Título: Celoso ...... ¿Yo?
Autor: chibineko
Capítulo III: ¡Despierta! Un sentimiento que por fin sale a la luz
Yuri regresa apresuradamente al Aoiya, tiene muy buenas noticias para dar a todos, en especial a Misao-dono.
Yuri llega y abre la puerta exaltado, su emoción es notoria. Entonces es que la ve, ella está allí, sola, lavando los platos del almuerzo (que según Yuri, él debió lavar), se acerca a ella a paso firme, y es entonces que Misao lo ve.
-MISAO: ¡Yuri-san! Bienvenido, ¿Tienes hambre?, te serviré el almuerza.
-YURI: Doumo Misao-dono, es muy amable de su parte.
Yuri demuestra entonces más que antes su emoción, lo que despierta la curiosidad de Misao mientras le sirve el almuerzo.
-MISAO: Yuri-san, ¿qué sucede?, te ves tan, no sé, entusiasmado.
-YURI: Lo conseguí Misao-dono, por fin lo logré.
-MISAO: ¡Nooooooo! ¡¿Quieres decir qué......?!
-YURI: ¡Ajá!. ¡¡Tengo un empleo!!, bueno, no es la gran cosa, solo es de dos o tres días a la semana, dependiendo de la cantidad de trabajo; pero la paga es suficiente, y podré continuar con mis responsabilidades aquí, y ......
-MISAO: Yuri-san, ¡¡¡¡¡FELICITACIONES!!!!!
Yuri no pudo continuar hablando debido al efusivo abrazo que Misao le dio, en medio de gritos de felicitaciones, mientras que Yuri se deja abrazar, completamente sonrojado.
Justo en ese momento, por una de las entradas al comedor; Aoshi, quien había estado a unas habitaciones de allí, fue a ver el porque de tanto escándalo solo para toparse con la efusiva escena del abrazo de Misao a Yuri, eso ya se estaba convirtiendo en costumbre y no le estaba gustando nada; volvió a sentir ese no se que en el centro del estómago y apretó fuertemente los labios; era hora de dejar las cosas en claro con ese jovencito, se estaba propasando; cuando en ese preciso momento Okina y Omatsu entraron por otra puerta.
-OKINA: ¡Vaya, vaya!, ¡pero que tenemos aquí!.... ¡Que chicos tan emotivos!.
La pareja se separo de inmediato; Yuri sonrojado, Misao molesta.
-MISAO: ¡Oye!, ¡que quisiste decir con eso!, tienes una mente pervertida.
-OMATSU: Ya, ya Misao-chan; eso no tiene nada de malo a tu edad.- dijo con un gesto pícaro y divertido.
-MISAO: ¡OMATSU!
-YURI: Misao-dono, por favor cálmese.
Yuri trató de evitar que Misao se le fuera encima a Omatsu, quien la seguía fastidiando; mientras Okina sonreía dando signos de aprobación.
-OKINA (pensando): Este chico aprende rápido; será perfecto.
Desde su rincón Aoshi observaba toda la escena, su boca estaba tan apretada que solo se vislumbraba una línea en lugar de sus labios.
-AOSHI (pensando): O-kina.
Aoshi se dio media vuelta y se fue; Misao debía de ser protegida, era una niña, solo una niña, ¡¿¿Qué nadie lo entendía?!. Esta última escena, junto con otras, bailaban en su mente; mientras sus ojos comenzaban a brillar peligrosamente, sin embargo ni él mismo comprendía sus propios pensamientos.
****************
Los días pasaron, y Aoshi se fue encerrando en sí mismo aún más de lo normal, estaba realmente intratable, casi no emitía palabra alguna, solo miradas y alguno que otro gruñido. Prácticamente ignoraba a todo el mundo, en especial a Yuri; a quien si en un principio había tratado con algo de dureza, ahora ya ni lo trataba; a Okina solo le eran reservadas miradas cargadas de muerte, cosa que el pobre viejo en realidad no entendía; a Misao evitaba mirarla todo lo posible, y al resto del grupo era una suerte si les dirigía algún gesto. Un par de veces Aoshi casi se dio cuenta de lo que estaba haciendo, pero su mente estaba tan confundida que el tema simplemente pasó de largo; así es, el hombre ni siquiera sabía lo que estaba haciendo, así como nadie en la casa se podía explicar que era lo que estaba sucediendo.
Yuri y Misao estaban juntos en la cocina, conversando, cuando Okina y Okon entraron y se sentaron junto a ellos.
-YURI: Creo que todo esto es mi culpa, ustedes me dijeron que él no era así antes de mi llegada. Tal vez no le caigo bien a Shinomori-sama, tal vez ya he molestado demasiado aquí y sea hora de que vaya buscando otro lugar; ya he abusado demasiado de ustedes
Al terminar su frase Yuri se veía bastante triste, y Misao reaccionó enseguida.
-MISAO: No digas tonterías Yuri-san, Aoshi-sama es un hombre maravilloso que nunca sería capaz de pensar eso de nadie, mucho menos de alguien tan bueno como tú; él tiene sus etapas, sabes?, tal vez no está pasando ahora por un buen momento y eso es todo......
Yuri notó con tristeza como a Misao se le iluminaban los ojos al hablar de Aoshi; por su parte Okina y Okon notaron las reacciones de ambos jóvenes, y se miraron el uno al otro, en tanto que Misao seguía hablando.
-MISAO: .... además , ¡¿Cómo es eso de que molestas?!, ¡¡TU NO MOLESTAS A NADIE!!, así que deja de decir tonterías o te las vas a ver conmigo.... ¡¿entendido?!.
La reacción y los gestos de Misao hicieron que Yuri dejara su tristeza, y se riera con alegría, dejándose así convencer con mucha facilidad de seguir quedándose en el Aoiya, para satisfacción de Okina y Okon, quienes junto con el resto de los Oniwabanshuu (obviamente con la excepción de Aoshi), ya estaban hablando sobre el futuro en común de ambos jóvenes, y es que era innegable el hecho de que se notara que estaban hechos el uno para el otro, según toda la familia.
En ese mismo momento entro Omatsu a la habitación, encontrando a todos charlando muy animados.
-OMATSU: ¡Hei!, hablando de lo más cómodos y no cuentas, ¿De que se trata la conversación? - dijo de manera ultra maliciosa.
-OKON(con mirada pícara): Pues de la futura boda de ciertos tortolitos, ¿qué más? Ja ja ja ja ja .
-MISAO: ¡Oye tu!, ¡Que te pasa, por que dices esas tonterías!
-OKON: Vaya forma de reaccionar, ¿será que quieres de verdad?
-MISAO: ¡¡AHORA VAS A VER!!
Misao, completamente sonrojada, se lanza contra Okon, quien la esquiva en medio de un mar de carcajadas, solo para que Yuri, también completamente sonrojado, rápidamente se interpusiera para detener a Misao como tantas veces lo hacía últimamente, y es que este también era uno de sus deberes (aunque se lo impuso el solito, para variar), esta escena en realidad ya se estaba haciendo cotidiana en el Aoiya, para satisfacción de todos los presentes, quienes veían esto como un buen presagio, y no hay que decir que Okina era el más entusiasmado. Todos reían ante la escena, cuando en ese momento entró un malhumorado Aoshi; el cual, con una sola de sus ahora gélidas miradas, silencio a todos.... excepto a Misao.
-MISAO: ¡Konnichiwa Aoshi-sama!, ¿Se le ofrece alguna cosa?
-AOSHI( mirando esquivamente a Misao): Quisiera un poco de té.
-MISAO: ¡Ay!, se me olvidó llevárselo, gomen Aoshi-sama, es que me quede conversando con Yuri-san. Okina y las chicas; pero ahorita se lo preparo, ¡En un momento estará!.
Misao comenzó a moverse como un torbellino por todos lados; en un momento el agua ya estaba en el fuego y a punto de hervir, luego era trasladada hacia una tetera cercana, rápidamente el té es echado ( y con el apuro casi y echa el envase del té también); y por último, todo es puesto con mucho esmero en una bandejita; quedando finalmente Misao con todo y bandejita de té justo en frente de Aoshi.
-MISAO: ¡Listo!, ahora le llevaré su té. ¿Dónde lo quiere?, ¿en su cuarto, o en la sala de meditación?
-AOSHI(ralamente): Sala de meditación.
Tras estas palabras, Aoshi mira a todos, da media vuelta y se va, dejando un ambiente helado detrás suyo. Una vez más todos se miran entre sí, confundidos; mientras un sentimiento de culpa vuelve al os ojos de Yuri, pero rápidamente es borrado cuando un rápido movimiento de puertas deja a Misao nuevamente dentro de la habitación para alegría de este.
-MISAO: ¡Ya volví!, ahora ¿En qué me había quedado?, ....., ¡Ah, si!, Okon,....¡TE VOY A MATAR!!!
Nuevamente Misao se lanza contra Okon, quien con ágiles movimientos ninjas se escapa de Misao, y Yuri a la vez, vuelve a su autoimpuesta obligación de mantener quieta a Misao, rápidamente toda la incomodidad del ambiente es dejado atrás.
**************
Por razones que todavía no se explicaba a sí mismo, Aoshi se decidió a salir del Aoiya para dar un paseo por el bosque, pues la atmósfera en dicho lugar se había vuelto casi asfixiante para él. Caminó durante varias horas a paso lento y constante, con la mirada perdida en el suelo, pues tenía la cabeza gacha. Iba pensando en cosas sin sentido, recuerdos de cuando Misao era una bebé, una niña; de cuando se fue del Aoiya con el resto de los Oniwabanshuu, de cuando volvió; y también recuerdos de los acontecimientos de los últimos en el Aoiya, los cuales le molestaban. Así, Aoshi estaba más que distraído en sí mismo como para notar lo mucho que se había alejado del Aoiya, o adonde había llegado a parar; ....... o para notar el par de ojos curiosos que se habían posado en su meditabunda persona.
Aoshi siguió caminando y aquella persona curiosa comenzó a seguirlo, esto duró varios minutos hasta que la caminata de Aoshi fue interrumpida por la voz de su seguidor.
-???: Ohaiyo Shinomori-san; veo que salió a dar un paseo.
-AOSHI: Ah!, Hiko Seijuro, buen día.
-SEIJURO: Hmmmp!, no es que sea por entrometido -_-!, pero usted parece preocupado por algo, lleva la guardia tan baja que si un grupo de bandidos estuviera frente a sus narices, no se habría dado cuenta hasta que hubiese sido demasiado tarde. Obvio que en mi caso no hubiese sido así, ¡Soy demasiado para cualquiera! (Se escucha entonces una sonora carcajada la cual es acompañada luego por una muy brillante sonrisa).
Nota de chibineko: No es que sea porque Seijuro lo dice, pero ¡ES cierto!, él es demasiaaaaaaaado para cualquiera =^.~= MIAUUUU!
-AOSHI: ............
-SEIJURO: Bueno, lo que es cierto, es cierto; pero volviendo a usted; vamos hombre, cuénteme sus problemas que necesito algo para distraerme, y de paso aproveche la ocasión que le daré uno de mis muy buenos consejos, una oferta que en realidad no ofrezco todos los días.
Seijuro acompaña estas últimas palabras con una de sus muy usuales y brillantes sonrisas, mientras mira a Aoshi con ese aire pícaro y divertido que es característico en él.
-AOSHI: Se equivoca, no tengo ningún problema, solo salí a meditar un poco; así que con su.........
-SEIJURO (interrumpiendo las palabras de Aoshi abruptamente): ¡Si, claro!, ¡y mi estúpido pupilo llegara algún día a tener mi gran porte!
Seijuro dijo esta frase dejando entrever claramente que a su parecer esto era completamente imposible, y que nunca llegaría a pasar; lo cual, debido a aquello a lo que estaba siendo comparado, dejo a Aoshi notoriamente molesto.
-AOSHI: Creo que usted no entiende.
-SEIJURO: ¡pero pro supuesto que entiendo, si es obvio!, ¡Se nota a leguas que es por la chica comadreja!, verdad?. (bueno, es claro que Seijuro estuvo compartiendo "algunas opiniones" con Sanosuke antes de que el Kenshingumi volviera a Tokyo luego de la pelea contra Shishio)
-AOSHI (ahora confundido): No..., yo...
-SEIJURO (cada vez más animado): ¡Oh vamos!, ¡¿No sabe como decírselo, cierto?
-AOSHI (un poco más confundido): Decírselo.
-SEIJURO (con cara de total incertidumbre): ¿Qué?, ¿no es por eso?.
-AOSHI (ahora si totalmente confundido): ¿Por qué es qué?
-SEIJURO (pensando):Oh, vaya; creo que me perdí en alguna parte.- ahora hablando- ¿Por qué no comenzamos desde el principio?; venga conmigo a mi casa que estamos cerca, allí hablaremos.
-AOSHI (algo vacilante): Yo... yo no tengo nada de que hablar.
Definitivamente Aoshi no dijo esto muy convencido que digamos, ante lo cual con una mirada muuuuuyyyy maliciosa y voz algo melodiosa y seductora (que travieso o_o) el maestro de la técnica del Hitenmitsuryugiryuu respondió.
-SEIJURO: Hmmmm, yo no estaría tan seguro.
-AOSHI (ahora algo menos vacilante por la reciente actitud de Hiko-san): ¡Pues yo sí!, asi que con su permiso.
Aoshi comenzó a alejarse con un mar de dudas en su cabeza debido a las enredadas palabras de Seijuro, las cuáles, aunque no decían nada según su consciente, decían demasiado según su inconsciente, entonces se escucho a Seijuro diciendo a lo lejos.
-SEIJURO (alzando un poco la voz para que Aoshi lo oyera): Cuando llegue a la conclusión de que pasa algo y de que necesita mi ayuda, creo que estoy libre esta semana; solo búsqueme y lo ayudaré; recuerde que no encontrará a nadie con tanta experiencia como yo,- luego hablando para si mismo y en voz normalizada mientras se da vuelta camino a su casa- después de todo, soy único e inigualable; y con esto hago mi buena acción del mes, jeje.
Aoshi volteó y vio a Hiko-san dirigiéndose camino a su casa, así que continúo su propio camino, y ya que no llegaría al Aoiya antes del anochecer si no se apuraba, aceleró el paso mientras trataba de pensar en nada más, sin mucho éxito que digamos.
Al llegar al Aoiya, Aoshi tenía la mente con más conflictos de los que tenía al salir de este en la mañana; entonces una muy preocupada Misao salió a su encuentro.
-MISAO: ¡Aoshi-sama, donde ha estada!, nos tenía muy preocupados.
-AOSHI: Gomen, solo salí a meditar.
La manera fría en que Aoshi respondió fue involuntaria, en realidad él siempre respondía así, pero era la primera vez que se dio cuenta exactamente de lo que había hecho (el resto de las veces o estaba muy ocupado, o su mente dejaba pasar el asunto como por un autoreflejo), por primera vez deseaba haber respondido de manera diferente, sobre todo porque la preocupada actitud de Misao no se merecía ese tipo de respuesta; pero Misao no se vió dolida, sino todo lo contrario, se vió muy aliviada, incluso sonrió y volvió a su jovial actitud de simpre.
-MISAO: De acuerdo, pero la próxima vez trate de avisar, ne?.
-AOSHI (algo sorprendido): Yoshi.
Entonces Misao se retiro tan jovial como siempre, mientras Aoshi tenía ahora aún más dudas en la cabeza.
-AOSHI (pensando). Ella... ella esta acostumbrada, en..ton..ces... yo... yo soy así siempre, demo ¿por qué no lo noté antes?, y ella siempre tan preocupada... ella...
Aoshi caminó pensativo hasta su habitación, y entonces un rato después alguien toco la puerta dando luego paso a una voz cantarina y traviesa.
-MISAO: Aoshi-samaaaaa, el baño esta listooooo.
-AOSHI: Doumo.
La silueta de la puerta se alejó, y él se dio cuenta que fue frío de nuevo sin poder evitarlo. ¿Por qué piensa en estas cosas ahora?, no lo sabe, pero de manera mecánica se prepara para su baño, para luego ir a dormir; Aoshi actúa como un autómata, pues su mente está en otras cosas: las extrañas palabras de Hiko-san, la actitud de él hacia Misao, la actitud de Misao, la actitud de todos,.... Yuri.
Por lo general, aunque Aoshi dormía poco, dormía; pero esa noche se la pasó pensando, tratando de desenredar esa maraña de pensamientos, ideas y sentimientos que su mente había formado, pero siempre había algo contra lo que chocaba, un muro de su propia mente que no lograba pasar, algo que aunque estaba allí no entendía; y así llegó la mañana siguiente, y Aoshi seguía en las mismas.
****************
Por primera vez en mucho, mucho, mucho tiempo Aoshi se decidió a desayunar con el resto de la familia, para total asombro de está; aunque la verdad es que parecía eatar ausente casi todo el tiempo, el no saber que rayos le pasaba ya era algo insoportable; pero tuvo que volver a la realidad cuando Okina le pidío los pastelillos de arroz.
-OKINA: Aoshi-san, ¿me estás oyendo?.
-AOSHI: Gomen Okina, estaba pensando en otra cosa.
-OKINA: Eso es notorio; te pregunté si podías pasarme los pastelillos.
-AOSHI: Por supuesto Okina, aquí los tienes.
-OKINA: Doumo.
Entonces fue que los vió; Yuri le pidió algo a Misao y ella, más que sonriente se lo paso (lo que Yuri pidió), y entonces ambos se tocaron la manos por un momento y se sonrojaron, también juntos; para luego de mirarse echarse a reír, ambos, como si eso fuese lo más normal dentro de lo diario, como si eso sucediese desde siempre; pero para Aoshi eso fue como un golpe; uno muy bajo y comenzó a pensar para sí mismo.
-AOSHI (pensando): Pero como se atreve ese..., ese... ese muchachuelo a tratarla de esa manera, ¡El no tiene ningún derecho de hacer eso, porque ella...!, porque ella..., ella... Misao...
en ese preciso instante Aoshi comprendió el porque de todos sus confusos pensamientos, el porque de su incomodidad y todo aquello que sentía, ... ese porque.
-AOSHI (pensando): ...porque Misao es... mía.
Aoshi entró en shock, ¡¿cómo no se dio cuenta antes?, y lo más importante, ¡¿COMO SUCEDIÓ ESTO?!; tal vez por un momento todo se había aclarado, pero ahora todo era un gran remolino de incertidumbre en su mente, su vida completa había colapsado ante semejante autodescubrimiento; entonces la preocupada voz de Okina lo sacó abruptamente de todo aquello que libraba batallas en su interior.
-OKINA: ¡Aoshi!, ¡AOSHI!, ¡muchacho háblanos!, ¡di algo!.
Aoshi miró a Okina como saliendo de un sueño o de un profundo trance.
-OKINA: Aoshi, ¡por fin!, muchacho, ¡estás pálido. ¿Te sientes bien?, ¿Deseas algo?.
Aoshi miró a Okina nuevamente, y luego al resto, todos lo miraron muy preocupados; incluyendo a Misao. El corazón se le contrajo y todo lo que atinó a decir fue que necesitaba ir a su habitación, y que no tenían de que preocuparse; necesitaba salir fuera de ese lugar, de donde estaba ella, junto a ... él, a aquel intruso.
Aoshi llegó a paso rápido a su habitación, y trato de ordenar sus pensamiento, aunque este iba a ser un trabajo muy difícil. Pensar era todo lo que podía hacer, pues no sabía que decir (como si eso fuese gran novedad); entonces algo cruzó por su mente, y luego de estar casi una hora encerrado, salió de manera bastante apresurada, por lo que casi choca con Misao, quién decidió llevarle algo de té preparado con hierbas tranquilizantes y medicinales.
-MISAO: Aoshi-sama, ¿Adonde va?, usted no se encuentra bien, debería de quedarse en el Aoiya, si quiere yo me puedo ocupar de sus obligaciones por el el día de hoy.
-AOSHI: Er...., yo.... Hm.... tengo algo importante ... y ... personal ..... ¡Permiso!.
Aoshi prácticamente huyó de la presencia de Misao, se sentía tan incapaz de todo frente a ella; salió corriendo del Aoiya y camino o más bien dicho corrió durante todo el camino, echo un lío consigo mismo; tanto que apenas y se dio cuenta que había llegado a su destino: tras lo cual tocó sonoramente la puerta de la vivienda frente a él, con lo que segundos después la puerta se abrió.
-AOSHI: Hiko-san, necesito de su ayuda, ¡Es urgente!.
Seijuro vió la expresión atormentada en el rostro de Aoshi y sonrió; era justo lo que él esperaba, aunque en su opinión Shinomori.san demoro demasiado, en fin, no todos eran tan listos y rápidos como él; por no decir que nadie era tan perfecto como él.
Con un gesto cortés, Seijuro dejó pasar a su huésped, mientras que en su rostro se dibujaba una sonrisa... esto recién estaba comenzando.
Fin del tercer capítulo
Notas de autor:
Bueno, otro capítulo terminado, espero que haya gustado.
Nuestro ninja favorito acaba de darse cuenta de sus sentimientos( ya iba siendo hora ), y fue a pedirle ayuda a, bueno, al churro y maduro Hiko-san, así que... ¿alguien tiene la más mínima idea de cómo sucederan las cosas ahora, con Hiko Seijuro de consejero sentimental de Aoshi?, noooooo?, pues entonces esperen los próximos capítulos, porque como lo pensó Hiko, esto RECIEN comienza.
Comentario, sugerencias... please escribeme a chibineko7@usa.net
Hasta pronto
Se despide
chibineko =^.^=
Próximo capítulo: IV: ¡Alistándose para la batalla!. Aprendiendo un nuevo arte de luchar.
