SlamDunk fanfic by Yumi Rukawa
2/Enero 2003 – Praia Brava, Floripa, Brasil ^^
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"Sakuragi-kun, suki da"
Sakuragi sonrió ausente y dejó que su acompañante acomodara suavemente la cabeza sobre su hombro.
La noche estaba estrellada, el cielo despejado y las luces coloridas del festival jugueteaban por sobre los árboles de la plaza, formando una corona luminosa por sobre sus copas. El suave calor del verano había llegado para asentarse sobre los cerezos en flor y se respiraba un ambiente de paz y calma.
Sakuragi acomodó su yukata rojo y estiró la mano hacia el cielo.
"Ya va a empezar..."
Los dos miraron hacia arriba, hacia la inmensidad azul que los envolvía. A lo lejos pudieron escuchar un ruido de tambores que daba inicio a la celebración del natsu matsuri (festival de verano). Arriba, en el cielo, empezaron a hacer aparición unas inmensas luces de colores que iluminaron el firmamento infinito. Fuegos de todos los colores y formas, brillantes, sonoros, impresionantes. La ciudad entera se congeló bajo su belleza para admirar las coloridas figuras danzantes que invadían el cielo enmudeciendo a las estrellas.
"Sabés..." empezó Sakuragi. La melancolía absorbente en su voz hizo un fuerte contraste con la violencia con la que explotaban las luces rojas en el cielo, "cuando yo era más chico y mamá y papá todavía vivían siempre salíamos a la plaza de enfrente de casa a mirar los fuegos en el natsu matsuri... yo nunca entendía porque esas luces brillantes tan hermosas en el cielo se apagaban tan rápido, y mamá decía que era por que cada una de esas luces atrapaba un deseo pedido en el festival y se convertía en estrella fugaz para llevar el deseo al cielo y cumplirlo. Si se apagaban rápido era porque había cumplido con su tarea y el deseo se iba a cumplir, algún día..."
"Un deseo?"
"Si... por eso la gente pide deseos bajo los fuegos... o al menos eso decía mamá..."
"Y cuál era tu deseo Sakuragi-kun?"
"Yo... pedía que algún día pudiera... abrir los ojos una mañana y encontrar un ángel durmiendo a mi lado..."
El último fuego se disparó hacia el cielo y estalló en una lluvia dorada que se apagó con la misma rapidez con la que se había prendido. Hanamichi suspiró y volvió a acomodar su yukata mientras se ponía de pie. Ella lo imitó, sonriendo tristemente. Algo en esa voz vaga le tiró abajo sus esperanzas de conseguir una respuesta afirmativa esa noche. La nueva pregunta se hacía evidente, solo faltaba formularla, aunque por alguna razón no se atrevía a hacerlo...
"Y dime, Sakuragi-kun ya.... ya se cumplió tu deseo?"
Hana volvió a sonreír. Alzó la vista y a varios metros de donde se encontraba se cruzó con un par de ojos que lo observaban. Una figura alta y oscura, envuelta en el azul de un yukata y coronados por un par de ojos de gato atento que observaban cuidadosamente por debajo de una mata despeinada de pelo negro. Allí, a los pies del cerezo donde todo había comenzado. Se miraron por segundos eternos y el pelirrojo tuvo la seguridad de poder responder sin temor a equivocarse.
"Si"
La chica calló. Sus ojos se llenaron de lágrimas, aún sabiendo que esa respuesta era inevitable.
"Ne, Sakuragi-kun, gracias por todo esta noche pero... de verdad tengo que irme, tengo... cosas que hacer..."
Dándose vuelta con un ligero adiós desapareció con prisa por entre los arbustos y los árboles, llorando. Hanamichi suspiró.
Lo siento, Haruko-san,
Volvió a darse vuelta y salió al encuentro de los ojos azules, sonriendo,
pero yo ya encontré... a mi ángel.
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OWARI
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Nota de Autora: ñ_ñ. La idea ppal estaba buena pero.... a medida q lo fui escribiendo se fue achotando... =_=. Igual espero q no me haya quedado tan mal, es algo kindda sweet, ne? (igual lo escribí al pedo en la playa, so... ¬¬)