Emblemas de la oscuridad
By ryu-kun
Capitulo 21
Niño de la oscuridad.
Mención a abuso infantil.
No lo leas si eres de mente sensible.
La sala estaba iluminada por un resplandor azulado..
Dicho resplandor procedía de una esfera negra.. de la cual parecía manar una sustancia blanca.. La cual formaba una base metálica.
En la oscuridad el digimental brillaba..
Llamándolo...
Oscuridad al parecer infinita..
Desesperación..
Miedo..
Odio..
Oscuridad...
Todas esas emociones las conocían..
Demasiado bien..
Era como su casa..
El lugar donde vivía..
La cosa oscura dentro de la esfera lo llamaba..
Se sentía como el lugar donde vivía.
Era el lugar donde vivía..
Era su vida..
Sus manos magulladas se acercaron al objeto..
Ningún ser se había acercado tanto al objeto..
Ningún niño o digimon se habría podido acercar sin sentir el dolor lacerante de la oscuridad..
Desde que Apocalimon lo dejó en el centro del remolino de la oscuridad..
Allí estaba la maldad de todos los seres del digimundo..
Contenida en un recipiente cristalino..
En cuanto lo tocó el niño no pudo reprimir un gemido de angustia..
El dolor no era físico..
Era en su alma hiriéndolo con intensidad...
El frió espantoso que rodeaba la cámara era abrumador.
Sin embargo no había pasado ningún día de su vida sin sentirlo..
Ya no recordaba la ultima vez que se había sentido con esperanza..
La ultima vez que había sentido amor..
O amistad..
Su inocencia había mancillada hacia muchos años..
Su conocimiento era que viviría otro día igual al anterior..
La única luz que conocía era la luz de las lámparas fluorescentes..
La sinceridad no existía en donde él vivía..
La mentira imperaba..
El dolor..
El miedo..
La vergüenza que había sentido las primeras veces..
Y que ahora no recordaba..
Las largas noches donde lloraba mientras lo usaban como un juguete..
Fingiendo cosas mas allá de su control..
Había aprendido a disimular su dolor..
Los que lo usaban, eran brutales..
No esperaba nada bueno de ellos..
Algunos eran amables..
Pero al final todo querrían lo mismo..
Lo que tanto dolor le causaba..
A veces lo golpeaban y lo tomaban a la fuerza..
Otras veces era tratado con un falso cariño..
Él sabía lo único que les importaba de él..
En el día era la única vez en que podía descansar..
Pero no siempre..
La luz..
Había aprendido a despreciar la luz..
Prefería la oscuridad..
Porque en la oscuridad, solo estaban él y su pena..
En la luz..
Había dolor, humillaciones que ya no le parecía humillaciones sino cosas de la vida..
Su comida era magra y desagradable para cualquiera pero, el solo podía comerla.. si no los calambres en su estomago era peor que el acre sabor de la comida..
Su piel antes morena y suave..
Era ahora pálida y en algunos lugares llenas de manchas blancas..
Había olvidado su nombre hacía mucho tiempo..
Le decían Miky..
Todos le decía así..
Los que lo usaban..
El no era el mayor.. Y lo sabía por experiencia.. La primera vez que llegó tenía cuatro años.. Y desde entonces habían pasado cuatro años..
De vez en cuando escuchaba el llanto de un bebé.. Pero no duraban mucho.. Una semana o a veces unos días y luego no oía nada más..
No era el único..
Había mas niños..
En otras habitaciones..
A veces escuchaba cuando pasaba un carro metálico..
Sabía que un niño había escapado de la única manera en que podía escapar..
Con los pies por delante..
Lo que más detestaba era los gritos de los nuevos..
Miky sintió todo eso, cuando tocó el digimental de la oscuridad..
Su propia vida..
A veces cuando estaba solo en su cuarto, en donde había vivido cuatro años, deseaba que lo golpearan mas fuerte.. que lo lastimarán con todas las fuerzas..
Porque a lo mejor..
Así ya no sentía nada más..
Pero cuando pasaba todo eso..
Era cuidado..
Hasta que se recuperaba y estaba en condiciones de seguir..
Siendo usado..
Sus manos se cerraron con fuerza en la esfera negra.
Y la levantó..
Una hazaña que nadie en el digimundo había logrado..
Solo Apocalimon..
El pequeño Miky caminó con ella..
Un digimon lo esperaba.. Un rochmon lo levantó en vuelo..
Un digimon virus..
Un digimon de la oscuridad..
El brillo de sol le molestaba los ojos Miky cuando salió del remolino..
Los cerró con fuerza y apoyó su cabeza en la fría superficie del digimental..
Las cosas malas le pasaban en la luz..
El digimon volaba erráticamente.. en parte debido al poder de las tinieblas que lo estaba consumiendo..
Finalmente Miky sintió la sacudida en cuando rochmon cayó al suelo..
El niño siguió su camino sin importarle nada más..
Caminó durante mucho tiempo.
Se escondió en cuevas y lugares oscuros..
Caminando de noche..
Comiendo cosas que encontraba en el camino..
La mitad del tiempo no sabía lo que comía..
Pero no podía creer que algo terrenal podía haber sabido tan celestial..
Al recordar su comida normal..
Le hizo soltar lagrimas amargas..
Finalmente llegó al lugar donde debería estar el metal..
Una oscura cueva..
Se adentró en la oscuridad hasta que llegó al fondo..
Allí sintió el vació gélido del torbellino en donde había estado antes el digimental..
El pedestal era un poco mayor que él.. Pero pudo colocar el metal allí.
Miró y luego volvió a mirar el brillo azulado del digimental..
Embelesado se dejó caer al suelo..
Un lugar tan oscuro..
Tan lejos de la gente que podía hacerle daño..
Un lugar donde podía dormir sin que nadie lo despertase..
Para hacerle daño..
Un lugar al que podría llamar hogar..
Sin embargo el metal brilló con luz propia..
Expulsando un fuego azulado..
Porque no toleraba la pequeña esperanza que estaba formándose en su pequeño corazón..
Él chico había cumplido..
Y ahora él vendría para..
Sin embargo Miky cerró sus ojos con fuerzas..
Al recordar las promesas de otros hombres..
"Te sacaré de aquí.. si prometes hacer todo lo que te digo"
El siempre cumplía..
Y siempre terminaba siendo usado..
Había salido de la oscuridad y había visto la luz..
Y le daba mas miedo que nunca..
"No quiero regresar.. no quiero regresar al lugar malo" dijo entre sollozos.
"No quiero mas promesas" dijo mientras el digimenta dio una gran llamarada que parecía abrasarlo todo.
La misma sensación de antes..
El dolor, la pena, todo se repetía en un ciclo..
Ya no había esperanzas para él..
Sintió las manos temblar..
Al sentir como algo era tomado de él..
En sus labios infantiles se esbozó una sonrisa..
Sentía como si todo fuera a terminar pronto..
Una paz desconocida brotó en su corazón...
Como si todo fuera a mejorar..
"Ven.. ven" oyó una voz fría y maligna.
¿Fin?
Para nada..
Apenas comenzaba.
La voz de Demon lo llamaba.
Era irresistible.
Era alguien fuerte.
Alguien tan poderoso como para abrazar al mundo con el fuego de la destrucción.
En su mente inmadura y llena de dolor..
Eso le dio un gran alivio.
Su mundo sería destruido.
Sería arrasado por las llamas.
Todos serían destruidos..
Ardería y ardería..
Desaparecerían todos..
Con el calcinante fuego del averno.
Miky estaba más allá de los conceptos del bien y el mal convencionales..
En un principio se echó la culpa por lo que le pasa.
Por un tiempo trató de controlarlo..
Pero al final terminaron controlándolo a él.
Su vida había sido un infierno.
Lo habían vendido infinidad de veces.
La cantidad suficiente como para saber que no existía la bondad.
El mal debía ser consumido por el fuego.
Todo debía regresar a la nada.
Miky no era un niño cualquiera.
En otro tiempo y otro lugar.
Hubiera sido el noveno niño elegido.
Junto con otros niños hubiera vivido aventuras en el digimundo hasta formar un grupo de 13.
Porque en su interior..
Habitaba un emblema que lo mantuvo con vida durante la mitad de su vida.
El emblema de la fé.
Un emblema neutro.
Porque la fé es conocida como también como voluntad.
La fé lo mantenía con vida.
Fe en un mañana.
Fe en que un día todo acabaría.
Si eso era la su emblema y su maldición.
Era la fé y se suponía que debía ayudar..
Que debía ser pura..
Ser todo lo bueno y noble posible.
Y eso lo atormentaba.
Porque Miky sabía que ya no era puro ni inocente.
Su bondad natural era diluida entre el odio hacia sí mismo y el odio hacia los hombres.
Miky hubiera sido uno de los pocos niños elegidos con un ángel a su cuidado.
Pero su ángel estaba en otro lado.
No pudo ayudarlo cuando más lo necesitaba.
Y al no poder hacerlo..
El ángel se convirtió en Demonio.
Al igual que Miky.
SDe conviertió en una sombra de lo que pudo haber sido.
Miky apenas sonrió.
Su sueño sería realidad.
A costa de lo que fuera.
Verdadera oscuridad empezaba a habitar en su corazón.
Porque la oscuridad es la incapacidad de sentir emociones.
La incapacidad de sentir culpabilidad.
Incapacidad de sentir o dar amor.
Y eso le gustaba.
Había hecho un buen trabajo con Miky.
Al romper su espíritu.
Y ahora su espíritu roto se había amalgamado con la infelicidad.
La tristeza.
El sufrimiento.
La desesperanza.
El mundo era imperfecto.
Y por ende debía ser destruido.
En un mundo perfecto los niños no eran arrancados de sus casas.
Miky recordaba vagamente el rostro de su padre y a su familia.
En los días más oscuros los recordaba y no se sentía digno de recordarlos.
Los odiaba.
Cuanto los odiaba.
Pensando en como han de estar viviendo.
Sin pensar por el infierno que era su vida.
Dormir en camas tal vez más duras o más suaves..
A lo mejor en la interperie.
No recordaba nada de eso.
Pero los odiaba por que ellos..
No eran despertados a media noche para complacer a alguien que deseaba..
No..
Todo regresaría a la nada.
Y después..
Nada.
Morir.
Desaparecer.
Dormir sin despertar..
Miky estaba destinado a conocer a alguien especial.
Pero el destino fue alterado.
Y jamás conocería a Takeru Takaishi.
El único niño que podía haberlo consolado.
Porque él tenía algo que Miky deseaba, pero ahora no podría dárselo.
Porque Takeru era lo único que podía acompletarlo.
Takeru Takaishi era conocido también como Tk el niño de la esperanza.
Esperanza era lo único que deseaba Miky.
Saber que todo estaría mejor.
Que los días no tenía que ser oscuros.
Que podía vivir en paz.
Que podía amar y ser amado sin condición.
Pero eso era un sueño que se esfumó en aire..
Las partículas negras que flotaban en el aire se acercaron a él.
Del suelo salió una plataforma en forma de octágono.
Sus pies fueron adheridos firmemente a la plataforma mientras la esfera de metal se rompía en pedazos.
El digimental de la oscuridad derramaba sus datos contenidos.
Recreando a un digimon de la oscuridad.
Pero ahora lo niños no podría vencerlo.
Porque ahora Apocalymon tenía un as bajo la mano.
La única manera de cómo vencer a los niños elegidos..
Era con otro niño elegido.
Un elegido que quisiera destruirlos.
Un elegido que significaba lo contrario de ellos.
Un niño de la oscuridad.
Miky sintió como a sus pies y en derredor de su cuerpo de su cuerpo crecía una poderosa entidad.
Apocalymon deseaba haber usado a Tk o a Kari.. pero ninguno de ellos estaban disponibles.
Pero a este niño no podía convertirlo.
Ya era parte de él.
El ya era un chico con el corazón débil y sangrante.
Fue presa fácil de las maquinaciones de Apocalymon.
Mientras tanto..
Fuera de la realidad.
Había una via de tren que no iba a un lugar en especial.. Sino a un tiempo determinado.
Dentro de ese tren.. iban dos niños y un digimon.
Trailmon era un digimon que podía viajar entre las dimensiones..
Y entre el tiempo..
De acuerdo a las ultimos datos que se había recibido y actualizado.
La pequeña Kimiyo descansaba en su asiento.
Remy por su parte revisaba el trayecto con una computadora personal.
Estaba cansado y un poco agotado lo mismo que su digimon.
Sin embargo el pequeño sabía había mucho en juego..
En su computadora había una predección de como sería cuando demon alcanzará la forma perfecta.
Demon había sabido como alterar la composición de la materia en el digimundo.
Debido a los conocimientos de Izzy.
Demon estaba a punto de alcanzar una forma en donde nigun niño elegido podría hacerle daño.
Ellos no podían permitirlo..
Desde hacía mucho tiempo ellos había cuidado del destino de los niños elegidos.
Ellos y otros dos que había completado su misión y regresado a su propio era.
Ellos eran los ultimos.
De todos los niños elegidos ellos eran lo unicos que poseían el emblema del tiempo.
Un emblema increiblemente poderoso.
Capaz de cambiar el destino de todo el mundo.
Sin embargo el usarlo antes de tiempo..
Posiblemente hubiera destruido por completo el tiempo actual.
Había sido creado por un genio en su propia era.
Era un emblema tan importante que muy pocos podían usarlo.
Kimiyo y Remy habían sido escogidos especialmente para esta misión.
Los usuarios de la via del tiempo los ayudaron con sus digimon y crearon para ellos una via en la que trailmon pudiera recorrer el camino de las eras.
Pero solo podía hacerlo tres veces.
Y ellos ya llevaban dos..
Demon era un enemigo tan poderoso que en el futuro aun era reconocido como el digimon más peligroso de todos los tiempos.
Por su astucia y crueldad extremas.
Eliminarlo requerría de mucho cuidado y planeación.
20 veinte años había sido usados en investigación y desarrollo.
Y aun así solamente se pudieron entrenar a dos "voluntarios".
Porque sus nombres ya estaban escritos desde antes de que ellos nacieran.
Ellos ya había logrado algo grande antes de nacer.
Y su destino era salvar..
No solo al mundo.
Sino también..
Asegurarse de poder nacer.
Pues de sus acciones dependían su porvenir.
En sus jovenes mentes ellos estabn.
Remy: Estaba sumamente excitado.. y querría tener batallas como las que describían en las cronicas de los elegidos.
Kimiyo: Estaba muy confundida por conocer y hablar con el legendario investigador del digimundo.
Ellos estaban haciendo todo lo posible por concervar el tiempo tal y como estaba.
Kimiyo revisaba los signos vitales de Demon.
Los cuatro digimon estaban en perfecto estado.
Los muy malditos estaban vivos.
Demon había absorvido a su subordinados.
Y con ello había incrementado sus poderes.
Sin embargo no todo estaba perdido.
Kimiyo se levantó y fue al compartimiento de atrás.
En ella estaba la esperanza para todos.
Solamente debía ser alimentada y cuidada.
Por su precaria situación no podía ser confiado su cuidado a la medicina del siglo veinte.
Se necesitaba la medicina del principio del siglo veintiuno.
Su estado era crítico.
Remy había recibido ayuda de pumkimon y gotsumon los cuales se había infiltrado en la base de los Darkmasters.
Kimiyo oprimió un botón y una pantalla mostró sus datos ante ella.
La niña sentía como el casco y los anteojos le molestaban.
Así que se los quitó con mucho cuidado.
Le dolía ujn poco donde habían estado sujetos a su cuello y a sus orejas.
Finalmente su cabellera color ladrillo fue liberada de su conffinamiento.
La niña dio unas cuantos movimientos a su cabeza para que su cabello se liberará por completo.
Y ella consideró pasarse el cepillo pero decidió no hacerlo porque iba a cuidar de que la bondad y la esperanza no se perdieran.
Sus ojos negros miraron con atención como los signos vitales eran debiles pero estables. "El tiempo justo" dijo en voz baja mientras su mano pasó por el cristal con un cariño y una dulzura casi palpables en el aire.
"Otosan" dijo con voz debil y llena de dolor al ver el estado casi crítico de Izzy.
"Te cuidarán y vas vivir muchos años.. y tu sueño.. tu sueño tan largamente acariciado se hará realidad otosan.. te lo prometo" le dijo mientras deseaba tanto tocar la pálida piel del portador del conocimiento.
En el otro compartimiento.
Remy estaba escuchando musica con su reproductor de musica.
Realmente se preguntaba como era que la musica de los 90 pegaba con patada.
Le encantaba las canciones de Ai Maeda que había encontrado en la red.
Estaba sumamente contento de escuchar la voz de la cantante pesar de los años aun le gustaba de donde venía.
Remy estaba cuidando de que Demon no hiciera de las suyas.
Sin embargo sabía que no podían contenerlo para siempre, pero al menos era lo unico que podía hacer.. le había prometido al padre de Kimiyo cuidarla no importara lo que pasará. Y la promesa de un Takaishi siempre valía.
Solo podían esperar poder llegar su destino con tiempo.
El niño volteó para atrás para observar a Kimiyo.
El niño apenas tenía once años y ella tenía nueve.
Y sin embargo ella era muy linda.
Sonrió mientras trataba de dar con el ritmo de la conción con las baquetas de su bateria.
La prueba más dificil estaba por empezar.
Y él lo sabía.
Cerró sus ojos mientras sentái como Demon luchava por liberarse de las fauces de Trailmon.
Solo era cuestion de tiempo para que lo logrará.
Metaforicamente hablando eso tomaría años.
Pero el tiempo no era un lujo.
Estaba muy apretado.
Veía como el reloj digital corría con rápidez como un cronometro.
Tiempo.
Y se acababa.
Al final de la vía que recorrían los esperaba un digimon
Y fuera del ese tiempo.
Los niños descansaban o al menos eso intentaban hacer.
Los niños que habían peleado estab cansados.
Muchos se había ido a sus casas.
La crisis había pasado.
El tiempo se estaba sincronizando con el real.
Tai kamiya seguía en el interior de AncientGreymon.
No podía separarse de él.
Por más que lo intentaba.
Sus fuerzas habían destruido las tinieblas.
Pero no había podido vencer a su ego.
A su ignorancia.
A su egoísmo.
Y todo eso le había costado muy caro.
Dos amigos muy valiosos.
Ellos no regresarían.
Sus casas estarían muy tristes sin ellos.
Y todo por su culpa.
40 niños se habían ido.
Y solamente quedaban seis de lso originales y otros cinco que se habían quedado con ellos.
Un chico y su hermano le infundía dolor en su corazón.
Matt nunca más vería a su hermano.
Una niña d elentes con un claro acento Inglés.
Una niña de china.
Y por ultima una chica de la onda punk.
Todos con digimons.
A su lado estaba Pixiemon la cual estaba hablando con ellos.
Genai estaba del lado de los elegidos originales.
Ancient Greymon estaba de rodillas con al cabeza caída y mirando el suelo.
Que facil era vivir en el digimundo sin tener que enfrentar a los Izumi.. y los Ichida.
Tai lloraba..
Ancient Greymon lloraba por Tai.
Cuando de pronto fue atacado por una descarga de fuego.
"La pelea no ha terminado niños elegidos se escuchó la voz de Apocalimon desde su plataforma.
"Apenas comienza"
Continuará.
Comentarios: más enredoso todavía no puede estar.. Dedicado a Arichan y s Criss..
By ryu-kun
Capitulo 21
Niño de la oscuridad.
Mención a abuso infantil.
No lo leas si eres de mente sensible.
La sala estaba iluminada por un resplandor azulado..
Dicho resplandor procedía de una esfera negra.. de la cual parecía manar una sustancia blanca.. La cual formaba una base metálica.
En la oscuridad el digimental brillaba..
Llamándolo...
Oscuridad al parecer infinita..
Desesperación..
Miedo..
Odio..
Oscuridad...
Todas esas emociones las conocían..
Demasiado bien..
Era como su casa..
El lugar donde vivía..
La cosa oscura dentro de la esfera lo llamaba..
Se sentía como el lugar donde vivía.
Era el lugar donde vivía..
Era su vida..
Sus manos magulladas se acercaron al objeto..
Ningún ser se había acercado tanto al objeto..
Ningún niño o digimon se habría podido acercar sin sentir el dolor lacerante de la oscuridad..
Desde que Apocalimon lo dejó en el centro del remolino de la oscuridad..
Allí estaba la maldad de todos los seres del digimundo..
Contenida en un recipiente cristalino..
En cuanto lo tocó el niño no pudo reprimir un gemido de angustia..
El dolor no era físico..
Era en su alma hiriéndolo con intensidad...
El frió espantoso que rodeaba la cámara era abrumador.
Sin embargo no había pasado ningún día de su vida sin sentirlo..
Ya no recordaba la ultima vez que se había sentido con esperanza..
La ultima vez que había sentido amor..
O amistad..
Su inocencia había mancillada hacia muchos años..
Su conocimiento era que viviría otro día igual al anterior..
La única luz que conocía era la luz de las lámparas fluorescentes..
La sinceridad no existía en donde él vivía..
La mentira imperaba..
El dolor..
El miedo..
La vergüenza que había sentido las primeras veces..
Y que ahora no recordaba..
Las largas noches donde lloraba mientras lo usaban como un juguete..
Fingiendo cosas mas allá de su control..
Había aprendido a disimular su dolor..
Los que lo usaban, eran brutales..
No esperaba nada bueno de ellos..
Algunos eran amables..
Pero al final todo querrían lo mismo..
Lo que tanto dolor le causaba..
A veces lo golpeaban y lo tomaban a la fuerza..
Otras veces era tratado con un falso cariño..
Él sabía lo único que les importaba de él..
En el día era la única vez en que podía descansar..
Pero no siempre..
La luz..
Había aprendido a despreciar la luz..
Prefería la oscuridad..
Porque en la oscuridad, solo estaban él y su pena..
En la luz..
Había dolor, humillaciones que ya no le parecía humillaciones sino cosas de la vida..
Su comida era magra y desagradable para cualquiera pero, el solo podía comerla.. si no los calambres en su estomago era peor que el acre sabor de la comida..
Su piel antes morena y suave..
Era ahora pálida y en algunos lugares llenas de manchas blancas..
Había olvidado su nombre hacía mucho tiempo..
Le decían Miky..
Todos le decía así..
Los que lo usaban..
El no era el mayor.. Y lo sabía por experiencia.. La primera vez que llegó tenía cuatro años.. Y desde entonces habían pasado cuatro años..
De vez en cuando escuchaba el llanto de un bebé.. Pero no duraban mucho.. Una semana o a veces unos días y luego no oía nada más..
No era el único..
Había mas niños..
En otras habitaciones..
A veces escuchaba cuando pasaba un carro metálico..
Sabía que un niño había escapado de la única manera en que podía escapar..
Con los pies por delante..
Lo que más detestaba era los gritos de los nuevos..
Miky sintió todo eso, cuando tocó el digimental de la oscuridad..
Su propia vida..
A veces cuando estaba solo en su cuarto, en donde había vivido cuatro años, deseaba que lo golpearan mas fuerte.. que lo lastimarán con todas las fuerzas..
Porque a lo mejor..
Así ya no sentía nada más..
Pero cuando pasaba todo eso..
Era cuidado..
Hasta que se recuperaba y estaba en condiciones de seguir..
Siendo usado..
Sus manos se cerraron con fuerza en la esfera negra.
Y la levantó..
Una hazaña que nadie en el digimundo había logrado..
Solo Apocalimon..
El pequeño Miky caminó con ella..
Un digimon lo esperaba.. Un rochmon lo levantó en vuelo..
Un digimon virus..
Un digimon de la oscuridad..
El brillo de sol le molestaba los ojos Miky cuando salió del remolino..
Los cerró con fuerza y apoyó su cabeza en la fría superficie del digimental..
Las cosas malas le pasaban en la luz..
El digimon volaba erráticamente.. en parte debido al poder de las tinieblas que lo estaba consumiendo..
Finalmente Miky sintió la sacudida en cuando rochmon cayó al suelo..
El niño siguió su camino sin importarle nada más..
Caminó durante mucho tiempo.
Se escondió en cuevas y lugares oscuros..
Caminando de noche..
Comiendo cosas que encontraba en el camino..
La mitad del tiempo no sabía lo que comía..
Pero no podía creer que algo terrenal podía haber sabido tan celestial..
Al recordar su comida normal..
Le hizo soltar lagrimas amargas..
Finalmente llegó al lugar donde debería estar el metal..
Una oscura cueva..
Se adentró en la oscuridad hasta que llegó al fondo..
Allí sintió el vació gélido del torbellino en donde había estado antes el digimental..
El pedestal era un poco mayor que él.. Pero pudo colocar el metal allí.
Miró y luego volvió a mirar el brillo azulado del digimental..
Embelesado se dejó caer al suelo..
Un lugar tan oscuro..
Tan lejos de la gente que podía hacerle daño..
Un lugar donde podía dormir sin que nadie lo despertase..
Para hacerle daño..
Un lugar al que podría llamar hogar..
Sin embargo el metal brilló con luz propia..
Expulsando un fuego azulado..
Porque no toleraba la pequeña esperanza que estaba formándose en su pequeño corazón..
Él chico había cumplido..
Y ahora él vendría para..
Sin embargo Miky cerró sus ojos con fuerzas..
Al recordar las promesas de otros hombres..
"Te sacaré de aquí.. si prometes hacer todo lo que te digo"
El siempre cumplía..
Y siempre terminaba siendo usado..
Había salido de la oscuridad y había visto la luz..
Y le daba mas miedo que nunca..
"No quiero regresar.. no quiero regresar al lugar malo" dijo entre sollozos.
"No quiero mas promesas" dijo mientras el digimenta dio una gran llamarada que parecía abrasarlo todo.
La misma sensación de antes..
El dolor, la pena, todo se repetía en un ciclo..
Ya no había esperanzas para él..
Sintió las manos temblar..
Al sentir como algo era tomado de él..
En sus labios infantiles se esbozó una sonrisa..
Sentía como si todo fuera a terminar pronto..
Una paz desconocida brotó en su corazón...
Como si todo fuera a mejorar..
"Ven.. ven" oyó una voz fría y maligna.
¿Fin?
Para nada..
Apenas comenzaba.
La voz de Demon lo llamaba.
Era irresistible.
Era alguien fuerte.
Alguien tan poderoso como para abrazar al mundo con el fuego de la destrucción.
En su mente inmadura y llena de dolor..
Eso le dio un gran alivio.
Su mundo sería destruido.
Sería arrasado por las llamas.
Todos serían destruidos..
Ardería y ardería..
Desaparecerían todos..
Con el calcinante fuego del averno.
Miky estaba más allá de los conceptos del bien y el mal convencionales..
En un principio se echó la culpa por lo que le pasa.
Por un tiempo trató de controlarlo..
Pero al final terminaron controlándolo a él.
Su vida había sido un infierno.
Lo habían vendido infinidad de veces.
La cantidad suficiente como para saber que no existía la bondad.
El mal debía ser consumido por el fuego.
Todo debía regresar a la nada.
Miky no era un niño cualquiera.
En otro tiempo y otro lugar.
Hubiera sido el noveno niño elegido.
Junto con otros niños hubiera vivido aventuras en el digimundo hasta formar un grupo de 13.
Porque en su interior..
Habitaba un emblema que lo mantuvo con vida durante la mitad de su vida.
El emblema de la fé.
Un emblema neutro.
Porque la fé es conocida como también como voluntad.
La fé lo mantenía con vida.
Fe en un mañana.
Fe en que un día todo acabaría.
Si eso era la su emblema y su maldición.
Era la fé y se suponía que debía ayudar..
Que debía ser pura..
Ser todo lo bueno y noble posible.
Y eso lo atormentaba.
Porque Miky sabía que ya no era puro ni inocente.
Su bondad natural era diluida entre el odio hacia sí mismo y el odio hacia los hombres.
Miky hubiera sido uno de los pocos niños elegidos con un ángel a su cuidado.
Pero su ángel estaba en otro lado.
No pudo ayudarlo cuando más lo necesitaba.
Y al no poder hacerlo..
El ángel se convirtió en Demonio.
Al igual que Miky.
SDe conviertió en una sombra de lo que pudo haber sido.
Miky apenas sonrió.
Su sueño sería realidad.
A costa de lo que fuera.
Verdadera oscuridad empezaba a habitar en su corazón.
Porque la oscuridad es la incapacidad de sentir emociones.
La incapacidad de sentir culpabilidad.
Incapacidad de sentir o dar amor.
Y eso le gustaba.
Había hecho un buen trabajo con Miky.
Al romper su espíritu.
Y ahora su espíritu roto se había amalgamado con la infelicidad.
La tristeza.
El sufrimiento.
La desesperanza.
El mundo era imperfecto.
Y por ende debía ser destruido.
En un mundo perfecto los niños no eran arrancados de sus casas.
Miky recordaba vagamente el rostro de su padre y a su familia.
En los días más oscuros los recordaba y no se sentía digno de recordarlos.
Los odiaba.
Cuanto los odiaba.
Pensando en como han de estar viviendo.
Sin pensar por el infierno que era su vida.
Dormir en camas tal vez más duras o más suaves..
A lo mejor en la interperie.
No recordaba nada de eso.
Pero los odiaba por que ellos..
No eran despertados a media noche para complacer a alguien que deseaba..
No..
Todo regresaría a la nada.
Y después..
Nada.
Morir.
Desaparecer.
Dormir sin despertar..
Miky estaba destinado a conocer a alguien especial.
Pero el destino fue alterado.
Y jamás conocería a Takeru Takaishi.
El único niño que podía haberlo consolado.
Porque él tenía algo que Miky deseaba, pero ahora no podría dárselo.
Porque Takeru era lo único que podía acompletarlo.
Takeru Takaishi era conocido también como Tk el niño de la esperanza.
Esperanza era lo único que deseaba Miky.
Saber que todo estaría mejor.
Que los días no tenía que ser oscuros.
Que podía vivir en paz.
Que podía amar y ser amado sin condición.
Pero eso era un sueño que se esfumó en aire..
Las partículas negras que flotaban en el aire se acercaron a él.
Del suelo salió una plataforma en forma de octágono.
Sus pies fueron adheridos firmemente a la plataforma mientras la esfera de metal se rompía en pedazos.
El digimental de la oscuridad derramaba sus datos contenidos.
Recreando a un digimon de la oscuridad.
Pero ahora lo niños no podría vencerlo.
Porque ahora Apocalymon tenía un as bajo la mano.
La única manera de cómo vencer a los niños elegidos..
Era con otro niño elegido.
Un elegido que quisiera destruirlos.
Un elegido que significaba lo contrario de ellos.
Un niño de la oscuridad.
Miky sintió como a sus pies y en derredor de su cuerpo de su cuerpo crecía una poderosa entidad.
Apocalymon deseaba haber usado a Tk o a Kari.. pero ninguno de ellos estaban disponibles.
Pero a este niño no podía convertirlo.
Ya era parte de él.
El ya era un chico con el corazón débil y sangrante.
Fue presa fácil de las maquinaciones de Apocalymon.
Mientras tanto..
Fuera de la realidad.
Había una via de tren que no iba a un lugar en especial.. Sino a un tiempo determinado.
Dentro de ese tren.. iban dos niños y un digimon.
Trailmon era un digimon que podía viajar entre las dimensiones..
Y entre el tiempo..
De acuerdo a las ultimos datos que se había recibido y actualizado.
La pequeña Kimiyo descansaba en su asiento.
Remy por su parte revisaba el trayecto con una computadora personal.
Estaba cansado y un poco agotado lo mismo que su digimon.
Sin embargo el pequeño sabía había mucho en juego..
En su computadora había una predección de como sería cuando demon alcanzará la forma perfecta.
Demon había sabido como alterar la composición de la materia en el digimundo.
Debido a los conocimientos de Izzy.
Demon estaba a punto de alcanzar una forma en donde nigun niño elegido podría hacerle daño.
Ellos no podían permitirlo..
Desde hacía mucho tiempo ellos había cuidado del destino de los niños elegidos.
Ellos y otros dos que había completado su misión y regresado a su propio era.
Ellos eran los ultimos.
De todos los niños elegidos ellos eran lo unicos que poseían el emblema del tiempo.
Un emblema increiblemente poderoso.
Capaz de cambiar el destino de todo el mundo.
Sin embargo el usarlo antes de tiempo..
Posiblemente hubiera destruido por completo el tiempo actual.
Había sido creado por un genio en su propia era.
Era un emblema tan importante que muy pocos podían usarlo.
Kimiyo y Remy habían sido escogidos especialmente para esta misión.
Los usuarios de la via del tiempo los ayudaron con sus digimon y crearon para ellos una via en la que trailmon pudiera recorrer el camino de las eras.
Pero solo podía hacerlo tres veces.
Y ellos ya llevaban dos..
Demon era un enemigo tan poderoso que en el futuro aun era reconocido como el digimon más peligroso de todos los tiempos.
Por su astucia y crueldad extremas.
Eliminarlo requerría de mucho cuidado y planeación.
20 veinte años había sido usados en investigación y desarrollo.
Y aun así solamente se pudieron entrenar a dos "voluntarios".
Porque sus nombres ya estaban escritos desde antes de que ellos nacieran.
Ellos ya había logrado algo grande antes de nacer.
Y su destino era salvar..
No solo al mundo.
Sino también..
Asegurarse de poder nacer.
Pues de sus acciones dependían su porvenir.
En sus jovenes mentes ellos estabn.
Remy: Estaba sumamente excitado.. y querría tener batallas como las que describían en las cronicas de los elegidos.
Kimiyo: Estaba muy confundida por conocer y hablar con el legendario investigador del digimundo.
Ellos estaban haciendo todo lo posible por concervar el tiempo tal y como estaba.
Kimiyo revisaba los signos vitales de Demon.
Los cuatro digimon estaban en perfecto estado.
Los muy malditos estaban vivos.
Demon había absorvido a su subordinados.
Y con ello había incrementado sus poderes.
Sin embargo no todo estaba perdido.
Kimiyo se levantó y fue al compartimiento de atrás.
En ella estaba la esperanza para todos.
Solamente debía ser alimentada y cuidada.
Por su precaria situación no podía ser confiado su cuidado a la medicina del siglo veinte.
Se necesitaba la medicina del principio del siglo veintiuno.
Su estado era crítico.
Remy había recibido ayuda de pumkimon y gotsumon los cuales se había infiltrado en la base de los Darkmasters.
Kimiyo oprimió un botón y una pantalla mostró sus datos ante ella.
La niña sentía como el casco y los anteojos le molestaban.
Así que se los quitó con mucho cuidado.
Le dolía ujn poco donde habían estado sujetos a su cuello y a sus orejas.
Finalmente su cabellera color ladrillo fue liberada de su conffinamiento.
La niña dio unas cuantos movimientos a su cabeza para que su cabello se liberará por completo.
Y ella consideró pasarse el cepillo pero decidió no hacerlo porque iba a cuidar de que la bondad y la esperanza no se perdieran.
Sus ojos negros miraron con atención como los signos vitales eran debiles pero estables. "El tiempo justo" dijo en voz baja mientras su mano pasó por el cristal con un cariño y una dulzura casi palpables en el aire.
"Otosan" dijo con voz debil y llena de dolor al ver el estado casi crítico de Izzy.
"Te cuidarán y vas vivir muchos años.. y tu sueño.. tu sueño tan largamente acariciado se hará realidad otosan.. te lo prometo" le dijo mientras deseaba tanto tocar la pálida piel del portador del conocimiento.
En el otro compartimiento.
Remy estaba escuchando musica con su reproductor de musica.
Realmente se preguntaba como era que la musica de los 90 pegaba con patada.
Le encantaba las canciones de Ai Maeda que había encontrado en la red.
Estaba sumamente contento de escuchar la voz de la cantante pesar de los años aun le gustaba de donde venía.
Remy estaba cuidando de que Demon no hiciera de las suyas.
Sin embargo sabía que no podían contenerlo para siempre, pero al menos era lo unico que podía hacer.. le había prometido al padre de Kimiyo cuidarla no importara lo que pasará. Y la promesa de un Takaishi siempre valía.
Solo podían esperar poder llegar su destino con tiempo.
El niño volteó para atrás para observar a Kimiyo.
El niño apenas tenía once años y ella tenía nueve.
Y sin embargo ella era muy linda.
Sonrió mientras trataba de dar con el ritmo de la conción con las baquetas de su bateria.
La prueba más dificil estaba por empezar.
Y él lo sabía.
Cerró sus ojos mientras sentái como Demon luchava por liberarse de las fauces de Trailmon.
Solo era cuestion de tiempo para que lo logrará.
Metaforicamente hablando eso tomaría años.
Pero el tiempo no era un lujo.
Estaba muy apretado.
Veía como el reloj digital corría con rápidez como un cronometro.
Tiempo.
Y se acababa.
Al final de la vía que recorrían los esperaba un digimon
Y fuera del ese tiempo.
Los niños descansaban o al menos eso intentaban hacer.
Los niños que habían peleado estab cansados.
Muchos se había ido a sus casas.
La crisis había pasado.
El tiempo se estaba sincronizando con el real.
Tai kamiya seguía en el interior de AncientGreymon.
No podía separarse de él.
Por más que lo intentaba.
Sus fuerzas habían destruido las tinieblas.
Pero no había podido vencer a su ego.
A su ignorancia.
A su egoísmo.
Y todo eso le había costado muy caro.
Dos amigos muy valiosos.
Ellos no regresarían.
Sus casas estarían muy tristes sin ellos.
Y todo por su culpa.
40 niños se habían ido.
Y solamente quedaban seis de lso originales y otros cinco que se habían quedado con ellos.
Un chico y su hermano le infundía dolor en su corazón.
Matt nunca más vería a su hermano.
Una niña d elentes con un claro acento Inglés.
Una niña de china.
Y por ultima una chica de la onda punk.
Todos con digimons.
A su lado estaba Pixiemon la cual estaba hablando con ellos.
Genai estaba del lado de los elegidos originales.
Ancient Greymon estaba de rodillas con al cabeza caída y mirando el suelo.
Que facil era vivir en el digimundo sin tener que enfrentar a los Izumi.. y los Ichida.
Tai lloraba..
Ancient Greymon lloraba por Tai.
Cuando de pronto fue atacado por una descarga de fuego.
"La pelea no ha terminado niños elegidos se escuchó la voz de Apocalimon desde su plataforma.
"Apenas comienza"
Continuará.
Comentarios: más enredoso todavía no puede estar.. Dedicado a Arichan y s Criss..
