Concierto para cinco
Primer movimiento: Chicas y chicos
En cuanto Hermione puso un pie dentro de la casa, sintió que la invadía un calor de hogar. No por nada consideraba a los Weasley su segunda familia.
-¡Vaya! Ya llegaron -Fred llegó hasta la puerta y ayudó a Ron con el baúl de Hermione, mientras George saludaba a la chica.
-¡Bienvenida, Hermione!
-Muchas gracias.
-Hola, Hermione -dijo Fred en cuento todas las cosas estuvieron acomodadas en el recibidor y Ron y Harry pudieron descansar los brazos.
-Hola -respondió la chica con voz alegre.
-¿Quieren tomar algo? -invitó Fred, mientras conducía a todos a la cocina.
Harry, Ron y Hermione lo miraron con recelo. Él soltó una carcajada.
-Vamos, no teman, hablo en serio. Lo que pasa es que mamá no ha regresado, y -miró a su alrededor- pues me perece que se tendrán que conformar con el jugo de calabaza embotellado que está en el refrigerador.
-Es verdad -dijo Harry-. Desde que desperté esta mañana sólo los he visto a ustedes y a Percy. ¿Dónde se encuentran los demás?
Ron se aproximó a ayudar a los gemelos que disponían los vasos para el jugo y contestó a la pregunta.
-Mamá y Ginny fueron de compras. Creo que quieren preparar una cena especial, en honor de nuestros invitados -Harry y Hermione, que estaban sentados a la mesa, se miraron, sonriendo-. Papá está en el trabajo.
-Yo pensaba que ellas volverían antes que ustedes, pero la verdad es que me ví muy ingenuo -indicó Fred-. Por supuesto, son mujeres, y fueron de compras. Rapidez no es precisamente lo más probable.
Todos los hombres rieron divertidos, pero Hermione frunció el ceño.
-Si me disculpan -dijo secamente-, me gustaría lavarme un poco. Además -añadió en voz más baja-, así podrán quedarse solos para disfrutar a sus anchas de todos los comentarios machistas que se les ocurran -y salió con andar altivo.
Los chicos se quedaron boquiabiertos, hasta que George volvió a hablar.
-Es cierto.
-¿El qué? -preguntó Ron.
-Pues que Hermione es una chica.
-Ja! Te recomiendo que no se te ocurra hacer esa aclaración delante de ella. No se lo tomará a bien.
-Desde luego que no lo hará, tonto -dijo Fred, pensativo-. En realidad me alegra que esto salga al tema. Hacía tiempo que quería platicarlo con ustedes dos, pero no había tenido oportunidad.
Harry y Ron intercambiaron miradas curiosas.
-¿De qué se trata? -inquirió Harry.
-Bueno -Fred se puso de pie y empezó a caminar de un lado a otro-, ustedes ya no son unos niños.
-Nah! -se burló Ron.
-¿Quieres callarte? -regañó su hermano-. Por increíble que parezca, no se trata de una broma.
Harry observó al muchacho muy sorprendido. Que hablara seriamente dos veces en el día...parecía un signo apocalíptico.
-Miren, es muy simple. Ustedes tres son amigos desde el primer año en Hogwarts. Se conocen demasiado bien y ¿cómo decirlo? Eh...yo creo que...que los dos están tan acostumbrados al trato con Hermione que...como que no se dan cuenta... Creo que ustedes no se dan cuenta de que Hermione no es un chico más en el grupo.
Tanto Harry como Ron miraron estupefactos a Fred.
-Pero, ¿qué dices? ¡Claro que sabemos que Hermione no es chico! -protestó Ron.
-¿De verdad? -cuestionó Fred, mirándolo suspicaz.
Ron se sonrojó.
-Pu..pues sí.
Harry se admiró aún más de la reacción de Ron que de toda la conversación en general.
-Yo creo que tienes razón, Fred. Por lo menos - Harry miró de reojo a Ron- respecto a mí. Sencillamente nunca me he puesto a pensar que debería actuar distinto con ella.
-Bueno, no tanto como eso -explicó Fred-. Sólo pienso (y lo digo por experiencia) que quizá ella agradecería que dejaran de verla y tratarla como a un amigo.
En ese momento Hermione apareció en la puerta, pero se detuvo al ver las caras que tenían los Weasley y Harry.
-¿Pasa algo? -interrogó con preocupación.
Fred carraspeó y volvió a tomar asiento.
-Nada.
-Ah! -Hermione también regresó a su silla. .
Se hizo un silencio incómodo; Ron parecía sumido en sus pensamientos (un leve tono rosa permanecía en sus mejillas) y no levantó la vista en ningún momento, Harry también lucía absorto y jugaba distraídamente con el vaso. Los gemelos simplemente miraban el reloj familiar (N.d.l.a. 1: Ya saben cuál, ¿no?).
Hermione se impacientó y abría la boca para decir algo, cuando...
-¡Ya están en casa! -gritó George.
La muchacha pudo detectar un deje de alivio en la voz del gemelo.
Todos se levantaron y cuando llegaron a la puerta principal se encontraron con Molly y Ginny Weasley cargadas con bolsas de papel estraza.
-¡Hermione! -exclamó la señora Weasley, permitiendo que sus hijos tomaran los paquetes y corriendo hasta la chica-. Cariño, no sabes cuánto lamento no haber estado aquí para recibirte.
-No se preocupe, señora Weasley, no hay ningún problema.
La mujer le hizo un cariño en el rostro y en seguida se volteó hacia Harrry.
-Y tú, querido, ¿qué tal te encuentras? Tampoco a tí quería dejarte solo, pero...
Harry le sonrió.
-Estoy muy bien, gracias.
Molly Weasley suspiró.
-Bueno, tengo muchas cosas que preparar antes de la cena. Hermione, disculpa que no hayan subido tus cosas, pero Ginny fue muy explícita al decir que no quería que nadie entrara a su habitación mas que tú, y que sus hermanos podrían entrar a dejar las maletas sólo cuando ella estuviese presente -la mamá de los pelirrojos le guiñó un ojo-. En fin, ya sabes, cosas de mujeres.
Este inocente comentario, que sólo provocó un gesto de comprensión en Hermione, consiguió que Ron recuperara el color rojo que con mucho esfuerzo había logrado desaparecer de sus mejillas, que Harry se pusiera pálido y que los gemelos profirieran una risita tonta.
Las mujeres los miraron extrañadas, pero dieron la causa por perdida antes de siquiera pensar en preguntar.
, pensó Hermione.
-Hermione -llamó Ginny con la voz tímida que siemple le salía cuando Harry estaba cerca - me moría de ganas porque llegaras. ¡Tengo montones de cosas que contarte!
Hermione le dedicó una sonrisa. Para ser honesta, Ginny era lo más cercano a una mejor amiga que tenía, y, a fin de cuentas, sólo era un año menor.
-En ese caso, pongámonos a ello cuanto antes.
Ginny asintió. George se acercó a su hermanita.
-¿Está bien que subamos las cosas de Hermione ahora?- inquirió amablemente. Era muy concebible la debilidad de todos los hermanos Weasley por la única niña de la familia.
-Sí, George, gracias.
Entre los gemelos, Ron y Harry, cargaron las pertenencias de Hermione y subieron hasta la habitación de Ginny. A penas dejaron las cosas en el piso, fueron cordialmente invitados a abandonar el lugar.
-Nos veremos en la cena -se despidió Hermione de sus amigos cuando cerraban la puerta.
Ambos contestaron con vago gesto de mano.
Al entrar al cuarto de Ron, Harry notó que algo había cambiado desde esa mañana. No estaba seguro de si era en él, en el ambiente...o en Ron. Su amigo estaba muy callado, y ni siquiera hizo caso cuando Hedwig entró por la ventana (había salido a cazar, probablemente) y Pig armó tremendo escándalo.
-Qué extraño fue todo eso, ¿no?
Ron levantó la vista hacia él.
-Hum?
-Digo, la conversación con Fred.
-Sí -respondió Ron lacónicamente.
Harry respiró profundamente.
-¿Te ocurre algo?
Ron negó con la cabeza.
Harry se dió por vencido. A fin de cuentas, no lo voy a obligar a decirme nada. Además, él también quería reflexionar un poco.
-Es sólo que... -dijo de pronto Ron.
Harry lo miró expectante.
-¿Habías pensado alguna vez en eso?
-¿En eso? -interrogó Harry
-Tú sabes...en que Hermione es una chica.
-Bueno -Harry dudó, esforzándose por hallar las palabras correctas-. Es raro. Porque, siempre hemos sabido que Hermione es chica ¿no? Pero creo que en lo que jamás nos habíamos fijado es en que -se ruborizó- estamos cambiando.
Ron abrió los ojos como platos. ¿Le daba pena hablar de ello con Harry? ¿Por qué habría de darle pena? Era su mejor amigo. Pero igual, resultaba muy inusitado.
-Quiero decir -prosiguió Harry-, que cuando somos más pequeños, realmente no importa mucho si eres niño o niña, ¿verdad? Me parece que eso es lo que intentaba decir Fred. Conforme crecemos, las diferencias se van acentuando más.
-Las diferencias... -repitió Ron.
-Sí. -Harry tomó aire-. Las físicas y las mentales. Es natural, supongo.
-Claro - contestó el pelirrojo.
En la mente de Harry se formuló una pregunta, pero no estaba muy seguro de hacerla. Ron se puso de pie y se asomó por la ventana.
-Se hace tarde.
Harry movió la cabeza afirmativamente.
-¿Ron?
-Dime.
-Alguna vez tu papá y tú...eh...¿han hablado acerca de...?
-No, jamás.
-Ah!
-Pero -añadió Ron con rapidez -me imagino que ya no tarda en hacerlo.
-Es posible.
Los dos chicos volvieron a quedarse callados por un rato.
-Por otra parte -expresó Ron, cortando el silencio- Hermione nunca a sido muy femenina, ¿no crees?
Harry hizo un recuento de todas las cosas que recordaba de su amiga desde primer año.
-Por ejemplo -continuó el otro-, ahí tienes a Lavender y Parvati. Son amigas, sólo se llevan entre ellas. Les encanta andar de chismosas, se preocupan mucho por su apariencia y lo único que hacen con los chicos es reírse como tontas. Hermione nunca ha hecho nada de eso.
-Quizá sólo cuando... -el recuerdo del baile de Navidad del año anterior se instaló en la mente de Harry.
En aquella única ocasión, Hermione había probado a todos que ERA una chica. Y no sólo eso, sino también que era una chica preciosa.
Indudablemente, Ron también había recordado aquel acontecimiento, porque de inmediato frunció el ceño.
-Cuando acompañó a Viktor Krum al baile de Navidad -completó.
No obstante, Ron desechó su animadversión contra el famoso jugador de quidditch, porque lo había vencido. Sí, lo había derrotado y su victoria había sido arrolladora: Hermione estaba pasando el verano en SU casa, con ellos, y no en Bulgaria con él.
¿Y ahora qué rayos le pasa?, se preguntó Harry cuando Ron prorrumpió en carcajadas.
-No lo sé, Ron. Quizá sólo era cuestión de tiempo para que Hermione descubriera que puede ser femenina. O tal vez sólo era cuestión de tiempo que se interesara por demostrarlo.
Antes de que Ron pudiera agregar nada más, alguien llamó a la puerta.
-Adelante -dijo.
En el umbral de la puerta apareció Hermione.
-Hola -saludó-. La cena está lista. No se demoren mucho, por favor. Parece que tu papá - se dirigió a Ron- está a punto de llegar.
Se dió la vuelta para salir de ahí, pero Ron la detuvo.
-Espera, Hermione.
Ella lo miró interrogante.
-Bajamos contigo.
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Jajajaja...vaya, esta vez me sorprendí a mí misma. Creo que es el capítulo más largo que he escrito en los últimos 6 meses O_O.
Bueno, ésta es también la primera vez que cambio mi modo de escribir. Generalmente lo que hago es llevar ventaja, es decir, cuando publico un capítulo, ya tengo los dos siguientes escritos. Pero como al parecer eso no ha funcionado (dado que después pierdo el hilo totalmente y la inspiración me abandona) ahora voy sobre la marcha. Lo único malo que le veo es que ya no habrá vuelta atrás, de modo que tendré que cuidarme mucho más de que los capítulos no sean incoherentes entre sí. ^^ A ver que resulta. Por el momento, creo que todo va saliendo como quiero. Primero que nada estoy planteando la situación de tres de los protagonistas. De ahí, seguiré enredando las cosas =P.
Por favor, dejen sus opiniones. me da mucha curiosidad saber lo que piensan :D. Gracias por leer ^_-. Aiwe P.B.
