Hola, perdonen la tardanza, pero no sabía como enfocar este capítulo. En
este capítulo he metido un poquito de otra pareja y el principio del final
de la historia. Bueno, no me lío más. Léanlo y que les guste.
Capítulo 6: Mientras el tiempo pasa
Habían pasado un par de meses del incidente del bosque. Hermione seguía con Ron, y se veía con Harry. Pero no lograba que se juntaran los tres.
Hermione había gastado mucha saliva en intentar convencerles de que eran idiotas. Cuando por fin se habían reconciliado, vuelven a pelear.
Harry solía decir que todo era absurdo, que después de esos cinco años no iban a poder ser amigos de nuevo, aunque lo sintiera. Ron decía lo mismo.
A pesar de haber estudiado el comportamiento humano en su carrera, todavía no era capaz de comprender la forma de ser masculina y su estúpido orgullo.
¿Cómo era posible que hubieran discutido de nuevo por una tontería? Hemione se daba cuenta de que Harry en aquel momento no se debía sentir muy bien. Acababa de ser humillado en el terreno de juego. Y Ron, bueno Ron era la persona más cabezota del mundo.
Así, estos dos meses habían sido bastante extraños. A Ron no le gustaba que Hermione se viera con Harry, ya que decía que era ir contra él, pero Hermione pasaba de él olímpicamente.
Por otro lado la liga había seguido. Los Chudley Cannons estaban en un puesto muy elevado, al que no llegaban desde hacía años. Ron se estaba convirtiendo en un jugador muy importante, y su nombre se barajaba para formar parte de la selección inglesa.
Y los Falmouth Falcons también iban muy bien. Eran ya preferidos para jugar la final y llevarse otro título a sus vitrinas.
Revistas deportivas insinuaban ya el enfrentamiento entre estos dos equipos. Decían que sería interesante ver combatir a Harry Potter y a Ron Weasley. Además, las revistas rosas ya habían anunciado el romance entre Ron y Hermione, lo cual hacía más deseado el partido.
Mucha gente pensaba que Harry y Hermione habían sido novios en el colegio, por ciertas publicaciones de cierta reportera en el cuarto curso (N/A recuerdan?)
Los dos equipos no se habían enfrentado todavía, y todo indicaba que sólo lo harían si llegaban ambos a la final.
De vez en cuando, cuando Ron o Harry ganaban, Hermione deseaba que no hubiera quidditch. Sabía que si se enfrentaban no habría solución posible a su amistad. No sabía qué equipo ganaría, pero estaba claro que Ron o Harry no aceptarían perder.
Esa mañana hacía mucho frío. Harry se había levantado pronto porque había quedado con Hermione. Esta le había prometido una sorpresa, y Harry no tenía ni idea de qué se podría tratar.
Llegó más pronto de lo necesario, y se sentó en un banco. Como siempre era un barrio muggle, así que no tenía razón para preocuparse por fans locos.
Por esta razón, cuando una chica se acercó a él y le abrazó gritando su nombre, sin ni siquiera darle tiempo a reaccionar, pensó que se había equivocado de lugar, que ese era un sitio para magos.
Cuando la chica se separó de él, Harry pudo mirarla mejor.
Era una chica de altura normal, más o menos como él, con ojos azules y una sonrisa preciosa. Llevaba un gorro de invierno en la cabeza, y apenas se la veía el pelo.
"No sabes quién soy, ¿verdad?" dijo la chica, su voz le sonaba, pero no era capaz de identificarla. "Pues no, ni siquiera estoy seguro de que nos conozcamos" "Ya, pues yo no te diré quién soy" con esto la chica misteriosa se sentó a su lado, con una sonrisa. No parecía importarla que no la reconociera.
Harry no sabía qué decir, ¿realmente la conocía? Ella le estaba mirando. La verdad es que esa sonrisa le recordaba algo, y le inspiraba confianza, alegría y algo más.
Pasaron unos diez minutos, en los que la chica no hablaba, pero de vez en cuando se reía sola. Harry no tenía ni idea de lo qué hacer, y su reloj le recordaba que Hermione llegaba tarde.
Cansado, miró a la chica con intención de preguntarla qué pasaba, si sabía algo de su amiga o simplemente quién era ella.
Pero ninguna palabra salió de su boca, algo había saltado en su mente al comprobar una cosa que antes no había visto.
Debajo del gorro de la chica salían unos pelitos rojos. Y ese pelo rojo sólo podía pertenecer a una persona.
"¡Ginny!" "Vaya, por fin, desde luego has perdido mucha astucia"
En ese momento llegó Hermione corriendo y pidiendo perdón por llegar tarde.
"Ya era hora guapa, hemos estado un cuarto de hora sin hablar, el chaval no caía en quién era" dijo Ginny riéndose tidavía
"Perdona, pero has cambiado mucho" se excusó Harry
Hermione sonrió a Ginny, diciéndola con la mirada algo que sólo ellas entendían y se rieron las dos.
"Bueno, ¿qué es de tu vida?" con estas palabras de Harry Ginny empezó a relatar lo que la había pasado desde que finalizó Hogwarts.
Primero se había ido a Austria a hacer un trabajo sobre una especie desconocida hasta entonces, los "Xes", un tipo de lagarto cuya sangre curaba muy bien ciertos embrujos. Por esto el nombre de Ginny Weasley se había hecho famoso entre los investigadores de especies mágicas.
Después de esto había conseguido un puesto para seguir con la investigación de especies nuevas, viajando por todo el mundo y conociendo a todo tipo de gente.
Las historias de Ginny ocuparon un largo rato de charla. Entre las aventuras de la hermana de Ron se incluían varias historias de chicos, que ponían a Harry un poco celoso, aunque no lo reconociera.
"Vaya, has estado enamorada muchas veces, ¿no?" dijo Harry casi sin darse cuenta de lo que pronunciaba
"No la verdad es que sólo dos veces. Una de ti, durante siete largos años, y otra de un chico del que prefiero no hablar" dijo Ginny como si nada, ya no parecía importarle reconocerlo.
"¿De mi? Es una broma, ¿no?" "Broma ninguna, desde luego los chicos sois medio tontos, anda que no tuviste oportunidades de enterarte"
Harry pensó que se le debía de haber quedado una cara demasiado tonta, ya que tanto Hermione como Ginny reprimían la risa.
"Bueno, no te lo tomes a mal. Pensé que como ya ha pasado mucho tiempo no te importaría"
"Si no me importa, pero me ha sorprendido"
"Vale, vale parejita, yo me tengo que ir. Le prometí a Ron que estaría pronto en casa" al oír la palabra Ron Harry hizo una mueca, pero luego se dio cuenta de que si Hermione se iba lo que quedaba de tarde iba a ser muy tenso.
"Hasta luego Hermi" dijo Ginny. Hermione le dirigió un guiño de ojo antes de marcharse. Harry no se dio cuenta, estaba en sus propios pensamientos.
"¿Y bien? Todavía no me has contado tu versión del tema de Ron y tú"
"A saber cuál es su versión. Yo creo que está muy claro, cuando nos peleamos hace cinco años los dos fuimos bastante idiotas, es verdad. Pero ahora es imposible que nos reconciliemos. El otro día quedó demostrado. Ahora cada uno tiene su vida y no hay más qué hablar"
Harry había dicho esto muy deprisa, con un aire de enojo en sus ojos, pero no parecía alterarse demasiado. Y a diferencia de lo que podía pensar Harry, Ginny dio por zanjado el tema.
"¿Por qué no vamos a bailar un rato a una discoteca?" Ginny se levantó, no pensaba aceptar un no. "¿Qué?" "Venga, Hermione me las mostró, son divertidas" y con esto cogió la mano de Harry y empezó a andar.
Harry no era tímido y tampoco tonto, así que se dejó llevar adonde fuera. Se metieron en una discoteca llamada "Génesis" dónde la música incitaba al baile.
Durante el resto del tiempo que estuvieron juntos ese día no pararon de bailar, aunque tampoco pasó nada más.
De todas maneras ese día fue el comienzo de una de esas amistades con derecho a roce. Harry y Ginny solían salir juntos casi todos los sábados, aunque nunca pasaba nada.
Y así, poco a poco, fue llegando el final de la temporada de quidditch. Ese día los Falmouth Falcons jugaban contra los Kenmare Kestrels.
El partido estaba a punto de acabar, ya que Harry ya había visto la snitch. De todas maneras su equipo ganaba por mayoría, y cuando el moreno sintió la pequeña pelota voladora en sus manos, quedó clara su victoria.
Todos los jugadores bajaron al campo menos Harry, que se acercó a las gradas, donde se encontraba Ginny.
Pero esta no parecía contenta, sólo sonreía forzosamente.
"¿No me felicitas?" Ginny casi no oía a Harry. Detrás de ella miles de personas intentaban tocar al buscador. Pero aún así, Ginny pudo articular algo. Su boca formó una O, que Harry entendió a la primera.
Ginny había pronunciado el nombre se su hermano. Harry empezó a descender al campo, pensando en que los Chudley Cannons también habían llegado a la final.
En una semana se enfrentaría a Ron.
¿Y bien? Si les ha gustado pueden ponerlo en el review, y si no también, qué más da! Pues eso, besitos y hasta el próximo capítulo.
Capítulo 6: Mientras el tiempo pasa
Habían pasado un par de meses del incidente del bosque. Hermione seguía con Ron, y se veía con Harry. Pero no lograba que se juntaran los tres.
Hermione había gastado mucha saliva en intentar convencerles de que eran idiotas. Cuando por fin se habían reconciliado, vuelven a pelear.
Harry solía decir que todo era absurdo, que después de esos cinco años no iban a poder ser amigos de nuevo, aunque lo sintiera. Ron decía lo mismo.
A pesar de haber estudiado el comportamiento humano en su carrera, todavía no era capaz de comprender la forma de ser masculina y su estúpido orgullo.
¿Cómo era posible que hubieran discutido de nuevo por una tontería? Hemione se daba cuenta de que Harry en aquel momento no se debía sentir muy bien. Acababa de ser humillado en el terreno de juego. Y Ron, bueno Ron era la persona más cabezota del mundo.
Así, estos dos meses habían sido bastante extraños. A Ron no le gustaba que Hermione se viera con Harry, ya que decía que era ir contra él, pero Hermione pasaba de él olímpicamente.
Por otro lado la liga había seguido. Los Chudley Cannons estaban en un puesto muy elevado, al que no llegaban desde hacía años. Ron se estaba convirtiendo en un jugador muy importante, y su nombre se barajaba para formar parte de la selección inglesa.
Y los Falmouth Falcons también iban muy bien. Eran ya preferidos para jugar la final y llevarse otro título a sus vitrinas.
Revistas deportivas insinuaban ya el enfrentamiento entre estos dos equipos. Decían que sería interesante ver combatir a Harry Potter y a Ron Weasley. Además, las revistas rosas ya habían anunciado el romance entre Ron y Hermione, lo cual hacía más deseado el partido.
Mucha gente pensaba que Harry y Hermione habían sido novios en el colegio, por ciertas publicaciones de cierta reportera en el cuarto curso (N/A recuerdan?)
Los dos equipos no se habían enfrentado todavía, y todo indicaba que sólo lo harían si llegaban ambos a la final.
De vez en cuando, cuando Ron o Harry ganaban, Hermione deseaba que no hubiera quidditch. Sabía que si se enfrentaban no habría solución posible a su amistad. No sabía qué equipo ganaría, pero estaba claro que Ron o Harry no aceptarían perder.
Esa mañana hacía mucho frío. Harry se había levantado pronto porque había quedado con Hermione. Esta le había prometido una sorpresa, y Harry no tenía ni idea de qué se podría tratar.
Llegó más pronto de lo necesario, y se sentó en un banco. Como siempre era un barrio muggle, así que no tenía razón para preocuparse por fans locos.
Por esta razón, cuando una chica se acercó a él y le abrazó gritando su nombre, sin ni siquiera darle tiempo a reaccionar, pensó que se había equivocado de lugar, que ese era un sitio para magos.
Cuando la chica se separó de él, Harry pudo mirarla mejor.
Era una chica de altura normal, más o menos como él, con ojos azules y una sonrisa preciosa. Llevaba un gorro de invierno en la cabeza, y apenas se la veía el pelo.
"No sabes quién soy, ¿verdad?" dijo la chica, su voz le sonaba, pero no era capaz de identificarla. "Pues no, ni siquiera estoy seguro de que nos conozcamos" "Ya, pues yo no te diré quién soy" con esto la chica misteriosa se sentó a su lado, con una sonrisa. No parecía importarla que no la reconociera.
Harry no sabía qué decir, ¿realmente la conocía? Ella le estaba mirando. La verdad es que esa sonrisa le recordaba algo, y le inspiraba confianza, alegría y algo más.
Pasaron unos diez minutos, en los que la chica no hablaba, pero de vez en cuando se reía sola. Harry no tenía ni idea de lo qué hacer, y su reloj le recordaba que Hermione llegaba tarde.
Cansado, miró a la chica con intención de preguntarla qué pasaba, si sabía algo de su amiga o simplemente quién era ella.
Pero ninguna palabra salió de su boca, algo había saltado en su mente al comprobar una cosa que antes no había visto.
Debajo del gorro de la chica salían unos pelitos rojos. Y ese pelo rojo sólo podía pertenecer a una persona.
"¡Ginny!" "Vaya, por fin, desde luego has perdido mucha astucia"
En ese momento llegó Hermione corriendo y pidiendo perdón por llegar tarde.
"Ya era hora guapa, hemos estado un cuarto de hora sin hablar, el chaval no caía en quién era" dijo Ginny riéndose tidavía
"Perdona, pero has cambiado mucho" se excusó Harry
Hermione sonrió a Ginny, diciéndola con la mirada algo que sólo ellas entendían y se rieron las dos.
"Bueno, ¿qué es de tu vida?" con estas palabras de Harry Ginny empezó a relatar lo que la había pasado desde que finalizó Hogwarts.
Primero se había ido a Austria a hacer un trabajo sobre una especie desconocida hasta entonces, los "Xes", un tipo de lagarto cuya sangre curaba muy bien ciertos embrujos. Por esto el nombre de Ginny Weasley se había hecho famoso entre los investigadores de especies mágicas.
Después de esto había conseguido un puesto para seguir con la investigación de especies nuevas, viajando por todo el mundo y conociendo a todo tipo de gente.
Las historias de Ginny ocuparon un largo rato de charla. Entre las aventuras de la hermana de Ron se incluían varias historias de chicos, que ponían a Harry un poco celoso, aunque no lo reconociera.
"Vaya, has estado enamorada muchas veces, ¿no?" dijo Harry casi sin darse cuenta de lo que pronunciaba
"No la verdad es que sólo dos veces. Una de ti, durante siete largos años, y otra de un chico del que prefiero no hablar" dijo Ginny como si nada, ya no parecía importarle reconocerlo.
"¿De mi? Es una broma, ¿no?" "Broma ninguna, desde luego los chicos sois medio tontos, anda que no tuviste oportunidades de enterarte"
Harry pensó que se le debía de haber quedado una cara demasiado tonta, ya que tanto Hermione como Ginny reprimían la risa.
"Bueno, no te lo tomes a mal. Pensé que como ya ha pasado mucho tiempo no te importaría"
"Si no me importa, pero me ha sorprendido"
"Vale, vale parejita, yo me tengo que ir. Le prometí a Ron que estaría pronto en casa" al oír la palabra Ron Harry hizo una mueca, pero luego se dio cuenta de que si Hermione se iba lo que quedaba de tarde iba a ser muy tenso.
"Hasta luego Hermi" dijo Ginny. Hermione le dirigió un guiño de ojo antes de marcharse. Harry no se dio cuenta, estaba en sus propios pensamientos.
"¿Y bien? Todavía no me has contado tu versión del tema de Ron y tú"
"A saber cuál es su versión. Yo creo que está muy claro, cuando nos peleamos hace cinco años los dos fuimos bastante idiotas, es verdad. Pero ahora es imposible que nos reconciliemos. El otro día quedó demostrado. Ahora cada uno tiene su vida y no hay más qué hablar"
Harry había dicho esto muy deprisa, con un aire de enojo en sus ojos, pero no parecía alterarse demasiado. Y a diferencia de lo que podía pensar Harry, Ginny dio por zanjado el tema.
"¿Por qué no vamos a bailar un rato a una discoteca?" Ginny se levantó, no pensaba aceptar un no. "¿Qué?" "Venga, Hermione me las mostró, son divertidas" y con esto cogió la mano de Harry y empezó a andar.
Harry no era tímido y tampoco tonto, así que se dejó llevar adonde fuera. Se metieron en una discoteca llamada "Génesis" dónde la música incitaba al baile.
Durante el resto del tiempo que estuvieron juntos ese día no pararon de bailar, aunque tampoco pasó nada más.
De todas maneras ese día fue el comienzo de una de esas amistades con derecho a roce. Harry y Ginny solían salir juntos casi todos los sábados, aunque nunca pasaba nada.
Y así, poco a poco, fue llegando el final de la temporada de quidditch. Ese día los Falmouth Falcons jugaban contra los Kenmare Kestrels.
El partido estaba a punto de acabar, ya que Harry ya había visto la snitch. De todas maneras su equipo ganaba por mayoría, y cuando el moreno sintió la pequeña pelota voladora en sus manos, quedó clara su victoria.
Todos los jugadores bajaron al campo menos Harry, que se acercó a las gradas, donde se encontraba Ginny.
Pero esta no parecía contenta, sólo sonreía forzosamente.
"¿No me felicitas?" Ginny casi no oía a Harry. Detrás de ella miles de personas intentaban tocar al buscador. Pero aún así, Ginny pudo articular algo. Su boca formó una O, que Harry entendió a la primera.
Ginny había pronunciado el nombre se su hermano. Harry empezó a descender al campo, pensando en que los Chudley Cannons también habían llegado a la final.
En una semana se enfrentaría a Ron.
¿Y bien? Si les ha gustado pueden ponerlo en el review, y si no también, qué más da! Pues eso, besitos y hasta el próximo capítulo.
