No tengo valor.
La decisión.
La chica llegó cansada a casa. Harry, Ron y Seamus estaban despiertos viendo una de esas películas gustosas por los hombres. Empezó por rogar que la niña estuviese dormida porque sino...
-¿Cómo te fue Herm? – Hary se levantó a saludarla con palomitas en la mano. (Y no le ofreció) (Mentira, sí)
-Muy bien – Lo primero que hizo fue sacarse los zapatos – Por fin terminamos con esto del asunto muggle – Abrió la nevera y extrajo un poco de jugo de calabaza.
-¿Me traes un poco Herms?
-Uy Ron, que flojo te has puesto – Le sirvió un poco – Aquí tienes, de calabaza como te gusta para que no te quejes.
La chica se quitó la chaqueta y se desamarró el cabello. Tenía un sueño tan terrible que los párpados se le cerraban solos. Bostezó unas cuantas veces y luego escuchó un murmullo entre Ron y Seamus. Después empezaron con sus risitas estúpidas.
-Además de la película tenemos hechos reales – Seamus quiso referirse a que Hermione se estaba quitando la ropa enfrente de ellos, al menos se quitó la chaqueta, se desamarró la colea y se quitó los zapatos, ese era el principio.
-Ustedes y sus comentarios, cómo creen que puedo desvestirme enfrente de ustedes, o qué, nunca han visto a una chica quitarse una chaqueta y unos zapatos, ush, parecen nenes.
-Enfrente mío sí, y muchas veces – Ron y Seamus rieron juntos.
-Ay seños Weasley, como que está empezando a desear la vida que tenía hace más de seis años ¿eh?
-¿Quién no? – Volvieron a reír.
El chico de lentes notó el cansancio de Hermione por lo que decidió llevarla a dormir. La recostó sobre su pecho y la guió a su recámara. Ella se durmió al instante. Se notaba que había trabajado bastante. Bajó de nuevo para encontrarse con las risitas tontas de Ron y de Seamus.
-Esoooooo, ese galón – Reían cada vez más duro.
-Van a despertar a Lissie. Hagan un poco más de silencio – Los dos se callaron inmediatamente y siguieron viendo la película tranquilos.
-Mañana vienen Samantha a casa.
-¿En serio? Bien por ti Seamus, ella ha sido la que me ha caído mejor de las cincuenta que has tenido – Harry se preparó un sándwich.
-Hey cuidadito tío, no vaya a ser que te enamores de ella, porque se es por eso a mí también me cae muy bien... – El chico se rió junto con Ron.
-Ustedes son imparables.
Se sentó junto con ellos para terminar de ver la película. Según ellos se estaba poniendo "interesante", pero aún así el chico de ojos esmeraldas no le encontraba lo "interesante" a la cosa. Mientras ellos se reían él se estaba quedando dormido, debió haberse ido a dormir después de dear a Hermione en su habitación.
-Vaya, esa sí que es una mujer – Seamus le dirigió una mirada a Harry – No es cierto Harry... ¿Harry?
-Nah, déjalo Seamus, cuando cae rendido no hay quien lo despierte, exceptuando a Lissie por supuesto.
*
-Buenos días Lissie, cómo amaneció a nena más hermosa de este mundo – La niña sonrió graciosamente.
-Muy bien Seam, pero tengo mucha hambre.
-No le des nada Seamus, le acabo de dar comida, no quiero que la niña se me ponga glotona – Hermione gruñó.
-Pero Herms, es solo una niña, está en proceso de crecimiento, necesita estar bien alimentada...
-Ya lo está Ron, no intentes volverla como tú, no quiero que tenga problemas alimenticios, en un niño es fundamental la comida sana – su tono de buena madre aumentó y sonrió de felicidad.
-Buenos días chicos – Todos le saludaron – Mi beso de buenos días Lissie – La niña corrió a los brazos de Harry – Ya ni lo haces, ya no me quieres...
-¡Claro que sí! – La niña protestó abriendo sus ojitos miel como platos – Eres un chavo radical.
Hermione dejó a un lado su plato - ¿Cómo has dicho Lissie? Pero quién demonios le enseña ese vocabulario a la niña – Todos se señalaron – Uy Ron, ni siendo su padre biológico...
-HEY, chicos, vengan, miren que chava más radical la de la tele – Seamus señaló el programa que estaban pasando, los otros chicos soltaron una risa.
-Tú también Seamus, enseñándole de todo a la pobre criatura. No sé cómo es que harían si tuvieran hijos y esposa.
-Lissie es como nuestra hija.
-¿Cómo es que nunca se han casado?
Todos se quedaron callados y siguieron trabajando en lo suyo. La pequeña se quedó con la expresión de duda, aún esperaba una buena respuesta de parte de los tres.
-¿Sabes princesita? Pronto irás a Hogwarts.
-Papi, pero si faltan cinco años para eso...
-Sí, lo sé cariño... Emmmm... Bueno... – Lissie saltó a los brazos de su padre.
-Que lindo como te pones cuando estás nervioso, pero más graciosa es la cara de Seamus, mírala.
Todos rieron, a veces era tan difícil convivir con una niña de seis años tan inteligente. Siguieron haciendo sus cosas, con tal de no tocar el tema del matrimonio de nuevo todo estaría bien. Hermione se despidió de todos y se marchó al trabajo, dándole por supuesto las mismas instrucciones de siempre a los chicos. Todos suspiraron aliviados, cando Hermione se ponía a reclamarles por lo que le enseñaban a Lissie, se ponía insoportable, y peor aún no paraba de hablar.
-¿Qué haremos hoy? – Harry miró a la niña sin saber que responderle.
-Pues hoy te quedarás con Seamus, porque papi y yo tenemos negocios pendientes que atender – Harry le besó la frente seguido por Ron, saliendo posteriormente de la casa.
-¿Me das chocolate?
-¡Claro que sí consentida!, pero no se lo digas a tu mami, ni al gruñón de Harry.
-De mi boquita no salen esas palabritas – El chico revolvió un poco el cabello de la niña en señal de cariño y luego le ofreció chocolate - ¡Quiero choco hot!
-Emmmm – Dudó por un momento de su respuesta – Está bien, te prepararé uno.
La pequeña comenzó a darle instrucciones de cómo se hacía o no, Seamus de lo más perdido, confundió los ingredientes y mezcló unas cuantas cosas indebidas. Lisie negaba con la cabeza, aquel hombre era un desastre en la cocina. Al final el chocolate tomó un color anaranjado, a los dos les dio un poco de asco tomar aquella extraña combinación, pero no perdían nada probando.
-Iak, sabe a excremento.
-¡Seam! ¿Acaso tú has probado el excremento? – La pequeña se asustó y emitió un sonido de asco.
-No, obviamente no, pero me lo imagino... Nada que ver, nadie puede igualar el choco Hot de Harry, además, soy un fraude en la cocina.
-Sí que sí, pero no te preocupes, he visto cosas peores de mi papá.
«Que niña tan sincera» Seamus pensó para sus adentros, y es que más obvio imposible, teniendo como padres a Ron y Hermione... Bueno, al menos tenía el valor de ser sincera, y eso ya era un gran avance para cuando creciera. No se imaginaba a esa criaturita unos diez años más.
Primero todos los hombres la perseguirían por hacerse la dura. Después estaba su belleza, su inteligencia y carisma. Después visualizaba a Ron enseñándole cuáles son las poses más sensuales al ojo del hombre, cómo les tiene que hablar, lo que no debe hacer... Luego venía Hermione reclamándole a Ron por enseñarle esas cosas a la niña, y por último Harry, él vendría a ser como su mejor amigo, siempre había sido el que más la entiende y consiente a pesar de que a veces se hace el duro.
Lissie lo sacó de sus pensamientos. Salto sobre él y comenzó a tatarear las canciones que su madre le había enseñado.
-Bien, ya son las ocho, hora de dormir.
-Pero tú nunca me duermes a las ocho.
-Pero hoy tiene que ser así pequeña.
-De acuerdo.
Seamus la recostó sobre la cama y le contó un cuento de hadas, de esos que tanto le gustaban. Ella se durmió pronto, y claro quién no, su madre la había acostumbrado a levantarse todos los días a las seis de la mañana (Además de que también se volvió costumbre en los chicos) Hermione era muy estricta con ella en todos los aspectos, pero a veces era toda una doctora sentimental.
Pronto, después de que la chiquita cayó rendida llegó la "amiga"de Seamus, Samantha. Era una rubia de preciosos ojos azules, simpática y muy graciosa. Le ofreció pasar de inmediato, pensando en qué poría decirle luego.
-Vaya... Cada día está más linda Sam – Seamus le dio un pequeño y corto beso en los labios – No sabes cuantas ganas tenía de verte.
-Yo también tenía muchas ganas de verte mi Seam. Ya te extrañaba.
-¿Se te ofrece algo?
-Si es posible a ti.
Comenzaron a besarse apasionadamente. Pero Samantha enseguida protestó:
-No Seam... No podemos...
-Pero yo creo que ya es hora de que tú y yo...
-Sí , pero es que está Lissie, recuerda lo que dijo Hermione.
-Pero ella está dormida.
-Sí pero... no es adecuado...
Continuaron besándose pero algo los detuvo, un gran grito provenía del cuarto de Lissie, y el sonido bajaba cada vez más.
-AWWWWWWWWWWW – Lissie bajó corriendo por las escaleras encontrando a los dos en una situación muy comprometedora.
-Emmm, verás Lissie, nosotros estábamos... ¿Qué te pasó?
-¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡UNA ARAÑA!!!!!!!!!! Hay una araña en mi cuarto – Seamus y Samantha se miraron.
-Ya voy princesita, aguarda un segundo Sam – Subió las escaleras tras la niña. Y pensar que ese era el momento perfecto y todo... arruinado por una araña.
La niña le mostró la araña, era diminuta pero se movía velozmente. La mató lo más rápido que pudo para regresar con Samantha, pero entonces Lissie comenzó a patalear y gritar.
-Duerme princesa.
-¡No quiero! ¡Quédate conmigo! ¡No te vayas!
-Por favor linda, estoy en medio de una cita.
-¡No quiero y punto! ¡Quédate!
Era inútil insistirle, sabía que no lograría convencerla para que se durmiese. Cuando se ponía así nadie podía detenerla, solo Hermione y pues en ese preciso momento ella no estaba.
Al poco rato llegó Harry, pero ya era tarde porque Samantha se había ido. Ahora los dos juntos trataban de calmar a Lissie, pero ella no quería dormir, y no quería dejarlos dormir a ellos tampoco.
-¿Qué pasó Seamus? – El chico de la cicatriz trataba de dormir a Lissie pero esta se rehusaba dando patadas a todas las direcciones.
-¿Qué qué pasó? Se acaba de arruinar mi mejor momento con Sam ¡y aún lo preguntas! La pobre tuvo que irse, bueno, mejor dicho, pobre de mí – Seamus lloriqueó como un bebe.
-Vamos Seamus, es solo una niña, no tiene la culpa de temerle a las arañas...
-¡Tú siempre en contra mía!
-¡No es eso Seamus! Estás olvidando que ella sólo es una pequeña niña, no lo hizo a propósito...
-¡Pero perdí uno de los mejores momentos de mi vida!
-¿Qué acaso nunca has tenido se... – Hermione lo interrumpió entrando a la habitación de su hija.
-No creo que esos sean temas a discutir frente a una niña de seis años.
-¿Qué tiene de malo discutir sobre se... – Harry le tapó la boca, lo que lo hizo recordar la presencia de Lissie en la recámara.
-Bien, ahora que estás calmado Seamus, creo que me puedes explicar que rayos pasó aquí, y por qué Lissie no está dormida a estas horas de la noche.
El chico trató de explicarle a Hermione, pero terminó por desesperarse, así que se marchó a dormir. Harry le siguió el ejemplo primero despidiéndose de las dos. Hermione se quedó sola con su hija y logró dormirla. Al parecer solo era una pequeña maña de esas.
*
A la mañana siguiente todo era pasado, se desertaron de muy buen humor y actuaron como si nada hubiera pasado. No era normal que el ambiente estuviera tenso, y menos que se enfadaran por una estupidez como aquella...
-Chicos – La muchacha bajó las escaleras con un tono serio en la voz – Necesito hablar con ustedes.
Los tres estaban jugando póquer muy concentradamente, pero al escuchar a Hermione con aquel tono "serio" prefirieron prestarle mucha atención, a no ser que quisieran que se enfadara. Si había algo que la chica detestaba era que no le prestaran atención, y más cuando hablaba con aquel tonito serio.
-¿De? – Preguntaron todos al unísono.
-De nosotros, de mí y de ustedes. Creo que ya es hora de cambiar, hemos pasado seis años pendientes de Lissie, por lo que creo que ya es el momento de que se ocupen de sus vidas y bueno... Yo también de la mía – Todos se miraron tristes – Es hora de que vayan pensando en otras cosas como... matrimonio, amor, pareja, vida... incluso sexo.
-Me quitaste la palabra de la boca – Seamus colocó las cartas de la mesa.
-Si quieres yo puedo hablarle a Lissie de sexo – Ron también dejó caer las cartas – Si eso te preocupa, a mí me comenzaron a hablar de sexo a los ocho, pero como ella es tan inteligente.
-Por Dios Ron, solo tiene seis años, y no me preocupa, a su hora yo puedo hablarle. Lo que yo quiero dar a entender es que Lissie debe criarse en un ambiente más normal, pronto entrará en una etapa en que esas peque!nas diferencias familiares afectan. Estoy hablando de un padre para ella , de una vida más normal, yo quiero casarme y tener más hijos, por Dios ya tengo veintiocho años y quiero para ella un buen futuro.
-Puedes tener hasta una docena si son como Lissie – Harry sonrió tristemente.
-Pero yo soy su padre Herm.
-Te repito Ron que estoy hablando de matrimonio.
-Mmmmmmm – Ron se levantó y le tomó a mano sin saber que hacía – Bien... Entonces... ¿Quieres casarte conmigo?
-Como si fuera a aceptar – Seamus rió.
-Ya eso es chisme viejo Ron, ya lo intentaste hace tiempo – Harry acompañó a Seamus en su risa.
-¿Por qué no? ¿Aceptas?
-Es muy bonito de tu parte pedírmelo, pero no. Tú sabes que no me amas, y que yo no te amo, eso ya es pasado Ronniquiú.
-Buen, lo intenté, al menos lo intenté.
Notas de la autora:
Jeje, les repito que los capítulos son cortos, solo lo puse por capis para que no se hiciera tan largo. Qué les pareció? Jejeje, espero que les esté gustando tanto como a mí me gusta escribirlo. Por cierto, Silux, los chicos no saben que ella tiene una relación con Max, porque en realidad no la tiene, lo que pasa es que él está enamorado de ella.
Pueden visitar y unirse a mi comunidad http://groups.msn.com/HarrPotterfics/ allí pueden mandar sus fics, fanarts si tienen, y pronto crearé una sección para discutir sobre las parejas. Eso sí, los escritores de fics que se unan porfas manden sus fics, porque los que tan inscritos no lo han hecho -____-
También pueden mandarme sus fics para publicarlos en mi página web, aquí tienen la dire porsis http://mx.geocities.com/lissy_hhr4ever/ estoy a la orden, simplemente sigan las instrucciones que estan allí, o simplemente mándenmelo a mi correo que yo le completo los datos lis_loveriol@hotmail.com
Lis Jade Black Malfoy
