respuesta.
Mientras miraba los guantes, me llamaron la atención unos de lana negra, que cada tanto eran atravesados por unos delgados rayos de luz verde brillante. Me fascinaban. o.O
_ ¿Te gustan? _ me preguntó el muchacho. Yo asentí maravillada.
_ Son todos tuyos entonces
_ No...no podría aceptarlos _ le dije ruborizándome, aunque en verdad quería esos guante, pero no había llevado suficiente dinero
_ Dale, son mucho más calientes que los comunes
_ Ok, muchas gracias Draco. Sabía, o suponía, que a ese chico le sobraba la guita (N/A: plata para algunas ) pero había sido un buen gesto de parte de él de todos modos.
_ Ves, con mayor razón debes aceptarlos. Acabas de llamar a Draco Malfoy por su nombre....¿y no te atreves a aceptar un regalo de él? _ me dijo con una sonrisa pícara (N/A: Ahhhhhhhh!!!!!!!! ^.^ )
_ Oh, perdón, es que no estoy acostumbrada a llamar a las personas que no conozco por su apellido _ le dije tímidamente.
_ Ya veo _ me dijo él.
Me di cuenta que Kevin estaba del otro lado de la vidriera haciéndome señas para que me apurara.
_ Lo siento, debo irme _
_ Entonces nos vemos en Hogwarts
_ Claro , hasta el 1° de septiembre
_ Solo espero que no seas de Gryffindor _ me dijo un poco más despacio, pero pude escucharlo.
Luego de pagar mis cosas, caminé hacia la salida. Mientras me dirigía hacia la puerta, me crucé con un chico más o menos de mi edad, de pelo negro azabache y ojos verdes. Madam Malkin lo dirigió al lugar en el que yo había estado.
_ ¿Todo listo? _ le pregunté a papá
_ Si _ me dijo enseñándome el caldero, adentro estaban los libros y mi varita.
******
Miré a mi alrededor, sentada en la cama. Pensé en todas las cosas maravillosas que había visto ese día. Sabía que mi vida jamás iba a volver a ser como antes. Desde ahora todo iba a ser totalmente nuevo, pero mucho más divertido e interesante. Hacía una hora que había enviado a mi lechuza Axel, con una carta de confirmación para Hogwarts. Mi padre también se había comprado una lechuza, ya que no teníamos ninguna, y no alcanzaría sólo con la mía. Me sorprendía lo rápido que aprendían esos animales.
Ordené mis cosas. Había estado hojeando mis libros, y estos estaban desparramados por toda mi cama. Me acosté, tenía que dormir bien, ya que mañana Kevin me había prometido algo
***************************************************************
N/A: mmm, si, lo sé, no cuento muchos detalle, porque si no se hará cada vez más larga la historia, quiero escribir un fic, no un libro. No sé si les pareció bien ke incluyera a Draco en este cap, pero soy una archi super mega plus fanática de él.
Ok..., no kiero parecer muy pesada, pero necesito sus REVIEWS para continuar mi historia, necesito saber ké piensan, si tiene algo ke kieran ke cambie, si voy bien, no sép.
Gracias Acaramelada (http://www.fanfiction.net/profile.php?userid=215911) x tus reviews. Beshitos
*************************************************
UNA BRUJA ARGENTINA
4. El Callejón Diagon Alley
Estaba soñando majestuosa y maravillosamente, cuando sentí que me zamarreaban. Me quejé.
_ ¿Te vas a despertar o no? _ preguntó la voz de mi padre desde muy lejos.
_ Ya estoy despierta _ dije sentándome inmediatamente en la cama. No quería perderme nada ese día. Mi papá salió de la pieza para dejar que yo me cambiara. Miré el reloj : 7:00 am. Miré a mi alrededor, ese había sido el cuarto de huéspedes, era bastante grande, gigante comparado con la pieza de Argentina. Mi padre la había limpiado y acondicionado. Yo la había llenado de pósters y fotos.
Me cambié frente al espejo. Mientras pasaba la remera por mi cabeza logré visualizar un movimiento por el rabillo del ojo. Me acomodé la ropa y miré hacia donde había visto ese movimiento. Era mi póster favorito, uno de Mambru. O_O no podía creer lo que mis ojos veían: los integrantes del grupo se movían por el escenario! Podía ver parpadear las luces y cada uno de los gestos de los chicos, como si estuviera viendo la TV.
_ ¡Viejoooo!!!_ grité _ ¡Tenés que venir a ver esto!
Mi padre apareció en la puerta.
_ ¿Qué es lo que tengo que ver? _ me preguntó impaciente
No pude explicarle nada, solamente le señalé la pared en la que estaba el póster. El lo miró y permaneció indiferente.
_ ¿Te gustó? _ me preguntó con una sonrisa
_ ¡Lo hiciste vos! ¡Si, me encanta! _ En ese momento algo comenzó a crecer dentro de mí, ahora tenía unas ganas incomparables de ir a ese colegio, realmente lo deseaba.
******
Cuando bajé vi a mi papá esperándome en la mesa, en la cual se encontraba el desayuno. Estaba delicioso. Mientras comía, me percaté de que había un cuadro colgado arriba de la chimenea. Me paré y lo miré de cerca. Era una hermosa mujer sosteniendo un bebé, y un hombre muy apuesto abrazándolos desde atrás. Todos sonreían. Pude reconocer a mi padre, con unos 23 años, y supuse que la mujer y el bebé éramos yo y mi mamá. La imagen del cuadro, al igual que mi póster, se movía. Podía ver a mis padres reír, y cómo me abrazaban.
Sentí la mano de mi papá en mi hombro. Sonreí
_ Creo que ya es hora de que nos vallamos _ me sugirió él
_ Si, me parece bien. ¿No querés que yo lave los platos? _ le ofrecí
_ Sólo dejalos en la pileta de la cocina _ me indicó
Yo caminé hasta allá y dejé los platos allí. Ya me iba cuando vi cómo la esponja comenzaba a fregar sola los platos. Ahora comprendía todos los beneficios de ser una bruja.
Antes de irnos, mi padre me hizo un hechizo de "traducción", así podía hablar y entender inglés.
******
_ "¡Diagon Alley!" _ grité mientras tiraba los polvos Flu a mis pies. Sentí cómo salía disparada hacia ninguna parte y a la vez en todas direcciones dentro de la chimenea. A pesar de tener los ojos cerrados, pude ver como cientos de luces se cruzaban enfrente mío. No podía distinguir qué era abajo y qué era arriba. Comencé a sentirme mal, el desayuno daba vueltas en mi estómago, como si estuviera en una gran licuadora. De repente todo se calmó. Me di cuenta de que estaba sentada adentro de una chimenea, miré hacia fuera, allí estaba mi padre, sonriéndome. Salí con algo de esfuerzo y me sacudí un poco la ropa. Miré a mi alrededor. Estábamos en una especie de pub, se veía un tanto lúgubre.
_ ¿En dónde estamos? _ le pregunté a mi papá
_ En el famoso Leaky Cauldron
Habían varias personas sentadas ahí, tomando algunos tragos. Supuse que eran todos magos y brujas.
_ ¡ Kevin! _ saludó un hombre a mi padre
_ ¡Ehhh! ¡Tanto tiempo Luke! _ le respondió mi padre dándole la mano
_ ¿Qué andas haciendo aquí?_ le preguntó sonriendo de oreja a oreja _ ¿De visita otra vez?
_ ¡No me vas a creer! ¡Me vengo a vivir!
_ Ah, te decidiste de una vez por todas viejo, he?_ el hombre hizo una pausa, había notado mi presencia._ ¿Esta es tu hija Kev?
_ Si, ella es Sabrina _ yo lo saludé con una sonrisa
_ ¿Te habían dicho antes que eres preciosa, Sabri? _ me preguntó, y yo me ruboricé.
Los dos se despidieron, y mi padre y yo atravesamos el pub, hacia un pequeño patio cerrado. Entré con cautela, sin saber qué me esperaba, estaba lista para cualquier cosa.
Yo estaba mirando a mí alrededor, mientras Kevin parecía contar los ladrillos de una de las paredes. Luego, golpeó tres veces con su varita uno de los ladrillos y se apartó. La pared se estremeció, y se abrió un pequeño agujero en medio de ella. Éste, se hizo cada vez más grande, hasta quedar abierto un pasaje abovedado por el que mi padre pasó, y yo lo seguí.
Sin dame cuenta, me encontré en el medio de una calle con adoquines, que serpenteaba hasta perderse a lo lejos.
_ Bien _ dijo él_ te encuentras en Diagon Alley. Yo miré hacia atrás, por sobre mi hombro y contemplé cómo volvía a cerrarse la pared.
Caminábamos por la calle, por la cual no circulaba ningún auto. Habían miles y miles de negocios a ambos lados. Me di cuenta de que me faltaban ojos para mirar todo lo que se extendía a mi alrededor, los negocios, las cosas extrañas que habían afuera, los magos y brujas haciendo sus compras. Todo era nuevo para mí.
_ Toma _ me dijo dándome unas monedas plateadas_ Espérame aquí, cómprate un helado, yo enseguida regreso.
Le asentí y me dirigí hacia el lugar al que mi padre había señalado. Parecían haber cientos de gustos. Terminé por optar por uno que decía ser "calabaza suiza". Me senté en una de las mesas de mármol, que había en la vereda de la heladería. Aproveché para mirar las maravillas que había a mí alrededor.
Al terminar mi helado, no pude resistir la tentación de ir por lo menos a uno de los negocios a curiosear. Me levanté y caminé hasta uno que decía "Recueros", con letras grandes de madera que cambiaban de color.
Entré y miré el interior del negocio, estaba todo decorado como una cabaña de madera. Miré las cosas que allí había. Me quedaba plata aún, ya que no era muy grande el helado que había comprado. Mi atención se posó en un anillo de dragón plateado. Estaba muy bueno, lo toqué las escamas de plata parecían ser verdaderas.
_ Pruébatelo si quieres _ me dijo la bruja que atendía el local. Le sonreí como agradecimiento.
Me puse el anillo, estaba segura de que me iba a quedar grande, pero entró perfectamente en mi dedo índice. Estaba segura que se había encogido. Al rozar mi piel, el anillo comenzó a girar alrededor de mi dedo y no paraba. Me enamoré de él.
_ ¿Es suficiente con esto? _ le pregunté a la mujer mostrándole algunas monedas plateadas
_ La verdad no.._ comenzó ella_ ¿Es tu primer día en Diagon?
_ Si, es la primera vez que vengo aquí _ le respondí
_ Entonces es un regalo de bienvenida _ me sonrió ella
_ Gracias _ le respondí feliz _ es hermoso, me encanta
******
Estaba viendo una remera que cambiaba de dibujos de llamas ardientes a los del agua cristalina de un manantial.
_ ¡Aquí estás! _ me regañó mi papá, entrando al negocio
_ No pude evitarlo n_ñ' _ le respondí con un tono inocente.
Salimos del local, con la remera.
_ Ahora tenemos que comprar tus cosas _ me dijo
_ ¡Quiero la varita primero ^.^! _ le dije entusiasmada
_ Ok _ me dijo mientras me conducía por las calles.
Llegamos por fin a un negocio muy angosto y poco acogedor. En la puerta podía leerse con letras doradas: "Ollivander: Fabricantes de Excelentes Varillas desde 382 a.C."
El lugar era muy cerrado, y en él sólo había una silla angosta en la cual Kevin se sentó. Miré un montón de estantes que llegaban hasta el techo, contenían miles de cajitas angostas apiladas con prolijidad.
Reinaba un silencio absoluto. Hasta que un anciano pequeño de ojos grandes apareció de atrás de una de las bibliotecas.
_ Buenas tardes....¡Bowens! _ dijo el hombrecillo al notar a mi padre sentado en la silla. Mi padre lo saludó y le explicó que estabamos allí para comprarme una varita.
_ Así que la varita es para ti preciosa _ me dijo el anciano mostrando algunos dientes amarillentos
_ Si.... _ le respondí esbozando una sonrisa forzada.
El tipo me tomó las medidas del brazo derecho y se escabulló buscando unas cajas en los estantes de más adentro. Regresó al rato con una cajita de madera.
_ Madera de Haya y pluma de fénix, diez pulgadas _ me entregó la varilla _ Tómela y agítela
Yo la agité y no logré nada, me sentí como una verdadera idiota. El señor Ollivander me la quitó y me puso otra en las manos:
_ Arce y fibra de corazón de dragón. Ocho pulgadas. Pruebe.
La agité y al instante el señor Ollivander me la quitó de las manos. Me miró intrigado.
_ Vamos, ya tuve un cliente difícil más temprano_ me reprochó buscando entre las cajas más altas_ Ese Harry Potter me hizo revolver todo hoy.
Mi papá que había estado callado todo ese tiempo abrió bien los ojos.
_ ¿Ha....Harry Po-Potter? _ tartamudeó. El señor asintió
_ Venía acompañado de Rubeus Hagrid
_ Entonces está en buenas manos _ suspiró mi padre.
Ollivander no le prestó atención y me mostró otra:
_ Roble, pelo de unicornio. Once pulgadas, linda y flexible
La tomé gritándole por dentro que hiciera algo. Pude sentir un ligero cosquilleo en mis dedos al tocarla. La agité por encima de mi cabeza y un rallo de chispas doradas salieron disparadas hacia una lámpara que había en una esquina, haciéndola añicos.
Mi padre me felicitó y compró la varita. Cuando estábamos por salir le dio una disculpa al señor Ollivander que miraba con furia los pedazos de su lámpara:
_ Discúlpela, es que ella no parece tenerle mucha simpatía a las lámparas.
Reímos juntos fuera de la tienda.
Ahora debía ir a comprar mis túnicas. Papá me condujo hasta una tienda que decía "Madam Malkin, Túnicas para todas las ocasiones".
_ Sabrina, compra todo lo que necesites de tu uniforme. Yo estaré en el negocio de al lado, comprando tus libros _ me explicó señalándome un negocio que tenía un gran cartel en el cual se leía "Flourish and Blotts". Yo asentí, y entré a la tienda con algo de dinero en mi bolsillo. Me atendió una bruja sonriente y regordeta:
_ ¿Qué colegio, querida?
_ Hogwarts
Madam Malkin me arrastró hasta el fondo de la tienda, en donde ya había un chico al que le estaban tomando medidas. Me paré arriba de un escabel. Una bruja joven me trajo una prenda negra y me la ajustó con alfileres, me quedaba algo grande.
_ En seguida regreso _ me dijo, mientras se iba a otra habitación.
_ Con que Hogwarts también, ¿eh? _ me dijo el chico que estaba a mi lado, en otro escabel.
_ Si _ le respondí. El chico era pálido, y tenía el cabello rubio platinado. Pude notar que era bastante lindo (N/A: se dan una idea de kién puede ser ^o^ ¿? )
El chico suspiró disgustado.
_ ¬.¬ Hace un buen rato que me tienen acá . _ se quejó _ A propósito, ¿tienes por lo menos una idea de a qué casa vas a ir?
_ Pues..no _ le dije tímidamente. Mi padre me había explicado algo sobre las casas del colegio, pero no tenía la menor idea a cuál iba a ir.
_ En realidad nadie lo sabe con certeza _ me explicó _ Pero puedes darte una idea, por ejemplo, yo estoy seguro que iré a Slytherin, toda mi familia ha ido allí.
_ Empiezas este año, ¿no? _ le pregunté porque no se me ocurría qué más decir
_ Si_ me respondió _ Por lo que veo, no has estado aquí antes ¿no? _ me dijo con un tono burlón que no me gustó para nada.
_ Pues, no _ le respondí encogiéndome de hombros. El chico arrugó la nariz, en una expresión de .. ¿asco????? O_O ¿?
_ Es que yo he vivido en Arg...América desde muy pequeña, pero mi padre es mago_ me apresuré a decir. La expresión del muchacho se suavizó.
_ A propósito...¿cómo te llamas?
_ Sabrina Bowens ¿ y tú? (N/A: ¿ no les dije ke mi lenguaje cambió con el traductor? ^_~ )
_ Yo soy Malfoy, Draco Malfoy _ dijo dándose aires de superioridad
La empleada que me estaba atendiendo, me trajo listas las túnicas y la capa. Ahora me faltaban los guantes.
_ ¿Las mías todavía no están listas? _ preguntó él con poca amabilidad y recibió un "no" como respuesta.
Mientras miraba los guantes, me llamaron la atención unos de lana negra, que cada tanto eran atravesados por unos delgados rayos de luz verde brillante. Me fascinaban. o.O
_ ¿Te gustan? _ me preguntó el muchacho. Yo asentí maravillada.
_ Son todos tuyos entonces
_ No...no podría aceptarlos _ le dije ruborizándome, aunque en verdad quería esos guante, pero no había llevado suficiente dinero
_ Dale, son mucho más calientes que los comunes
_ Ok, muchas gracias Draco. Sabía, o suponía, que a ese chico le sobraba la guita (N/A: plata para algunas ) pero había sido un buen gesto de parte de él de todos modos.
_ Ves, con mayor razón debes aceptarlos. Acabas de llamar a Draco Malfoy por su nombre....¿y no te atreves a aceptar un regalo de él? _ me dijo con una sonrisa pícara (N/A: Ahhhhhhhh!!!!!!!! ^.^ )
_ Oh, perdón, es que no estoy acostumbrada a llamar a las personas que no conozco por su apellido _ le dije tímidamente.
_ Ya veo _ me dijo él.
Me di cuenta que Kevin estaba del otro lado de la vidriera haciéndome señas para que me apurara.
_ Lo siento, debo irme _
_ Entonces nos vemos en Hogwarts
_ Claro , hasta el 1° de septiembre
_ Solo espero que no seas de Gryffindor _ me dijo un poco más despacio, pero pude escucharlo.
Luego de pagar mis cosas, caminé hacia la salida. Mientras me dirigía hacia la puerta, me crucé con un chico más o menos de mi edad, de pelo negro azabache y ojos verdes. Madam Malkin lo dirigió al lugar en el que yo había estado.
_ ¿Todo listo? _ le pregunté a papá
_ Si _ me dijo enseñándome el caldero, adentro estaban los libros y mi varita.
******
Miré a mi alrededor, sentada en la cama. Pensé en todas las cosas maravillosas que había visto ese día. Sabía que mi vida jamás iba a volver a ser como antes. Desde ahora todo iba a ser totalmente nuevo, pero mucho más divertido e interesante. Hacía una hora que había enviado a mi lechuza Axel, con una carta de confirmación para Hogwarts. Mi padre también se había comprado una lechuza, ya que no teníamos ninguna, y no alcanzaría sólo con la mía. Me sorprendía lo rápido que aprendían esos animales.
Ordené mis cosas. Había estado hojeando mis libros, y estos estaban desparramados por toda mi cama. Me acosté, tenía que dormir bien, ya que mañana Kevin me había prometido algo
***************************************************************
N/A: mmm, si, lo sé, no cuento muchos detalle, porque si no se hará cada vez más larga la historia, quiero escribir un fic, no un libro. No sé si les pareció bien ke incluyera a Draco en este cap, pero soy una archi super mega plus fanática de él.
Ok..., no kiero parecer muy pesada, pero necesito sus REVIEWS para continuar mi historia, necesito saber ké piensan, si tiene algo ke kieran ke cambie, si voy bien, no sép.
Gracias Acaramelada (http://www.fanfiction.net/profile.php?userid=215911) x tus reviews. Beshitos
